Los Derechos Fundamentales y El Orden Jurídico e Institucional de Cuba. (Ricardo Manuel Rojas)
Los Derechos Fundamentales y El Orden Jurídico e Institucional de Cuba. (Ricardo Manuel Rojas)
Los Derechos Fundamentales y El Orden Jurídico e Institucional de Cuba. (Ricardo Manuel Rojas)
ISBN 987-21129-5-9
© 2005
ISBN: 987-21129-5-9
Impreso en la Argentina por La Imprenta Wingord
[email protected]
Hecho el depósito que establece la ley 11.723
Julio 2005
ÍNDICE
Introducción .................................................................................................. 7
PRIMERA PARTE
LA PROTECCIÓN INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS
FUNDAMENTALES. ................................................................................... 11
SEGUNDA PARTE
LA VIOLACIÓN DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES
EN EL SISTEMA INSTITUCIONAL Y JURÍDICO DE CUBA. ................ 49
IV. La supremacía de los fines del Estado por sobre los derechos
fundamentales del hombre. .......................................................................... 51
La supremacía del Estado en la Constitución de Cuba. ................................. 56
El uso de la ley penal como instrumento de control social.
La amplitud de los tipos penales. .................................................................. 64
La protección de los fines del Estado en el derecho penal cubano. ............... 68
La pena de muerte por causas políticas. ........................................................ 71
E
n las últimas décadas el mundo ha tendido a la globalización
en muchos aspectos. Uno de ellos es el de la protección universal
de un conjunto de derechos básicos, inherentes a la persona
humana, contenidos en instrumentos internacionales ratificados por la
mayoría de los países, cuyas cláusulas son aplicadas incluso con
preeminencia a la legislación interna.
Al mismo tiempo, el régimen político que gobierna férreamente
la República de Cuba desde 1959 ha incrementado paulatinamente su
aislamiento, su desmembramiento de la comunidad internacional y los
niveles de represión de los derechos fundamentales de sus ciudadanos.
Estas dos marcadas tendencias –la universalización de los derechos
fundamentales y la represión en Cuba- parecen llegar a un punto en el
que ya nadie que defienda los principios esenciales del derecho
internacional de los derechos humanos puede al mismo tiempo justificar
la subsistencia del actual régimen totalitario que gobierna la isla.
Como suele ocurrir con todo régimen personalista, los argumentos
en favor y en contra giran alrededor de la figura de Fidel Castro. Las
discusiones de este tipo generalmente están cargadas de subjetividad, y
puede afirmarse que la verdad sólo se irá descubriendo mucho después
de que el régimen termine, cuando la evidencia objetiva que manejan los
historiadores pueda ser masivamente examinada.
RICARDO M. ROJAS
8
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
9
PRIMERA PARTE
L
a lucha por la libertad ha sido, en buena medida, la lucha por
restringir el poder del Estado, fundamentalmente mediante la
definición y protección de ámbitos de libertad individual, a través
del orden jurídico e institucional1 . La historia del mundo occidental está
jalonada de documentos constitucionales y legales que fueron el producto
de esta lucha, victorias parciales, batallas ganadas en defensa de los derechos
del hombre.
Históricamente, la idea de que existen ciertos derechos básicos
que emanan de la propia naturaleza del hombre y que no pueden ser
alterados o restringidos por la ley positiva, fue desarrollada por las
1
Sobre el poder del gobierno y su abuso, ver HAYEK, Friedrich A., Los Fundamentos de
la Libertad, Unión Editorial, Madrid, 1978, p. 181, especialmente la bibliografía contenida
en las notas 3 y 4.
RICARDO M. ROJAS
2
PACHECO GÓMEZ, Máximo, Los Derechos Humanos. Documentos Básicos, Editorial
Jurídica de Chile, Santiago de Chile, 3ª edición, 2000, T. 1, p. 16.
3
Sobre la filosofía política liberal ver ROJAS, Ricardo Manuel, Las Contradicciones
del Derecho Penal, Ad-Hoc, Buenos Aires, 2000, p. 19 y siguientes; Análisis Económico
e Institucional del Orden Jurídico, Abaco, Buenos Aires, 2004, p. 221 y siguientes.
14
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
4
MANILI, Pablo Luis, El bloque de Constitucionalidad. La recepción del Derecho
Internacional de los Derechos Humanos en el Derecho Constitucional Argentino, LA
LEY, Buenos Aires, 2003, p. 11.
15
RICARDO M. ROJAS
16
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
5
MANILI, Pablo Luis, op. cit., p. 14.
17
RICARDO M. ROJAS
6
ROJAS, Ricardo Manuel, Análisis Económico e Institucional del Orden Jurídico,
Editorial Abaco, Buenos Aires, 2004, p. 76.
7
HAMILTON, Alexander, EL FEDERALISTA, nº LXXXIV, Establecimiento Tipográfico
de La Pampa, Buenos Aires, 1887, p. 585.
18
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
8
CORWIN, Edward S., “The Higher Law Background of American Constitutional Law,
42 Harvard Law Review 149 (1928).
9
ROJAS, Ricardo Manuel, op. cit., p. 76.
19
RICARDO M. ROJAS
10
MANILI, Pablo Luis, op. cit., p. 37 y siguientes.
20
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
11
Corte Interamericana de Derechos Humanos, Sentencia del 29 de julio de 1988, en la causa:
“Velásquez Rodríguez”, Serie C nº 4. También ver Opinión Consultiva nº 6, párrafo 12.
12
Artículo 7º de los Convenios I, II y III; artículo 8º del IV y artículo 1º del Protocolo I.
21
RICARDO M. ROJAS
13
CIDH, Opinión Consultiva 2/82, párrafos 14, 31 y 33.
14
Corte Internacional de Justicia, in re: “Barcelona Traction Light Power Company
LTD”, año 1970.
15
AGUIAR, Asdrúbal, “La Responsabilidad Internacional del Estado por Violación de
Derechos Humanos”, en Estudios Básicos de Derechos Humanos I, San José IIDH, 1994,
p. 128. Citado por MANILI, Luis Pablo, op. cit., p. 39.
22
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
idea de universalidad, es decir, que los derechos han de regir para todas las personas,
de un modo similar, independientemente del lugar en que vivan.
Esto chocó inicialmente con ciertos regionalismos o nacionalismos
que se resistían a una concepción universal de los derechos. Como un
intento por compatibilizar ambos valores, puede citarse la Declaración
y Programa de Acción de Viena de 1993, que propone una síntesis entre
la idea de universalidad y el respeto de las particularidades nacionales:
“Todos los derechos humanos son universales,
indivisibles e interdependientes… la comunidad
internacional debe tratar los derechos humanos en forma
global… Debe tenerse en cuenta la importancia de las
particularidades nacionales y regionales, así como de los
diversos patrimonios históricos, culturales y religiosos, pero
los estados tienen el deber, sean cuales fueren sus sistemas
políticos, económicos y culturales, de promover y proteger
todos los derechos humanos…”16 .
g) Indivisibles e interdependientes. Los derechos humanos deben
ser plenamente efectivos, sin que puedan ser jerarquizados para preferir
unos sobre otros.
En tal sentido sostiene el artículo 28 de la Declaración Universal
de 1948 el derecho de toda persona “a que se establezca un orden social
internacional en el que los derechos y libertades proclamados se hagan
plenamente efectivos”.
La Proclamación de Teherán de 1968, al reforzar la importancia
del respeto de los derechos humanos veinte años después de la Declaración
Universal, sostuvo en su punto 13 que “como los derechos humanos y
las libertades fundamentales son indivisibles, la realización de los derechos
16
Declaración y Programa de Acción de Viena, adoptado el 25 de junio de 1993 por la
Conferencia Mundial de Derechos Humanos, artículo 5º.
23
RICARDO M. ROJAS
24
II. EL DERECHO INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS.
E
l respeto por los derechos fundamentales del hombre se
desarrolló fundamentalmente a nivel nacional, en Gran Bretaña,
los Estados Unidos, Francia, y otros países que siguieron su
ejemplo. Las relaciones internacionales entonces se basaban en las
prácticas de las “naciones civilizadas”, que suponían el respeto de estos
derechos; pero originalmente el derecho internacional preveía
instrumentos muy excepcionales para impedir su violación, como eran
el derecho de asilo o la intervención por causas humanitarias.
Sin embargo, con el advenimiento del siglo XX y la mayor difusión
de la información en el mundo, se fue tomando conciencia de dos hechos
importantes: Primero, que en muchas ocasiones era el propio Estado el
primer y más importante violador de los derechos del hombre, como
había demostrado la experiencia de los regimenes autoritarios entre las
dos Guerras Mundiales. Y segundo, que existía una relación innegable
RICARDO M. ROJAS
20
ESCOBAR DE LA SERNA, Luis, Derecho de la Información, Dykson, Madrid, 1998,
p. 111-112.
26
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
27
RICARDO M. ROJAS
28
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
21
NOVAK TALAVERA, Fabián, “Los Tratados y la Constitución Peruana de 1993” en
Agenda Internacional, Año I, nº 2, Lima, Julio-Diciembre de 1994, PUCP, p. 71 y
siguientes. Citado por MANILI, Pablo Luis, op. cit., p. 111.
29
RICARDO M. ROJAS
30
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
23
BIDART CAMPOS, Germán José, “La Constitución y los Tratados con jerarquía
constitucional”, en La Constitución y los Tratados Internacionales con jerarquía
constitucional, Cuadernos de FUNDEJUS n° 7, octubre de 2003, p. 1.
24
MANILI, Pablo Luis, Op. cit., p. 271 y ss.
