Pensamiento Palabra y Obra
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Pensamiento, palabra y obra: la funcin de la cognicin, el lenguaje y la cultura en la enseanza y el aprendizaje en los Colegios del Mundo del IB
Michael Allan
Organizacin del Bachillerato Internacional, 2010 Organizacin del Bachillerato Internacional, 2011
Introduccin
Este documento forma parte de una serie de textos redactados por un grupo de profesionales del IB a peticin de dicha organizacin. En cada documento se trata un tema relacionado con la filosofa del IB o sus prcticas educativas.
Versin en espaol del documento publicado con el ttulo Thought, word and deed: The roles of cognition, language and culture in teaching and learning in IB World Schools.
Pensamiento, palabra y obra: la funcin de la cognicin, el lenguaje y la cultura en la enseanza y el aprendizaje en los Colegios del Mundo del IB
Resumen
Este documento examina tres temas: la cultura, el lenguaje y la cognicin, que tienen una importancia crucial en la enseanza y el aprendizaje en los colegios con diversidad lingstica y cultural. Adems, explora la sntesis de estos tres elementos. La tesis central de este documento, de hecho, es que no solo existe una conexin entre estos tres conceptos, sino que tanto el lenguaje como los procesos cognitivos son construcciones culturales, cuya naturaleza vara de una cultura a otra. Este hecho tiene profundas implicaciones para la enseanza y el aprendizaje en los Colegios del Mundo del IB. Los datos que se manejan provienen de los campos de la psicologa cognitiva, discursiva e intercultural, as como de la teora neurolingstica y sociocultural. La cultura se considera una prctica discursiva, en la que el significado debe entenderse tanto en un contexto cultural como individual (teniendo en cuenta que los individuos usan el lenguaje para construir sus propias explicaciones de la realidad). Es nuestra cultura la que determina nuestro lenguaje, que a su vez refleja cmo catalogamos nuestros pensamientos sobre el mundo y nuestras experiencias en l. No se considera que el lenguaje y el pensamiento estn unidos por una relacin causativa, sino que son manifestaciones interdependientes de la cultura. Es ms, tiene sentido proponer que hay poca diferencia entre la naturaleza de ambos en lo que a procesos cognitivos se refiere. Tras explorar el vnculo cultural entre el lenguaje y los procesos cognitivos, se afirma que, al igual que la naturaleza de las funciones cognitivas ms elevadas vara de una cultura a otra, la educacin continua en un contexto cultural distinto causar disonancia e inhibir el aprendizaje. El texto identifica tres reas en las que la disonancia cultural entre los docentes y los alumnos que provienen de contextos lingsticos y culturales distintos es especialmente problemtica: Los efectos del lenguaje y la cultura en el plano cognitivo Las dificultades causadas por el uso en el aula de patrones discursivos distintos a aquellos a los que estn habituados los alumnos El efecto del predominio de la lengua objeto de estudio en el colegio sobre el desarrollo de la identidad lingstica y cultural de los alumnos
Introduccin
Al margen de las perspectivas culturales que puedan existir en cuanto a lo que es o debera ser la educacin, en su ncleo se encuentra la comunicacin. Sin embargo, la comunicacin no es neutral. La manera de comunicar la informacin transmite tambin un cierto modo de ver y conocer las cosas, adems de determinar el contexto en el que se evala dicha informacin. Transmite implcitamente unos valores que van unidos a la informacin y son una manifestacin de la estructura de la sociedad (Allan, 2004). De este modo, la comunicacin, o el uso del lenguaje en su sentido ms amplio, est conectada a la cultura porque, adems de desarrollarse en contextos culturales especficos, encarna la propia cultura. La conexin entre el lenguaje y la cognicin es fundamental tambin para entender los procesos de enseanza y aprendizaje. Esto es particularmente cierto en las aulas de los colegios internacionales, donde tanto alumnos como docentes pueden tener orgenes lingsticos distintos. Este documento examina, por lo tanto, estos tres temas: cultura, lenguaje y cognicin, y explora la tesis central de que, adems de estar conectados, tanto el lenguaje como los procesos cognitivos son construcciones culturales, cuya naturaleza vara de una cultura a otra.
