Brontë, Charlotte, Poemas
Brontë, Charlotte, Poemas
Brontë, Charlotte, Poemas
Passion, Charlotte Bront. Algunos han ganado un placer salvaje, Por arriesgarse ante el salvaje dolor, Yo podra esta noche ganar tu amor Y sufrir maana el peligro de la muerte. Podra estremecerte en la batalla, y arrancar una mirada de tu ojo. Qu frgil es el corazn que arde, Embriagado de intentos y anhelos! Bienvenidas las noches de sueos rotos, Y los das de crueles matanzas. Puedo considerar que lloraras Al or mis acechantes tribulaciones? Dime si con errantes peregrinos Deambulas lejos de todo, Vagas t por aquellos campos distantes Sin extraviar tu espritu? Salvaje, profundo, suena un cuerno en la distancia, Dejdme, dejdme ir, Dnde el sheik y el britnico luchan, Sobre las mrgenes de los ros. La sangre ha teido aquellas riberas Con manchas escarlatas, lo s; Las fronteras se cubren de tumbas, Y sin embargo, dejdme ir. Aunque la crueldad del holocausto Suba como el vapor de las naciones, Con placer me sumara a las huestes muertas, Si la orden me fuese dada. La esencia de la pasin debe templar mi brazo, Su ardor agita mi vida, Hasta que la fuerza humana tema el encanto Debern sucumbir entre gritos de alarma, Como los rboles abatidos luchan con la tormenta. Si yo, excitada por la guerra, buscase tu amor Te atreveras a estar a mi lado? Te atreveras a reprobar mi pasin, Presa del desprecio, del orgullo ms exasperante?
No, mi voluntad sometera la tuya, Tan alta y libre, Y el amor domara esa alma altiva. Si, con ternura me amaras. Leer mi victoria en tus ojos, Contemplando, y probando el cambio; Luego dejar, indiferente, mi noble premio En manos de las armas distantes. Deseara morir cuando se alce la espuma, Cuando el vino resplandezca alto; Sin esperar que en la copa exhausta Caiga la ablica vida en hediondas mentiras. Entonces el amor ser coronado con dulces recompensas, Bendecido con esperanza y plenitud. Deseara montar aquel corcel, desenvainar la hoja, Y perecer entre los aullidos de la batalla. Charlotte Bront (1816-1855)
Placer.
Pleasure, Charlotte Bront. El Placer verdadero no se respira en la ciudad, Ni en los templos donde el Arte habita, Tampoco en palacios y torres donde La voz de la Grandeza se agita. No. Busca dnde la Alta Naturaleza sostiene Su corte entre majestuosas arboledas, Donde Ella desata todas sus riquezas, Movindose en fresca belleza; Dnde miles de aves con las ms dulces voces, Dnde brama la salvaje tormenta Y miles de arroyos se deslizan suaves, All se forma su concierto poderoso. Ve hacia donde el bosque envuelto suea, Baado por la plida luz de la luna, Hacia la bveda de ramas que acunan Los sonidos huecos de la Noche. Ve hacia donde el inspirado ruiseor Arranca vibraciones con su cancin,
Hasta que todo el solitario y quieto valle Suene como una sinfona circular. Ve, sintate en una saliente de la montaa Y mira el mundo a tu alrededor; Las colinas y las hondonadas, El sonido de las quebradas, El lejano horizonte atado. Luego mira el amplio cielo sobre tu cabeza, La inmvil, profunda bveda de azul, El sol que arroja sus rayos dorados, Las nubes como perlas de azur. Y mientras tu mirada se pose en esta vasta escena Tus pensamientos ciertamente viajarn lejos, Aunque ignotos aos deberan atravesar entre Los veloces y fugaces momentos del Tiempo. Hacia la edad dnde la Tierra era joven, Cuando los Padres, grises y viejos, Alabaron a su Dios con una cancin, Escuchando en silencio su misericordia. Los vers con sus barbas de nieve, Con ropas de amplias formas, Sus vidas pacficas, flotando gentilmente, Rara vez sintieron la pasin de la tormenta. Luego un tranquilo, solemne placer penetrar En lo ms ntimo de tu mente; En esa delicada aura tu espritu sentir Una nueva y silenciosa suavidad. Charlotte Bront (1816-1855)
Partida.