31
RICARDO M. ROJAS
25
Fallos: 318:514; 319:1840; 320:213; 323:4130.
32
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
26
ABREGÚ, Martín, “La aplicación del Derecho Internacional de los Derechos Humanos
por los tribunales locales: una introducción”, en La aplicación de los tratados sobre
derechos humanos por los tribunales locales, Centro de Estudios Legales y Sociales,
Editores del Puerto, Buenos Aires, 1997.
27
BADENI, Gregorio, Instituciones de Derecho Constitucional, Buenos Aires, Ad-Hoc,
p. 196 y ss.
28
SCHIFFRIN, Leopoldo, “La primacía del derecho internacional sobre el derecho
argentino”, en La aplicación de los tratados sobre derechos humanos por los tribunales
locales, p. 115 y ss.
29
BIDART CAMPOS, Germán J., “El Artículo 75, inciso 22, de la Constitución Nacional”,
en La aplicación..., p. 77 y siguientes.
30
MONCAYO, Guillermo R, “Criterios para la aplicación de las normas internacionales
que resguardan los derechos humanos en el derecho argentino”, en La aplicación..., p. 89
y siguientes.
33
RICARDO M. ROJAS
31
MANILI, Pablo Luis, op. cit., p. 195.
34
III. LOS DERECHOS HUMANOS EN CUBA.
E
n este contexto debe ser examinada la situación institucional y
legal de Cuba, pues las eventuales restricciones u omisiones
contenidas en la organización jurídica interna del país, parecieran
tener cada vez menos valor para limitar los principios del derecho
internacional de los derechos humanos.
Existen muy pocos ejemplos en el mundo moderno, de gobiernos
encarnados en una persona que hayan durado medio siglo. Tal es el caso
del régimen cubano, regido desde 1959 sobre la base de un férreo culto
a la personalidad de Fidel Castro. Entre sus defensores existen muchas
personas que dicen revindicar los derechos humanos, y consideraron a
Cuba como uno de sus paraísos.
Durante todos estos años, Fidel Castro se ha referido a los derechos
humanos con frecuencia, enarbolándolos como bandera de su régimen.
32
Entrevista con la periodista María Shriver, de la cadena NBC de Estados Unidos, La
Habana, 24 de febrero de 1988, Ediciones OR, La Habana, enero-junio de 1988, p. 43.
RICARDO M. ROJAS
33
Entrevista ante las cámaras de CMQ-TV, La Habana, 6 de marzo de 1959. Publicado
en Discursos para la historia, La Habana, 1959, tomo 2, p. 37.
34
Reunión con los representantes de las iglesias de Jamaica, Kingston, 20 de octubre
de 1977, Ediciones OR (octubre-diciembre), La Habana, 1977, p.126
35
La práctica consecuente de los derechos humanos constituye una de las más hermosas
banderas de nuestra Revolución. Discurso en la VIII Conferencia de la Asociación
Americana de Juristas, Ciudad de La Habana, 17 de septiembre de 1988, Oficina de
publicaciones del Consejo de Estado, La Habana, 1988, p. 40.
36
Entrevista con la periodista María Shriver, de la cadena NBC de Estados Unidos, La
Habana, 24 de febrero de 1988, Ediciones OR (enero-junio), 1988, p. 43.
36
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
37
RICARDO M. ROJAS
37
Sentencia dictada el 7 de abril de 2003 por la Sala de Delitos contra la Seguridad del
Estado del Tribunal Provincial Popular de Ciudad de La Habana en la causa 6/03, seguida
contra Alfredo Felipe Fuentes por delitos contra la independencia económica e integridad
territorial del Estado. Fue condenado a 26 años de prisión.
38
Sentencia dictada por la Sala de Delitos contra la Seguridad del Estado del Tribunal
Provincial Popular de Ciudad de La Habana, el 7 de abril de 2003 en la causa seguida
contra José Miguel Martínez Hernández.
39
Sentencia de la Sala Primera en lo Penal del Tribunal Provincial Popular de Guantánamo,
en la causa 2/03, dictada el 3 de abril de 2003.
38
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
40
Sentencia en la causa nº 1/03 de la Sala de los Delitos contra la Seguridad del Estado del
Tribunal Provincial Popular de Camagüey, por infracciones penales a la ley 88/99, contra
Pedro Argüelles Morán y Pablo Pacheco Avila.
41
Causa nº 1/03 de la Sala de los Delitos contra la Seguridad del Estado del Tribunal Provincial
de Villa Clara, seguida por actos contra la independencia e integridad territorial del Estado.
39
RICARDO M. ROJAS
40
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
Cuba44 . De Pedro Argüelles Morán se dijo que “desde el año 2000 hasta
la fecha el acusado envió hacia esos medios un volumen de 967 denuncias
de carácter y contenido contrarrevolucionario donde denunció supuestas
violaciones de los Derechos Humanos…”, mientras que al acusado Pablo
Pacheco Avila se le imputó que “desde hace aproximadamente dos años
comenzó a transmitir denuncias e infracciones de supuestas violaciones
de los Derechos Humanos, para un total de 563 noticias…”45 .
Estas referencias extraídas de un puñado de sentencias, ponen en
tela de juicio las rotundas afirmaciones del presidente cubano. También
parece cuestionable la afirmación del Tribunal Provincial Popular de
Santiago de Cuba, que en la sentencia por la cual condenó a Luis Milán
Fernández a trece años de prisión por violación a la ley 88/99, sostuvo
que el texto constitucional y la legislación vigentes en Cuba son “el espíritu
latente de la Declaración Universal de los Derechos Humanos”.
De allí que será el objeto de la siguiente parte de este trabajo
examinar una serie de principios de organización política y la vigencia
de los derechos fundamentales del hombre a la luz de la legislación y
jurisprudencia emanadas de las instituciones políticas básicas de Cuba.
Se advierte en el texto de algunas sentencias, y fundamentalmente
en los discursos de Fidel Castro, la invocación de los derechos sociales o
también llamados de segunda generación, para justificar la pretensión
del régimen de defender los derechos humanos.
Estos derechos han sido desarrollados básicamente durante el siglo XX a
partir de las constituciones de México de 1917 y Alemania de 1919. Se vinculan
con la satisfacción de ciertos requerimientos de la vida humana tales como salud,
vivienda, educación, protección de las minorías, expresión cultural, etc.
44
Sentencia en la causa nº 5/03 de la Sala de Delitos contra la Seguridad del Estado del
Tribunal Provincial Popular de Ciudad de La Habana.
45
Causa ya citada.
41
RICARDO M. ROJAS
42
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
Por ello, más allá de que en ciertos casos los gobiernos utilicen
parte de los recursos extraídos compulsivamente a los particulares para
contribuir directamente con estas aspiraciones, su tarea fundamental radica
en crear las condiciones legales e institucionales aptas para que los propios
particulares puedan desarrollarse con integridad.
Puede advertirse un paralelismo con la cláusula de la Declaración
de Independencia de los Estados Unidos, que afirma el derecho a la
“búsqueda de la felicidad” como un derecho fundamental del hombre.
Esto significa que debe dejarse libre a los hombres para que persigan sus
propias metas por aquellos medios que consideren más propicios, y es
tarea del gobierno crear las condiciones para que esto pueda suceder.
Pero ello no significa que exista un derecho humano a ser felices, que el
gobierno deba efectivamente garantizar.
b) Entonces, la satisfacción de requerimientos básicos para la vida
del hombre tales como alimento, vivienda, salud, educación, deben ser
alentados, facilitados, propiciados por las legislaciones locales. Esto
supone dejar abiertas todas las alternativas posibles para lograr estos
fines, y fundamentalmente, hacerlo de un modo que no suponga violar
los derechos de unos para satisfacer los de otros.
En este contexto, pretender que la satisfacción de los derechos
sociales se logra a través del monopolio estatal de actividades tales como
la educación o la salud, supone un contrasentido y un peligro por tres
motivos fundamentales:
1) Porque, como todo monopolio, cierra las puertas a la actividad
de las personas para alcanzar esos objetivos por medios particulares. Es
contradictorio pretender una mejor y mayor educación o salud,
monopolizando esta actividad exclusivamente en manos de los
funcionarios del gobierno.
43
RICARDO M. ROJAS
44
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
45
RICARDO M. ROJAS
46
Granma del 22 de septiembre de 1992, pág. 2, con nota de Susana Lee.
46
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
47
SEGUNDA PARTE
“Teníamos leyes
revolucionarias y leyes
rigurosas, pero jamás fue
sancionado un hombre en este
país sin la actuación de un
tribunal revolucionario y bajo
las prescripciones de las leyes
revolucionarias. Ha seguido
nuestra Revolución una
conducta verdaderamente
intachable en sus métodos y en
sus procedimientos”. Fidel
Castro, 197747 .
47
Conclusiones del segundo período de sesiones de la Asamblea Nacional del Poder
Popular, La Habana, 24 de diciembre de 1977, Ediciones OR, octubre-diciembre de 1977,
p. 191.
RICARDO M. ROJAS
medida en que sus decisiones se basen en normas establecidas por los cuerpos
competentes, forman parte de la legalidad sin importar su contenido.
El impulso tomado por la protección de los derechos humanos en el
mundo, que culminó con la creación de las Naciones Unidas y otros
organismos que se interesaron en ello, tuvo como antecedente inmediato el
surgimiento de regímenes totalitarios que desencadenaron e intensificaron
la crueldad de la segunda guerra mundial. Fue la época del Nacional-
socialismo alemán, del Fascismo italiano, del Stalinismo soviético.
La idea fuerza de estos movimientos totalitarios fue la exacerbación
de la nacionalidad, la idea de que por encima de los individuos está la
Nación, el Estado, el Pueblo, el Proletariado o determinada Raza.