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Segn este punto de vista, la cultura es una prctica discursiva, en la que el significado debe entenderse tanto en contextos culturales como individuales (teniendo en cuenta que los individuos usan el lenguaje para construir sus propias explicaciones de la realidad). Este concepto viene de Wittgenstein, para quien el significado no solo se encuentra en el mundo: la gente confiere significado a lo que encuentra por medio del lenguaje. Y el lenguaje, que es parte de una cultura, se basa en reglas que son el producto de un profundo acuerdo cultural que forma el contexto en el que las frases tienen sentido (Wittgenstein, 1953). El lenguaje, por lo tanto, representa los valores ocultos en las culturas de las sociedades, as como la manera en que esos valores se transmiten y se hacen manifiestos y significativos en los discursos de los grupos o individuos a medida que interpretan el mundo. Dicho de otro modo: el lenguaje es una representacin de la cultura, as como un medio de comunicacin propio de una cultura especfica. Quiz sea ms instructivo ver el lenguaje y el pensamiento como manifestaciones interdependientes de una cultura, en lugar de asumir que tienen una relacin causativa. Es ms, tiene sentido proponer que hay poca diferencia entre la naturaleza de ambos en lo que a procesos cognitivos se refiere. Este vnculo cultural entre el lenguaje y los procesos cognitivos se examina ms detalladamente en la siguiente seccin.
contrario, estn unidos a la definicin por parte de una cultura especfica del problema que debe resolverse y de los modos de solucin "adecuados" (Goodnow, 1976). Asimismo, afirma (Goodnow, 1990) que los valores culturales contienen entendimientos tcitos de lo que constituye un objetivo adecuado, y plantea que los individuos aprenden "valores cognitivos". En resumen, la cultura define no solo lo que sus miembros deben pensar o aprender, sino tambin lo que deben ignorar o considerar irrelevante (aspectos que la autora denomina "incompetencia o ignorancia aceptable"). Existe un gran nmero de investigaciones en psicologa intercultural que describen y catalogan las diferencias entre culturas que se manifiestan en sus procesos de pensamiento cognitivo. Richard Nisbett y sus colegas han realizado una serie de pruebas y experimentos para comparar la manera de comprender de sujetos de Norteamrica y Asia Oriental (Peng y Nisbett, 1999; Nisbett et al., 2001; Nisbett y Noranzayan, 2002). Su conclusin es que la cultura afecta a los procesos cognitivos de dos maneras bsicas: Indirectamente, al centrar la atencin en distintas partes del entorno Directamente, haciendo que ciertos patrones de comunicacin social sean ms aceptables que otros
Su investigacin tambin apoya la idea de que los procesos cognitivos generados por una situacin dada generalmente no son universales, sino que dependen del contexto y de la manera metafsica particular de explicar el mundo que distingue a un grupo humano de otro (Nisbett et al., 2001). Los autores han concluido lo siguiente: El punto de vista ontolgico occidental es que, en general, las cosas existen en s mismas y pueden separarse de sus contextos y definirse en funcin de sus atributos. La perspectiva oriental es que las cosas estn contextualizadas y relacionadas entre s, y que en todo evento entran en juego varios factores interdependientes.
Esta distincin se refleja en los estudios interculturales pioneros de Triandis, que puso de relieve el distinto grado de importancia que cada cultura atribuye al contexto en lo que se refiere a comprensin y aprendizaje (Triandis, 1994 y 1995). Triandis calific ciertas culturas de bajo contexto (en las que el pensamiento y la comunicacin suelen ser lgicos, lineales y especficos de la comunicacin), que generalmente pertenecen a las sociedades anglfonas y de Europa del Norte. En ellas, se otorga valor a la habilidad para extraer informacin de los textos, y el aprendizaje se da en una situacin no contextualizada para que pueda aplicarse a otras situaciones. Esta estructura dual del pensamiento occidental, derivada de la lgica aristotlica en que se basa su razonamiento, se refleja en la estructura lineal de las lenguas europeas. En culturas de alto contexto, entre las que se encuentran las sociedades orientales, latinoamericanas y mediterrneas, la comunicacin y el pensamiento tienden a ser ms relacionales y asociativos, el significado holstico del texto es ms importante que las partes que lo componen, y el contexto del aprendizaje es ms importante que su contenido. En contraste con el modelo occidental, la construccin de las frases orientales es ms asociativa y menos susceptible de ser sometida al anlisis lgico aristotlico. Estudios posteriores ahondaron en estas diferencias (Hofstede, 1994): Las culturas individualistas tienden a concentrarse en el punto en cuestin. Esto se refleja en el estilo de aprendizaje, que est basado en estmulos y se centra en las partes. Los sujetos pueden extraer informacin contenida en un texto y encontrar fcilmente relaciones lineales. En las culturas colectivistas, los sujetos son ms relacionales y se esfuerzan por encontrar una pertinencia especial o personal en el contexto. Su atencin es ms global y les resulta ms difcil encontrar relaciones lineales directas, pero encuentran significado en el texto y pueden mostrar una expresin emocional sostenida.
