La Sociedad de Gananciales Jose Almeida
La Sociedad de Gananciales Jose Almeida
La Sociedad de Gananciales Jose Almeida
LA SOCIEDAD DE
GANANCIALES
1.
El Art. 315Q del CC contiene una regla y tres excepciones. La primera, seala que para disponer o gravar bienes sociales se requiere la intervencin del marido y de la mujer. Las excepciones a dicha regla son las siguientes: i) cuando uno de los cnyuges delega al otro el ejercicio de tal facultad, mediante poder especial; ii) los actos de adquisicin de bienes muebles; y iii) los casos considerados por leyes especiales. En estos supuestos, el acto de disposicin o de gravamen puede ser realizado por cualquiera de los cnyuges. Con esta aparente sencillez, nuestro ordenamiento legal pretende abordar una materia que entraa problemas de difcil solucin dentro del rgimen patrimonial de la sociedad de gananciales, especialmente cuando uno de los cnyuges, infringiendo la regla contenida en dicha norma, dispone o grava uno o ms de los bienes sociales sin asentimiento de su consorte a favor de un tercero que acta sin conocimiento de este hecho; supuesto al que hemos denominado como disposicin arbitraria del patrimonio social y cuya amplitud y complejidad se podrn apreciar en los casos que a continuacin exponemos:
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.Caso 1: DISPOSICiN DE INMUEBLE SOCIAL En la mayora de veces, la disposicin arbitraria recae sobre inmuebles que conforman el patrimonio social. Rosa Obregn y Juan Rojas contrajeron matrimonio bajo el rgimen de sociedad de gananciales, adquiriendo durante su vigencia dos inmuebles. Uno de ellos ubicado en la calle San Jos N 322 Y el otro en la avenida Santa Victoria N 638 de la ciudad de Chiclayo. El esposo dispuso unilateralmente de dichos inmuebles, el primero a favor de su hijo Csar a ttulo de anticipo de legtima y el segundo a favor de su hija Mara a ttulo de compraventa. A su vez, estos hijos los vendieron a favor de Csar Belisario y Francisco Moza, respectivamente. Una vez que tom conocimiento de estos hechos, Rosa Obregn pretendi la reivindicacin de los bienes sociales, arguyendo que su consorte simul dichos actos a favor de sus hijos y por lo tanto estaran viciados de nulidad. Los compradores de los inmuebles, por su parte, sealaron que actuaron bajo la fe del registro, ya que en ste no figuraba anotada medida judicial o extrajudicial que limitara su disposicin o dominio; y que en mrito a ello, inscribieron sus derechos.
Caso 3: DISPOSICiN A TTULO GRATUITO La amplitud del tema no slo abarca actos. a ttulo oneroso sino bin a ttulo gratuito y los bienes que Involucra pueden ser tam . '1 f d ., es o inmuebles. Miguel Mujica constituyo a un acin que mue bl . I dif u nombre afectando la propiedad predial urbana y as e I lIIeva s . S t' . nes de la calleAlonso de Molina N 110, Monternco, an lacaCIO ., dAd I Surco de la ciudad de Lima y la Colecclon e rmas e go de . . b . Per Y Oro del Mundo, que adquiri? durante s.u ma~nmonlo ajo el rgimen de sociedad de gananciales con Aida Diez Cans~~o. Asimismo, constituy un usufructo personal a favor de sus hijos Milagros Y Pedro sobre los bienes antes indicados. Como consecuencia de ello, la esposa solicit la nulidad de los actos que produjeron un desmedro en el patrimo.ni~ social, argumenta_nd~ que stos se realizaron sin su consentimiento. El esp.oso ~enalo que la mayora de dichos bienes ingresaron a.su p.atnmonl~ propio, por haber sido adquiridos antes.del matrimoruo y ~ue estos por ser una Coleccin Cultural constituyen una sola unidad.
Caso 2: GRAVAMEN DE INMUEBLE SOCIAL En otros casos, el problema se origina por el gravamen de un bien social. En Chiclayo, Julio Severino solicit un prstamo a un Banco local y en garanta del mismo hipotec un inmueble inscrito a su nombre pese a haber sido adquirido durante el matrimonio que celebr con Mara Gonzales, bajo el rgimen de la sociedad de gananciales. Ms tarde, producto de un mal negocio, Julio Sev~rin? no log: cumplir con la deuda y el Banco ejecut la gar?ntla hipotecaria y finalmente hizo suyo el inmueble social. Mana GO,nzales enterada del embargo de dicho bien, present una terc~r~a ?e propiedad, alegando que el gravamen del mismo se realizo Sin su consentimiento; mientras que el Banco adujo a su favor que ignoraba que el contratante era casado, ya que este hecho no apareca consignado en los Registros Pblicos.
En todos los casos reseados, el cnyuge no interviniente se pregunta cmo puede negar fuerza jurdica vinculante ~l acto de disposicin o de gravamen realizado por su consorte sin su consentimiento? La respuesta debe partir necesariamente por acreditar que el bien afectado por dicho acto corr:spo~de. al patrimonio social de los cnyuges y no al patrimOnIO pnva?vo del cnyuge interviniente. Salvando este posible inc~onvenI.ente, el problema de fondo estribar en determinar cual es ~l mstrumento de tutela legal que le servir para sancionar con me~cacia al acto de disposicin o de gravamen arbitrario del patnmonio social, ante la omisin que al respecto presenta el Art. 315 del CC. La eleccin se circunscribir entre aquellas figuras que produzcan ineficacia por contener un vicio coetneo al momento de su celebracin (ineficacia estructural). Para algunos, el acto adolecer de nulidad (Art. 219 CC), lo que supone
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que el acto carece de un elemento esencial o es contrario al orden pblico o a las buenas costumbres; de tal manera que se le niega de cualquier modo la posibilidad de producir conse_ cuencias jurdicas. Para otros, ser aplicable la anulabilidad (Art. 221 CC), que si bien teleolgicamente es idntica a la nulidad se diferencia de sta porque el acto contiene los elementos esen~ ciales; sin embargo, est afectado de un vicio que puede ser subsanado mediante confirmacin. Adicionalmente, desde el mbito contractual, puede argirse la existencia de rescisin (Art, 1370 CC), especialmente cuando el acto es concebido como una compraventa de bien ajeno. Finalmente, un nmero menor, por cierto, podr opinar que se trata de un caso de ineficacia relativa o inoponibilidad (Art. 161 CC), ya que el cnyuge interviniente actu como pseudo representante de su consorte preterido y por consiguiente, el acto resulta ineficaz frente a ste. Por su parte, el tercero de buena fe se pregunta, en qu supuestos puede hacer suyo el bien social a pesar de no haber participado ambos cnyuges en el acto de disposicin o de gravamen? Es habitual que argumente que su actuacin se gui por los signos de recognoscibilidad de la propiedad que el ordenamiento jurdico nacional le provee: el registro y la posesin. La fe pblica registral (Art. 2014 CC) protege a los terceros que adquieren a ttulo oneroso y de buena fe algn bien de uno de los cnyuges que en el registro aparece con facultad para otorgarlo -aun cuando en la realidad de las cosas tenga la calidad de bien social-, pese a que despus se anule, rescinda o resuelva el del otorgante por virtud de causas que no consten en los Registros Pblicos. La adquisicin a non domino (Art. 948 CC) protege al tercero que de buena fe ha recibido un bien mueble no registrado mediante la tradicin fsica de quien aparece en la posesin del mismo. En algunos casos, buscar acreditar que el cnyuge s conoca del acto de disposicin arbitrario y que incluso le brind una aceptacin tcita; mientras que
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otrOS, tratar de ingresar dentro de las excepciones estable1Art 315 del CC especficamente en aquellos casos daspore., . 1 el intentarn descifrar considerados por leyes espeCla es. q~lea~:ente, no es raro que por el decurso del tiempo, a~u~~ a fin cripcin adquisitiva de dominio o a la prescnpclOn la pres . .. . . de la accin del cnyuge no intervimerite. ntlva e"u Las soluciones a los interrogantes planteados, as como la ue las normas del CC sirven en la defensa de los forrna en q . in obi d 1 . s de una y otra parte en conflicto seran o ~eto e preinterese f tulo tratando por separado los argumentos a avor cap sente , d b f del cnyuge no interviniente y a favor de? tercero e uena. e. Un acpite final se ocupar ~e l?s. mecamsmos ~ompensatonos ue nuestro ordenamiento JundlCo debe considerar, ya sea a ~vor del cnyuge no interviniente o .del.tercero de buena fe, cuando la balanza del Derecho no se incline a su favor. Actos de gestin ordinaria y extraordinaria del patrimonio social Es importante recordar que, aun cuando el CC no lo exprese claramente, la regla de la actuacin conjunta presenta una excepcin ms, en la medida. que st~ no puede ~barcar todos los actos de disposicin de bienes sociales. ~~ra disponer parte del patrimonio social con el objeto de adqmn~ el pan que se consume en el desayuno de cada da, no se requiere el asentimiento de ambos cnyuges. En general, por el solo hecho del matrimonio y sin importar el rgimen patrimonial ~n el qu~ se encuentren, los esposos quedan necesariamente SUjetos a ciertas obligaciones de carcter patrimonial dirigidas a l:vantar las cargas del matrimonio -estatuto que algunos denomlllan como rgimen matrimonial primario-, dentro de las que se en:~entran las necesidades ordinarias del hogar, a que hace alusin el Art. 292 del CC (asistemticamente ubicado en el C~ptulo Unico del Ttulo II del Libro de Familia) o en forma analoga la
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contribucin al so teni . des y rentas de los cn mIento del ho~ar, segn las posibilida_ ' YUges,que menCIOna el Art. 300Q del CC E n esto casos lo conyug . . ..' es se encuentran autorizados para tuar mdIstmtamente (potestad d ,.) acomestlca . D~ntro de las cargas del matrimonio deben incIuir erogacIOnes derivadas de adquisiciones co . . se las rnentes u ordmar' 1 para e sustento cotidiano, as como tarnb 11 las di . ien aque as que Ingen a la conservacin del patrimonio de cadaa os se patrimonio social (Art. 316Q, incisos 1 2 4 6 8 c90nCyu~e y del 1 . , , , ,y C) entre d~:~7~er1as [;deb.e.tenerse presente que las necesidades' inmee a arnilia deben encontrarse en propo " co n diICIOnSOCIay " . 1 econmica de ' t rCIOn con la . d d es a y SIempre se encuentra fa:i~:~ .e ~ll~~10sl gastos q~e tengan por objeto el cuidado de 1: , mc U1 as as necesIdades urgen tes au d carcter extraordinario(43). ' n cuan o sean de Parla que los alcances del Art 315Q del CC' . a aquellos actos de di '. " se CIrcunscnben ISpOSlCIOn que forma d 1 ., extraordinaria del patri . . n parte e a gesnon ., nmomo SOCIal;concepto . ~IOdn comI?re~de aquellos actos que van ms al1i~: f~r n~~~::~ a loeso:dmanas del hogar o de la conservacin del patrimonio de s conyuges.
Actos de administracin y actos de disposicin Tratar de distinguir clar de gestin ord amente mana y extraordinaria
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es tarea fcil en la prctica. A manera de ejemplo, el arrendamiento de un bien, cuando uno de los cnyuges acta como arrendatario, puede considerar e como uno dirigido a atender las necesidades ordinarias del hogar o como un acto de administracin o disposicin? En un proceso de desalojo por vencimiento del contrato de arrendamiento, el demandado (cnyuge no interviniente) con el fin de evitar el lanzamiento del inmueble que ocupaba, argument que dicho contrato fue suscrito nicamente por su esposa y por lo tanto, ante la falta de su asentimiento, requera declararse previamente la nulidad del mismo. La Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Justicia, en la CAS. Q 3053-98-CALLAO, resolvi la controversia interpretando los alcances del Art. 292Q del CCC44 , )sealando que el acto de administracin es aquel que tiene por objeto conservar y obtener el normal rendimiento de los bienes sobre los que recaen. En ese sentido, el acto por el que se entrega en arrendamiento un inmueble social-en calidad de arrendadores un tpico acto de administracin; mientras que el acto por el cual se recibe un bien en arrendamiento -en calidad de arrendatario- no es en estricto un acto de administracin, porque el pago de la renta convenida importa un acto de disposicin sobre las sumas destinadas a dicho fin. Cosa distinta, seala la Sala, es determinar si este acto de disposicin puede considerarse como uno dirigido a atender las necesidades ordinarias del ho-
P . . _ ~CIDO, Manual de Derecho de Familia, Ci Ciuil; Tomo IV [Derech esp~~ol. AU:lALADEJO, Manuel: Curso de Derecho 149-151 DEZ-PI' o. de Fa.m].la], Barc~lona, Bosch, 1991, 5 ed. .
L, pp.
159-160. En el Derecho
omparten
esta posicin'
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segt~?do prrafo seala que para las necesidades del hogar)' actos de administraclOn)' conservacin, la sociedad es representada indistintamente por cualquiera de los cn)'uges. La frase actos de administracin citado en dicho artculo, de?e entenderse ntimamente ligado a los actos de conservacin, con el o.bJeto de diferenciarlo de los actos de administracin del patrimonio soCIal (Art. 313 CC) y en los que s se requiere la actuacin conjunta de ambos cnyuges.
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gar. En el presente caso, considera que s, porque el arrendamiento del bien tuvo por objeto proveer un domicilio conyugal en el que los cnyuges puedan hacer vida en comn -obligacin establecida por el Art. 289Q del CC-; en consecuencia, para dicho acto basta la intervencin d uno solo de los cnyuges(45). Discrepamos del criterio del Tribunal Supremo, sobre el caso en el que el cnyuge acte en solitario en calidad de arrendador de un bien, en tal supuesto, requerir el asentimiento de su consorte cuando el bien tenga la calidad de social. Con mayor claridad, el Tribunal Registral de la Oficina Registral de Lima y Callao distingue los actos de administracin, como aquellos cuya finalidad es mantener el ntegro o aumentar el patrimonio por medio de la explotacin de bienes que lo componen, de los actos de disposicin, que tienen por objeto provocar una modificacin sustancial de la composicin del patrimonio mediante un egreso anormal de bienes, seguido o no de una contraprestacin. A partir de esta distincin, considera como actos de disposicin: i) la construccin de una edificacin, de tal manera que la inscripcin de la declaratoria de fbrica solicitada por un casado debe contar con la necesaria
vencin de su consorte; ii) la cancelacin o levantamiento ter . ., , e la hipoteca, que reqUIere la intervenClon ~el conyuge d~l d edor hipotecario; iii) la renovacin de la hipoteca, que exiacre . (46) ge la intervencin del garan te hipotecario .
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Otro supuesto discutible es el referido a la defensa del patrimonio conyugal: se requiere de la actuacin conjunta o indistinta de los cnyuges? El Art. 65Q del CPC (modificado por el Decreto Legislativo JQ 861 del 22 de octubre de 1996 y luego restituido en su texto original por la Ley Q 26827 del 29 de junio de 1997), seala en su segundo prrafo, que: la sociedad conyugal y otros patrimonios autnomos son representados por cualquiera de sus partcipes si son demandantes. Si son demandados, la representacin recae en la totalidad de los que la conforman, Q siendo de aplicacin, en este caso, el artculo 93 [litisconsorcio necesario]. El sustento de dicha norma no puede ser otro que considerar que cuando la sociedad conyugal acta como demandante basta la actuacin de uno de los cnyuges, por tratarse de actos de conservacin del patrimonio social (actos de gestin ordinaria); mientras que cuando los cnyuges son demandados, se requiere la actuacin conjunta por tratarse de actos de disposi-
(45) A contraconiente de lo expuesto, la Oficina Registral de Lima y Callao considera como nica regla la actuacin conjunta cuando uno o ambos cnyuges son arrendatarios del bien. As, la RES. 172-98-0RLCj TR del 28 de abril de 1998, en ORLC, Vol. VI, pp. 125-128. PLCIDO, Manual ~e ?erecho de familia, cit., pp. 178-180, en un caso similar, resolvi (p. 427) indicando que el arrendamiento es un acto de disposicin por cuanto se ~ede temporalmente uno de los atributos de la propiedad, conservando es~. Debe diferencirselo del cobro de la renta mensual por el arrendan:1~nto que e un acto de administracin, por el cual se percibe un fruto c~~l.SALA'lAR, Carla, Importancia de los actos de administracin y disposiClan de los bienes sociales, en Dilogo con laJurisprudencia, Ao lII, N 4, Lima, 1997, pp. 141-150, recoge la doctrina argentina, para concluir que el arrendamiento, cuando el cnyuge es arrendador, puede ser acto de administracin o de dispo icin, dependiendo de la duracin del mismo.
(46) RES. N 445-2000-0RLCjTR del 15 de diciembre de 2000, en ORLC, Tomo 1, Vol. XI, pp. 65-69; RES. 248-2000-0RLCjTR del 21 de agosto de 2000, en ORLC, Tomo 1, Vol. XI, pp. 70-72; RES. 174-2001ORLCjTR del 20 de abril de 2001, en ORLC, Tomo 1,Vol. XII, pp. 37-41; Y RES.N 403-2001-0RLCjTRdeI13 de setiembre de 2001, en ORLC, Tomo 1,Vol. XIII, pp. 399-402.
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cin (actos de gestin extraordinaria). As lo ha establecido una profusajurisprudencia de la Corte Suprema de justiciav'?'. Consideramos que la divi in efectuada tanto por ellegislador como por la magistratura nacional no es del todo exact qu pasa si el cnyuge demandante acepta una frmula conc~~ liatoria disponiendo parte del patrimonio social o realiza un defensa ineficiente que deviene en un fallo adverso a los cnyu~ ges?; o cuando existe recon~encin deber integrarse al cnyuge no demandante? En estncto, debera solicitarse la actuacin conjunta. de .am?os cnyuges, por tratarse de actos de gestin extraordinaria; sin embargo, nos inclinamos a favor de la pos. . , 1 cion doctrinal que considera que por la estrecha unin de los
/ es(48) y adems por los mltiples problemas que acarreaconyug / el mbito procesal la frmula actual debe mantenerse. naen ' Esta regla ha sido utilizada, en muchos casos, como un desmedido recurso procesa~ del cnyuge demandado, quien muchas veces deja transcurnr todas las etapas del proce~o para lueealar en casacin que se requera el emplazamiento de su ~~~sorte. Su propsito no es otro que retardar la emisin del fallo mediante la declaracin de nulidad del proceso que volvera a la etapa de notificacin de la demanda. La Corte Suprema de Justicia ha establecido como criterio para evitar estos casos, ue si el cnyuge demandado no formula denuncia civil, con~rme lo seala el Art. l02 del CPC, en la primera oportunidad que tuvo para hacerlo, la nulidad en la que se haya incurrido queda convalidada (Art. 172 CPC) (49~.En ot:-os casos, especficamente en los procesos de desalojo, ha senalado que los demandados no necesariamente son los cnyuges sino aque-
E id 1 . . n ese senu o, as siguientes casaciones: CAS. N 01-94-LA LIBERTAD del 2 de mayo de 1994, publicada en la SJEP del 25 de marzo de 1995 p. 1907; CAS. 81-94-AREQUIPA del 21 de diciembre de 1995, publicad~ en la SJEP del 26 de abril de 1996, p. 2189; CAS. 201-95-CAETE del 13 de may~ de 1996 publicada en la SJEP del 7 de agosto de 1996, p. 2226; CAS. N- 772-92-AREQUIPA del 7 de setiembre de 1992 [sic] publicada en la SJE~ del 29 de diciembre de 1996, pp. 2755-2756; CAS. N 254-98~~ANUCO del 1 de setiembre de 1998, publicad; en la SCEP del 10 de diciembre de 1998, p. 2210; CAS. 1450-98-CHI TCHA del 2 de noviembre de 1998, publicada en la SCEP del 10 de diciembre de 1998, p. 2213; CAS. N- ~846-98-CUSCO del 26 de mayo de 1999, publicada en la SCEP del 27 de etiembre de 1999, p. 3588; CAS. 891-99-LIMA del 4 de octubre de 1999, publicada en la SCEP del 22 de noviembre de 1999, p. 4097; CAS. N 2150-99-LAMBAYEQUE del 23 de noviembre de 1999, publicada en la SCEP del 8 de enero de 2000, p. 4520; CAS. 514-99-LAMBAYEQUE del 29 de ;gos~o de 2001~ publicada en l~ SCEP del 31 de mayo de 2002, pp. 8814815, Y CAS. - 2227-2001:JU 1 del 12 de julio de 2002, publicada en la ~CEP ~el 31 de octubre de 2002, p. 9427. La CAS. 1211-2000-LIMA del 9 e novembr- de 2000, publicada en la SCEP del 2 de enero de 2001, pp. 6691-6692 Y la CAS. 1231-99-AREQUIPA del3 de octubre de 2001, public~da en l~ SCEP del 1 de abril de ~OO.2~ p. 8648, afirman que los cnyuges solo requrerer, presentar una tasa judicial, por constituir una sola parte.
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CAS. 388-95-LAMBAYEQUE del 5 de junio de 1996, publicada en la SJEP del 22 de noviembre de 1996, pp. 2411-2412; CAS. N 34-95LIMA del 22 de enero de 1997, publicada en la SCEP del 31 de diciembre de 1997, p. 232; CAS. N 561-97-ANCASH del 7 de agosto de 1998, publicada en la SCEP del 30 de setiembre de 1998, pp. 1697-1698; CAS. 115298-LA LIBERTAD del 15 de marzo de 2000, publicada en la SCEP del 1 de diciembre de 2000, pp. 6633-6634 Y CAS. N 499-99-HUAURA del 3 de octubre de 2001, publicada en la SCEP del 2 de mayo de 2002, pp. 8683-8684. o ob tante, la Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia, en su CAS. s 2717-2001-LA LIBERTAD del 16 de agosto de 2002, publicada en la SCEP del 31 de octubre de 2002, p. 9418, seal que aun cuando se invoque OPOrtunamente la nulidad por esto motivos, son necesarias la presentacin de la partida de matrimonio -no es uficiente la inscripcin en los Registros Pblicos- y la inexistencia de mala fe.
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SOCiAL
Bienes adquiridos a plazos Es el caso de los bienes adquiridos durante la vigencia del , . de la sociedad de gananciales a ttulo oneroso, cuando regnnen 302 -, mClSO adquisicin ha precedido a aquella (Art. d la causa e Ellemslador se refera a aportaciones en formas de deC) 2 C 0-. . (51) E 1 e se hacen efectIvos en fecha postenor . n e terechos qu . d hechos no es raro que los noVIOSpor separa o los rreno d e ' . inmuebles a ttulo oneroso, que luego cancelan meadqUIeran . . . . . 1 pago de cuotas peridicas, que imcian antes de la vi- . iliwree ..' . d la sociedad de gananClales y termman durante esta genCla e . con aportaciones sociales.
0' .
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ARGUME
O INTERVINIENTE
2.1. La absorcin del principio general de ganancialidad de los bienes existentes en el matrimonio Generalmente, el primer argumento de defensa que utiliza el cnyuge no interviniente consiste en reforzar el carcter social del bien que pretende defender; caso contrario, se ver imposibilitado de sustentar su pretensin de recuperar el bien dispuesto por su consorte. Esto no le ser difcil, teniendo en cuenta que el actual CC diferencia dentro de los bienes existentes en el matrimonio -entindase aquellos que los cnyuges tenan antes de entrar al rgimen patrimonial en vigor como los adquiridos por cualquier ttulo durante su vigencia (Art. 299 CC)-, qu bienes tienen la calidad de propios mediante un nmerus clausus (Art. 302 CC) y luego seala que los dems bienes tienen la calidad de sociales (Art. 310 CC) y por lo tanto, forman parte del patrimonio social de ambos cnyuges. Pese a ello, en la prctica se presentan supuestos de hecho que se convierten en verdaderas zonas grises ante la dicotoma de bienes propios y bienes sociales.
Ernesto Cruzado, por ejemplo, adquiri un inmueble me. te compraventa a plazos el 14 de febrero de 1987, semanas d Ian . . bai 1 despus (el 7 de marzo de 1987). contrajo matnmomo aJo e rgimen de sociedad de ga~~nCl~les con Nancy Godoy. Con posterioridad, el esposo vendIO el mm~eble a favor ~e un ter:~ro considerando que el bien era propIO por haber SIdo adquirdo antes del matrimonio. La esposa solicit la nulidad del acto, por haberse realizado aportes durante el matrimonio. Qu calidad tiene dicho inmueble? tres posiciones sobre el tema. La pri. .' 1 armas mera, se sustenta en que antes del matnmomo ngen :s n del Derecho comn: de acuerdo con la teora del ttulo y del modo, el bien sera indudablemente propio en el caso de inmueble s (en cuya transferencia opera el solo consenso) Yta~bin en el caso de bienes muebles, ya que a pesar que la adqusicin recin se produce con la tradicin, que puede ser duranLa doctrina presenta
(50) CAS. N 33-95-LAMBAYEQUE del 6 de noviembre de 1996, publicada en la SJEP del 23 de diciembre de 1996, p. 2605 Y CAS. 06-96-LIMA del 20 de diciembre de 1996, publicada en la SCEP del 1 de diciembre de 1997, p. 8? Sin embargo, la CAS. N 824-2002-LIMA del 9 de agosto de 2002, publicada en la SCEP del 1 de octubre de 2002, pp. 9320-9321, dice lo contrario.
Q
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COR~EJO
CHVEZ,
Derechofamiliarperuano,
cit., T. 1, p. 289.
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te la vigencia d 1 ~ . 1 . e regmen, a causa de la misma (el tt 1 ) antenor(52) L . ~ u o es bi . a segunda, estima mas racional la indivisi d . ~ ~. del m .ren que la ca lifi 1 IcaClon unlCa e mIsmo -como . n el cial-: 1 propio o solid, por o que debe entenderse que el bien tiene esta d bl ~a 1 ad, en pr~porcin al origen de las Cuotas desembolsada~(53~ a tercera, senala que el bien tendr la calidad q . da al aporte mayor(54)-se desembolsado d 1 ~e co~resP?n_ tivo o social-o e patnmolllO pnvaLa Sala Civil Permanente de la Corte Su . . en la CASoN 1715-96-PIURA prema de .Iusrca, , en el caso antes propuesto, razo-
(52) En ese sentido, LUGAR Milagritos L b' d '.. ~ ', os ienes propios y la d a quisieron en la sociedad de ga . 1 ., causa e Ao lII, NQ 6, 1997, pp. 153_16~~~~~~:s1~n Dzalogo con laJurisprudencia, Depalma, Buenos Aires 1999 To~o ir ~ 1 I~;t~D Tratado de Derecho civil, 252-256 y PLCIDO, Man~al de Derecho defi' erecho de familia], pp. go, este ltimo propone modifi 1 ar;zz ta, cit., pp. 145-146; sin embar. car e artculo 311 2 CC gurente tenor: los bienes ad uiri ' mClSO con el si-
n que el trmino causa contenido en el Art. 302Q, inciso 2 del ee, debe entenderse como el motivo o el antecedente necesario que origina un efecto y tambin el fundamento necesario or el cual se adquiere un derecho. Agrega que la norma antes ;ludida se refiere a bienes sobre los cuales uno de los esposos ya tena un derecho antes de casarse, distintos de los considerados en el inciso 1 del Art. 302 del CC; y stos pueden ser: i) bienes habidos bajo condicin suspensiva que se cumple durante el matrimonio; (ii) bienes reivindicados por accin iniciada antes del casamiento; y iii) bienes que vuelven a poder de uno de los cnyuges por accin de nulidad de contrato. El bien en discusin, entonces, para la Corte Suprema de Justicia tiene la condicin de social y no reconoce ninguna compensacin a favor del cnyuge interviniente=". Nos inclinamos por la primera de las posiciones doctrinales expuestas con una limitacin: los aportes efectuados con cargo a fondos sociales, de acuerdo con una correcta aplicacin del principio de subrogacin, deben ser reembolsados con su valor al momento de la liquidacin de la sociedad de gananciales (vide acpite 4.1 del presente captulo) (56). En la legislacin espaola se sigue este criterio, aun cuando la totalidad o parte del precio aplazado se satisfaga con dinero ganancial, con la excepcin de
t. .
Q'
gananciales, mediante precio ~a a~:' e~nt: o durante la vigencia de la sociedad de fondos propios de uno o de amb ~, p rte con fondos soczales y en parte con proporcin al valor de los desembslsconyuges,. se reputan de la misma condicin en .. o os respectzvos (PLcIDOM 1d D fiamzlza, cit., P 175). GARcA, R imen . ' a~ ua . e erecho de reclam una enunciacin m:: r ~gal de bzenes.en el Matrzmonzo, cit., p. 30,
como p
(53
ro i b' P ecisa de los bienes que se comprenden p os aJOeste concepto, recogiendo el Att. 17362 del CC hil
)
cnueno.
(55)
Al respecto, vase VALE~ClA ZEA, Arturo O ~ .. 14- ed., Temis Bogot 1995 T V [D h Y RTIZ, Alvaro, Derecho cioil; Gustavo y ZA.'\':-\ONI '". Ed d M erec o de familia] ,pp. 316-317 y BossERT, Buenos Aires, 1996, PP~~37~238 a~:lde Derecho de familia, 41 ed., Astrea, criterio; pero en aplicacin dI' ~ ~te un! ~en~enCla que considera este consideraba como corn e artcu 0.184, mClSO2 del CC de 1936, que del caudal comn au unehs a aquellos bienes adquiridos a ttulo oneroso a costa , nque se aga la adquisici b d ges; CAS. NQ 2316-98-LIMA d n a nom re e uno solo de los cnyue 119 del 7 de junio de 1999 2g 6 de marzo de 1999, publicada en la SCEP , pp. 5-2966. (54) En ese sentid B ~ lia Depalm B o,. ELLUSCIO, Augusto Cesar, Manual de Derecho defami, a, uenos Aires, 1981, T. II, pp. 55-56.
o
cuyo artculo 1772, inciso 3 guarda similitud con la actual normativa-, vase las siguientes sentencias: CAS. N2 838-96-LIMA del 5 de noviembre de 1997, publicada en la SCEP del 3 de mayo de 1998, pp. 861-862 y CAS. N2 220199-LIMA del 28 de junio de 2000, publicada en la SCEP del 1 de setiembre de 2000, pp. 6198-6199. El trmino causa se asimila al concepto de ttulo material y no formal, conforme lo establece la RES. N2 300-98-0RLC/TR del 10 de agosto de 1998, en ORLC, Vol. VII, pp. 17-22. Esta solucin coincide con la establecida por el Art. 1736 inciso 7 del CC chileno.
(56)
Q ,
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BRICEO CAPTULO
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ARBITRARIA
DEL PATRIMONIO
SOCIAL
la vivienda o del ajuar familiar En ' . . ., . estos ltimos casos, nge 1 1 reg a d e la actuacin conjunta indep d' a bi ,en ienternente que se tr d te e ren propIO o social (Art . 1357 CC espano - 1) . aSi el bien fue adquirido a plazos por los ' la vi . conyuges antes d a VIgencIa de la sociedad de gananciales se considera-s e una copropiedad. ,rara como
el hecho de que [sic] la adquisicin del terreno y parte del primer piso tengan causa anterior al matrimonio celebrado entre las partes, no puede interpretarse correctamente que esa causa alcance como tal a la construccin de los pisos indicados, pues estos bienes no existan cuando se celebr el matrimonio y fueron constituidos [sic] muchos aos despus de haberse celebrado=Y" .
Edificaciones sociales construidas sobre terreno propio Otro caso ms, lo constituyen los edificios construidos costa del caudal social en suelo propio de uno de Ios rri a d d 11 . e os conyuges on e e egislador, por motivos prcticos, invirti el pri ..' por el cual lo accesorio sigue la suerte de lo . . 1 nCIpl? d d . prmcipa , consio que dichos edificios forman parte del patri . .eran 1 momo soCIa y que e~ estos casos. el valor del terreno ser reembolsado a favor del conyuge propIetario del mismo (Art 310 lti , rrafo CC). . ,lmo pa-
Artculo 31 O.- Bienes sociales [...] ~ambin tienen la calidad de bienes sociales los edific~os construidos a costa del caudal social en suelo profIO :~ uno de los cnyuges, abonndose a ste el vaor e suelo al momento del reembolso. Algunos cnyuges . . para evitar esta regla han pretendido argumentar que la d 1 di ., , . causa e a e ificacin fue anterior al matrim0 n IO, con el objeto de ingresar al supuesto del Art. 302 inciso 2 del CC La Sal C' '1 P , u t' . . a lVI ermanente de la Corte Suprema de J s icia, en la CAS. N 1818-96-LIMA itid ermti a en el proceso seguid o por Norma Mansilla contra su esposo Pedro Farr b d . o, so re D ec1arac" Ion e propiedad, senal que:
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En la reciente jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia hemos hallado dos ejecutorias que corroboran esta interpretacin como una lnea jurisprudencial, con algunas modificaciones. La primera fue emitida por la Sala Civil Permanente en la CASo N 1369-2002-AREQUIPA del 12 de noviembre de 2003(58), se resolvi la casacin presentada por el Banco Santander Central Hispano en contra de la sentencia de vista que declar fundada la demanda de nulidad del contrato de mutuo y garanta hipotecaria celebrado por dicho Banco con Rogelio Tapia. La relacin de los hechos es como sigue: el 27 de junio de 1986, Rogelio Tapia adquiri siendo soltero un chalet de dos pisos. El 7 de enero de 1988, dicha persona contrae matrimonio con Margarita Flores. El 2 de octubre de 1996, se inscriben edificaciones adicionales en el chalet, registradas como ampliacin de fbrica. EllO de febrero de 1997 se celebr el
(57) CAS. T2 1818-96-LIMAdel 4 de junio de 1998, publicada en la SCEP del 4 de agosto de 1998, p. 1512, con aplicacin del artculo 1772, inciso 3 del CC de 1936. Existe una sentencia que con criterio singular y perturbador ha expresado que la edificacin sobre terreno propio de uno de los cnyuges se rige por las reglas establecidas para la edificacin de terreno ~eno (Arts. 9412 Y9422 CC), se trata de la CAS. N2 102-98-PUNO del 17 de junio de 1998, publicada en la SCEP del 6 de agosto de 1998, p. 1532.
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CAS.
T2
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P ATRIMO
10 SOCIAL
contr~to de .mutuo con garanta hipotecaria entre el Banco Rogeho Tapia, sin la participacin de su esposa. y La Sala Civil Permanente no cas la sentencia de vista , d ., , en razon e que consider que el bien inmueble hipotecado . , d . consistia . e un con construcciones realizadas dent ro d e 1 . inmueble , matnmoruo de. estor. Pon~e con Margarita Flores; que generaba que se consI~ere dicho inmueble como bien social y por lo tanto se requena el asentimiento de la esposa para gravarlo: Por tanto, no se corrobora el error in iudicando consistente en la aplicacin indebida del inciso 1 del artculo 219, as como el artculo 292, inciso 1 del artculo 311 Yel artculo 315 del Cdigo Civil, pues los inmuebles sub litis han sido edificados dentro del matrimonio de lo~ codema~dados Rogelio Jess Tapia Concha y Mara Elizabeth Pll1to Polar. Por tanto, para gravar dichos bienes se :e~uera del consentimiento de ambos cnyug~s, mxime que sobre las edificaciones no se ha podido enervar la presuncin que todos los bienes se presumen sociales, salvo prueba en contrario. Slo a modo complementario e ilustrativo, la ltima parte. ~el ~rtculo 310. del Cdigo Civil prescribe que t~mbIen tienen la calidad de bienes sociales los edific~os construidos a costa del caudal social en suelo prode uno. ~e los cnyuges. La doctrina precisa que la construccin de un edificio con el caudal social tiene como efecto el cambio de la titularidad del inmueble en su conjunto; no solo lo edificado es de la sociedad ~e ga~anciales sino tambin el suelo convirtindose I~medIatamente ambos -en bien comn' (Cdigo CiVilCo~entado por los cien mejores especialistas, Tomo I1, Edlt~rial Gaceta Jurdica, Lima, dos mil tres, pgina trescientos cincuenta).
Examinando los supuestos de inaplicacin de los artculos 1097, 1098, 1099, 2013!:!Y 2014 del Cdigo Civil, concordante con el artculo VII del Ttulo Preliminar del Reglamento de lo Registros Pblicos, se concluye que la aplicacin de estos preceptos legales no variara el sentido de la recurrida, pues conforme se ha examinado precedentemente, el Banco demandado no ha demostrado que los inmuebles sub litissean bienes propios de su cliente, pues cuando se suscribi la escritura pblica que contiene la hipoteca y sus ampliatorias consta el estado civil de casado de ste; que, adems las edificaciones de los inmue~les e~ controversia se han realizado dentro del matnmoruo- En suma, la recurrida se ajusta a lo actuado y al derecho. Es pertinente sealar que la Sala Ci~l Perman~nte. en esta sentencia hace una interpretacin extensrva de los term1l10S del segundo prrafo del Art. 310 del CC, en razn de que esta norma se circunscribe a las edificaciones realizadas sobre suelo propio de uno de los cnyuges, mas no en el supuesto que ad~ms del terreno propio existan edificaciones que tengan la rmsma calidad, como sucede en el presente caso. La segunda ejecutoria fue emitida por la Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema en el proceso seguido por Santusa Huaylla en contra de su esposo Bartolom Chullo y el Banco de Crdito, sobre nulidad de acto jurdico. El esposo adquiri un lote de terreno el 26 de diciembre de 1976, en el distrito de Paucarpata, Arequipa, siendo soltero. E15 de diciembre de 1980 se realiz el enlace matrimonial entre Santusa Huayl1a Y o Bartolom Chullo. E15 de diciembre de 1995, Bartolom Chull hipoteca el inmueble a favor del Banco de Crdito, sin participacin de su esposa. Esta hipoteca inclua el lote de ter~eno inicialmente adquirido por Bartolom Chullo ms las edIficaciones realizadas durante su matrimonio. En la CAS. 372139
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2005 AREQUIPA del 17 de enero de 2006(59) . . manente declar a favor de la nulidad de la '. la Sala CIVIlPerde que el inmueble tena la calidad d . hipoteca, en razn , e social y por lo t quena para ser gravado el asentimiento de lo s d os conyuges: ,anto reNo existe e h a de constituirse la hi o . duda ' que a 1 a lec te,: del mmueble con las edificaciones construida; e; co emandado se encontraba casado con la de da te po 1 man an'. :- o q:-re, resulta aplicable la regla establecida en el mClSOp~mero del artculo 311 del Cdigo Civil el cual . 1 prescnbe que ' 'todos los bi ienes se presumen socia_ es, prueba en contrario' . R esu 1 1 salvo 1 ta necesano. sena ar o expresado por Max Arias-Schereiber Pezet respecto a este artculo ' pues, se trata de una presun., lati cion re atrva que o pera en caso de duda o ante la falta de prueba para calificar un bien como pr . d de los cn D' opIO e uno .yuges. e ocurnr ello, se considera al bi como sO.Clal;. presuncin iuris tantum que se suste~t~ en la solidaridad que gobierna tod 1 ' . de la soci o e proceso econo~ICOd e a sociedad de gananciales. Es decir, que si bien , el co 1 emandado Bartolom Chullo Arhui uire a doui qUInO es b presumible entonces ,eman que la d d ante Sa ote, t 1 l n ~~ ~al el Huaylla de Chullo al haberse casado con t~~~ ~;u:~l~i::~o:~~
del artculo 310 del Cdigo Civil, el cual establece, que tambin tienen la calidad de bienes sociales los edificios construidos a costa del caudal social en el suelo propio de uno de los cnyuges, abonndose a ste el valor del suelo al momento del reembolso. Asimismo, lo antes expuesto debe ser concordado con el artculo 315 del Cdigo Civil, el cual seala que, para disponer de los bienes sociales o gravarlos, se requiere la intervencin del marido y la mujer. Consecuentemente, durante el transcurso del proceso se ha acreditado que la cnyuge demandante no intervino en la celebracin de la constitucin de la hipoteca, pese a que el Banco demandado tena conocimiento que el codemandado Bartolom Chullo era casado y que el inmueble que se iba a hipotecar contena edificaciones, por lo cual, tena la calidad de bien social. Siguiendo la misma orientacin, el Tribunal Registral rechaza las rogatorias de inscripcin o de rectificacin que tengan por objeto inscribir a nombre de uno solo de los cnyuges la edificacin construida en suelo propio a costa del caudal social-situacin que se presume durante la vigencia de la sociedad de gananciales-, salvo que el cnyuge propietario del suelo acredite que dicha construccin se realiz con desembolsos de su patrimonio privativO<60).
p~r~e ~~~ina~~:~~~~~t~~i~~
por codemandado Bartolom Chullo Arhui g escnto de contestacin de demanda de foja~l~~.en su ~~c~:l :e~~:~~ al ~~~ers~ aplicado la presuncin, resertin s.~ I icaciones son un bien social, es p ente tambin la aplicacin del segundo prrafo
:1
Este supuesto se debe diferenciar de aquellos casos en los que se acredite que uno de los cnyuges ha construido con cargo a su patrimonio privativo sobre suelo propio de su consorte. En estos casos, estaremos ante un supuesto de copropiedad.
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Adquisiciones a ttulo gratuito Tambin sucede con las d '" , , , , a qmsICIOnes realizadas dur la vigencia del rgimen a ttulo gratuito (Art 302 3 ante mbi , ' ,InCISO CC), t en es e am ito se Incluyen todas las ad '" , ' d " qmslCIOnes realIzadas uno e los conyuges SIn qu~ stos hayan efectuado un sa 'ft?r en compensacin, o obstante ell '1 d cri ICIO , egIs a or se encarg d li ' tar este concepto a los bienes obt id e ImIeru os por causa de h ' legado o donacin(61) Este criterio h id ' erenCIa, , a SI o seguIdo al ' d letra por la magistratura nacional pIe e la " , , ' como veremos a conti cion con los SIguIentes casos referidos ' nuaQ' ,
~os por usu~apin, los obte~idos com~ :dj~~~~:!~::~:~qURirirorrna Agrana o po ' , a e, 1 r programas del MInIsterio de Agricult ~:~~:o ;ntqu~llos casos en los cuales exista duda sobre la p~~~e~ la e os bIenes con los cuales se realizo' la adq , , " UISlCIOn, Los bienes 'adquiridos por usucapin 'qu' di , '~ ,e,con ICIOn tienen aquellos bienes ad uiq por prescnpcIOn adquisitiva? En la CAS Q 2176 99 LAMBAYE QUE (62) 1 S ' , ,, a ala CIVIlTransitoria de la Corte Suprema ridos El primero'
de Justicia resolvi la demanda de nulidad de acto jurdico prentada por Rosa Flores contra su esposo Juan Durand, el de:~andado adquiri mediante prescripcin adquisitiva el predio rstico El Cerro de la ha declarada por sentencia del 31 de agosto de 1990, durante la vigencia del m~trimonio que celebr con Rosa Elvira el 30 de abril de 1973, El argument que el bien perteneca a su patrimonio privativo, porque inici las gestiones para que se declare la prescripcin adquisitiva, de mutuo propio y sin desembolsar ~~ma algu~a e~ compe~sacin; ella discrep de tal interpretacin y consider que el bien formaba parte del patrimonio social. La Sala estableci que la declaracin judicial efectuada a favor del que adquiere el dominio de un bien por prescripcin adquisitiva de dominio no puede considerarse como un acto de liberalidad, durante la vigencia del matrimonio, vale decir con la tenencia de la sociedad conyugal; por lo que dicho bien est comprendido dentro del patrimonio social de ambos cnyuges, Los beneficiarios de la Reforma Agraria o adjudicatarios Ministerio de Agricultura del
COR~EJO CHvEZ, Derecho familiar ' tra esta concepcin limitativa de los ~e~~no, "': T. 1, p, 289, ConBIGLlAZZI GERl Lina et al Dere h " actos jurdicos a titulo gratuito, cfr; "c o CWl~ trad Fe d H' d ad Externado ' de Colomb B ' ,rnan o mestroza, Universi, 'd' la, agota 1992 To 1 11 1 2 J~n lcosJ,Pp,l111-1112yCIFl:E:\,TES' ,mo [Hechos y actos ClOS, Nulidades EJEA Bu Aire , Santos, NegoCloJurdico, Estructura, Vi, ,enos res, 1954, pp, 233-234 (62) CAS, N!l 2176-99-LAMBA ' blicada en la SCEP del 7 de abril JEQUE del 7 de diciembre de 1999, puRES, N!l 106-200 1-0RLC/TR d e 2000, pp, 4976-4977, En igual sentido: Vol. XII, pp, 230-234 En el el 9 de marzo d~ 2001, en la ORLC, Tomo 1, Manual de Derecho d fi' 'Z' Derecho argentmo, BOSSERT/ZANNONI de los bienes que c~::p~~~nc~t" p, ~3d6dY BORDA, Guillermo, Clasificaci~ 839 ' c onsiid eran que el b", a SaCIe a conyugal, en La Le" 1983 -A P J' ien tIene la calidad de propio; esta sol ' , " ' UClon nene 142
(61)
,,V?' :
El segundo: qu condicin tienen los bienes adquiridos por uno de los cnyuges como beneficiarios o adjudicatarios de la Reforma Agraria? Serapio Silvano, Alberto Pastor y Ulises Castaeda adquirieron predios rurales, el primero en Ucayali, el segundo en Junn y el tercero en La Libertad, como adjudicatarios de la Direccin General de Reforma Agraria y Asentamiento Rural del Ministerio de Agricultura, durante su vida matrimonial sujeta al rgimen de la sociedad de gananciales, En los procesos iniciados por sus esposas, sobre nulidad de
en Cuenta el efecto retroactivo a la fecha de comienzo de la usucapin que tiene tal sentencia, dado su carcter declarativo, Similar solucin expresan, el Art. 17922 del CC colombiano y el Art. 17362 del CC chileno. 143
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SOCIAL
acto jurdico de disposicin de dichos bi . cional y Social de la Corte Suprema de le~e., la Sala ~~nstltucriterio que dichos i bl justicia estableci como os inrnue es no haban sid d .. d lo grat~ito por los beneficiarios, porque de~t~o ~:~i os a utun cepto solo se incluyen los bienes que se obtienen cho cO. legado o donacin, conforme puede verse de la e~or herencia, premas contenid Jecutonas su as contem as en las CAS. N 106-95-UCAYALI ciembre de 1995, CAS. 220-96-JUNI T del 26 d del 12 de diy CAS. 762-96-LA LIBERTAD d e 1 3 d e noviembre . e mayo de 1997 de 1997(63)
. ConradoUgaz,por su parte, demand la declaraci . bien propIO del predio rural ubicado en Lamba e u don .d~ d~ mediante condonacin, en aplicacin de la q .e a q~In-
ri
El Decreto Ley N 17716 se dio con fines eminentemente sociales, por lo que estableci una serie de requisitoS para la adjudicacin de las tierras con fines de Reforma Agraria [...]; as tenemo que el inciso e del artculo 84 del mencionado decreto ley, dispuso que para ser admitido como postulante para la adjudicacin de Unidades Agrcolas Familiares, se requera, entre otros requisitos, ser 'Jefe de Familia', lo que evidencia que el objetivo de la adjudicacin de tierras, no era que stas pasen a manos de personas que no tuvieran carga familiar, sino que muy por el contrario, que pasaran a convertirse en bienes sociales. En la revisin realizada de las ejecutorias supremas, sin embargo, se han hallado algunos pronunciamientos contradictorios con esta tendencia mayoritaria a favor de la ganancialidad de los predios rurales adquiridos como consecuencia de la Reforma Agraria. A manera de ejemplo, en la CASo N 1304-98LAMBAYEQUE del 27 de marzo de 2000(66)emitida por la Sala Constitucional Y Social de la Corte Suprema de Justicia se presenta un criterio singular e incongruente con los anteriores: Sabino Bonilla labor para una Cooperativa Agraria d Trabajadores y al trmino de su relacin laboral se le adjudic un predio rural denominado El Huaral, cuando segua casado con Ana Salgado; tiempo despus, debido a desavenencias matrimoniales, sta solicit la separacin de bienes sociales incluyendo dentro de su petitorio el inmueble adjudicado a su esposo. La Sala desestim la demanda, porque consider que ese tipo de liberalidad s se encontraba incluida dentro de lo establecido por el Art. 302, inciso 3 del CC. En otra ejecutoria suprema contenida en la CASo N 951-2005-:JAEN del 16 dejunio
CAS. N 1304-98-LAMBAYEQUE del 27 de marzo de 2000, publicada en la SCEP del 01 de setiembre de 2000, p. 6208.
