VISUAL TAL CUAL: CMEME
Bienvenidos y bienvenidas a esta exposicin fotogrfica y cristiana, llamada cmeme. Dios os pague vuestra hambrienta asistencia con fabulosas y placenteras comidas en todos los sentidos de esta palabra, pues desde hace muchos aos se sabe del matrimonio irrompible y duradero de las comidas y del sexo. Fue, sin ir ms lejos Jesucristo, en la ltima cena, quien, as nos lo dicen las santsimas escrituras, dict la orden de matrimonio entre el comer y el follar. Dice el evangelio de San Juan:
"Cuando lleg la hora, Jess se puso a la mesa y los apstoles con l. Y djoles: ardientemente he deseado comer esta Pascua con vosotros, antes de padecer. Y tomando una barra de pan, les dijo, tomad y comed todos de ella, porque sta es mi barra de pan".
Pues bien, no es necesario que acudis a la Biblia, almas descredas e iletradas!
Pues aqu tengo una para quienes deseen ardientemente tambin, comprobar la absoluta veracidad de esta frrea relacin entre la comida, el cmeme de Jesucristo, y el acto sexual.
En cualquier caso, no tenemos que ir tan lejos en la historia para recordar y constatar la total vigencia y actualidad de esta relacin entre el sexo y las comidas en nuestro lenguaje de todos los das: todos hemos odo y dicho frases como comerse con los ojos, comerse a besos, comer la polla, comer el culo, comer los pechos, te comera, ests para comerte, ests ms buena que el pan con fuagrs, o tienes el culo como los melocotones de Calanda.
Pero retrotraigmonos, slo a modo de diversin un poco ms lejos en la historia, hacia la Edad Media espaola, poca de inquisidores, en la que el amor y el sexo deban esconderse so pena capital de ir al infierno. En aquella poca se divulgaban entre los jvenes cortesanos, a escondidas y de modo pecaminoso, tratados que enseaban a los jvenes a ser grandes amantes, para qu engaarnos, kamasutras de la edad media. En uno de ellos, conservado hasta nuestros das, relata un tal Antonio de Cortzar, la manera en que los galanes de la poca, conocan y saban de la hermosura corporal de sus mozas, lanzndoles previamente unos fantasmas del amor por los ojos, que coman y cataban a las mozas a mordiscos, mordiscos que apenas notaban como cosquilleos, y
as informaban a los mozos de la calidad de la amada antes de tomarla. Os leo ahora un extracto de este manual para buenos y eficaces amadores de la edad media, que d cumplida realidad a mis palabras.
MANUAL PARA APRENDER E FORMAR A LOS AMADORES E FORNICADORES DE CORTE CAPTULO ONCENO; Pargrafo stimo: Antes que el gallardo mozo, conocido en todo el pueblo como Alfonso de los Ibres, catse a la locuela moza Bernarda, lanzle de los sus ojos, a modo de emisarios noticieros, los sus fantasmas del amor, por que la probasen y gustasen en cuerpo, y no en alma, y el estado de sus carnes, cabellos y partes pudendas le comunicasen. Pero, como quiera que los sus lisonjeros fantasmas, se sobrasen en su labor de catadores e informadores, en chupndole los pechos, las orejetas, los cuartos traseros y dems encantos femeninos, apartlos de una brazada y dispsose, Alfonso de los Ibores, a catarla directamente en lugar de slo comerla con los ojos. Sepan entonces vuesas mercedes, que es as como los gallardos mozos, con estos fantasmas que salen de los sus ojos,
saben a ciencia cierta y comunicada, de la hermosura y verdadera disposicin al amor de las sus amadas, antes de esforzarse con sus cavidades y humedades, en gustndolas y agasajndolas luego con sus propias manos, otros utensilios y viriles potenciales.
-----------------------------------------------------------------------------------------Como veis, hasta en las pocas ms oscuras y desastrosas en lo que a gobernantes se refiere, en esta nuestra Espaa, y me refiero no slo a la Edad Media si no tambin a esta segunda Edad Media que vivimos hoy con el gobierno del PSOE, como digo, hasta en las peores pocas, el matrimonio del comer y del sexo en Espaa, siempre ha gozado por suerte de muy buena salud.
Para quienes no lo sepan, la palabra comer proviene de la palabra compuesta del latn cum-edere, que quiere decir "comer con". En nuestro caso, siempre sexualmente hablando, hablaremos de "comerse a". As pues, como vemos, tanto el comer como el follar, ambos, son actos totalmente sociales. Pero vamos, lo mismo que uno puede comer slo, tambin puede hacrselo l slo. Uno entonces no diramos que se come, sino que, como en el caso de una ensalada, se alia, se apaa l slo, o como ocurre con alimentos de fuertes sabores, se aplaca, se amera, o como se hace con los sofritos, se reduce. En definitiva, que uno a veces tambin
se basta y se sobra para saciar sus sedes y hambres cualesquiera que sean sus naturalezas. Naturaleza la de estas hambres que si es compartida, si es entre dos, o entre ms, pues los hay a veces con suerte, pues sabe mejor; o al menos as nos lo muestra un breve poema de Luis Alberto de Cuenca que se llama "El desayuno".
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EL DESAYUNO
Me gustas cuando dices tonteras, cuando metes la pata, cuando mientes, cuando te vas de compras con tu madre y llego tarde al cine por tu culpa. Me gustas ms cuando es mi cumpleaos y me cubres de besos y de tartas, o cuando eres feliz y se te nota, o cuando eres genial con una frase que lo resume todo, o cuando res (tu risa es una ducha en el infierno), o cuando me perdonas un olvido. Pero an me gustas ms, tanto que casi
no puedo resistir lo que me gustas, cuando, llena de vida, te despiertas y lo primero que haces es decirme: Tengo un hambre feroz esta maana. Voy a empezar contigo el desayuno.
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Bueno para no aburriros ms, y para que no salgis, adems de bien comidos, Dios as lo quiera, pensando que soy el nico guarro, os invito a que sigis disfrutando aqu, en el bao o donde el Diablo quiera, de las comidas, sean las que sean, os invito a que hagis caso a vuestro mdico de cabecera, que seguro que os ha recetado ms de una vez 6 comidas al da. Os invito a que comis dentro de casa, a que comis fuera, a que dejis de decir, so pena de parecer unos desviados A mi solo me gustan las comidas que me hace mi abuela! Y os invito sobre todo a disfrutar de esta exposicin cmeme, agradeciendo a Carlos su hospitalidad. Salud para todos, y para todas vuestras comidas.
ANTONIO VIUALES SNCHEZ Visualtalcual 2006