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Estudios sobre los logros de alumnos de culturas colectivistas en colegios de EE. UU., Australia y Alemania han hallado que el aprendizaje de conceptos abstractos, sin ninguna relacin contextual, les resulta particularmente difcil (Kgitiibasi, 1990). En resumen, existen pruebas slidas procedentes de varias disciplinas de que los patrones de pensamiento varan de una cultura a otra y que esto se refleja en los distintos sistemas lingsticos que se desarrollan en cada una. La siguiente seccin examina esta conclusin a la luz de recientes investigaciones en el mbito sociolingstico y neurolingstico.
En los ltimos aos, han surgido pruebas de que este proceso de desarrollo en el plano cognitivo se da tambin en el campo lingstico, como revela la investigacin sobre los primeros estadios del lenguaje y el desarrollo del cerebro en estudios sobre el proceso de aprendizaje de los nios pequeos. De tales investigaciones, que demuestran que la exposicin temprana al lenguaje altera el cerebro, Kuhl concluye que el desarrollo lingstico, social y cognitivo sigue la misma va (Kuhl, 1992). Los hallazgos de Engstrand y sus colegas respaldan esta teora. Durante los primeros aos de vida, el cerebro del nio forma constante y rpidamente conexiones o sinapsis. Un recin nacido tiene relativamente pocas, pero cuando llega a los tres aos de edad, se estima que el cerebro del nio tiene el doble de conexiones que el cerebro de un adulto. Es ms, sus sinapsis generan el triple de actividad cerebral. Para producir patrones coherentes de pensamiento a partir de esta actividad catica, una vez que se forman todas las conexiones el cerebro empieza a descartar o "purgar" las conexiones que sobran. Este proceso de purga contina hasta el final de la pubertad, y el cerebro comienza a filtrar y desechar la informacin que no considera pertinente. Al igual que se descartan los sonidos que no resultan pertinentes, tampoco se desarrollan las estructuras lingsticas y los patrones cognitivos que no se consideran importantes en la sociedad en la que se forma el nio (Engstrand et al., 2000). Este hecho se hace eco de la teora del desarrollo sociocultural expuesta anteriormente. Se han obtenido pruebas ms tangibles gracias al descubrimiento reciente de que con imgenes por resonancia magntica (IRM) se puede hacer un seguimiento de las funciones del cerebro
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humano. En un estudio de sujetos bilinges, Kim y Hirsch usaron IRM para estudiar dos reas lingsticas del cerebro: La de Broca, que, se cree, controla el habla La de Wernicke, que, se cree, procesa el significado del lenguaje
Kim y Hirsch descubrieron que tanto los sujetos que son bilinges desde nios como los que se convierten en bilinges ms tarde usaban la misma parte del rea de Wernicke para extraer significado de su lengua materna y de la segunda lengua. No obstante, aunque los que eran bilinges desde nios usaban la misma parte del rea de Broca para las dos lenguas, los bilinges tardos usaban un rea distinta para la segunda lengua (Kim et al., 1997). En un estudio realizado en el Instituto de Neurologa del University College de Londres, los escneres revelaron que la densidad de la materia gris en la zona de Geschwind (una tercera regin del cerebro que tambin es indispensable para el lenguaje) era mayor en los sujetos bilinges que en los que no hablaban un segundo idioma, y que el efecto se notaba sobre todo en los que eran bilinges desde nios (Mechelli et al., 2004). Estos descubrimientos suponen un paso ms en la demostracin de que el estmulo de aprender idiomas cambia la estructura del cerebro. Evidentemente, tales hallazgos tienen implicaciones importantes relacionadas con la cultura, el lenguaje y el desarrollo de las habilidades cognitivas. Los sujetos que son bilinges desde nios, al usar las mismas sinapsis o rutas neurolgicas, pueden superponer una segunda lengua a la estructura de su lengua materna. Esto les permite desarrollar habilidades metalingsticas, lo que no solo favorecer su aprendizaje y manejo de otras lenguas, sino que desarrollarn tambin una capacidad metacognitiva. Tienen, por lo tanto, ventaja frente a los monolinges a la hora de entender contextos y resolver problemas. Esta premisa est respaldada por multitud de datos sobre el rendimiento acadmico relativo de alumnos monolinges y bilinges. Cummins ha identificado 250 estudios desde principios de la dcada de 1960 que muestran ventajas significativas de los alumnos bilinges en una serie de tareas cognitivas y relacionadas con el lenguaje (Cummins, 2001). Quiz el ms importante de estos estudios sea el de Collier y Thomas, que demostr que los alumnos de colegios bilinges, despus de entre cuatro y siete aos de enseanza en dos lenguas, obtienen mejores resultados que sus coetneos de colegios monolinges en exmenes estandarizados de todas las asignaturas (Collier y Thomas, 2002). Naturalmente, estos hallazgos de la neurolingstica, junto con la perspectiva sociocultural, revisten un gran inters para la enseanza y la educacin internacional. Si el lenguaje y la cognicin estn arraigados en la cultura, es de esperar que la exposicin a otras culturas (la fertilizacin intercultural de ideas) genere capacidades metaculturales o metacognitivas que no son posibles con el aprendizaje monocultural (Allan, 2004). No obstante, los distintos patrones de comunicacin, procesos de pensamiento y visin del mundo que aportan los alumnos en las clases multiculturales tienen implicaciones profundas para la pedagoga de los Colegios del Mundo del IB. La importancia de esta interdependencia entre la cognicin, el lenguaje y la cultura para la enseanza y el aprendizaje en el aula se tiene en cuenta en la ltima seccin.
