Pensamiento Monseñor Romero
Pensamiento Monseñor Romero
Pensamiento Monseñor Romero
Hctor Crenni
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En este articulo el autor trata de adentrarse en el dilogo entre
Vonseor 0scar Arnulfo Pomero y la Historia. El convulsionado
contexto social y politico en el que le toco ejercer su breve trabajo
como obispo de la diocesis de San Salvador, sento las bases para un
intercambio que fue hacindose cada vez ms rico y fecundo.
Introduccin
La realidad que le hizo de contexto en los aos en que su palabra tuvo mayor
repercusion, tuvo varios componentes: la conservadora estructura eclesial; el tambin
conservador entorno social que rodeaba al arzobispado de San Salvador; un clero y un
laicado comprometidos con las exigencias de justicia, y un contexto general de pais
sumido en la pobreza y en el analfabetismo, y atado por la injusticia. Todas estas
realidades interpelaron a Pomero, y lo obligaron a hacer que su discurso fuera cada vez
ms cercano a la realidad de su pais. El dilogo entre esta persona y la realidad que lo
interpelaba dio lugar a un discurso con muchas facetas, interpretaciones y reflexiones.
La continua busqueda del dilogo por parte de Pomero, lo obligo a entrar en relacion
con los hechos de su tiempo y con los hechos del pasado. Pomero fue obligado a
'adentrarse' en la historia de su tiempo, porque los hechos lo interpelaron. En este
trabajo se pretende reflejar ese dilogo entre la realidad historica y el pensamiento de
Pomero, la forma como fueron influyendo la una en el otro.
El pensamiento de Pomero se expreso en homilias, en mensajes, en discursos, en cartas
pastorales y en entrevistas. Semanalmente emitia un mensaje a travs de la radio YSAX,
que mantenia incluso cuando estaba en el exterior. Con frecuencia era buscado para
escuchar su opinion acerca de los acontecimientos nacionales, por su claridad en decir
las cosas sin rodeos.
ntentaremos 'adentrarnos' tambin nosotros en este dilogo fecundo, sin pretender
abarcarlo en su totalidad, partiendo de las fuentes: las homilias, las cartas pastorales y
algunas entrevistas en periodicos.
6REUHODKLVWRULD
Se puede buscar la perspectiva historica que acompao a Pomero en su discurso, en sus
cartas pastorales, en las homilias de las misas, en las entrevistas con periodistas y en sus
mensajes por radio, especialmente la radio YSAX. Precisamente, en su ultima carta
pastoral, la 'Cuarta Carta Pastoral de Vons. 0scar A. Pomero, Arzobispo de San
Salvador', del 6 de agosto de 1979, titulada 'Vision de la glesia en media a la crisis que
vive el pais', comienza con un repaso a sus tres cartas pastorales anteriores, y la
descripcion del contexto que rodeo a cada una de ellas. Se hace evidente aqui la
intencion de fijar la expresion de su pensamiento en un tiempo y en unas circunstancias
determinadas. Asimismo, la lectura que hace de la realidad abarca diversos escenarios:
sociales, politicos, economicos y culturales. Se suceden temas como la injusticia social
que est a la base de la "situacion de pobreza generalizada", el deterioro de la situacion
politica y la actitud del gobierno, el deterioro moral, el fundamento ideologico y
economico de la represion y las crisis de las instituciones, incluida la de la misma glesia.
Creemos que se puede comenzar situando las caracteristicas esenciales de su
pensamiento en este dilogo con la Historia. En este sentido, se pueden entrever algunas
caracteristicas esenciales: la cercania, la unicidad y la trascendencia.
1.1- La Historia cercana:
La Historia fue, para Pomero, siempre algo cercano, inmediato, que hablaba todos los
dias por medio de los hechos cotidianos. Esta cercania tiene una dimension cronologica:
los hechos de todos los dias, cercanos en el tiempo; y una dimension regional: las
personas de su propia cultura, de su patria, cercanas geogrficamente. Los hechos
cotidianos que tuvieron por protagonistas a las personas cercanas a Pomero, iniciaron un
dilogo que ste acepto sin reparos, con sinceridad. A los pocos meses de haber
asumido el arzobispado de San Salvador, decia en una misa: ...cada uno est aportando
desde su propio interior lo que la patria y el mundo necesitan. Porque el mundo, la
historia, no se va a construir sin nosotros. Somos participes de la construccion de la
historia, y en eso est evolucionando actualmente la humanidad. Por eso, uno de los
signos de los tiempos actuales es ese sentido de participacion, ese derecho que cada
hombre tiene a participar en la construccion de su propio bien comun"
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.
La 'cercania' de la Historia est dada por la posibilidad de intervencion en ella de todos
los hombres y mujeres. Estos hombres y mujeres, que han dejado de ser, para Pomero,
'hombres y mujeres de todos los tiempos', para ser 'hombres y mujeres de este tiempo',
en una Historia donde todos tienen cabida.
El anlisis desde la Historia siempre se ha caracterizado por estar enraizado en dos
elementos esenciales: el tiempo y el lugar. Todo anlisis desde la Historia debe estar
centrado en un hecho situado en su contexto temporal y regional. Esta cercania, en la
concepcion historica de Pomero, incluye una cercania en el tiempo y en el lugar:
'ahora', en el tiempo; y 'aqui', en la cultura. Esto se puede traslucir tambin de estas
frases suyas tomadas de su discurso con motivo de su 0octorado Honoris Causa conferido
por la Universidad de Lovaina el 2 de febrero de 1980. "La esencia de la glesia est en
su mision de servicio al mundo, en su mision de salvarlo en totalidad, y de salvarlo en la
historia, aqui y ahora".
