Cabrera Garcia Y Montiel Flores

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 4

CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS CASO CABRERA GARCA Y MONTIEL FLORES VS.

MXICO RESUMEN OFICIAL EMITIDO POR LA CORTE SENTENCIA DE 26 DE NOVIEMBRE DE 2010 (EXCEPCIN PRELIMINAR, FONDO, REPARACIONES Y COSTAS) El 26 de noviembre de 2010 la Corte Interamericana de Derechos Humanos declar, por unanimidad, que el Estado de Mxico result internacionalmente responsable por la violacin de los derechos a la libertad personal, integridad personal, garantas judiciales y proteccin judicial en perjuicio de los seores Teodoro Cabrera Garca y Rodolfo Montiel Flores, y por haber incumplido el deber de adoptar disposiciones de derecho interno en lo que respecta a la jurisdiccin penal militar. Entre los hechos no controvertidos del presente caso, cabe indicar que el 2 de mayo de 1999 el seor Montiel Flores se encontraba fuera de la casa del seor Cabrera Garca, junto a otras personas, en la comunidad de Pizotla, Municipio de Ajuchitln del Progreso, estado de Guerrero. [A]lrededor de las 9:30 horas, aproximadamente 40 miembros del 40 Batalln de Infantera del Ejrcito Mexicano entraron en la comunidad, en el marco de un operativo contra otras personas. Los seores Cabrera y Montiel se escondieron entre arbustos y rocas, y permanecieron all por varias horas[, hasta que a]proximadamente a las 16:30 horas de ese mismo da fueron detenidos y mantenidos en dicha condicin a orillas del Ro Pizotla hasta el 4 de mayo de 1999. Ese da, pasado el medioda, los trasladaron en un helicptero hasta las instalaciones del 40 Batalln de Infantera, ubicado en la ciudad de Altamirano, estado de Guerrero. Posteriormente, ciertos miembros del Ejrcito presentaron una denuncia penal en contra de los seores Cabrera y Montiel por la presunta comisin de los delitos de portacin de armas de fuego de uso exclusivo de las Fuerzas Militares,y siembra de amapola y marihuana, inicindose la respectiva investigacin penal. El 28 de agosto de 2000 el Juez Quinto de Distrito del Vigsimo Primer Circuito en Coyuca de Cataln dict sentencia mediante la cual conden a pena privativa de libertad de 6 aos y 8 meses de duracin al seor Cabrera Garca y de 10 aos al seor Montiel Flores. Esta decisin fue objetada a travs de diversos recursos judiciales y se modific parcialmente a su favor. En el ao 2001 los seores Cabrera y Montiel fueron liberados para continuar cumpliendo la sancin que se les impuso en su domicilio, debido a su estado de salud. En cuanto a la libertad personal, en virtud de la jurisprudencia del Tribunal, la Corte reiter que los seores Cabrera y Montiel debieron ser llevados ante el juez lo ms pronto posible y, en este caso, ello no ocurri sino hasta casi 5 das despus de su detencin. Al respecto, la Corte reiter que en zonas de alta presencia militar, donde los miembros de la institucin militar asumen control de la seguridad interna, la remisin sin demora ante las autoridades judiciales cobra mayor importancia con el fin de minimizar cualquier tipo de riesgo de

Diego Garca-Sayn, Presidente; Leonardo A. Franco, Vicepresidente; Manuel E. Ventura Robles, Juez; Margarette May Macaulay, Jueza; Rhadys Abreu Blondet, Jueza; Alberto Prez Prez, Juez, Eduardo Vio Grossi, Juez, y Eduardo Ferrer Mac-Gregor Poisot, Juez ad hoc; presentes adems, Pablo Saavedra Alessandri, Secretario, y Emilia Segares Rodrguez, Secretaria Adjunta.