Precisamente el derecho internacional de los derechos humanos se ha
desarrollado para luchar por el respeto de las garantías fundamentales de
la persona frente al propio gobierno o a cualquier grupo.
Para estos regímenes, la ley no era más que el instrumento para alcanzar
los fines del Estado, siguiendo los principios filosóficos sobre los que se asentaban.
En el caso del régimen soviético, el fundamento era el
mantenimiento de la “conciencia revolucionaria o socialista”, asentada
en la lucha de clases y la consecuente superioridad del Proletariado sobre
la Burguesía.
Para el nacional-socialismo alemán, el sistema se asentaba en la
nacionalidad, en la supremacía del pueblo alemán por encima de los
demás, y por lo tanto, las normas y su aplicación por los jueces, debían
basarse en el “sano sentimiento del pueblo alemán”.
Para el fascismo, la base era la defensa de la Nación, encarnada por el
Estado italiano, cuya supremacía y seguridad debía ser legalmente protegida.
En este contexto, el derecho positivo entendido como un ciego
apego a la ley, ha sido una eficaz herramienta al servicio del totalitarismo.
Entiendo de gran importancia mencionar el caso del filósofo alemán
52
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
48
Lo que sigue está tomado de ROJAS, Ricardo Manuel, Las Contradicciones del Derecho
Penal, Editorial Ad-Hoc, Buenos Aires, 2000, p. 93-96.
49
“El relativismo en la filosofía del derecho”, publicado en Archives de Philosophie du Droit, nº 1/
2, 1934. Editado en español en una serie de conferencias y artículos del autor publicadas bajo el
nombre de El hombre en el derecho, Depalma, Buenos Aires, 1980, p. 95 y ss.
50
Op. cit., p. 97.
53
RICARDO M. ROJAS
51
Sobre este tema, ver el excelente libro de Leonard Peikoff, The Ominous Parallels,
Stein & Day, New York, 1982.
52
Op. cit., p. 121.
54
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
53
“”Süddeutsche juristenzeitung”, en El hombre en el derecho, p. 127 y ss.
55
RICARDO M. ROJAS
54
Este último caso hace recordar al de Normando Pérez Alvarez y su hijo mayor Normando
Leandro. En 1992, Pérez Alvarez y su familia se encontraban en su casa, cuando llegaron
agentes de la seguridad del estado, penetraron en la vivienda con sus armas en las manos
y comenzaron a agredirlo invocando que lo iban a detener. Su hijo mayor entonces salió en
defensa del padre, forcejeando con un policía cuya arma se disparó, hiriendo al propio
agente del gobierno que más tarde murió. En la causa nº 68/92 el Tribunal Provincial
Popular de Villa Clara condenó a ambos por homicidio, a Normando a la pena de veinticinco
años de prisión, y a su hijo a la pena de muerte.
55
Op. cit., p. 134.
56
Discurso en la inauguración de la Escuela de Indicación Deportiva Escolar (EIDE),
Ciudad de La Habana, 6 de octubre de 1977, Ediciones OR, La Habana, 1977, p. 31
56
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
57
RICARDO M. ROJAS
57
VEGA VEGA, Juan, Cuba: Su historia constitucional. Comentarios a la constitución
cubana de 1992, Ediciones Endimión, Madrid, 1998, p. 163
58
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
58
Op. cit., p. 278
59
RICARDO M. ROJAS
59
Sentencia n° 7/03 del 7 de abril de 2003 de la Sala de Delitos contra la Seguridad del
Estado del Tribunal Provincial Popular de Santiago de Cuba, en la causa n° 4/03.
60
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
60
Discurso en la clausura del Congreso de Trabajadores de la Construcción, La Habana,
29 de mayo de 1960, Obra Revolucionaria,1960, p. 6-7.
61
RICARDO M. ROJAS
62
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
63
RICARDO M. ROJAS
“Aquí no se ha
sancionado nunca a nadie
porque sean disidentes o
tengan otros criterios
diferentes a los de la
Revolución. Los hechos por los
cuales se puede sancionar a un
ciudadano están definidos con
toda precisión en las leyes
penales...”. Fidel Castro, 198570 .
68
Discurso en el acto de despedida a los komsomoles soviéticos que trabajaron en
Cuba, La Habana, 14 de mayo de 1965, Ediciones OR, La Habana, 1965, p. 12.
69
Discurso en la clausura del XIII Congreso de la CTC, La Habana, 15 de noviembre
de 1973, Ediciones OR, La Habana, 1973, p. 34.
70
Nada podrá detener la marcha de la Historia, Editora Política, La Habana, 1985, p.
233. Entrevista concedida al legislador Mervin Dymally y al académico Jeffrey Elliot, en
la ciudad de La Habana, los días 17, 18 y 19 de marzo de 1985.
64
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
65
RICARDO M. ROJAS
74
Según la colección oficial de leyes alemanas, publicada desde 1933 por los Secretarios
de Estado Pfundtner y Neubert: Das neue Reichsrecht, Berlin, 1935. Citado por JIMÉNEZ
DE ASÚA, op. cit., p. 126.
66
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
75
DAHM, Greog, Nationalsocialistisches und faschistisches Strafrecht, Berlin, 1935.
Citado por JIMÉNEZ DE ASÚA, op. cit., p. 141.
76
Relazione a S. M. il Re del Ministro Guardasigili, 1. Citado por CUELLO CALÓN,
op. cit., p. 49.
67
RICARDO M. ROJAS
68
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69
RICARDO M. ROJAS
70
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
Durante las últimas décadas se han producido varios intentos por erradicar
la pena de muerte de aquellos países que la contemplan en sus legislaciones
internas. Así, por ejemplo, el Protocolo a la Convención Americana sobre
Derechos Humanos relativo a la abolición de la pena de muerte78 .
El artículo 4.3 del Pacto de San José de Costa Rica dispone que
no se reestablecerá la pena de muerte en los Estados que la hayan abolido,
y respecto de aquellos que la mantienen, tanto el resto de los puntos de
dicho artículo 4°, como asimismo el artículo 6° del Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos, restringen su aplicación a los delitos
más graves. El artículo 4.4 del primero de dichos instrumentos
internacionales sostiene que en ningún caso se puede aplicar la pena de
muerte por delitos políticos ni comunes conexos con los políticos.
77
Entrevista por la CMQ, Camagüey, 4 de enero de 1959. Versión taquigráfica de las
Oficinas del Primer Ministro, La Habana, 1959, p. 3.
78
AG/RES. 1042 (XX-0/90), aprobado en la octava sesión plenaria, celebrada el 8 de
junio de 1990.
71
RICARDO M. ROJAS
79
Aprobadas por el Consejo Económico y Social en su Resolución 50/84 del 25 de mayo de 1984.
72
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
80
Sentencia nº 11/03 de la Sala de Delitos contra la Seguridad del Estado del Tribunal
Provincial Popular de La Habana, en la causa nº 17/03, dictada el 8 de abril de 2003;
confirmada al día siguiente por la sentencia nº 1/03 de la Sala de Delitos contra la Seguridad
del Estado del Tribunal Supremo Popular.
73
RICARDO M. ROJAS
74
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
75
V. LA CONCENTRACIÓN DEL PODER DE LOS ÓRGANOS DEL ESTADO.
“Hay división de
funciones, pero no hay división
de poderes. El poder es uno, el
del pueblo trabajador que se
ejerce a través de la Asamblea
Nacional y de los organismos
del Estado que de ella
dependen”. Fidel Castro,
197682 .
N
o obstante que el artículo 2° de la Constitución sostiene que el
nombre del país es “República de Cuba”, lo cierto es que el
sistema de gobierno que esa constitución organiza dista mucho
de ser una república.
El sistema republicano de gobierno se caracteriza por una serie de
principios básicos a partir de los cuáles se organizan instituciones y
mecanismos políticos que tienden a garantizar un límite al poder del
gobierno y el establecimiento de controles y contrapesos para evitar abusos
o concentración de poder. Entre estos elementos se hallan: el
reconocimiento del carácter limitado de las atribuciones del gobierno, la
división de poderes, la organización de las instituciones políticas de un
modo tal que produzcan su recíproco control, la periodicidad en las
82
Discurso en la sesión solemne de constitución de la Asamblea Nacional del Poder
Popular, La Habana, 2 de diciembre de 1976, Ediciones OR (octubre-diciembre), La
Habana, 1976, p. 34.
RICARDO M. ROJAS
78
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
79
RICARDO M. ROJAS
80
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
83
Juan Vega Vega, Cuba: Su historia Constitucional. Comentarios a la Constitución
Cubana reformada en 1992, Ediciones Endymion, Madrid, 1998, p. 145.
81
RICARDO M. ROJAS
84
Discurso por el XXII aniversario del asalto al Cuartel Moncada, Las Villas, 26 de
julio de 1975, Ediciones OR, La Habana, 1975, p. 40-41.
85
Versión de las palabras pronunciadas en la clausura de la asamblea de balance del
trabajo, renovación y ratificación de mandatos del Comité Provincial del Partido en
La Habana, 20 y 21 de octubre de 1975, Ediciones OR, La Habana, 1975, p. 8 y 16.
82
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
86
Informe presentado al I Congreso del Partido Comunista de Cuba, La Habana 22 de
diciembre de 1975, Ediciones OR, La Habana, 1975, p. 144.