Estas afirmaciones se repiten constantemente en el discurso de Pomero, insistiendo en
que este 'enraizamiento' debe realizarse en un lugar determinado. Este espacio es, para
Pomero, el pais: la Historia culmina en la Historia de un espacio fisico determinado, en
un grupo de personas determinado, que a la vez se constituyen en sus protagonistas: la
Historia se hace en El Salvador, se hace en todos los lugares donde viven y actuan sus
protagonistas: todos los hombres y mujeres que viven en el tiempo presente.
El acercamiento de la Historia a las personas cotidianas no ha dejado marginados. El
acercamiento de las personas cotidianas a la Historia obligo a cambiar sus protagonistas:
todas las personas son aqui participes necesarios de los hechos de la Historia. La
cercania cronologica de los protagonistas convierte a la Historia en un hecho
contemporneo: para Pomero, la Historia se vuelve contemporaneidad y deja de ser un
hecho del pasado. Asimismo, la necesidad de protagonismo incluye la necesariedad de la
presencia: los hombres y mujeres de la Historia deben estar presentes en los hechos, y
esta cercania espacial los convierte en protagonistas necesarios y unicos. Esto puede
desprenderse de estas frases suyas: "...hay que salvar al hombre ya viviendo en la
historia. Hay que darle a la juventud, a la niez de hoy, una sociedad, un ambiente,
unas condiciones donde pueda desarrollar plenamente la vocacion que 0ios le ha dado, y
que no por ser pobre se quede marginado y no pueda entrar a la universidad. Hay que
proporcionar al ambiente unas condiciones en que el hombre, imagen de 0ios, pueda de
veras resplandecer en el mundo como una imagen de 0ios, participar en el bien comun
de la Pepublica, participar en aquellos bienes que 0ios ha creado para todos"
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.
0e esta forma, Pomero abre un amplio espacio a la participacion, asumiendo
protagonismos. Este espacio est abierto a la participacion de todos, sin marginaciones.
Asi, la participacion se transforma en un espacio para el cual se tiene derecho adquirido:
no es un derecho concedido por quienes detentan el poder politico, como podria
deducirse desde concepciones historicas anteriores. La posibilidad de participar en la
construccion de la Historia est en todos.
Este llamado a la intervencion en la Historia tiene, adems, connotaciones concretas. El
llamado a la intervencion lleva implicitas 'tareas' que deben ejecutarse: "Es para darles
el Espiritu de 0ios a las cosas de los hombres; es para que el politico que cree en 0ios y
pertenece a esta glesia, transforme esa politica en instrumento de 0ios; es para que el
capitalista, que cree de veras en la glesia, transforme, humanice, le d sentido de
caridad, de justicia, de amor a su capital; es para que el trabajador, el pobre, el
marginado, el obrero, el jornalero, mire en esta glesia algo que transforma su pobreza
en redencion, que no lo deja llevar por caminos de resentimiento y de lucha de clases,
ni le ofrece paraisos en esta tierra, sino que le quiere dar este soplo de 0ios a su
situacion"
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. El llamado a la humanizacion del capital y a la redencion de la pobreza
ofrece escenarios para la accion directa.
En las historias de Amrica Latina, especialmente las historias escritas por autores de
fuera de la region, como historiadores franceses o estadounidenses que han desarrollado
las 'teorias de la dependencia', se encuentra con frecuencia la idea de que la evolucion
historica de las naciones viene del progreso que se impulsa desde afuera: los paises que
tienen un mayor desarrollo economico en las reas secundarias o terciarias, proveen de
los elementos necesarios para el desarrollo de la economia, y por lo tanto, del desarrollo
historico de los paises receptores de esos elementos, que se tornan asi dependientes de
los primeros. En Pomero se puede intuir una postura distinta: en el llamado a la
participacion de todos, sin dejar lugar a exclusiones o marginaciones, 'en la
construccion del propio bien comun', est implicito el llamado a participar en la
construccion de la Historia desde adentro mismo del escenario historico.
Esta cercania de la Historia presenta tambin esta otra faceta: la ausencia de
marginaciones. Este llamado a asumir el protagonismo no est dirigido a un sector
determinado de la poblacion, sino que todas las personas pueden tener su lugar. No hay
lugar para marginaciones en el discurso de Pomero, y este pensamiento es algo que se
repite constantemente en sus mensajes, y que ha desarrollado con insistencia en este
dilogo con la Historia. El intento de proponer 'una sociedad donde quepan todos', en el
decir de Hinckelammert y Assmann, hace partir su propuesta desde la marginalidad: el
sujeto habla desde la marginalidad para negarla, haciendo explicito el llamado desde alli
a participar plenamente en el bien comun.
Hay otro concepto de Pomero en relacion con su dilogo con los hechos de la Historia
que consideramos necesario resaltar, en este apartado. La culminacion del 'todos' en el
'nosotros': el todo, que implica 'todas las personas', culmina en el nosotros, y ello
implica un espacio fisico y un espacio cronologico cercanos. La totalidad, la Historia del
mundo, se encarna en el presente, se hace cultura y se 'detiene' en un grupo
determinado de personas. La Historia de todos los hombres se 'empequeece', y se hace
Historia presente y regional, protagonizada por un grupo. Afirmaciones tales como 'el
mundo y la Historia no se van a construir sin nosotros', se repiten con frecuencia.
