Cuento Docentes

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Virtudes Choique

de Carlos J. Durn Haba una vez una escuela en medio de las montaas. Los chicos que iban a aquel lugar a estudiar, llegaban a caballo, en burro, en mula y en patas. Como suele suceder en estas escuelitas perdidas, el lugar tena una sola maestra, una solita, que amasaba el pan, trabajaba una quintita, haca sonar la campana y tambin haca la limpieza. Me olvidaba: la maestra de aquella escuela se llamaba Virtudes Choique. Era una morocha ms linda que el 25 de Mayo. Y me olvidaba de otra cosa: Virtudes Choique ordeaba cuatro cabras, y encima era una maestra llena de inventos, cuentos y expediciones. (Como ven, hay maestras y maestras). Esta del cuento, viva en la escuela. Al final de la hilera de bancos, tena un catre y una cocinita. All viva, cantaba con la guitarra, y all saba golpear la caja y el bombo. Y ahora viene la parte de los chicos. Los chicos no se perdan un solo da de clase. Principalmente, porque la seorita Virtudes tena tiempo para ellos. Adems, saba hacer mimos, y de vez en cuando jugaba al ftbol con ellos. En ltimo lugar estaba el mate cocido de leche de cabra, que Virtudes serva cada maana.

La cuestin es que un da Apolinario Sosa volvi al rancho y dijo a sus padres: Miren, miren...! Miren lo que me ha puesto la maestra en el cuaderno! El padre y la madre miraron, y vieron una letras coloradas. Como no saban leer, pidieron al hijo que les dijera; entonces, Apolinario ley: Seores padres: les informo que su hijo Apolinario es el mejor alumno. Los padres de Apolinario abrazaron al hijo, porque si la maestra haba escrito aquello, ellos se sentan bendecidos por Dios. Sin embargo, al da siguiente, otra chica llev a su casa algo parecido. Esta chica se llamaba Juanita Chuspas, y vol con su mula al rancho para mostrar lo que haba escrito la maestra: Seores padres: les informo que su hija Juanita es la mejor alumna. Y ac no iba a terminar la cosa. Al otro da, Melchorcito Guare lleg a su rancho chillando como loco de alegra: Mire, mamita...! Mire, Tata...! La maestra me ha puesto una felicitacin de color colorado, ac. Vean: Seores padres: les informo que su hijo Melchor es el mejor alumno. As los cincuenta y seis alumnos de la escuela llevaron a sus ranchos una nota que aseguraba: Su hijo es el mejor alumno.

Y as hubiera quedado todo, si el hijo del boticario no hubiera llevado su felicitacin. Porque, les cuento: el boticario, Don Pantalen Minoguye, apenas se enter de que su hijo era el mejor alumno, dijo: Vamos a hacer una fiesta. Mi hijo es el mejor de toda la regin! S. Hay que hacer un asado con baile. El hijo de Pantalen Minoguye ha honrado a su padre, y por eso lo voy a celebrar como Dios manda. El boticario escribi una carta a la seorita Virtudes. La carta deca: Mi estimadsima, distinguidsima y hermossima maestra: El sbado que viene voy a dar un asado en honor de mi hijo. Usted es la primera invitada. Le pido que avise a los dems alumnos, para que vengan al asado con sus padres. Muchas gracias. Beso sus pies, Pantalen Minoguye; boticario. Imagnense el revuelo que se arm. Ese da cada chico vol a su casa para avisar del convite. Y como sucede siempre entre la gente sencilla, nadie falt a la fiesta. Bien sabe el pobre cunto valor tiene reunirse, festejar, rerse un rato, cantar, saludarse, brindar y comer un asadito de cordero. Por eso, ese sbado todo el mundo baj hasta la casa del boticario, que estaba de lo ms adornada. Ya