(66)
rado s~c~al. La Sala Constitucional y Social de la Corte Su ec ade J~StlCla, acogi la reconvencin de la esposa por 1 ~rema motivo 1 hi os mismos Refor~a~;r:ria~~~ para los predios rsticos adquiridos por la En adicin a estas ejecutorias su re 1 . al en la CAS 514-99 LAM P mas, a misma Sala se2001 (65) que:' BAYEQUE del 29 de agosto de
. son las siguientes' CAS T . (63) . Las sentencias ..de diciembre de 1995 br d .. 106-90-UCAYALI del 12 46; CAS. N 220-96-JU Pt ~c~2~en la SCEP del 27 de febrero de 1996, p. del 4 de diciembre de 1997 e 16:.e mayo deo 1997, publicada en la SCEP de noviembre de 1997 bi. p. ,y CAS. N- 762-96-LA LIBERTAD del 3 pp. 2321-2322. ,pu icada en la SCEP del 31 de diciembre de 1998,
(64) CAS. N 251-95-lAMBAYEQ cada en la SJEP d 122 d . UE del 12 de setiembre de 1996 publie e noviembre de 1996, p. 2409.
da en (65) 1 CAS . 514-9 9-lAMBAYEQUE del 29 de agosto de 2001 . a SCEP del 31 de mayo de 2002, pp. 8814-8815. ' publica-
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de 2006(67) 1 S 1 . ,a a a Constitucional So' , . propio el predio agrcola obt id y CI~l d claro como bIen dicin de beneficiario el 24 den~ o 'por AtIlano LIatas en su Con. e juma de 1997 djurii , de la DIreccin Regional Agraria XI del '. por. a ~UdIcaCIon tura. El beneficiario era casad P MlDIsteno de Agricul. o con ura Pre d d septIembre de 1961 El 19 d di b z, es e el 1 de ., . e rciern re de 2002 A '1 vendi dicho predio agrcola a c. d ..' tr ano LIatas lavar e su hIlO 1 . E 1 hermano de ste Jose' Llat '" , :J gnaClo LIatas. , as InIClOuna " d este contrato bajo el ente d'd' aCCIOn e nulidad de ':J n I o que la pa 1 ' condicin de bien social La S 1 d . rce a agncola tena la . . a a e VIsta fall pretensin, en razn que el bie d Atil en Contra de esta do a ttulo gratuito: n e u ano Llata fue adquiri-
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DEL PATRIMONIO
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En dicho contexto, como se verifica de fajas 5, don Atilano Llatas Cabanillas, mediante escritura pblica de compraventa de fecha 19 de diciembre de 2002 transfiere su propiedad a favor de don Ignacio Llatas Prez la citada Parcela por la suma de 12,000 nuevo soles. As mismo de fajas 17 se constata que con fecha 1 de setiembre de 1961, el demandado don Atilano Llatas Cabanillas contrajo matrimonio con doa Pura Flor Prez Campos, por ante la Municipalidad Distrital de Santa Rosa provincia de Jan, departamento de Cajamarca. Conforme a lo expuesto se advierte que la autoridad jurisdiccional al declarar infundada la demanda ha efectuado una interpretacin lgica y coherente de los alcances del inciso 3, artculo 3022, pues si bien a la fecha de la adjudicacin del pedio sub litis el demandado LIatas Cabanillas se encontraba casado con la madre del demandante -esto es conformando una sociedad de gananciales- dicho bien inmueble fue adquirido a ttulo gratuito por el emplazado constituyendo por tanto bien propio, susceptible de disposicin por voluntad del demandado LIatas Cabanillas, siendo as al haberse determinado que la escritura pblica de compraventa celebrada por el mencionado emplazado a favor de don Ignacio LIatas Prez no se encuentra incursa en las causales de nulidad, no se ha incurrido en el error in iure denunciado por el impugnante. Estos pronunciamientos contradictorios merecen ser tratados en un Pleno Casatorio, segn lo establecido por el Art. 4002 del CPC. ElArt. 1452 del Reglamento de Inscripciones del Registro de predios (Resolucin del Superintendente Nacional de los Registros Pblicos N2 540-2003-SU ARP-S ) seala que: 147
Estando a la causal denunciada corres . sar que el artculo 3022 del Cdi o G '1 pond: p.reClseal~ que son bienes propios de ~ad::~n su lDCISO 3 adqUIera durante la vigencia del rvi yuge l~s que de gananciales a ttulo gratuito. gImen de SOCIedad Las instancias de mrito valora d han establecido que di n o la prueba actuada . me Iante Contrato 222374 rnente de fajas un d f , coM'" o e echa 24 de junio de 1987 1 mlsteno de Agricultura -D' ., ,e Agraria XI-Ca'amarc '. l:ecclOn de la Regin litis, a ttulo iratuito a~ ~djU~c.~ el predio materia de en su condicin de b' fio~. ti ano LIatas CabanilIas ene iciarm de las ti duce en el rea d ierras que connado Bellavista S e procyecto de adjudicacin denomi. , anta ruz y Pu bl V' . . mscrita con fecha 9 d e o rejo. Propiedad gistros Pblicos de Ch~ ~arzo de 1988 por ante los Reto 1, Partida 7 del R ~cayo, Tomo 44, Folio 59, Asiende Jan e f egrstro de la Propiedad Inmueble , on arme a la copia literal de fajas 42.
CAS. NQ 9
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Art, 145Q.- Adquisicin de la . cin a favor de la s . d d propIedad por prescripOCIe a conyugal reg'istral de . '. _ mscnpclOn de po .el Decreto Le . 1 . seston a gIS atrvo 2 667 f d conyugal d _ . ,a avor e cnyug ,po ra ser Suscnto por cuals, en cuyo caso se ac -registral . d 1 ompanara la decl~ co~:a . e a respectiva partida , raclOnJurada del c suscribe el formulario re . t 1 nyuge que gIs ra u otro docu acredita la calidad de bi mento que ien social del predio. Sin per] UlClO '. d e 1o dispuesto en el . adquisicin por prescri ._ ~arrafo antenor, la favor de uno d 1 _pcion podra efectuarse slo a e os conyuges cuand que la posesin ha sido' 'd' o este acredite cjerci a en forma' di id para lo cual deb m IVI ual _ era presentar las prueb . ' tuen la presuncin d bi . as que desvire ren social. Modificado por Resolucin del Su . de los Registros Pbl' o penntendente diciembre de 2004. ICO - 484-2004-SUNARP_S acional del 10 de El formulario que se refiere una sociedad quiera de los 1 a formulario de matrimonio
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tados antes de la vigencia del rgimen de la sociedad de gananciales (inciso. 1) Y los intrnsecamente ligados a la per ona (incisos. 4-9). Po~ lo que una primera apro~~macin a los criterios jurisprudenCIales nos lleva a la conclusin que nuestra magistratura nacional, en los casos ms comunes que ocurren en la prctica, ha formado un criterio a favor del cnyuge no interviniente, que se puede expresar diciendo que en la duda, a favor de la comunidad. Como complemento de lo anterior, el Art. 3112 del CC seala tres presunciones: i) todos los bienes se presumen sociales, salvo prueba en contrario, ii) los bienes sustituidos o subrogados a otros se reputan de la misma condicin de los que sustituyeron o subrogaron; y iii) cuando vendidos algunos bienes, cuyo precio no consta haberse invertido, se compran despus otros equivalentes, se presume mientras no se pruebe lo contrario, que la adquisicin posterior es hecha con el producto de la enajenacin anterior. Cmo han sido interpretadas estas presunciones en la prctica? de la Corte Suprema en la CASo de 2006(68)resolvi la causa promovida por Lilian Prez contra su esposo Elard Snchez, sobre declaracin de bien comn. La demandante pretenda que el inmueble adquirido por su consorte sea declarado parte del patrimonio social. El 12 de noviembre de 1975, Elard Snchez era soltero y adquiri el inmueble de sus padres en calidad de anticipo de legtima. Se cas en 1988 con Lilian Prez. Al fallecimiento de su padre, Elard Snchez celebr un contrato de compensacin con los otros herederos sobre los bienes de la masa hereditaria, siendo valorizado para tal efecto el inmueble en US$ 66,000, acordndose que la beneficiaria de La Sala Civil Permanente
. _ Por lo que se admite la posibilidad d . ClOnde ganancialidad . e deSVIrtuar la presun.activa aunque qued di tacin que dar a esta n ' '. a pen lente la orienorrna la Junsprudencia registral. Anteladd fi u a, a auor de la comunidad Superando estos pronunci . aparecen como rnn - d amlentos contradictorios, que ona entro de 1 I supremas se apre . a tota idad de ejecutorias , CIa que el rest d J 2 el Art, 302 del CC o e supuestos considerados en 1 son menos recurrentes 1 -. sa y se refieren a bie . en a practIca proce'. nes que emmentement f patnmonIO plivativo de cada cnyug e arman parte del e, como son los bien es apor148
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esta suma sera Eva Snchez (madre del demandado). La demandante consider que el bien era parte del patrimonio social, en razn que fue obtenido durante la vigencia del matrimonio. El demandado defendi la calidad de bien privativo del inmueble, arguyendo que el inmueble consta de un terreno que fue adquirido por anticipo de legtima y edificaciones que fueron construidas antes del matrimonio. La Sala Civil Permanente declar fundada la demanda, sobre la base de que no existen pruebas en el proceso que acrediten la oportunidad en que se construy la edificacin; por lo que se consider que el bien era parte del patrimonio social: La ficha de inscripcin registral del inmueble, segn la copia certificada de fojas 5, establece la fecha de la declaracin de fbrica, segn Resolucin del Ministerio de Vivienda de fecha 4 de marzo de 1976 y escritura pblica del 17 de abril del mismo ao extendida ante el notario de Lima Gastn Barboza; mas no acredita la fecha de la construccin misma que lgicamente es anterior, y no hay en autos prueba al respecto, pues no se ha presentado copia de la licencia de construccin u otros medios que permitan determinar la oportunidad en que se edific la vivienda que existe sobre el terreno, advirtindose por el contrario que en el documento de fojas 7 se hace referencia al rea construida del inmueble, lo que lleva a la conclusin que la valoracin de la prueba hecha en la instancia, no es arbitraria. La sentencia de vista analiza el acta de la audiencia de conciliacin, as como los denominados pagars, como as resulta, especialmente, de sus considerandos quinto y noveno, dndose por acreditado su pago; y se analiza tambin y ampliamente el mrito del contrato de 150
compensacin en los considerandos undcimo, decimosegundo, decimotercero y decimoquinto. Por lo dems, no existe agravio cuando se alega que el contrato slo fue suscrito por el demandado con su seora madre, no interviniendo ningn otro heredero de don Luis Alberto Escala Valdizn, pues a esta misma conclusin llega la recurrida, tanto ms si se tiene en consideracin que la presunta simulacin, alegada por el demandado, no ha sido declarada judicialmente. Asimismo el documento en que consta dicho contrato no ha sido objeto de impugnacin o tacha. En consecuencia se descartan los cargos in procedendo. La impertinencia de una norma de derecho material se establece con relacin al juicio de hecho establecido en la instancia. En este caso se denuncia la aplicacin indebida de los artculos 310 y 949 del Cdigo Civil, pero el recurrente los relaciona con una nueva apreciacin probatoria y la consiguiente modificacin de dicho juicio, lo que no es posible en casacin. El artculo 310 citado, ubicado en el Captulo de la Sociedad de Gananciales, seala cules bienes tienen la calidad de sociales, con el aadido que el artculo siguiente establece que los bienes se presumen sociales. El artculo 949 del Cdigo Civil se contrae a la consensualidad en la transmisin de la propiedad de los bienes muebles, que la de vista aplica en su considerando decimosexto, al corregir el criterio de la apelada que exiga escritura pblica. El cargo de inaplicacin de una norma de derecho material exige que se demuestre su pertinencia al juicio de hecho establecido en la instancia, que el recurrente demuestre la subsuncin y cmo ello modificara el sentido de lo resuelto. El recurrente invoca los 151
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artculos 77Si1 y 777 d 1 C' di . . men e o IgO CIVIL de 1936 ar u tando que el bien no fue colacionado ' 1g puesto Contrato de compensacin solo fu ' .elebr supor dos coherederos y que ' . e ce e rado umcamente b terreno. Nuevamente se pl versa so re el antea una mod'fi " la cuestin de hecho lo 1 ICacIOn de ., ' que no es pos'bl cion, Como ya se ha sealad 1 1 e en casa., o, e contrato de co sacien ha sido analizado por 1 . rnpen. os Jueces d ,. virtiendo la sentencia de vi t ~ mento, ad, s a, en su rnouvo duo d . mo, que solo fue suscrito por el demandad _Clra madre, por lo que li . oysuseno. '. irni tan su aIcan 1 IntefVlmentes en dicho acto' idi ce a os que no se evdenci 1 . JU:l lCO, de tal manera 777 d 1 C 'd' la ~ ~ertInenCla de los artculos 775 Y e o 19O CIVIlde 1936 colacin, y al valor de los biene~ ~~el:ec~~fi~~en a la no se ha establecido Como maten'a aCl~n, que .' d' ControvertIda segun acta e la AudIencia de Conciliacin de fojas 229.
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constar en el ttulo la intervencin de ambos cnyuges por s o mediante representacin, sin perjuicio de lo dispuesto en el Art. 145 del presente reglamento. Artculo 13.- Rectificacin de calidad del bien
Cuando uno de los cnyuges, manifestando un estado civil distinto al que le corresponde, hubiere inscrito a su favor un inmueble al que la ley le atribuye la calidad de bien social, procede la rectificacin del asiento donde consta la adquisicin, en mrito a la presentacin del ttulo otorgado por el cnyuge que no intervino, insertando o adjuntando la copia certificada de la respectiva partida de matrimonio expedida con posterioridad al documento de fecha cierta en el que consta la adquisicin. Por lo que se ha establecido como criterio que la inscripcin de los derechos inmuebles y derechos inscribibles adquiridos durante el matrimonio debe extenderse siempre con la calidad de bienes comunes, debiendo hacerse constar en el asiento los nombres y apellidos de los cnyuges, salvo que se presente el ttulo que justifique la calidad de propios de dich s bienes o la resolucin judicial que les asigne esta calidad, como puede verse de los siguientes antecedentes: Reglamento de las Inscripciones (aprobado por Acuerdo de la Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia del 17 de diciembre de 1936) Art. 61 .- La inscripcin de los inmuebles y derechos inscribibles adquiridos durante el matrimonio, se extender siempre con la calidad de comunes debiendo hacerse constar en el asiento los nombres y apellidos 153
Criterio de la Oficina Registral de Lima y Callao En el mbito registral el Art 11 . . de Inscripciones del R .' de j , InClSOd del Reglamento to de inscripcin se i~~;~~:~ e~ Predios s.e~ala que en el asienadquirente de la sociedad con esta?o .ClvIld~ la persona. El cia, as COmo los dar d d yu?"al IndIcara dicha circunstan. os e ea a conyug Inscribir el bien pro io d b ,. . e, y en caso se pretenda e adquirido en calidad d ' b. era In~ICarse que el inmueble fue e ien propm En complemento 1 . mismo Regl a o antenor, los artculos amento establecen lo siguiente Artculo 12 12 y 13 del
1 ., .- ntervencon conjunta de los ' conyuges Para la in . " ., . SC~l~:IOnde los actos o contratos de ad u .. cion, dISPOslcIOno gravamen de un bien Social d qb lSl,, e era
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~e ~os cnyuges., salvo que se presente el ttulo que ~us~Ifique la calidad de propios en los casos de los 111CISOS 1 . / .1 Y2 .. del artculo 177'1 del Cdi 19OCivil lVl, o resou~lOn judicial ~ue les asigne esta calidad, en los demas casos del citado artculo o la de reservados e 1 caso / t ese que este n e /. del Art. 206 del mismo cdigo . o artculo no ha SIdo actualizado con el actual Cc.
~esolucin de Superintendencia Nacional de los R gstros Pblicos N 033-96-SUNARP (del 9 d e b e de 1996) e le rero Art. 2.~ Declarar que la intervencin conjunta de a~bos conyuges en lo~ actos de adquisicin, disposiclO.n.o ?rava~en de bienes sociales inmuebles es reqUlS1t~ineludible para la inscripcin de tales actos en el Registro de Propiedad Inmueble.
de la Oficina Registral de Lima y Callao seal como precedente de observancia obligatoria que con la finalidad de enervar la presuncin de bien social contenida en el inciso 1 del Art. 311'1 del CC e inscribir un bien como propio, no es suficiente la declaracin efectuada por el otro cnyuge contenida en la escritura pblica de compraventa(69), lo cual implica que el origen de los fondos sea acreditado mediante instrumento pblico, conforme lo seala el Art. 245 del CPC(70).Los mismos requisitoS se solicitan en los Registros Pblicos, para rectificar la calidad de un bien social como un bien propio'i" o para acreditar la calidad de bienes propios por subrogacin (Art. 311 '1 incisos 2 Y3 CC) (72).
(69) RES. NQ003-2002-0RLCjTR del 4 de enero de 2002, publicada en el diario oficial El Peruano del 30 de enero de 2002, pp. 216570-216572. Los antecedentes de este precedente son: RES. Q020-96-0RLCjTR del 22 de enero de 1996, en ORLC, Vol. II, pp. 207-209; RES. NQ275-97-0RLC/TR del 30 de junio de 1997, en ORLC, Vol. IV, pp. 89-90; RES. NQ433-98-0RLC/TR del 24 de noviembre de 1998, en ORLC, Vol. VII, pp. 118-121 YRES. NQ23999-0RLC/TRdel21 de setiembre de 1999, en ORLC, Vol. IX, pp. 108-111. (70) RES. NQ078/92-0NARPjV del 26 de noviembre de 1992, en ORLC, Vol. 1, pp. 39-40; RES. NQ431-96-0RLC/TR del 6 de diciembre de 1996, en ORLC, Vol. 1lI, pp. 104-106; RES. NQ249-96-0RLC/TR del 30 de julio de 1996, en ORLC, Vol. III, pp. 107-109; RES. Q247-97-0RLC/TR del 23 de junio de 1997, en ORLC, Vol. IV, pp. 91-93; RES. NI!037-98-0RLC/TR del 30 de enero de 1998, en ORLC, Vol. VI, pp. 59-62; RES. NQ019-2000-0RLC/ TR del 28 de enero de 2000, en ORLC, Vol. X, pp. 61-63; RES. I!29-2001ORLC/TR del 22 de enero de 2001, en ORLC, Tomo 1, Vol. XII, pp. 366368 YRES. NI!220-2001-0RLC/TRde124 de mayo de 2001, en ORLC, Tomo
Lo dispuesto en el Prrafo anterior no es de aplicacion en los casos en que uno de los cnyuges que tenga poder especial del otro para la realizacin de alguno de tales actos.
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Con pOsterioridad a la emi in de estos pronunciamientos y con relacin a la inscripcin de la propiedad vehicular, de acuerdo con el Registro de Inscripciones del Registro de Propiedad Vehicular (Resolucin de Superintendente Nacional de los Registros Pblicos N!.! .087-~O?4-SU.NARP_SN), se admite qula persona casada pueda inscrbr el bien como propio; pero en tal caso se seala que se deber acreditar dicha circunstancia. Como regla general, aciertan ms aquellas legislaciones, como el CC espaol (Art. 1324!.!),que admiten la simple confesin del consorte para inscribir el bien como propio, dejando a salvo los derechos de los herederos forzosos del confesante y a los acreedores, sean de la comunidad como de cada uno de los cnyuges, para impugnar dicho acto si as lo consideran conveniente(73). Cdigo Civil espaol Artculo 1.324 Para probar entre cnyuges que determinados bienes son propios de uno de ellos, ser bastante la confesin
del otro, pero tal confesin por s sola no perjudicar a los herederos forzosos del confesante, ni a los ~creedore , sean de la comunidad o de cada uno de los conyuges. Interpretan d o, esta norma Lasarte'?" seala que .el ~ legislad 1 di do darle dos alcances a la confesin e, a r ha preten 1 . ~ . d o .' d L rimera con relacin a las relaciones entre conrivatlVIda . a P , 1 ., d 1 P ges don d e b a sta la mera manifestacin o dec aracion .. 1 ~e yu, d e el bien pertenece pnvativamente a otro conconfesante e qu l' ~ d e uge para d esviirtuar el valor propio de a presunclOn y . lid d La segunda frente a terceros, sean herederos gananCIa 1 a . dores de la' sociedad de gananciales o de cualforzosos o acree . .. d . d e 1os, cnyuges la confesin de privatividad carece e qUIera . efectos por SI~sola , con el fin de evitar posibles . fraudes. b Por . tan-. 1 ~ ges deben apoyarse en otros medios pro to, os conyu . ~ atonos SI desean dotar de eficacia erga omnes a esta confesin. A nuestro parecer, en aquellos supuestos en los cuales ambos cnyuges estn de acuerdo con que el bien pertenece al patrimonio privativo de uno de ellos, la e~igen~ia de p~obanza nos parece demasiado drstica para acreditar dicha calidad, ~o . . ible si t r ata de dinero' que ngurosamente sera~ lmposl e SIse ... ' cosa distinta es que por este medio se pretenda causar perJu~Cl~ ~ ~creedores de buena fe, supuesto en el cual stos ~odran 1l11:Iar la accin revocatoria (Art. 195Q CC) o la de nulidad por slm~lacin (Art. 219Q, inciso 5 CC). En cambio, consideramos ~phcable esta regla a aquellas controversias en las cuales se ~Iscuta .. 'al del bien ..~ A entre los cnyuges la naturaleza pnvatlva o SOCl manera de ejemplo, Felipe Arteaga demand la declar~ClOl~ .:.J . de bIen propio del inmueble ubicado en la averuid a E ~~ana Nr 2424 de la ciudad de Trujillo, sealando que fue adquirido po
ORLC, Vol. II, pp. 110-112; RES. 001-9&-ORLC/TR del 1 de enero de 1996, en ORLC, Vol. II, pp. 204-206; RES. 420-9&-ORLC/TR del 29 de noviembre de 1996, en ORLC, Vol. III, pp. 101-103 YRES. 223-98-0RLC/ TR del 12 de junio de 1998, en ORLC, Vol. VI, pp. 155-158. o obstante, resulta viable que las adquisiciones de bienes inmuebles realizadas durante la vigencia del CC de 1936 se efecten sin la necesaria intervencin de la mttier, otorgndosele a dichos bienes la calidad de comunes: RES. NQ 19598-0RLC/TR del 7 de mayo de 1998, en ORLC, Vol. VI, pp. 122-124; RES. 215-98-0RLC/TR del 29 de mayo de 1998, en ORLC, Vol. VI, pp. 151153; RES. NQ 001-9&-ORLC/TR del 1 de enero de 1996, en ORLC, Vol. 1I, pp. 204-206; RES. NQ 628-2001-0RLC/TR del 28 de diciembre de 2001, en ORLC, Tomo 1, Vol. XIII, pp. 223-226 Y RES. 352-2001-0RLC/TR dell5 de agosto de 2001, en ORLC, Tomo 1, Vol. XIII, pp. 303-306.
Q Q Q Q Q
p.227. 156
(73)
------, " "/ 5 ed ., Marcial Pons, Bar( 74) LASARTE, Carlos, Principios de D erec lO CWZ" celona, 2006, T. VI [Derecho de Familia], pp. 211-212.
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subrogacin (Art. 31P, inciso 3 CC), con el dinero obtenid por la venta.previa de tres lotes de ,terreno y una camioneta Pic~ up marca .Nlssa~, todos el~os -segun su versin- adquiridos antes ,. de la VIgenCIa de la sociedad de gananciales ' tal co mo apareCIa en las mmutas de compraventa. Su esposa, Yolanda Pinillos no estab~ conf?rme con esta pretensin ni con el parecer de l~ Sala de VIsta e 1l1terpuso recurso de casacin . La Sa 1a. Civil IVI P ermanente de la Corte Suprema de Justicia, en la CAS. N 26312001-LA LIBERTAD (75) , ampar dicho recurso por la causal d afectacin al debido proceso, al haberse otorgado a las minuta: de compraventa plena eficacia probatoria para determinar un hecho que no se advierte directamente de dicha prueba ya q 1 ch. ' ue as l~C as CI~rt~Sde l~s e?ajenaciones son las consignadas en las escntu~as pub!Icas, siguiendo lo dispuesto por el Art. 245 del CPC, SIendo estas posteriores a la adquisicin del inmueble materia del proceso. Criterio de las normas tributarias y del Tribunal Fiscal La presuncin de ganancialidad activa tambin es utilizada en l~ n~rmas tribut~rias, para determinar cul de los cnyuges esta obligado a rea~Izar la declaracin y pago del impuesto a la r~nta: Sob~e el particular, los artculos 14 y 16 del Decreto Legislativo T- 774 (Ley del Impuesto a la Renta), sealan dentro de los obligados a este impuesto a las sociedades conyugales y, a efectos de la determinacin de la renta se consideran dos n;glas: i) las re~tas que obtenga cada cnyu~e por separado seran declaradas 1l1~ependientemente por cada uno de ellos y ii) ~asrentas producidas por bienes comunes sern atribuidas, por Igual, a cada uno de los cnyuges, sin embargo, stos podrn
d~claracin Y pago como sociedad conyugal. En tres procedimientos administrativos revisados en el Tribunal Fiscal se resolvieron los r~cu:sos prese.ntados por las eso as de Luis Duthurburu Y Nicols de Ban Hermoza, cuyos ingresos econmicos y actividades fueron cuestionados en el fuero penal. Una vez finalizada la discusin propia de un proceso penal, corresponda ~eterminar si ~asesposas eran obligadas solidarias respecto de tnbutos prodUCIdos por rentas generadas por incrementos patrimoniales no justificados por sus consortes. En las RTF "s 07335-4-2003, 01302-3-2005 Y 01725-6-2006(76) se seal a favor del criterio de incluir a las esposas de estas personas, que de acuerdo con las normas civiles los esposos se encontraban sujetos a las reglas del rgimen patrimonial de sociedad de gananciales. Por lo que al no haber utilizado la segunda opcin establecida por el Art. 16 de la Ley del Impuesto a la Renta, se entiende que las rentas de los bienes comunes se asignan por igual a cada uno de los cnyuges. As mismo, teniendo en cuenta que no existe prueba alguna que acredite que los bienes tienen la calidad de propio segn el Art. 302 del CC, se presume que los incrementos patrimoniales no justificados, reparados por la administracin tributaria, corresponden al patrimonio comn de las sociedades conyugales.
***
En sntesis, el examen en conjunto de las sentencias emitidas en casacin y la jurisprudencia registral anotadas, nos conducen a afirmar que el principio general de ganancialidad de
Q RTF NQ07335-4-2003 del 17 de diciembre del 2003, RTF N 013023-2005 del 28 de febrero de 2005 y RTF Q 01725-6-2006 del 30 de marzo de
(76)
(75) GAS . 02 - 631-2001-LA LIBERTAD del 14 de agosto de 2002 publicada en la SCEP del 2 de diciembre de 2002, pp. 9573-9574. '
2006, TF.
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los bienes existentes en el matrimonio -trazado por ell e~s~ .1 .. dor- . ha venido absorbiendo verdaderas zonas grises , que se constituyen en lo~ c~ os ms frecuentes (Art. 302, incisos 2 y 3 CC) que en la practICa propone la dicotoma entre bienes . b' . propIOSy. ienes sociales; convirtindose en un principio muchas veces infranqueable, que . .. admite slo como excepci n 1 a probanza fe~aClente mediante instrumento pblico que la titularidad , del bien corresponde al patrimonio privativo de uno d e 1os conyuges o que subroga a otro bien propio.
doble intervencin [se refiere a la intervencin con'unta de ambos cnyuges en actos de disposicin o de Jgravamen de bienes s~ciale~] no se exige para actos de dquisicin Y si ademas se tiene en cuenta que uno de ~os cnyuges puede dar poder al ot~o. Existe siemine. es verdad, el riesgo de abuso de uno de los conyug~: pero si entre Ilos no se mantiene un mnimo de armona, dilogo y buena e l l ley l (77) fe, entonces el problema no puede reso ver o a guna . En su Manual de Derecho puesta seal que: de familia, el autor de la pro-
"Si bien es cierto que tratndose de bienes comunes Y no pudiendo el marido vender lo que no es suyo, podra considerarse a la mujer como covendedora a los efectos de franquearle la accin rescisoria por causa de lesin; pero tambin es verdad que esa accin slo bi . bl (78) procede cuando se trata de lene mmue es . Ms tarde examinaremos los inconvenientes captulo). de esta solu-
Ante este panorama, la primera opcin -mas no la nicaconsiste en privar de eficacia al acto por haber sido afectado por una de las causales de nulidad del acto jurdico. En efecto, una revisin de diversas sentencias emitidas en casacin, con relacin a los casos propuestos al inicio del presente captulo, nos llevan a concluir que la Corte Suprema de Justicia de la
(77)
COR..'\EJO CHvEZ,
Hctor en
COR>:EJO CHvEZ,
cit.,
p. 299. 161
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Repblica se inclina por la nulidad del acto de-disposicin trario del patrimonio social.
arbi-
As se pronunci la Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de justicia, en la CAS. J 2273-97-LAMBAYEQUE, respecto al ~ declarando a favor de la pretensin de Rosa Obregn la nulidad de los actos de disposicin arbitraria de los dos inmuebles sociales ubicados en la ciudad de Chiclayo realizados por su esposo a favor de sus hijos Csar, a ttulo de anticipo de legtima, y Mara, a ttulo de compraventa. La demandante invoc tres causales de nulidad (Art. 219, incisos 1,5 Y 7 del CC); la Sala seal (considerando segundo) que los actos jurdicos resultan viciados de nulidad absoluta, conforme al Art. 219, inciso 1 del CC, concordante con el Art. 315 del mismo cdigo, porque no intervino la cnyuge?". Tambin lo hizo la Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema de justicia, en la CAS. 1634-99-PUNO, en el proceso seguido por Guillermina Carhua contra los esposos Carmela Toro y Mauro Ildefonso, sobre otorgamiento de escritura pblica. La demanda fue declarada infundada y el contrato suscrito por el esposo a favor de la demandante nulo como consecuencia de haberse inaplicado el inciso 1 del Art. 219 del CC, por cuanto dicho inmueble fue dispuesto unilateralmente por el esposo, acto jurdico que resulta viciado de nulidad absoluta, porque no intervino la cnyuge recurrente lesposal?",
. 1 de la Corte Su"c como la Sala Constitucional y Sooa .. rs . . CAS 398-97-CRI CRA, emitida de justloa, en su . prerna ro seguido por los esposos Flores contra los esposos ceso en el p Agropecuaria El Refugio. Los esposos Flores susTasaycO y t ato de promesa de venta con los esposos bieron un con r d cn . mueble social; sin embargo, antes e que co sobre un m' . Tasay 1 ntrato de compraventa, el esposo Tasayco, sin oncrete e co . d 1 se c .. de su esposa dispuso el bien a favor e a emlento' . e 1 as entlm . El Refugio. Los esposos Flores so uicitaesa AgropeCuana . . pr la nulidad basndose en que la esposa Tasayco no mte:vlron .. ., del inmueble social. La Sala reafirmo la o en la dlSpOSIClOn , . li n . d d di ha acto sealando que se llevo sin las forma 1nuhda e ic , 1A d d requeridas para los actos jurdicos, l?uesto que e rt. 2~9:~el CC establece que los actos jurdicos son nulos :uando o ha existido manifestacin de voluntad y que al no interven. losa del vendedor, pese a que el contrato versaba sonir a esp ., di h 1de bre bien de la sociedad conyugal, se incurno en IC a causa la nulidad
(81l .
(79) CAS. 2273-97-LAMBAYEQUE del 4 de noviembre de 1998, pub.hc~da en la SCEP de19 de diciembre de 1998, pp. 2189-2190. Con posteno~dad examinaremos las implicancias de las posteriores enajenaciones realizadas por los hijos y la proteccin de la fe pblica registral a favor de los terceros (vase acpite 3.2 del presente captulo).
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Un caso similar al~ es el siguiente: Delia Amanqui se cas conjuan Canahua el mes de febrero de 1981 y el ~O de abril de 1992 adquiri por compraventa un inmueble ub.ICado en la calle Zepita y Chinchana del Barrio Asuncin de la clUd~d de juli (Puna), que ingres al patrimonio social ~e ambos; sin . .. , . 1 - 1 ba que el bien se enconembargo la mscnpcion registra sena a . traba ins~rito a nombre de Juan Canahua dejando constano~ , dev t adquiere un vehlque su estado civil era casado. M as tar e, es e ,. a hi tecaria gravo el mculo de la empresa Valva y en garantla lpO . , 1 lidad del gravamen. La l mueble social. La esposa so icito a nu 1 . . 1 CAS Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema de justICla, en a .
(81)
CAS.
CAS. 1634-99-PU O del 12 de octubre de 1999, publicada en la SCEP del 30 de noviembre de 1999, pp. 4197-4198.
(80)
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de nulidad
por
Con relacin a los actos de disposicin a ttulo gratuito, la magistratura nacional ha mantenido su posicin. Esto se puede corroborar en el~ derivado del proceso seguido por Aida Diez Canseco contra su esposo Miguel Mujica, en el cual se discutieron los actos de disposicin a ttulo gratuito del patrimonio realizados por ste, mediante la constitucin de la fundacin que lleva su nombre, afectando la propiedad predial urbana y las edificaciones del inmueble ubicado en la calle Alonso de Molina T 110, Monterrico, Santiago de Surco de la ciudad de Lima y la Coleccin de Armas del Per y Oro del Mundo y la constitucin de un usufructo personal a favor de sus hijos Milagros y Pedro, sobre los bienes antes indicados. La esposa solicit la nulidad de estos actos por haber producido un desmedro en el patrimonio social, argumentando que stos se realizaron sin su consentimiento. Por su parte, el esposo seal que la mayora de dichos bienes ingresaron a su patrimonio propio, por haber sido adquiridos antes del matrimonio y que stos, por ser una Coleccin Cultural, constituyen una sola unidad. La Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema de Justicia, en la CAS. N 2242-99-LlMA, resolvi que el usufructo dispuesto a ttulo gratuito por el esposo es nulo por contravenir el Art. 315 del CC; sin embargo, la constitucin de la fundacin, por referirse a bienes propios, no constituye un acto de disposicin arbitrario(83).
Sumado a lo anterior, la Comisin de Magistrados reunien el Pleno Jurisdiccional Civil 1997 opinaron q~e ,d~ condos. d 1 Art 219 inciso 1 del CC, el acto jurdico fonu1da con e . , . es ulo cuan do falta la manifestacin de voluntad ... del agente, que, ., n ara dIsponer . d e los bienes sociales se reqUIere la . . parucipacron ._ P constituyen. .un patn del rnari id o y la muier :J':J que coruuntamente . autonom , o , por lo que acordaron ". por unanimidad que monlO . di el acto Jun ICo por el que uno de los conyuges dispone de bie. . 1 sin la participacin del otro, es nulo por no cumplir nes SOCIaes . ,. . 1 CC (84) con los requisitos de validez del acto jurdico que eXIge e .
En consecuencia, podemos afirmar que nuestra mag~stratura nacional considera mayoritariamente que la ca~sal d.enull~ad que afecta al acto de disposicin arbitrario del ?atrrm.on~osocial es la establecida por el Art. 219, inc. 1 CC, baJ.~el sl~ulente razonamiento de subsuncin: la falta de intervencin conjunta de ambos cnyuges en los actos de disposicin (y de gravamen), s~a a ttulo gratuito u oneroso, de los bienes que.confor.~an el patrirnonio social equivale a la ausencia de manifestacin de voluntad como elemento esencial de los actos jurdicos (Art. 140 CC).
La doctrina nacional, en cambio, no es unnime en ~uanto a la causal de nulidad a emplearse. As, Belaunde considera que el acto contiene un objeto jurdicamente imposible y por lo tanto, la causal de nulidad aplicable es la establecida por el Art. 219Q, inc. 4 del CC, como indica a continuacin:
(82) CAS. Q2942-98-PU O del 28 de mayo de 1999, publicada en la SCEP del 26 de octubre de 1999, pp. 3806-3808. La Sala Civil Permanente d.e la Corte Suprema, respecto del gravamen arbitrario del patrimonio social, posee un fallo mal motivado que, finalmente, no dice nada: CAS. TQ 1491-99-LAMBAYEQUE del 17 de setiembre de 1999, publicada en laSCEP del 16 de noviembre de 1999, pp. 3991-3992. (83) CAS.NQ2242-99-LIMAdel5 de abril de 2000, publicada en la SCEP del 24 de agosto de 2000, pp. 6087-6088.
. del Pleno Juns. dilccwna l Civil 1997, elabo(84) Pom:R]cDICIAL, Conclusiones .. . d e1PIeno j'uns di Truiillo, 1997, rado por la Comisin de Magistrados lCcional 1 ':J d pp. 4-5. Sigue la misma orientacin, aun cuando no seale la caus~l e nulidad aplicable la CAS. 11 941-95-LA LIBERTAD del 12 de octubre de 1996 publicada e'n la SJEP del 12 de marzo de 1997, p. 2903.y PODERjUDIClAL 'Materiales de Trabajo para la Sala Plena deJurisprudencia Vznculante, elabor~dos por la Comisin de Alto Nivel de jurisprudencia de la Corte Suprema, Lima, 1999, pp. 119-123.
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LA DISPOSICIN
ARBITRARIA DEL
PAT RIMONIO
SOCIAL
Al respecto, el suscrito se inclina a considerar que si la ley establece la intervencin de ambos cnyuges para disponer o gravar los bienes sociales, la ausencia de uno de ellos en el acto dispositivo determina su nulidad al convertirse en un acto jurdicamente imposible de consumarse, siendo de aplicacin los Arts. 140, ine. 2 y 219; ine. 3 del Cdigo Civil. Es por tanto, un acto nulo conforme a los dispositivos antes citados. Por qu la ausencia de uno de los cnyuges convierte a la disposicin del bien comn en un imposible jurdico? Por una razn muy sencilla: si la ley establece el requisito de la intervencin de ambos cnyuges como condicin de validez, su omisin determina que no se ha cumplido la exigencia de la ley para que se perfeccione jurdicamente, al margen de que el acto como tal sea posible si cumple todos sus presupuestos legales. Por consiguiente, mientras persista esta situacin el acto jams llegar a configurarse, siendo en ese sentido un imposible jurdico, respecto del fin que se ha propuesto. De otro lado cabe argumentar que se trata de una situacin de consentimiento incompleto, que desnaturaliza la esencia del acto jurdico as como del contrato, los cuales requieren de una perfecta manifestacin de voluntad para consumarse. La falta o ausencia de consentimiento es causal de nulidad del acto jurdico conforme al ine. 1 del Art. 219 del CC. En ese aspecto dicho dispositivo es aplicable de pleno derecho a la venta de un bien inmueble social por slo uno de los cnyuges. Claro que puede alegarse que sa sera ms una caracterstica de ineficacia que de nulidad, ya que la posterior intervencin del cnyuge ausente podra convalidar el acto. Sin embargo, en opinin del suscrito, si el
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. " d a su co nsentimiento descnyuge no mtervimerite ., us se tratara de un nuevo acto jurdico que reCl:n P . del mornen t o que. ambos consurte , sus efectos a partIr conSIderar como yuges participan . en l, debindose , (85) inexistente la pnmera transaccin. bi Plcido coincide que el acto es nulo por falta En cam 10, o . . _ 'C tacin de voluntad (Art. 219-, me. 1 CC), pero, con de manl1es . 1 di' . n funcin al inters protegido -e e conyuge no. sldera que e d di . .' te es aplicable la anulabilidad del acto e ISpOSIinterVlmen cin arbitrario: Como queda dicho, la voluntad conco~de ~e los cnyuges se requiere como elerr:ento CO~StltUtIVO nec~sario para la validez del acto. SIendo aSI, el act~ practIcado sin intervencin de uno de ellos y, aun, sin la aut~rizacin supletoria judicial, es nulo por falta de r.namfestacin de voluntad: esta se configura con la mtervenci n de ambos cnyuges (Art. 219 inc. 1 CC). [...] Pero, como el inters afectado no es otro que el del cnyuge que no interviene par.a contro~ar el poder administrativo o dispositivo de bienes SOCIales y ~u~de suceder por el contrario, que, aun sin su consentImlen, to, no tenga nada que oponer al acto rea li Iza d o, q ue tal vez estime ventajoso, o bien que prefiera proteger su inters de algn otro modo, de acuerdo co~ su c?,nsorte, no parece adecuado caracterizar esta situacion
. ., d e Compraven1 1 MOREYRA Martn, Nuhdad o reso 1 UClOn ELALNDE, ." n enrebi . 1;> De c mo una transaccin SImple termmo en u ta d e un Ien SOCla . " Q 99 20-21. . di ilogo con lajunsprudencw, Ao 5, N 13,19 ,pp. d o jun lCO, en D'w
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ARBITRARIA
DEL PATRIMO
10 SOCIAL
como . 1 . , .una accin de nulidad radical e Insa va bl e, SIno mas bien como una accin de anulabilid d . ., d 1 1 a ,cuyo eJerCICIO del arbi trio di' . . epende e conyuge no interviniente (86). No quisiramos finalizar este acpite sin antes . alcances que la nulidad .como solucinJ'~risprude p.relClsar los nCla presenta, d e acuerdo con .. las diversas casaciones d e J usticia. S uprema emitidas po r 1a C orte
o para la ejecucin, basado en el derecho de dominio obre el bien o en el derecho preferente a ser pagado con el precio del bieri-"?'. La nulidad tambin puede utilizarse para aquellos actos en los que, aun cuando no hay disposicin efectiva del patrimonio social, existe un riesgo latente de dicha disposicin, como es el caso de entregar en arras un bien mueble social. El11 de marzo de 1987, Carlos Pea celebr un contrato de promesa de venta con Fidel Mamani, por el cual el primero se comprometa a venderle un inmueble ubicado en la calle Manantial N 550, La Planicie, Lima y el segundo, en seal de arras de retractacin entreg US$ 20,000 y un automvil marca Mercedes Benz valorizado en US$ 35,000. Noem Poblete, esposa de Fidel Mamani, solicit la nulidad de las arras por haber recado sobre bienes sociales. La Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema de justicia, en la CAS. 964-99-LlMA, seal que el acto de entrega de arras de retractacin y de una suma de dinero que constituyen al patrimonio social corresponden a una disposicin arbitraria y por lo tanto son nulos, ordenando la devolucin de dichos bienes al patrimonio social(88).
Po~ un lado, es ~mport~nte tener en cuenta que para nuestrad magistratura nacional solo la accin de nulidad resu 1ta proce ente para los actos de disposicin arbitraria del patri . social M 1 B . momo . '. ar eny nones solicit la tercera excluyente de do mi1110d~l111mueble gravado por su esposo Juan Arvalo f mater de ei ., ,que ue . la e eJecucIOn en e! ~roceso seguido contra ste por la Caja Rural de Ahorro y Crdito de Cajamarca. La Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Justicia, en la CASo Q 781-99CAJAMARCA, seal que: b~en es cierto que el esposo ha gravado el bien sub litis S111 la autorizacin de la esposa, tambin es cierto q~e la presente a:c~~ de tercera excluyente de propiedad, no es la via idnea mediante la cual la demandante. puede hacer valer su derecho sobre el bien en su calidad de cnyuge de Juan Arvalo Acua, frente a l~ codemandada Caja Rural de Ahorro y Crdito de Cajamarca, demandante en el proceso sobre eiecucin de ga rantia ia hiipotecaria seguido contra su esposo :J pues~q~ ; se esta' vulnerando la naturaleza jurdica ' de la tercena de propi le d a d ,por 1a cual se cuestiona . . la propiedad de los bienes afectados por la medida cautelar
~~
De acuerdo con el criterio de la Corte Suprema de justicia, la nulidad slo puede invocarse por el cnyuge no interviniente en va de accin mas no mediante contradiccin en proceso ejec~tivo o de ejecucin. En ese sentido, la CASo N 05-99HUANUCO(89). Tampoco nuestro ordenamiento procesal admite
CAS. 2 781-99-CA]AMARCA del 24 de setiembre de 1999, publicada en la SCEP del 16 de noviembre de 1999, p. 3992.
(87) (88)
CAS.
SCEP del 12 de noviembre de 1999, p. 391l. CAS. 12 05-99-HUNUCO del 24dejunio de 1999, publicada en la SCEP del 28 de setiembre de 1999, pp. 3605-3606.
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SOCIAL
deducir -como excepcin procesal la nulidad del acto, confo-, me es de verse del Art. 446 del CPC; razn por la cual no podr. invocarse por dicha va. En la CAS. 670-2003-AREQUIPA de~ 19 de agosto de 2003, se niega la posibilidad que la nulidad del acto de disposicin arbitraria sea solicitado va nulidad de Cosa juzgada fraudulenta, porque equivaldra a un nuevo examen de las pruebas actuadas en el proceso anterior, totalmente extraa a este tipo de procesos'?".