83
VI. LA AUSENCIA DE UNA JUSTICIA INDEPENDIENTE E IMPARCIAL.
“…Quiero que la
ciudadanía exprese su deseo,
quiero que la ciudadanía
decida sobre esta cuestión, y
que los que estén de acuerdo
con que se reestablezcan los
Tribunales Revolucionarios
que levanten la mano...” (La
multitud, con la mano en alto
exclama: ‘¡Paredón!’)”. Fidel
Castro, 195987 .
87
Discurso ante la magna concentración popular frente al Palacio Presidencial, La
Habana, 26 de octubre de 1959. Versión taquigráfica de las Oficinas del Primer Ministro.
RICARDO M. ROJAS
86
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
87
RICARDO M. ROJAS
91
Caso De Cubber, sentencia de 2 de octubre de 1984, Serie A nº 86.
92
Caso Saint-Marie, sentencia del 1 de diciembre de 1992, Serie A nº 253, párr. 50; caso
Brinceat, sentencia del 2 de noviembre de 1992, Serie A, nº 249. También la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos, al opinar en el caso Maqueda. Ver en este sentido
DEL LUCA, Javier, “El principio del juez imparcial y el procedimiento penal nacional”,
en Nueva Doctrina Penal, Buenos Aires, 1998/B, p. 753-773.
93
Sramek vs. Austria, Campbell and Fell vs. United Kingdom, Ringeinsen vs. Austria,
Engel vs. Netherlans, Schesser vs. Switzerland; también la Corte Interamericana de
Derechos Humanos en el caso Loayza Tamayo, del 17 de septiembre de 1997. Citados
por DE LUCA, Javier, op. cit., p. 75..
88
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
89
RICARDO M. ROJAS
94
Op. cit., pág. 332-334.
90
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
91
RICARDO M. ROJAS
95
Sentencia del 7 de abril de 2003 en la causa 4/03 dictada por la Sala de los Delitos
contra la Seguridad del Estado del Tribunal Provincial Popular de Santiago de Cuba,
contra las personas mencionadas, por infracción a la ley 88/99. Estos procesados fueron
condenados cada uno a veinticinco años de prisión.
92
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
93
RICARDO M. ROJAS
los derechos humanos la personalidad del juez concreto que debe decidir
sobre el amparo judicial de esos derechos, de manera que la eficiencia
del sistema dependerá de cómo los jueces entiendan su misión tutelar, en
los términos previstos en la Constitución Política o en las Convenciones
Internacionales.98
La falta de independencia de los jueces pone en serio riesgo la
posibilidad de que actúen efectivamente en protección de los derechos
fundamentales. En el caso de Cuba parecieran aplicables las palabras de
Sebastián Soler, a finales de los años 30’, al referirse a la justicia hitleriana:
“La ley es un arma y el juez, con la ley en sus manos,
es un soldado más de la revolución; el sujeto que está
adelante no es tratado como semejante, como persona en el
sentido íntegro y formal de la palabra, por cuanto no se le
reconoce, en ese juicio, la calidad de sujeto activo posible
del mismo… Las dos partes no juzgan; luchan”99 .
Por otro lado, en este contexto es una ficción la garantía contenida en los
instrumentos internacionales de derechos humanos vinculada con la posibilidad
de que las sentencias sean revisadas por un tribunal superior e independiente.
El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos sostiene que
toda persona declarada culpable de un delito tendrá derecho a que el fallo
98
PACHECO GÓMEZ, Máximo, op. cit., T. I, p. 36-37. Citando a Piero Calamandrei,
sostuvo que se necesita imprescindiblemente de los jueces “una conciencia viva, sensible,
vigilante, humana. Es precisamente este calor vital, este sentido de continua conquista, de
vigilante responsabilidad, que es necesario apreciar e incrementar en el juez, porque, sin
duda, el peligro mayor que amenaza a los jueces en una democracia y, en general, a todos
los funcionarios públicos, es el peligro del hábito, de la indiferencia burocrática, de la
irresponsabilidad anónima. Para el burócrata los hombres dejan de ser personas vivas y
se transforman en números, cédulas y fascículos: en un ‘expediente’, como se dice en el
lenguaje de las oficinas, esto es, una carpeta bajo cuya cubierta están agrupados numerosos
folios protocolizados y, en medio de ellos, un hombre disecado”.
99
SOLER, Sebastián, Derecho penal liberal, soviético y nacionalsocialista, Buenos
Aires, 1938, p. 39.
94
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
95
VII. LA LESIÓN SEVERA A LA LIBERTAD PERSONAL.
L
a supremacía de los intereses del Estado por sobre los derechos
fundamentales, la concentración de poder en los órganos superiores
y la ausencia de jueces independientes, tiene un efecto directo sobre
las garantías individuales frente a la acción de la justicia penal.
Las garantías a no ser detenido arbitrariamente, el principio de
inocencia, la posibilidad de ejercer una defensa adecuada, a que se
respeten las reglas del debido proceso, etc., se ven seriamente lesionadas.
101
MINÁ, Gianni, Un encuentro con Fidel, Oficina de Publicaciones del Consejo de
Estado, La Habana, 1988, p. 41.
RICARDO M. ROJAS
98
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
102
SOLER, Sebastián, “El elemento político de la fórmula del estado peligroso”, en Revista
de Criminología, Psiquiatría y Medicina Legal n° 121, Buenos Aires, Enero-Febrero de
1934, p. 11.
99
RICARDO M. ROJAS
100
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
101
RICARDO M. ROJAS
103
Entrevista pronunciada ante las cámaras de CMQ-TV, La Habana, 6 de marzo de
1959, en Discursos para la Historia, La Habana, 1959, tomo 2, p. 13.
104
Ver en este sentido ROJAS, Ricardo Manuel, Las Contradicciones del Derecho Penal,
Ed. Ad-Hoc, Buenos Aires, 2000.
102
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
1. Principio de inocencia.
Tanto la Declaración Universal de Derechos Humanos (Artículo
XXVI), como la Declaración Americana de Derechos y Deberes del
Hombre (artículo 11), reconocen la presunción de que todo acusado es
inocente hasta que se pruebe su culpabilidad. Esta garantía es reiterada
en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (Artículos 14.2)
y el Pacto de San José de Costa Rica (Artículo 8.2), de manera casi
idéntica, difiriendo solamente en que sostienen que debe establecerse
“legalmente” la culpabilidad.
El uso de esta última expresión puede interpretarse como un modo
de reforzar la idea de que no cualquier estándar de prueba vence la
presunción de inocencia, sino que la sentencia debe cubrir ciertas
exigencias de fundamentación para satisfacer este extremo.
El Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas,
interpretando esta garantía contenida en el Pacto de Derechos Civiles y
Políticos, sostuvo:
“En virtud de la presunción de inocencia, la carga de
la prueba recae sobre la acusación y el acusado tiene el
beneficio de la duda. No puede suponerse a nadie culpable
a menos que se haya demostrado la acusación fuera de toda
duda razonable. Además, la presunción de inocencia implica
el derecho a ser tratado de conformidad con este principio.
Por lo tanto, todas las autoridades públicas tienen la
obligación de no prejuzgar el resultado de un proceso”105 .
La fundamentación o motivación suficiente de las sentencias penales
es un tema sobre el cual se ha elaborado mucho doctrinaria y
jurisprudencialmente, en especial alrededor de las causales de arbitrariedad106 .
105
Comité de Derechos Humanos, Observación General 13, párrafo 7.
103
RICARDO M. ROJAS
104
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
107
Caso “Kamasinski”, resuelto el 19 de diciembre de 1989.
105
RICARDO M. ROJAS
108
Sentencia en la causa n° 2/03 de la Sala de los Delitos contra la Seguridad del Estado
del Tribunal Provincial Popular de Santiago de Cuba, seguida a Luis Millán Fernández
por infracción a la ley 88/99.
106
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
107
RICARDO M. ROJAS
109
Reglas Mínimas del Proceso Penal, proyectadas por la Comisión de Expertos reunidos
en Palma de Mallorca durante los días 23, 24 y 25 de noviembre de 1990, 3, 4 y 5 de mayo
de 1991, 5, 6 y 7 de septiembre de 1991 y 14, 15 y 16 de febrero de 1992. Convocada por
el Instituto Universitario de Criminología de la Universidad Complutense de Madrid, a
invitación de la Consellería Adjunta a la Presidencia del Gobierno Balear y con la
cooperación de la Subdivisión de Prevención del Delito y Justicia Penal de la Oficina de
Naciones Unidas en Viena.
108
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
110
Sentencia dictada el 6 de abril de 2003 por la Sala de Delitos contra la Seguridad del
Estado del Tribunal Provincial Popular de La Habana, contra Antonio Ramón Díaz
Sánchez, Regis Iglesias Ramírez, Efrén Fernández Fernández y Juan Roberto de Miranda
Hernández.
109
RICARDO M. ROJAS
111
Sentencia del 4 de abril de 2003 en la causa n° 12/03 de la Sala de Delitos contra la
Seguridad del Estado del Tribunal Provincial Popular de Ciudad de la Habana, seguida
contra estas personas por infracción a la ley 88/99.
112
Sentencia del 5 de abril de 2003 en la causa n° 14/03 de la Sala de Delitos contra la
Seguridad del Estado del Tribunal Provincial Popular de Ciudad de La Habana.
110
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
113
Sentencia del 7 de abril de 2003, dictada en la causa n° 4/03 de la Sala de los Delitos
contra la Seguridad del Estado del Tribunal Provincial Popular de Ciudad de La Habana.
111
RICARDO M. ROJAS
114
Sentencia del 4 de abril de 2003 en la causa n° 3/03 de la Sala de Delitos contra la
Seguridad del Estado del Tribunal Provincial Popular de Santiago de Cuba.
115
Causa n° 1/02 del Tribunal Provincial Popular de Santa Clara.