estaba el asador, la pava con el mate, varias fuentes con pastelitos, y tres mesas puestas una al lado de la otra. Enseguida se arm la fiesta. Mientras la seorita Virtudes Choique cantaba una baguala, el mate iba de mano en mano, y la carne del cordero se iba dorando. Por fin, Don Pantalen, el boticario, dio unas palmadas y pidi silencio. Todos prestaron atencin. Seguramente iba a comunicar una noticia importante, ya que el convite era un festejo. Don Pantalen tom un banquito, lo puso en medio del patio y se subi. Despus hizo ejem, ejem, y sacando un papelito ley el siguiente discurso: Seoras, seores, vecinos, nios. Queridos convidados! Los he reunido a comer el asado aqu presente, para festejar una noticia que me llena de orgullo. Mi hijo, mi muchachito, acaba de ser nombrado por la maestra, Doa Virtudes Choique, el mejor alumno. As es. Nada ms, ni nada menos... El hijo del boticario se acerc al padre, y le dio un vaso con vino. Entonces el boticario levant el vaso, y continu: Por eso, seoras y seores, los invito a levantar el vaso y brindar por este hijo que ha honrado a su padre, a su apellido, y a su pas. He dicho. Contra lo esperado, nadie levant el vaso. Nadie aplaudi. Nadie dijo ni mu. Al revs. Padres y madres empezaron a mirarse unos a otros, bastante serios. El primero en protestar

fue el pap de Apolinario Sosa: Yo no brindo nada. Ac el nico mejor es mi chico, el Apolinario. Ah noms se adelant colorado de rabia el padre de Juanita Chuspas, para retrucar: Qu estn diciendo, pues! Ac la nica mejorcita de todos es la Juana, mi muchachita. Pero ya empezaban los gritos de los dems, porque cada cual desmenta al otro diciendo que no, que el mejor alumno era su hijo. Y que se dejaran de andar diciendo mentiras. A punto de que Don Sixto Pilln agarrara de las trenzas a Doa Dominga Llanos, y todo se fuera para el lado del demonio, cuando pudo orse la voz firme de la seorita Virtudes Choique. Prense...! Cuidado con lo que estn por hacer...! Esto es una fiesta! La gente baj las manos y se qued quieta. Todos miraban fiero a la maestra. Por fin, uno dijo: Maestra: usted ha dicho mentira. Usted ha dicho a todos lo mismo. Entonces sucedi algo notable. Virtudes Choique empez a rerse loca de contenta. Por fin, dijo: Bueno. Ya veo que ni ac puedo dejar de ensear. Escuchen bien, y abran las orejas. Pero abran tambin el corazn. Porque si no entienden, adis fiesta. Yo ser la primera en marcharme. Todos fueron tomando asiento. Entonces la seorita habl as:

Yo no he mentido. He dicho verdad. Verdad que pocos ven, y por eso no creen. Voy a darles ejemplo de que digo verdad: Cuando digo que Melchor Guare es el mejor no miento. Melchorcito no sabr las tablas de multiplicar, pero es el mejor arquero de la escuela, cuando jugamos al ftbol... Cuando digo que Juanita Chuspas es la mejor, no miento. Porque si bien anda floja en Historia, es la ms cariosa de todas... Y cuando digo que Apolinario Sosa es mi mejor alumno, tampoco miento. Y Dios es testigo que aunque es desprolijo, es el ms dispuesto para ayudar en lo que sea... Tampoco miento cuando digo que aquel es el mejor en matemticas... pero me callo si no es servicial. Y aquel otro, es el ms prolijo. Pero me callo si le cuesta prestar algn til a sus compaeros. Y aquella otra es peleadora, pero escribe unas poesas preciosas. Y aquel, que es poco hbil jugando a la pelota, es mi mejor alumno en dibujo. Y aquella es mi peor alumna en ortografa, pero es la mejor de todos a la hora de trabajo manual! Debo seguir explicando? Acaso no entendieron? Soy la maestra y debo construir el mundo con estos chicos. Pues entonces, con qu levantar la patria?

Con lo mejor o con lo peor? Todos haban ido bajando la mirada. Los padres estaban ms bien serios. Los hijos sonrean contentos. Poco a poco, cada cual fue buscando a su chico. Y lo mir con ojos nuevos. Porque siempre haban visto principalmente los defectos, y ahora empezaban a sospechar que cada defecto tiene una virtud que le hace contrapeso. Y que es cuestin de subrayar, estimular y premiar lo mejor. Porque con eso se construye mejor. Cuenta la historia que el boticario rompi el largo silencio. Dijo: A comer...! La carne ya est a punto, y el festejo hay que multiplicarlo por cincuenta y seis...! Comieron ms felices que nunca. Brindaron. Jugaron a la taba. Al truco. A la escoba de quince. Y bailaron hasta las cuatro de la tarde.

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