La adquisicin de bienes muebles no de los aspectos de mayor discusin es el relativo a los bienes muebles, a partir de la incomprensible redaccin del segundo prrafo del Art. 315 del CC, que seala como excepcin de la actuacin conjunta de ambos cnyuges la adquisicin de bienes muebles. La nica justificacin que aparece en el Proyecto de CC elaborado por la Comisin Reformadora dice que tal excepcin servira ~ara atenuar los rigores d~ la a.c~~acin conjunta de ambos conyuges en los actos de disposicin arbitraria de los bienes sociales, bajo el entendido que los actos de adquisicin de bienes importan necesariamente una contraprestacin (92): Las dificultades prcticas a que se ha hecho mencin prrafos arriba se presentan principalmente tratndose de los actos de gravamen o de disposicin, que, como regla general, exigen la intervencin de ambos cnyuges (artculo 315); Yprecisamente con el nimo de obviarlas o atenuarlas, el ponente propuso: primero, la posibilidad de que uno de los cnyuges confiera poder al otro; y segundo, que la participacin de ambos cnyuges no sea necesaria tratndose de actos de adquisicin -pese a que, como es obvio, en todo acto de adquisicin de un bien existe uno de disposicin del dinero con que se adquiere- o de actos a los que se refieran leyes especiales (como por ejemplo, aquellos a que aludieron los Decretos Leyes Ns 18358 y
Otorgamiento de escritura pblica Por la misma razn que la falta de la intervencin de ambos cnyuges en la disposicin de un bien social acarrea su nulidad, es improcedente la demanda de otorgamiento de escritura pblica en la va judicial, cuando el contrato ha sido nicamente suscrito por uno de los cnyuges. As ha sido establecido por la CAS. N 723-2005-TACNA del 25 de octubre de 2006, por el cual la Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema resolvi la litis presentada por la Municipalidad Distrital de Catana en contra de los esposos Mirta uez y Mximo Sia, sobre otorgamiento de escritura pblica. El contrato en cuestin fue suscrito por el esposo en solitario con la Municipalidad. La Sala razon que la demanda era infundada debido a que slo proceda elevar a escritura pblica dicho contrato si hubiese sido firmado por los dos enyuges(91).
(90)
CAS.
JQ
670-2003-AREQUIPA
(91) CAS. Q 723-2005-TAC A de 25 de octubre del 2006, SPIJ 2007. De manera similar, sobre un caso con aplicacin del CC de 1936, vase la CAS. Q 1794-2004-AREQUIPA del 7 de junio de 2006, SPIJ 2006.
(92) Palabras de CORNEJOCHvEZ,Derecho familiar peruano, cit., T.l, p. 300. Antes, el mismo autor opin totalmente a favor de la redaccin de la Comisin Revisora, vide CmlISI" E"CARGADA DELESTUDIO Y REVISI"DELCDIGo CIVIL . T. IV s C'd' o zgo C"1 uru; CIt., , p. 467 .
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ARBITRARIA
DEL PATRIMONIO
SOCIAL
18855). Aceptado este criterio por la Comisin Reformadora, la Revisora lo limit a los actos de adquisicin de bienes muebles -Ios que ordinaria, pero no necesariamente, son menos valiosos que los inmuebles- ya los considerados en leyes especiales. Esto evidencia un craso error del legislador. Como sabemos, los actos de adquisicin pueden ser a ttulo gratuito, en los cuales no existe contraprestacin, o a ttulo oneroso, en los Cuales s existe una contraprestacin y por lo tanto apareja un acto de disposicin de bienes a cambio, que pueden ser o no del patrimonio social. Si bien los primeros no aparejan mayor peligro, por no importar ningn tipo de disposicin, los segundos s, ya que se pueden producir desmedros al patrimonio social mediante la sobrevaluacin del bien a adquirirse; supuesto que no ser compensado por el principio de subrogacin del Art. 311 , inc. 2 del CC. No solucion nada la Comisin Revisora al limitar el texto del Proyecto de CC a los actos de adquisicin de bienes muebles; mxime si actualmente existen bienes muebles de igualo mayor valor que los inmuebles. En el mbito registral se ha formado como criterio que la adquisicin de bienes inmuebles de los casados requiere necesariamente el asentimiento de ambos cnyuges -como se puede leer del Art. 61 del Reglamento de Inscripciones y el Art. 2 de la Resolucin de Superintendencia acional de ~os Registros Pblicos N 033-96-SUNARP-, a partir de una mterpretacin a contrario sensu del segundo prrafo del Art. 315 del CC. En realidad, el legislador quiso referirse a las adquisiciones a ttulo oneroso que se realizan dentro de la potestad domstica; es decir, para solventar las necesidades ordinarias del hogar, tema al cual nos hemos referido con anterioridad (vase acpite 5 del Captulo 1).
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En el debate parlamentario actual, la propuesta de modifi 'n del Art. 315 del CC(93) incurre en el mismo error, mancaclO ., . 1 do como excepcin a la reg-Ia de actuacion conjunta a temen ., adquisicin de bienes muebles. En el f~tu~~, esta excepclOn debe formularse haciendo una clara distincin entre actos de gesr~, rdinaria y actos de gestin extraordinaria del patrimonio non o . . . . 1 de tal manera que las adquisiciones realizadas dentro del soCIa, , bito de la gestin ordinaria se consideren exceptuadas de la arn -e la de la actuacin conjunta, que regula 1 as re laci aciones deri eriva~a~ de la gestin extraordinaria del patrimonio social. Esta frmula legal no cumple su finalidad y ms bien se ha convertido en fuente de equvocos y confusiones'?". Como puede apreciarse en el siguiente caso: Ciprian~ ?rihuela yVict?,riano Chirinos, durante su matrimonio, adquirieron un carmen de placa de rodaje XY-1174. El esposo dispuso el bien sin cons:l:ti~ miento de su esposa a favor de Paulino Len. La esposa solicit la nulidad del acto; Paulino Len contest que el esposo de la demandante s se encontraba facuItado por tratarse de "la adquisicin de un bien mueble social, y por lo tanto, exceptuado
(95) CO~GRESODE LA REpl:BUCA,Propuestas de reformas del Cdigo Cioil, cit. La Subcomisin de Derecho de Familia del Congreso de la Repblica propuso en su momento modificar el segundo prrafo del Art. 3152 del CC, con el siguiente texto: Lo dispuesto en el prrafo anterior no rige, para las necesidades ordinarias de la familia, para gastos urgentes de caracter ~xtraordinario , actos de conservacin de bienes sociales y adquisicin de bie. nes muebles que no sean de gran valor, o cualquier otra situacin preVl~ta por la ley, bastando en estos casos la intervencin de cualquiera de los conyuges, como puede verse en Muxiz ZICHEs,]orge et al., ob. cit., p. 342.
en el mismo error PLCIDO,Manual de Derecho de no sejustifica, porqu~ en todo acto de adquisicin de un bien existe uno de dispo icin del d.l~ero con que se 10 adquiere y ARIAS-SCHREIBER, PEZET,Exgesis del Cdigo Cioil peruano de 1984, cit., T. VII, pp. 235-236.
(94)
Tambin
incurren
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LA DISPOSICl
ARBITRARIA
DEL PATRIMONIO
SOCIAL
de la regla de la actuacin conjunta .. ~e la Corte Suprema deJustici;, en ia~:;la ~l\~l Permanente Interpret los alcances del segundo p ~1 d9~~OOO-LlMA, CC, sealando que dicha norma sl ITfO e t. 315 del d b' o se re iere a la adq . . " e ienes muebles, mas no a los actos de dis .., uisicion mueble social, donde es necesaria la interve P~~ICIdonde un cnyug 1 1b ncion e ambo es en a ce e racin del acto jurdico-v'". s
do a un fin determinado, esto es, a responder por las deudas que asuma la sociedad de gananciales (artculo 317 CC). Es de titularidad conjunta ('mano comn') en la medida que los bienes que integran dicho patrimonio pertenecen a ambos cnyuges en conjunto (copropiedad sin cuotas), de tal manera que cada cnyuge individualmente es un tercero con relacin al bien. La titularidad conjunta supone que para la disposicin de un bien social se requiere, en principio, el consentimiento de ambos; de tal manera que cuando uno de ellos dispone del bien sin intervencin del otro, en realidad estamos en un supuesto de disposicin de bien ajeno. El bien social respecto a cada uno de los cnyuges no es un bien parcialmente ajeno corno el caso de los copropietarios, pues en este caso a cada uno de los copropietarios les corresponde una cuota ideal del bien, hecho que en la sociedad de gananciales slo se presenta a su disolucin. [ ...] Se ha considerado que el artculo 315 del CC constituye una norma de orden pblico, por lo que todo acto jurdico contrario es nulo (artculo V del Ttulo Preliminar del Cdigo Civil). Es nulo el acto jurdico contrario a las leyes que interesan al orden pblico o a las buenas costumbres. El artculo indicado, protegera as al cnyuge que no interviene en la disposicin, lo que en la prctica signifIca proteger a la mujer. Ello porque el rgimen de la sociedad de gananciales tiene su fundamento en la clsica distribucin de roles en el matrimonio, donde el hombre es quien tiene acceso al mercado mientras que la mujer queda limitada al espacio domstico. 175
2.3. Soluciones minoritarias Venta de bien ajeno Barchi. analiza el acto de disposicin arbitrari . mueble social, especficamente medi t o de un Indobq~es.te es vlido pero reSCindib;:np~~~:::ra:::e::~~eaalanl segUlid o transcribimos su opinin: venta d e ien ajeno . A re Q.gon ~slotros consideramos que la disposicin de un bien SOCIa por ' . la intervencin del , .uno de los c onyuges SIn otro es vlida ' por 1os argumentos que a continuacin . di se In ican.
El patri~onio social de la sociedad de gananciales (bienes sociales) .. d o por las situaciones jurdicas cuya titula . c~nStltUl que adopt; c.orresponde a la sociedad conyugal un ' . e ~egtmen de sociedad de gananciales, es ( patnm~mo separado de titularidad conjunta' mano comun o gesamnte han) .
el
t'
Es . . s~parado' del patrimonio propio de un cad ' patnmomo a uno de los conyuges (bienes propios), afecta-
se
(95) GAS . 951-2000-LIMA del 23 de octubre de 2000 EP del 30 de enero de 2001 p 6842 E "1 .' publicada en la PIURA d " . n sirm ar senudo GAS el16 de octubre de 1997 en eCTC To mo II ,pp. ' 312-313. . N 513-96Q Q , ~, .l'
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ARBITRARIA
DEL
P AT RIMO".;IO
SOCIAL
En tal sentido, se explica que la titularidad de los bienes adquiridos durante la vigencia de la sociedad de gananciales corresponda en conjunto a ambos cnyuges, como lo establece el artculo 315 del CC, de manera que la sociedad conyugal sujeta a e te rgimen econmico se comporta como un 'sujeto abstracto que obra como tercero distinto de los individuos que la componen' con lo que se trata de evitar que un bien social pueda ser transferido sin el consentimiento de uno de los cnyuges; es decir, sin el consentimiento del titular, Ello ha llevado a considerar que esa proteccin se logra atribuyendo al artculo 315 del CC el carcter de orden pblico, En tal sentido, se dice, el Estado pretende evitar que se 'expropie' a uno de los cnyuges, sancionando con nulidad todos los actos de disposicin de los bienes sociales en los que no intervengan uno de ellos, Sin embargo, encontramos un contrasentido en dicha afirmacin, En efecto, el 'orden pblico' supone no una norma considerada individualmente sino como parte de un sistema, Esto nos lleva a la idea de 'orden pblico econmico' el cual comprende 'un conjunto de principios y de lneas de inspiracin sobre las cuales la actividad econmica de la sociedad se desarrolla' (96),
, " h tagiado a algunos abota de una poslClon que a con Se tra ' (97) pero que no la defensa e incluso a algunos Jueces , d gadoS en 'da por la Corte Suprema de Justicia, como pue e l ha ido recog , ientes.A .;: resolvi en la CAS, N 238-96d casaClones recin es, Asi, , verse e S 1 Con tituciorial y Social en el proceso seguido TACNA, ~: ;~la contra su esposo y Arm~~do Herr~ra (t~~~cpor Eulah b lidad de acto jundlCo (de disposicin d uirente), so re nu , d ro a q , ' 1) El tercero que venta de per er en , 'de bien SOCla ' arbItranO, ' urre en casacin argumentando que el da InstanCla, rec , " segun , sicin arbitrario no es nulo sino umcamente resacto de dspo d r (que es l) basndose en los Arts. , dible por el compra o ~ , Cl~ 90 1409 inc 2 del CC, La Sala senalo que: ltJ3 - Y "
, 1 315 del Cdigo Civil establece la forma El arucu o ,1 , d los bienes sOClales y gravar os, de dIsponer e " _ , " dose la intervencin del mando y la mujer, reqUlnen , di al no haberse llenado esta exigencia el acto Jun I~Oes , " de los incisos 1 y 6 del aruculo nulo, por ap 1 icacion
(96) BARCHI, Luciano, Disposicin de bien social, Cnyuge que aparece como titular en el registro, en Dilogo con la Jurisprudencia, Ao 11, N2 3, 1996, pp, 5&.64, La posicin del autor resea una ejecutoria emitida e18 de enero de 1991, que resuelve un caso en el que son de aplicacin las normas referida al ee de 1936, Por lo que, en principio consideramos inapropiada la cita de artculos del ee de 1984 sin detallar de qu manera se relacionan ambos cuerpos normativos,
, -'a en la sentencia La Dra Valcrcel Saldaa, en su voto en mmOll ) - l abun, ,, '(Ex N 9234-96 , sena o expedida por la Sala de Familia de LIma P: t de la venta de , 1 esu'icto se tra a dando a favor de esta tesIS- que e act~ ~n , , _C t do de nulidad iurdiICOque pOI' SI mismo no esta un bien ajeno, acto juri d arec a elArt 15392 , " d 111., 14092 inc 9 concor ante con ' por expresa autorizacion e ru t. , 1 ,, " [) Adems , 1 oce es la reSClSlOn, .., , ee, desde que la inecacia que se e recon 1 ," oponible a la , , " ' SIendo un actoJundlco res mter a l'lOSac t a, dicha venta e sena m e afecta1 d mandante pues no v sociedad conyugal de la que forma parte e e '1 transferencia no , d n l y por tanto, a do u derecho al no haber mtervern o e, 1 ni le son d 1 ' o no le a canzan se ha producido para l y los efectos e mIs~, ro ietario Y no exigibles, [, ..), En tal sentido, el demandante SIgue u~ acto jurdinecesita de una sentencia judicial que declare la ~~ 1 a deerecho real de -ado y que no arecta su co o documento que no h a ce 1e b 1 'l' Criterios , P 'R ]L'DlClAl Derecho de famt la, propiedad, Al respecto, vea e ons 1 e"", E' tiva Lima 2000, , , , jurisprudencales, ecretana'E' ~ecu u'va de a ormsion ~ecu, p,166,
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219 del Cdigo Civil; que no hay venta de lo ajeno porque el vendedor no puede sustituir la expresin de voluntad del verdadero propietario; que el caso que se refiere el artculo 1539 del Cdigo Civil, es diferente al presente, pues consiste en la facultad que se otorga al comprador de bien ajeno para pedir su rescisin si hubiese ignorado que el bien no perteneca al vendedor, pero en el presente caso hay tambin nulidad en la venta de la cnyuge promovida por ella, hecha sin su intervencin, es decir, sin expresin de su voluntad como lo exige el inciso 1 del Art. 219 del acotado. Que, tambin es distinto el caso del inciso 2 del Art. 1409 del mismo cdigo, que es el supuesto de vender o afectar bienes ajenos expresando la situacin en ~~contrato, respondiendo al otorgante por la obligaClon que contrae es el supuesto de vender o afectar bienes ajenos, expresando la situacin en el contrato , . respondiendo el otorgante por la obligacin que contrae en nombre de otro sin tener expresa facultad para hacerlo, es decir, haya ausencia de dolo o engao(98). E~ igual s:ntido, en el proceso seguido por Esperanza Delza y Al:dIa Ar~g~n contra Isidro ovario, sobre otorgamiento de escntura pblica, la demandada reconvino la nulidad del acto de disposicin arbitrario por no haber participado conjuntamente con su consorte. La Sala Civil Permanente, en la CAS. T 1316-96-LIMA, seal a favor de la reconvencin que el acto es nulo y que los artculos 1539 y 1412 del CC [invocados en la sentencia de segunda instancia] se refieren a supuestos de he-
distintos a los resueltos ~n el presente proceso; por lo que chO ., . d bid (99) licaclOn es In e la. SU a P por cierto, la solucin que el legislador peruano estableci compraventa de bien ajeno no tiene precedentes en el 1 ho Para a ho comparado: es la nica que ha estab lecid eci o que di IC Derec. dico es rescindible. La mayona a d e co 'dIgOS h a opta d o acto Jun or la anulabilidad Y otros por la nulidad del act~. El ~istema Peruano sustenta la validez de la compraventa de bieri ajeno en ~l hecho que su nica peculiaridad frente a la c~mpraventa comn Ycorriente radica en que recae sobre un.bIen que el vendedor conoce que es ajeno y el comprador lo Ignora. Con.~osterioridad, De la Puente, autor de esta p.r?puesta, ha adm~tIdo la existencia de omisiones en la redaccin del Art. 1539- del CC, realizando precisiones a la compraventa de bien ajeno: la primera, que el vendedor no debe informar al comprador que el bien es ajeno al momento de celebrarse la compraven~a -supuesto del Art. 1537 del CC- pero tampoco que es ~roplO -en cuyo caso, el vendedor actuara con dolo y el acto sena anulabl: (Art. 210 CC)-; la segunda, es indispensable que el contrato este sujeto a un razonable plazo suspensivo inicial que per~ita al vendedor obtener la propiedad del bien a fin de transfenrla al comprador dentro de tal plazo, esto ltimo se debe a que nuestro ordenamiento legal ha optado por el sistema del ttulo y el modo, lo cual trae como consecuencia que la inexistencia de este plazo traiga insuperables dificultades, especialmente tratndose de la compraventa de inmuebles ajenos; Y la tercera, que la rescisin opera como un mecanismo de defensa del compra-
CAS. NI! 238-96-TACNA del 2 de junio de 1997, publicada en la SCEP del 2 de diciembre de 1997, pp. 133-134.
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CAS. NI!1316-96-LlMA del 4 dejulio de 2000, publicada en la SCEP del 17 de setiembre de 2000, p. 6222.
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dar cuando se percata que el bien no pertenece al vendedor y dentro del plazo establecido por ambas partes. A ello, ha agregado Castillo una limitacin adicional, que nos parece razonable: la figura slo es aplicable para bienes ciertos al momento de la celebracin del acto, mas no pueden ser bienes inciertos o fungibles. En consecuencia, la rescisin tiene como nica justificacin la particular situacin del comprador que, dentro del plazo inicial convenido con el vendedor, se percata que ste no es dueo del bien cierto materia del contrato''?".
Ineficacia relativa o inoponibilidad En el Derecho comparado, especialmente para cierto sector de la doctrina argentina, la sancin aplicable sera la de ineficacia relativa (denominada tambin, inoponibilidad o irrelevancia). Se trata de supuestos en los cuales la ley toma en cuenta el inters del tercero afectado por la celebracin de un acto jurdico (en nuestro caso, el cnyuge no interviniente); para lo cual, sin perjuicio de que ese acto puede desplegar sus efectos propios entre quienes los otorgaron, limita la eficacia respecto de terceros con un inters distinto, que se veran perjudicados de no disponerse tal limitacin. En ese sentido, se habla de ineficacia relativa, cuando la eficacia del acto jurdico no es total respecto de las personas, pues ciertos terceros pueden desconocerlo como si no existiera''?",
para los autores que proponen esta sol~ciI~,. ,la 'bilidad es la que mejor responde al acto de d1sposlCIOn ino?Ol1.l. del patrimonio social' para lo cual postulan que la 'd de uno e 1os conyuges ' a rb1trano .c t cin de voluntad es es f [ta de manll a id E a d ficacia del acto mas no de vali ez. 11. ese senelemen to e el, 1b un , '11' do y eficaz entre las partes que lo ce e raid el acto sena va , n o, , 'nterviniente Y el tercero-, pero ineficaz para -el conyuge 1 , ron, . e no interviniente, para quien el acto es como SI no el ~o.nyug A~' ta solucin deja a salvo el derecho del tercero, eXIStIese.fi;)1,es , , d a' obtener la ratificacin del acto por el conyuge no qUIen ,po ' . r partir del cual tendr plena e ficaci reacia o po d ra interVll1.lente y a _' ' , , demandar la indemnizacin por danos y perJUICIOS ~: co(nyuge , .' te ante el incumplimiento de su prestaCIon trans1nterVln1en , ferencia del bien), En nuestro ordenamiento legal, esta situacin se asemeja a la descri escnta por e 1Art ' 161 del CC para los actos celebrados , por el representante sin poder. Como se sabe, para que exista representacin en puridad basta la actuacin del representa~,te en nombre del representado; sin embargo, par~ la produccin de la eficacia directa de la gestin representatIva en l~ ~sfera 'urdica del representado, es menester un requisito adicional. J , ia d previo poder de Este requisito consiste en la existencia e un , , o en una postenor 't'ficacin por el pseudo representacin ra 1 1 representado de lo hecho por el representante (Art. 160 CC), En ese sentido, habindose diferenciado el acto d~ apode. ' , del po d) rarmento (concesin er como ti19ura independIente del . , 1t ro se puede deCIr acto realizado por el representante con e erce., . , " d ando' 1) quien se comque existe representacin S111. po er cu .
jurdicos
U
(100) DE LAPUE:-iTF. y LAVALLE, Manuel, Estudios sobre el contrato de compraventa, GacetaJurdica, Lima, 1999, pp. 81-85. COMISle):-i E:\':AA.ADAosr, F. TCDIOy REVISIN DELCmGO CIVIL, Cdigo Cioil; cit., T. VI, pp. 210-211. CAsTILLO FRf:YRE, Mario, Tratado de la venta, PUCP, Lima, Biblioteca para leer el Cdigo Civil, 2000. T. III, Vol. XVIII, pp. 30-33. te e la diferencia entre lo expuesto por el autor de la propuesta y la exposicin de motivos del Cdigo Civil. (101) Respecto al concepto de ineficacia relativa, vase: CIFC':~TES, Santos, ob. cit., pp. 576-580 Y ZA~:-iO:-iI, Eduardo, Ineficacia)' nulidad de los actos
1 reimpr Astrea Buenos Aires, pp. 135-138. De acuerdo co~. este 'l";' ., o n'os enconU-amos ante la inoponibilidad pOsluvaumo autor, en este cas . ficacl'a frente a determinados terceros- y no negauva n O se pue d e oponer 1a el. -1 . eficacia del acto frente determmados terceros-. +no se pue d e oponer a In
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porta como representante no ha tenido jams poder de repre. entacin o la vigencia de su poder ya venci, o ii) quien posee poder de representacin se excede de sus facultades o las viola. En estos casos, seala el Art. 151 del CC, el acto jurdico es ineficaz con relacin al representado; no obstante, puede ser ratificado por el representado observando la forma prescrita para su celebracin (Art. 152 CC)(102). La pregunta es si el acto de disposicin arbitrario del patrimonio social constituye un acto de representacin sin poder y por lo tanto inoponible al cnyuge no interviniente, de acuerdo con los lmites establecidos por nuestro CC. Abona a favor de dicha tesis, la posicin de Vidal que considera que la representacin de la sociedad conyugal constituye un caso especial de representacin legal, a partir de una singular interpretacin que realiza del Art. 292 del CC(103). Siguiendo este razonamiento, la falta de manifestacin de voluntad de uno de los cnyuges importa la insuficiente representacin de la sociedad conyugal. Sin embargo, consideramos que esta tesis, aun llevada a sus ltimos extremos, no tiene un verdadero sustento: la sociedad conyugal no es una entelequia distinta de ambos cnyuges (como lo expresramos anteriormente, vase acpite 4); por lo tanto, stos no resultan representantes por mandato legal de la misma. En realidad, la representacin de los cnyuges se encuentra dentro del mbito de la representacin voluntaria, conforme lo seala el Art. 146 del CC con una frmula breve pero
la representacin entre cnyuges. Este .' e d 1A con el pnmer parralo e rt. 315 dlSPOSl v _ . nes . cc ue senala como una de las excepclO a la regla genedel ,q uacin con1unta . ' de los conyuges en los actos d e di lSpOral d e ac t :J . ., del patrimonio social que uno de ellos tenga poder espen SlCl ibilid d que . 1 del otro. En consecuencia, puede darse 1a pOSI 11 a Cla . " di' ca un acto de representacin SIn po er entre os canse pro d u Z ndo uno de ellos (el falso procurador) afirma tener yuges, cua . la representacin del otro y SIn embargo, no posee, poder o se cede de sus facultades. En este caso, el conyuge no eX . 1 . terviniente puede ratificar el acto o de lo contrano, e tercero ;odr resolver el acto y solicitar la indemnizacin por daos y perjuiciOS, de ser el caso. IOobstante, debemos admitir que la inoponibilidad no es una figura suficientemente delineada en nuestro ordel:amiento jurdico, ya que el Art. 156 del CC seala que. para dlspon.er de la propiedad del representado o gravar sus bienes, se re~Ulere que el encargo conste en forma indubitable y por escntura pblica, bajo sancin de nulidad. Esta norma, a pesar de referirse ciertamente al acto jurdico de apoderamiento, trasciend~ al acto realizado mediante representacin sin poder, ya que SI ste se refiere a la disposicin o gravamen del bien del repr~sentado, su voluntad debe manifestarse bajo la forma estableCIda por la ley, bajo sancin de nulidad'l?". Para entender el origen de esta confusa regulacin, debemos retrotraernos al momento de la elaboracin del Ttulo Tercero del Libro Segundo del CC, que tuvo como mrito 1:discutible haber culminado una evolucin legislativa, independIzando
(104) LOH~1A:\~LeCA DE TE:\A,]uan Guillermo, El negocio jurdico, 2" ed., Grijley, Lima, 1994, pp. 192-194, coincide igualmente que la formalida establecida por el Art. 156 del CC colisiona con el Art. 161 del CC, ademas
_ sa se permite
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Respecto
Vol. 2, pp. 728-731 Y DEZ-PICAZO/GULL", Sistema de Derecho Civil, cit., Vol. 1, pp. 565-574. VIDA . - en el mbito del L D., ~\1IREZ, F ernando, La representacin Derecho de familia, en TRAZEG:\lIoS GRA:\DAet al., La familia en el Derecho peruano. Libro Homenaje al Dr. Hctor Cornejo Chuez; PUCP, Lima 1999 pp 288-289. ' -, .
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la figura de la representacin del contrato de mandato -este ltimo fue el modelo del CC francs-o 1\0 obstante, en la construccin de dicho Titulo, el legislador recogi normas del CC de 1936, como puede verse de sus Arts. 147!!, 148, 149, 151!!, 152, 154, 155, 156!!, 157, 158!!, 159 Y 164(105) Y las fusion con normas recogidas del CC italiano que actualmente se encuentran en sus Arts. 145!!, 160, 161, 162, 163 Y 166(106).La unin de ambas normas trajo consigo la actual antinomia existente entre los Arts. 156 Y161 del CC; ya que el primero reclama la nulidad del apoderamiento y en consecuencia del acto realizado en funcin de ste (cuando se refiere a la disposicin y gravamen de un bien de propiedad del representado); mientras que el segundo, seala que el acto es ineficaz relativo frente al seudo representado sin importar que se haya realizado o no el apoderamiento. Esta confusa regulacin no ha sido aclarada en las ejecutorias emitidas por la Corte Suprema de Justicia de la Repblica. A manera de ejemplo, en la CAS. N 1815-2006-CALLAO del 26 de enero de 2007(107) se niega la posibilidad de aplicar la figura del falso procurador en las relaciones entre cnyuges con terceros. Jos Velsquez otorg poder general a su esposa, Man Vi, para que administre los bienes de la sociedad conyugal. Exce-
do los lmites de este poder genera, 1 1a esposa vendi Lun dlen .al aJuan ., Lam . ue ble que perteneCla,. al patnmol1lo. SOCl . y ee 1l1rD d eman d de este acto Jundlco, en 1 'yuge o 1 a nu lidad 1 Siu. E con blecid lArt 156 del CCy la sentencia de virtud de lo esta eci l? ?tordeEn c~sacin los demandados soli cedi a esta so lCl u . , . VIstaac que la sentencia de vista, declarando Impro ron que se revo 1 ., d cita d e -al parecer de ellos- a accion ecedente la demlanb.l~d' p;r;luamparo de los artculos 161, 162, bi er de anu a I la, , 10 0S Q d 1CC La Sala Civil Permanente no caso la senten163 y 221 e . . id -. 1 d que en el presente caso se ha mcurn o de Vista sena an o d cia 'de falta de manifestacin de volunta ,que es en un supuesto ,. C .. l . do con nulidad .por nuestro COdIgO IVI: sanciona Los recurrentes en cuanto a su de.nuncia de inaplicacin de normas de derecho matenal, como ya se ha reseado, sostienen que se trata de un caso del [alsus procurator, pues la apode~ada code~andada, Ma~ Chi Yi Lee, se habra excedido ampliamente en mandato conferido por el actor, por lo qu~ el acto es., po r ende sena anulable tara sujeto a una rau ificacion, . y debera haberse aplicado las norma~ :ontel1ldas en los artculos 161 y 162Q del Cdigo CIVIL El artculo 161 Q del Cdigo Civil contien.e tres hip~esis concretas que determinan la ineficacia del acto .do . '1 a represe ntado: . a) el celebra o rdico con relacin fapor el representante exce diien d o 1os lmi tes de las d . e . do:, b) el celebra d o cultades que se le hubiere conren 1 por el representante violando el texto expreso e poder que se le ha otorgado; y e) el celebrado p~r per~ sona que no tiene la representacin que se le a:~buye, ha pero com O se ha sealado, la instancia de mento ., id o u n supuesto de hecho distinto, con relacin esta bl eCI ,. subsuncion de dicha norma. la a 1 cua l no res u lta
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(105) Estos artculos corresponden respectivamente a los Arts. 1642, 1643, 1650, 1652, 1651, 1653, 1632, 1633, 1638, 1639, 1641 Y1640 del CC de 1936, contenidos en el Ttulo X (Mandato) de la Seccin V de dicho cdigo.
(106) Los artculos citados corresponden a los Arts. 1387, 1388, 1398, 1399, 1390 Y1395 del CC Italiano (Captulo VI de la Seccin IV del Libro Cuarto). Curiosamen te en la Exposicin de Motivos no se revela la verdadera fuente de la actual regulacin del Ttulo referido a la Representacin en nuestro Cc.
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E.n.materia de representacin, nuestro ordenamiento CIVIl en su artculo 1632 prev la anulabilidad del acto jurdico, cuando la voluntad del actor ha sido viciada. En el pr~s~nte caso, se ha establecido un supuesto de hecho distinto, esto es, la falta o ausencia de manifes~acin ~e voluntad, por lo que no es un problema de l~capacldad relativa, error, dolo, violencia, intimidaCIn.o si~ulacin, y los recurrentes no demuestran la pertmencia del artculo 221 del Cdigo Civil a los hechos establecidos en la instancia. En anterior pronunciamiento, y segn sentencia de fecha 6 de enero de 2004, corriente a foias 222 la Sal S . J ' a upenor_ estableci que el poder otorgado por el actor a dona Man Chi Yi Lee fue de carcter genrico que de acuerdo a los extremos del mandato el apoderada deba velar por el resguardo, acrecentamiento o beneficios ~conmi:os del demandado, y que la apoderada habl~ ex~~dIdo ampliamente su mandato, por lo que en aplicacin de lo dispuesto en el artculo 156 del Cdigo Civil, declar nulo el contrato de compra venta. Esa sentencia fue casada por la de fecha 2 de a?"osto de ~OO~, corriente a fajas 327, por la causal preVIsta en el mCISO3 del artculo 386 del Cdigo Pro 1G .1 ce sa IVI, como se haba denunciado por los recurrentes, pues el colegiado superior estableci una causal de anulabilidad, y no aplic lo dispuesto en los artculos 162, 163 Y 221 del Cdigo Civil. En esta oportunidad, la sentencia de vista ha llegado a una con . ~ diistinta, . . e 1USlOn esto es, que existe una causal de n~~Idad y aplica el artculo 219, inciso 12 del Cdi~o CIVIl,que es tambin fundamento legal de la demana, y de otro lado, los recurrentes en el recurso que se resuelve, no han aducido vicio procesal alguno.
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Otro ejemplo de confusin en las ejecutorias supremas recientes, lo encontramos en la CAS. N 111-2006-LAl\l1BAYEQUE del 31 de octubre de 2006(108), que de acuerdo con sus trminos tuVO por objeto variar criterios anteriormente establecidos sobre el supuesto de incumplimiento de la norma establecida por el Art. 315 del CC que obliga a la actuacin conjunta de ambos cnyuges en la disposicin de bienes del patrimonio social. Alejndose de la tendencia mayoritaria de ejecutorias supremas anteriores a favor de la nulidad como solucin jurisprudencial, la Sala Civil Permanente declara que tal incumplimiento es sancionado con ineficacia, el mismo que origina .que el acto jurdico cuestionado no sea oponible al patrimonio de la sociedad conyugal. Para tal efecto, argumenta que la obligacin de actuacin conjunta de los cnyuges en este tipo de actos es un requisito de eficacia y no de validez, basado en la legitimidad de contratar:
Tanto en la doctrina como en lajurisprudencia se ha discutido sobre el supuesto de hecho previsto en el artculo 315 del cdigo sustantivo, siendo que con esta sentencia suprema, se procede a variar criterios anteriormente establecidos, a fin de concluir que, el supuesto previsto en la referida norma sustantiva no recoge un supuesto de nulidad del acto jurdico, sino uno de ineficacia, el mismo que origina que el acto jurdico cuestionado no sea oponible al patrimonio de la sociedad de gananciales. A mayor abundamiento, conforme lo establece el artculo 292 del Cdigo Civil, la sociedad conyugal se encuentra representada por los dos cnyuges, la mis-
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m~ que a.dems debe er ejercida de manera conjunta, atendiendo a ello el artculo 31; d e 1 co ~d' IgO en me~CIon esta~lece que, para disponer o gravar un bien social se reqUlere de la intervencin de am b os conyu~ ges; supu sto que no descarta la posibilidad que uno de ellos pueda otorgar poder al otro, posibilidad legal que se encuentra recogida tanto en el artculo 315 como en el artculo 292 del cdigo glosado 1 1 11' ' o cua eva a concluir .que, la presencia de ambos cnyuges en u~ .acto de ~Isposicin o gravamen, no supone un requisito de validez del acto jurdico, sino upone una adecuada legi timidad para con tratar.
. ~ , J
Es dec~r,l~ intervencin de ambos cnyuges supone dar CU~?lI~Iento a un requisito de eficacia denominado l~gtm~I~~d para :ontratar, el cual implica el 'poder de dI~posICI~nque tiene el sujeto en relacin a una determmada SItuacinjurdica' (MAssIMO BIANCA, Diritto Civile Tomo III [11 Contratto], Giuffr Editore, Miln, 1998: pp. 75-76). Tal supuesto resulta plenamente reconocido por nuestro sistema jurdico, ya que el mismo puede ser encontrado tambin en el artculo 161 del COIgO ~d' G '1 ~. I~ , a propsito de los efectos realizados por el deno~mado falsus procurator. La diferencia con el caso mate~a d~ ~utos es que, en la celebracin del contrato de consutucion de garanta hipotecaria, la demandada doa Monnsyd e F~' B atima Chong Arruntegui se present ante el anco demandado como nica propietaria del bien inmueble y adems declarando su calidad de soltera. ~~~o as, atendiendo a que se ha demandado la nu~e a ~: ~n acto jurdico, la norma sustantiva materia anlisis, al no recoger un supuesto de nulidad resulta ~plicable a los autos, por lo que esta pri~e:~ denuncia debe ser desestimada.
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Corno se puede apreciar, ante la ausencia de una sancin especfica en el Art. 315!.! del CC, la Sala asim~la su incumplimiento corno un supuesto de ineficacia que denva de la falta de legitimidad para obrar del cnyuge interviniente. Esta ineficacia sera reconocida por nuestro ordenamiento jurdico, segn se seala en la ejecutoria suprema, en el Art. 16P del CC, que regula la figura del falso procurador. A nuestro parecer, consideramOS que debido a la confusa regulacin que posee esta figura _ineficacia por falta de legitimidad- en nuestro ordenamiento jurdico, que ha llevado a su poca utilizacin en nuesrros tribunales, resultara inconveniente Ygenerara problemas mayores a los que actualmente presenta la solucin de nulidad, asumida generalmente en las sentencias de la Corte Suprema de Justicia de la Repblica. Ms adelante fundamentaremos cul es la solucin ms adecuada (acpite 2.5 del presente captulo).
2.4. Inconvenientes de estas soluciones Comencemos por las dos ltimas soluciones propuestas: la rescisin y la ineficacia relativa. La confusa delimitacin anulabilidad La ineficacia relativa, como ha quedado dicho, slo puede tener cabida entre los cnyuges, cuando uno de ellos se atribuye la representacin de su consorte, sin poseer poder alguno o poseyndolo se extralimita de sus facultades o las viola. Por otro lado, es de destacar que ante la confusa regulacin en nuestro CC, respecto de la ineficacia relativa del acto realizado por el repre entante sin poder, la mayor cantidad de casaciones emitidas por la Corte Suprema de Justicia se ha alejado de esta solucin, asimilndolo como un supuesto de
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anulabilidad. A manera de ejemplo, en la CASo 2100-95-LlMA se establecieron los alcances del Art. 1612 del CC, sealand~ que al establecer el Art. 2202 del cdigo sustantivo que la nulidad del acto jurdico no puede subsanarse por la confirmacin, resulta que en los casos previstos en el Art. 1612 del mismo dispositivo legal, invocado como fundamento de la nulidad del act jurdico, s puede ser ratificado, de acuerdo con lo expresad~ por el Ar:t. 172 del mismo cdigo, por lo que no puede tratarse de la nulidad del acto jurdico, sino de su anulabilidad (109) . Este es un error gravsimo de nuestra jurisprudencia nacional al confundir la ineficacia relativa (o inoponibilidad) con la anulabilidad, en su intento por descartar a la nulidad como solucin frente al acto realizado por el falso procurador. Es de recalcar que la anulabilidad permite la confirmacin del acto por la persona que particip en el acto jurdico, mas no su ratificacin; sta es una caracterstica propia de la inoponibilidad, a fa~or del t~rcero que no particip en el acto jurdico y cuya aquiescencia se requera para dar validez al acto del pseudorepresentante. Asimismo, tampoco se ha tenido en cuenta que la anulabil~dad debe ser prescrita expresamente por la ley y no puede ser VIrtual. ~rente a este criterio jurisprudencial, las sentencias que s han mterpretado correctamente el sentir del legislador resulCAS. NQ 100-95-LIMA del 2 de agosto de 1996 publicada en la de 1996, p. 2373. En igual sentido, CAS. NQ56097-ANCASH del 26 de febrero de 1998, publicada en la SCEP del 28 de mayo de 1998, pp. 1188-1189; CAS. NQ2192-97-CHIMBOTE del 5 de junio ~e :99_8, publicada en la SCEP del 6 de agosto de 1998, p. 1527; CAS. N 3899 CANETE del 13 de agosto de 1999, publicada en la SCEP del 19 de octubre de 1999, pp. 3778-3779; CAS. NQ2064-99-LIMA del 26 de noviembre de 1999, publicada en la SCEP del 7 de abril de 2000, p. 4973; CAS. NQ 926-2000-LIMA del 18 de julio de 2000, publicada en la SCEP del 30 de octubre de 2000, p. 6377 y CAS. NQ1021-96-HUAURA del 25 de noviembre de 1996, publicada en la SCEP del 11 de mayo de 1998, p. 979.
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. do minora(llO). Como ejemplo de estas ltimas, en la . ta!1S~le~ 3777-200&-LAMBAYEQUEdel 5 de diciemb.r: de 2006, eA C"l Permanente de la Corte Suprema defimo correctaSala IV! la 1 ratificacin del acto jurdico celebrado por el repremente a . ediendo su poder o cuando no exista e l mi mismo (Ar t. entante exc . /. ~62 CC) de la confirmacin del acto Jundlco que adolece de anulabilidad (Art. 231 CC):
El supuesto de exceso de representacin o ausencia de la misma no puede considerarse como un caso de invalidez del acto jurdico, porque no afecta la relacin al representado, porque el representante se. ha excedido en su representacin o simplemente no existe poder; constituyendo este caso un supuesto esp~cial de ineficacia del acto jurdico. Teniendo en cuenta la diferencia expresada anteriormente, el acto jurdico celebrado por el representante excediendo su poder o cuando no exista el mismo, puede conllevar a la ratificacin/del acto ~urdic? ~or el representado, conforme al articulo 162- del Cdigo Civil, supuesto que resulta ser diferente al caso de la confirmacin del acto jurdico que prev el artculo 231 del mismo cdigo y que se aplica para el acto jurdico que sufre de una causa de anulacin para efectos de sanear el vicio que lo contiene, no pudiendo en este sentido , confundirse ambas instituciones, como
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SCEP del 16 de octubre de 1998, pp. 1936-1937; CAS. W 2021-97-LIMA del 12 de octubre de 1998, publicada en la SCEP del 5 de diciembre de 1998,
pp. 2148-2149; CAS. NQ1626-2001-LIMA del 14 de diciembre de 2001, publicada en la SCEP del 1 de abril de 2002, pp. 8564-8565. El tema merece ser materia de un Pleno Casatorio. 191
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lo ha efectuado la Sala de mrito; ni confundirse la naturaleza de lo previsto en el artculo 161!:!del anota~o cuerpo legal, que prev un supuesto particular de meficaCl: del acto jurdico, con la disposicin del artculo 221- del acotado, que prev el supuesto de a 1 ., d nu aCIOn el acto jurdico. Estas visibles contradicciones no Casatorio. deben ser materia d
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e, que el 1 . d re atrva-. se pro uce cuando el acto de representacin sin poder se Ii d encuentra Iga o a la comisin de un delito(lll). supuesto e 1 1 . idi ,n e cua comer imos, por tratarse de un acto contrario al orden bli ' es nulo (Art. 219, inc. 8 CC). PICO Efectuada esta aclaracin, podemos afirmar que el sup _ to de representacin sin poder es distinto del acto de di ue~ ., bi '. ISpOSIClan ar Itrano del patnmono social. En el primero el ' . t '. 1 ' conyuge m ervnnenre a ude tener la representacin de su consorte y por lo. tanto afirma que el bien pertenece a la sociedad conyugal; nuentras que en el segundo, el cnyuge interviniente vel~d~ como pr?pio un bien que pertenece al patrimonio social de ambos conyuges, sin indicar que es casado. Inconvenientes de la rescisin d En cuanto se refiere a la rescisin, si bien ha sido estableca por el Art 1539 del CC f . especi tcamerite para la compraven-
otras sentencias se ha sealado acertadament rimite . En d ., , e esta solucin -nos referimos a la ineficacia
de bien ajeno, la doctrina nacional considera viable que sus ta [111as puedan ser aplicadas por analoga a otros contratos so110 ( .. d ., bienes ajenos pennuta' surmrnstro, onacion, mutuo, arren~:~iento, comodato, depsito y renta vitalicia) (112); por lo. que uede sealar que el alcance de esta figura puede ampliarse seotrOS p . . supuesto contractua 1es. o o b stante, 1as l'irmtaciones :stablecidas por el propio legislador reducen inmensamente la osibilidad de realizacin de la compraventa de bien ajeno y la ~ircunscriben a un supuesto bastante especfico y de rara ocurrencia, en la medida que pocas personas estn dispuestas a celebrar un contrato de compraventa con un plazo suspensivo inicial, sin antes ser informados por el vendedor si el bien es o no suyo. Tal vez por ello, aunque basado en otros argumentos, Castillo es de la opinin que el actual Art. 1539 del CC debe derogarse(l13) . Por cierto, el autor de la propuesta legislativa consider necesario que en los supuestos de compraventa de bien ajeno, en los que no se haya sealado un plazo suspensivo inicial, y en tanto no se introduzca la correspondiente reforma en el CC, los jueces deberan integrar los contratos de compraventa de bienes ajenos con sendos plazos suspensivos iniciales que permitan su ejecucin-v!". La respuesta de nuestra jurisprudencia nacional-ante esta complicada regulacin y para sorpresa dellegislador-, ha sido
(111) CAS. N 1354-99-LI SCEP del 18 . . MA del 7 de octubre de 1999, publicada en la LAMBAYE de dICIembre de 1999, pp. 4327-4328 Y CAS. N 2792-00. 1" d 2 QUE del 26 de enero de 2001, publicada en la SCEP del 2 de J u io e 001, pp. 7337-7338.
(112) En este tema, coinciden DE LA PUE~TEY LAVALLE, Manuel, El contrato en general. Comentarios a la Seccin Primera del Libro VIII del Cdigo Cunl; 2 ed., PUCP, Lima, 1993, 1 parte, pp. 436-439 Y CASTILLO FREYRE, Tratado de venta, cit., T. I1I, Vol. XVIII, pp. 35-36.
(113)
CASTILLO FREYRE, Tratado de venta, cit., T. I1I, Vol. XVIII, pp. 27-157.
(114) DE LA PUE~TEY LAVALI.E, El contrato en general. Comentarios a la Seleccin Primera del Libro XIII del Cdigo Civil, cit., p. 82.