112
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
113
RICARDO M. ROJAS
118
Discurso por el XXV aniversario de los CDR, La Habana, 28 de septiembre de 1987.
Ediciones OR (julio-septiembre 1987), p. 272.
114
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
115
RICARDO M. ROJAS
120
Sentencia del 5 de abril de 2003 de la Sala Cuarta en lo Penal del Tribunal Provincial
Popular de Pinar del Río.
116
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
117
RICARDO M. ROJAS
124
Sentencia del 4 de abril de 2003 dictada en la causa n° 12/03 de la Sala de Delitos
contra la Seguridad del Estado del Tribunal Provincial Popular de Ciudad de La Habana.
125
Sentencia del 7 de abril de 2003 en la causa n° 4/03 dictada por la Sala de Delitos
contra la Seguridad del Estado del Tribunal Provincial de Ciudad de La Habana.
126
Sentencia del 3 de abril de 2003 en la causa n° 1/03 de la Sala de Delitos contra la
Seguridad del Estado del Tribunal Provincial Popular de Santiago de Cuba, seguida a
José Gabriel Ramón Cabrillo por infracción a la ley 88/99.
118
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
127
Sentencia del 4 de abril de 2003 en la causa n° 12/03 del Tribunal Provincial Popular
de Ciudad de La Habana.
119
RICARDO M. ROJAS
128
Sentencia del 5 de abril de 2003 en la causa dictada por la Sala Cuarta en lo Penal del
Tribunal Provincial Popular de Pinar del Río.
120
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
121
RICARDO M. ROJAS
122
VIII. RESTRICCIONES AL DERECHO DE PROPIEDAD Y EL CONTROL DE
LA ACTIVIDAD ECONÓMICA.
“En la conducción de
nuestra economía hemos
adolecido indudablemente de
errores de idealismo y en
ocasiones hemos desconocido
la realidad de que existen leyes
económicas objetivas a las
cuales debemos atenernos”.
Fidel Castro, 1975129 .
N
o obstante que el derecho a la propiedad privada es uno de los
que ha experimentado mayores retrocesos en los últimos
tiempos, la Declaración Universal de Derechos Humanos
reconoce en su artículo 17.1 que toda persona tiene derecho a la propiedad,
y el artículo 17.2 que nadie será privado arbitrariamente de ella. También
lo consagra el artículo XXIII de la Convención Americana y el artículo
21 del Pacto de San José de Costa Rica.
En el caso de Cuba, la propia ideología marxista-leninista en la
que se basa el régimen, y las disposiciones concretas de su Constitución
y sus leyes, prácticamente ha hecho desaparecer este derecho fundamental.
Todos los medios de producción están en manos del Estado, lo
que supone dos consecuencias fundamentales: a) está vedada toda iniciativa
129
Informe presentado al I Congreso del Partido Comunista de Cuba, La Habana, 17
de diciembre de 1975, Ediciones OR, La Habana, 1975, p. 82.
RICARDO M. ROJAS
130
Discurso por el VII aniversario de los CDR, La Habana, 28 de septiembre de 1967,
Ediciones OR, La Habana, 1967, p. 24.
124
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
125
RICARDO M. ROJAS
126
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
127
RICARDO M. ROJAS
128
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
133
Discurso por el XV aniversario del asalto al cuartel Moncada, Las Villas, 26 de
julio de 1968, Ediciones COR, La Habana, 1968, p. 18-19.
134
Discurso en el II Encuentro Nacional de Cooperativas de Producción Agropecuaria,
Ciudad de La Habana, 18 de mayo de 1986, Cuba Socialista n° 6, septiembre-octubre de
1986, p. 69.
129
RICARDO M. ROJAS
135
Intervenciones durante la sesión diferida del III Congreso del Partido Comunista
de Cuba, Ciudad de La Habana, 30 de noviembre y 1° de diciembre de 1986. Versiones
Taquigráficas del Consejo de Estado, La Habana, 1986, 3a. sesión, p. 294-295.
130
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
131
RICARDO M. ROJAS
132
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
Partido Comunista debió admitir que el Estado no era tan eficiente como
suponía en este campo:
“Es la primera vez en la historia de la Revolución
que el Partido descubre que sobra gente, porque hasta ahora
el Partido ignoraba que sobraba la gente en muchos centros
de trabajo. Los militantes del Partido ignoraban que sobraba
la gente. Esa es la verdad. Esa es una toma de conciencia
nueva, como muchas que estamos haciendo en este
proceso”138 .
El régimen invoca el pleno empleo como conquista social. Sin
embargo, no se respeta en Cuba ninguno de los derechos básicos de los
trabajadores, que reconocen y protegen las convenciones internacionales.
Por ejemplo, no hay manera de controlar que se cumplan en Cuba
las exigencias de condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo, en
los términos detallados en el artículo 7º del Pacto Internacional de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales. En la medida en que el
único empleador es el Estado, y no existe un poder judicial independiente,
no hay forma de invocar y hacer que se respeten tales derechos.
Si a ello se suma la descapitalización del país, producto de la propia
ineficiencia de todo régimen totalitario para efectuar inversiones
productivas, no es extraño que las personas sean apiladas en reparticiones
estatales, sin ninguna labor productiva en especial, y que por ello se
produzca el sobrante de gente del que se sorprendía Fidel Castro en la
cita anterior.
Además, está prohibida la organización de cualquier tipo de
sindicato libre o independiente, formado por los trabajadores al margen
138
Intervenciones durante la sesión diferida del III Congreso del Partido Comunista
de Cuba, Ciudad de La Habana, 28 de septiembre y 1° de diciembre de 1986. Versiones
Taquigráficas del Consejo de Estado, La Habana, 1986, 2a. sesión, p. 152.
133
RICARDO M. ROJAS
134
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
L
a libertad de expresión es una de las libertades esenciales, de la
cual dependen muchas otras. Es la primera forma que una
persona tiene para comunicar una idea, buscar un cambio político
pacífico, transmitir una información, buscar el acuerdo con otras personas.
Los tribunales internacionales señalaron esta circunstancia con
frecuencia. Así, ha sostenido la Corte Interamericana de Derechos
Humanos:
“La libertad de expresión es un elemento fundamental
sobre el cual se basa la existencia de una sociedad
democrática. Resulta indispensable para la formación de la
opinión pública. También constituye una conditio sine qua
non para el desarrollo de los partidos políticos, los gremios,
139
Cuba-Chile. Diálogo con estudiantes de la Universidad Técnica de Santiago de Chile,
29 de noviembre de 1972. Editado por la COR del Comité Central del Partido Comunista
de Cuba, La Habana, 1972, p. 448.
135
RICARDO M. ROJAS
136
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
142
Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Informe Anual, 1994, p. 215-216,
O.E.A./ser.L/V/11.88, Doc. 9 rev., 17 de febrero de 1995, p. 215-216.
143
FELGUERAS, Santiago, “El derecho a la libertad de expresión e información en la
jurisprudencia internacional”, en La aplicación de los tratados internacionales sobre
Derechos Humanos por los tribunales locales, Centro de Estudios Legales y Sociales,
Editores del Puerto, Buenos Aires, 1997, p. 476-477.
137
RICARDO M. ROJAS
138
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
144
Opinión Consultiva OC-5/85 del 13 de noviembre de 1985.
145
LESTER, Anthony, “Freedom of Expression”, en The European System for the
Protection of Human Rights, Martins Nejhoff Publishers, London, 1993, p. 466-467;
citado por FELGUERAS, Santiago, op. cit., p. 474.
146
Discurso en homenaje al periódico Revolución, La Habana, 25 de marzo de 1961,
Obra Revolucionaria, La Habana, 1961, p. 36-37.
139
RICARDO M. ROJAS
140
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
147
Op. cit., p. 265.
141
RICARDO M. ROJAS
148
Conferencia de prensa ofrecida en el hotel Pegasus, en Kingston, Jamaica , el 21 de
octubre de 1977, Publicado en Ediciones OR, octubre-diciembre de 1977, La Habana, p.
157.
142
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
149
Un encuentro con Fidel. Entrevista realizada por Gianni Miná, Oficina de
Publicaciones del Consejo de Estado, La Habana, Cuba, 1987, p. 117-118.
143
RICARDO M. ROJAS
150
Discurso en el almuerzo del Club Rotario de La Habana, 15 de enero de 1959.
Versión Taquigráfica de las Oficinas del Primer Ministro, 1959, p. 20 y 25.
144
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
151
Intervenciones durante los debates y sus conclusiones en el II Pleno del Comité
Central del Partido Comunista de Cuba, Ciudad de La Habana, 17-19 de julio de 1986,
Cuba-Socialista n° 6, septiembre-octubre de 1986, p. 160 y 164.
145
RICARDO M. ROJAS
152
Discurso por el 1° aniversario de la constitución del Instituto Nacional de Recursos
Hidráulicos, La Habana, 10 de agosto de 1963, Obra Revolucionaria (1963).
146
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
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148
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167
RICARDO M. ROJAS
transmiten información sobre Cuba hacia fuera del país, pero deja
expresamente a salvo la situación de los periodistas extranjeros que están
acreditados en la isla, lo que refuerza la idea de que el interés primordial
del gobierno no es la búsqueda de la verdad informativa, sino la
persecución de aquellos ciudadanos que intentan difundir y expresar ideas
contrarias a los intereses del Estado.
En efecto, el artículo 7.1 de esa ley reprime con prisión de 2 a 5
años y multa al que “colabore por cualquier vía con emisoras de radio o
televisión, periódicos, revistas u otros medios de difusión extranjeros”.