Precisamente en estos dos escenarios se situa la fe de las personas, en el decir de
Pomero. El intento de trascender la condicion humana tiene un lugar y un tiempo
determinados: un tiempo historico y una cultura precisa.
Este intento de anlisis deja de lado las sintesis: la cercania obligo a dejar de lado las
miradas desde la distancia. El discurso de Pomero pasa revista a los hechos cotidianos,
mirando sus antecedentes inmediatos, quiz perdiendo los beneficios que se desprenden
de la lejania espacial o temporal. Pomero 'se mete dentro de los hechos', y desde alli
habla. Vira la Historia desde un hecho de la Historia.
A este respecto, con frecuencia se ha dicho de Pomero que no tenia en cuenta el
contexto o que no consideraba el por qu sucedian determinadas cosas, haciendo
hincapi en la falta de esta 'lejania' en la lectura de los hechos. Los editoriales de los
diarios de mayor tirada en El Salvador, El 0iario de Hoy y La Prensa Crfica,
especialmente en los primeros meses del trabajo del obispo en San Salvador, en la
primera mitad del ao 1977, mencionan con cierta benevolencia que despus, desde
1979 en adelante, se volveria abierta hostilidad esta carencia. En este sentido, el
reclamo se dirige a la necesidad de una mayor distancia de los hechos, lo que aseguraria
una mayor objetividad. Por ejemplo, cuando Pomero hace alusion a los bajos salarios
que se pagaban en el trabajo del corte del caf, se menciona tanto el mal uso que
harian los trabajadores del dinero y de las consecuencias que de ello se derivarian, como
el desconocimiento de Pomero de lo que lleva implicito la empresa. "Vonseor no
conoce el uso que los trabajadores de la recoleccion del caf harn del dinero si se les
paga ms", se lee en El 0iario de Hoy del 15 de junio de 1977. Y "el arzobispo no sabe lo
que se gasta", estaba escrito en un telegrama que le haria llegar un empresario del
caf, comentado por el mismo Pomero en la homilia de la misa del J0 de octubre de
1977.
Quiz aqui el debate debe detenerse en el dilogo sobre la relacion entre el todo y las
partes. Evidentemente, la mirada desde la totalidad obliga a dejar de lado aspectos
particulares. Asimismo, la mirada desde una parte puede hacer perder de vista la
totalidad. Por otra parte, desde ambos lugares se ofrecen posibilidades unicas y
diversas. Es necesario aqui adentrarse en el dilogo, que puede ser muy rico y fecundo,
entre la 'Historia' y los 'hechos de la Historia', o entre la 'Historia' y las 'Historias'.
Pomero mira la Historia desde los hechos de la Historia.
Sin embargo, llama la atencion tambin la frecuente alusion al 'mundo' y a la
'humanidad'. Esto se repite en muchos escritos de Pomero, como en sus homilias de
1980, cercanas al mes en que fue asesinado, o como en sus cartas pastorales,
especialmente su Tercera Carta Pastoral. Hay una referencia constante a la totalidad,
partiendo de las partes, ajustando stas a aqulla sin solucion de continuidad, y
afectando la humanidad desde las acciones de las personas individuales.
1.2. La unicidad de Ia Historia
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Este concepto, intimamente ligado al concepto de la cercania historica, va al encuentro
de una forma de pensar que se habia hecho comun en ambientes religiosos: la
separacion entre la 'historia terrena' y la 'historia religiosa', presentndolas como
historias que siguen caminos paralelos, ignorndose la una a la otra. Se quiere aqui
romper con la dualidad que muchas veces se presenta en la vida de las personas,
separando los mbitos religiosos de los mbitos no religiosos. 0ice en una de sus
homilias: "Uno de los cambios de la glesia actual es haber roto con esa dicotomia, esa
separacion entre la glesia y el mundo; porque tambin ha comprendido la unidad de la
historia profana con la historia de la salvacion. Se habia creado (sic) en nuestra
espiritualidad, en nuestro modo de pensar como glesia, que el mundo era despreciable.
Que la historia profana de los hombres era como un paramientras (sic) como un tiempo
de prueba, y que iba paralela con la historia espiritual de la salvacion de 0ios. Habia
como una separacion casi infranqueable entre lo material y lo espiritual, entre lo
sagrado y lo profano; y se aconsejaba una especie de conformismo: pasemos la vida, la
historia como se pueda, y ya vendr el cielo, la salvacion eterna; procuremos no
condenarnos en el infierno. Y asi teniamos la historia como algo separado de
nosotros"
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Esta consideracion unitaria de la Historia implica una concepcion unitaria de la persona
humana. 0e esta forma, no hay acciones de los protagonistas de la Historia que no vayan
incluidas en ella, sino que todo termina siendo objeto de su estudio. Asi, todas las
acciones de los hombres y mujeres constituyen un todo que puede ser estudiado desde
esta perspectiva. Asimismo, todos los hechos influyen en la Historia; o sea, todas las
acciones crean la Historia, y por ello, si todas los hechos pueden ser objeto de su
estudio, todos deben tener un tinte de perfeccion que amerite esta distincion. Si todos
los hechos pueden ser estudiados, todos los hechos deben ser merecedores de ello.
Ceneralmente, se ha tenido la concepcion de que los hechos religiosos eran hechos que
pertenecian la esfera individual de las personas, y que por lo tanto, cada uno es libre de
elegir sus propias inclinaciones religiosas, y nadie, por lo tanto tiene la facultad de
cuestionarlas. Pero al mismo tiempo, estas elecciones quedaban circunscriptas al mbito
de lo individual, o al mbito de un grupo cerrado. Pomero quiere quitarle esta
individualidad cerrada al hecho religioso, para hacerlo trascender al mbito de lo social:
Pomero quiere decir que el hecho religioso es cosa de todos.