2 violacin a los derechos de la persona. En consecuencia, la Corte declar la violacin del artculo 7.5 de la Convencin Americana. Adems, consider que dada la falta de remisin sin demora ante la autoridad competente, la detencin se transform en arbitraria en esos primeros das, lo cual viol el artculo 7.3 de la Convencin Americana. Tambin en dicho captulo, la Corte concluy que en el expediente no consta que al efectuar la detencin se haya informado a las vctimas sobre las razones en las que se fundament su detencin, razn por la cual se vulner el artculo 7.4 de la Convencin Americana. En lo que concierne al derecho a la integridad personal, la Corte analiz la prueba obrante sobre alegadas torturas y el cumplimiento de la obligacin de investigar en relacin con dichos hechos. El Tribunal determin que [d]el anlisis de [las] declaraciones de los seores Cabrera y Montiel en el transcurso del proceso penal, en trminos generales, consta que se denunciaron: i) jalones en los testculos; ii) toques elctricos; iii) golpes en distintas partes del cuerpo, como los hombros, el abdomen y la cabeza; iv) que fueron vendados y amarrados; iv) que fueron ubicados en forma de cruz segn la ubicacin del sol; v) que fueron encandilados por una luz brillante; vi) que recibieron amenazas mediante armas, y vii) que se utiliz el tehuacn para introducirles agua gaseosa en las fosas nasales. Asimismo, la Corte consider que si bien existan diferencias en las declaraciones emitidas por las vctimas en diversos momentos, las diferencias entre cada testimonio rendido por los seores Cabrera y Montiel no pueden ser consideradas como contradicciones que denotan falsedad o falta de veracidad, toda vez que las circunstancias principales coinciden. Por otra parte, el Tribunal valor diversas constancias y certificados mdicos respecto a la integridad fsica de las vctimas en los que no se mencionaban que hubieran sufrido lesiones como consecuencia de la detencin. La Corte consider que dada su finalidad esos certificados mdicos no eran suficientes, por s solos, para fundamentar el rechazo o la aceptacin de los alegatos de tortura en el presente caso. Sin perjuicio de lo anterior, la Corte resalt la existencia de ciertos certificados mdicos como el emitido el 15 de mayo de 1999, en el cual se dej constancia de la presencia de hematomas que presuntamente haban sido el resultado de los golpes recibidos por los seores Cabrera y Montiel durante su detencin o el certificado expedido el 4 de junio de 1999 en el que se asever que las lesiones haban sido producidas aproximadamente 30 das atrs. En relacin con estas denuncias de actos de tortura, la Corte consider que el deber de investigar denuncias de actos de tortura u otros tratos crueles, inhumanos y degradantes se sustenta en los hechos analizados previamente. Sin embargo, el Tribunal constat que en el presente caso la investigacin fue iniciada ms de tres meses despus de que se hiciera la primera mencin sobre las alegadas torturas cometidas y que se dio inicio a dicha investigacin por peticin expresa de los denunciantes dentro del proceso penal que se llev a cabo en su contra, sin que se haya iniciado una investigacin de oficio cuando se hicieron las mencionadas denuncias. La Corte encontr que si bien en dicho proceso los tribunales internos valoraron y estudiaron tanto los certificados mdicos como los peritajes realizados con el fin de confirmar las alegadas torturas, tal proceso posea un objeto distinto al de investigar a los presuntos responsables de la denuncia, ya que paralelamente se estaba juzgando a los seores Cabrera y Montiel. Por tanto, el no haber llevado a cabo una investigacin autnoma contra los presuntos responsables de la alegada tortura, en la jurisdiccin ordinaria, para el Tribunal impidi disipar y aclarar los alegatos de tortura incumpliendo los artculos 1, 6 y 8 de la Convencin Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura, respecto de la obligacin de investigar los alegados actos de tortura, en perjuicio de los seores Cabrera y Montiel. La Corte consider que resultaba imprescindible que las distintas instancias judiciales internas ordenasen nuevas diligencias para esclarecer la relacin entre los signos encontrados en los cuerpos de las presuntas vctimas y los hechos que ellos alegaron haber sufrido como tortura.

Finalmente, el Tribunal seal que si bien la falta de una investigacin dirigida contra los presuntos responsables de la violacin a la integridad personal limita la posibilidad de concluir sobre los alegatos de la presunta tortura, la jurisprudencia del Tribunal ha sealado que el Estado es responsable, en su condicin de garante de los derechos consagrados en la Convencin, de la observancia del derecho a la integridad personal de todo individuo que se halla bajo su custodia y que siempre que una persona es detenida en un estado de salud normal y posteriormente aparece con afectaciones a su salud, corresponde al Estado proveer una explicacin creble de esa situacin. En consecuencia, existe la presuncin de considerar responsable al Estado por las lesiones que exhibe una persona que ha estado bajo la custodia de agentes estatales. En dicho supuesto, recae en el Estado la obligacin de proveer una explicacin satisfactoria y convincente de lo sucedido y desvirtuar las alegaciones sobre su responsabilidad, mediante elementos probatorios adecuados. Teniendo en cuenta lo anterior, la Corte resalt que de la prueba aportada en el caso es posible concluir que se verificaron tratos crueles, inhumanos y degradantes en contra de los seores Cabrera y Montiel, en violacin del derecho a la integridad personal, consagrado en los artculos 5.1 y 5.2, en relacin con el artculo 1.1 de la Convencin Americana. En relacin a las garantas judiciales la Corte consider que los tratos crueles sufridos por las vctimas proyectaron sus efectos en las primeras declaraciones rendidas ante el Ministerio Pblico, as como a la primera declaracin ante juez, en las que confesaron haber cometido algunos delitos que se les imputaban. Por tanto, la Corte concluy que los tribunales que llevaron a cabo el proceso penal en contra de los seores Cabrera y Montiel en todas las etapas del proceso debieron excluir totalmente las confesiones rendidas por estos, por cuanto la existencia de tratos crueles e inhumanos inhabilitaba el uso probatorio de dichas evidencias. Lo anterior gener la violacin del artculo 8.3 en relacin con el artculo 1.1 de la Convencin Americana. De otra parte, el Tribunal consider que no existi violacin del derecho a la defensa y del principio de presuncin de inocencia. Respecto al proceso en la jurisdiccin penal militar para investigar a los responsables de la alegada tortura sufrida por los seores Cabrera y Montiel, la Corte observ que si bien se inici una averiguacin en el fuero ordinario, posteriormente se cedi la competencia a la Procuradura General de Justicia Militar (PGJM), la cual resolvi que no haba existido tortura. Como consecuencia de un pronunciamiento de la Comisin Nacional de Derechos Humanos en relacin con el presente caso, la PGJM inici una nueva Averiguacin Previa y concluy que no se haban acreditado actos de tortura en contra de las vctimas. Al respecto, la Corte reiter que en el fuero ordinario no se investig de oficio a los presuntos responsables de las alegadas torturas, por lo que declar la violacin del artculo 8.1 de la Convencin Americana y del artculo 8 de la Convencin Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura. Asimismo, a partir de los precedentes en los casos Radilla Pacheco, Fernndez Ortega y Rosendo Cant, el Tribunal seal que la jurisdiccin militar no es el fuero competente para investigar y, en su caso, juzgar y sancionar a los autores de violaciones de derechos humanos sino que el procesamiento de los responsables corresponde siempre a la justicia ordinaria[ y que dicha] conclusin aplica no solo para casos de tortura, desaparicin forzada y violacin sexual, sino a todas las violaciones de derechos humanos, por lo que declar la violacin del artculo 8.1 de la Convencin Americana. Finalmente, la Corte indic que los seores Cabrera y Montiel no pudieron impugnar efectivamente la competencia de [la jurisdiccin militar] para conocer de asuntos que, por su naturaleza, deben corresponder a las autoridades del fuero ordinario[, razn por la cual] no contaron con recursos efectivos para impugnar el conocimiento de la alegada tortura por la jurisdiccin militar y declar la violacin del artculo 25.1 de la Convencin Americana.