El punto siguiente aclara que “la responsabilidad penal en los casos
previstos en el apartado que antecede será exigible a los que utilicen
tales medios y no a los reporteros extranjeros legalmente acreditados en
el país, si fuese esa la vía empleada”.
Se advierte entonces que el régimen permite la radicación en el
país de ciertas empresas, instituciones y personas extranjeras, pero ello,
lejos de constituir un modo de apertura hacia la comunidad internacional,
en realidad sirve como instrumento para reprimir a los ciudadanos
disidentes.
De este modo, haber ingresado en la oficina de intereses
norteamericanos en Cuba ha sido uno de los argumentos esenciales para
determinar que muchos de los condenados por aplicación de la ley 88/99
actuaban a favor del enemigo. Igualmente, turistas, diplomáticos,
periodistas extranjeros, actúan como una suerte de trampa caza-bobos
sin quererlo, pues al tomar contacto con ciudadanos cubanos, se convierten
en evidencia para su condena como “contra-revolucionarios”, o en el
mejor de los casos aplicar medidas de seguridad predelictuales y remarcar
su peligrosidad al estar involucrados en actos de “asedio al turismo”, lo
que deja un antecedente para futuras condenas más graves.
168
X. LAS RESTRICCIONES A LAS LIBERTADES DE ASOCIACIÓN, REUNIÓN
Y PETICIÓN.
“...los encartados y su
grupo se encontraban tomados
de las manos y leyeron un
texto de la Biblia, y al
terminar comenzaron a gritar:
‘Abajo la Dictadura’,
‘queremos libertad para los
presos políticos’, ‘Vivan los
Derechos Humanos’...”154 .
L
a libertad personal supone la facultad de realizar una serie de
actividades tendientes a la consecución de las propias metas.
Forman parte de los derechos inherentes a la persona los de
asociarse con otros para perseguir sus fines, reunirse públicamente para
expresar opiniones y peticionar a las autoridades.
La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre,
en su Artículo XXII incluye el derecho de toda persona de asociarse con
otras para promover, ejercer y proteger sus intereses legítimos de orden
político.
154
De la sentencia de la Sala en lo Penal del Tribunal Provincial de Matanzas, sentencia
n° 9/2003, del 5 de abril de 2003, seguida contra Ariel y Guido Sigler Amaya por actos
contra la protección de la independencia nacional y la economía de Cuba (ley 88/99). Por
estos hechos fueron condenados a veinticinco y veinte años de privación de libertad,
respectivamente.
RICARDO M. ROJAS
170
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
LA LIBERTAD DE ASOCIACIÓN.
“...El 30 de noviembre
de 1998 para demostrar su
participación en contra de la
Revolución, fundó otra
organización con igual corte
contra-revolucionario que
denominó ‘Club Willy Chirino’
en el que reunió a niños y
jóvenes hijos de balseros
desaparecidos o repatriados
para imbuirlos en el modo de
vida del sistema capitalista y su
oposición al sistema socialista
imperante en Cuba...”155 .
155
De la sentencia n° 3/2003, dictada el 7 de abril de 2003 en la causa n° 1/03 de la Sala
de los Delitos contra la Seguridad del Estado del Tribunal Provincial Popular de Villa
Clara, en la cual se condenó a Margarito Broche Espinosa a la pena de veinticinco años de
prisión por comisión del delito previsto en el artículo 91 del Código Penal.
171
RICARDO M. ROJAS
172
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
173
RICARDO M. ROJAS
LA LIBERTAD DE REUNIÓN.
“...en fecha 24 de
febrero del 2002 se reunieron en
el parque ‘Máximo
Gómez’...pretendiendo
protagonizar una manifestación
contraria al Gobierno, donde
darían lectura a un documento
en ‘homenaje’ a los tripulantes
de estas avionetas, lo cual fue
impedido por la acción rápida
de la Seguridad del
Estado...”156 .
174
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
175
RICARDO M. ROJAS
176
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
177
RICARDO M. ROJAS
178
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
179
RICARDO M. ROJAS
157
De la sentencia pronunciada el 5 de abril de 2003 por el Tribunal Provincial Popular de
Villa Clara, por la que se condenó a Blas Giraldo Reyes Rodríguez a la pena de 25 años
de prisión por infracción a la ley 88/99.
180
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
181
RICARDO M. ROJAS
182
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
183
RICARDO M. ROJAS
184
XI. EL MANEJO DE LA EDUCACIÓN COMO HERRAMIENTA DE
PROPAGANDA Y CONTROL SOCIAL.
161
Op. cit., p. 219
186
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
162
Op.cit., p. 155.
163
Discurso por el XX aniversario del asalto al cuartel Moncada, Oriente, 26 de julio
de 1973, Ediciones OR, La Habana, 1973, p. 21.
187
RICARDO M. ROJAS
164
Discurso por el XV aniversario de la UPC y XIV aniversario de la UJC, Ciudad de
La Habana, 3 de abril de 1976, Ediciones OR, La Habana, 1976, p. 14.
165
Discurso en la clausura de la sesión diferida del III Congreso del Partido Comunista
de Cuba, Ciudad de La Habana, 2 de diciembre de 1986, Suplemento Granma, La Habana,
5 de diciembre de 1986, p. 5.
188
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
166
Conferencia en el ciclo de la Universidad Popular Educación y Revolución, La
Habana, 9 de abril de 1961, Obra Revolucionaria, La Habana, 1961, p. 10.
167
Op. cit., p. 22 y 24.
189
RICARDO M. ROJAS
168
Sentencia dictada el 6 de abril de 2003 por la Sala de Delitos contra la Seguridad del
Estado del Tribunal Provincial Popular de La Habana, por la cual se condenó a Antonio
Ramón Díaz Sánchez y Juan Roberto de Miranda Hernández a 20 años de prisión, Regis
Iglesias Ramírez 18 años de prisión, Efrén Fernández Fernández a 12 años de prisión y
Omar Rodríguez Saludes a 27 años de prisión.
169
Discurso en el acto de graduación de egresados del destacamento pedagógico
universitario “Manuel Ascunce Doménech”, Ciudad de la Habana, 7 de julio de 1981.
Ediciones OR, octubre-diciembre de 1981, p. 14.
170
Adoptada el 14 de diciembre de 1960 por la Conferencia General de la Organización
de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
190
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
171
De la sentencia dictada en la causa nº 1/03 de la Sala de los Delitos contra la Seguridad
del Estado del Tribunal Provincial de Villa Clara, seguida por actos contra la independencia
e integridad territorial del Estado, contra Omar Moisés Ruiz Hernández, condenado a 18
años de prisión.
191
RICARDO M. ROJAS
192
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
193
RICARDO M. ROJAS
194
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
195
XII. LAS RESTRICCIONES AL DERECHO DE ENTRAR Y SALIR DEL PAÍS.
“Muchos querían
regresar, pero nosotros no
aceptamos, nosotros incluso
aceptamos la reunificación allá,
y no aquí, porque ellos tienen
más recursos que nosotros”.
Fidel Castro, 1988172 .
A
diferencia de lo que ocurre con otras constituciones del mundo,
la cubana no se refiere, en el Capítulo VII sobre los derechos,
deberes y garantías fundamentales, al derecho de entrar,
permanecer y salir del país, que ha sido consagrado en constituciones y
declaraciones de derechos individuales desde la Carta Magna de 1215
(artículos 41 y 42).
La Declaración Universal de Derechos del Hombre, dispone en su
artículo 13.2 que “toda persona tiene derecho a salir de cualquier país,
incluso del propio, y a regresar a su país”. Esta garantía también está contenida
en la Convención Americana sobre Derechos Humanos, en su artículo 22.
La ausencia de libertad política, de derecho a emitir la opinión
política o reunirse con fines políticos sin correr el riesgo de ser
encarcelado, en muchos países se ha mitigado con la posibilidad de que
los disidentes puedan abandonar libremente el país.
172
Op. cit., p. 69.
RICARDO M. ROJAS
198
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
173
Discurso en la presentación ante el Comité Central del Partido Comunista de Cuba,
La Habana, 3 de octubre de 1965, Ediciones OR, La Habana, 1965, p. 7.
174
Discurso por el Día Internacional de los Trabajadores, La Habana, 1° de mayo de
1980, Ediciones OR (abril- junio), 1980, p. 11 y 16.
199
RICARDO M. ROJAS
175
Informe Central presentado al II Congreso del Partido Comunista de Cuba, La
Habana, 17 de diciembre de 1980, Ediciones OR (octubre-diciembre), 1980, p. 123.
176
MINÁ, Gianni, Un encuentro con Fidel, Entrevista concedida el 28 y 29 de junio de
1988, Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado, La Habana, 1988, p. 62.
200
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
177
Esto lo ha manifestado a medios periodísticos el ex embajador Argentino en Cuba,
Raúl Taleb, quien agregó: “Molina fue una militante activa y ha tenido entredichos políticos
con el comandante Castro. Cuba debe tener temor de que ella se convierta, fuera del país,
en una disidente interna (“Castro no la iba a autorizar”, Diario Ambito Financiero del 22
de diciembre de 2004, p. 14; “El fondo y la forma del dilema cubano”, Diario La Nación
del 29 de diciembre de 2004, p. 8).
201
RICARDO M. ROJAS
Entre los muchos casos de condenas por salida ilegal del país, con
o sin el concurso de piratería, pueden mencionarse los casos de Antonio
Márquez Urquía, condenado a 7 años de prisión178 ; Alejandro Mustafá
Reyes, condenado a 20 años de prisión179 , Rafael Fernández Pérez a
quince años de prisión180 , Roberto Bruno Fonseca Guevara a 12 años de
prisión181 , Irma González Torna a 21 años de prisión182 , Rafael Jorrín
García a 20 años de prisión183 , entre muchos otros.