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ealar que la compraventa de bien ~eno es nula y no rescindi_ ble com~ se infiere ~ partir de una interpretacin literal del Art. 1539- Cc. La razon fundamental que ha motivado a la Corte Suprema de Justicia a sealar este criterio, en diversas sentencias emitidas en casacin, se sustenta en que la venta de bien ajeno es tipificada como delito por la ley penal (Art. 197Q, CP) por lo tanto se trata de un acto jurdico contrario al orden pblico (artculos VII del Ttulo Preliminar y 219, inciso 8 CC). As, lo ha establecido la Sala Civil Transitoria, en la CAS. Q 354T-97-CUSCO(l15),con los siguientes argumentos que pasamos a exponer: En materia de la venta de una cosa ajena, deben distinguirse dos situaciones: a) cuando el vendedor hace presente que se trata de cosa ajena, lo que es lcito e importa la obligacin del vendedor de procurar la tran ferencia del bien a favor del comprador como prescribe el Art. 1537Q CC, concordante con el Art. Q 1409 , ine. 2 del mismo cdigo, y b) cuando se vende como propio lo que es ajeno, lo que constituye delito previsto y penado en el artculo 197, ine. 4 del Cdi-
go Penal y por tanto acto ilcito contra~~ al orden pblico, que reprueba la ley ci~l y sanCloo~acon la nulidad del acto, conforme al artculo 219-, 111CS. 4y8 del cdigo sustantivo. [...] El artculo 1539 del CC que permite al comprador demandar la rescisin de la venta del bien ajeno, no es aplicable a una accin de nulidad, adems de que slo puede ser ejercida por el comprador que ignoraba que el bien no perteneca al vendedor, y an en este caso, siempre que la interponga antes de que el vendedor adquiera el bien para cumplir con la obligacin de transferirlo. La interpretacin realizada por la Corte Suprema de Justicia super la previsin del autor de la propuesta legislativa, quien en su oportunidad argument que la compraventa de bien ajeno, al haber sido permitida por el CC de 1984 -a diferencia de sus antecesores los CC de 1852 (que lo declaraba nulo) y de 1936 (que lo declarable anulable)-, ya no constitua el delito tipificado como estelionato en el Cdigo Penal; en la medida que de acuerdo con dicho ordenamiento legal, est exento de pena el que practica un acto permitido por la ley. Sera -agrega- absurdo reconocer, de un lado a una persona la libertad de actuar en nombre de un inters determinado y, de otra parte, de calificar tal actividad de ilcita(1l6). En todo caso, debemos sealar que al considerarse que la compraventa de bien ajeno est afectada por nulidad, se debe tener en cuenta que sta suprime a la rescisin, debido a que produce una ineficacia erga omnes.
(115) CAS. 354T-97-CUSCO del 5 de diciembre de 1997, publicada en la SCEP del 10 de abril de 1998, p. 648. En igual sentido, la CAS. IQ 1?~7-97-PU 10 del 19 de octubre de 1998 publicada en la SCEP del 10 de diciembre de 1998, p. 2207; la CAS. NQ 1376-99-HUNUCO del 28 de setie:nbre de 1999, poublicada en la SCEP del 22 de noviembre de 1999, pp. 40/1-4072; CAS. - 2988-99-LIMAdel 12 de abril de 2000 publicada en la SCEP del ~7 ~e setiembre de 2000, p. 6293; CAS. 0718-99-LAMBAYEQUE del 27 de junio de 2001, publicada en la SCEP del 2 de enero de 2002, pp. 8~1l-8212 Y CAS. 1942-2001-AREQUIPAdel 15 de octubre de 2001, publcada en la SCEP del 2 de febrero de 2002, p. 8295. Una sola sentencia ha seguido sealando que la venta de bien ajeno es rescindible: CAS. 113596-CHIMBOTE del 9 de diciembre de 1997, publicada en la SCEP del 3 de mayo de 1998, p. 867. El tema merece ser materia de un Pleno Casatorio.
Q Q Q Q
(1l6) DE LA PUEc-JTE Y LAvALLE, El contrato en general. Comentarios a la Seccin Primera del Libro VII del Cdigo Cioil; cit., pp. 447-449.
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Lo que queda claro es que la hiptesis de la compraventa de bien ajeno no se ajusta totalmente a la disposicin arbitralia del patrimonio social; en la medida que el patrimonio social no le es absolutamente ajeno al cnyuge interviniente (ni tampo_ co se puede afirmar que se trata de un bien parcialmente ajeno, supuesto del Art. 1540 CC) y la rescisin como solucin al problema slo puede ser invocada por el comprador (tercero que contrata con el cnyuge interviniente). En ese sentido, sumadas las dificultades antes mencionadas, dicho tema nos conduce a la revisin de la nulidad como solucin de la disposicin arbitraria del patrimonio social.
T: 1 concepcin ha sido compartida por la Sala Civil Trans.i. a la Corte Suprema de Justicia, co~o podemo~ advertir tona de d 1 CAS. N 1772-98-APURIMAC, la misma que lectura e a ., 1 d: 1 de a o tpico de falta de manifestaclOn de vo unta . .lustra un cas nOS1 ista voluntadJurdica se requiere de la Para que eXI . . . . de elementos internos (dlscermmlento, concurrenCla . ., ., voluntad) y externos (manifestacin): que, intenClon Y 1 lementos internos queda formada la vo uncon 1os e .. di tad la misma que para produClr efectos Jun lCOSre.' e sea manifestada que la voluntad declaraqUIere qu ' . da es la voluntad exteriorizada por m~~lO de declaraciones y comportamientos, siendo la umca que puede ser conocida por el destinatario. [ ... ] Al haberse determinado que la minuta anteriormente glosada ha sido firmada slo por el ~ema~~ante, es claro que no se ha producido la mamf~sta.clOn de voluntad, es decir, que no ha sido exteriorzada en la forma sealada en el quinto considerando de est~ resolucin [transcrito en el anterior prrafo], atendIendo a que la voluntad de algn modo exterioriza~a (manifestada) es elemento dinmico por excelen~la del mundo jurdico; incurrindose, en consecuenCla, en una interpretacin errnea del Art. 140 CC, al no haberse tenido en cuenta este requisito esencial(l17). . 1a f alt a de manifesta-. Como consecuencia de lo antenor, cin de voluntad, como elemento desencadenan te de la nuli-
Problemas que origina la solucin jurisprudencial Como indicramos anteriormente, la nulidad es la solucin jurisprudencial a la disposicin arbitraria del patrimonio social. Para ello, la Corte Suprema de Justicia ha establecido como criterio que la falta de intervencin conjunta de ambos cnyuges en los actos de disposicin (y de gravamen), sea a ttulo gratuito u oneroso, de los bienes que conforman el patrimonio social equivale a la ausencia de manifestacin de voluntad como elemento esencial de los actos jurdicos (Arts. 140 y 219 CC). osotros discrepamos de este razonamiento. Para explicar adecuadamente nuestra afirmacin, se hace necesario previamente definir qu significa manifestacin de voluntad. Como tal debemos entender la exteriorizacin del designio del sujeto; es decir, el acto jurdico requiere como elemento esencial-ciertamente su ncleo central- que el querer interno de los sl~etoS sea manifestado adecuadamente. Esta exigencia tiene como premisa una consideracin elemental, segn la cual ningn fenmeno psquico puede aprehenderse, ni puede revelarse como acto, sino en virtud de un comportamiento humano idneo para manifestarlo, como lo sealan los Arts. 140 y 141 del CC. 196
CAS. NI! 1772-98-APURMAC del 28 de enero de 1999, publicada en la SCEP del 16 de abril de 1999, pp. 2904-2905.
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dad del acto jurdico, se configura cuando la declaracin de esta no tiene la intencin de provocar efectos ni prcticos ni jurdicos, o simplemente no existe. En ese sentido, con relacin al Art. 219, ine. 1 del CC, es suficiente -como elemento esen_ cial del acto jurdico---Ia manifestacin de voluntad ,del cnYuge interviniente en el acto de disposicin arbitrario. Este ha exte_ riorizado su voluntad y lo ha hecho conocer al tercero COn el cual negoci. Postular lo contrario, implicara que la naturale_ za del acto -en este caso de disposicin del patrimonio sociaj., -deterrnine la eficacia o no de la manifestacin de voluntad del sujeto; lo cual contradice abiertamente a la doctrina especiali_ zada en el tema(1l8). Nos explicamos: si la manifestacin de voluntad del cnyuge no interviniente es nula, lo es para todo efecto; no slo para el acto de disposicin arbitrario del patrimonio social. En todo caso, el error del juzgador obedece a que el enunciado amplio del Art. 219, inciso 1 del CC corre la suerte de toda generalizacin y abstraccin, perdindose a veces en la penumbra. Tampoco puede argirse como lo hizo Belaunde (vase acpite 2.2 del presente captulo) que el acto se encuentra aquejado de nulidad por poseer un objeto jurdicamente imposible; ya que el bien social al que se refiere, es un bien como cualquier otro, sujeto al trfico comercial, cosa distinta es el hecho que su disposicin est supeditada al asentimiento conjunto de los cnyuges por mandato del Art. 315 del Cc.
. ta, nos pa rece ms lgico que so la D de nuestro punto de Vl "0 es . bi t ro del patnmom . d del acto de disposicin ar 1 ra dicho acto hda no uestro ordenamiento legal, obedece a que l tos cial, en n . 'blico a e ar de poseer los e emen . es contrano al orden p~ di ~omo supuesto de nulidad vir. 1 de todo acto Jun lCO. . esenCIa es d dicho acto es contrano a ' configura cuan o . . .una tu al ' esta e . iri de las normas dispositivas, . que por OpOSlCl norma imperatlva"'d or la voluntad de los particulares. d ser sustitu as p did no pue .en b d or el pronunciamiento expe 1 o por Esto ha SIdo corro ora o ~ 1 Corte Suprema de Justicia, en la la Sala Civil Permanente e a CAS. l021-96-HUAURA:
, . es nu 1o, a d e ms cuanEl acto jurdico . de otras causales, d blido es contrario a las leyes que mteresa~ a~?r e~ePel in co a las buenas costumbres tal como o .1SpO . Y8 d 1Art 219 del CC en concordancia con e~Art. CISO e . ., V del Ttulo Preliminar del mismo co di 19o sustantivo.
[...] La anotada causal sustantiva de nulidad se fUI ndtaam :: . . 'l de a autono ma de l a vo un d. ta en la limitacin . dilCOS e celebran con razn a que los actos Jun ., travide niendo normas imperativas . que son la expreslOn iti . d 1orden pblico; estas nulida es no op eran 1automa d de decamente, sino que los jueces tienen l~ fac~r~tiva conclararlas con el sustento de la norma lmp 1 eral . da' , por o gen rohi- , travenida por la autonoma ' pnva estas nulidades estn integradas a las nOdrmasmPl'ento . coni to de l or ena bitivas provenientes de l conJun jurdico(119).
(118) Vide BIGLlAZZI GERI et al., Derecho civil, cit., T. 1, Vol. 2, pp. 738-743; Negocio Jurdico. Estructura. Vicios. Nulidades, ci t., pp. 58-71; LOHMAN~LUCADE TENA, El negocio Jurdico, cit., pp. 101-109,530-532; DiEZ PlCAZO/GULL~, pp. 479-482, n. 67; DOMNGUEZ MARTiNEz,]orge Alfredo, Derecho civil. Parte general, Personas, cosas, negocio jurdico e invalidez, 4 ed., Porra Mxico, 1994, pp. 523-526 YVIDAL~"'REZ, Fernando, El actojurdico en el Cdigo Civil peruai no, 2 ed., Cultural Cuzco, Lima, 1990, pp. 80-88 Y 412-413.
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C.HUAURA del 25 979 de noviem . b re d e 1997 , publica(119) CAS. g 1021-9vda en la SCEP del 11 de mayo de 1998, p. .
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Sobre el particular, debemos llamar la atencin que la Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema de Justicia, en su CAS. N 3702-2000-MOQUEGUA del S de junio de 2001, ha realizado una peligrosa diferenciacin entre normas de orden pblico -cuya observancia es obligatoria para todos- y normas imperativas -cuya observancia es obligatoria slo para las personas que se encuentran dentro del supuesto de hecho de las mismas-, para luego ubicar a las normas de Derecho de familia dentro de las normas imperativas, porque slo son obligatorias para las personas que se encuentran dentro de una relacin jurdica matrimonial, sealando que por esta razn, su incumplimiento no genera nulidad virtual, porque sta slo est destinada al incumplimiento de normas de orden pblico (Art. V del Ttulo Preliminar del CC). En realidad, las normas imperativas son la expresin del orden pblico y el Derecho de familia, si bien contiene primordialmente normas imperativas, tambin posee normas dspositvas'"?'. El Art. 315Q del CC es una tpica norma imperativa, en la medida que la regla de la intervencin conjunta de ambos cnyuges en los actos de disposicin del patrimonio social no puede ser sustituida por uno de los cnyuges, salvo las excepciones que la misma ley establece. Por lo que su incumplimiento acarrea nulidad, conforme lo sealan los Art. V del Ttulo PrelimiQ nar y 219 , inc. S del CC. En un reciente pronunciamiento, la Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema de Justicia consider que el acto de disposicin arbitrario del patrimonio social es
nulo por falta de manifestacin de voluntad.(Art. 219 inciso 1 CC) y por ser contrario a las normas que interesan al orden blico (Art. V del Ttulo Preliminar del CC). Se trata de la ~AS. !! 3156-2001-LORETO del 13 de febrero de 2002. En cam. d e acuerdo con .el. razonamiento expuesto por onosotros, se bo. ronunci la Sala CIvIl Permanente, en su CAS. N- 2117-2001PrMA del S de julio de 2002(121), aunque acepta en un extremo,
~on el objeto de desechar su imp~si.~ilidad)ur~ica (Ar~. 219 , inciso 3 CC)- que el acto de disposicin arbitrario se eqUIpara a la venta de un bien ajeno. Con todos estos pronunciamientos singulares, la nulidad or falta de manifestacin de voluntad sera el criterio general ~ue, como salida, procura nuestr~ ord~nami~nto .legal al acto de disposicin arbitrario del patrimomo social; sin embargo, cabe preguntarse si la nulidad como tal, puede adecu~rs~ al contexto de la vida familiar. Para ello, nos serviremos del SIgUIente pronunciamiento judicial, por el cual la Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Justicia ha definido los caracteres de la nulidad, diferencindolo de la anulabilidad, en los siguientes trminos: En la teora de la invalidez del acto jurdico, se distingue la nulidad de la anulabilidad, de tal manera que es nulo el acto jurdico al que le falta un requisito esencial, sea contrario a una norma imperativa o sea ilcito (Art. 219Q CC) y es anulable aquel que tiene un vicio invalidante no visible y subsanable (Art. 221 Q CC).
(120) CAS. NQ 3702-2000-MOQUEGUA del 8 de junio de 2001, publicada en la SCEP del 1 de octubre de 2001, pp. 7783-7784. Al respecto, vase PUlG BRUTAU, Jos, Introduccin al Derecho cioil; Bosch, Barcelona, 1981, pp. 17-21, 36 Y374-377; VIDAL RA.\1IREZ, "la representacin en el mbito del Derecho de familia, cit., pp. 55-57 Y417-418 Y PLCIDO, Manual de derecho de familia, cit., pp. 115-117.
(121) CAS. 3156-2001-LORETO del 13 de febrero de 2002, publicada en la SCEP del1 de julio de 2002, pp. 8941-8942. CAS. NQ 2117-2001-LlMA del 8 de julio de 2002, publicada en la SCEP del 1 de octubre de 2002, pp. 9284-9285.
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En el primer caso, cualquiera que tenga inters o el Ministerio Pblico pueden pedir la declaracin de nulidad, y aun declararse de oficio por el juez; y la declaracin de nulidad surte efecto ab initio, es decir, el acto nulo resulta inexistente (Art. 220Q CC); en el segundo caso, la nulidad slo se declara a peticin de aquellas personas en cuyo beneficio la establece la ley (Art. 222Q CC)>> (122). Conforme a este pronunciamiento, la nulidad produce una ineficacia que importa una sancin irrestricta e ilimitada, debido a que el vicio que le aqueja desde su nacimiento es muy grave; dado que no contiene uno de los elementos esenciales del acto jurdico -sealados por el Art. 140Q del CC- o es contrario al orden pblico o a las buenas costumbres -segn el Art. V del Ttulo Preliminar del CC-. En coherencia con esta gravedad, la ley permite que la nulidad sea invocada por cualquiera que tenga inters o por el Ministerio Pblico. No obstante, la jurisprudencia se ha encargado de sealar una limitacin a este ltimo requisito, que nos parece atinada en el mbito de la disposicin arbitraria del patrimonio social: el cnyuge interviniente no puede solicitar la nulidad del acto, en razn de que repugna a la moral y al Derecho que alguien pueda prevalerse o beneficiarse de su propio dolo. A manera de ejemplo, la CAS. N 62T-97-HUAURA del 23 de setiembre de 1997 y la CASo 109499-LA LIBERTAD del 8 de setiembre de 1999 , esta ltima , ante la pretensin de la demandada de solicitar la nulidad del acto de gravamen otorgado a favor del Banco ejecutante, seal que la recurrente [demandada] figura con el estado civil de solte-
u Libreta Electoral y en la escritura de compra del inra en s 1 ueble que hipotec a favor de la demandante,. po~ ,o que su J11 ., de que al momento de contraer la obhgacIOn era eaalegaClon . ue se trata de un bien adquirido con su esposo, Importa sada y q . dolo. Estos casos amp l'ian 1os derecho en su propIO fundar un Art 226 del CC<123). supuestoS d e1 . Sumado a lo anterior, est el hecho que la nulidad es . b able mediante confirmacin; motivo por el cual se ofremsU san l bi e: 1 o una solucin demasiado severa para e am ItOranu lar, cecom . .. dentro del cual, no es raro que el cn~ge no intervimente con posterioridad, manifieste su co~f~rmldad con ~l acto, ya sea ue beneficie al inters familiar o porque simple y llanaporq . . . mente lo estime ms ventajoso que no otorgar su consentImIen
to al acto. En ese sentido, la solucin que nuestra jurisprudencia nacional provee, por ser radical e insalvable, no es la ms a:orde a la vida familiar y ms bien nos lleva a afirmar que desalienta la armona conyugal. Con lo cual, no estamos afirmando que la nulidad no haya sido hasta ahora un arma eficaz para la pretensin del cnyuge no interviniente que aspiraJiberarse de la pretensin del tercero sobre el patrimonio social; de hecho, aqu~nos cnyuges que han presentado este tipo de accin han reClbido una respuesta adecuada a su inters -destr:uir los efe~t?s del acto jurdico-; lo que criticamos es que la mte~pretaCIon realizada por la Corte Suprema de Justicia es insufiCIente para suplir el vaco que deja a su paso la actual redaccin del Art. 315 del CC, respecto del instrumento legal a utilizarse frente al acto de disposicin arbitrario del patrimonio social.
CAS. NQ 505-97-LIMA del 14 de mayo de 1998, publicada en la SCEP del 05 dejulio de 1998, pp. 1394-1395. Asimismo, CAS. NQ 1522-96 LA LIBERTAD del 24 de febrero de 1998, publicada en la SCEP del 12 de mayo de 1998, pp. 1002-1003.
(122)
(123) CAS. NQ62-T-97-HUAURA del 23 de setiembre de 1997, publicada en la SCEP del 27 de febrero de 1998, p. 460. CAS. NQ 1094-99-LA LIBERTAD del8 de setiembre de 1999, publicada en la SCEP del 28 de noviembre
de 1999, p. 4182.
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2.5. Cul es la solucin adecuada? A fin de establecer la solu~in ms adecuada al problema planteado en nuestro orderiamiento jurfdico , es necesa no . revi. . sar los antecedentes en nuestro Derecho patrio y los modelos que ofrece la legislacin comparada. El texto original del Art. 188 del CC de 1936 estableci co:n0 regla que el marido poda disponer del patrimonio social a"titulo oneroso, .a contrario sensu se entendi que no 1o perrru. . tia a titulo gratu.lto. La Corte Suprema de Justicia declaraba infundada cualquier pretensin de la muier dirigida a de' . . ..,. :J Jar SIn efecto la dlSposl:lOn realizada por el marido a ttulo oneroso. Luego de la modl~cacin realizada por el Decreto Ley NQ17838, la re.gla f~e la nulidad de los actos de disposicin arbitraria del ~atnmomo social'F". Con posterioridad a la modificacin reali~ada por el Decreto Ley N 17838 del 30 de setiembre de 1969 ~ICho artculo seal como regla que la intervencin de la mu~ Jer se requera para la disposicin del patrimonio social ya sea a ttulo gratuito u oneroso. Con todo, la administracin de dicho patrimo~io siempre se encarg al marido; salvo respecto de aquellos bienes que la mujer posea en calidad de reservados y que se encontraban bajo su administraciri'P!'. Junca se estableci en este sistema cul vendra a ser la sancin aplicable en caso se infrinja el Art. 188 del CC de 1936. A pesar de ello,
debemoS anotar que el Art. 189 de este cdigo estableci que la mujer poda oponerse a todos los actos del marido que excedan de los lmites de una administracin regular, mediante juicio de menor cuanta. Lo cual llevara a pensar que el rgimen anterior estableci como regla la inoponibilidad a favor de la mujer; pero la jurisprudencia derivada del mismo se encarg de desvirtuarla, sealando como nica va la nulidad. Por su Q parte, Valverde(126)seal qu: ,e~Art. 189 ~el CC de 1936 slo era aplicable cuando el acto 11lCitO del mando que afecta el patrluonio social est en ejecucin, mas no en el supuesto que ste se hubiera consumado. En todo caso, la mujer poda solicitar judicialmente la modificacin del rgimen de sociedad de gananciales por el de separacin de patrimonios, cuando el marido abusaba de sus facultades respecto del patrimonio social. Esta posibilidad que la estableci el Art. 241 , inc. 3 del CC de 1936, tambin aparece en los Arts. 297 Y329Q del actual CC, a favor de ambos enyuges(127); agregndose que tambin opera cuando cualquiera Q de ellos acta con dolo o culpa. Adems, el Art. 292 del CC seala que si cualquiera de los cnyuges abusa de los derechos que le confiere dicho artculo -se refiere entre ellos, a representar a la sociedad conyugal individualmente dentro de las necesidades ordinarias del hogar y actos de administracin Y conservacin-, el Juez de Paz Letrado puede limitrselos en todo o en parte, mediante proceso abreviado. Estas salidas son poco usuales en la prctica procesal y ciertamente crean un mayor conflicto entre los cnyuges.
' CASTA:\:EDA, . (124) Al " re specto, vease jorge Eugenio Cdigo Civil. Concord~nczas y jurisprudencia de la Corte Suprema al da 6 ed.' Talleres Villa nueva ~lma, 1978, T. II, pp. 88-91 Y la CAS. N 366-95-LAMBAYEQUE del 25 d~ ebrer~ de 1997, publicada en la SCEP del 1 de diciembre de 1997 p. 107 ( repetido en la p. 389). ' El A' 20.6o 1t. del CC de 1936 estableca como bienes reservados: el p dueto ~el trabajo de l.~mujer y l~ que sta obtenga por el usufructo legal sobr: los ble?es de sus hIJOS. Estos bienes eran administrados por la muier podan ser dispuestos por ella, a ttulo oneroso (Art. 207 del CC de 19i6). Y
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(126)
492-501.
(127) Respecto de esta opcin, vase CAS. N2 2148-2001-CAjAMARCA del 12 de noviembre de 2001, publicada en la SCEP del 2 de febrero de
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En la legislacin comparada, existen diversos istemas qUe, con el objeto de lograr la igualdad entre marido y mujer en la economa conyugal, ofrecen diversas soluciones al problema planteado. As, el CC espaol ha considerado a la sociedad de gananciales como el rgimen patrimonial del matrimonio a falta de capitulaciones matrimoniales o cuando stas sean ineficaces. Adems existen dos regmenes patrimoniales ms: la separacin de patrimonios y el rgimen de participacin. La administracin -gestin y disposicin- de la sociedad de gananciales corresponde conjuntamente a ambos cnyuges (Art. 1375). Cdigo Civil espaol Artculo 1375.- En efecto de pacto en capitulaciones, la gestin y disposiciones de los bienes gananciales corresponde conjuntamente a los cnyuges, sin perjuicio de lo que se determina en los artculos siguientes. Este cdigo contiene dos tipos de sanciones respecto de la disposicin arbitraria del patrimonio social: para los actos a ttulo oneroso (artculos 1377 y 1322), seala como sancin de ineficacia la anulabilidad; mientras que para los actos a ttulo gratuito (Art. 1378), seala como sancin de ineficacia la nulidad. Cdigo Civil espaol Artculo. 1322.- Cuando la ley requiera para un acto de administracin o disposicin que uno de los cnyuges acte con el consentimiento del otro, los realizados sin l y que no hayan sido expresa o tcitamente confirmados podrn ser anulados a instancia del cnyuge cuyo consentimiento se haya omitido o de sus herederos.
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, 1 gratuito soNo obstante, sern nulos los actos a ttu o . bre bienes comunes si falta, en tales casos, el consentimiento del otro cnyuge. Artculo. 1377.- Para realizar actos de disposici~ ~ ttulo oneroso sobre bienes gananciales se requenra el consentimiento de ambos cnyuges. lo negare o estuviere impedido para . prestado, . Sluno dr l i ez previa informacin sumana, autonzar P? ra e JU , .. id d 'os actos disposinvos cuando lo consi ere e uno o van . ' . ' par a la familia ExcepclOnalmente, acordara mteres . las limitaciones o cautelas que estime convementes. Artculo. 1378.- Sern nulos los actos a ttulo g:atuito si no concurre el consentimiento de ambo~ conyuges. Sin embargo, podr cada ~no de ellos reahzar con los bienes gananciales liberalidades de uso. Tratando de encontrar una lgica a esta distincin, DiezPicazo y Gulln sealan lo siguiente: LaJ'ustificacin podra tratar de buscarse en la nece., l c ge que sidad de otorgar una mayor protecClon a ~onyu . no interviene cuando la disposicin ha sido gratUlta, de manera que mientras que en los act~s a ttulo o~eroso por el juego conjunto de los ar~l~~los 1322 ~ 1377 se llega a la anulabilidad con poslblhdad de con firmacin, la categrica frmula ('sern. nulos'). del artculo 1378 parece conducir a una nulIdad radICal, ., que exacabsoluta e insanable. Esta conc 1 USlOn es, aun tajurdicamente, probablemente excesiva, porque no hay razn para que el acto a ttulo gratuito n.o pueda ser confirmado por el cnyuge que no lo hubiera consentido en el momento de su realizacin.
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La razn, del trato diferente se encue n tr 1 a en que los actos a titulo oneroso permiten u'na vra para suplir . 1 falta del otro c . , del . consentimiento .. onyuge (1a autori ~ zacion judicial) que no es en carnbi10 posiibl e en los, actos a ttulo gratuito , porque el u 'tul o oneroso puede ser ~~a consecuencia necesaria o razonable de la . reCCIOnde la economa familiar y la negativa i~ust~~ cada no ~uede ser nunca una barrera infranqueabl En cambio, los actos a ttulo gratuito no s e. t r e encuenran en esa I~ea. No son necesarios nunca y slo ueden ser realizados si ambos cny 1 ~ ten128 uges o consten-
yecto de reformas al Libro IlI: Derecho de Familia (2006)(130), a favor de establecer que la disposicin unilateral de los bienes de la sociedad de gananciales debe ser sancionada con anulabilidad, a solicitud del cnyuge que no intervino o de sus herederos. Especficamente, respecto de los actos de disposicin arbitraria del patrimonio social a ttulo gratuito, verbigracia, el~, nada obsta que la cnyuge no interviniente (esposa de Mujica Gallo) pueda otorgar su asentimiento con posterioridad a la celebracin del acto, posibilidad que estara proscrita en el supuesto que se considere que la sancin aplicable es la nulidad. En obsequio a la armona conyugal, el cnyuge no interviniente debera contar con la posibilidad de confirmar el acto de su consorte realizado sin su asentimiento y a ttulo gratuito y de no estar de acuerdo, siempre tendr la va judicial para dejarlo sin efecto. El CC chileno, al igual que el CC espaol, considera tres regmenes patrimoniales. En la sociedad conyugal -rgimen patrimonial en ausencia de capitulaciones matrimoniales-, el marido es el jefe y como tal administra los bienes sociales. En cuanto se refiere a los actos de disposicin, el esposo requiere del asentimiento de su consorte cuando pretende enajenar o gravar (o comprometerse a dichas acciones) inmuebles sociales o para entregar a ttulo gratuito los bienes sociales; as como para dar en arrendamiento o ceder la tenencia de los bienes inmuebles urbanos por ms de 5 aos y los bienes inmuebles rsticos por ms de 8 aos (Art. 1749). Los actos que infrinjan la regla antes indicada adolecern de nulidad relativa (Art.
En el debate parlamentario, inicialmente se propuso ger este modelo , con Darme puede verse en el Art. 315-B daco1 P ropuesta de enmiend 1 Lib e a No obstante d b as a 1 ro de Derecho de Familias"?'. , e emos anotar que en . ra justificacin para esta doble regut~~stro sI~em~: no existi-
(129) L a propuesta aparece en Cox ea Separata Especial P . CRESO ~STITl;YE:-';TE DDlOcRTlco royectos pr d . , Cdigo Civil de 1984 E esenta os a la Comisin de Reforma del , en l Peruano del 7 d Manual de Derecho de e '1" e enero de 1995 y en PLCllJO rarru la, cit ., pp . 172 - 177 , con la redaccin siguiente: '
Art, 315-B.- El acto practicad . ., 315-A Y que no haya sid ? ~on infraccir; de los Artculos 315 )' . o expresa o tacitarne t fi '" n e con irrnado, puede ser anu1a d o a mstancia del cn yuge no intervimente o de sus herederos.
bieries sociales practicad
No obstante, son nulos 1 .. ..?S actos ~: disposicin a ttulo gratuito de os SIn intervencion de ambos cnyu ges .. '
(130) COC\'GRESO DE LA Rr:rBLICA, Propuestas de reformas del Cdigo Civil. Proyecto de Reformas al Libro III: Derecho de Familia, 2006.
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o tenencia stas se red 1?57). En el ea o de arrendamiento ran a los plazos mximos establecidos por el Art. 1749. Cdigo Civil chileno Artculo. [ ... ] El ~arido no podr enajenar o gravar voluntariament~ m pr?meter enajenar o gravar los bienes races sociales hereditarios de la m'uJer, SIn . aut . m ., losd derechos ' orizacion . di . ., . e esta. o podr tampo co, SIn lCh a auton.zacIOn, ~Isponer entre vivos a ttulo gratuito de los bienes . sociales, salvo el caso del artculo 1735Q ,m d ~ d en ~rnen o o ceder la tenencia de los bienes races sOClale~ urbanos por ms de cinco aos, ni los rsticos por .mas de ocho aos, incluidas las prrrogas que hubiere pactado el marido . Si el marid . man o se constituye aval, codeudor solidario, fiador u otorga cual qUIera . ot ra cauCl~n res~ecto de obligaciones contradas por ~erceros, solo obh~ar~ sus bienes propios. En los casos que s~ refiere el mClSO anterior para obligar los bienes sociales necesitar la autorizacin de 1a mUJer. .
.
UC-
herederos. En ningn caso se podr pedir la declaracin de nulidad pasados diez aos desde la celebracin del acto o contrato. En el CC argentino, con posterioridad a las modificaciones realizadas por las Leyes s 11357, 17711 Y 23515, la sociedad de gananciales ha desaparecido para dar paso al rgimen de participacin en los adquiridos (o comunidad de gestin separada). Este es el rgimen que gobierna la economa conyu-: gal de los matrimonios argentinos, con una reducida concesin a las capitulaciones matrimoniales, que nicamente pueden servir para designar los bienes que cada cnyuge lleva al matrimonio y las donaciones que el esposo hiciere a la esposa (Art. 121 7) . La primera diferencia con el sistema anterior es la existencia de cuatro patrimonios: i) los bienes privativos del marido, ii) los bienes privativos de la mujer, iii) los bienes gananciales adquiridos por el marido y iv) los bienes gananciales adquiridos por la Q mujer. Conforme lo seala el Art. 1276 del CC argentino, los cnyuges durante la vigencia del rgimen patrimonial pueden disponer sus bienes como si estuvieran en un rgimen de separacin de patrimonios, el nico rasgo comn con la sociedad de gananciales consiste en que al fenecimiento de dicho rgimen se realiza igualmente una divisin a prorrata de las ganancias obtenidas por ambos cnyuges.
1749.-
Art '. 1.'57.- Los actos ejecutados sin cumplir con los requ~sItOS pres:ritos en los artculos 1749Q, 1754Q 1755- ado~eceran de nulidad relativa. En el caso dJ ~;~enda~I~n~o o de la cesin de la tenencia, el conlos t~ ;:~ra ~~~06~or el tie.mpo . y, . La nulidad no:es p~dran hacerlas valer la cesionarros , . El c u~ dri nema para ~ontara desde la dI~olucin de esde que cese la mcapacidad 210 se.alado en los artcuo moponibilidad antemujer, sus herederos o . Impetrar la nulidad se la sociedad conyugal, o de la mujer o de sus
Cdigo Civil argentino Art. 1276.- Cada uno de los cnyuges tiene la libre administracin y disposicin de sus bienes propios y de los gananciales adquiridos con su trabajo personal o por cualquier otro ttulo legtimo, con la salvedad prevista en el Art. 1277.
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La nica salvedad que seala este rgimen de gestin separada, se refiere a los actos de disposicin o gravamen de los bienes gananciales cuando se trate de inmuebles, derechos o bienes muebles cuyo registro han impuesto las leyes en forma obligatoria, aportes de dominio o uso de dichos bienes a sociedad y tratndose de sociedades de personas, la transformacin y fusin de stas. Respecto de estos supuestos, el Art. 1277'2 del CC argentino seala que se requiere el consentimiento de ambos cnyuges, mas no ha establecido -al igual que en el sistema peruano- cul viene a ser la sancin aplicable en caso falte el consentimiento del cnyuge no interviniente, lo cual ha abierto una polmica en la doctrina de dicho pas.
'b'lidad(131);mientras que para otros se trata.' de un vicio inopODl l b anado por el cnyuge no interVlDlente Ypor ue puede ser su s 'l'd d(132) q e trata de un supuesto de anulabl la lo tanto s ., . . lleva a la conclusin Un balance de ambas poslClones, nos ., . . ., doctrinal a favor de la anulablhdad ha SIdo acoe la pOSIClon .' (133) qu .' mente por laJ'urisprudenCla argentlDa . gida mayontana . l con las modificaciones reahzadas por la Ley C El e ita lana, d 1975 tambin regula a la comunidad. ;-..Q 175 del 19 de mayo . e le 'le) como rgimen legal supletoga . . . d e gan anciales (comunwne . 1 . es matrimomales (convenzwm . falta de cap rtu acio n . . , . no ~ . Adems regula dos regmenes patn~oDlales mas. matnmonz~ ~ . . 1 Y la separacin de bienes. Una de convenClOna . . 1a co munidad , . 1 .dad de gananClales en este sistelas caractenstlcas de a cornum
Lo que s ha quedado claro es que la manifestacin de voluntad del cnyuge de aqul que tiene a cargo los bienes gananciales asume el carcter de asentimiento ms no de consentimiento. Para algunos autores, este asentimiento es un elemento de eficacia del acto de disposicin y acarrea la
., T [1\[ Carlos Rgimen de bienes en A favor de esta p~sic~on, VIDAL 23515, 3 ed., Depalma, el matrimonio, con las modiflcacwnes dSela Le)rn t do YdeDerecho Civil; T. II, Vol. . 1990 362-371 Y POTA,ira a Buenos Aires, ',P?' 1 ue el supuesto se asemeja a la de III, pp. 55-57. Este ulumo autor sena a q. ponible deia la nulidad para .,' S10 po de 1 por lo tanto es 100 ':J representacion , los actos fraudulentos de los conyuges. .. , /Z '\'\0'\1 Manual de Derecho de (132) Comparten esta poslClon, BOSSERT A:. . 'f 1 d senmiento MALA x Jos Rafael La a ta e a familia, cit., pp. 266-267; f, SP!.A'rina de la C~rte Suprema de]uscia de conyugal y sus efectos se,gun la doct 1982-D . 1019-1027; BELLLSCIO, la Provincia de Tucuman, en La Ley, 9'8~PF .. . ATOEduardo, El r. ili . t T II pp. 85- , A'\ZOLn. , Manual de Derecho de jarn.lla, cit., " ~ va 1986 .67-80 YM:\m:zCOSTA, asentimiento consugal, Castillo Hnos., COldo R' bi ' Pl Pc lzoni Santa Fe, 1981, . sobresoae . d a d con)iueal u lnza - u , Mara] osefa, Estudios e " pp. 143-174. . R s Abel y ROVEDA, Edual(133) Segn nos informa FLEITAS ORTIZDE OSA'. 9001 109-110. . . La Ley Buenos Aires, , pp. do Roimen de bienes del matnmonso. '. d CC de 1998 en , b" . . a partir del Proyecto e ' El problema vuelve a tenervlgenCla, ., 1 noponibilidad. rt 466 como sarrcro n a a 1 el cual se considera, en su ru . ,
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ma consiste en diferenciar los supuestos de gestin ordinaria y extraordinaria del patrimonio social. Los primeros, se producen dentro de la administracin de los bienes de la comunidad y la representacin en juicio para los actos relativos a ella y Corresponden indistintamente a ambos cnyuges; mientras que los segundos, se encuentran circunscritos a los actos que exceden la ordinaria administracin y la estipulacin de contratos por los que se concedan o se adquieran derechos personales de goce y la representacin en juicio de sus respectivas acciones y corresponden conjuntamente a ambos cnyuges (Art. 180 CC italiano). El Art. 184 del CC italiano seala que los actos de gestin extraordinaria realizados por uno de los cnyuges sin el asentimiento de su consorte, o no convalidados por ste, son anulables si se refieren a bienes inmuebles o a los bienes muebles registrables. Estos ltimos son los siguientes: i) las naves y buques inscritos en los registros sealados por el cdigo de la navegacin; ii) las aeronaves inscritas en los registros indicados por el mismo cdigo; y iii) los vehculos inscritos en el registro pblico automovilstico. Si los actos ataen a bienes muebles de cualquier otra ndole, el acto realizado por el cnyuge interviniente es vlido, pero ste est obligado, a instancia de su consorte, a reconstituir la comunidad en el estado en que se encontraba antes de la realizacin del acto. En el supuesto que ello no sea posible, el cnyuge no interviniente est obligado al pago del valor equivalente del bien dispuesto, segn los valores corrientes a la poca de la reconstitucin de la comunidad. Cdigo Civil italiano Artculo. 184.- Actos realizados sin el consentimiento necesario Los actos realizados por un cnyuge sin el consentimiento necesario de su consorte y por ste no convalidados, 214
son anulables si e refieren a bienes inmuebles o a bienes muebles enumerados en el arculo 2683. La accin puede ser propuesta por el cnyuge cuyo consentimiento era necesario dentro de un ano desde la fecha en que ha tenido. conocimiento del a~to y ~n o caso dentro de un ao desde la fecha de mscnpto d . l c ha . , Si el acto no ha sido inscnto y e conyuge no Clan. . ., d 1 id conocimiento antes de la disolucin e a cotem o , 11' mas a a murn id a d , la accin no podr ser propuesta ., del ao computado desde dicha disolucin; S' los actos consideran bienes muebles distintos a los ~encionados en el primer prrafo, el cnyuge q~e l~.s ha realizado sin el consentimiento del otro esta obl~gado, a instancia de este ltimo, a restituir la com~md d en el estado en el que estaba antes de la realizac~n del acto o, en caso que ello no sea posible, al,pago del equivalente segn los valo:es corrientes a la epoca de la restitucin de la comumdad. La doctrina italiana ha sealado con acierto que dentro ~e la gestin extraordinaria de los bienes se encuentran ~o solo aquellos actos de eficacia real sino tambin obligatoria, sl~~~~e . .' , stitucin o adqulslCIOn que tengan por objeto la enajenacin, con de derechos reales sobre bienes inmuebles o bienes muebles re. . . ' ge pueda rebelarse gistrados'P". Asimismo, para que un conyu . que contra el comportamIento ar bi itrano d e 1o tro , es indiferente .. . di . 1 1 unidad (o a la famIlIa) el acto haya sido o no peIJu icia a a com . . is.Ia y es Irrelevante, ademas, la b uena o m al a e le e on la que actuaba el tercero al momento en que se ha estipulado el acto.
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BlA).;'CA , Massimo
'
Famiglia-Le Successioni],
pp. 86-87.
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a todas estas providencias , se ha sena - la d o q ~ Pese . practica procesal italiana no se en ue en la . d' . 1 cuentran pronunc' . JU icia es respecto del tema' lo 11 Iamlentos , que eva a Sostene l mente que los cnyuges sujetos al ~ . r a ternativa_ J reglmen legal so os del precepto legal (Art. 1802 CC' Ii n respetuo_ Ha iano ) para n . 1 nunca o que -como es preferible sostener 1 ~ o VIOarlo ~ . - os conyuge . a 1 regrmen legal son ya muy pOCOS(135). s SUjetos
***
. ~ Luego de esta revisin del Derecho com arado CIOna que la solucin que deb . p y en aten. ~. e asumir nuestro ord . jurdco debe tener en cuenta 1 enamlento que son propias del rgimen' ,~~r un ado, las caractersticas nes econmicas de los c jurr lCOque gobiernan las relacioal ordenamiento jurdiconyuges y~Plor otro lado, debe ajustarse de los actos jundco, co q~desena a las causales de ineficacia , nSI eramos que la .~ optar el legislador nacional es la " OpcIOn que debe disposicin arbitraria del narri a~ulablhdad de los actos de nuestro ordenamiento l: ~atn~ol1lo s.ocial. Ello enc"ara en en ste, el acto de dispOSI'CI'O~ g 'b . a .medlda que de acuerdo con . n ar Hrano del pat . . . tIene los elementos . l nm011l0 SOCIal conesencia es de tod . ~. . go, por contradecir una . o ac~ojurdico; SIn ernbar3152 del CC ~ norma ImperatIVa como lo es el Art. ,sena nulo (Art. 2192, ine. 8 CC)(136). Para evitar esta interpretaci h en nuestro CC n, se ace necesario incluir , como causal de a 1 bilid d miento del cnyu en' '. nu a 11 a ,la falta de asentig o InteTVIl1lente en los actos de diisposicion .. ~
(135) A _ _ esta conclusin arriba Fc\" Famzgba: Comento sistematico della Le e 90CCHIARO, ~fioo y Mar~o, ~irit~o_ di 1984, Vol 1 Artt 1 89 'gg< Maggzo 19/.J N-175 Ciuffr Miln -, . - ,pp. 1077-1078. " (136) En nuestr a doctnna, comparte esta posicin: PI.CIDO, pp_ 160-163_
arbitraria del patrimonio social; ya que, como sabemos, la anulabilidad slo tiene carcter expreso y no puede ser invocada en forma virtual. De esta manera, no se negar al cnyuge no interviniente la posibilidad de acudir al rgano jurisdiccional a solicitar la anulacin del acto realizado por su consorte, el mismo que tendr efecto a partir de la sentencia que lo declare; corno tampoco se le impedir otorgar su asentimiento con posterioridad a la celebracin del acto de disposicin arbitrario del patrimonio social, mediante la confirmacin (Art. 230 CC), como mecanismo sanatorio del mismo. Es pertinente indicar que el acto tambin quedar confirmado si el cnyuge no interviniente, conociendo la causal, lo hubiese ejecutado en forma total o parcial, o si existiesen hechos que inequvocamente pongan de manifiesto la intencin de renunciar a la accin de anulabilidad (Art. 231 CC). Admitindose esta solucin, la accin de anulabilidad del acto de disposicin arbitrario del patrimonio social ser facultad exclusiva del cnyuge no interviniente o de sus herederos, legitimados por el desmedro ocasionado en el patrimonio social, y no de cualquiera que manifieste inters o del Ministerio Pblico, como sera en el caso de conservarse la solucin jurisprudencial por la nulidad del acto. Asimismo, el plazo de prescripcin sera de dos aos (Art. 2001 , inc. 4 CC) y se admitira que eljuez evale la posibilidad de indagar los motivos de la pretensin del cnyuge no interviniente, las particularidades del negocio y su incidencia patrimonial; elementos valiosos dentro de los conflictos de los intereses derivados de las relaciones entre los cnyuges y los terceros; de tal manera que el tercero mediante contestacin o reconvencin podr defenderse segn los argumento expuestos en los acpites contenidos en el numeral 2 del pre ente captulo, e incluso solicitar el perfeccionamiento del acto, alegando el asentimiento tcito del cnyuge SUpuestamente preterido. Por su parte, el cnyuge interviniente
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podr solicitar al rgano jurisdiccional que supla el asentimien_ to de su consorte por negativa injustificada, para lo cual deber demostrar que el acto redund en beneficio de la sociedad o se realiz en forma ms ventajosa para ella.
Porque la nulidad, por definicin, arrastra a los negocios jurdicos derivados del negocio nulo. Por ello, de haber querido la ley dar proteccin a tales terceros, lo habra hecho explcitamente. Porque, tanto los anteproyectos de la Comisin Reformadora del Cdigo Civil de 1936 cuanto el Proyecto de Cdigo Civil incorporaron expresamente para el caso de nulidad, la proteccin de terceros adquirentes a ttulo oneroso y de buena fe. Debe suponerse, entonces aplicando el mtodo histrico de interpretacin de la ley que, si el legislador ha partido de los antecedentes legislativos antes mencionados sin haber incluido la norma de proteccin a terceros, es porque su intencin ha sido la de no hacerlo. Porque, unido a lo anterior, cabe sostener, interpretando a contrario sensu, que si el artculo 194 del cdigo, en el caso de simulacin, protege restrictivamente a terceros adquirentes a ttulo oneroso y de buena fe, es porque la norma general es la de no protegerlos. Porque, finalmente, interpretar en otro sentido dara lugar a graves problemas, como el determinar si se protege, de manera general a terceros de buena fe, sin interesar el ttulo de la adquisicin (137) Hay razones para desmentir esta posicin doctrinal, por su abierta contradiccin con las normas de proteccin a terceros adquirentes (Arts. 948 Y2014 CC) que nuestro CC provee. En
3.
ARCUME
3.1. La adquisicin a non domino La anulabilidad resultara aplicable a todos los casos de disposicin arb~traria del patrimonio social? En qu supuestos, el tercero podna protegerse de la anulabilidad presentada por el cnyuge no interviniente? La anulabilidad propuesta en el presente trabajo -o la nulidad como solucin jurisprudencialproduce la ineficacia del acto; por lo que algunos autores consideran que no puede servir de fundamento de ningn efecto negocial y origina una reaccin en cadena de nulidades, arrastrando titularidades, derechos, transmisiones de derechos, obligaciones y cargas, en fin, todo aquello que en el acto tuviere su fundamento, se apoyara en l o de l se derivase. As, una compraventa nula no dar lugar a la adquisicin de propiedad por el comprador, ni a la obligacin de pagar el precio. Por lo que, cabe preguntarse en qu supuestos los terceros Son protegidos por nuestro ordenamiento jurdico frente a la p~etensin del cnyuge no interviniente. Zusman opina que ~Ichos terceros slo han sido protegidos frente a la nulidad por sImulacin absoluta (Art. 194 CC), mas no en los dems supuestos de nulidad. Las razones que estima abonan a favor de su posicin son las siguientes: En nuestra opinin, el Cdigo Civil no ha protegido a terceros adquirentes por las siguientes razones:
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(137) Z SMA~ T;-.IMA;-.I, Shoschana, Teora de la invalidez y la ineficacia, en Ius et Veritas, Ao IV, N2 7,1993, p. 163.