1.3. La historia como trascendencia:
"...Y finalmente, un sentido escatologico, es decir, un ms all de la historia, un
trabajar en un presente por un mundo mejor; pero sin olvidar, como no lo olvidaban los
israelitas cuando celebraban sus pascuas, que las pascuas de la historia son
imperfectas... trabajar en el presente, sabiendo que el premio de aquella pascua ser
en la medida en que aqui hayamos hecho ms feliz tambin la tierra, la familia, lo
terrenal"
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.
Pomero, como todos los hombres de su tiempo, no podia ignorar la insatisfaccion que
produce el presente en su relacion con la realizacion historica. Queda siempre una
distancia, con frecuencia amplia, que salvar entre lo que se entiende como 'bien comun'
y la realidad presente. Los hechos del presente necesitan un sentido que los conviertan
en 'hechos absolutos': la finitud de los hechos cotidianos necesitan convertirse en
infinito. En el intento de darle sentido a los hechos de las personas en el tiempo, recurre
al sentido de trascendencia, innato en los hombres y mujeres y en las culturas de los
pueblos.
El intento de situar los hechos historicos en un tiempo que trasciende el tiempo
presente, produce necesariamente un enfrentamiento con los hechos mismos. La
trascendencia del presente implica la reconsideracion de sus consecuencias. Este juego
dialctico entre presente y trascendencia doto al discurso historico de Pomero de una
gran riqueza conceptual. En 1979, en otra homilia, decia: "Una glesia que por sus
medios de comunicacion quiere promover la dimension historica tiene que encontrar
choques en la historia. No basta la dimension transcendente (sic); que eso es muy
bonito, escribir de lo transcendente. Lo historico y lo transcendente en equilibrio. Eso es
lo que tratamos de hacer..."
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.
Quiz podemos encontrar algo ms acerca de estas ideas en estas palabras suyas,
aproximadamente en esos mismos dias: "No nos pueden entender los que no entienden
la transcendencia (sic). Cuando hablamos de la injusticia y la denunciamos, piensan que
ya estamos haciendo politica. Es en nombre de ese Peino justo de 0ios que denunciamos
las injusticias de la tierra. Y en nombre de aquel premio eterno les decimos a los que
trabajan en la tierra: 'trabajen, pongan al servicio de la patria todo su esfuerzo!"
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.
El concepto de 'Peino de 0ios' ha sido presentado a veces como la realizacion cristiana
de la utopia, y quiz se puede entrever aqui alguna alusion a ello. Sin embargo, esta
utopia no se presenta aqui como 'un estado perfecto', conseguido de una vez y para
siempre. La medida del logro de la utopia est en el accionar sobre el presente. No se
trata de una aceptacion sumisa de las situaciones presentes, sino de una mirada a los
horizontes desde el accionar sobre el presente. Se trata de preparar la utopia actuando
sobre la situacion presente
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.
La referencia a tiempos ulteriores, de los cuales no se tiene certeza, pero que en alguna
medida se pueden entrever desde el presente, puede verse muchas veces en el discurso
de Pomero. En cierta manera, los hechos del presente se justifican por su pertenencia a
momentos futuros, hacia los cuales tienden indefectiblemente. 0e esta manera, los
hechos protagonizados por las personas la Historia, en el fondo no encuentran sentido
en si mismos, sino como anuncios de escenarios futuros hacia los cuales debe llegar. Asi,
la Historia se transforma en un camino hacia una realidad futura, hacia la utopia.
Sin embargo, no es una utopia lejana la que presenta Pomero, sino situada en un futuro
cercano, y producto de las acciones de los hombres y mujeres del 'pueblo'. En una
entrevista concedida a Prensa Latina el 15.2.80, pocos dias antes de su asesinato,
respondia; "La situacion me alarma, pero la lucha de la oligarquia por defender lo
indefendible no tiene perspectiva. Y menos si se tiene en consideracion el espiritu de
combate de nuestro pueblo. nclusive, pudiera registrarse un triunfo efimero de las
fuerzas de la oligarquia, pero la voz de la justicia de nuestro pueblo volveria a
escucharse y, ms temprano que tarde, vencer. La nueva sociedad viene, y viene con
prisa. La paz de los cementerios es consecuencia, mejor dicho, se debe a que en los
cementerios solo hay muertos. Y esa paz no la puede obtener la oligarquia frente a un
pueblo como el salvadoreo". Los hacedores de la utopia en forma protagonica son 'el
pueblo', en el decir de Pomero.
Este intento de mirar a la historia desde el futuro, desde unos tiempos ya cumplidos,
implica el esfuerzo de trascender el tiempo presente para 'adentrarse' en los escenarios
inseguros de los horizontes futuros. '0efinir' la historia desde alli implica la certeza de
que el sentido de los hechos del presente est en los logros sociales del futuro: los
hechos del presente deben ser justificados desde un escenario trascendente a los
mismos hechos. Ese escenario es la utopia: en la sociedad futura encuentra sentido la
del presente.
La misma necesidad de la utopia est diciendo de la imperfeccion de la realidad
presente. Sin embargo, la imperfeccion de los hechos presentes encuentra su
justificacion en la utopia: sta puede darles sentido desde el horizonte temporal. Lev
Colinkin, citando a Pomero, seala el concepto de imperfeccion de los hechos del
presente en relacion con la utopia: 'No podemos hacerlo todo y, al darnos cuenta de
ello, sentimos una cierta liberacion. Ella nos capacita a hacer algo, y a hacerlo muy
bien', escribio Pomero. 'Puede que sea incompleto, pero es un principio, un paso en el
camino, una ocasion para que entre la gracia del Seor y haga el resto'
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.