Un caso para destacar fue el de Máximo Omar Ruiz Matosas,
quien fuera teniente coronel del MININT e ingeniero de Radio
Localización. Fue detenido por los órganos de seguridad del Estado
cuando intentaba salir del país el 16 de noviembre de 1990 y condenado
a 20 años de prisión por los delitos de deserción, espionaje, salida ilegal
del país, desacato y conducta deshonrosa.
También existen ciudadanos cubanos condenados o presos sin
juicio por el delito de entrada ilegal al país. Por ejemplo Santiago Padrón
Quinterno fue detenido el 26 de abril de 2001 al llegar a Cuba por mar
en forma no regular, y desde entonces permanece detenido en el
Combinado del Este, La Habana, sin que se le hayan formulado cargos
formalmente en su contra; en idéntica situación se halla Raúl Arencibia
Fajardo, detenido el 6 de diciembre de 2002. A su vez, Miguel Díaz
178
Detenido el 15 de septiembre de 1997 y condenado por el Tribunal Provincial Popular
de Guantánamo en la causa n° 192/97.
179
Detenido el 27 de abril de 1994.
180
Detenido el 7 de abril de 1993; esta persona era oficial de la marina de guerra de Cuba
cuando intentó escapar.
181
Detenido el 21 de julio de 1996 y condenado en la causa n° 3/96 por el Tribunal
Provincial Popular de Granma.
182
Detenido el 24 de julio de 1999 y condenado en la causa n° 7/99 por el Tribunal
Provincial Popular de Villa Clara.
183
Detenido el 1 de octubre de 1997 y condenado en la causa n°/98 por el Tribunal
Provincial Popular de La Habana.
202
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
184
Detenido el 15 de octubre de 1994 y condenado en la causa n°2/94 del Tribunal
Provincial Popular de Villa Clara.
185
Detenido el 29 de diciembre de 1991 al ingresar al país ilegalmente procedente de los
Estados Unidos.
203
RICARDO M. ROJAS
186
El artículo 91 del Código Penal de Cuba está ubicado en el Título I de la Parte Especial:
Delitos contra la seguridad del Estado, Capítulo I, Delitos contra la seguridad exterior
del Estado, Sección primera, Actos contra la independencia o la integridad territorial
del Estado. Dispone: “El que, en interés de un Estado extranjero, ejecute un hecho con el
objeto de que sufra detrimento la independencia del Estado cubano o la integridad de su
territorio, incurre en sanción de privación de libertad de diez a veinte años o muerte”
204
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
205
RICARDO M. ROJAS
187
Sentencia n° 3/2003, en la causa n° 1/2003 de la Sala de los Delitos contra la Seguridad
del Estado del Tribunal Provincial Popular de Villa Clara, del 7 de abril de 2003, en la
cual se condenó a Margarito Broche Espinosa a la pena de veinticinco años de privación
de la libertad por comisión del delito previsto en el artículo 91 del Código Penal.
206
CONCLUSIÓN.
“Yo concibo la verdad
en función de un fin justo y
noble, y es entonces cuando la
verdad es realmente verdad. Si
no sirve un fin justo, noble y
positivo la verdad, como ente
abstracto, categoría filosófica,
en mi opinión no existe”. Fidel
Castro, 1964188 .
188
Comparecencia en el juicio contra el delator de los mártires de Humbolt 7, La
Habana, 26 de marzo de 1964, Obra Revolucionaria, La Habana, 1964, p. 40
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
209
RICARDO M. ROJAS
210
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
211
RICARDO M. ROJAS
212
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
189
Tomado de la sentencia dictada el 5 de abril de 2003 en la causa nº 14/03 de la Sala de
los Delitos contra la Seguridad del Estado del Tribunal Provincial Popular de La Habana,
por la que se condenó a Vázquez Portal junto con otras personas por infracción a la ley
88/99.
190
Discurso en el XI aniversario del asalto al Palacio Presidencial, La Habana, 13 de
marzo de 1968, Ediciones COR, La Habana, 1968, p. 47.
213
RICARDO M. ROJAS
191
Discurso por el XIV aniversario del asalto al cuartel Moncada, Oriente, 26 de julio
de 1967, Ediciones OR, La Habana, p. 26.
214
ANEXO
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
CONSTITUCIÓN DE CUBA
PREÁMBULO
por los que despertaron la conciencia nacional y el ansia cubana de patria y libertad;
por los patriotas que en 1868 iniciaron las guerras de independencia contra el colonialismo
español y los que en el ultimo impulso de 1895 las llevaron a la victoria de 1898, que les
fuera arrebatada por la intervención y ocupación militar del imperialismo yanqui;
por los obreros, campesinos, estudiantes e intelectuales que lucharon durante mas de
cincuenta años contra el dominio imperialista, la corrupción política, la falta de derechos
y libertades populares, el desempleo y la explotación impuesta por capitalistas y
terratenientes;
por los integrantes de la vanguardia de la generación del centenario del natalicio de Martí,
que nutridos por su magisterio nos condujeron a la victoria revolucionaria popular de
Enero;
por los que, con el sacrificio de sus vidas, defendieron la Revolución contribuyendo a su
definitiva consolidación;
217
RICARDO M. ROJAS
GUIADOS
APOYADOS
DECIDIDOS
CONSCIENTES
de que todos los regímenes sustentados en la explotación del hombre por el hombre
determinan la humillación de los explotados y la degradación de la condición humana de
los explotadores;
de que solo en el socialismo y el comunismo, cuando el hombre ha sido liberado de todas las
formas de explotación: de la esclavitud, de la servidumbre y del capitalismo, se alcanza la
entera dignidad del ser humano;
y de que nuestra Revolución elevo la dignidad de la patria y del cubano a superior altura;
DECLARAMOS
nuestra voluntad de que la ley de leyes de la República este presidida por este profundo
anelo, al fin logrado, de Jo Martí:
“Yo quiero que la ley primera de nuestra República sea el culto de los cubanos a la
dignidad plena del hombre”.
ADOPTAMOS
por nuestro voto libre, mediante referendo, la siguiente: CONSTITUCIÓN
218
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
CAPÍTULO I
FUNDAMENTOS POLÍTICOS, SOCIALES Y ECONÓMICOS DEL ESTADO
219
RICARDO M. ROJAS
220
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
221
RICARDO M. ROJAS
Artículo 13.- La República de Cuba concede asilo a los perseguidos por sus ideales o
luchas por los derechos democráticos, contra el imperialismo, el fascismo, el colonialismo
y el neocolonialismo; contra la discriminación y el racismo; por la liberación nacional; por
los derechos y reivindicaciones de los trabajadores, campesinos y estudiantes; por sus
actividades políticas, científicas, artísticas y literarias progresistas, por el socialismo y la
paz.
Artículo 14.- En la República de Cuba rige el sistema de economía basado en la propiedad
socialista de todo el pueblo sobre los medios fundamentales de producción y en la supresión
de la explotación del hombre por el hombre.
También rige el principio de distribución socialista “de cada cual según su capacidad, a
cada cual según su trabajo”. La ley establece las regulaciones que garantizan el efectivo
cumplimiento de este principio.
Artículo 15.- Son de propiedad estatal socialista de todo el pueblo:
a) las tierras que no pertenecen a los agricultores pequeños o a cooperativas
integradas por estos, el subsuelo, las minas, los recursos naturales tanto vivos
como no vivos dentro de la zona económica marítima de la República, los
bosques, las aguas y las vías de comunicación;
b) los centrales azucareros, las fabricas, los medios fundamentales de transporte,
y cuantas empresas, bancos e instalaciones han sido nacionalizados y
expropiados a los imperialistas, latifundistas y burgueses, así como las fabricas,
empresas e instalaciones económicas y centros científicos, sociales, culturales
y deportivos construidos, fomentados o adquiridos por el Estado y los que en el
futuro construya, fomente o adquiera.
Estos bienes no pueden trasmitirse en propiedad a personas naturales o jurídicas, salvo los
casos excepcionales en que la transmisión parcial o total de algún objetivo económico se
destine a los fines del desarrollo del país y no afecten los fundamentos políticos, sociales y
económicos del Estado, previa aprobación del Consejo de Ministros o su Comité Ejecutivo.
En cuanto a la transmisión de otros derechos sobre estos bienes a empresas estatales y
otras entidades autorizadas, para el cumplimiento de sus fines, se actuara conforme a lo
previsto en la ley.
Artículo 16.- El Estado organiza, dirige y controla la actividad económica nacional
conforme a un plan que garantice el desarrollo programado del país, a fin de fortalecer el
sistema socialista, satisfacer cada vez mejor las necesidades materiales y culturales de la
sociedad y los ciudadanos, promover el desenvolvimiento de la persona humana y de su
dignidad, el avance y la seguridad del país. En la elaboración y ejecución de los programas
de producción y desarrollo participan activa y conscientemente los trabajadores de todas
las ramas de la economía y de las demás esferas de la vida social.
Artículo 17.- El Estado administra directamente los bienes que integran la propiedad
socialista de todo el pueblo; o podrá crear y organizar empresas y entidades encargadas
de su administración, cuya estructura, atribuciones, funciones y el régimen de sus relaciones
son regulados por la ley.
Estas empresas y entidades responden de sus obligaciones solo con sus recursos financieros,
dentro de las limitaciones establecidas por la ley. El Estado no responde de las obligaciones
222
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
contraídas por las empresas, entidades u otras personas jurídicas y estas tampoco responden
de las de aquel.