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efecto, los terceros que adquieren guiados por los signos de recognoscibilidad que nuestro ordenamiento jurdico reconoce (la posesin y el registro) mantienen a su favor la propiedad del bien, aunque ste haya pertenecido al patrimonio social de los cnyuges y se declare la anulabilidad del acto de disposicin arbitrario del patrimonio social. Para entender el sustento de este sistema de proteccin a terceros, debemos precisar que la transferencia de propiedad en nuestro ordenamiento jurdico se realiza segn la teora del ttulo y el modo, por la cual, el proceso de adquisicin del derecho real de propiedad se produce en dos etapas. En la primera, como consecuencia del ttulo (entendido como el acto por el que se establece la voluntad de enajenacin del derecho), el futuro adquirente recibe un derecho de crdito a que el futuro transmiten te le transfiera el derecho real de que se trate. Hasta aqu nos encontramos en el campo del Derecho de obligaciones. Uno puede exigir y el otro debe realizar una prestacin: la conducta que consiste en transmitir el derecho real. En la segunda etapa, el enajenante cumple su obligacin, que consiste en realizar el modo o acto transmisivo del referido derecho real. Como complemento de lo anterior, en el caso de bienes n:uebles, la posesin es considerada como mecanismo de publicidad que permite determinar la propiedad del bien, conforme lo seala el Art. 912 del CC, al establecer que el poseedor es reputado propietario, mientras no se pruebe lo contrario. Por lo cual, la transferencia de la propiedad de dichos bienes se realiza me~iante la tradicin (Art. 947 CC), porque sta supone que el bien es entregado por aquel que es poseedor del bien. ~ ~a~era de ejemplo, el tercero slo podr defender su adquisicion SI se le ha entregado el bien mueble que se le ofreci. As, Mariell~ Chilquillo celebr un contrato de compraventa con juana Molma, por el cual sta se oblig a transferirle la propiedad de un televisor y dos parlantes; una vez pagado el precio, se dis220
USO a recoger los bienes muebles, dndose con la sorpresa que ~stoS haban sido embargados en forma de depsito a solicitud de Ren Daz, para garantizar el cumplimiento de una obligacin de dar suma de dinero. Enterada de ello, Marielly Chilquillo inici una tercera de propiedad. La Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema de Justicia, en la CAS. N 3202-98-ICA(l38), rechaZ dicha pretensin, bajo los siguientes argumentos: Conforme a lo prescrito en el Art. 947 del CC, la transferencia de propiedad de una cosa mueble determinada se efecta con la tradicin a su acreedor, salvo disposicin legal diferente; que en consecuencia, demostrado como est que los bienes embargados han seguido en poder de la demandada Uuana Molina], es obvio que en aplicacin de la citada norma el derecho de propiedad de la actora no est probado, como lo hace notar el juez en su sentencia y bajo este aspecto, conviene aclarar que el artculo 912 del mismo cdigo, citado por la Sala, no es que sea impertinente sino que ha sido errneamente interpretado. Por lo expuesto, el derecho del demandado don Ren Daz Espinoza, se encuentra amparado por el citado artculo 947 del CC que la Sala Civil ha dejado de aplicar, configurndose con ello la causal de inaplicacin de normas de derecho material. En consecuencia, normalmente los cnyuges de consuno pueden transferir la propiedad de un mueble social que poseen mediante compraventa (Art. 1529 CC) -ttulo-, la misma que se efectivizar mediante su tradicin (Art. 947 CC) -modo- al
(138) CAS. NQ3202-98-ICA del2 dejunio de 1999, publicada en la SCEP del 30 de setiembre de 1999, pp. 3625-3626.
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tercero comprador. Esta regla permite otorgar fluidez a las transacciones de bienes muebles, ya que el tercero slo necesitar asegurarse que la transmi in de la propiedad lo realiza quien es su po eedor y que por tal hecho se le presume propietario de dicho bien. Sin embargo, puede darse el caso que los terceros precisamente guiados por e ta presuncin, reciban la posesil~ de un mueble de quien no es propietario. o es raro que el verdadero propietario, una vez ubicado el bien, pretenda revindicarlo. Por lo que nos preguntamos si en nuestro ordenamiento jurdico merecen proteccin estos terceros. Es preciso entender que negar absolutamente algn tipo de proteccin significara crear desconfianza en los terceros adquirentes, afectando el trfico comercial. Por ello, el Art. 9482 del. CC seala en qu supuestos los terceros se encuentran protegidos frente a la proteccin del verdadero propietario, estableciendo que quien de buena fe y como propietario recibe de otro la posesin de una cosa mueble, adquiere el dominio, aunque el enajenante de la posesin carezca de facultad para hacerlo. Se exceptan de esta regla los bienes perdidos y los adquiridos con infraccin de la ley penal. Este supuesto es conocido en doctrina como la adquisicin a non domino. Aun cuando no se han registrado casos en casacin en los cuales se haya aplicado el artculo antes citado en la vida famili~r pueden ocurrir enajenaciones realizadas' por uno de los conyuges sin asentimiento del otro que se encuadren dentro del s~pue~t? de hecho del Art. 948Q del CC, como el caso que a c~~tmuaClon exponemos: Mara yJuan, durante la vigencia del rgimen de sociedad de gananciales, adquieren diversos artefac.tos el.ectrodomsticos. Un da,Juan se dirige a la casa de Luis, quren VIve al otro lado de la ciudad, y le ofrece venderle un televisor, sin expresarle que era casado y que el bien tena la calidad de mueble social. Finalmente, el bien es vendido por 250 nuevos soles y entregado a Luis en el mismo acto. Mara, 222
e lo ucedido reclama a Luis la devolucin del bien. eDtera d a d , . , , te le responde que la adquisicin la realiz de buena fe.y se Es ara en la adquisicin a non domino. En este caso, por eJemarnp 1 cnyuge no interviniente no podr lograr que la . 1 di" Plo, a'l'dad del acto traiga como consecuenCla a evo ucion b 1 aDUa 11 , . . . ueble social. El tercero habra adquirido la propiedad del de 1 rn , . .. ) bl un cuando el enaieriante (el conyuge mtervirnente a rnue e, :J , , de facultades para transferirlo, ya que requena el asencareCla 1, -o tirniento de su consorte (Art. 31~- CC). Examinemos a continuacin los requisitos que exige la adquisicin a non domino. En principio, debemos indica~ que esta figura slo se refiere exclusivame.nte a la transferencia del derecho de propiedad. Esto se apreCla del hecho que se haga alusin en el Art. 948Q del CC, a quien recibe la posesin del bien mueble como propietario y luego la consecuencia adquiere el dominio y se corrobora con la interpretacin sist~mtica, ya que el artculo antes citado se encuentra com~rendIdo dentro del Subcaptulo IV (Transmisin de la propiedad}, del Captulo II (Adquisicin de la propiedad). Co~ lo cual: se excluye dentro de su mbito de proteccin a cualquier otra titularidad adquirida por el tercero (como puede ser el gravamen o renuncia de derechos). Asimismo, resulta claro que la adquisicin a non domino, slo atae a la enajenacin de bienes muebles. o pudiend~ 2 hacerse exten ivo el Art. 948 del CC a los bienes inmuebles. AsI lo estableci la Sala Civil de la Corte Suprema en la CASo Q 953-96-LAMBAYEQUE(l39), sealando que el Art. 948Q del CC regula la transmisin de la propiedad de bienes muebles y en el presente caso el bien materia de controversia es de naturaleza
(139) CAS. jQ 953-96-LAMBAYEQUE del 17 de noviembre de 1997, en CCJC, Tomo I1, pp. 616-618.
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inmue~~e, por lo que la ref~rida norma no es aplicable a la presente 11tIS. En consecuencia, la entrega de inmuebles sociales por uno de los cnyuges no puede considerarse den tro del mbito de la adquisicin a non domino. Por otro lado, la norma exige que el tercero reciba la pOsesin del bien. Lo cual hace alusin a un tipo especial de tradicin. En efecto, dentro del concepto establecido por el Art. 948'-' CC se encuentra claramente la tradicin real, que ha sido definida en el Art. 901 del CC, al sealarse que sta se realiza mediante la entrega del bien a quien debe recibirlo o a la persona designada por l o por la ley y con las formalidades que sta establece. Esto se explica por el hecho que la eleccin de este tipo de tradicin como mecanismo constitutivo de la propiedad mueble se sustenta en el efecto publicitario que genera la posesin. De tal manera que se afirma que la publicidad no se origina por el acto de entrega, que suele permanecer oculta a los terceros, sino por la situacin jurdica que la entrega origina: la posesin como estado es el elemento publicitario. Es por esta razn que la tradicin ficta conocida como constituto posesorio no puede considerarse dentro del supuesto del Art. 948 del Cc. Esta figura se encuentra comprendida en el Art. 902, inciso 1 del CC y se concreta cuando el propietario del mueble, como poseedor absoluto, lo enajena a un tercero pero contina como poseedor inmediato, sea a ttulo de usufructuario, arrendatario, comodatario u otro. En este caso, la tradicin opera de una manera ficticia o espiritualizada. En cambio, s se cumple el requisito establecido por el Art. 948 del CC, a pesar de tratarse de una tradicin ficticia, en el supuesto de traditio brevi manu. Esta figura tambin se encuentr~ comprendida en el Art. 902, inciso 1 del CC, pero opera a la mversa de la constituto posesorio. Se produce cuando se cambia el ttulo posesorio de quien est poseyendo. A manera de ejem224
n bien social puede ser entregado por uno de los esposos pl~, Uyugeinterviniente) a un tercero en calidad de depositario (con osteriormente celebrar un contrato de compraventa respecy p de dicho bien. En este caso, la posesin del tercero que to .,. di rimigeniamente se trataba de una po.sesl~~ mme lata se transforma en una posesin absoluta,. ~a~l:faClendose ~l efecto de publicidad requerido por la adquisicin a non domino. Por lo que queda delimitado el alcance del Art. 948 del CC, teniendo como apoyo elArt. 912 del CC, que sirve de fuente de informacin presunta que califica la buena fe y justifica la proteccin, y por la cual se otorga la titularidad, u~a vez recibida la posesin a los sujetos de buena fe que adquieren la propiedad de bienes muebles; esta adquisicin puede realizarse a ttulo oneroso como a ttulo gratuito. Otro de los requisitos para la adquisicin a non domino es la buena fe. Esto es la buena fe creencia o la buena fe subjetiva. Nos encontramos ante un problema de informacin. El tercero tendr buena fe si la informacin con la que cuenta le permite creer que la otra parte es titular del derecho que pretende y por lo tanto se encuentra facultado para transferirle la propiedad o, en sentido negativo, si carece de informacin sobre su falta de derecho o de facultades para transferirle la titularidad. Es el caso de Luis, en el ejemplo presentado lneas arriba, guiado por la posesin del bien y por el silencio de Juan, adquiere el mueble social creeyendo que se trata de un bien que tiene como nico propietario a su enajenante y desconoca que ste se encontraba casado bajo el rgimen de la sociedad de gananciales con Mara. Los bienes muebles registrados En este punto, resulta pertinente exponer la problemtica que deja abierta nuestro CC respecto a los bienes muebles re225
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gistrados, con relacin a los cuales no queda claro si se encuen_ tran dentro del mbito del Art. 948 del CC o del Art. 2014 del CC -que ser materia de mayor examen en el siguiente acpite_. Al respecto, consideramos que la adquisicin a non domino slo protege a los bienes muebles no registrados. Esto se debe a que el registro tiene como uno de sus pilares a la presuncin iure el de iure que toda persona tiene conocimiento del contenido de las inscripciones (Art. 2013 CC). De tal manera que un tercero no puede alegar buena fe, cuando el bien mueble enajenado por el cnyuge interviniente aparezca registrado como social en el Registro de Bienes Muebles de los Registros Pblicos. En consecuencia, la publicidad que provee el registro elimina la posibilidad que un tercero lo desconozca, incluso basndose en que el mueble se encontraba en posesin del enajenante. En tal sentido, la proteccin absoluta de la titularidad adquirida sobre un bien mueble social inscrito se alcanza slo a partir de su inscripcin. Antes de ello, puede haberse adquirido mediante un contrato seguido de la tradicin, pero sta no podr oponerse de manera total y absoluta. As, si el bien transferido por Juan a Luis hubiese sido un automvil registrado como bien social, ste no podr argir a su favor que recibi la posesin del bien segn los requisitos establecidos por la adquisicin a non domino, ya que tratndose de un bien registrado, deber previamente hacer una bsqueda para determinar la titularidad del mismo. Lamentablemente, la Corte Suprema de Justicia no ha definido claramente un criterio respecto al tema. Por un lado, la Sala Civil Permanente, en la CAS. N 415-99-LIMA(I40), ha sealado que en los muebles prima la tradicin, con los siguientes trminos:
El hecho de que un vehculo sea un bien mueble registrable, es decir, que los derechos que recai~an sobre l sean susceptibles de ser inscritos en la oficma correspondiente de los Registros Pblicos y as obtener la publicidad y consecuente proteccin de los mismos, no implica que la transferencia de dichos bienes se perfeccione con la inscripcin registral, ya que como se ha indicado en los considerandos precedentes, para que el Registro tenga efectos constitutivos, ello debe estar legalmente establecido.
[ ... ]
Atendiendo a lo expuesto en el considerando precedente, se concluye que, no existiendo disposicin legal en contrario, la regla aplicable para la transferencia de propiedad vehicular es la tradicin, en consecuencia, no ha existido una errnea interpretacin de la norma contenida en el Art. 947 del Cdigo Civil ni tampoco una inaplicacin del Reglamento de Inscripciones del Registro de la Propiedad Vehicular. Mientras que la Sala Civil Transitoria, en la CAS. N 15182000-MOYOBAMBA(141),ha establecido el criterio contrario, sealando que en los muebles registrables prima la inscripcin registral:
(140) CAS. N 415-99-LIMA del 12 de julio de 1999, publicada en la SCEP del 1 de setiembre de 1999, pp. 3409-3410.
(141) CAS. N 1518-2000-MOYOBAMBA del 13 de setiembre de 2000, publicada en la SCEP del 30 de abril de 2001, pp. 7158-7159. En la CAS. N 3290-01-CONO NORTE del 19 de abril de 2002, publicada en la SCEP del 31 de julio de 2002, p. 9023 Y en la CAS.N 3372-2001-LIMAdel 15 de a~r~l de 2002, publicada en la SCEP del 31 dejulio de 2002, p. 9023, la Sala 0:11 Transitoria cambia de criterio sealando que la transferencia de propIedad de un vehculo automotor se efecta con la tradicin, en virtud del Art. 947 del CC.
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La demandante tiene tarjeta de propiedad respecto del vehculo materia de la tercera y contrato de compraventa celebrado no por la ejecutada en el proceso principal sino por una compaa diferente. [...] Ms an, la tarjeta de propiedad que menciona la sentencia de vista ha sido otorgada por la Oficina Registral de la Regin de Loreto de la Superintendencia Nacional de los Registros Pblicos. [...] La sentencia de vista no contiene ningn argumento que mencione que la compradora del vehculo ha actuado de mala fe, sino que se refiere al vendedor pero la recurrente ha adquirido el bien bajo la fe del registro. La supuesta tradicin realizada a favor de la ejecutada no puede prevalecer sobre la tarjeta de propiedad y el contrato de compraventa a favor del tercerista. La contradiccin entre ambas casaciones requiere ser materia de un Pleno Casatorio. En todo caso, con la finalidad de concordar ambos criterios, el Art. 25, inciso a del Reglamento de Inscripciones del Registro de Propiedad Vehicular (Resolucin del Superintendente Nacional de los Registros Pblicos T 087-2004-SUNARP) presume, a efectos registrales, que una vez otorgada el acta respectiva se ha hecho la tradicin del vehculo, salvo que se desprenda del mismo instrumento lo contrario. En este ltimo caso -seala la norma-, no podr inscribirse el ttulo y el registrador deber observarlo a fin de que, mediante otro instrumento notarial, ambas partes declaren que se ha hecho tradicin del vehculo. No obstante, si del contrato se desprende que el vehculo se encuentra en posesin del adquirente o de un tercero, la tradicin se considerar efectuada, en aplicacin del Art. 902!"! del Cc. 228
Excepciones a la adquisicin a non domino Las excepciones a la adquisicin a non domino son las con. nadas en el Art. 948!"! del CC: los bienes perdidos y los adquiSlg . , nri id on infraccin de la ley penal. Respecto de e los os pnmeros, n os c . did ' Art. 932 del CC seala que quien halle un bien per 1 o esta e~li ado a entregarlo a la autoridad municipal, la cual comuniag. ' 1hallazgo mediante anuncio pu.ibli lcO. E.. n cuanto a 1os secara e dos se refiere a aquellos que han sido objeto de los delitos ~~tra ~l patrimonio, como son el hurto (Arts. 185 al 187 CP), robo (Arts. 188 a1189 CP), abigeato (Arts. 189-A al 189-C CP), apropiacin ilcita (Arts. 190 a~ 193 CP) y recep~acin (Art. 194 CP). Sin embargo, estos delitos no resultan aplicables a los actos de disposicin arbitraria del patrimonio social, en la medida que son irreprimibles en el mbito penal, c~ando se causen entre los cnyuges (Art. 208!"!, inciso 1 CP ruodificado por la Ley N 27309 del 17 de julio de 2000). En la legislacin comparada, el CC chileno ha consa.grad~ la adquisicin a non domino con relacin a los actos de dISpOSIcin arbitraria del patrimonio social, estableciendo en su Art. 1739 que: Tratndose de bienes muebles, los terceros que contraten a ttulo oneroso con cualquiera de los cnyuges quedarn a cubierto de toda reclamacin que stos pudieren intentar fundada en que el bien es social o del otro cnyuge, siempre que el cnyuge contratante haya hecho al tercero de buena fe la entrega o la tradicin del bien respectivo. Jo e pre umir la bu na fe del tercero cuando 1bien obj to del contrato figure inscrito a nombre d 1otro cnyuge en un registro abierto al pblico, como n 1 caso de automviles, acciones de sociedades annimas, naves
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o aeronaves, etc. Se presume que todo bien adquirido a ttulo oneroso por cualquiera de los cnyuges despus de disuelta la sociedad conyugal y antes de su liquidacin, se ha adquirido con bienes sociales. El cnyuge deber, por consiguiente, recompensar a la sociedad, a menos que pruebe haberlo adquirido con bienes propios o provenientes de su sola actividad personal.
icidad inmobiliaria que ofrecen los registros pblicos de pu bl cialmente creados para ello. esp e La Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Justicia ha afirmado lo anterior, en la CAS. N 1783-96-LlMA(142),con los siguientes trminos: La publicidad jurdica es una activida~ que. ~e~e ~o.r finalidad manifestar un hecho, acto o situacin Jundlea y que crea al objeto publicado la posibilidad de ser conocido por todos. En efecto, la publicidad jurdica en razn de una presuncin cerrada (absoluta o iure et de iure), impide totalmente la posibilidad que alguna persona, d.esconozca "" derecho debidamente inscrito, la cual, nene como mmediata consecuencia que el contenido de la inscripcin se presume cierto y produzca todos sus efectos,. mie~tras no se rectifique o se declare judicialmente su invalidez, tal como precisa el Art. 2013 del Cdigo Civil, norma que contiene el principio de legitimacin registral. [ ...] Es decir, se trata de proteger la apariencia gen~rada por los actos de publicidad, aun cuando haya discrepancia entre las autnticas relaciones y las que hayan sido objeto de publicidad. El principio de publicidad registral por el cual se p~esume, sin admitirse prueba en contrario, que toda persona nene co-
(142) CAS. NQ1783-96-LlMA del 18 de mayo de 1998, publicada en la SCEP del 5 de julio de 1998, pp. 1393-1394.
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nacimiento del contenido de las inscripciones (Art. 2012'2 CC) se complementa con el principio de legitimidad registral, por el cual el contenido de la inscripcin se presume cierto y produce todos sus efectos, mientras no se rectifique o se declare judicialmente su invalidez (Art. 2013 CC). La consecuencia de ambos principios trae consigo que en obsequio al trfico comercial se sacrifique, al menos en ocasiones, el dogma segn el cual nema plus iura in alium transferre po test, quam ipse haberet (nadie puede transferir a otro ms derecho que el que l mismo tenga) y una limitacin a la produccin de ineficacia derivada de la anulabilidad del acto. En condiciones normales y de acuerdo con el principio de causalidad, las inscripciones se realizan en virtud de un acto que constituye su causa eficiente, de modo tal que los vicios y nulidades de este acto afectarn en forma directa e inmediata la eficacia y validez del asiento registral. El registro no convalida los actos que sean nulos o anulables. Sin embargo, es necesario proteger una razonable confianza en la apariencia de una situacin jurdica, de manera que quien suscite en los dems la apariencia de que una situacin jurdica existe, tiene que dejarla valer contra s mismo y que quien de buena fe confa en la situacin aparente merece ser protegido. Incluso la Sala Civil Permanente, en la CAS. 1617-97LAMBAYEQUE (143) , ha llegado a afirmar que la fe registral, en el caso que la inscripcin del bien se haya realizado nicamente a favor de uno de los cnyuges, deja sin efecto la presuncin iuris tantum por la cual los bienes obtenidos durante el matrimonio tienen la calidad de sociales, Por lo que en algunos casos, el bien que en la realidad de las cosas (realidad extrarregistral) pertenece al patrimonio soGAS,NQ 1617-97-LAMBAYEQUEdel 29 de octubre de 1998, publicada en la SCEP del 10 de diciembre de 1998, pp. 2205-2206,
(145)
'. . Pblicos como bien . 1 puede aparecer inscrito en los Registros cia , . ' yuges, ' .por haber erteneciente al patnmonio de uno de 1os con P 1 ado ste ante el rezistrador tener el estado CIVIl de soltedec ar b' . " 1d . CI' n que por cierto evade el pnnCIpIO genera e ro' srtua . io Iv , . lid d de los bienes existentes en el matnmomo vease gananCIa la. , bi bai " 2 1 del presente captulo), Quien adquiera un ien aJo acaplte ' , , bl id 1 ' 'a y reuniendo los requisitos esta apanenCI , " esta eCI os por , ,e CC se encuentra protegido por e~ p~~CIpl~ de la fe pubhca. , 1 La formulacin de este pnncIpIO senala , que el tercero regIstra, h d ue de buena fe adquiere a ttulo oneroso algun derec o e q para otorgarpersona q ue en el registro aparece con , facultades , lo, mantiene su adquisicin una vez mscnto su derecho, aundespus se anule, rescinda o resuelva el del otorgante por que , (Art ' virtud de causas que no consten en los registros pu.ibli ICOS, 2014 CC y Arts. VIII del Reglamento General de los Registros Pblicos), De modo tal que si un tercero adquiere a ttulo ,oneros~ u~ inmueble social cuya titularidad aparece en los Registros Pubh: cos a favor de uno solo de los cnyuges (porque se present? como soltero o logr acreditar que el bien pertenece a s.u patn, privativo) " inscrib e su pr opiedad , manuene su momo y luego mscn , , " adquisicin aun cuan d o se anu lIt e e ac o jur dico por el cual se , " de transfiere dicha propiedad a instancia e l c cony uge no , id o en el mismo ' As lo esinterviniente por no haber mtervern , Constituciona 1 y SOCIa '1 en 1 tableci la Sala a CAS , N 398-97CHINCHA (144) en la que se afirm la preferencia del derecho " c interviniente , con del tercero registral frente al del e conyuge no I los siguientes argumentos:
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CAS N 398-97-CHINCHA del 11 de agosto de 1998, publicada en . de marzo de 1999, p. 2753, En igual . 1 SCEP d 1 11 senu'd o, la CAS' N2 2~37-2000-~IMA del 23 de mayo de 2001, publicada en la SCEP del 5 de noviembre de 2001, p. 7976.
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El objeto de la demanda es que se declare la nulidad del acto jurdico contenido en la escritura pblica de compraventa celebrada entre los demandados [el cnyuge interviniente y el tercero] con fecha 25 de octubre de 1995 y de su inscripcin en los Registros Pblicos, aduciendo que dicha escritura se ha llevado a cabo sin las formalidades requeridas para los actos jurdicos, puesto que el Art. 219 del CC establece que los actos jurdicos son nulos cuando no ha existido manifestacin de voluntad y que al no intervenir la esposa del vendedor, pese a que el contrato versaba sobre un bien de la sociedad conyugal se incurri en dicha causal de nulidad. [...] Lo cual se dio en el caso de autos respecto del contrato celebrado entre los demandados, [...] por tratarse de un bien de la sociedad conyugal sin intervencin del cnyuge del vendedor en dicho acto. [...] Adems, el referido cdigo sustantivo establece que el tercero que de buena fe adquiera a ttulo oneroso algn derecho de persona que en el Registro aparece con facultades para otorgado, mantiene su adquisicin una vez inscrito su derecho, aunque despus se anule, rescinda o resuelva el del otorgante por virtud de causas que no consten en los Registros Pblicos y que su buena fe se presume mientras no se pruebe que conoca la inexactitud del registro, lo cual se evidencia que ha ocurrido en el caso de autos, puesto que la mala fe que alegan los demandantes es del vendedor [el cnyuge interviniente] y no han acreditado fehacientemente la mala fe de la Agropecuaria El Refugio [el 234
tercero], la que a la fecha en que celebr la compraventa con el codemandado, desconoca que el bien materia de litis haba sido objeto de los contratos preparatorios anteriormente citados, todo lo cual est previsto en los Arts. 2012 Y2014 del Cc. Teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto, y que la entidad codemandada, actuando diligentemente, ha inscrito su derecho en los Registros Pblicos, ello le da preferencia y oponibilidad erga omnes ante cualquiera que pretenda derecho real sobre el bien materia de la presente accin, conforme lo establecen los Arts. 20 16 Y2022 del CC. En la reciente jurisprudencia se aprecian varias ejecutorias supremas que corroboran este criterio como una tendencia jurisprudencial. As, en el proceso seguido por Doris Morante en contra de su esposo, Martn Salazar, y la Caja Municipal de Ahorro y Crdito Paita, sobre tercera de propiedad, la demandante buscaba evitar que se remate el inmueble que fue hipotecado sin su consentimiento por su consorte. Para tal efecto, acredit que el inmueble fue adquirido durante la vigencia de la sociedad de gananciales. La Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema declar infundada la demanda, en razn de que la Caja Municipal en mencin actu amparada por la fe pblica registral. En los Registros Pblicos apareca que el demandad~ Martn Salazar adquiri el bien como soltero, cuando en realidad era casado; pero esta inexactitud no era conocida por la entidad financiera. A continuacin, los principales argumentos de la CAS. N 1870-2004-PIURAde125 de noviembre de 2005(145):
(145) CAS. NQ1870-2004-PIURA del 25 de noviembre de 2005, SPIJ 2006. En ese mismo sentido, la CAS. Q403-2004-PIURA del 28 de setiembre de 2005, SPIJ 2006; CAS. NQ 1402-2005-TACNA del 6 de noviembre de 2006,
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Conforme a lo expuesto, aparece como un hecho acreditado que en la adquisicin del bien materia de litis, segn escritura pblica de compraventa, cuyo testimonio corre a fojas 5, de fecha 24 de marzo de 1995 se consigna que Martn Artemio Salazar Martnez declar su estado civil de soltero, lo que tambin se reproduce en la inscripcin registral de la compraventa, asiento tres c de la ficha nmero 11036, inscrita el 7 de abril de 1995, obrante a fojas 87 de autos. En aplicacin de los principios registrales que contienen los artculos 2013Q Y2014Q del Cdigo Civil se tiene que al constituirse la garanta hipotecaria sobre el inmueble, comprado e inscrito a favor de Martn Artemio Salazar Martnez como titular del derecho en calidad de soltero; y,no en nombre de la sociedad conyugal que conforma con la actora; la Caja Municipal acreedora tiene protegido su derecho a mrito de los principios registrales contenidos en las normas sustantivasanotadas, de legitimidad, fe pblica registral y prioridad; esto significa, que al suscribirse la garanta hipotecaria, la entidad acreedora respecto del bien suscrito a nombre de una persona facultada para hacerlo, mantiene su derecho una vez inscrito, aunque el titular sea realmente casado y por tanto se trate de un bien social, ya que como se ha sealado, el bien no se encuentra inscrito a nombre de la sociedad conyugal. En consecuencia, las normas materiales contenidas en los artculos 301Q, 310Q Yel inciso 1 del artculo 1099Q
del Cdigo Civil, relativas a los bienes que integran la sociedad de gananciales, los bienes sociales y requisito para la validez de la hipoteca, no resultan per~in.entes para dilucidar la controversia; toda vez, q~e SIblen.el inmueble en referencia poda ser de la CItada SOCIedad conyugal, sin embargo, para efectos del trfico comercial, quien apareca registralmente como su propietario nicamente era el emplazado Martn Artemio Salazar Martnez, como soltero, y en base a ello fue que la Caja Municipal acreed?ra,r el cita~o co-dema~dado, constituyeron la garantla hipotecaria, cuya copla certificada corre a fojas dieciocho del acompaado, su fecha 18 de julio de 2002, con firmas legalizadas el 20 de julio e inscrita el 31 dejulio de 2000 en el asiento 6 d de la ficha nmero 11136,como se aprecia a fojas 89 de estos autos; por lo tanto, la presuncin de buena fe de la Caja Municipal acreedora no ha sido destruida ya que el otorgante era la persona que se encontraba registralmente legitimado para hacerlo, procedien~o a inscribir tal acto jurdico que le otorga a la Caja Municipal acreedora la proteccin registral indicada. Esta regla tambin es aplicable a los muebles registrables que hayan sido prendados por uno de los cnyuges, hacindose pasar como soltero. En la CAS. NQ782-2005-CAjAMARCA del 13 de agosto de 2006, se resolvi el proceso seguido por Lisette Otiniano contra su esposo Roger Silva y la empresa Ferreyr~s S.A.A.,sobre tercera de propiedad. El objeto de esta tercena de propiedad consista en levantar el embargo en forma de secuestro conservativo dictado sobre el camin Volvo, placa WL1819. Este vehculo fue entregado el 8 de enero de 2002 en prenda por Roger Silvaa la empresa Ferreyros SAA,en garanta de una operacin comercial, a pesar que dicha persona se enContraba casada con la demandante Lisette Otiniano desde el 2
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SPIJ 2007; CAS. N 2504-2005-CAETE del 14 de noviembre de 2006, SPIJ 2007; y CAS. N 1160-2005-LA LIBERTAD del 28 de marzo de 2006, SPIJ 2006.
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de agosto de 1986 y por lo tanto, el vehculo tena la calidad de bien social. La Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema desestim la demanda, en razn de que la empresa se encuentra amparada por la fe pblica registral, en la medida que en el registro, Roger Silva aparece como soltero y nico propietario del bien: La primera parte de la denuncia procesal cuestiona la validez de las sentencias expedidas por las instancias de mrito, por no haberse pronunciado sobre uno de los puntos controvertidos, consistente en establecer sila demanda de tercera de propiedad es o no procedente para cuestionar un gravamen proveniente de una garanta real. Revisados los actuados, en especial el acta de la Audiencia de Saneamiento y Conciliacin de fajas sesenta y dos y sesenta y tres, se advierte que, en efecto, tal hecho fue fijado como tercer punto controvertido del proceso, el mismo que no ha merecido pronunciamiento alguno por las instancias de mrito, no obstante ser el principal sustento de la contestacin de la demanda y del recurso de apelacin de sentencia; en consecuencia, las sentencias de mrito no cumplen con el requisito de la motivacin adecuada y suficiente, pues contienen una decisin que no se sustenta en la valoracin conjunta y razonada de los medios probatorios aportados al proceso; por tanto, se trata de un fallo que no se ajusta al mrito de lo actuado, contraviniendo el inciso 3 del artculo 122 del Cdigo Procesal Civil; razn por la cual el primer extremo del recurso de casacin interpuesto debe declararse fundado. La segunda parte de la denuncia procesal trata igualmente sobre dos aspectos que no habran sido analiza238
dos por las instancias de mrito, como es el que garanta preridaria a favor de Ferreyros Sociedad Annima Abierta se sustenta en la buena fe prevista en el artculo 2014 del Cdigo Civil, y que el codemandado Roger Adrin Rodriga Silva Santisteban en todo momento se identific como soltero y nico propietario del bien. Al respecto, es cierto que las instancias de mrito no han analizado dos aspectos relativos a la fe registral y buena fe del adquirente derivados del acto de constitucin de la prenda, y atendiendo a que tales circunstancias gu~rdan relacin con el punto controvertido no absuelto, stos debern ser objeto de pronunciamiento por el juez de la causa al emitir nuevo fallo. En consecuencia, la nulidad -o la anulabilidad propuesta por nosotros- del acto de disposicin arbitrario del patrimonio social no afecta el derecho del tercero que se encuentra protegido por la fe pblica registral, la cual requiere la conjuncin de los siguientes requisitos: i) adquisicin por un tercero de derecho de persona que en el Registro aparezca con facultades para transmitirlo; ii) que se adquiera a ttulo oneroso; iii) posibilidad de discordancia entre el registro y la realidad civil; iv) que se adquiera de buena fe; y v) que el adquirente inscriba su derecho en el registro. ste vendra a ser un saludable criterio a favor de los terceros que se encuentran amparados por la fe pblica registral, no obstante, se ve ensombrecido por otros pronunciamientos jurisdiccionales. La Comisin de Magistrados reunidos en el Pleno Jurisdiccional de Familia 1998(146), en su Acuerdo 6.1, con-
(146)
Ejecutiva
PODERJUDICIAL, Conclusiones Plenos jurisdiccionales del Poder Judicial, Lima, 1999, p. 114.
1998, Comisin
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cluy que los actos de disposicin unilateral de los bienes sociales, inmuebles o muebles registrables o de derechos y acciones, que pueda hacer uno de los cnyuges sin la intervencin del otro es un acto jurdico nulo [sic] y la Sala CivilPermanen_ te de la Corte Suprema, en la CASoN 2023-2001-LlMA(147) ha sostenido que la accin de nulidad es un derecho personal del cnyuge no interviniente y que prevalece frente al derecho real derivado de la informacin que provee los registros pblicos al tercero; aplicando indebidamente lo dispuesto por el segundo prrafo del Art. 2022 del CC, porque en el presente caso no se trata de un conflicto de derechos de distinta naturaleza. Todas estas razones obligan a la realizacin de un Pleno Casatorio que aclare cul es el criterio jurisprudencial a seguir.
Discusiones en torno a la proteccin de la fe pblica registral
Siguiendo el criterio general expuesto, en la prctica se discute fundamentalmente el requisito de la buena fe del tercero y la onerosidad de la adquisicin realizada por este. Con relacin a la buena fe, la Corte Suprema de Justicia ha sealado que sta no puede invocarse por aquel que conoca que el cnyuge con el cual contrataba tena en realidad el estado civil de
casado(148). Sin embargo, en algn caso ha.tenido que ,atenuarla . idez de esta regla a favor del tercero regstral, especficamente ng ibilid di' en aquellos casos en los cuales asoma la pOSl 1.1, a que o~c~nes estn haciendo un abuso de esta excepclOn a la fe publica TUNIN del 19 de setiemyugotral regs .,As en la CAS. N<:' 1522-2004J., bre de 2005(149), se resolvi un caso que refleja esta Inea de armentacin. El proceso se inici con la demanda de Mery ~elgarejo que demand la,n~lidad de la.esc:rit~ra pblica celebrada por el Banco de Crdito y Metodl~ Nana, su espo~o..El . Banco replic que se encontraba protegido po: la fe p~blica registral, pero la esposa tena preparado un ardid. En la mtroduccin de la escritura pblica del contrato de compraventa del inmueble, se consign que sta se realizaba a favor de Metodio aa y seora, pero contradictoriamente el contrato fue suscrito en calidad de soltero; por lo que a su parecer, el Banco conoca del estado civil del contratante y debi exigir la actuacin de la esposa. La Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema resolvi a favor del Banco, teniendo en cuenta la actuacin procesal de la demandante y su esposo en otros procesos similares, en los cuales utilizaron el mismo argumento: Admitida a trmite la demanda, su cnyuge codemandado, contesta la misma aceptando los argumentos de la actora; mientras que el Banco demandado seala que celebr con el hipotecante la escritura
(147) CAS. NQ2023-2001-LIMA del 1 de julio de 2002, publicada en la SCEP del 2 de setiembre de 2002, pp. 9117-9118.
CAS. NQ 265-T-97-lA LIBERTAD del 21 de noviembre de 1997 publicada en la SCEP del 03 de abril de 1998, p. 605; CAS. NQ 1046-2001~ CANETE del 18 de setiembre de 2001, publicada en la SCEP del 2 de febrero de 2002, pp. 8277-8279; CAS. N 2125-99-lAMBAYEQUE del 19 de octubre de 2001, publicada en la SCEP del 31 de mayo de 2002, pp. 8816-8817 y CAS. N2 2023-2001-LIMA del 1 de julio de 2002, publicada en la SCEP del 2 de setiembre de 2002, pp. 9117-9118. En general, nadie puede invocar la buena fe si conoca la inexactitud del registro, vase CAS. NQ 1433-96-IA LIBERTAD del 28 de noviembre de 1997, publicada en la SCEP del 4 de
(148)
mayo de 1998, p. 876; CAS. NQ3017-2000-LIMA del 30 de mayo de 2001, publicada en la SCEP del 5 de noviembre de 2001, p. 7959 y CAS. N 43962001-LIMA del 21 de mayo de 2002, publicada en la SCEP del 30 de setiembre de 2002, pp. 9227-9228.
(149) CAS. NQ1522-2004-jUNN del 19 de setiembre de 2005, SPIJ 2006. En la CAS. NQ1470-2006-TACNA del 13 de noviembre de 2006, SPIJ 200?, se declar en un caso similar, donde el cnyuge declar ser divorciado, SIn tener dicho estado civil.
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pblica de constitucin de hipoteca debido a que era ste quien apareca en los registros pblicos como nico propietario del bien; tambin refiere que el acto jurdico celebrado ha sido evaluado por los funcionarios de los Registros Pblicos, sin que se haya hecho ninguna observacin; asimismo, indica que existe connivencia entre la parte actora y el co-demandado, ya que existen otros procesos judiciales, con otras entidades financieras, en donde la sociedad conyugal ha actuado de la misma manera, esto es, uno de los cnyuges ~e prestaba dinero, hipoteca un bien, alegando ser soltero, y cuando se iniciaba el proceso de ejecucin de garantas, la actora iniciaba este tipo de proceso, con el objeto de evadir su responsabilidad. [ ...] En lo que respecta al segundo reqUIsIto, debe precisarse que el acto jurdico del matrimonio civil se inscribe en los Registros Civiles, por lo que, por su naturaleza no goza del principio de publicidad registral consagrado en el artculo 2012 del Cdigo Civil, es decir, que su contenido no se presume conocido sin admitir prueba en contrario, no habindose acreditado en autos que la entidad financiera recurrente haya tenido conocimiento del verdadero estado civil del codemandado con la actora; en tal sentido, se presum~ que actu de buena fe; ms bien, ha sido la actora la qu~ ha tenido una conducta procesal que no se ajusta a lo dispuesto por el artculo 8 de la Ley Orgnica del Poder Judicial, puesto que sta ya ha intentado esta misma accin, habiendo dejado que el proceso cayera en abandono. [ ... ] 242
La sola mencin, en el contrato de compraventa del bien que fuera gravado, del trmino Metodio Antonio - aa y Seora cuando en el documento de compraventa el adquiriente se identifica como soltero, no es suficiente para configurar la nulidad del acto jurdico, puesto que la imprecisin o contradiccin de este dato, no es relevante, puesto que ~e este proceso no se plantea la nulidad del contrato de compraventa sino la nulidad de un contrato de hipoteca, que est respaldado por la fe pblica registral, que data de 1991, y que fue ratificado, mediante una escritura de ampliacin, al ao siguiente, en donde el hipotecante seal, en forma expresa y libre que su condicin era la de soltero, por lo que no se le puede exigir a los sujetos econmicos ms informacin de la que los mismos registros pblicos brindan, porque ello constituira en un obstculo imposible de salvar, encareciendo las operaciones crediticias y obstaculizando el sistema de garantas. As mismo, para lograr la proteccin registral debe exigirse el despliegue de una diligencia ordinaria, lo cual implica que no es suficiente leer el resumen del asiento registral, sino tomar conocimiento del ttulo archivado que le dio origen. o est de ms indicar que el asiento registral slo es un resumen del ttulo que lo origina y que ste se encuentra a disposicin de toda persona, de conformidad con el principio de publicidad registral (Art. 20122 CC, Art. 184 del Reglamento General de los Registros Pblicos anterior y Art. II del Titulo Preliminar del actual Reglamento) (150). Es ms, la jurisprudencia ha establecido que
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la buena fe del tercero slo se sustenta en los asientos registrales mas no en anotaciones preventivas'P!'; en todo caso, stas advierten al tercero de la posible existencia de un derecho preterdo'P" (como puede ser el caso de una anotacin de demanda que ha de producir efecto sobre el bien inscrito, segn el Art. 79Q,inc. 2 del Reglamento de las Inscripciones). Sin embargo, no puede obligarse al tercero a conocer lo inscrito en otra partida abierta en forma irregular'"?'. De acuerdo con el Art. 127Qdel TUO del Reglamento General de los Registros Pblicos toda persona tiene derecho sin expresin de causa a obtener del Registro, previo pago de las tasas registrales correspondientes: la manifestacin de las partidas registrales o exhibicin de los ttulos que conforman el archivo registral o que se encuentran en trmite de inscripcin. Lajurisprudencia reciente de la Corte Suprema ha atenuado el rigor de la regla de revisar los ttulos archivados de los
. 1 . cipio de publicidad asientos registrales. senalando que e pnn . . registral se extiende a estos ttulos siempre.y cu~nd.~ no existiera informacin suficiente en el asiento de mscn~clOn '.De otro . establece como regla la revisin obligatona de los rno d o, SI se d 1 f .ibli antecedentes registrales se generara un d.es.~e ro a a e pu ,l. t 1Yla seguridadjurdica, en perjUICiO de la econorrua ea regIs ra CAS NQ24- 8 .1 . ~ .. la d e merca do . Los principales argumentos de 2005-LIMAdel 13 de julio de 2006(154) reflejan este cnteno:
interpretacin,
VIVAR MORALES, Elena, La inscripcin registral de la propiedad inmueble en el Per, PULP, Lima, 1998, Tomo 1, p. 109 Y GUEVARA MA~RIQl"F.,
Rubn, La fe pblica registral: Cmo nos beneficia?, en CONGRESO DE LA REpL-BLlCA, Homenaje aJos Len Barandiarn, Tomo II, Lima, Congreso de la Repblica, Lima 2000, T. II, pp. 558-559. En contra, ALIAGA HUARlPATA, Luis, La publicidad registral y sus alcances hasta dnde se extiende la publicidad regulada en el Art. 20122 del Cdigo Civil?, en Dilogo con laJurisprudencia, Ao 7, NQ36, Lima, 2001, pp. 47-56.
(151) CAS. NQ2374-98-SAN ROMN:JULIACA del 17 de marzo de 1999, publicada el 23 de abril de 1999 en la SCEP, p. 2929. (152) CAS. NQ291-99-HUAURA del 30 dejunio de 1999, publicada en la SCEP del 1 de septiembre de 1999, p. 3406. (153) As, lo han sealado: CAS. N2 1418-99-lAMBAYEQUE del 5 de octubre de 1999, publicada en la SCEP del 30 de noviembre de 1999, pp. 4194-4195 Y la CAS. NQ 2556-98-LAMBAYEQUE del 16 de abril de 1999, publicada en la SCEP del 3 de seembre de 1999, p. 3417.
Si bien es verdad, el artculo 184 del Reglamento General de los Registros Pblicos, vigente a la fech~ de los hechos, establece que a fin de asegurar la ~ublIcidad de los registros, los funcionarios de los m:smos estn obligados a manifestar a toda persona los libros, los ttulos archivados, ndices y dems documento~ que obran en las oficinas registrales, ello no .d~be ser I?terpretado como que el principio de publicidad ,regIstral se extiende tambin por regla general a los tltu~~sarchivados sino en el sentido de que dicha extenslOn alcanzar a los ttulos archivados si existiera insuficiente informacin en el asiento de inscripcin; dado que estimar que los interesados deben recur~r a .los ttulos archivados o a procedimientos extraordmanos para la determinacin de con quin estn contratan~o ,g~nerara un obstculo para la realizacin de actosjundlCos y una elevacin del costo de los mismos, ~ocu.al~t~ntara contra la fe pblica registral y la segundad jundlCa. 06(155) En la CAS.N 336-2006-LIMAdel 2~ de .agosto de 20 . .os emitida por la Sala CivilTransitoria, se smtetlzan estos cnten en los siguientes trminos:
(154)
CAS. N2 2458-2005-LlMA del 13 de julio de 2006, SPIJ 2007. CAS. NQ336-2006-LlMA del 28 de agosto de 2006, SPIJ 2007.
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En tal virtud , armonizand ., . .. o a h ora las disposiciones de derecho de familia y registrales precitadas se concluye: i) Que au? cuando el terreno o la fbrica o ambos hay~n sido de ~ropied~d .de una sociedad conyugal SIen los Registros Pblicos aparece inscrito solo a nombre de uno de los cnyuges con estado civil de soltero, ~l ad~uiriente de algn derecho respecto del refendo bien o bienes de parte de la referida ~erso~a, conserva su derecho una vez que inscriba este aSIse anule, rescinda o resuelva el del otorgante, lo que significa que con mayor razn el ttul del adquiriente no puede ser obieto de nulidad ~ J m d e cua loui qmer declaracin de ineficacia' , conservacin de derechos del adq~Inen~e desaparece si se acredita, ya sea por la misma mfo~macin que aparece en los registros ~ .cualqmer otro medio vlido, que dicho adquiriente tom conocimiento o se encontr en la aptitud de conocer sobre el real estado civil del otorgante y de la naturaleza del bien o bienes que aparecen a su nombre, hacindose acreedor el ttulo del tercero de la declaracin de nulidad n 1 ., ye a extensin que corresponda conforme a los artculos 219 y 224 del Cdigo Civil.