Pero la verificacion de la utopia propuesta necesita de la intervencion externa a los
mismos hechos humanos. Los hechos de los hombres y mujeres, por si solos, no son
suficientes para la verificacion de la actuacion del cumplimiento de la Historia. En este
sentido, se torna necesaria la alusion a la intervencion de lo trascendente para que sea
posible la actuacion de la utopia, para que la Historia adquiera sentido. A este respecto,
conviene citar las siguientes palabras de Pomero: "Es el ultimo acto de 0ios para darle a
la historia su sentido final. El sentido final de la historia, el sentido relativo de todas las
cosas, lo da Cristo"
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Esta postura debe reconocer dos momentos necesarios: el presente y el futuro,
intimamente ligados entre si. El primero tiene por protagonistas a las personas , con sus
hechos cotidianos y su constante esfuerzo por la convivencia comun. El segundo, tiene
por protagonista el anuncio de una utopia que comienza a actuarse en el presente. Son
los hechos del presente que prolongan su existencia.
Pero hay otro elemento que se agrega a la trascendencia, y que queremos resaltar en
esta mirada sobre la Historia. La trascendencia del plano de lo individual hacia el plano
de lo colectivo. afirmaciones como 'Hacer ms feliz la tierra', que emplea con
frecuencia, como en su homilia en la misa del 25.09.79, implica superar la
individualidad para llegar a una dimension de universalidad, que abarca la totalidad de
las personas involucradas en esta utopia sin marginaciones. mplica, adems, el actuar
sobre las realidades terrenas: 'en la medida que hayamos hecho ms feliz tambin lo
terrenal'. No se trata de actuar solamente sobre las realidades espirituales, sino
tambin sobre las realidades concretas, del tiempo presente. Para Pomero, los hombres
no son 'grandes hombres de todos los tiempos', sino 'hombres y mujeres de este
tiempo'.
2. Sobre Ios hechos de Ia Historia.
0eciamos ms arriba que los hechos de la Historia son los hechos cotidianos. Pomero
dialogo con los hechos cotidianos de la Historia, y para l la vida de los cristianos debe
estar encarnada en los problemas temporales historicos. Sin embargo, esta encarnacion
no debe dejarse a la espontaneidad individual, sino que debe estar arraigada en la
doctrina. Algunas veces, su discurso hizo referencia a documentos, como las referencias
a la 0octrina Social de la glesia. Siempre sostuvo que el pensamiento de las personas
debe estar fundado sobre bases solidas: "..hombres que no tienen, a la base de su
prudencia y de su existencia, una doctrina: la 0octrina Social de la glesia. La 0octrina
Social de la glesia., que les dice a los hombres que la religion cristiana no es un sentido
solamente horizontal, espiritualista, olvidndose de la miseria que lo rodea"
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Pomero afrontaba el dilogo con los hechos de la Historia a medida que stos se le
presentaban, sin 'preparacion': este 'abordaje inocente' del hecho historico, para
emplear palabras de Thompson, nos hace pensar en un dilogo espontneo. 0ialoga con
la realidad que se le presenta abruptamente, sin buscarla.
Si bien los sistemas historicos son resultados de procesos, stos se manifiestan en el
hecho concreto, cotidiano. Es este hecho concreto y cotidiano su interlocutor. No
cuestiona paradigmas en el dilogo con los hechos: cuestiona el hecho mismo, porque
habla desde adentro de los mismos: se mete en el problema y dialoga con los hechos
desde alli. El sistema historico se presenta ante Pomero como un conjunto de
situaciones contextuales, resultantes de procesos y capaces de hablar por si mismos, ya
que arrastran el complejo conjunto de acciones que originan los hechos humanos. Al
hablar desde 'adentro' del hecho historico, Pomero habla 'desde el sistema', desde
adentro del sistema.
Este intento de relacionarse con sistemas historicos tal como se presentan, y no con
procesos, otorga al dilogo entre ambos una gran claridad. No se buscan aqui procesos,
causas o consecuencias. El dilogo se da con el hecho inmediato, tomado en si mismo y
en su contexto abarcador. Este 'abordaje inocente' de los hechos historicos otorga a los
juicios acerca de los mismos una imparcialidad dificilmente cuestionable.
En este contexto, podemos decir que este dilogo con los hechos de la Historia asume
caracteristicas peculiares. Pomero no consulta archivos o documentos para hablar con
ellos, porque habla con sus protagonistas: los interlocutores historicos de Pomero son las
personas protagonistas de los hechos: los actores son sus fuentes de lectura historica.
No selecciona los hechos historicos para iniciar un dilogo, como tampoco selecciona las
fuentes, sino que los acepta a medida que stos lo interpelan.
Pomero no es un historiador, pero es un buen lector de la realidad y de su contexto.
Nada de su inmediato contexto le es indiferente, como se puede ver de los multiples
temas citados. Algunas veces esta referencia es improvisada, pero la mayoria de ellas
son resultado de reflexiones previas. Esto tiene repercusiones de largo alcance, si
consideramos que su lugar de observacion de la realidad es un lugar privilegiado: el
arzobispado de San Salvador es un lugar con connotaciones politicas y sociales
importantes, y el lugar de encuentro de numerosas lecturas de la realidad.
