Henry Miller - Sobre Erotismo
Henry Miller - Sobre Erotismo
Henry Miller - Sobre Erotismo
erticos para un hombre que les pagaba por pgina. Este cliente, que se haca llamar el coleccionista, permaneci siempre annimo, llenando de indignada curiosidad a los dos grandes autores que prestaron su talento y su pluma para satisfacer sus caprichos. Este coleccionista de pornografa no apreciaba el estilo y en repetidas ocasiones les exigi que se saltaran la poesa y se concentraran en el sexo, porque lo dems no le interesaba. Anaiis Nin le escribi una carta en la que describe magistralmente la esencia del erotismo: Querido coleccionista: Le odiamos. El sexo pierde todo el poder y su magia cuando es explcito, rutinario, exagerado, cuando es una obsesin mecnica. Se convierte en un fastidio. Usted nos ha enseado ms que nadie sobre el error de no mezclar sexo con emociones, apetitos, deseos, lujuria, fantasas, caprichos, vnculos personales, relaciones profundas que cambian su color, sabor, ritmo, intensidad. No sabe lo que se pierde por su observacin microscpica de la actividad sexual, excluyendo los aspectos que son el combustible que la enciende: intelectuales, imaginativos, romnticos, emocionales. Esto es lo que le da al sexo su sorprendente textura, sus transformaciones sutiles, sus elementos afrodisacos. Usted reduce su mundo de sensaciones, lo marchita, lo mata de hambre, lo desangra. Si nutriera su vida sexual con toda la excitacin y aventura que el amor inyecta a la sensualidad, sera el hombre ms potente del mundo. La fuente del poder sexual es la curiosidad, la pasin. Usted est viendo su llamita extinguirse asfixiada. La monotona es fatal para el sexo. Sin sentimientos, inventiva, disposicin, no hay sorpresas en la cama. El sexo debe mezclarse con lgrimas, risa, palabras, promesas, escenas, celos, envidias, todos los componentes del miedo, viajes al extranjero, nuevos rostros, novelas, historias, sueos, fantasas, msica, danza, opio, vino. Sabe cuanto pierde por tener ese periscopio en la punta de su sexo, cuando podra gozar un harn de maravillas distintas y novedosas? No hay dos cabellos iguales, pero usted no nos permite perder palabras en la descripcin del cabello; tampoco dos olores, pero si nos expandimos en esto usted chilla. Sltense la poesa! No hay dos pieles con la misma textura y jams la luz, temperatura o sombras son las mismas, nunca los mismos gestos, pues un amante, cuando est excitado por el amor verdadero, puede recorrer la gama de siglos de ciencia amorosa. Qu variedad, qu cambios de edad, qu variaciones en la madures y la inocencia, perversin y arte! Nos hemos sentado durante horas preguntndonos como es usted. Si ha negado a sus sentidos seda, luz, color, olor, carcter, temperamento, debe estar ahora completamente marchito. Hay tantos sentidos menores fluyendo como afluentes al ro del sexo, nutrindolo. Slo la pulsacin unnime del sexo y el corazn juntos puede crear xtasis.