Con relacin a la onerosidad de la prestacin, algunos han tratado de negar la posibilidad de incluir dentro del mbito de la fe pblica registral a la hipoteca y otros actos de gravamen. Inicialmente, la Corte Suprema de Justicia, con criterio saludable, estableci que la hipoteca concede un derecho real sobre el bien gravado y es sin duda un contrato oneroso. A manera de ejemplo, en el ~ la Sala Civil Permanente seal en la l, el Banco que contrat CAS. 2299_98_LAJ.\1BAYEQUE<156 que con el cnyuge interviniente (Julio Severino) se encuentra protegido por la fe pblica registral, porque en el Registro el bien apareca a nombre del enajenante como soltero. Los argumentos principales de esta resolucin son los siguientes: Como fundamento de la decisin del colegiado, [la Sala de vista] se tom en cuenta que el matrimonio celebrado entre don Julio Ismael Severino Bazn y doa Mara Alejandra Malinarich Gonzales tuvo lugar el 27 de octubre de 1991 y al considerar que el bien submateria haba sido adquirido en fecha posterior,
i)
Que
!~ precitada
Respecto al momento en que debe exigirse la buena fe al tercero no hay duda q , d e b e aparecer en el momento de d .. ' . , ue esta a quisieron del tercero como tambin en el m senta el ttulo el" omento que prefi d fi . n e registro, sIempre y cuando el ttulo sea calilCa, o a irmauvamennpor el registrador, supuesto en el cual segun ,el ~Tt. IX del TUO del Reglamento General de los Regis~ tros Pblicos, los efectos de la inscripcin se retrotraen al _ mento de la presentacin del ttulo al registro. mo 246
(156) CAS. T2299-98-LAMBAYEQUEdel 5 de mayo de 1999, publicada en la SCEP del 17 de agosto de 1999, p. 3216. Este criterio ha sido seguido en otras sentencias: CAS. N 1337-98 LAMBAYEQUEdel 2 de diciembre de 1998, publicada en la SCEP del8 de enero de 1999, pp. 2442-2443; CAS. N 1845-2000jU del 28 de noviembre de 2000, publicada en la SCEP del 30 de enero de 2001, pp. 6811-6812 Y CAS. N 2942-98-PUNO del 28 de mayo de 1999, publicada en la SCEP del 26 de octubre de 1999, pp. 38063808. Asimismo, corroboran el criterio antes expuesto, para otros casos similares: CAS. N 691-97-LIMA del 20 de agosto de 1998, publicada en la SCEP del 15 de octubre de 1998, pp. 1922-1923; CAS. N 3186-98-LA LIBERTADdel 9 de agosto de 1999, publicada en la SCEP del 21 de setiembre de 1999, p. 3568; CAS. N 2250-2001-CAMAN-AREQUIPAdel22 de octubre de 2001, publicada en la SCEP del 2 de febrero de 2002, p. 8299 Y CAS. N 793-2001-TACNAdel 8 de noviembre de 2001, publicada en la SCEP del 1 de marzo de 2002, p. 8484.
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por aplicacin del Art. 3102 del Cdigo Civil, aquel tena la condicin de bien social y por consiguiente de propiedad de la sociedad conyugal conformada por los esposos Severino-Malinarich. Aparece como un hecho acreditado que en la adquisicin del bien sub litis segn escritura pblica cuyo testimonio corre de fojas 2 a 4, con fecha 10 dejunio de 1992 se consigna que don Julio Ismael Severino Bazn tiene la condicin de soltero. En aplicacin de los Arts. 2013!ly 2014Qdel Cdigo Civil, se tiene que el Banco acreedor al momento de ser otorgada la fianza con garanta hipotecaria sobre el inmueble comprado e inscrito a favor de don Julio Ismael Severino Bazn como titular del derecho en calidad de soltero y no en nombre de la sociedad conyugal que conforma con la actora, se tiene protegido su derecho por los principios registrales contenidos en las normas sustantivas anotadas de legitimidad, fe pblica registral y prioridad; esto significa que al suscribirse la garanta hipotecaria, la entidad acreedora respecto del bien inscrito a nombre de una persona facultada para hacerlo, mantiene su derecho una vez inscrito aunque el titular sea casado y se trate de un b.i:n ~o~ial,quedando sin efecto entonces la presunc~on zu~ tantum de calificar el bien hipotecado como bien social, ya que como se ha sealado, el bien no se encuentra inscrito a nombre de la sociedad conyugal. Sin embargo, algunas casaciones entran en contradiccin: la CASo NQ 1666-2001-JUNN y la CASo NQ 1245-99lAMBAYEQUEdicen que la hipoteca adolece de nulidad y sta prevalece sobre la fe pblica registral; mientras que la CAS.NQ 2714-2001-LA LIBERTADY la CASo N!!4148-2001-LALIBERTAD
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prosiguen el criterio general expuesto(157). :r\uev~mente ,:rge la realizacin de un Pleno Casatorio para determmar cual es el criterio correcto. En cambio, el supuesto descrito en el~, por tratarse de la disposicin del patrimonio social a ttulo gratuito, se encuentra claramente fuera de la esfera de la fe pblica registral. En consecuencia, en nuestro sistema jurdico, si la disposicin arbitraria del patrimonio social se ha realizado a ttulo gratuito, el cnyuge puede lograr su nulidad y el tercero -aunque guiado por la fe pblica del registro- no merecer ningn tipo de proteccin. Algunos autores critican el hecho que nuestra legisQ lacin, al recoger en su integridad el Art. 34 de la Ley HipotecaQ ria espaola -que es el antecedente del Art. 2014 del CC-, no se haya detenido a analizar este aspecto'P". Por qu se restringe la fe pblica registral en funcin de la onerosidad del ttulo, excluyndose a las adquisiciones que se concretan a ttulo gratuito? A nuestro parecer, no existe una verdadera justificacin. En todo caso, esta limitacin puede ser superada en la realidad, como puede apreciarse en elmmJl, en el cual surge una
(157) CAS. 1666-2001:JUNN del 10 de octubre de 2001, publicada en la SCEP del 2 de febrero de 2002, p. 8289; CASo N 1245-99LAMBAYEQUE del 7 de setiembre de 2001, publicada en la SCEP del 2 de mayo de 2002, p. 8700; CAS. N 2714-2001-LA LIBERTAD del 7 de diciembre de 2001, publicada en la SCEP del 1 de abril de 2002, p. 8523 y CAS. N 4148-2001-LA LIBERTAD del 24 de mayo de 2002, publicada en la SCEP del 1 de octubre de 2002, pp. 9399-9400. En la CAS. N 3273-2001-LIMA del 16 de setiembre de 2002, publicada en la SCEP de13 de diciembre de 2002, p. 9688, se recoge un ea o interesante: el recurrente -uno de los demandados- no invoc er tercero registral en la apelacin de la re olucin de primera instancia que le era de favorable; la ala ivil Permanente seal que tal argumento ya no poda hacer e valer en ea acin. (158) PIZARRO ARA~GL"RE~, Luis, Reflexiones Pblicos, en Thmis, NI!30,1998, pp. 221-229.
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situacin peculiar::l esposo (Juan Rojas) dispuso unilateralmj-j-, te .a favor d~ sus hijos Csar y Mara dos inmuebles sociales al pnmero a titulo de compraventa ya la segunda a ttulo d '. . de lea . e antICIpO e egluma. Si bien ninguno de ellos poda alega b f l. r uena e, os terceros adquirentes a ttulo oneroso que cont t hii , ra aron con 1os . ~os 1 SIse . encuentran protegidos por la fe pbli ica regis. tra,1 b aJo os siguientes argumentos: Las sentencias de ~rito han establecido que los compradores de los mmuebles lo hicieron de buena ~e, tanto ms si al momento de la transferencia de mmueble otorgada por los seores Rojas Len, no figura~a anotada medida judicial o extrajudicial en el RegI~tr~ de la Propiedad Inmueble que en alguna forma limitara su libre disposicin o dominio y siendo que la buena fe se presume y que no se ha demostr~do que los adquirentes no la hubieran tenido, es evidente que esas transferencias, hechas a ttulo oneroso, estn amparadas por la fe del Registro Pblico y no pueden ser invalidadas, por aplicacin de lo dispu~sto ~n el Art. 2014 del CC, por lo que no se pued~ invalidar las escrituras de transferencia de domimo otorgadas, respectivamente a favor de Luis Alberto Aldana Saavedra y su esposa y Francisca Moza Vsquez [terceros] . La ap:eciaci~n fctica hecha en la sentencia de primera I~stanc~a en el sentido de que don Csar Enrique ,ROjas L~on y doa Mara Catalina Rojas Len conocian del vmculo matrimonial de su seor padre con !a demandante, no ha sido modificada por la de vista, o que ~e d~?e tener en cuenta para el efecto de la ~~t~rmmaclOn de responsabilidades por daos y perJUICIOS, conforme al Art. 969 del CC. 250
En otros casos, en cambio, es evidente que el tercero no est amparado por la fe pblica registral, en razn de que conoca del estado civil de su contratante. Es el caso consignado en la CAS. 1692-2003-PIURA del 8 de junio de 2004(159),en el que se consigna el caso de los sobrinos Marco y scar Morn que adquirieron de su to un inmueble mediante compraventa. Ellos alegaron estar amparados por la fe pblica registral. La Sala desestim su pretensin, en razn del vnculo familiar que les une con el vendedor y el hecho que vivan cerca de los esposos. Finalizamos este acpite con un caso interesante que refleja la complejidad de los casos prcticos que se presentan ante nuestros tribunales. En este caso, la demandante Carmen valos solicita al rgano jurisdiccional que se declare la nulidad de los actos celebrados por su esposo, Jos Vilela, por los cuales hipotec el inmueble social a favor de la empresa Sociedad Comercial Agrcola del Per S.A. En el transcurso del proceso, se acredit que el contrato de mutuo con garanta hipotecaria fue celebrado por Jos Vilela y esposa, pero esta no era la demandante, sino Juana Pinillos, que se hizo pasar como tal, suponemos aun cuando no lo diga la sentencia, pero es prctica comnfraguando documentos o sorprendiendo a algn registrador civil. En un anterior proceso judicial, la demandante haba obtenido sentencia a su favor para que se declare la nulidad del asiento registral por el cual se inscribe la propiedad del inmueble a nombre de su esposo y Juana Pinillos. Sin perjuicio de este antecedente, la Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema en la CAS. N 1884-2002-LA LIBERTAD del 21 de octubre de 2003(160) razona que la empresa actu como tercero de bue-
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na fe, ya que no se acredit que conoca la inexactitud del registro, y por lo tanto se encuentra amparada por la fe pblica registral. A nuestro parecer, la sentencia sigue el criterio antes sealado, pero era preferible que agregase un considerando al menos, respecto de cul era la va donde deba discutir su derecho (de acuerdo con los trminos del presente libro, a la demandante le corresponde el reembolso por parte de su consorte, conforme veremos en el acpite 4.1 del presente captulo). Desalojo del cnyuge como ocupante precario En caso el tercero haya logrado acreditar estar amparado por la fe pblica registral a travs de un proceso judicial, mantendr la propiedad del bien adquirido. Frente a ello, el cnyuge no interviniente no podr invocar cualquier otro argumento a su favor para conservar la posesin o propiedad del bien. Extrado el bien del patrimonio social, no forma parte de este patrimonio, ha sido transferido a un tercero. El cnyuge, como lo venimos sealando, nicamente tiene derecho al reembolso del valor del bien extrado del patrimonio social. En la prctica judicial, se han venido registrando procesos de desalojo dirigidos contra cnyuges no intervinientes en actos de disposicin del patrimonio social. Estos cnyuges argumentan que el bien social fue enajenado sin su consentimiento y por lo tanto estn aquejados de nulidad; pero los terceros argumentan con xito que se encontraban amparados por la fe pblica registral y en mrito de ello, siendo propietarios con ttulo inscrito en los r gistras pblicos, solicitan el de alojo por ocupacin precaria contra los ocupantes, d ntro de los cuales s ncuentran los r feridos cnyuges. A manera d ilustracin, n la CASo Q 292-2006-LlMA d 1 30 d octubre de 2006, se consigna el siguiente caso: el 27 de setiembre del 2000, los hermanos Dalmacio y Reynaldo olasco
egaron en dacin de pago al 'NBK Bank un inmueble, a fin en tr 1 R . er cancelar una deuda con dicho Banco. En os egIsd de po , , . .' P blicos apareCIan como los urucos propietarios y se pretraS . mo solteros Una vez inscrita su propiedad, el 0lBK co on sentar . Bank inici un proceso de desalojo contra los ocupantes del inmueble. Entre estos ocupantes se encontrab~ OIga Javier, esa de Dalmacio olasco, que obtuvo sentencia favorable por pos d ... la Sala de segunda instancia, en razn de que no se po la argu~r -al arecer de dicha Sala- que la esposa era ocupante precana del ;nmueble, mucho ms si se tiene en cuenta que e.lbien era arte del patrimonio social de los esposos Nolasco-Iavier y no se p d d ., contaba con el asentimiento de los dos en el contrato e acin en pago celebrado con el NBK Bank. La Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema cas la sentencia de vista, sealando que dicho Banco estaba amparado en la fe pblica registral y que la nica defensa posible frente al desalojo iniciado por quien aparece como titular consista en presentar un ttulo, a partir del cual le permita poseer el inmueble, como puede ser un co~trato de arrendamiento, usufructo, uso, comodato, superficie o anticresis -entre otros-; y descart que el solo estado o condicin familiar del ocupante pueda generar este ttulo: Es por ello que cuando la litisconsorte neces~ria pasiva alega en su escrito de contestacin de fajas 380 ser casada con el codemandado Dalmacio Nolasco olasco y que, por ello, el bien sub litis es uno que pertenece a la sociedad de gananciales, en el fondo cuestiona la adquisicin operada a favor del NBK~ank y su ttulo de propietario, pero sin oponer otro titulo ms que el [que] emana del acta de matrimonio de fajas 74, no obstante que en autos no se debate el.e;tado civil de los ocupantes del bien ni tampoco SI este integra o no los bienes comunes de la sociedad conyugal, sino nicamente si sus ocupantes detentan o no
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un ttulo que justifique su posesin; en consecuencia, se advierte que las instancias de mrito, en su razonamiento, han procedido inaplicando los artculos 2013 y 20 14 del Cdigo Civil, pues no consideran que no es esta va para dilucidar la validez de los actos jurdicos mediante los cuales la actora adquiri la titularidad sobre el bien, los cuales surten plenamente sus efectos en tanto no se declare judicialmente su invalidez. En ese sentido, no corresponda a las instancias de mrito establecer si el inmueble perteneca o no a la sociedad de gananciales, o si ste fue transferido al NBK Bank (y posteriormente al Banco Financiero del Per) con anuencia o no de uno de sus integrantes, sino si la litisconsorte -en defecto de sus coernplazados- detentaba el inmueble al amparo de un ttulo especfico; y siendo que en autos tal ttulo que esgrime es la sola condicin de casada con uno de los codemandados, aquella circunstancia no otorga ttulo ni derecho alguno para legitimar la posesin precaria de la emplazada, pues desde que los propietarios del bien decid~ero~_d~rlo en pago a tercera persona, se gener la obl~gacl?n meludible de transferirlo a su adquiriente, qmen tiene el derecho de solicitar su restitucin. En cons~cuen~ia, habindose acreditado en autos que Olga joyta javier Zrate ocupa el bien sub litis en calidad de precaria y que los codemandados Dalmacio S~tur~o y Reynaldo Nolasco Nolasco ya no son propietanos del mismo por haberlo dado en pago a favor de NBK Bank y ste, a su vez, haberlo transferido a favor del Banco Financiero del Per, la demanda resul~~ fundada, por lo que debe declararse as en aplicacion de lo dispuesto en el inciso primero del artculo 396 del Cdigo Procesal Civil. 254
El caso del conviviente sujeto a desalojo En contradiccin al criterio antes sealado, por el cual se arguye que la sola condicin de casado no puede ser considerada como ttulo para afrontar un desalojo por ocupacin precaria, hemos hallado un caso judicial en el cual un conviviente pudo hacer valer su condicin, para eliminar la posibilidad que sea considerado precario. Esto se puede nicamente llevar a cabo cuando la unin de hecho ha sido declarada judicialmente o al menos existe un proceso judicial en trmite, como ocurre en este caso. Emilia Gallardo solicit en la va judicial, el desalojo por ocupante precaria a la conviviente suprstite de su padre, Elisa Cerda. Dicha persona form una unin de hecho con Jorge Gallardo, pero no logr su declaracin a nivel judicial. A la muerte de ste, su hija solicit el desalojo. La demandada logr vencer esta argumentacin, aludiendo que exista un proceso judicial en trmite en el cual se estaba analizando la declaracin de convivencia (y por cierto, la propiedad del bien) y mientras que ello no suceda en sentido contrario, no se le poda considerar como precaria. As se estableci en la CAS. N 3111-2006TACNA del 13 de octubre de 2006(161): Tanto la sentencia de primera Instancia como la de segunda Instancia, han declarado la calidad de propietarios que tienen los demandantes (al haber adquirido el inmueble por sucesin del causante Jorge Gallardo Paredes), pero, al momento de establecer la precariedad han sealado que tal supuesto an no se encuentra acreditado, al existir un proceso judicial en trmite, en donde la parte emplazada ha demandado
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el reconocimiento de unin de hecho y liquidacin de ociedad de gananciales que habra tenido con don Jorge Gallardo Paredes. [...] De lo expuesto se puede concluir que, de declararse la nulidad de la sentencia, por un supuesto de incongruencia entre lo que se expresa en lafundamentacin fctica y lo que se decide, y, disponerse que se dicte nueva sentencia, en nada se afectara el sentido de la decisin final, ya que de remediarse la incongruencia que se denuncia, con ello no se llega a desvirtuar lo alegado por la demandada, sino hasta que se resuelva el proceso judicial antes indicado, mas an si de tal proceso se va a expedir una entencia declarativa, por lo que no corresponde disponer su desalojo hasta que su situacin jurdica haya quedado definida en el proceso de reconocimiento de unin de hecho; entonces carecer de inters jurdico y atentar contra el principio de economa procesal declarar la nulidad de la de vista para que sta se pronuncie sobre una situacin -la precariedad- que no se encuentra acreditada, mientras no se resuelva en definitiva el proceso de reconocimiento de unin de hecho.
terceros, independiente de si la sociedad de gananciales nace del matrimonio o de una unin de hecho debidamente declarada en la vajudicial. As se estableci en la CAS. N'-' 201.1-2001leA del 5 de diciembre de 2003(162), en el proceso seguido por Felicitas Gamboa contra Manuel Lengua, sobre tercera de proiedad. En este proceso se discuti si la declaracin de convi~encia que acredita que la demandante tiene una unin de hecho con Marcial Barrientos desde 1987, poda ser opuesta al embargo dictado sobre la parcela Fundo Santiago, a fin de garantizar la deuda impaga asumida por ste a Manuel Lengua. La demandante alegaba que la deuda fue hecha sin su consentimiento y por lo tanto no podan afectar el patrimonio social por una deuda privativa de su pareja. El acreedor tuvo el cuidado de verificar que el inmueble est inscrito nicamente a favor de Marcial Barrientos, y por ello el rgano jurisdiccional concedi el embargo sobre dicho bien. Confrontados ambos argumentos, la Sala declar infundada la demanda por los siguientes argumentos: La sentencias de mrito, al declarar fundada la demanda, han establecido que el bien materia de tercera fue independizado a favor de don Marcial Barrientos Ramrez por contrato del 4 de julio de 1989, e inscritos en los Registros Pblicos el 3 de junio de 1994, esto es, que fue adquirido dentro de la relacin de convivencia con la accionante, reconocida desde 1987 por sentencia expedida en el proceso nmero 844-99, sobre declaracin judicial de convivencia, resultando por tanto de aplicacin el artculo 315 del Cdigo Civil que eala que para disponer de los bie-
El conviviente frente al tercero registral En algn caso registrado en las ejecutorias supremas, se observa qu: una vez declarada la convivencia en la va judicial, los conc~bll10s buscan hacer valer dicha condicin para evitar qu: el bien sea embargado y luego ejecutado por deudas contradas ~?r uno de ellos. Esta situacin no vara el hecho que la protecclOn establecida por la fe pblica registral protege a los 256
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la intervencin
El artculo 2012Q del Cdigo Civil recoge el principio de publicidad registral que dispone que toda persona tiene conocimiento de las inscripciones, publicidad que no slo est referida al contenido de los Asientos Registrales sino tambin a los ttulos que dieron origen a la inscripcin. El artculo 2014Q del Cdigo Civil y artculo VIII del Reglamento General de los Registros Pblicos reconocen el principio de la buena fe registral, la que se presume mientras no se pruebe que el tercero tena conocimiento de la inexactitud del registro, y que se sustenta en la necesidad de proteger las adquisiciones que por negocio jurdico afecten terceros adquirientes y que se hayan producido confiados en el contenido del registro. Al haberse establecido en autos que la accionante era propietaria del bien materia de ejecucin, a pesar de que dicha situacin no apareca anotada en el Registro de la Propiedad Inmueble, resulta evidente que el impugnante, al momento de contratar los prstamos otorgados a favor del codemandado Germn Barrientos, desconoca de la calidad de bien social que ostentaba el inmueble aceptado en garanta, lo cual se encuentra corroborado con la ficha registral obrante a fojas' 49. Siendo ello as, es claro que don Manuel Alejandro Lengua Zambrano contrat con quien apareca con derecho inscrito en el Registro Pblico, como nico propietario de la parcela nmero 33, negocio jurdico que se encuentra amparado por el principio de buena
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fe registral contenido en el artculo 2014 del Cdigo Civil, siendo procedente que se contine con la ejecucin del bien dado en garanta. No obstante se haya reconocido judicialmente la unin de hecho establecida desde el ao 1987 entre la accionante y don Germn Barrientos Ramrez, tal situacin no puede ser opuesta a la ejecucin ordenada dentro del expediente acompaado, al no haber acreditado la demandante la titularidad del predio sub litis conforme lo prescribe el artculo 923Q del Cdigo Civil.
El caso del bgamo La fe pblica registral ampara al tercero de buena fe inclusive frente a la eventualidad que los vendedores de un bien no sean realmente sus propietarios. Esto sucede en mayor o menor medida, mando una pareja matri:nonial inscribe la propiedad de un inmueble como suyo a sabiendas que a partir del momento de la adquisicin corresponda a un matrimonio anterior al de uno de ellos. Esto se puede generar en los casos de bigamia, que como sabemos origina la nulidad del segundo matrimonio. El siguiente caso refleja esta situacin: el 22 de enero de 1955, Dora Arrasco contrajo matrimonio con Gustavo Cancino. En 1975, el esposo adquiri un inmueble. El 4 de enero de 1988, sin disolver su vnculo matrimonial, Gustavo Cancino contrae segundas nupcias con Herlinda Snchez. El 9 de julio de 1993, los esposos Cancino-Snchez disponen del inmueble como si fuese uno generado durante la vigencia de la sociedad de gananciales a favor de Adriano Baca y OIga Camacho. Dora Arrasco present demanda de nulidad de la compraventa y de los asientos registrales, amparndose que el segundo matrimonio era invlido y por lo tanto el bien inmueble dispuesto corresponde a la sociedad de gananciales del primer matrimonio. La Sala
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corrobor esta condicin, sin embargo, seal que los esposos Baca-Camacho al haber actuado en funcin de aquello que apareca en los registros, estaban amparados por la fe pblica registra!: Con respecto a la denuncia de inaplicacin del artculo 219Q, incisos 1,3 Y4 del Cdigo Civil, a la conclusin fctica establecida; corresponde sealar que dicha norma en sus supuestos denunciados, de aplicarse, no va a variar la decisin adoptada en la sentencia, por cuanto el artculo 2014Q del Cdigo Civil tiene prescrito que 'el tercero que de buena fe adquiere a ttulo oneroso algn derecho de personas que en el registro aparece con facultades para otorgarlo, mantiene su adquisicin una vez inscrito su derecho, aunque despus se anule, rescinda o resuelva el del otorgante por virtud de causas que no consten en los registros pblicos'; esto es, conforme lo ha determinado la Sala de mrito, si bien el inmueble sub litis es bien social y el demandado don Gustavo Cancino Mendoza lo vendi sin consentimiento de su cnyuge la actora doa Dora Arrasco Cruz, no es menos verdad que en el Registro de la Propiedad Inmueble no figuraban ambos como propietarios registrales sino el demandado Gustavo Cancino Mendoza y su codemandada doa Herlinda Snchez Salazar; habiendo adquirido el inmueble los codemandados compradores bajo la buena fe registral, que consagra el artculo 2014 del Cdigo Civil que contiene la presuncin iuris tantum de la buena fe; y que recin en el mes de junio del ao de 1997 la accionante remiti al demandado Baca Espinoza carta notarial mediante la cual pone en su conocimiento que se ha llegado a enterar que han adquirido el predio sub litis, lo que determina que di260
ha carta fue remitida a los demandados compradoc d. res con posterioridad a la transferencia del pre 10.
3 Aceptacin tcita del cnyuge no interviniente 3.. Resulta interesante que el criterio establecido por la Corte Suprema deJusti~ia, po.r el cual los actos de disposicin ar.bitra. del patrimomo SOCIalson nulos, se vea atenuado en CIertos nos d di supuestos en los cuales los terceros logran acre itar me iante tas procesales que el asentimiento del cnyuge no argu men . ~ . ~ interviniente si bien no se realiz expresamente, se mamfesto en forma tcita. Es cierto que el Art. 141 Q CC admite que la manifestacin de la voluntad sea expresa o tcita, producindose esta ltima, cuando la voluntad se infiere indubitablemente de una actitud o de circunstancias de comportamiento que revelan su existencia. Sin embargo, este tipo de manifestacin resulta discutible dentro del marco establecido por el Art. 315 del CC que requiere la intervencin conjunta de los cnyuges en los actos de disposicin del patrimonio social. A manera de ejemplo, resumimos el caso expuesto por Belaunde'P": Oscar Linares celebr un contrato de compraventa con los cnyuges Armando Manco y Mara Flores, el 20 de jul~o de 1988, por el cual se oblig a transferirles un inmue~le sin indicarles que ste fue adquirido durante su matrimom~ con Lotty Burckhardt bajo el rgimen de sociedad de gananCIales. El pago total del precio del bien (US$ 45,000) fue pact~~o en cuatro armadas: la inicial fue pagada antes de la celebracin del
(163) BELAlJNDE MOREYRA, Nulidad o resolucin de compraventa, .de ,U? bien social? De cmo una transaccin simple termin en un enredo Jundl-
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contrato, por US$ 13,750 Yel remanente debi ser pagado el 30 de mayo de 1989 (US$ 22,000), el 30 de agosto de 1989 (US$ 5,000) y el 30 de diciembre de 1989 (US$ 4,250). La esposa demand la nulidad del acto de disposicin celebrado por su esposo sin su consentimiento. Los terceros argumentaron que la demandante reconoci los recibos de pago de la cuota inicial y por lo tanto asinti la venta del inmueble social. La Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia, atendiendo el recurso de nulidad (Exp. N 973-93-LlMA) acogi este argumento, sealando lo siguiente: Si bien es verdad, la demandante doa Lotty Burckhardt Sayn de Linares no ha suscrito el contrato privado de compraventa q~e en copia obra a fajas 3, por el cual su cnyuge don Oscar Linares Nez transfiere la propiedad del inmueble sito en Caminos del Inca N 2476, Monterrico Sur, distrito de Santiago de Surco, a favor de los demandados, sin embargo, de los documentos de fajas 116, 117 y 118, que han sido reconocidos por la citada demandante en la diligencia de fajas 134 vuelta, fluye claramente que ella no slo reconoca la aludida compraventa, sino tambin ha recibido dinero como parte del pago del precio del bien materia de autos, debiendo conducirse [sic] que el contrato privado de fajas 3 constituye la culminacin de las tr.atativas que venan celebrando para la venta del predIO. [...] En tal virtud, la demanda sobre nulidad de compraventa planteada debe desestimarse. Comentando esta sentencia, Belaunde''?", seala:
El problema fundamental de los casos analizados fue uno de probanza ms que de interpretacin legal. La Corte Suprema fall correctamente cuando desestim la demanda de nulidad del contrato de compraventa por la supuesta no intervencin de la esposa. Este aspecto qued irrefutablemente desvirtuado con los recibos que ella misma haba suscrito por las sumas pagadas a cuenta del precio y que luego reconoci en el proceso, aunque quiso darles una significacin distinta de la expresada en su contenido. El consentimiento no slo se manifiesta con la firma de los documentos formales de compraventa. Tambin puede evidenciarse mediante otras acciones y la recepcin de dinero en pago parcial del precio sin lugar a dudas es una manera de expresar el consentimiento. [oo.] Por consiguiente se puede formular la siguiente sumilla del caso en cuestin: Cuando se vende un bien inmueble social para cumplir la exigencia establecida en el artculo 315 del Cdigo Civil en el sentido de que marido y mujer consientan la transaccin, no es indispensable la firma de los dos cnyuges en el contrato, si la voluntad de ambos es demostrada por otros medios, tales como la recepcin conjunta de dinero a cuenta del precio pactado. En la lnea de este antecedente, la Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema se pronunci en la CASo N 2614-2005AREQUIPA del 19 dejunio de 2006(165) a favor del asentimiento
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Ibdem, p. 30.
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tcito del cnyuge no interviniente. Juan Pan se cas Con Ambrocia Almonte. Hacindose pasar como soltera y sin intervencin de su consorte, esta ltima adquiri un inmueble de Maria Casapia. Posteriormente, Ambrocia Almonte subdividi el inmueble en dos lotes y los vendi, uno de ellos a favor de Eleuterio Carpio (lote 1) y el otro a favor de Maria Casapia (lote 1-A). En autos se acredit que el esposo tuvo conocimiento de la primera transferencia, mas no de la segunda. Precisamente, el esposo solicit la nulidad de este ltimo acto por no haber intervenido. La Sala razona que si el esposo conoci sobre la subdivisin y la venta de uno de los lotes es presumible que tambin conoci la suerte del otro lote. No cambia este resultado el hecho que la esposa se haya allanado a la demanda, seguramente en contubernio con su consorte. A ello agreg que en casacin no se podan actuar: Las instancias de mrito estiman que si el actor tuvo conocimiento y participacin activa en la adquisicin, sub divisin y venta del lote 1, con ms razn deba tener conocimiento de la venta del lote 1-A, ms an si de la valoracin del contenido de las cintas magnetofnicas ofrecidas por la codemandada Mara Casapia, se advierte que el demandante autoriz la transferencia del lote 1-Apor parte de su esposa a cambio de que la seora Casapia le pagara una suma de dinero, esto es, el actor consinti la celebracin del acto cuya nulidad pretende, a todo lo cual se agrega el silencio de la codemandada Ambrocia Almonte durante la secuela del proceso, al que se aperson con la nica finalidad de allanarse a la demanda de nulidad interpuesta por su cnyuge; por tanto -concluyen-, habiendo permitido el actor que la transferencia del lote 1-A se realice a favor de la seora Casapia, no puede propiciar ahora su nulidad aprovechndose de lo establecido en el 264
artculo 3152 del Cdigo Civil, pues ello implicara un abuso del derecho que la ley prohbe. La conclusin a que arriban las instancias de mrito bre el conocimiento que tuvo el actor de la venta del so ., . d bien sub litis, es producto de la valoracin conjunta e los hechos expuestos y las pruebas actuadas en el proceso, las cuales no pueden ser objeto de nueva valorain a travs de la causal material propuesta, que presCl d . . cinde del anlisis de aquello que estima proba o, mcidiendo nicamente en aspectos de iure o de derecho. En otros casos, la manifestacin de voluntad del cny~~e no interviniente se presenta como una verdad~ra.confirmaclO~ del acto celebrado por su consorte sin su asentirniento, com? SI se tratase de un acto anulable, de acuerdo con lo establecido acto queda por e.1Art 2312 del CC , el mismo que. seala que el ,. , tambin confirmado si la parte a qUlen corresponda la accin de anulacin , conociendo la causal, lo hubiese en . ejecutado , forma total o parcial, o si existen hechos que l.neqUlvoca~ente pongan de manifiesto la intencin de re~~nClar a la accin de anulabilidad. Este criterio ha sido admitido por la Corte Suprema de Justicia, a pesar de que, como ~epe.timos, ha ?pta~o por la nulidad del acto de disposicin arbItrano d~l pammorno social y por lo tanto, por la insubsanabilidad de dicho acto. As, Favio Tejada celebr con Elva Aguirre un cont~ato de . d un mmuecompraventa del 50% de los derechos y aCClOnes e , . e 1 ven d e d o r se nego a enble social. Una vez pagado el preclO, .. tregar el inmueble, alegando que en la compraventa no partl~lp su cnyuge (Augusta Moncada). La compradora dem.and.~ a . d e escn .t ura d e independIzaClon ambos esposos el otorgamIento . de la parte que le corresponda del inmueble socIal: Para. tal efecto, seal que si bien la esposa del vendedor no mtervmo 265
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en el contrato de compraventa ' sta consinti la transfer . . L' enCla cuando la mmuta de compraventa fue elevada a escritura pblica. Este argumento fue aceptado por la Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema de Justicia, en la CAS. N 2792-98-LlMA(l66) conforme se puede ver a continuacin: ' Las sentencias inferiores han establecido como hecho probado que si bien la cnyuge del recurrente no ha intervenido en el contrato de compraventa, tal formalidad legal ha sido convalidada con la suscripcin de dicho cnyuge de la escritura de compraventa que corre a fojas 208 a 235 de fecha 31 de enero de 1995 , precisndose adems que en ella corre como inserta la voluntad del emplazado de haber transferido a la actora e150% de los derechos y acciones del inmueble sub litis. . Doa Augusta Luzgarda Moncada Cabanillas, esposa del demandado, fue integrada a la relacin procesal en su calidad de litisconsorcio necesario y no habiendo contestado la demanda se le declar rebelde no habiendo apelado de la sentencia de primera instancia, ni interpuesto recurso de casacin, ni objetado el contrato de compraventa, por lo que no resulta de aplicacin el artculo 315 del Cdigo Civil. _. Este ltimo argumento de carcter procesal tambin es vlido para el tercero que afirm en su demanda o reconvencin ~puede ser de otorgamiento de escritura pblica o entrega del. blen- que el acto de disposicin arbitrario del patrimonio SOCIal contaba con el asentimiento del cnyuge no interviniente;
en este supuesto, declarada la rebelda de dicho cnyuge, sta producir a favor del tercero una presuncin relativa sobre lo afirmado en sus actos postulatorios. As lo establece el Art. 461 del CPC, que posee las siguientes excepciones, cuando: i) habiendo varios emplazados, alguno contesta la demanda; ii) la pretensin se sustente en un derecho indisponible; iii) requiriendo la ley que la pretensin demandada se pruebe con documento, ste no fue acompaado a la demanda; o iv) eljuez declare, en resolucin motivada, que no le producen conviccin. De tal manera, que si no se presenta ninguna de las excepciones establecidas por dicho artculo, la afirmacin del tercero, en el sentido que el cnyuge no interviniente s asinti el acto de disposicin arbitrario, quedar firme. Es el caso de Uladismiro Pajares, quien vendi un inmueble social a favor de Ramn Aguilar. La esposa del vendedor (Mara Snchez) le advierte que por tratarse de un inmueble adquirido bajo el rgimen de sociedad de gananciales debe contar con su asentimiento, por lo que ste se desiste de perfeccionar dicho contrato. Como consecuencia de ello, el comprador demand el otorgamiento de escritura pblica a los dos esposos. Ya en el proceso, ninguno de los esposos contestaron oportunamente la demanda y fueron declarados rebeldes; sin embargo, la esposa del vendedor interpuso casacin y argument que el acto de disposicin del patrimonio social celebrado por su esposo a favor del demandante era nulo, por no haber contado con su asentimiento. La Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema de Justicia rechaz la denuncia de in aplicacin del Art. 315 del CC, sealando en la CASo N' 1034-98CAJAMARCA(167), lo siguiente:
CAS. N 2792-98-LIMA del 1 de junio de 1999, publicada SCEP del 14 de setiembre de 1999, pp. 3522-3523.
(166)
en la
(167) CAS. N 1034-98-CAJAMARCA del 7 de abril de 1999, publicada en la SCEP del 29 de agosto de 1999, pp. 3363-3364.
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La Sala de mrito ha establecido que los esposos Uladismiro Pajares Machuca y Mara Erika Snchez de Pajares fueron declarados rebeldes, por no haber contestado la demanda y que como lo dispone el artculo 471Q del Cdigo Procesal Civil es efecto de tal declaracin la presuncin legal relativa sobre los hechos expuestos en la demanda. Agrega, que no existe en autos prueba alguna que desvirte dicha presuncin; que, adems, la codemandada no ha cuestionado la validez de los instrumentos con lo que se recauda la demanda y el transcurso del tiempo desde la suscripcin del documento hasta la fecha de interposicin; llevan al consentimiento que ella estuvo de acuerdo con la transferencia de dominio a que se contrae este juicio. Pretender modificar los argumentos glosados, requerira de un reexamen de los hechos y una nueva valoracin de la prueba, pretensin que resulta ajena al sistema casatorio. Los Registros Pblicos han utilizado muchas veces el argumento del asentimiento tcito del cnyuge no interviniente para salvar los vacos que se pudiesen crear en el tracto sucesivo en la transferencia de los inmuebles. As,] os Chanduv y Nora Regalado adquirieron la propiedad de un inmueble ubicado en Huacho, mediante compraventa celebrada con los espososVctor ]amanca y Lucila Vsquez. El Registrador Pblico observ la solicitud de inscripcin presentada por]os Chanduv, sealando que de la revisin de la partida registral, se observa que el anterior asiento corresponde a la inscripcin de la adjudicacin realizada por la Asociacin Pro Vivienda Residencial Los Cisnes del 9 de octubre de 1986 a favor de Vctor Jamanca, en la que no actu conjuntamente con su cnyuge Lucila Vsquez.
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A te la apelacin presentada por el solicitante, el Tribunal R:gistral, en la RES. NQ430-98-0RLC/TR(168), super l.osvac~os existentes en el tracto sucesivo de ambas transferencias, senalanda lo siguiente: En relacin al requerimiento de intervencin de doa Lucila Hermelinda Vsquez Peralta en la escritura pblica de 9 de octubre de 19~6, se aprecia q,:e adicionalmente a que esta instancia se ha pronuncIado en reiterada jurisprudencia en relacin a la exigencia de la intervencin de la cnyuge del comprador en la adquisicin de bienes inmuebles en aplicacin del artculo 315Q del CC, tambin es cierto que se han emitido resoluciones de carcter vinculante en cuanto a la manifestacin de voluntad expresa o tcita de los contratantes, en base al sustento de que en el sistema jurdico peruano no resulta posible la atribucin del derecho de propiedad sin la manifestacin de voluntad tanto del transferente como del adquirente, siendo que para estos efectos resulta de aplicacin lo previsto en el artculo 141 del cdigo sustantivo, que establece que la manifestacin d voluntad es tcita, cuando de sta se infiere
(168) RES.N 430-98-0RLCjTRdel20 de noviembre de 1998, en ORLC, Vol. VII, pp. 62-66. En la misma lnea de interpretacin, la RES N 155-98ORLCjTR del 14 de abril de 1998, en ORLC, Vol. VI, pp. 168-170. En la CAS.N 1116-2001-LlMAdel 18 de setiembre de 2001, publicada en la SCEP del 2 de febrero de 2002, pp. 8332-8333 Yla CAS.N 2964-2001-AREQUIPA del 22 de octubre de 2001, publicada en la SCEP del 2 de febrero de 2002, p. 8297, se admite que los errores de forma en la declaracin del cnyuge no interviniente -respecto de la numeracin del inmueble o l~ C?n~l~acin de un apellido distinto en la firma- no enervan su eficacia Jundlca. Dicha declaracin debe ser interpretada en funcin de la buena fe (Art, 1782 CC).
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En ese sentido, si bien es cierto no se aprecia de la escritura pblica glosada en el considerando precedente que doa Lucila Vsquez Peralta haya intervenido manifestando su voluntad de aceptar la tranferencia a favor de la sociedad conyugal que conforma con don Vctor ]amanca Aguilar, no es menos cierto que la circunstancia de que aqulla y su cnyuge transfieran el inmueble a favor del apelante mediante la escritura pblica de fecha posterior, 1 de octubre de 1997, implica que ha manifestado tcitamente su voluntad de aceptar la transferencia anterior a su favor, debiendo desestimarse en consecuencia este extremo de la observacin formulada. Sumados estos criterios a favor del tercero que contrata con el cnyuge interviniente, se puede llegar a la conclusin que a pesar de que contradictoriamente el acto de disposicin arbitrario del patrimonio social sea considerado nulo -por el criterio establecido por la Corte Suprema de ]usticia-, se admite la posibilidad que el tercero pruebe la manifestacin tcita de la voluntad del cnyuge no interviniente, cuando sta se infiera indubitablemente de una actitud o circunstancias de comportamiento que revelen su existencia, ya sea con anterioridad o con posterioridad al acto celebrado por su consorte sin su asentimiento. El criterio antes indicado tambin resulta aplicable para los defectos de tracto sucesivo que puedan ocurrir en los registros pblicos, cuando uno de los cnyuges no ha participado en la adquisicin de un bien pero s en su posterior disposicin. Un caso curioso para finalizar este acpite: Roberto Flores alquil un inmueble a Elena Palomino y posteriormente, con fecha 7 de marzo de 1988, mediante carta notarial le ofreci 270
icho bien conforme al derecho de tanteo o de prelaven d er, d o 38 d 14 . / establecido por el Art. 222 del Decreto Ley - 219 e Clon . bre de 1977 La inquilina contest el 21 de abril de de d IClem . ue desafortunadamente coincidi con la muerte q ha 198 8 , f ec . del oferente. Pero adems, la posible adqmrente se percata que dador tena estado civil de casado y que su esposa no su arren .. CAS Q 29-0 tena la intencin de enajenar e~m~ueble. En la . !J 98_LlMA(169), la Sala Civil Transltona de la Cor~e S~~rema e .. ante la impugnacin presentada por la inquilina, sena]uSUCla, . l que si bien es cierto la muerte del arrendador no exime a sus deros del cumplimiento de su oferta, se debe tener en cuen. . h ere ue el bien es social y por lo tanto requiere el asenUmlento ta q d. .. / conjunto de ambos cnyuges para su isposrcton ,
en leyes especiales
Nuestro sistema jurdico ha optado por ~:table.cer taxativamente dos excepciones a la regla de la actuacion conJu~ta de los cnyuges en los actos de disposicin arbi~arios del patnmonio social-el otorgamiento de facultades suficientes a uno de los cnyuges y la adquisicin de bienes muebles-, para luego = alar mediante una clusula abierta que dicha regla tampoco nge en los casos considerados en las leyes especiales. Aunque la doctrina no se haya expresado respecto a la naturaleza de estas ltimas excepciones, se trata de supuestos en los cuales, por mandato legal, se presume el asentimiento del cnyuge no interviniente en determinados actos celebrados ~or su consorte, en atencin principalmente del trfico comerc.l~l. No es difcil imaginar que una regla como la de la actua~lO~ conjunta puede crear graves problemas al trfico comercIal SI
(169) CAS. N2 2950-98-LlMA del 7 de junio de 1999, publicada en la SCEP del 17 de setiembre de 1999, pp. 3551-3552.
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n.~ se establecen .li~itaciones a la misma, mediante la presuncion del :onsentImIento del cnyuge no interviniente en los actos realizados por su consorte. Las normas de excepcin El supuesto ms conocido, en nuestro medio, es el establecido por el Art. 227 de la Ley N 26702 del 9 de diciembre de 1996 (Ley General del Sistema Financiero y del Sistema de Seguros y Orgnica de la Superintendencia de Banca y Seguros), por el cual en el establecimiento de cuentas corrientes por personas naturales y en las operaciones que se efecte con las mismas, se presume de pleno derecho el consentimiento del cnyuge del titular de la cuenta. El antecedente ms cercano de esta norma es el Decreto Ley ~- 18855 del 14 de mayo de 1971 que tuvo por objeto atenuar el ngor de la actuacin conjunta establecida primigeniamente en el Art. 188 del CC de 1936 (modificado por el Decreto Ley N 17838 del 1 de octubre de 1969), sealando que el requisito establecido en dicha norma se presumir cumplido de pleno derech?, .en los casos de constitucin de prenda en garanta de los credIto~ q~e otorgue~ las instituciones bancarias, cuando el gravamen incida sobre bienes comunes dedicados a la explotacin de la respectiva actividad del solicitante o sobre los generados, c~eados, extrados o adquiridos con la inversin que se realice, directa o indirectamente, con dichos crditos.
o
Con la actual norma, queda claro que en los actos de disposicin del patrimonio social realizados por un.o de los cnyuges como titular de una cuenta corri~nte, medIan.te transferencias, as como por las dems operaCIOnes bancanas, se presume sin admitir prueba en contrario que cuenta con el asentimiento de su consorte. De tal manera que en esta clase de actos, el cnyuge no interviniente ni siquiera puede alegar su anulabilidad (o nulidad, segn el criterio jurisprudencial). La ley permite la intervencin unilateral del cnyuge titular de una cuenta corriente con el objeto -al igual que en el Decreto Ley N 18855- de proveer a los Bancos de mecanismos que le faciliten la recuperacin de sus colocaciones. Si bien resulta ser una razn vlida, en la prctica puede prestarse a arbitrariedades, mucho ms si se lo une con otros mecanismos establecidos por la Ley N 26702, como podr apreciarse en el mbito de los actos puramente obligatorios (correspondiente al Captulo 3). En igual sentido, el Decreto Supremo N 093-2002-EF (Texto nico Ordenado de la Ley de Mercado de Valores) del 15 de junio de 2002, en su Art. 113, seala que en las transacciones que se realicen en los mecanismos centralizados reg~lados por esta ley, se presume de pleno derecho el consentmiento del cnyuge del enajenante, en los casos en que fuese requerido, por no existir un rgimen de separacin de patrimonios (o cuando es soltero, agregamos nosotros). Los mecanismos centralizados de negociacin antes sealados, son aquellos que renen o interconectan simultneamente a varios c~mprado res y vendedores con el objeto de negociar valo~es, mstrumentos derivados e instrumentos que no sean objeto de emisin masiva. Por su parte, la Ley N 27287 (Ley de Ttulos Valores) publicada el19 de junio de 2000, en su Sexta Disposicin Complementaria y Final, establece que:
El propsito de esta norma, conforme se puede apreciar de su parte considerativa, consisti en favorecer el rpido desarrollo ~e l~s ac.tividades a travs del crdito oportuno que otorg~n las msntucones bancarias mediante la simplificacin de tr~Ites y que para lograr tal objetivo, era conveniente adaptar lo dispuesto en ~l Art. 188 del CC de 1936 a la necesidad de agilizar las operaciones de crdito que otorgan aquellas.