3. Sobre eI diIogo.
0eciamos antes que Pomero busco insistentemente el dilogo con los hechos de la
Historia. Los temas recurrentes en este dilogo, son la vida, la violencia y con ello la
paz, la adhesion a las ideologias y la aceptacion de todas las personas como sujetos de
dilogo, sin exclusiones. Fue un continuo buscador de interlocutores. Las personas y los
hechos encontraron siempre en l alguien dispuesto y preparado para la recepcion. Esto
se hace evidente por la continua alusion a los hechos cotidianos en sus opiniones
publicas. Sabemos, por testimonios de personas que convivieron con l, que estos
hechos eran motivo de constante intercambio en el dilogo constante e informal de
todos los dias. La realidad que le hace de contexto enmarca constantemente el discurso
de Pomero.
El trabajo de Pomero en la arquidiocesis de San Salvador estuvo marcado por la
violencia, la misma que marco el pais entero por esos aos. Por ello mismo, Pomero hizo
de la violencia un argumento de su dilogo con la Historia cotidiana. En esta situacion,
tambin los hechos cotidianos y las personas estaban frecuentemente marcados por ella.
Por ejemplo, los asesinatos en la via publica de la ciudad se sucedian a diario, y las
amenazas, muchas veces cumplidas, se hacian publicamente. Una de ellas, reiterada
frecuentemente, era la amenaza contra los jesuitas de San Salvador. Ante estas
amenazas publicadas por radio, comentadas en la homilia de la misa del 26.06.77,
Pomero busca dialogar, improvisa, busca respuestas: "Esta es la fuerza que har un
mundo mejor, y que el Papa ha llamado la Civilizacion del Amor. Proclammosla y
hagamos lo posible por construirla: La civilizacion. Pero si es que hoy El Salvador no
est civilizado! Es que publicarse o echarse por radio amenazas tan brutales, tan
animales como esa que ha salido ultimamente! Eso es muy subdesarrollo de civilizacion!
(sic) No poder soportar la luz de la razon de unos escritos! Si la razon se combate con
razones. Porqu amenazar con armas, con muerte, al que escribe la razon, el mensaje
de la glesia:"
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.
El dilogo de Pomero con la realidad estuvo muchas veces marcado por la realidad
acuciante de temas que interpelaban fuertemente y con urgencia. El tema de la vida
sale continuamente a relucir en sus expresiones, y es un constante tema de dilogo. Esta
situacion es comprensible, en tiempos en que la efervescencia social era fuerte, y la
violencia institucional y social producia asesinatos cotidianos. Ante esta situacion, los
obispos del pais emitieron en 1977 un mensaje 'Ante la ola de violencia que enluta el
pais', que Pomero comento asi: "El mensaje termina haciendo un llamamiento
apremiante, una invitacion, principalmente a los que tienen en sus manos los poderes
politico y economico, para que unidos a todas las fuerzas vivas del pais, busquemos un
camino que haga efectiva la justicia social como unica salvacion para evitar que el pais
caiga en la violencia y en los totalitarismos de cualquier tipo. El aferrarse ms y ms a
sus intereses, olvidando el clamor de los desposeidos, es crearle el ambiente propicio a
las violencias totalitarias"
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. No se queda en el anonimato de un mensaje grupal. Lo
hace propio, y si lo cita en un mensaje publico -sus homilias en las misas habian tomado
ese carcter es quiz para hacer evidente que lo ha asumido personalmente.
En este tema, tomo la iniciativa buscando abrir espacios para el intercambio, con
frecuencia, insistentemente. Esta parte del dilogo estuvo marcada por frases breves
como stas: 'La violencia la producen no solo los que matan, sino los que impulsan a
matar'; 'tan sagrada es una vida como otra'; 'un esfuerzo por perdonar, un esfuerzo por
amar'. Probablemente, un tema tan acuciante y que planteaba problemas tan urgentes,
necesitaba un dilogo hecho de frases breves y densas de contenido. No se busca aqui
un intercambio que determine las causas, o que identifique espacios para llegar a
acuerdos. Simplemente, se trata de detener la violencia.
Un tema candente en esos tiempos era la ideologia a la cual adherirse. Se hacia dificil,
en esas circunstancias, tener un discurso publico sin definir posturas ideologicas. Pomero
quiso dejar clara su posicion y la de la glesia que representaba acerca de la adhesion a
esas ideologias, probablemente, en un intento de dotar de honestidad a este dilogo,
dejando en claro desde cul lugar se est hablando. Como en este texto: "...distinguir
entre el mensaje de la glesia y el comunismo, y como la glesia, asi como rechaza el
comunismo, rechaza tambin el capitalismo. ... Y por eso la glesia no puede ser ni
comunista, ni capitalista, porque los dos son materialismo"
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Y sigue una larga alusion
a la distancia que existe entre la posicion de la glesia con respecto a las doctrinas
liberal y marxista.
En esto, Pomero busco continuamente un dilogo, con frecuencia infructuoso. Y su
dilogo quiso ser honesto, sin engaos ni concesiones: fijo desde un comienzo la postura
ideologica desde la cual hacia publico su discurso, y con ello, desde donde toma la
iniciativa en este dilogo.
En estas circunstancias, donde la realidad presenta aspectos candentes que exigen un
dilogo con respuestas inmediatas, se torna necesaria la respuesta inmediata a las
interpelaciones: Pomero tomo insistentemente la iniciativa en el dilogo y espero la
respuesta; a veces, reclamaba una respuesta. En mayo de 1977, exigia publicamente,
porque sus homilias en las misas eran ya cosa de todos, una respuesta del Presidente de
la Pepublica ante su peticion de investigar el crimen del sacerdote Alfonso Navarro.