Parting, Charlotte Bront (1816-1855) Es insensato lamentarse, Aunque estemos condenados a partir: Lo nico sensato es recibir El recuerdo de alguien en el corazn: Se puede habitar en los pensamientos Que nosotros mismos hemos cultivado, Y rugir con desprecio y coraje ultrajado Que el mundo haga su peor parte. No dejaremos que sus locuras nos atribulen,
Como de quien viene los tomaremos; Y al final de cada da encontraremos Una risa alegre como hogar. Cuando dejemos a cada amigo y hermano, Cuando lejos estemos separados, Pensaremos uno en el otro, Incluso mejor de lo que fuimos. Cada vista gloriosa encima de nosotros, Cada vista agradable debajo, Nos uniremos con los que nos han dejado, Con quienes, incluso en la muerte, todava amamos. Al ocaso, cuando nos sentemos en soledad cerca del fuego, El corazn clido y sincero Recibir el mismo pago. Podemos quemar las obligaciones que nos encadenan, Urdidas por fras manos humanas, All donde nadie se atreve a desafiarnos Podemos, en el pensamiento, encontrarnos. Por eso el llanto es insensato, Sostn como puedas un espritu alegre; Y nunca dudes que el Destino ofrece Un futuro grato por el dolor presente. Charlotte Bront (1816-1855) Tejemos un red en la infancia, Una red de soleado aire, Creamos una primavera pequea De agua pura y fresca. En la juventud sembramos la semilla, Cortamos la vara del almendro, Hemos crecido como el rbol aejo, Nos hemos marchitado en el barro? Estn desvanecidas, arruinadas, rotas? Se han evaporado en la arcilla? La vida es una sombra oscura; Y sus alegras flotan rpido en la distancia. Desvanecidas! La red sigue siendo de aire, Y as como sus pliegues se estremecen En extraos tonos de claro carmes, Profundo es el resplandor de su penumbra;
Como la luz de un cielo italiano, Donde las nubes del ocaso duermen ociosas, Perdiendo lentamente el brillo del rub. La primavera yace debajo del musgo y la piedra, Su lujo tal vez no vuelva a brotar. Escucha! Tus dudas deben ser abandonadas Es aquello un dbil rugido cerrndose sobre t? La marea de las olas, donde las flotas armadas Cabalgan sobre la espuma, llora y sonre Sobre un ocano con miles de islas Al vislumbrar la ansiada costa. La semilla en un tierra distante Se curva como un poderoso rbol, La vara seca del almendro Ha tocado la eternidad. Y vendr un segundo milagro, Como el quebrado cetro de Aaron, La humedad crecer como la vida clida, Tallo, flor y fruto, en trenzada corona Sern arrugados y lanzados lejos, Como ptalos que descansan en la tumba. Suea lo que el tiempo nos ha arrebatado Cuando la vida se encontraba arriba, Suea con aquel sbito ladrn sobre nosotros, Como las salvajes estrellas que declinan La revelacin llegar ese mismo da, Subiendo con el brillante y fiero Sirio: Oh, as como tu creces, y como las escenas Cubren este mundo fro con oscuras formas, Mi espritu se fortalece con cada cambio Antes de alzarme ante el Seor de las criaturas. Cuando me sent bajo una extraa bveda de rboles, Con la Nada como compaa, sin amor ni amigos, Mi corazn se volvi de pronto hacia ti, Y sent tu amistad, un lazo suave sobre mis manos. Charlotte Bront (1816-1855)
Lamento.
Regret, Charlotte Bront. Hace mucho deseaba dejar La casa donde nac; Hace mucho la us para sufrir, Mi hogar pareca abandonado, Aos vacos en pasillos desolados,
Por las silenciosas habitaciones Se paseaban acechantes temores; Ahora, su memoria se vuelca en pginas Donde la tinta son mis tiernas lgrimas. He conocido la vida y el matrimonio. Cosas que en un tiempo fueron brillantes, Ahora, como hechos absolutos Flotan en cada rayo de luz. En medio de la vida, de ese mar desconocido, Ninguna isla de bendicin he conocido; Finalmente, a travs de la salvaje tempestad Mi pena fue convocada al hogar. Adis, oscura y empinada profundidad! Adis, Tierras Extraas! Arrasa, barre las nubes del cielo, Abre tu glorioso reino de antao! Sin embargo, cuando logr pasar a salvo Aquel irritante y agotador principio, Una voz amada, entre temblores y rugidos, Podra convocarme de nuevo. A pesar del brillo en el alma de una rosa vespertina En este Paraso que se alza sobre m, William! Incluso desde el reposo del Cielo He vuelto mis ojos, convocados por ti. Esta tormenta que surge no retendr Mi espritu, sino que lo exaltar. Todo mi Cielo residi en tu pecho, Y slo all encontrar la eternidad. Charlotte Bront (1816-1855
En
From Retrospection, Charlotte Bront. Tejemos un red en la infancia, Una red de soleado aire, Creamos una primavera pequea De agua pura y fresca. En la juventud sembramos la semilla, Cortamos la vara del almendro, Hemos crecido como el rbol aejo, Nos hemos marchitado en el barro? Estn desvanecidas, arruinadas, rotas? Se han evaporado en la arcilla? La vida es una sombra oscura;
retrospectiva.
Y sus alegras flotan rpido en la distancia. Desvanecidas! La red sigue siendo de aire, Y as como sus pliegues se estremecen En extraos tonos de claro carmes, Profundo es el resplandor de su penumbra; Como la luz de un cielo italiano, Donde las nubes del ocaso duermen ociosas, Perdiendo lentamente el brillo del rub. La primavera yace debajo del musgo y la piedra, Su lujo tal vez no vuelva a brotar. Escucha! Tus dudas deben ser abandonadas Es aquello un dbil rugido cerrndose sobre t? La marea de las olas, donde las flotas armadas Cabalgan sobre la espuma, llora y sonre Sobre un ocano con miles de islas Al vislumbrar la ansiada costa. La semilla en un tierra distante Se curva como un poderoso rbol, La vara seca del almendro Ha tocado la eternidad. Y vendr un segundo milagro, Como el quebrado cetro de Aaron, La humedad crecer como la vida clida, Tallo, flor y fruto, en trenzada corona Sern arrugados y lanzados lejos, Como ptalos que descansan en la tumba. Suea lo que el tiempo nos ha arrebatado Cuando la vida se encontraba arriba, Suea con aquel sbito ladrn sobre nosotros, Como las salvajes estrellas que declinan La revelacin llegar ese mismo da, Subiendo con el brillante y fiero Sirio: Oh, as como tu creces, y como las escenas Cubren este mundo fro con oscuras formas, Mi espritu se fortalece con cada cambio Antes de alzarme ante el Seor de las criaturas. Cuando me sent bajo una extraa bveda de rboles, Con la Nada como compaa, sin amor ni amigos, Mi corazn se volvi de pronto hacia ti, Y sent tu amistad, un lazo suave sobre mis manos. Charlotte Bront (1816-1855)