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Sexta Disposicin ComPlementaria y Final En la transferencia o constitucin de gravmenes sobre ttulos valores emitidos o transferidos a favor de una persona natural, no se requiere la intervencin del cnyuge. La misma regla rige para los valores representados mediante anotacin en cuenta. Se refiere a los valores en ttulo o a los desmaterializados emitidos o transferidos a nombre o a favor de una determinada persona natural, cuyo nombre figure literalmente en el ttulo o registro y que de ese modo se convierte en su legtimo tenedor o titular. Cuando tal persona, a su vez, transfiera o constituya un gravamen sobre dicho valor, no requiere la intervencin de su cnyuge. As, cuando un cheque girado a la orden de uno de los cnyuges sea endosado por ste, no requerir que intervenga su consorte, a pesar de que puede estar disponiendo parte del patrimonio social. Igual suerte correr si endosa en garanta una letra de cambio girada o endosada a su orden o transfiera o prende una accin inscrita en la Caja de Valores de Lima (Cavali) o que figure en la matrcula de acciones de la sociedad emisora slo a nombre de dicha persona natural. Situacin distinta se produce si la titularidad de los valores corresponde a ambos cnyuges, en cuyo caso s se requerir del asentimiento de los dos consortes, ya sea para disponer o gravar. Las acciones en una sociedad Constituyen un supuesto discutible las acciones que uno de los cnyuges tuviese a su nombre en una sociedad annima. En estricto, se tratan de bienes sociales, salvo que por su origen tengan la calidad de bienes propios, hayan sido adquiridos a ttulo gratuito o constituyan acciones que hayan sido distribuidas gratuitamente entre los socios por revaluacin del patrimo274
-,
nio social, cuando esas acciones o participaciones sean bien propio (Art. 302, incs. 1, 3 Y 7 CC). Sin embargo, a pesa~ que el Art. 37 del Reglamento General del Registro de SOCIedades (RES. 200-200 l-SUNARP /S del 27 de julio de 2001) seal~ ue para la inscripcin del pacto social y del aumento de capI~l, los cnyuges son considerados como un solo socio, .salvo ue se acrediteque el aporte de cada uno de ellos es de bienes ~ropios o que estn sujetos ~l rgimen de separacin de P~trimonios, indicndose en el titulo presentado los datos de InScripcin de la separacin en el Registro Personal, los Arts. 91 Y92 de la Ley General de Sociedades (Ley N 26887 del 9 de diciembre de 1997) establecen que a efectos de la sociedad, se considera propietario de la accin a quien aparezca como tal en la matrcula de acciones, en la cual se anota la titularidad de las acciones y sus transferencias; abriendo la posibilidad, por lo tanto, de inscribir en dicha matrcula fondos sociales como aportes privativos de uno de los cnyuges. La Corte Suprema de Justicia ha atendido a las normas societarias, para negar la posibilidad que uno de los cnyuge.s defienda el patrimonio social cuando ste se encuentra constituido por acciones que su consorte posee en calida~ de soci~; conclusin que llevada a sus ltimos alcances, perrmt colegir que el esposo que es titular de acciones de una socieda~ pue~e disponer de ellos aunque stas formen parte del patnmomo social de ambos cnyuges. As, en la Caso N 2499-98-LlMA(l70>, emitida por la Sala Civil Permanente en el proceso de impugnacin de acuerdos seguido por Noem Schartz contra l~ ~ompaa Interamericana de Radiodifusin Sociedad Anomma, se desestim la pretensin de la demandante por no tener legitimidad para obrar, sealando que de acuerdo a la Ley General
(170) CAS. N2 2499-98-LIMAdel 3 de marzo de 1999, publicada en la SCEP del 12 de abril de 1999, pp. 2899-2900.
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de Sociedades no es la sociedad conyugal a quien le corresponde el ejercicio de los derechos de socio sino al cnyuge titular de las acciones (Baruch Ivcher). Rescatemos los principales argumentos expuestos por la Sala: El derecho de accin es el derecho subjetivo que tienen todas las personas para hacer valer una pretensin jurdica ante el rgano jurisdiccional y obtener de ste la tutela jurisdiccional efectiva a travs de un pronunciamiento judicial. La legitimidad para obrar en cambio es la coincidencia que debe existir entre las partes del derecho material y las partes de la relacin jurdica procesal. A pesar que ambos conceptos no aparecen claramente diferenciados en las resoluciones impugnadas, resulta evidente que stas se basan en la falta de legitimidad para obrar de la demandante, ya que apoyndose en normas de la Ley General de Sociedades, se ha estimado que la demandante carece de legitimidad para obrar, pues no es la sociedad conyugal a quien le corresponde el ejercicio de los derechos de socio sino la persona designada para tal efecto. El juez al calificar la demanda puede determinar la falta de legitimidad para obrar de la demandante conforme al inciso primero del artculo 427 del Cdigo Procesal Civil.
[ ... ]
derogada Ley General de Sociedades, por lo que debe rectificarse el error que contiene la recurrida. Sin embargo, permaneciendo inalterada la conclusin relativa a la falta de legitimidad para obrar de la demandante por falta de impugnacin adecuada, debe procederse conforme a la segunda parte del artculo 397 del Cdigo Procesal Civil. El voto en discordia emitido por el vocal Iberico Mas contiene una interesante interpretacin, acusando una verdadera antinomia entre dos tipos de normas, las del CC, referidas a la sociedad de gananciales, y las de la Ley General de Sociedades, respecto de las acciones societarias. A favor de las primeras seal que: las acciones sub litis fueron adquiridas por don Baruch Ivcher Brostein dentro del matrimonio celebrado con la accionan te, por ende, se reputan de propiedad de la sociedad de gananciales conformada por ambos y que por lo tanto ella puede administrar dichos bienes y a favor de las segundas, que en materia societaria se seala que es accionista quien es titular de una o varias acciones, y que tal titularidad tratndose de las acciones nominativa, est dada por la inscripcin en el correspondi~nte libro de registro, inscripcin que legitima al aceronista para el ejercicio de los derechos sociales inherentes a tal calidad, precepto que es recogido por el Art. l07 de la derogada Ley General de Sociedades. Para conciliar ambas normas, hizo el siguiente razonamiento: Como se aprecia, nos encontramos ante una supuesta contradiccin normativa, y dependiendo de la op277
Es competente para conocer de las acciones de impugnacin de acuerdos eljuez civilcon prescindencia de la forma en que se convoque a lajunta general de accionistas conforme a los artculos 43 y 146 de la
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cin que se asuma se reputar a las acciones como bienes propios o bienes sociales [...], en ese orden de ideas, sea que las acciones tengan la calidad de propios o de bienes sociales, el Art. 314 del CC, en concordancia con el Art. 294 del mismo cdigo, establece que en caso de que uno de los cnyuges se halle impedido de ejercitar la administracin tanto de los bienes sociales como de los bienes propios, ya sea por interdiccin o por otra causa, compete al otro cnyuge la administracin de dichos bienes, [...] es decir que en el caso de autos, el cnyuge que aparece como titular de las acciones, al estar impedido de ejercer los derechos otorgados que stas le conceden, la norma acotada, de orden publico, otorga representacin y administracin legal a la accionante respecto de dichas acciones. En igual sentido, la Sala Civil Transitoria resolvi la CAS. N 3600-01-CUSCO(171). La demandante, Sandra Thombansen, pretendi evitar el remate -va tercera de propiedad- del inmueble de propiedad de la empresa Haffner Empresa de Desarrollo Internacional Sociedad Comercial de Responsabilidad Limitada, de la cual su esposo,]arry Haffner, era titular del 50% de las acciones; arguyendo que le corresponda la cotitularidad de dichas acciones, porque stas haban sido adquiridas durante la vigencia de la sociedad de gananciales, y sin embargo, se hipotec el inmueble sin su consentimiento. La Sala desestim
esta argumentacin sealando que la empresa de la cual es accionista su esposo es una persona jurdica y por lo tanto, es distinta de sus miembros; asimismo, agreg que el hecho de ser cnyuge de un accionista no implica que se adquiera la calidad de propietario de dicha empresa: Cabe mencionar que el inmueble materia de discusin al momento de constituirse la hipoteca era de propiedad de la Empresa Desarrollo Internacional Sociedad Comercial de Responsabilidad Limitada, segn consta del certificado positivo de gravmenes de fojas 77. Estando a lo antes expuesto y a los fundamentos del escrito de demanda, es de observarse que la demandante pretende se haga extensivo el patrimonio de la empresa codemandada a su persona por el hecho de ser cnyuge de don ]arry Lane Haffner, quien es accionista del 50% de las acciones de dicha empresa; sin embargo, tal alegacin carece de todo sustento legal, puesto que de conformidad con el artculo 78 del Cdigo Civil la persona jurdica tiene existencia jurdica distinta de sus miembros y ninguno de stos ni todos ellos tienen derecho al patrimonio de ella ni estn obligados a satisfacer sus deudas, lo que nos lleva a determinar que el hecho de ser cnyuge de un accionista no implica que se adquiera la calidad de propietario de los bienes de la empresa. Al haberse declarado fundada la demanda bajo el errado sustento expuesto en la demanda se ha incurrido en una contravencin de la norma sustantiva antes acostada y por tanto se ha afectado el debido proceso. Consecuentemente esta Suprema Sala considera que la impugnada ha incurrido en la causal de contravencin que garantizan el derecho al debido proceso.
CAS. N 3600-01-CUSCO del 26 de abril de 2002, publicada en la SCEP del 31 de julio de 2002, pp. 9029-9030. Posteriormente, la Sala Civil P~rmanente, en su CAS. N 2687-2001-LIMA del 14 de agosto de 2002, publicada en la SCEP del 2 de diciembre de 2002, pp. 9595, afirm claramen~e qu.e la ley otorga la calidad de accionista slo a la persona que aparece inscrita en el registro de matrcula de acciones.
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En lajurisprudencia reciente de la Corte Suprema de just. cia de la Repblica, la CAS.. TQ 2021-2004-LlMA del 26 de agosto de 2005 resolvi el siguiente caso: Julio Rabanal constituy con otros socios la empresa Clory's Inn S.A., para lo cual aport un terreno y 125,400 acciones (el valor nominal de cada accin equivala a un nuevo sol). Al momento de esta constitucin y de los aportes, se encontraba casado con Dina Borra y por lo tanto los bienes dispuestos formaban parte del patrimonio social de ambos. Adems de ello, Julio Rabanal prest una suma de dinero a la sociedad. Tiempo despus, la esposa impugn en la va judicial la decisin de la junta general extraordinaria de accionistas dirigida, entre otros, a establecer un aumento del capital social y modificacin de estatutos, sobre la base de la conversin de la deuda que tena la sociedad en capital, por lo que el dinero entregado por el esposo en prstamo no le sera reembolsado. Para ello, argument que en su calidad de esposa tena derecho a participar en dicha junta de accionistas, porque los bienes aportados y prestados a la sociedad correspondan a la sociedad conyugal Rabanal-Borra. La Sala Civil Permanente, al resolver la controversia, seal que a efectos de las decisiones soc.ietarias, los socios son aquellos que aparecen registrados en el libro de matrcula de acciones y en este tipo de decisiones no pueden inmiscuirse quienes no tienen dicha calidad: Las acciones de una sociedad annima, representan una fraccin del capital y determinan los lmites de la responsabilidad social, como estableca el artculo 102Q de la Ley General de Sociedades en su Texto nico Co~cordado por el Decreto Supremo NQ003-85-:JUS, aplicable al caso de autos, y deben constar en ttulos con los requisi tos que seala el artculo 114Qde la misma ley. El artculo 107Q del mismo texto legal, estableca que la sociedad reputar propietario de accin nominativa a quien aparezca como tal en el libro de
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registro de acciones, lo que significa que el titular puede transferir su ttulo, conforme a los artculos 115 y 113Q de la misma ley, correspondiendo la anotacin en el libro de registro de acciones. En la instancia se ha establecido que las acciones se emitieron nominalmente a nombre de don Julio Rabanal Nuez (Sptimo considerando de la apelada que la de vista hace suyo), por lo que de acuerdo a las disposiciones de la Ley General de Sociedades antes citadas, la representacin en lajunta general de accionistas le corresponda a dicho demandado, no siendo necesaria la presencia ni la participacin de la cnyuge demandante, y su ausencia no produce la nulidad de los acuerdos adoptados en dicha junta. Q Hay por tanto in aplicacin del artculo 107 de la Ley General de Sociedades, y la denuncia en ese sentido Q es fundada, e interpretacin errnea del artculo 315 del Cdigo Civil, pues se le da un alcance que no tiene al requerir la intervencin del cnyuge para los actos relativos al ejercicio de los derechos y obligaciones que confiere la titularidad de una accin de una sociedad annima; y si con ello se vulneran derechos patrimoniales del cnyuge del titular de la accin, estos deben hacerse valer en la relacin interna de estos, pero en ningn modo afectando las actividades mercantiles, que se rigen por las reglas antes sealadas, por lo que las sentencias de mrito han confundido la persona jurdica con la de sus accionistas, inaplicando el artculo 76Qdel Cdigo Civil, siendo que dicha denuncia tambin es fundada. Hay que hacer notar que en ste caso, no se ha producido acto de disposicin alguno de las acciones emitidas a nombre del demandado Julio Rabanal uez, las que por el contrario se han
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incrementado en su nmero, Dcimo: Que, el acuerdo de la aceptacin del acreedor (tambin accionista) Julio Rabanal Ifiez de la conversin de deuda en capital social, no es un acto de disposicin, sino de adquisicin, pues ha adquirido ms acciones de participacin en el capital social; la modificacin del Estatuto Social es un acto jurdico que slo compete a los accionistas, previa reunin en junta con el qurum y las formalidades establecidas en la ley y en el propio estatuto social: la transferencia de acciones de una accionista no es de incumbencia de quien no tiene la calidad de accionista de la misma empresa, y menos el aporte de capital efectuado por tercera persona y que los accionistas han aceptado. Con el objeto de solucionar los problemas que origina la actividad empresarial de uno de los cnyuges, consideramos que se debe retomar el debate del Anteproyecto de la Ley Marco del Empresariado y que ser analizada posteriormente y la propuesta del fondo empresarial (vase acpite 3.4 del siguiente captulo). La compensacin por tiempo de servicios Mucho ms particular en nuestra legislacin nacional, en todo caso, resulta el supuesto establecido por el Art. 39 del D.S. 00l-97-TR (Texto Unico Ordenado de la Ley de Compensacin por Tiempo de Servicios) del 1 de marzo de 1997, que establece una presuncin iuris tantum que el trabajador casado bajo el rgimen de sociedad de gananciales, cuenta con el asentimiento de su consorte para disponer del retiro parcial o total de su depsito por compensacin por tiempo de servicios. Por tratarse de una presuncin que admite prueba en contrario, seala que el cnyuge que acredite tal calidad podr desvirtuar esta presuncin manifestndolo por escrito al empleador y al
depositario: En este caso, el depositario slo a~rr:itir que el baiador retire parcial o totalmente de su depsito por corn~ ~ .. d pensacin por tiempo de servicios con el asentirmento e su consorte. TUO de la Ley de Compensacin por tiempo de servicios Artculo 39.- En todos los casos en que proceda la afectacin en garanta; el retiro parcial, o total del depsito en caso de cese, incluye los intereses correspondientes. La compensacin por tiempo de servicios tiene la calidad de bien comn slo a partir del matrimonio civil, o de haber transcurrido dos aos continuos de la unin de hecho y mantendr dicha calidad hasta la fecha de la escritura pblica en que se pacte el rgimen de separacin de patrimonios o de la resolucin judicial consentida o ejecutoriada que ponga fin a dicho rgimen. En los casos a que se refiere el primer prrafo del presente artculo se presume, salvo prueba en contrario, que el trabajador cuenta con el consentimiento correspondiente para realizar tales actos. Para desvirtuar esta presuncin basta que el cnyuge o convivient~ que acredite su calidad de tal, lo manifieste por escnto al empleador y al depositario.
***
Corno se puede apreciar, existen varias normas le?"ales en nuestro ordenamiento jurdico que en nombre del trfico comercial han ido atenuando la severidad de la regla de la actua, .. " cin conjunta de ambos cnyuges en los actos de disposlClOn
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del patrimonio social; sin embargo, consideramos que debe modificarse teniendo a la vista la legislacin comparada, como la espaola, que con mayor certeza ha logrado sintetizar las excepciones a dicha regla. Albaladejov?" considera cinco hiptesis en las que se releva la necesidad de actuacin de los dos esposos en el sistema jurdico espaol: 1Q hiptesis. Cada cnyuge, como administrador que es de su propio patrimonio privativo, puede, al solo efecto de dicha administracin, disponer por s solo de los frutos y productos de sus bienes, frutos y productos que son gananciales, pero que puesto que con los gananciales (con los constituidos por esos frutos y productos, y con los procedentes de otras fuentes) se ha de hacer frente a la administracin ordinaria de los bienes privativos (Art. 1362Q, 3), pueden utilizarse a tal fin por el cnyuge que sea, los rendimientos de sus bienes propios, y entonces no es precisa para ello la intervencin del otro cnyuge (Art. 1381 Q). [...] 2
Q
3Q
Hiptesis. Cada cnyuge puede por s solo realizar vlidamente actos de administracin de bienes y de disposicin de dinero o ttulos valores que -los bienes, el dinero o los ttulos- figuren a su nombre o estn en su poder (Art. 1384Q). Hiptesis. Cada cnyuge puede por s solo ejercitar (lo que creo aqu significa llevar a efecto cualquier acto relativo al derecho que sea, lo mismo de uso, que de conservacin, que de disposicin, e te. ) los derechos de crdito de la clase que sean ('cualquiera que sea su naturaleza' dice la ley) que figuren a su nombre (Art. 1385Q, 1). Hiptesis. Por ltimo, cada cnyuge puede por s solo disponer de los bienes gananciales para atenciones, inclusive extraordinarias, con tal de que sean necesarias y urgentes, siempre que se trate de aquellas que estn a cargo de la sociedad conyugal (Art. 1386Q)>> (La cita de normas corresponde al
4Q
5Q
CC espaol).
El Art. 316Q, ine. 4 del CC recoge en parte la segunda de las hiptesis antes mencionadas, al establecer que son de cargo de la sociedad, las mejoras necesarias y las reparaciones de mera conservacin o mantenimiento hechas en los predios propios, as como las retribuciones y tributos que los afecten. La tercera hiptesis se refiere, con frmula ms concreta, al supuesto considerado en la Sexta Disposicin Complementaria y Final de la Ley de Ttulos Valores, salvo la mencin ~l dinero que se encuentre en poder del cnyuge, que consideramos debe ser incluida por la misma razn en una futura reforma. La cuarta hiptesis es admitida en nuestro ordenamiento jurdico, en la medida que no se requiere el asentimiento conjunto de ambos cnyuges para el ejercicio del de285
Hiptesis. Cada cnyuge podr, sin el consentimiento del otro, pero siempre con su conocimiento, tomar como anticipo el numerario ganancial que le sea necesario, de acuerdo con los usos y circunstancias de la familia, para el ejercicio de su profesin o la administracin ordinaria de sus bienes (Art. 1382Q). [...]
(17%)
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recho de crdito. La quinta hiptesis es un supue to de gestin ordinaria, como lo indicramos anteriormente (vase acpite 5 del Captulo 1), por tratarse de necesidades urgentes. En cambio, la primera hiptesis contiene un supuesto ms discutible en nuestro ordenamiento jurdico por la dificultad de su probanza y por la facilidad con que uno de los cnyuges puede producir un desmedro en el patrimonio social. As Bello Janeiro seala que esta regla: Contradice y se compadece mal con el resto de preceptos que se dedican a la disciplinar las relaciones externas de los cnyuges y supondra una regla de verdadera inseguridad para el trfico jurdico y de muy difcil aplicacin en la prctica, por lo cual slo resulta coherente con la orientacin general de la reforma entender que tal limitacin nicamente puede operar en el orden interno-v?".
Usucapin El fundamento de la usucapin descansa en la seguridad del derecho, de tal manera que sin ella nadie estara libre de pretensiones sin asidero o extinguidas de antiguo, lo que exige que se ponga un lmite a las pretensiones jurdicas de muy lejana data. Al respecto, los Arts. 950 Y951 del CC sealan distintos requisitos para la declaracin de la usucapin, dependiendo si se trata de bienes inmuebles o muebles y si el usucapiente acta con justo ttulo y buena fe. De acuerdo con estas reglas, la propiedad inmueble se adquiere por prescripcin larga mediante la posesin continua, pacfica y pblica como propietario durante 10 aos, y por prescripcin corta a los 5 aos, si conjuntamente con los anteriores requisitos median justo ttulo y buena fe. Mientras que la propiedad mueble se adquiere mediante prescripcin corta si la posesin es continua, pacfica y pblica como propietario durante 2 aos si hay buena fe, y por prescripcin larga a los 4 aos si no la hay. La Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Justicia, en la CAS. N 887-99-SANTA(174), ha definido los caracteres que debe reunir la posesin del usucapiente. As, por posesin continua debe entenderse a aquella que se ejerce de manera permanente, sin que exista interrupcin natural o jurdica; el primer caso se presenta cuando el poseedor pierde la posesin o es privado de ella mediante actos perturbatorios o desposesorios del uso del bien; y el segundo caso, cuando se interpela judicialmente al poseedor. Precisamente con relacin a este ltimo aspecto, la posesin debe ser pacfica, pues no debe mantenerse
3.5. La prescripcin
adquisitiva y extintiva
El decurso del tiempo tambin puede favorecer al tercero adquirente. Una vez transcurrido el plazo y reunidas las condiciones establecidas por la ley, puede invocar a su favor la adquisicin de la propiedad del bien que fue materia de contrato con el cnyuge interviniente, mediante usucapin (o prescripcin adquisitiva) o puede deducir a su favor la extincin del derecho de accin en el proceso seguido a instancia del cnyuge no interviniente, mediante prescripcin extintiva de la accin.
(173) BELLO]A:-;EIRO, Domingo, La defensa frente a tercero de los intereses del cnyuge en la sociedad de gananciales, Bo ch, Barcelona, 1993, pp. 276-277.
de 1999, en CCJC, T.
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mediante violencia, fuerza o intimidacin. Asimismo, la posesin debe ser pblica, es decir, materializarse en actos que sean de conocimiento pblico, que exterioricen actos econmicos sobre el bien y debe ejercerse como propietario, esto es con animus domini, sin reconocer la propiedad del bien en otra persona o poseedor mediato, sin que esto signifique que el poseedor tenga un ttulo para poseer, pues este ltimo requisito solamente es necesario en la prescripcin corta. Abundando en los requisitos antes indicados, la Corte Suprema de Justicia ha sealado como criterio uniforme respecto del concepto de posesin pacfica, que esta solamente se cumple, si antes de solicitar la declaracin de propiedad por prescripcin adquisitiva, el tercero poseedor no ha sido demandado con el objeto que desocupe o restituya el bien o ha iniciado una accin que finalmente result infructuosa''?", En ese sentido, el tercero, aun cuando haya actuado de buena fe y a ttulo oneroso, no podr solicitar que se le declare la propiedad del bien que le fue enajenado por el cnyuge interviniente, si con anterioridad al inicio de su accin, el cnyuge no interviniente inici contra l una accin de nulidad de acto jurdico o de reivindicacin del bien. Respecto al requisito del ejercicio de la posesin como propietario, se entiende que el tercero no puede solicitar la
(175) CAS. J 431-96-ICA del 14 de octubre de 1997, CAS. N 1676-96LIMA del 30 de abril de 1998, CAS. N 770-97-HUAURA del 9 de diciembre de 1998, CAS. 1686-98 del 10 de marzo de 1999, CAS. J 2206-98CHINCHA del 17 de marzo de 1999 y CAS. N 2092-99-LAl\1BAYEQUE del 13 de enero de 2000, en CCJC, Tomo 11,pp. 629-630, 633-638 Y 645-649 Y Tomo 11I,pp. 717-719; CAS. 647-99-DEL SANTA del 12 dejulio de 2001, publicada en la SCEP del 2 de enero de 2002, pp. 8200-8201; CAS. N 12982001-UCAYALI del 04 de diciembre de 2001, publicada en la SCEP del 2 de mayo de 2002, p. 8657 Y CAS. N 1583-2000-CAJAMARCA del 15 de marzo de 2002, publicada en la SCEP del 31 de octubre de 2002, p. 9473.
declaracin de propiedad por prescripcin adquisitiva cua~do tiene la condicin de poseedor mediato o poseedor precano o simple tenedor de un bien social. Criterio que ha sido acogido ., (176) . igualmente por la Corte Suprema de J usticia Con relacin a la aplicacin de la prescripcin adquisitiva corta o larga respecto de bienes inmuebles, tie~e m~cha impo~tancia determinar si el acto de disposicin arbitrario del patnmonio social es nulo o anulable, ya que en el primer caso, no podr invocarse justo ttulo y ?or lo ~anto, la nic~ p~~ibilidad de adquirir la propiedad del bien sera por la prescnpClon la:g~. En cambio si se considera que el acto es anulable, puede eXIStIr justo ttulo: salvo que antes que se solici~ela d~c~aracin~e'pres. . 'n adquisitiva el cnyuge no intervimente solicite la cnpclO, ., (177) E anulabilidad del acto realizado sin su consentImIento . s~e es un argumento adicional para considerar que e~acto de dISposicin arbitrario funcionalment~ ~ebe .s~rconsiderado anulable en nuestro ordenamiento jundlCo civil. En caso se trate de regularizacin de edificaciones, la prescripcin adquisitiva tambin podr s~r declarada en la v: notarial como asunto no contencioso senalado por el Art. 21- de la L 'N 27157 del 20 de julio de 1999, ampliada por el Art. 5 de . ey 360 38 39 la Ley N 27333 del 30 de julio de 2000 y los Arts. -, - y del TUO de su Reglamento (D.S. 35-2006-VIVIENDA del 6 de febrero de 2006).
(176) Vase CAS. N 551-96-CO O ORTE del 27 de agosto de 1997, CAS. N 1288-97-PIURA del 1 dejulio de 1998 y CAS. N 1012-98-CALLAO del 24 de mayo de 1999, en CCJC, Tomo II, pp. 463-465 Y 639-642. (177) Comparten esta opinin: DEZ-PlCAZO/GCLLN, Si~tema d: D~ec.ho .. / 't 'Tal 111pp 149_150yARIAS-SCHREIBERPEZET,MaxyCARDE~ASQCIROS, CZVZ<,Cl., v'. , . ,. . 1998 Carlos, Exgesis del Cdigo Civil peruano de 1984, Gaceta jurdica, LIma, ' Tomo V, [Derechos reales], pp. 17-18.
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El requisito de la buena fe consiste en la creencia de que la persona de quien recibi la cosa era dueo y poda transmitir su dominio -situacin que en la legislacin comparada ha sido consagrada por el Art. 1950 del CC espanol=, lo cual implica que desconoca que la persona con la cual contrataba tena el estado civil de casado, supuesto en el cual se presumira que el bien era social.
En cuanto a los plazos de prescripcin, stos son establecidos por la ley (Art. 2000 CC). Al respecto, debe rele~arse la importancia que tiene tomar partido p.or la nul~dad .0 anulabilidad del acto de disposicin arbitrano del patnmonIo social. Para la primera opcin, el Art. 2001 , ine. 1 del CC seala el plazo prescriptorio ms largo, de 10 aos. ~,1i~ntras que para la segunda opcin, el mismo artculo e~ su InClSO4, establece el plazo prescriptorio ms corto, de 2 anos. En todo caso, siguiendo el criterio establecido por la Corte Suprema de Justicia, por el cual el acto de. ~isposici~ ~r?itrario del patrimonio social es nulo, se ha admitido la posibilidad de invocarse el plazo de prescripcin para desvirtuar la accin dirigida contra dicho acto. As lo estableci la Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia, en la CAS. N 345-97HUAURA(178), emitida en el proceso seguido por Rafael Copara contra Teresa Mendoza viuda de Aponte, sobre desalojo. El demandante pretendi el desalojo por ocupacin precaria. La demandada seal que posea un justo ttulo, ya que el demandante (cnyuge interviniente) suscribi con su difunto esposo (tercero) un contrato de compraventa del bien inmueble que se pretenda desalojar. Sin embargo, el demandante s~al que dicho acto es nulo, tal como fue declarado uno antenor por el Tribunal Agrario, por no haber participado su consorte (c~nyuge no interviniente). La Sala razona segn el argumento a Igual razn, igual derecho, estimando que si un acto padece de ~n vicio igual al de otro acto de similar naturaleza por cuya raza n ste fue declarado judicialmente nulo, aqul tambin resulta nulo; sin embargo, seala que esta nulidad debe declararse, para evitar que prescriba. Los argumentos en que se sustenta el fallo son los siguientes:
Prescripcin extintiva La prescripcin extintiva comparte el mismo fundamento que la prescripcin adquisitiva, en el sentido que conviene al inters social liquidar situaciones pendientes y favorecer su consolidacin, sustentndose, por tanto, en el principio de seguridad jurdica; no obstante, la diferencia entre una y otra radica que en la primera se requiere como factor determinante la posesin del usucapiente (hecho positivo), se refiere nicamente a los derechos reales que pueden ser materia de posesin y se hace valer mediante proceso abreviado (Art. 486 ine. 2 CPC); mientras que en la segunda, se requiere la inaccin del titular del derecho que est en la posibilidad de accionar (hecho negativo), se aplica en general a todos los derechos patrimoniales y se hace valer como excepcin a favor del tercero demandado frente a la accin del cnyuge no interviniente (Art. 446 ine. 12 CPC). El inicio del decurso prescriptorio tiene lugar desde que la accin puede ejercitarse, esto es desde que la pretensin del titular del derecho subjetivo es exigible. As lo establece el Art. 1993 del CC que mantiene el principio romano de la actio nata, es decir la que se puede ejercitar y, que no obstante, no se ha ejercitado. A efectos del presente trabajo, el plazo prescriptorio empezar a correr desde el momento de la celebracin del acto de disposicin arbitrario del patrimonio social.
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(178) CAS. NQ345-97-HUAURA del 23 de abril de 1998, publicada SCEP del 19 de octubre de 1998, p. 1990.
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De autos fluye como hechos no controvertibles que pese a que el coactor don Rafael Copara Snchez [cnyuge interviniente] suscribiera un contrato de compraventa a favor del que en vida fuera cnyuge de la demandada, don Rufino Aponte Rivera [tercero], el 21 de octubre de 1982, respecto de la totalidad del inmueble sub litis, al ao siguiente este mismo seor Rafael Copara nuevamente transfiere la totalidad del bien, va contrato de cesin de fecha 28 de abril de 1983, a don Rufino Aponte Rivera, Oportunidades en las cuales no haba participado doa Maximina Barreta Pachas en su calidad de cnyuge del vendedor, lo cual la motiv a interponer una demanda de nulidad pero slo del contrato de compraventa, lo que fue amparado por el Tribunal Agrario mediante sentencia del 4 de junio de 1985, de forma tal que se tiene un primer contrato que ha merecido la declaracin judicial de nulidad y un segundo contrato que pese a adolecer del mismo vicio que el anterior no ha sido objeto de demanda menos de declaracin de dominio. Siun contrato, padece de un vicio igual al de otro contrato de similar naturaleza por cuya razn ste fue declarado judicialmente nulo, aqul tambin resulta nulo; pero para que sea considerado como tal, esto es, tenga efectos erga omnes, debe recaer tambin declaracin judicial expresa de nulidad, ya que si transcurridos 10 aos, dicha pretensin an no es incoada, un c?,ntrato nulo deviene en convalidado, por prescripClan, tal como se infiere del Art. 2001, inciso 1 CC, concordado con el Art. 2122 del mismo Cdigo para l~s h~c,hos ocurridos a la vigencia del CC derogado; situacin que es la que se ha producido en el presente caso, ya que si bien el contrato de cesin, al adolecer
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del mismo defecto, resultaba asimismo nulo por contravenir lo expresamente estipulado en el Art. 188 del cdigo derogado, aplicable por la temporalidad de la norma, slo bastaba la declaracin judicial en ese sentido; sin embargo, la co-actora no se preocup por demandar la nulidad, ocasionando con su proceder que a la fecha en que se interpone la demanda de desalojo que nos ocupa, el 20 de diciembre de 1995, el contrato de cesin resulta vlido para todos sus efectos.
Interrupcin y suspensin
El plazo de prescripcin puede sufrir vicisitudes, que bsicamente son dos: la interrupcin y la suspensin, cuyos supuestos estn taxativamente establecidos por la ley.La interrupcin del decurso prescriptorio consiste en la aparicin de una causa que produce el efecto de inutilizar, para el cmputo del plazo de prescripcin, el tiempo transcurrido hasta entonces. Com~ la prescripcin opera como consecuencia de la inaccin del titular del derecho si el cnyuge no interviniente ejercita la accin correspondiente, o si el sujeto de la contraparte de la relacinjurdica (el tercero) da cumplimiento a su obligacin, queda sin efecto el decurso prescriptorio y slo podr reiniciarse a partir de la desaparicin de la causa que produjo la interrupcin y sin que pueda computarse el tiempo anteriormente transcurrido. Las causales de interrupcin del plazo prescriptorio se encuentran sealados en el Art. 1996 del CC. En cambio, la suspensin del plazo prescriptorio se co?~gura por el detenimiento del decurso prescriptorio una ve~ l~lciado, esto es, la paralizacin del tiempo hbil para prescribir; pero con efectos proyectados al futuro, porque conserva la eficacia del tiempo transcurrido que podr ser computado, una vez desaparecida la causa de la suspensin en adicin al tiempo
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posteriormente trans~ur~~do hasta completarse el plazo para que se produzca.la ~=escnpc~on. Las causal es de suspensin del plazo de prescnpClon han sido sealadas por el Art. 1994 del CC obedecen a la incapacidad de las personas o a las relacione~ que medien entre ellas, es decir, al tiempo durante el cual el titular no puede demandar o, al menos, no puede exigrsele que promueva su accin. Entre estas causales destaca la establecida en el inciso 2 del ~~t. 1994 del CC, por la cual ~e seala que el plazo de prescripClO?se suspende entre los conyuges, durante la vigencia de la sociedad de gananciales. La pregunta que surge a partir de la redaccin del artculo antes mencionado es si el cnyuge no interviniente puede hacer valer la suspensin del plazo de prescripcin frente al tercero que contrat con su consorte. Imaginemos el siguiente caso: ellO de febrero de 1990 Jos vende un inmueble social a Antonio. La esposa de aqul, Mara, demanda la nulidad del acto por haberse realizado sin su consentimiento. El 11 de febrero de 2000 se realiza el emplazamiento judicial a Antonio, al haber t~ansc~~~do m~ d~ 10 aos desde que se celebr el acto de disposicin arbI.t:ano del patrimonio social, por lo que ste dedu_ce la excepcion de prescripcin extintiva. En la audiencia s:?alada para el caso, Mara indica que aqu opera la suspension del plazo prescriptorio, porque el acto se realiz cuando se encontraba vigente la sociedad de gananciales.
entre los cnyuges y entre stos con los terceros. De acuerdo con una interpretacin literal del Art. 1994, inc. 2 del CC, ste slo se refiere nicamente a la primera de las relaciones antes indicadas, suponiendo que durante la vigencia de la sociedad de gananciales, los cnyuges no deben discutir asuntos que puedan daar la comunidad de vida que supone dicho rgimen patrimonial, compelidos por el decurso del plazo prescriptorio. En adicin a lo antes sealado, Vidal(179), autor de la propuesta en nuestro CC, expresa lo siguiente: La causal se explica, pues, en que en el rgimen de sociedad de gananciales pueden haber bienes propios de cada cnyuge y bienes de la sociedad conyugal (Art. 301 ) y que el mismo CC permite la contratacin entre cnyuges, con la salvedad de que no pueden hacerlo respecto de los bienes de la sociedad conyugal (Art. 312), que son a los que se refiere el Art. 31O, por lo que pueden contratar entre s slo los bienes que tienen la calidad de propios, conforme a la enumeracin del Art. 302. Lo que la causal plantea, entonces, es que si existe una relacin jurdica de naturaleza patrimonial el decurso prescriptorio se suspende si las personas que son parte se convierten en cnyuges adoptando el rgimen de la sociedad de gananciales, o, que siendo parte de
. d o el razonamiento . ~ Si . gUlen de Mara, el tercero nunca podn~ mv?car la prescripcin si celebr un acto de disposicin arbitrario, que supone la vigencia de la sociedad de gananciales. Por ello, es necesario precisar que la causal de suspensin del ~lazo prescriptorio slo opera cuando se trata de relaciones patnmomales estrictamente entre los cnyuges, mas no de stos .con terceros. En efecto, como todo rgimen patrimonial, la sociedad de gananciales regula un doble juego de relaciones:
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(179) VIDAL ~\1REZ, Fernando, Prescripcin extintiva y caducidad, 3 ed., Gaceta Jurdica, Lima, 1999, pp. 109-110. La suspensin del plazo prescriptorio establecida por el Art. 19942, inciso 2 del CC slo resulta aplicable a las acciones in rem, mas no a las acciones personales (por ejemplo, el divorcio) derivadas del matrimonio, vide CAS. N2 145-2001HUNUCO del 17 de octubre de 2001, publicada en la SCEP del 31 de mayo de 2002, p. 8832.
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una relacin jurdica patrimonial por haber adoptado el rgimen de separacin de patrimonios lo sustituyan por el de sociedad de gananciales. Aun cuando, como acabamos de ver, en el rgimen de la sociedad de gananciales puede haber bienes propios de cada cnyuge, la vigencia de este rgimen determina una comunidad de bienes, lo que justifica la causal de suspensin del decurso prescriptorio. En razn de estos fundamentos, opinamos que el cnyuge no interviniente no puede invocar a su favor la suspensin del plazo prescriptorio contra el tercero que contrat con su consorte. En cambio, s puede ser invocado frente a su consorte (cnyuge interviniente), en la liquidacin de la sociedad de gananciales o antes mediante la figura del reembolso (vaseel siguiente acpite).
rio restablecer el equilibrio entre dichos patrimonios al necesa 1 li id in de la sociedad de gananciales. De esta f ctuarse a IqUl acio . ee d no de los cnyuges tiene el derecho a ser indernanera, ca a u . . 1 . . do de los valores con que hubiere ennqueCldo a. p~tnmom~ DIZ~ 1 ' mo cada cnyuge tiene el deber de restituir al patnsoCIa, . aSIco . 1 . e ha enriquecido a costa del e mi mIsmo. El fun d aoDIOSOCIaSIs . . ., .' m d t regla es el principio de prohIblCIOnde ennqueClmento e es a 1 d . . causa aplicado a la economa conyugal y ha 1eva o en mIento sin ( d 1 . cormular la teora del reembolso o e as recomla doctnna a l' ,. . '1 ha sido regulada en otros COdIgOS ClVI es, como po) pensas , que . 1 ., d . de una revisin de la legis acion compara a. demos apreCIar
rr:
As, el Art. 1437 del CC francs establece que cuantas veces uno de los esposos haya obtenido un provecho personal de los bienes de la comunidad, debe a sta recompensa. Cdigo Civil francs
4.
MECANISMOS
COMPENSATORIOS
Artculo 1437.Siempre que se detraiga de la comunidad una cantidad, bien para pagar las deudas o las cargas ~ersonales de uno de los cnyuges, tales como el precIO.? parte del precio de un bien privativo o la devoluc~?n de crditos hipotecarios, bien para la recuperaClon, la conservacin o la mejora de sus bienes personales,. y, en general, siempre que uno di' e os co nyuges obtuvie. ra un beneficio personal de los bienes de la comumdad, le deber por ello un reembolso. Los Mazeud'P" nos relatan el origen de esta norma:
, . d D h -oil; Ediciones Jean Henry y Len. Lecciones e erec o el . di E 'Ame'n:ca Buenos Aires, 1965, 4! parte, Vol. 1 [La orgamzaun icas uropa, J cin del patrimonio familiar], p. 533.
(180)
4.1. La teora del reembolso Cmo se indemniza al cnyuge no interviniente en aquellos supuestos en los cuales el tercero mantiene la propiedad del bien transferido por su consorte sin su asentimiento? Nuestro CC no resuelve la interrogante planteada, siendo ste uno de sus grandes vacos.
Revisin de la legislacin comparada
Siguiendo la doctrina elaborada por Pothier, que inspir al Cdigo de Napolen, en el curso del matrimonio y sea cual sea el rgimen decomunidad, normalmente se producen frecuentes cambios de valor entre los patrimonios privativos de cada cnyuge con el patrimonio social de ambos, por lo que es 296
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En el antiqusimo Derecho consuetudinario [francs] no exista el sistema de las recompensas: los esposos no efectuaban sino la recuperacin de sus bienes propios que subsistieran en especie. Esta situacin era chocante: el precio de los bienes propios enajenados sin reinversin era adquirido por la comunidad y repartido entre los esposos; de ah el inters del marido en vender los bienes propios de la mujer: 'El marido debe levantarse tres veces para vender el bien de su mujer' (Loysel, Inst. cout., N 100); [bien vala la pena! Los esposos se aprovechaban de esa situacin para hacerse indirectamente donaciones, con desprecio de la prohibicin de las donaciones entre cnyuges. Por eso intervinieron los prcticos. En primer trmino, hicieron que se insertara en las capitulaciones matrimoniales una clusula segn la cual, si no se efectuaba la reinversin, se debera recompensa. Esta clusula de recompensa se hizo de estilo y fue sobreentendida por la jurisprudencia. La costumbre reformada de Pars consagr el principio de las recompensas. En lo sucesivo, las recompensas, que hasta entonces no se referan sino al precio de los bienes propios enajenados sin reinversin, se fueron generalizando; y la teora basada sobre la equidad al propio tiempo que sobre la prohibicin de las donaciones entre cnyuges. Pothier indica que se debe recompensa en todas las hiptesis en que la masa comn se haya enriquecido a costa de los esposos, y recprocamente. Los redactores del Cdigo Civil no quisieron romper con el antiguo derecho, aun cuando no recordaran el principio general sino con motivo de las recompensas debidas a la comunidad (Art. 1437). Por eso, la jurisprudencia le ha dado la mayor amplitud a la teora de las recompensas. 298
El modelo establecido por el CC francs fue recogido por el Art. 1539 del CC alemn, el Art. 192'2 del CC italiano y los Arts. 1390 Y 1391'2 del CC espaol. Cdigo Civil alemn Artculo 1539.Siempre que el patrimonio aportado de un cnyuge est enriquecido a costa del patrimonio comn, o el patrimonio comn a costa del patrimonio aportado de un cnyuge, al tiempo de la terminacin de la comunidad de ganancias, debe prestarse indemnizacin a costa del patrimonio enriquecido al otro patrimonio. Quedan intactas ms amplias pretensiones que descansen en motivos especiales. Cdigo Civil italiano Artculo 192.- Reembolsos
y restituciones
Cualquiera de los cnyuges est obligado a reembolsar a la comunidad las sumas retiradas del patrimonio comn para fines diversos del cumplimiento de las obligaciones previstas por el Art. 186. Asimismo est obligado a reembolsar el valor de los bienes referidos por el Art. 189, a menos que, tratndose de actos de extraordinaria administracin por l cumplido, demuestre que el acto mismo haya sido ventajoso para la comunidad o haya satisfecho una necesidad de la familia.
[ ... ] .
Cdigo Civil espaol Artculo 1390.- Si como consecuencia de un acto de administracin o de disposicin llevado a cabo por uno 299
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solo de los cnyuges hubiere ste obtenido un beneficio o lucro exclusivo para l u ocasionado dolosamente un dao a la sociedad, ser deudor a la misma por su importe, aunque el otro cnyuge no impugne cuando proceda la eficacia del acto. Artculo 1391.- Cuando el cnyuge hubiere realizado un acto en fraude de los derechos de su consorte ser, en todo caso, de aplicacin lo dispuesto en el artculo anterior, y adems, si el adquirente hubiere procedido de mala fe, el acto ser rescindible. Comentando este ltimo ordenamiento jurdico, DEZ PICAZO(181) seala que las recompensas operan frente a actos de administracin o de disposicin anmalos e irregulares: El supuesto de hecho de la norma [Art. 1390] es doble: la realizacin de un acto de administracin o de disposicin por uno de los cnyuges y la produccin como consecuencia de un lucro para l o un dao para la sociedad si ha procedido dolosamente. Es una regla de clara eficacia interna, o entre los esposos. La realizacin del acto por uno solo de los cnyuges abarca por su generalidad tanto a los casos en que el Cdigo Civil autoriza esa actuacin, y que hemos examinado en este captulo, como aquellos otros en que obre sin consentimiento del otro cnyuge cuando sea necesario. Cierto que entonces cabe la accin para su impugnacin si es a ttulo oneroso (de anulabilidad), pero el Cdigo Civil no le obliga a ello. No obstante, no hay que olvidar que, no ejercitada la accin, el acto queda purificado de los vicios que adoleciere.
