Blas de Otero
Blas de Otero
Blas de Otero
ECCE HOMO En calidad de hurfano nonato, y en condicin de eterno pordiosero, aqu me tienes, Dios. Soy Blas de Otero, que algunos llaman el mendigo ingrato. 5 Grima me da vivir, pasar el rato, tanto valdra hacerme prisionero de un sueo. Si es que vivo porque muero, a qu viene ser hombre o garabato? Escucha cmo estoy, Dios de las ruinas. Hecho un cristo, gritando en el vaco, arrancando, con rabia, las espinas. Piedad para este hombre abierto en fro! Retira, oh T, tus manos asembrinas -no s quin eres t, siendo Dios mo! Ancia. 1958.
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UN RELMPAGO APENAS Besas como si fueses a comerme. Besas besos de mar, adentelladas. Las manos en mis sienes y abismadas nuestras miradas. Yo, sin lucha, inerme, 5 me declaro vencido, si vencerme es ver en ti mis manos maniatadas. Besas besos de Dios. A bocanadas bebes mi vida. Sorbes. Sin dolerme, tiras de mi raz, subes mi muerte a flor de labio. Y luego, mimadora, la brizas y la rozas con tu beso. Oh Dios, oh Dios, oh Dios, si para verte bastara un beso, un beso que se llora despus, porque oh, por qu! no basta eso. Ancia 1958
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A LA INMENSA MAYORA Aqu tenis, en canto y alma, al hombre aquel que am, vivi, muri por dentro y un buen da baj a la calle: entonces comprendi: y rompi todos sus versos. 5 As es, as fue. Sali una noche echando espuma por los ojos, ebrio de amor, huyendo sin saber adnde: adonde el aire no apestase a muerto. Tiendas de paz, brizados pabellones, eran sus brazos, como llama al viento; olas de sangre contra el pecho, enormes olas de odio, ved, por todo el cuerpo. Aqu! Llegad! Ay! ngeles atroces en vuelo horizontal cruzan el cielo; horribles peces de metal recorren las espaldas del mar, de puerto a puerto. Yo doy todos mis versos por un hombre en paz. Aqu tenis, en carne y hueso, mi ltima voluntad. Bilbao, a once de abril, cincuenta y tantos. Pido la paz y la palabra. 1955
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Escribo en defensa del reino del hombre y su justicia. Pido la paz 10 y la palabra. He dicho silencio, sombra, vaco, etc. Digo 10 del hombre y su justicia, ocano pacfico, lo que me dejan. Pido la paz y la palabra. Pido la paz y la palabra. 1955
porque la mayor locura que puede hacer un hombre en esta vida es dejarse morir, sin ms ni ms Sancho (Quijote, II, cp. 74) 1
Me llamarn, nos llamarn a todos. T, y t, y yo, nos tornaremos, en tornos de cristal, ante la muerte. Y te expondrn, nos expondremos todos a ser trizados zas! por una bala. Bien lo sabis. Vendrn por ti, por m, por todos. Y tambin por ti. (Aqu no se salva ni dios. Lo asesinaron.) escrito est. Tu nombre est ya listo, temblando en un papel. Aqul que dice: abel, abel, abelo yo, t, l 2
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pero t, Sancho Pueblo, pronuncias anchas slabas, permanentes palabras que no lleva el viento Pido la paz y la palabra. 1955
EN NOMBRE DE MUCHOS Para el hombre hambreante y sepultado en sed salobre son de sombra fra-, en nombre de la fe que he conquistado: alegra. Para el mundo inundado de sangre, engangrenado a sangre fra, en nombre de la paz que he voceado: alegra. Para ti, patria, rbol arrastrado sobre los ros, ardua Espaa ma, en nombre de la luz que ha alboreado: alegra. Pido la paz y la palabra. 1955
CENSORIA Se durmi en la cocina como un trapo. No le alcanzaba el jornal ni para morirse. Se dej caer en la banqueta como un trapo y se escurri por el suelo, sin olvidar Usualmente, paren los humildes esas nias escrofulosas que portan nicamente una sayita deshilachada sobre los huesos. Salid corriendo a verlas, hipcritas! Escribid al cielo lo que aqu pasa! Sobornad a vuestros monitores para admirar esto! Espaolitos helndose al sol no exactamente de justicia. Voy a protestar, estoy protestando desde hace mucho tiempo; me duele tanto el dolor, que a veces pego saltos en mitad de la calle, y no he de callar por ms que con el dedo me persignen la frente, y los labios, y el verso. En castellano. 1960
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