Popol Vuh
Popol Vuh
Popol Vuh
“Si haces lo que siempre has hecho nunca llegarás más allá de donde
siempre has llegado…”
LIBRO SAGRADO DE LOS MAYAS
PREÁMBULO
Alom, la diosa madre, la que concibe los hijos, de al, hijo, alán, dar a
luz. Qaholom, el dios padre que engendra los hijos, de qahol, hijo del
padre, qaholaj, engendrar. Madre y padre los llama Ximénez; son el
Gran Padre y la Gran Madre, así llamados por los indios, según refiere
Las Casas, y que estaban en el cielo.
Hunahpú-Vuch, un cazador vulpeja o tacuazín (Opposum), dios del
amanecer; vuch es el momento que precede al amanecer. Hunahpú-
Vuch, es la divinidad en potencia femenina, según Seler. Hunahpú-
Utiú, un cazador coyote, variedad de lobo (Canis latrans), dios de la
noche, en potencia masculina;
Ah Raxá Lac, el Señor del verde plato, o sea la tierra; Ah Raxá Tzel, el
Señor de la jícara verde o del cajete azul, como dice Ximénez, o sea el
cielo.
Primera Parte
Capítulo Primero
Luego la tierra fue creada por ellos. Así fue en verdad como se hizo la
creación de la tierra: -- ¡Tierra! -- dijeron, y al instante fue hecha.
Así fue la creación de la tierra, cuando fue formada por el Corazón del
Cielo, el Corazón de la Tierra, que así son llamados los que primero la
fecundaron, cuando el cielo estaba en suspenso y la tierra se hallaba
sumergida dentro del agua.
Capítulo II
Así, pues, hubo que hacer una nueva tentativa de crear y formar al
hombre por el Creador, el Formador y los Progenitores.
Tú, maíz; tú, tzité; tú, suerte; tú, criatura; ¡uníos, ayuntaos! les dijeron
al maíz, al tzité, a la suerte, a la criatura. ¡Ven a sacrificar aquí,
Corazón del Cielo; no castiguéis a Tepeu y Gucumatz!
Capítulo III
Una inundación fue producida por el Corazón del Cielo; un gran diluvio
se formó, que cayó sobre las cabezas de los muñecos de palo.
De tzité se hizo la carne del hombre, pero cuando la mujer fue labrada
por el Creador y el Formador, se hizo de espadaña la carne de la mujer.
Estos materiales quisieron el Creador y el Formador que entraran en su
composición.
Y he aquí que sus perros hablaron y les dijeron : -- ¿Por qué no nos
dabais nuestra comida? Apenas estábamos mirando y ya nos arrojabais
de vuestro lado y nos echabais fuera. Siempre teníais listo un palo para
pegarnos mientras comíais.
Así fue la ruina de los hombres que habían sido creados y formados, de
los hombres hechos para ser destruidos y aniquilados: a todos les
fueron destrozadas las bocas y las caras.
Segunda Parte
Capítulo X
(...)
Capítulo XI
Tercera Parte
Capítulo I
Poco faltaba para que el sol, la luna y las estrellas aparecieran sobre los
Creadores y Formadores.
Estos son los nombres de los animales que trajeron la comida: Yac [el
gato de monte], Utiú [el coyote], Quel [una cotorra vulgarmente llamada
chocoyo] y Hoh [el cuervo]. Estos cuatro animales les dieron la noticia
de las mazorcas amarillas y las mazorcas blancas, les dijeron que
fueran a Paxil y les enseñaron el camino de Paxil.
Capítulo II
Estos son los nombres de los primeros hombres que fueron creados y
formados: el primer hombre fue Balam-Quitzé, el segundo Balam-Acab,
el tercero Mahucutah y el cuarto Iqui-Balam.
Grande era su sabiduría; su vista llegaba hasta los bosques, las rocas,
los lagos, los mares, las montañas y los valles. En verdad eran hombres
admirables Balam-Quitzé, Balam-Acab, Mahucutah e Iqui-Balam.
-- Refrenemos un poco sus deseos, pues no está bien lo que vemos. ¿Por
ventura se han de igualar ellos a nosotros, sus autores, que podemos
abarcar grandes distancias, que lo sabemos y vemos todo?
Entonces el Corazón del Cielo les echó un vaho sobre los ojos, los
cuales se empañaron como cuando se sopla sobre la luna de un espejo.
Sus ojos se velaron y sólo pudieron ver lo que estaba cerca, sólo esto
era claro para ellos.