(181)
Del acto ha de seguirse o un lucro exclusivo para el cnyuge que lo realiza o un dao para la sociedad ocasionado dolosamente; en ambos casos, es evidente que el cnyuge no acta de acuerdo a los intereses sociales. Para que exista actuacin dolosa no es necesario que tenga el actor una volun.~d de causar d~o,. sino voluntad para realizar la accion con la conciencia de que puede ser daosa. El dao lo mismo puede afectar a un bien (p. ej. derribo de una casa), que a los intereses del consorcio (v. gr., se simula un contrato de arrendamiento). [...] Es muy dudoso el acierto del Art. 1391 , en cuanto distingue una especial categora de actos (los fraudulentos) contrapuesta a los dolosos y abusivos del artculo 1390. Con anterioridad a la reforma de 1981, el CC sancionaba slo los actos en fraude a los derechos de la mujer (Art. 1413) Yentre ellos se incluan siempre los doloso s y abusivos. Si el cnyuge obtiene un lucro para l y no para el consorcio, no obra en fraude de los derechos de su consorte? Ni siquiera se puede argumentar para justificar la norma que en ella se concede una accin rescisoria y no en el artculo 1390, pues en este ltimo precepto tambin se legitima de forma muy general al cnyuge perjudicado para la impugnacin del acto. En la legislacin latinoamericana, gracias a los aportes .de Andrs Bello inspirados en el CC francs, destaca el CC chileno, que considera la existencia de recompens~s de los' cnyuges a la sociedad conyugal, las mismas que proceden cuando uno de ellos: i) hiciere do naciones de bienes que conforman el patrimonio social, salvo que se trate de bienes de poca monta, 301
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para un objeto de piedad o beneficencia y sin causar un menoscabo al patrimonio social o a favor de un descendiente comn Q 2 (~:tculos 1742 y. 1747 ); ii). realice expensas para la adquisicien y cobro de bienes propIOs, en general los precios, los saldos, costas judiciales y expensas de otra clase que se hicieren en la adquisicin o cobr~ de los bie~es, derechos o crditos que pertenezcan a cualquiera de los conyuges se presumirn deroQ gados por la sociedad (Art. 1745 ); iii) efecte expensas de toda clase que se hayan realizado en los bienes de cualquiera de los c?nyuges (Art. 1746Q); Y iv) cause perjuicios al patrimonio soQ cial con dolo o culpa grave (Art. 1748 ). Estas normas fueron reco~i'as por los Arts. 1798Q y 1801 Q del CC colombiano, que tambin fue elaborado por Andrs Bello. Cdigo Civil chileno Artculo 1742.- El marido o la mujer deber a la soci.e~ad recompensa por el valor de toda donacin que hiciere de cualquiera parte del haber social; a menos que sea de poca monta, atendidas las fuerzas del hab:r social, o que se haga para un objeto de eminente piedad o beneficencia, y sin causar un grave menoscabo a dicho haber. Artculo 1745.- En general, los precios, saldos, costas judiciales y expensas de toda clase que se hicieren en la adquisicin o cobro de los bienes derechos o crditos que p.e~tenezcan a cualquiera de los cnyuges, se presumiran erogados por la sociedad, a menos de prueba contraria, y se le debern abonar. Por con. siguien~e: El cnyuge que adquiere bienes a ttulo de herencia debe recompensa a la sociedad por todas las deudas y cargas hereditarias o testamentarias que l cubra, y por todos los costos de la adquisicin; salvo en cuanto pruebe haberlos cubierto con los mismos bienes hereditarios o con lo suyo. 302
Artculo 1747.- En general, se debe recompensa a la sociedad por toda erogacin gratuita y cuantiosa a favor de un tercero que no sea descendiente comn. Artculo 1748Q.- Cada cnyuge deber asimismo recompensa a la sociedad por los perjuicios que le hubiere causado con dolo o culpa grave, y por el pago que ella hiciere de las multas y reparaciones pecuniarias a que fuere condenado por algn delito o cuasi delito. Ausencias en nuestro ordenamiento jurdico En nuestro ordenamiento jurdico, slo se ha considerado la teora del reembolso (o de las recompensas) en dos supuestos concretos: i) en la deduccin de las primas pagadas con bienes de la sociedad cuando se hace cobro de la indemnizacin por accidentes o por seguros de vida, de daos personales o de enfermedades (Art. 302Q inc. 4 CC) y ii) el abono del valor del suelo a favor del cnyuge propietario, cuando se haya construido sobre l una edificacin a costa del caudal social (Art. 310, 2do. prrafo CC). En el primer caso, nos encontramos ante un supuesto de recompensa a favor del patrimonio social y en el segundo caso, estamos ante un supuesto de recompensa a favor del patrimonio privativo de uno de los cnyuges. Por lo que los notables vacos que acusa nuestro CC han sido superados por otras legislaciones; mientras que la jurisprudencia nacional lo ha asimilado como un simple supuesto de responsabilidad civil extracontractual. As, en eltlmlJ, en el cual por accin de los hijos del esposo (cnyuge interviniente) los bienes sociales fueron dispuestos a favor de terceros tutelados por la fe pblica registral, la Corte Suprema de Justicia decidi a favor del cnyuge no interviniente declarando la nulidad de los actos realizados, mas no la restitucin de los indicados bienes, y seal a favor de dicho cnyuge una indemnizacin por responsabilidad civil extracontractual, que deba ser cuantificada en ejecucin de sentencia: 303
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La apreciacin fctica hecha en la sentencia de primera instancia, en el sentido de que don Csar Enrique Rojas Len y doa Mara Catalina Rojas Len conocan del vnculo matrimonial de su seor padre con la demandante, no ha sido modificada por la de vista, lo que se debe tener en cuenta para el efecto de la ?~t~rminacin de responsabilidades por daos y perJUICIOS conforme al Art. 1969Q del CC. . OS?tros discrepamos de este criterio jurisprudencial, si bien es CIerto el reembolso implica una indemnizacin derivada de un supuesto distinto de la responsabilidad contractualporque no puede admitirse que el matrimonio es un contrato- , tampoco podemos afirmar que se encuentra bajo el mbito de la responsabilidad aquiliana; en realidad, su origen es otra fuente de las obligaciones: el enriquecimiento sin causa, como lo indicramos, aunque diferenciada de su gnero por repercutir dentro del mbito familiar; por lo que generalmente se admite que el ree~bolso .0 indemnizacin sea efectuado con el valor que ~en~a ?ICho bien a la liquidacin de la sociedad de gananciales, inclinndose por la teora valorista. En el debate parlamentario, existen antecedentes dentro de los proyectos presentados a la Comisin de la Reforma del CC de 1984(182), en los que se ha propuesto las siguientes modificaciones: Ar~culo 311-A.- Cuando conforme a este cdigo se disponga el reembolso, ste se efectuar mediante el reintegro de su valor actualizado al tiempo de la liquidacin.
Artculo 322Q.- Realizado el inventario, se pagan las obligaciones sociales y las cargas y despus se reintegra a cada cnyuge los bienes propios que quedaren, haciendo los reembolsos que correspondan. A nuestro parecer, esta propuesta de modificacin resultara incompleta, ya que no se incluyen los supuestos en lo~ que:l CC debera disponer el reembolso, tanto a favor del patnmomo rnn de los cnyuges como del patrimonio privativo de uno ~~ ellos. Especficamente, respecto del presente tema, hara falta sealar claramente que cuando uno de los cnyuges adquiere con patrimonio privativo bienes que lu:?,o no pu~de.a~reditar por subrogacin y pasan. por absor~IOn del pnnCIpIO. de ganancialidad o cuando ha dispuesto unilateralmente un bien social a favor de un tercero y no existe forma de recuperarlo por te~er ste un inters tutelado en forma pre~erente ~or. el ordenamiento jurdico (adquisicin a non domzn.0' fe publ~ca registral o en los casos considerados en leyes especiales), el conyuge interviniente debe proceder a reembolsar a favor del patrimonio privativo o social, segn el caso, con el valor que es.te tenga al momento de la liquidacin de la sociedad de gananCIales. Lgicamente esta posibilidad est vedada para aquellos supuestos en los cuales se presume judicialmente la voluntad del cnyuge no interviniente (aceptacin tcita, ac~pite ~.3 d~l presente captulo) o cuando ste actu con negligencia d~J~~do transcurrir los plazos de la prescripcin extintiva o adquisitiva. Ahora, debe tenerse presente que este reembolso s~oopera cuando el acto realizado por uno de los cnyuges ha trado co.nsigo el empobrecimiento del patrimonio social y ste se mantiene hasta la disolucin de la sociedad de gananciales. Esto resulta claro en los actos de disposicin arbitraria del patrimonio social a ttulo gratuito (W4S1'E), en los que por defini~i~ se produce un desmedro del patrimonio social. En cambio, SI dI~~O acto fue a ttulo oneroso, faltara determinar si la contraprestaCIOn 305
Co x.sn TL'YE1\'TEEMOCRATlCO,royectos D . P ..(182) _ CONGRESO presentados a la Comisin de Reforma del Cdigo Civil de 1984, cit., p. 8. Tambin aparece como pr~pue ta e.n COMISI:-\ DEREFO~\1ADECDIGOS,El Cdigo Civil del siglo XXI (Peru y Argentma), cit., T. 1, pp. 340-34l.
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recibida pas a engrosar el patrimonio comn de los cnyuges, en cuyo caso es de aplicacin el principio de subrogacin establecido por el Art. 311, inc. 2 del Cc. El reembolso operara si la contraprestacin recibida por el cnyuge interviniente pasase a formar parte de su patrimonio privativo (como en el supuesto de gravamen arbitrario expuesto en el~) o pasando al patrimonio comn, haya sido realizado en forma desventajosa (en este caso, el reembolso operara sobre la diferencia entre el valor del bien al momento de la liquidacin y la contraprestacin recibida por el bien al patrimonio social). Otra de las dudas que genera la deficiente regulacin de nuestro CC, consiste en determinar si resulta necesario que el cnyuge no interviniente inicie, antes de la liquidacin de la sociedad de gananciales, una accin contra su consorte para el reembolso del bien dispuesto sin su consentimiento. Es evidente que con el paso del tiempo, el cnyuge interviniente intentar deducir la excepcin de prescripcin extintiva frente a la pretensin de su consorte. Al respecto, consideramos que dicha excepcin no tendr efecto porque se contrapone con la armona conyugal que debe reinar en las relaciones entre los cnyuges durante la vigencia de la sociedad de gananciales, siendo de aplicacin el supuesto de suspensin del plazo de prescripcin extintiva establecido por el Art. 1994, inciso 2 del Cc. Por lo que, sin perjuicio de hacer lo que no est prohibido (demandar antes de la liquidacin de la sociedad de gananciales), el cnyuge no interviniente puede vlidamente hacer valer el reembolso al momento de la liquidacin de la sociedad de gananciales, no siendo necesario que previamente haya demandado a su consorte con tal pretensin. De esta manera, no se crea en los cnyuges la necesidad de actuar contra el otro por temor a la prescripcin, dada la incidencia negativa que una accin patrimonial entre cnyuges podra traer sobre la armona conyugal.
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Sin perjuicio de lo antes indicado, la Sala CivilPermanente de la Corte Suprema considera que la pretensin de indemnizacin a favor del patrimonio social puede hace.rs.evaler con osterioridad al divorcio y aun cuando se haya solicitado la nui- dad del acto de disposicin arbitrario del patrimonio social. ~, en la CASo N 746-97-LALIBERTAD(183) seal lo siguiente: El hecho del matrimonio de las partes celebrado el 25 de octubre de 1989 no ha sido negado y corre a fajas 38 copia certificada de la sentencia del 16 d~ ~gosto de 1995 pronunciada por la Segunda Sala CIVIl de La Libertad, declarando fundada la demanda de divorcio e infundada la indemnizacin por dao moral, que ha sido apreciada en la sentencia apelada en la parte final de su tercer considerando. La actora persigue la indemnizacin de los daos y perjuicios que le ocasion el demandado al privarle del disfrute de los bienes conyugales a partir del 26 de octubre de 1990y por la enajenacin de los dos inmuebles que indica, que es una accin distinta a la que en copia certificada corre a partir de fajas 149, que pretende la nulidad de la enajenacin de esos mismos bienes, por haberse hecho sin su participacin, y aun cuando ambas acciones se basan en la presuncin legal, de que todos los bienes adquiridos durante el matrimonio son sociales, en este caso se pide el resarcimiento del dao causado por la privacin de los bienes y en el otro la invalidez de los actos, por lo que no tiene por qu supeditarse el resultado de ese anterior proceso.
CAS. NlI 746-97-LA LIBERTAD del 26 de agosto de 1998, publicada en la SCEP del 5 de octubre de 1998, pp. 1773-1774.
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Eljuzgador de primera instancia ha considerado que es en ese otro proceso donde se definira si los bienes inmuebles son o no conyugales y que carece de objeto analizar otros medios probatorios respecto de ese extremo de la demanda; olvidando que, por aplicacin del Art. 310 del Cdigo Civil,salvo prueba en contrario, todos los bienes adquiridos durante la vigencia del matrimonio se presumen sociales. En todo caso, resulta claro que no procede ningn tipo de recompensa con posterioridad a la liquidacin de la sociedad de gananciales, ya sea mediante acuerdo entre los cnyuges, o uno de ellos con los sucesores del otro o mediante proceso judicial. En la legislacin comparada, es de destacar el Art. 1301 del CC espaol que seala que la accin de nulidad slo durar 4 aos y que este plazo empezar a correr si la accin [de nulidad} se dirigiese a invalidar actos o contratos realizados por uno de los cnyuges sin consentimiento del otro, cuando este consentimiento fuere necesario, desde el da de la disolucin de la sociedad conyugal o del matrimonio, salvo que antes hubiese tenido conocimiento de dicho acto o contrato.
4.2. A favor del tercero contratante
Aunque el CC no lo exprese claramente, como consecuencia de la anulacin -y este es uno de sus efectos-, el tercero debe restituir el bien al patrimonio soci.alcon sus fruto~ y por su 1 cnyuge interviniente debe remtegrar el preclO canceparte, e . . ., 1 lado (u otro bien enajenado) en contrapres,ta~lOn ~or e terce,iuntamente con sus intereses; esto ltimo SIel acto de ro, co n:J ..' disposicin arbitrario del patrimom~ SOCIal fue a tl;ulo oneroso. Aslo establece, como modelo a segUIr,el Art. 1303- de~C~ ,espa- 1 al sealar que declarada la anulabilidad de una obligacion, los no contratantes deben restituirse recprocamente las cosas que h u bi iesen sid o doctrina nacional, por CIerto, ha acogido este cnteno
'a del contrato, con susfirutos, y el precio con los intereses }. La ma ten . . .' (184)
r...
La anulacin del acto de disposicin arbitrario del patrimonio social-como lo proponemos en el presente trabajo- en virtud de sentencia firme declarada' a favor del cnyuge no interviniente, trae consigo que dicho acto no produzca ningn efecto desde su celebracin, conforme reza el Art. 222 del CC siguiendo el principio quod nullum est, nullum produit effectum (lo que es nulo no produce ningn efecto); por lo tanto, se tiene por no concertado.
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Con relacin a la posibilidad del que el cnyuge no interviniente solicite una indemnizacin al tercero que contrat con su consorte, la Sala CivilTransitoria de la Corte Suprema de Justicia ha resuelto en contra de dicha prete.nsin en la CASo 226-99-ICA(185), emitida en el proceso seguido por Carmen Ruiz contra la Cooperativa de Vivienda Bancarios de lea, sobre indemnizacin por daos y perjuicios. La demanda .seenco~traba dirigida a que la indicada cooperativa (tercero) mdemmce a la demandante (cnyuge no interviniente) por haber. contratado con su esposo sin su consentimiento respecto de un mmueble que era bien social y que le oblig a iniciar una accin judicial, as como, por haberle iniciado una accin en su contra por pago de mejoras, fuera del plazo estableciqo por la ley.Ante e~re~urso de casacin presentado por la cooperativa, la Sala senalo:
RA.\1REZ,
LeCA
El acto jurdico en el Cdigo Civil peruano, cit., pp. El negocio jurdico, pp. 577-579.
DE TENA,
(185) CAS. 226-99-ICAdel 6 de julio de 1999, publicada en la SCEP del 18 de octubre de 1999, p. 3766.
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Respecto de la aplicacin indebida de normas d derecho material, la Sala de Vista, en la sentencia im~ p~gnada considera que la responsabilidad de indemruzar de la Cooperativa, surge de lo estatuido en 1 Artcul~ 1982Q del Cdigo Civil, que se refiere a unea denuncia penal calumniosa, totalmente ajena a los hechos materia de la demanda, pues el hecho de haber celebrado el contrato con uno solo de los cn ges, el juicio seguido para la nulidad de ese contrat: el seguido sobre el pago de mejoras, no comprend~ denuncia penal alguna. En consecuencia, es amparable el recurso de casacin por la causal de aplicacin indebida de una norma de derecho ~n~t~rial, sien~o el caso tener presente que el llamado JUICIOde mejoras, que constituye ms bien un pago. de construccin de terreno que se consideraba prop~o y que desp~s se determin que era ajeno, concluyo por sentencia definitiva, incluso con intervencin de la Corte Suprema, accediendo al pago de esa ~o~s.truccin, por lo que no cabe responsabilidad por InICIarSe una accin en la que se obtiene resultado favorable, por constituir el ejercicio regular de un derecho y con mayor razn si se resolvi declarndose fundada en parte la demanda como se ha indicado. . Por otro lado, el tercero puede haber realizado mejoras al b.len, per~ibido frutos que tuvo que transferir al patrimonio social y realizado otros g as t os en e 1 proceso judicial .. . segUIdo . en su contra o de lo co n trari . rano no h aber realizado gasto ni contraprestacin alguna . L as preguntas, entonces, que se plantean la prim era, (merece . ~ son dos .. el tercero una proteccin mas arr:~ha que la simplemente establecida como efecto de la anulabilidad? y la segunda, esta proteccin opera tambin cuan~o el acto de disposicin arbitrario del patrimonio social ha sido celebrado a ttulo gratuito? 310
El saneamiento por eviccin Sobre estas cuestiones, resulta importante analizar si resulta aplicable a favor del tercero el saneamiento por eviccin, que procede confo~e lo seala el .rt. 14912 del CC, cuando el adquirente es privado total o parCIalmente del derecho de propiedad, uso o posesin de un bien en virtud de resolucin judicial o administrativa firme y por razn de un derecho del tercero, anterior a la transferencia. Con la atingencia que esta figura slo es aplicable al mbito contractual, consideramos que puede ser invocada por el tercero, dentro del plazo establecido por la ley (de un ao, Art. 1500Q, inc. 5 CC), si con posterioridad a la transferencia ha sido privado del bien social (por efecto de la declaracin de anulabilidad del acto de disposicin arbitrario del patrimonio social a favor del cnyuge no interviniente). En ese sentido, la eviccin debe entenderse como la privacin que sufre el tercero (adquirente), por mandato de una sentencia firme a favor del cnyuge no interviniente, del derecho de propiedad que adquiri del cnyuge interviniente (transferente) por razn del acto de disposicin arbitrario del patrimonio social; mientras que el saneamiento, se entiende como la obligacin impuesta legalmente al cnyuge interviniente (transferente) de responder frente al tercero (adquirente) por las consecuencias derivadas de esa privacin(186). El primer requisito necesario para el saneamiento por eviccin consiste en que la propiedad del bien social haya sido transferida a favor del tercero; lo cual requiere, como lo indic-
(186) En la CAS. N 837-97-lAMBAYEQUE del 05 de noviembre de 1998, publicada en la SCEP del 4 de diciembre de 1998, pp. 2137-2138, se seala que la sociedad conyugal -entendida como una entelequia- no puede ser la obligada al saneamiento, sino los propios cnyuges.
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ramos anteriormente, que opere la tradicin en el caso que el bien sea mueble. Esta propiedad debe ser privada total o parcialmente por efecto de resolucin judicial o administrativa emitida a favor del cnyuge no interviniente. El saneamiento no se producir si el tercero no ha sido desposedo del bien, en la medida que carece de justificacin que se le indemnice un dao que an no ha sufrido, ni tampoco cuando la resolucin judicial a favor del cnyuge no interviniente no tiene el carcter de firme. Este concepto concuerda con el Art. 123Q, ine. 1 del CPC, por el cual la resolucin adquiere la autoridad de cosa juzgada cuando no proceden contra ella otros medios impugnatorios que los ya resueltos; mas no cuando el tercero se ha allanado a la demanda de anulabilidad presentada por el cnyuge no interviniente o si hace abandono del bien sin esperar la resolucin judicial firme, de acuerdo con una interpretacin a contrario sensu del Art. 1391 del Cc. Para el funcionamiento del saneamiento por eviccin es generalmente admitido que el mejor derecho del cnyuge no interviniente a la propiedad del bien debe ser anterior a la celebracin del acto de disposicin arbitrario del patrimonio social. Esto importa que el bien tenga la calidad de social antes de la celebracin del acto de disposicin arbitrario del patrimonio social y no con posterioridad, como puede suceder cuando un bien propio posteriormente es declarado social por mandato judicial -a manera de ejemplo, el terreno propio sobre el cual se edifica con fondos comunes, supuesto del Art. 310, ltimo prrafo del CG-. En todo caso, debe tenerse en cuenta que existe a favor del cnyuge no interviniente, el principio de absorcin de ganancialidad de los bienes existentes en el matrimonio (vase acpite 2.1 del pre ente captulo). Tampoco habr lugar al saneamiento por eviccin cuando el derecho del cnyuge no interviniente llegue a er exigible por dolo o culpa inexcusable del adquirente, segn el Art. 1494
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el CC. Supuesto que se configurara si el tercero conoca el d do civil del cnyuge interviniente y dolosamente contrata esta ib a a pro duci nsorte a sabiendas que con dicho acto I UCIr con sU co ' un desmedro del patrimonio social. De conformidad con el Art. 1495Q del CC, el saneamiento or eviccin genera a favor del tercero el derecho de pedir al ~nyuge interviniente: i) el valor d~l bien al momento de l~ viccin, teniendo en cuenta la finalidad para la que fue adquirido: ii) los intereses legales desde que se produce la eviccin, computados sobre el valor del bien; iii) los frutos devengados por el bien durante el tiempo que lo posey ode bu~na f~ o su valor, si fue obligado a devolvedos con el mismo bien; iv) las costas del juicio de eviccin en caso de haber sido obligado a pagadas, se refiere a las costas y costos procesales a los que hacen alusin los Arts. 410 Y 411 del CPC; v) los tributos y gastos del contrato que hayan sido de cargo del adquirente; vi) todas las mejoras hechas de buena fe por el adquirente, no abonadas por el evicente (cnyuge interviniente), se refiere al no establecerse ninguna limitacin, a las mejoras necesarias (cuando tienen por objeto impedir la destruccin o el deterioro del bien), las tiles (las que sin pertenecer a la categora de necesarias aumentan el valor y la renta del bien) y las de recreo (cuando sin ser n~cesaras ni tiles, sirven para ornato, lucimiento o mayor comodidad): y vii) la indemnizacin por daos y perjuicios, cuando el transferente incurri en dolo o culpa al celebrar el contrato. Estos conceptos, salvo el establecido en el ine. 7 del Arto 1495 del CC, son de aplicacin obligatoria a favor del tercero, con prescindencia del dolo o culpa del cnyuge interviniente, d o b~etiva (187) o por tratarse de supuestos de responsa bilid 11 a
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(187) As opina DE lA PlJE)..'TE Y LAVALLE, El contrato en general. ~tarios a la seccinprimera del Libro VIII del Cdigo Cioil; 2l ed., PUCP, Lima, 1996,
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Acto de disposicin a ttulo gratuito Con relacin al segundo de los interrogantes planteados, la exposicin de motivos del Art. 1494Q del CC lo soluciona sealando lo siguiente: El propsito de este artculo es delimitar el rea de accin de las obligaciones de saneamiento y el rasgo que le caracteriza es haber eliminado la limitacin que exista en el Cdigo Civil de 1936, cuyo artculo 1370Q lo circunscriba a los contratos celebrados a ttulo oneroso. La modificacin introducida responde a la naturaleza que tienen las obligaciones de saneamiento en el Cdigo vigente. Segn lo expliqu en la introduccin y se hace ms profundamente al examinar el artculo 1485Q, la institucin est orientada a que el enajenante responda por el desmedro que sufra el adquirente en el disfrute del bien y que le impida satisfacer en forma total o parcial la finalidad a la cual se ha destinado. Siendo esto as, es irrelevante el hecho de que el contrato haya sido celebrado a ttulo oneroso o gratuito, pues lo que se protege es el derecho del adquirente a disfrutar en forma pacfica y til el bien que se le ha transferido, sea en propiedad, posesin o uso. Aun cuando no se registran casos en casacin en los cuales se haya aplicado esta institucin a favor del tercero; queda claro que esta posibilidad es admisible en los supuestos de disposicin arbitraria del patrimonio social, en caso el tercero haya sido despojado del bien social. Ahora bien, qu accin legal puede iniciar el tercero si antes que se declare la anulabilidad del acto de disposicin arbitrario del patrimonio social a favor del cnyuge no 314
interviniente toma conocimiento que su contraparte es casado?, debe soportar necesariamente la accin de anulabilidad del cnyuge no interviniente? Accin previa del tercero La primera salida, como es lgico, consiste en solicitar al cnyuge no interviniente que confirme el acto de disposicin arbitrario del patrimonio social. Esta posibilidad, que ha sido admitida con otros argumentos por nuestra jurisprudencia nacional (vase acpite 3.3 del presente captulo), es aceptada por la doctrina y jurisprudencia espaolas, conforme lo seala BELLO(188), haciendo hincapi en los supuestos de confirmacin presunta del cnyuge no interviniente: En cualquier caso, de lege data, la realidad es clara en el sentido en que el Cdigo Civil posibilita al cnyuge preterido, titular de la accin de anulacin, la sanacin del acto mediante una expresa declaracin de voluntad (STS de 20 de febrero de 1989) o, incluso, de un modo tcito o presunto (STS de 7 de junio de 1990), lo que habr de probar quien lo alegue (S. de la AT de Granada de 22 de noviembre de 1984) siendo una cuestin de hecho la determinacin de si existe o no consentimiento en alguna de tales formas, que incumbe investigar a la Sala de instancia y no revisable en casacin ms que por la va de error de hecho o de derecho, segn ha venido destacando el TS (STS de 6 de octubre de 1988), debiendo de ser lajurisprudencia extremadamente cautelosa en orden a presumir la
(188) BELLO jA:-:EIRO, La defensa frente a tercerode los intereses del cnyuge en la sociedad de gananciales, cit., pp. 205-207.
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existencia de consentimiento tcito o implcito , por . ejemplo,. en los supuestos de silencio del cnyuge al que se pide una respuesta, a fin de tratar de corregir l?s e~cesos de la poca anterior, puesto que, en defin. uva, S111 negar la posibilidad de prestar el consentimiento tcitamente, hay que tener presente que el artculo 1322/1 ex~ge el consentimiento de uno y otro cnyuge y no el simple conocimiento, cuya diferencia se ha cuid.ado de delimitar una reiteradajurisprudencia con motivo de la resolucin del contrato de arrendamiento urbano por obras inconsentidas. . Asimismo, el tercero puede solicitar la anulabilidad del acto invocando que su contraparte, el cnyuge interviniente actu con dolo (Art. 210 CC), ocultando su estado civil de casado o afi~and? qu~ el. bien materia de disposicin pertenece a su patnmomo prrvatrvo; de tal manera que si hubiese conocido tal hecho, no hubiese celebrado el acto. As, lo ha aceptado nuevamente la doctrina espaola, como a continuacin nos ilustra nuevamente BELLO(189): Cind?nos, pues, al problema del dolo y desde la p~rspectIva de los principios generales del consentmIent~, la respuesta la interrogante formulada, de s es ~osIble que el cocontratante ostente legitimacin activa propia para interponer una accin de anulabilidad por concurrencia de dolo . , debe ser afirmativa, y as se manifiesta buena parte de la doctrina cuando analiza el supuesto de concurrencia de varias causas de anulabilidad a la vista, sobre todo, del problema que surge cuando una persona contrata con un
menor malicioso ignorando que lo era; en el mismo sentido de concesin al comprador de accin de anulabilidad por dolo ex artculos 1269 y 1270, se produce la mejor doctrina en los supuestos de venta de cosa ajena con engao cometido fraudulentamente por el vendedor. [...] es evidente que el cocontratante puede preferir la desaparicin del contrato antes de tener que soportar su posible impugnacin posterior por el cnyuge cuyo consentimiento se omiti, en tanto que, aunque la anulacin conlleve, adems de la restitucin ex artculo 1303, la indemnizacin de los daos causados por la impugnacin del cnyuge preterido en la medida en que lo justifique la satisfaccin de su inters, que obviamente no puede exceder del inters de confianza o negativo, le puede resultar ms beneficioso evitar su propio cumplimiento y posterior restitucin as como que surjan los daos que esperar a su indemnizacin cuando stos ya se han producido, a expensas de la prueba de los mismos, lo que no siempre le resultar fcil y, por la contraparte que padeci el dolo del cnyuge contratante si, antes de plantear sta, el esposo preterido consiente el acto de su consorte. Adicionalmente, antes de la entrega del bien social y tratndose de contratos sinalagmticos o de prestaciones recprocas, en aplicacin de los Arts. 1428 Y 1429 CC, el tercero puede solicitar alternativamente: i) el cumplimiento de la prestacin, ya sea en la va judicial o extrajudicial (mediante carta notarial de intimacin que debe otorgar un plazo no menor de 15 das, luego del cual el contrato queda resuelto); o ii) la resolucin del contrato, en la va judicial. En uno y otro caso, corresponde la indemnizacin por daos y perjuicios. 317
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Estas opciones suponen necesariamente que el cnyuge interviniente no cumpla con entregar el bien cuya transferen_ cia e ha obligado yel tercero a su vez, haya cumplido con entregar su contraprestacin o garantizar su cumplimiento. Con relacin a la indemnizacin, el Art. 1321 Q del CC seala que la indemnizacin por daos Y perjuicios se aplicar a aquel que no ejecuta sus obligaciones por dolo, culpa inexcusable o culpa leve; no obstante, en los dos primeros casos, el resarcimiento comprender tanto el dao emergente como el lucro cesante, en cuanto sean consecuencia directa e inmediata de tal inejecucin; mientras que en los casos de culpa leve, el resarcimiento se limita al dao que poda preverse al tiempo en que ella fue contrada. Volviendo a la hiptesis de anulacin del acto de disposj.: cin arbitrario del patrimonio social a instancias del cnyuge no interviniente, queda claro que su consorte (cnyuge interviniente) debe restituir la prestacin ms sus intereses al tercero, si dicho acto fue celebrado a ttulo oneroso. Sin embargo, en el supuesto que dicho cnyuge haya dilapidado totalmente su patrimonio privativo, preguntamos el patrimonio social debe responder por dicha deuda -que tiene lgicamente el carcter de privativa, al no haber sido contrada por ambos cnyuges- a favor del tercero? Precisamente, ste y otros interrogantes del siguiente captulo. ms son materia
RESUMEN 1.
.. conjun . ta. C uando La regla de la ectuecion . nos . referimos a actos de disposicin arbitraria del patrimonio social, h.acemos alusin a aquellos actos por los cuales uno de los conyuges sin el asentimiento de su consorte transfiere, r~nun~la o g.rava derec h os sobre bienes que conforman el patrimonio I . social, '. da favor de un tercero de buena fe, infringiendo o e pnncrpio ,e actuacin conjunta establecido por el Art. 315 del CC y m~s all de las necesidades ordinarias del h~gar ~ la c?ns~rvaclon del patrimonio de los cnyuges (es dec.lr, bajo el rnbito ~e la estin extraordinaria del patrimonio social). A ~~nera de ejernglo la jurisprudencia se ha encargado de defl~lr. algunos su~u~stos de disposicin que requieren el asentlm~~nto .~e ambos cnyuges, como la construccin de u~a edificacin ~?n fondos sociales y la cancelacin, levantamiento ~ renovacion de la hipoteca; en cambio, es suficiente el a~entlmlento d.e,uno de los consortes cuando se arrienda un bien que servir de domicilio conyugal.
Argumentos a favor del cnyuge no. ntervn.ente. El primero consistir en reforzar el carcter social del bien que pr~tende defender. Ello no ofrece mayor dificultad dentro d~1 s.lstema elaborado por el legislador, por el cual los bienes privativos ~e encuentran enumerados en el Art. 3020 del CC y los de~a~ bienes tienen la calidad de sociales, conforme al Art. 310 ~e CC. Con todo, siempre existen zonas gris~s}), q.u~ han SI o valoradas en casacin a favor del cnyuge no Int~rvlnlente ~a~te la duda a favor de la comunidad), declarando bienes SOCI~ es a aquellos adquiridos a plazos, cuando. las cuotas se c~mlenzan a cancelar antes del inicio de la sociedad ~e gananc:~e~rfinalizan durante su vigencia; ya aquellas derlvad~s de d~ o siciones realizadas a ttulo gratuito, salvo herencia, lega . donacin. Adems existen presunciones a favor de la ~o~unl~ dad (Art. 3110 CC) que han sido inter~reta~a~ por I~ JunsP~~e dencia registral en el sentido que toda Inscnpc~on de I~muel a favor de un casado debe extenderse como bien socl~l, .sa va ue se justifique su calidad de propio (para cuy~ propsito .n~ q ficiente la declaracin de su consorte). Slmilar~s requrst ~;ss~e necesitan para rectificar la calidad de un bien social
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como un bien propio y para acreditar la calidad de bienes propios por subrogacin. Sin perjuicio de lo anterior, la principal dificultad que debe superar el cnyuge no interviniente -ante el silencio del Art. 315 del CC- ser determinar cul viene a ser la sancin aplicable a los actos de disposicin arbitrarios del patrimonio social. La primera opcin, acogida en casacin y por el Pleno Jurisdiccional Civil del 1997, consiste en declarar la nulidad del acto por falta de manifestacin de voluntad conjunta de ambos cnyuges (Art. 219 inciso 1 CC); criterio que en el mbito judicial ha sido limitado nicamente a favor del cnyuge no interviniente, siendo sta la nica salida admisible a su favor -no procede la tercera de propiedad o la invocacin de la nulidad va excepcin o proceso de nulidad de cosa juzgada fraudulenta-, aunque tambin puede ser utilizada en supuestos de riesgo latente de disposicin (a manera de ejemplo, la constitucin en arras de un bien social) o sobre bienes muebles. Otros autores, en cambio, no slo consideran que la causal de nulidad a invocar debe ser. la descrita por el Art. 219, inciso 4 del CC (imposibilidad fsica o jurdica del objeto) -caso de BELAUNDEsino que adems ofrecen otras opciones: BARCHI es de la opinin que la disposicin arbitraria del patrimonio social es rescindible, como si se tratase de la venta de un bien ajeno (Art. 1539 CC). La Corte Suprema de Justicia en diversos pronunciamientos discrepa de esta posicin. La doctrina nacional se ha encargado de sealar otros requisitos adicionales para la configuracin de esta figura y que la alejan del problema planteado: el vendedor no debe informar al comprador que el bien no es ajeno al momento de la venta pero tampoco que es propio; el bien debe ser cierto (mas no incierto o fungible); y el contrato debe estar sujeto a un plazo suspensivo. De tal manera que la rescisin opera, dentro del plazo convenido por ambas partes, como un mecanismo de defensa del comprador cuando se percata. que el bien no pertenece al vendedor. Para cierto sector de la doctrina argentina y un reciente pronunciamiento de la Corte Suprema de nuestro pas, la sancin aplicable sera la de ineficacia relativa o inoponibilidad. En cuyo caso, el acto sera vlido y eficaz entre las partes que lo celebraron -el cnyuge interviniente Y el tercero-, pero ineficaz
para el cnyuge no interviniente, para quien el acto es como si no existiese. Esta situacin se asemeja a la descnta por el A~t. 161 del CC para los actos celebrados por el rep:esentante Sl~ poder; sin embargo, esta figura no ha sido debl.da,mente d~llneada en nuestro ordenamiento jurdico por la colisln que eXIste con lo establecido por el Art. 156 de.1 CC, que sanciona con nulidad la disposicin o gravamen de bienes del representado. soluciones presentan inconvenientes. La ineficacia relaEs t as '1 d d f a en nuestro ordenamiento jurdico so o proce e cuan ~ uno de ellos se atribuye la representacin de su consorte, disponiendo un bien social, sin poseer poder alguno o .cu~ndo ,ndolo se extralimita de sus facultades o las viola, suposey e . . I tri . puesto distinto de la disposicin arbltran.~ de pa nmo~l,o so. I En todo caso la jurisprudencia emitida en casacin ha Cia.' dido a este supuesto como uno de anu Ia bilid I la, d con f unen t en . idi L diendo la confirmacin con la ratificacin del acto JU;I ICO. a rescisin, an cuando se puede ampliar pora~alogla a o~r,os contratos sobre bienes ajenos (permuta, SUministro, do.na~l?n, mutuo, arrendamiento, comodato, depsito y renta vitalicia), presenta una complicada configuracin -que ya hemos hecho notar- y que ha sido desestimada por la. Corte Suprema de Justicia, que en mltiples fallos ha la n~llda? d.e la compraventa de bien ajeno, por considerar que esta Inf;l~ge una norma de orden pblico: el Art. 197 inciso 4 de! Codlgo Penal. Por otro lado, tampoco el bien le es total o parclalme~,te ajeno al cnyuge interviniente. La nulidad como solucin jurisprudencial por falta de manifestacin ?e voluntad de ambos cnyuges no tiene asidero: los dos conyuges no forman una manifestacin de voluntad, cada uno de ellos presenta una propia, siendo cualquiera de ellas sufici~~te como elemento esencial del acto jurdico. Si la manifestaclon de volunt~d ~el cnyuge interviniente es nula lo es para todo efecto. ASI ~ISmo, tampoco se puede afirmar que el adolece de n~".d~d por contener objeto jurdicamente impOSible. A nuestro JUI~I~~ la nulidad resulta procedente pero por otra causal: el Art. 3 del CC es una norma imperativa y por lo tanto no poued~ser sustituida por la voluntad de los particular~~ (Art. ~19 ,.InCISO ~ CC). Sin embargo, la nulidad es una solucin radlc~1 e nsalva ble que no admite confirmacin alguna del conyu~e no int~rviniente. Con lo cual no afirmamos que no haya sido un
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arma eficaz para ste, sino que como regla no contempla otros casos y por lo tanto no puede servir para suplir los vacos del Art. 315 del CC. En la legislacin comparada encontramos otras soluciones: el CC espaol (Arts. 1322, 1375 Y 1377) plantea dos tipos de sanciones para los actos de disposicin arbitraria del patrimonio social, dependiendo que se haya contrado a ttulo oneroso (anulabilidad) o gratuito (nulidad). Este modelo fue recogido en el Art. 315-B de la Propuesta de enmiendas del Libro de Derecho de Familia elaborada por el Congreso Constituyente Democrtico. No encontramos justificacin alguna para que en los actos de disposicin arbitrarios del patrimonio social a ttulo gratuito no se permita la confirmacin del cnyuge no interviniente. Por ello, aciertan aquellas legislaciones (Art. 1757 CC chileno y Art. 184 CC italiano) y la jurisprudencia argentina que consideran como nica sancin la anulabilidad de dichos actos. Admitindose esta solucin, sta slo resultara procedente a favor del cnyuge no interviniente, quien gozara de un adecuado plazo de prescripcin extintiva (dos aos, Art. 2001, inc. 4 CC) y a su vez, permitira que el juez evale los motivos de la pretensin del cnyuge no interviniente, las particularidades del negocio y su incidencia patrimonial en la familia, as como admitira que el cnyuge interviniente y el tercero presenten sus pretensiones similares. Esta solucin requiere una modificacin legislativa. 3. Argumentos a favor del tercero de buena fe. La nulidad como solucin jurisprudencial o anulabilidad (propuesta por nosotros) del acto de disposicin arbitrario del patrimonio social no afecta al tercero adquirente cuando ste ha sido guiado por los signos de recognoscibilidad que nuestro ordenamiento jurdico provee: la posesin y el registro. En el caso de bienes muebles, es de aplicacin la adquisicin a non domino (Art. 948 CC), por la cual si el tercero acta de buena fe y como propietario y recibe del cnyuge interviniente la posesin de una cosa mueble habr adquirido el dominio, aunque ste carezca de facultades para hacerla por ser un bien social. Esta figura se circunscribe nicamente a la transferencia de la propiedad, con lo que se excluye cualquier otro tipo de titularidad adquirida por el tercero (renuncia o gravamen). Requiere que se produzca la entrega fsica del bien, lo cual tambin se cum-
. osesin del tercero pie cuando el bien ya se encontraba en P (traditio brevi manu), mas no cuando. el bien queda en pose~ sin del cnyuge interviniente (constduto posesono). La bue na fe que se pide consiste en el desconocimiento qu.e el bien entregado tiene la calidad de social (buena f~ creencia). En el de bienes inmuebles y los muebles registrados (aunque caso I . . prudencia casatoria no resulte clara nii unif uru arme en es te a JUtrls) es de aplicacin la fe pblica registral (Art. 2014 CC), pun o . .,. t f por la cual si el bien social aparece inscrito urucamen e a avor del cnyuge interviniente (por hab~r declarado ser soltero o porque logr inscribirlo como propio), .el tercero de b.uena fe mantendr su adquisicin una vez Inscrito su derec~o silo hace a ttulo oneroso de dicho cnyuge, aunque despu~s se anule, rescinda o resuelva el derecho del otorgante por Virtud de causas que no consten en los reqlstros obucos. La buena fe como isito de esta figura no solo requrere que el tercero des?o~~i~a que su contratante tena el estado civil de casa?o, sino que obliga a leer adems, del resumen del as~ento.reglstral, el ttulo archivado que le dio origen. La onerosldad Inclu~e a I~ transferencia Y al gravamen Y excluye a los act~s de dsposicin arbitraria del patrimonio social a ttulo gratuito. Esta solucin no vara en el caso de las uniones de hecho y el matrimonio putativo. Resulta contradictorio con su posicin, asumid~ a favor de la nulidad, que la Corte Suprema de Justicia admita qu~ ,en ~~terminados supuestos se pueda considerar la ac~ptac.lo~ tacta del cnyuge no interviniente en los actos de dlsposlclon arbitrarios del patrimonio social. As ha resue,lto cuan.do el tercero acreedor prueba que dicho cnyuge acepto los r~clbos ,de.pago por cuota inicial; interviene en la elevacin a escritura publica de la minuta de compraventa que no suscribi; e.s declarad? rebelde en el proceso judicial. Los Registros publicas han u~llIzado este argumento para salvar los defectos que se pudiesen crear en el tracto sucesivo en la transferencia de los inmuebl~~, cuando uno de los cnyuges no ha participado ~,n la adqUISIcin de un bien, pero s en su posterior disposlclon.
Un extremo que el legislador deja en la sombr,a, acas? por creer que est suficientemente aclarado, es qu~ se entiende por los casos considerados en las leyes especiales, excep-
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cin establecida a la actuacin conjunta por el propioArt. 315 del CC. Se tratan de supuestos en los cuales la ley admite la actuacin individual de uno de los consortes para la disposicin de bienes del patrimonio social, en obsequio al trfico comercial. As lo establece el Art. 227 de la Ley N 26702, a favor de las entidades del sistema financiero nacional, al presumir de pleno derecho la voluntad del cnyuge del titular de cuentas corrientes, en las transferencias u otras operaciones bancarias. En igual sentido disponen la Sexta Disposicin Complementaria y Final de la Ley N 27287 y el Art. 113 del Decreto Legislativo N 861 , respecto de los ttulos valores y los mecanismos centralizados de negociacin del mercado de valores, respectivamente. Un supuesto discutible lo constituyen las acciones que uno de los cnyuges tuviese en una sociedad annima. La jurisprudencia emitida por la Corte Suprema de Justicia no legitima al cnyuge del titular de las acciones a impugnar acuerdos societarios, conclusin que llevada a sus ltimos alcances nos lleva a pensar que el esposo que es titular de dichas acciones, puede disponer de estas, aunque formen parte del patrimonio social de ambos. Por ltimo, el Art. 39 del D.S. N 001-97-TR presume, salvo prueba en contrario, que el trabajador casado bajo el rgimen de sociedad de gananciales cuenta con el asentimiento de su consorte para disponer del retiro parcial o total de su depsito por Compensacin por Tiempo de Servicios (CTS). Este grupo de excepciones se presentan en forma asistemtica en nuestro ordenamiento jurdico, por lo que se sugiere seguir el modelo del CC espaol, que con mayor precisin ha logrado identificar estos casos. El decurso del tiempo tambin puede favorecer al tercero adquirente, si ste rene las condiciones establecidas por la ley, para invocar a su favor la adquisicin de la propiedad, ya sea mediante la usucapin (o prescripcin adquisitiva) o deduciendo la excepcin de prescripcin extintiva frente a la accin de nulidad (o anulabilidad) presentada por el cnyuge no interviniente. En el primer caso, segn lo establece la jurisprudencia, el tercero deber demostrar que su posesin ha sido continua (sin interrupciones), pacfica (que no haya sido demandado previamente por el cnyuge no interviniente por la nulidad del acto), pblica y como propietario. Es importante
tomar posicin a favor de la anulabilidad, porque en este ca~.o, a diferencia de la nulidad, puede ingresarse a la usuca~lon corta (por existir justo ttulo), siempre que pruebe que actuo de buena fe (es decir, desconociendo que la persona con la cual contrataba era un cnyuge sujeto al r~gim.en d~ sociedad de ananciales). Con relacin a la preSCrlpCIOnextintiva, Importa ;aber si el cnyuge no interviniente puede invoc~r la suspen'0' n del plazo prescriptorio. Interpretado en sus Justos alcanSI ces el Art. 1994 inciso 2 del CC, slo ,se re fiere a Ias re lacl aC,lones jurdicas patrimoniales entre los conyuges, mas no de estos frente a terceros.
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Mecanismos compensatorios. Cmo se indemniza al cnyuge no interviniente en aquellos s~puestos e~ los cuales el tercero mantiene la propiedad del bien transferido por su consorte sin su asentimiento? Siguiendo la legislacin comparada (Art. 1437 CC francs, Art. 1539 CC alemn, Art. 192 CC italiano, Arts. 1390 Y 1391 CC espaol y Arts. 1742, 1745, 17470 Y 1748 CC chileno), la respuesta se encu~ntra en la teora del reembolso, a partir de la cual el conyuge no interviniente puede solicitar a su consorte la restitucin del valor del bien dispuesto sin su asentimiento a favor de un tercero, ya sea al momento de la liquidacin de ,Iasoci~d.ad de gana~ciales o durante su vigencia. Nuestro Cdiqo CIvil no ha acogido esta teora, salvo para la deduccin de las primas paoadas con bienes de la sociedad cuando se hace cobro de la indemnizacin por accidentes o por seguros de vida, de daos personales o de enfermedades (Art. 302, inc. 4 CC) y el abono del valor del suelo a favor del cnyuge propietario de este, cuando se haya construido sobre l una edificacin a co~t.a del caudal social (Art. 310, segundo prrafo CC). Esta deflcle~te regulacin ha sido interpretada errneamente por nuestra JUrisprudencia nacional confundiendo al reembolso como una simple indemnizacin. En aquellos supuestos en los cuales el cnyuge no interviniente haya logrado obtener la nulidad (o en. nuestro .cas~, anulabilidad) del acto de disposicin arbitrario del patrimOniO social, ste no producir efecto alguno y por lo tanto el :ercero deber devolver el bien a dicho patrimonio y el Co~yu.ge interviniente debe reintegrar el precio cancelado (u otro bien enajenado) en contraprestacin (si lo hubo). Adicional~ente,
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el tercero puede solicitar el saneamiento por eviccin, como consecuencia de la desposesin del bien social, siempre que el acto de disposicin se 'encuentre dentro del mbito contractual, as haya sido celebrado a ttulo gratuito, Antes de la entrega del bien social, procede la resolucin en los contratos sinalagmticos o la anulabilidad por dolo del cnyuge no interviniente (si el cnyuge no interviniente ocult su verdadero estado civil o cuando la naturaleza del bien materia de disposicin era privativa y no social),
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