Manuel Rivas

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Sbado 27.10.

12 EL CORREO

LECTURAS

TERRI 9 TORIOS

El mundo rural es muy esclavo, muy limitador, a veces turbio


Manuel Rivas Escritor. Publica Las voces bajas, donde cuenta su infancia y la vida en la Galicia de la emigracin y las viudas vivas
ocurre todo. Es un libro que arranca con la excitacin de la memoria, con un cierto goce de rescate. La novela comienza con usted con apenas dos aos, pero luego va avanzando, aunque sin una estructura clara. No es autor de hojas de ruta? No me gustan los esquemas, a m me gusta el andar, escribir como un andar vagabundo. Porque parece que el vagabundo no va a ningn lado, pero s que va, detrs de su intuicin, buscando el sol, va buscando donde hay agua, chicas que contemplar... Y mientras tanto, le van pasando cosas, se va encontrando con cosas. En una entrevista reciente, decaAndrs Neuman que el escritor vocacional escribe por necesidad. Necesitaba Manuel Rivas hacer este inventario literario de recuerdos? Creo que este libro tiene la forma de una cmara oscura, o una cmara estenopeica, esas cajas de cartn que simplemente tienen un pequeo orificio. Es algo maravilloso porque entra la luz y, necesitas un tiempo, para que entre tambin la sombra. La memoria es eso, una mezcla de luz y sombra que est en tu interior, no es algo esttico. Lo que me ha pasado aqu es que me met dentro del orificio y salt dentro de esa cmara oscura que es la memoria. Es como si los sentidos exteriores se metieran en los interiores, una distincin que haca el mdico ingls Burton en La anatoma de la melancola, una obra del siglo XVI. En ella, deca que el ser humano se pone en marcha con plenitud si conecta los sentidos interiores y los exteriores, ya que si no lo hace es un autmata. Creo que en este libro he logrado introducir ambos sentidos, los interiores y los exteriores. Tambin hay un desdoblamiento, entre la mirada del nio y el Manuel Rivas que se adentra en la madurez... S, hay dos tiempos distintos. Pero tambin una cuarta persona, de la que habla el poeta Ferlinghetti en un libro muy interesante llamado La poesa como arte insurgente. Habla ah de la existenciad de De todas formas, a veces parece, juzgando sus obras, que el entorno rural es ms pasto literario que el urbano... No estoy seguro, porque las ciudades al final son una confederacin de aldeas. Incluso las grandes metrpolis como Nueva York, no dejan de ser confederacin de aldeas. En ellas hay lugares como las tabernas, donde el no-lugar se convierte de pronto en lugar. Las ciudades estn llenas de pasajes que te llevan a la aldea.

ENTREVISTA

EDUARDO LAPORTE

Ms all

l autor de La lengua de las mariposas ofrece una vuelta de tuerca en el gnero autobiogrfico con Las voces bajas (Alfaguara), una obra que, por su intensidad potica y literaria, tiene todo el sabor de una novela. Hay quien llama realnovelas a estas obras con vocacin literaria pero que no se alejan de los hechos que sucedieron y que en este caso sirven para contar la vida del nio Rivas en una Galicia que alterna urbe y campo, hasta los primeros aos como aprendiz de periodista en El Ideal Gallego. Una ambiciosa incursin en los recuerdos, que el escritor narra como si fuera casi un juez instructor de la memoria y que le sirve para describir esa Galicia emigrante llena de personajes tan propios como las viudas vivas, dispersas en esa gran confederacin de aldeas. Supongo que, tras la ambiciosa y voluminosa Los libros arden mal, cuya redaccin confes que le lleg a afectar psicolgicamente, le habr resultado ms sencillo escribir esta obra... S, porque hubo un momento en Los libros arden mal en que vi que las palabras se llegaban a despegar, asustadas de lo que estaban diciendo. Otras veces, en cambio, actuaban como contrafuertes para no caerse en el abismo, en la nada. En un momento determinado te falta la dinamo, la energa, la pulsin del deseo que incluso en la literatura ms pesimista hace que esta siga en marcha. Las voces bajas puede parecer un trnsito ms placentero, ms domstico, pero todos sabemos que a veces el espacio domstico tambin es donde

El escritor gallego Manuel Rivas. :: EFE

Las ciudades estn llenas de pasajes que te llevan a la aldea

una cuarta persona, por encima del yo-t-l, que es quien escribe. Es una autobiografa en que hay ms otros que yo... Son los otros los que te permiten pensar cmo eres t. Lo digo a travs de los otros. Son los otros los que te hacen, digamos. Un personaje recurrente en el libro es su padre, que se podra considerar un outsider del mundo rural, por su rechazo, por ejemplo, a acu-

dir a las matanzas de cerdo. S, porque frente a la imagen buclica y la idealizacin del nio pastor, que cuando se marcha del campo siente una gran prdida, en nuestro caso fue ms una alegra. Mi padre me deca que no senta morria de ese tiempo, ni de ser pastor ni nada. Porque en realidad es el animal el que te lleva atado, no eres t el que ata al animal. Es un mundo muy esclavo, muy limitador, a veces turbio.

Me gusta la expresin viudas vidas para referirse a las mujeres de los hombres que salan a la mar o se iban a Amrica. Su madre lo fue durante un tiempo? S, el que emigr fue mi padre, pero no emigr durante mucho tiempo. Hubo mucha gente que marchaba por poco tiempo, para un trabajo concreto, luego volvan. Cuando emigr mi padre yo estaba en el vientre de mi madre, y l.... l quera volver. Trabaj para comprar un pedazo de tierra y enseguida quiso volver. Y mi madre era un ser activo tambin. Segua trabajando como repartidora de leche, nunca mantuvo un papel pasivo. En Galicia, hasta el habitante de la aldea ms remota tiene un pasado de ultramar. Eso les hace sentirse menos culo del mundo, sensacin de la que se lamenta en la novela? Es un pueblo de dispora. Incluso en el aspecto cultural, Galicia existe gracias a la emigracin, porque en Amrica es donde se crearon las primeras editoriales, el primer diario que sale en gallego es en Argentina, el cementerio ms grande de Galicia est en La Habana, la ciudad ms grande de Galicia es Buenos Aires, todo as... Hay algo de mapamundi, una especie de aldea global, no en el sentido en que se usa habitualmente esta expresin. Sobre todo en aquella poca, la que empieza a vivir mi padre, que es cuando Amrica deja de ser la tierra prometida y en Europa prspera el plan Marshall. Y cambian Amrica por Alemania, Francia, Suiza... S, el destino es a veces lo de menos, pero la maleta se quiere llenar siempre lo mismo. De qu? De pan y libertad.

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