Este intento de dialogar va dirigido hacia todos los sectores, e incluye a los poderes
publicos. Con frecuencia busco el dilogo con las autoridades, como en este intento con
el nuevo presidente de esos tiempos, el general Pomero, en estos trminos: "Y ste es el
dilogo que la glesia ofrece. Si el nuevo mandatario nos pedia que le tuviramos
confianza y que lo iba a demostrar, he aqui la glesia a la espera de ese dilogo. La
glesia nunca ha roto el dilogo con nadie. 0tros son los que lo han roto; otros son los
que la han maltratado. Le diriamos que hay muchas palabras que no salen de la boca,
pero que deben salir de las obras, para demostrar la sinceridad en esta busqueda de paz
para nuestra patria. Por ejemplo, la glesia necesita que le devuelvan a sus sacerdotes
que le han quitado. Vuchas familias necesitan que le devuelvan a sus seres queridos que
no saben donde estn. Se necesitan muchas obras para ganar la confianza, y de verdad
buscar en todos, con sinceridad, la paz que necesita nuestra patria"
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Este dilogo, hecho en circunstancias apremiantes, tensas, exige respuestas rpidas y
precisas. En un primer momento, no son tan importantes las ideas que inician el dilogo,
cuanto el impacto que las palabras puedan tener en lo inmediato. Este esfuerzo por
dialogar desde las circunstancias inmediatas fue insistente, y no dejo de opacar la
claridad con que se efectuaba el intercambio de ideas. Aunque su postura fue siempre
coherente no se pueden encontrar contradicciones en su discurso, a lo largo de su
trabajo en San Salvador, entre principios de 1977 y marzo de 1980 pocas veces se
encuentran apoyos doctrinarios, o referencias a documentos en sus discursos o en sus
entrevistas. En cambio, si podemos encontrar fundamentacion doctrinaria a su discurso
en sus cartas pastorales.
Con frecuencia se acuso a Pomero de intentar romper el dilogo iniciado;
especialmente, desde los periodicos de mayor circulacion del pais se lo acuso de romper
el dilogo con los gobernantes de turno. No creemos que esta haya sido su intencion,
como l mismo lo expresa el 14 de agosto de 1977: "La glesia no est peleada con el
gobierno".En esos dias los periodicos publicaban con frecuencia articulos contemplando
la posibilidad de que 'la glesia se distancie del gobierno', como se puede ver en El
0iario de Hoy, en casi todos los dias de los meses de julio y agosto, y ocasionalmente en
La Prensa Crfica de esos tiempos.
En este dilogo de Pomero con la Historia, los hechos no tienen categorias: no hay
'hechos pequeos' y 'hechos grandes' o 'hechos trascendentes'. Sin negar que hay
algunas acciones de los hombres y mujeres que repercuten con un alcance ms grande
que otras, considera todos los hechos en el mismo escenario historico. Asi, en esta cita
que sigue: ...No tendriamos que lamentar historias tan tristes, como el saldo que nos
deja esta semana: un canciller asesinado, un sacerdote acribillado a balazos en su propia
casa, un nio que no tiene culpa tambin con los sesos echados afuera por la bala
homicida..."
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. El contexto en el que se dicen estas palabras est cargado de
emotividad. Aun asi, Pomero pone en un mismo nivel para el dilogo, la muerte de un
canciller, de un sacerdote y de un nio.
ConcIusin
Terminamos esta presentacion, resaltando las principales ideas que hemos querido
plasmar en este escrito. Primeramente, Vonseor Pomero fue un buen lector de la
realidad que lo circundaba. La realidad cotidiana lo interpelo constantemente, y l no se
nego a este dilogo fructifero. La Historia se torno asi en algo cercano, de todos los dias.
Este dilogo no dejo lugar para las marginaciones: los protagonistas de la Historia no
fueron, para Pomero, grandes hombres y mujeres, sino mujeres y hombres, nios y
ancianos, sacerdotes, campesinos y ministros cotidianos.
La lectura que hizo Pomero de la Historia fue unitaria, sin aceptar una 'historia profana'
separada de una 'historia religiosa'. Las personas que protagonizaron los hechos que
hicieron la Historia fueron personas enteras, que no estaban divididas en sectores.
Pomero dialogo con los hechos de la Historia, sin indagar en los procesos ni en los
sistemas: los hechos de la Historia, tal como se le presentaron, fueron sus
interlocutores. El futuro se hizo presente en los hechos cotidianos, que de alguna
manera lo actualizaron: miro a la Historia desde el futuro, anticipado ya en los hechos
del presente. 0e esta manera, este dilogo de Pomero con la Historia encierra una
propuesta utopica y esperanzadora.
ibIiografa
0ELLA P0CCA, Poberto Vorozzo 0scar Pomero: Un vescovo centroamericano
tra guerra fredda e rivoluzione, Vondadori, Ed., Viln, 2000, con prefacio del cardenal
francs Poger Etchegaray. Este libro es una obra historicobiogrfica, de reciente
publicacion, y fue introducido recientemente como elemento en la causa de
beatificacion de Vonseor Pomero.
Universidad Centroamericana (UCA), Pevista ECA, los numeros JJ7 de 1976; JJ9, J40,
J41, J45 y J50, de 1977; J54, J55, J59, J60 y J69, de 1978; J6J, J64, J66, J68, J69,
J70, J71 y J74, de 1979; y J75 y J76, de 1980.