Conclusin: Implicaciones para la enseanza y el aprendizaje en los Colegios del Mundo del IB
Las diferencias lingsticas reflejan profundas diferencias culturales en los procesos cognitivos, comunicativos y de aprendizaje. De hecho, se puede decir que, aunque el cerebro humano tenga caractersticas biolgicamente universales, para su propia operacin depende en gran medida de la cultura. Esto tiene repercusiones cruciales para el aprendizaje de los nios con un bagaje cultural y lingstico distinto y, de hecho, quiz Hofstede se quedase corto al decir que:
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[] ensear a un estudiante o a un grupo de estudiantes con un perfil cognitivo distinto al que el profesor est acostumbrado es evidentemente problemtico. [Traduccin propia] Hofstede (1986: 305) Una conclusin lgica y tal vez obvia de este documento sera que una educacin monocultural y monolinge no desarrollar las habilidades necesarias para una sociedad global multicultural. El problema principal a la hora de impartir una educacin internacional no radica en el currculo y los recursos, sino en: Las interacciones o el discurso en el aula Las perspectivas, o visiones del mundo, que se presentan como ortodoxas o correctas, y La posicin dominante de la lengua objeto de estudio
Los recursos para introducir otras perspectivas estn ampliamente disponibles. El principal es la diversidad del grupo de alumnos. Es importante situar el nuevo aprendizaje en un contexto cultural que sea familiar para el alumno y tambin establecer vnculos con conocimientos previos. As se construye un puente esencial antes de que comience el andamiaje del aprendizaje nuevo (Rothstein-Fisch et al., 1999). En este sentido, los docentes del IB tienen que ser etngrafos, familiarizarse con el bagaje cultural y lingstico de cada alumno y luego procurar establecer vnculos con esos contextos (Gobierno de Australia del Sur, 2011). Aunque los profesores no pueden aspirar a familiarizarse con todos estos conceptos, pueden animar a los alumnos a transmitir ideas y ejemplos de manera independiente y colaborativa para situarlos en su propia experiencia individual (Allan, 2007). Pero para lograr este objetivo, es necesario democratizar el proceso de la educacin internacional mediante la inclusin en el aula de otros contextos y discursos culturales y lingsticos. Este proceso empieza con el contexto fsico (el aula), donde los materiales que estn expuestos deben ser multiculturales y han de presentarse en tantas lenguas de los alumnos como sea posible. Las aulas deben organizarse para maximizar la interaccin de los alumnos y permitir un aprendizaje colaborativo en las lenguas de estos (Allan, 2005b). Es fcil conseguir libros de texto en distintas lenguas a travs de Internet, y la capacidad de traduccin de los buscadores modernos permite el uso de otros recursos multilinges en el aula. Los docentes del IB tambin deben ser conscientes de las tcnicas de diferenciacin que se necesitan para los estilos de aprendizaje culturales y lingsticos inherentemente distintos de sus alumnos (vanse, entre otros, Hofstede, 1986; Cushner, 1990; Alexander, 2000 y Allan, 2005a). Esto es esencial para sacarle el mximo partido a las ventajas cognitivas del bilingismo y el multilingismo descritas anteriormente y para que el aprendizaje no se vea inhibido por el monolingismo. Sobre todo, el docente del IB ha de tener en cuenta en todo momento el poder discursivo de la lengua objeto de estudio. Debe compensar esta situacin, apelando a la discriminacin positiva en ciertos casos, reconociendo y valorando los discursos y las culturas asociados con otras lenguas. Las investigaciones examinadas en este documento han mostrado que ensear en un Colegio del Mundo del IB no es lo mismo que ensear en un colegio de cualquier sistema nacional. Los docentes del IB tienen que expandir sus horizontes culturales y modificar sus puntos de vista individuales y nacionales, no solo para mejorar su capacidad profesional, sino tambin para acceder a una esfera ms amplia de pensamiento y conocimientos.
Referencias
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