4 En lo que se refiere a la adecuacin del derecho interno mexicano respecto a la intervencin de la jurisdiccin penal militar, tambin siguiendo su jurisprudencia previa en los casos Radilla Pacheco, Fernndez Ortega y Rosendo Cant, el Tribunal seal que ya que el artculo 57 del Cdigo de Justicia Militar opera como una regla y no como una excepcin, caracterstica sta ltima indispensable de la jurisdiccin militar, se incumple con los estndares establecidos por esta Corte, resaltando que el cumplimiento de dichos estndares se da con la investigacin de todas las vulneraciones de derechos humanos en el marco de la jurisdiccin penal ordinaria, por lo que no puede limitar su campo de aplicacin a violaciones especficas, tales como la tortura, la desaparicin forzada o la violacin sexual y as concluy que el Estado incumpli la obligacin contenida en el artculo 2, en conexin con los artculos 8 y 25 de la Convencin Americana. Por ltimo, el Tribunal dispuso que la Sentencia constituye una forma de reparacin y, adicionalmente, orden que el Estado debe: a) conducir eficazmente la investigacin penal de los hechos del presente caso, en particular por los alegados actos de tortura en contra de los seores Cabrera y Montiel, para determinar las eventuales responsabilidades penales y, en su caso, aplicar efectivamente las sanciones y consecuencias que la ley prevea; as como adelantar las acciones disciplinarias, administrativas o penales pertinentes en el evento de que en la investigacin de los mencionados hechos se demuestren irregularidades procesales e investigativas relacionadas con los mismos; b) publicar y difundir la Sentencia; c) otorgar por una sola vez a cada una de las vctimas una suma por concepto de tratamiento mdico y psicolgico especializado, as como por medicamentos y otros gastos conexos; d) adoptar las reformas legislativas pertinentes para compatibilizar el artculo 57 del Cdigo de Justicia Militar con los estndares internacionales en la materia y de la Convencin Americana; as como adoptar las reformas legislativas pertinentes para permitir que las personas que se vean afectadas por la intervencin del fuero militar cuenten con un recurso efectivo para impugnar su competencia; e) adoptar, en el marco del registro de detencin que actualmente existe en Mxico, medidas complementarias para fortalecer el funcionamiento y utilidad de dicho sistema; f) continuar implementando programas y cursos permanentes de capacitacin sobre investigacin diligente en casos de tratos crueles, inhumanos o degradantes y tortura, los cuales debern impartirse a los funcionarios federales y del estado de Guerrero, particularmente a integrantes del Ministerio Pblico, del Poder Judicial, de la Polica as como a personal del sector salud con competencia en este tipo de casos y que por motivo de sus funciones sean llamados a atender vctimas que alegan atentados a su integridad personal; as como fortalecer las capacidades institucionales del Estado mediante la capacitacin de funcionarios de las Fuerzas Armadas sobre los principios y normas de proteccin de los derechos humanos y sobre los lmites a los que deben estar sometidos, y g) pagar las sumas fijadas por concepto de indemnizacin por dao material e inmaterial y por el reintegro de costas y gastos. La Corte supervisar el cumplimiento ntegro de esta Sentencia, en ejercicio de sus atribuciones y en cumplimiento de sus deberes conforme a la Convencin Americana sobre Derechos Humanos, y dar por concluido el presente caso una vez que el Estado haya dado cabal cumplimiento a lo dispuesto en la misma.

También podría gustarte