Anonimo, 'Putilio Crande: mrtir de la evangelizacion rural en El Salvador', UCA Ed.,
San Salvador, 1978.
Comision de 0erechos Humanos de El Salvador, Peporte estadistico, periodico
0rientacion, San Salvador, mayo de 1980.
Universidad Centroamericana (UCA), 8oletin de Ciencias Economicas y Sociales, UCA Ed.,
San Salvador, 1978.
HEPNAN0EZPC0, J., JEPEZ, C., ELLACUPA, ., 8ALT00AN0, E. y VAY0PCA, P., 'El
Salvador, ao politico 197172', Universidad Centroamericana (UCA), San Salvador, 197J.
Latin American 8ureau, '7iolencia y fraude en El Salvador', L. A. 8., Londres, 1978.
Latin America 8ureau, 'El Salvador bajo el Ceneral Pomero', L. A. 8., Londres, 1978.
Universidad Centroamericana (UCA) Jos Simeon Caas, Vensaje Pastoral de algunos
obispos de El Salvador, 1 de enero de 1978, en 'Los obispos Latinoamericanos entre
Vedellin y Puebla. 0ocumentos episcopales 19681978', UCA Ed., San Salvador, 1978.
Secretaria de Comunicacion Social del Arzobispado de San Salvador, nforme sobre la
represion en El Salvador, 8oletin informativo n 10, San Salvador, 12 de diciembre de
1979.
Secretariado Social nterdiocesano, Persecucion de la glesia en El Salvador, San
Salvador, 1977.
La oportunidad de un estudiante de repagar, por Ed Crisamore (traduccion de CXC),
Vacon, Ceorgia, Estados Unidos, 2002, citado en www.sanromero.com, el 10 de marzo
de 200J.
TH0VPS0N, C. H., Por una historia de las gentes: la Historia desde abajo, Ed. Austral,
original en ingls, traduccion de J. 8uendia, 8uenos Aires, 1996.
ntervenciones de F. HNKELAVVEPT y H. ASSVANN en las 7 Jornadas Teologicas de
Abya Yala, en Vedellin, Colombia, en 1995.
Publicacion del Arzobispado de San Salvador, Vons. 0scar A. Pomero. Su pensamiento.
Coleccion de Homilias y 0iario de Vons. 0scar Arnulfo Pomero, tomos al 7, San
Salvador, 2.000.
CAP0ENAL, P., VAPTN8AP0, ., S08PN0, J., La voz de los sin voz. La palabra viva de
Vonseor Pomero
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Homila del 6/8/77.
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Acerca del tema de la efervescencia popular de la segunda mitad de la dcada de 1970, sugerimos
consultar la Tercera Carta Pastoral de Monseor Romero y Primera de Monseor Rivera Damas,
especialmente sus dos primeras partes, en las que se presenta una clara visin de un aspecto de la realidad
nacional: el de las organizaciones populares, numerosas en esos tiempos de efervescencia: Situacin de
las organizaciones populares en El Salvador, y Relaciones entre la Iglesia y las organizaciones
populares.
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Sobre el tema de la violencia, recomendamos la lectura de la Tercera Carta Pastoral de Monseor
Romero y Primera de Monseor Rivera Damas, especialmente su tercera parte, en donde se expone el
Juicio de la Iglesia ante la violencia, as como una tipificacin de los hechos de violencia.
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Homila del 11/10/77.
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Recomendamos la lectura de todo el discurso, especialmente su tercera parte titulada Una solidaridad
en la esperanza.
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Sobre un panorama de la situacin del pas, recomendamos consultar la Cuarta Carta Pastoral de
Monseor Romero titulada Misin de la Iglesia en medio de la crisis que vive el pas, del 6 de agosto de
1979. A dos aos y medio del inicio de su trabajo como obispo de San Salvador, retoma temas ya tratados
anteriormente, como la violencia o la absolutizacin de la riqueza, e incorpora otros, que si bien haban
sido tratados anteriormente, no lo haban sido desde un sitio privilegiado como una carta pastoral. Entre
estos temas, estn los de la liberacin integral y la represin por parte del estado, la urgencia de cambios
estructurales profundos y el dilogo nacional.
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Homila del 10/07/77.
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Homila del 10/07/77.
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Homila del 22/05/77
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Sobre el tema de la unicidad de la historia en el pensamiento de Romero, recomendamos aqu la
lectura de su Segunda Carta Pastoral, especialmente la segunda parte: La Iglesia, Cuerpo de Cristo en la
Historia, del 6 de agosto de 1977,a los pocos meses de haber asumido su trabajo como arzobispo de San
Salvador.
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Homila del 07/08/77.
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Homila del 17/04/77
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Homila del 09/09/79.
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Homila del 02/09/79.
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Creemos necesario profundizar acerca de los conceptos de pueblo y utopa en Romero. Nos parece
que encierran un significado profundo, muy ligados entre s. El pueblo como protagonista de la
construccin de la utopa cercana, que no excluye, pero s que se radica en las mayoras marginadas de los
beneficios del sistema, es un concepto recurrente en Romero. Estos conceptos estn desarrollados en su
Cuarta Carta Pastoral. Pero no es el tema que nos ocupa aqu.
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Sanromero.com. Marzo, 2003.
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Homila del 01/11/77.
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Homila del 14/03/77.
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Homila del 26/06/77.
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Homila del 22/05/77.
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Homila del 22/05/77.
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Homila del 03/07/77.
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Homila del 15/05/77.