Artículo 18.- El Estado dirige y controla el comercio exterior. La ley establece las
instituciones y autoridades estatales facultadas para:
— crear empresas de comercio exterior;
— normar y regular las operaciones de exportación e importación; y
— determinar las personas naturales o jurídicas con capacidad legal para realizar
dichas operaciones de exportación e importación y concertar convenios
comerciales.
Artículo 19.- El Estado reconoce la propiedad de los agricultores pequeños sobre las
tierras que legalmente les pertenecen y los demás bienes inmuebles y muebles que les
resulten necesarios para la explotación a que se dedican, conforme a lo que establece la
ley. Los agricultores pequeños, previa autorización del organismo estatal competente y el
cumplimiento de los demás requisitos legales, pueden incorporar sus tierras únicamente a
cooperativas de producción agropecuaria. Ademas pueden venderlas, permutarlas o
trasmitirlas por otro titulo al Estado y a cooperativas de producción agropecuaria o a
agricultores pequeños en los casos, formas y condiciones que establece la ley, sin perjuicio
del derecho preferente del Estado a su adquisición, mediante el pago de su justo precio.
Se prohibe el arrendamiento, la aparcería, los prestamos hipotecarios y cualquier acto que
implique gravamen o cesión a particulares de los derechos emanados de la propiedad de los
agricultores pequeños sobre sus tierras.
El Estado apoya la producción individual de los agricultores pequeños que contribuyen a
la economía nacional.
Artículo 20.- Los agricultores pequeños tienen derecho a asociarse entre si, en la forma y
con los requisitos que establece la ley, tanto a los fines de la producción agropecuaria
como a los de obtención de créditos y servicios estatales.
Se autoriza la organización de cooperativas de producción agropecuaria en los casos y en
la forma que la ley establece. Esta propiedad cooperativa es reconocida por el Estado y
constituye una forma avanzada y eficiente de producción socialista. Las cooperativas de
producción agropecuaria administran, poseen, usan y disponen de los bienes de su
propiedad, de acuerdo con lo establecido en la ley en sus reglamentos.
Las tierras de las cooperativas no pueden ser embargadas ni gravadas y su propiedad
puede ser transferida a otras cooperativas o al Estado, por las causas y según el
procedimiento establecido en la ley. El Estado brinda todo el apoyo posible a esta forma
de producción agropecuaria.
Artículo 21.- Se garantiza la propiedad personal sobre los ingresos y ahorros procedentes
del trabajo propio, sobre la vivienda que se posea con justo titulo de dominio y los demás
bienes y objetos que sirven para la satisfacción de las necesidades materiales y culturales de
la persona.
Asimismo se garantiza la propiedad sobre los medios e instrumentos de trabajo personal o
familiar, los que no pueden ser utilizados para la obtención de ingresos provenientes de la
explotación del trabajo ajeno. La ley establece la cuantía en que son embargables los bienes
de propiedad personal.
223
RICARDO M. ROJAS
CAPÍTULO II
CIUDADANÍA
224
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
CAPÍTULO III
EXTRANJERIA
225
RICARDO M. ROJAS
CAPÍTULO IV
FAMILIA
CAPÍTULO V
EDUCACIÓN Y CULTURA
Artículo 39.- El Estado orienta, fomenta y promueve la educación, la cultura y las ciencias
en todas sus manifestaciones. En su política educativa y cultural se atiene a los postulados
siguientes:
226
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
a fin de que puedan alcanzar los mas altos niveles posibles de conocimientos y
habilidades. La ley precisa la integración y estructura del sistema nacional de
enseñanza, así como el alcance de la obligatoriedad de estudiar y define la
preparación general básica que, como mínimo, debe adquirir todo ciudadano;
c) promover la educación patriótica y la formación comunista de las nuevas
generaciones y la preparación de los niños, jóvenes y adultos para la vida social.
Para realizar este principio se combinan la educación general y las especializadas
de carácter científico, técnico o artístico, con el trabajo, la investigación para el
desarrollo, la educación física, el deporte y la participación en actividades
políticas, sociales y de preparación militar;
ch)es libre la creación artística siempre que su contenido no sea contrario a la
Revolución. Las formas de expresión en el arte son libres;
d) el Estado, a fin de elevar la cultura del pueblo, se ocupa de fomentar y
desarrollar la educación artística, la vocación para la creación y el cultivo del
arte y la capacidad para apreciarlo;
e) la actividad creadora e investigativa en la ciencia es libre. El Estado estimula
y viabiliza la investigación y prioriza la dirigida a resolver los problemas que
atañen al interés de la sociedad y al beneficio del pueblo;
f) el Estado propicia que los trabajadores se incorporen a la labor científica y al
desarrollo de la ciencia;
g) el Estado orienta, fomenta y promueve la cultura física y el deporte en todas
sus manifestaciones como medio de educación y contribución a la formación
integral de los ciudadanos;
h) el Estado defiende la identidad de la cultura cubana y vela por la conservación
del patrimonio cultural y la riqueza artística e histórica de la nación. Protege los
monumentos nacionales y los lugares notables por su belleza natural o por su
reconocido valor artístico o histórico;
i) el Estado promueve la participación de los ciudadanos a través de las
organizaciones de masas y sociales del país en la realización de su política
educacional y cultural.
Artículo 40.- La niñez y la juventud disfrutan de particular protección por parte del Estado
y la sociedad. La familia, la escuela, los órganos estatales y las organizaciones de masas y
sociales tienen el deber de prestar especial atención a la formación integral de la niñez y la
juventud.
CAPÍTULO VI
IGUALDAD
Artículo 41.- Todos los ciudadanos gozan de iguales derechos y están sujetos a iguales
deberes.
Artículo 42.- La discriminación por motivo de raza, color de la piel, sexo, origen nacional,
creencias religiosas y cualquiera otra lesiva a la dignidad humana esta proscrita y es
227
RICARDO M. ROJAS
sancionada por la ley. Las instituciones del Estado educan a todos, desde la mas temprana
edad, en el principio de la igualdad de los seres humanos.
Artículo 43.- El Estado consagra el derecho conquistado por la Revolución de que los
ciudadanos, sin distinción de raza, color de la piel, sexo, creencias religiosas, origen nacional
y cualquier otra lesiva a la dignidad humana:
-tienen acceso, según méritos y capacidades, a todos los cargos y empleos del
Estado, de la Administración Publica y de la producción y prestación de
servicios;
-ascienden a todas las jerarquías de las fuerzas armadas revolucionarias y de la
seguridad y orden interior, según méritos y capacidades;
-perciben salario igual por trabajo igual;
-disfrutan de la enseñanza en todas las instituciones docentes del país, desde la
escuela primaria hasta las universidades, que son las mismas para todos;
-reciben asistencia en todas las instituciones de salud;
-se domicilian en cualquier sector, zona o barrio de las ciudades y se alojan en
cualquier hotel;
-son atendidos en todos los restaurantes y demás establecimientos de servicio
publico;
-usan, sin separaciones, los transportes marítimos, ferroviarios, aéreos y
automotores;
-disfrutan de los mismos balnearios, playas, parques, círculos sociales y demás
centros de cultura, deportes, recreación y descanso.
Artículo 44.- La mujer y el hombre gozan de iguales derechos en lo económico, político,
cultural, social y familiar.
El Estado garantiza que se ofrezcan a la mujer las mismas oportunidades y posibilidades
que al hombre, a fin de lograr su plena participación en el desarrollo del país.
El Estado organiza instituciones tales como círculos infantiles, seminternados e internados
escolares, casas de atención a ancianos y servicios que facilitan a la familia trabajadora el
desempeño de sus responsabilidades.
Al velar por su salud y por una sana descendencia, el Estado concede a la mujer trabajadora
licencia retribuida por maternidad, antes y después del parto, y opciones laborales
temporales compatibles con su función materna.
El Estado se esfuerza por crear todas las condiciones que propicien la realización del
principio de igualdad.
CAPÍTULO VII
DERECHOS, DEBERES Y GARANTÍAS FUNDAMENTALES
228
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
229
RICARDO M. ROJAS
230
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
encausado o sancionado. Las demás leyes no tienen efecto retroactivo a menos que en las
mismas se disponga lo contrario por razón de interés social o utilidad publica.
Artículo 62.- Ninguna de las libertades reconocidas a los ciudadanos puede ser ejercida
contra lo establecido en la Constitución y las leyes, ni contra la existencia y fines del
Estado socialista, ni contra la decisión del pueblo cubano de construir el socialismo y el
comunismo. La infracción de este principio es unible.
Artículo 63.- Todo ciudadano tiene derecho a dirigir quejas y peticiones a las autoridades
y a recibir la atención o respuestas pertinentes y en plazo adecuado, conforme a la ley.
Artículo 64.- Es deber de cada uno cuidar la propiedad publica y social, acatar la disciplina
del trabajo, respetar los derechos de los demás, observar las normas de convivencia
socialista y cumplir los deberes cívicos y sociales.
Artículo 65.- La defensa de la patria socialista es el mas grande honor y el deber supremo
de cada cubano.
La ley regula el servicio militar que los cubanos deben prestar. La traición a la patria es el
mas grave de los crímenes; quien la comete esta sujeto a las mas severas sanciones.
Artículo 66.- El cumplimiento estricto de la Constitución y de las leyes es deber inexcusable
de todos.
CAPÍTULO VIII
ESTADO DE EMERGENCIA
CAPÍTULO IX
PRINCIPIOS DE ORGANIZACIÓN Y FUNCIONAMIENTO DE LOS
ÓRGANOS ESTATALES
Artículo 68.- Los órganos del Estado se integran y desarrollan su actividad sobre la base
de los principios de la democracia socialista, que se expresan en las reglas siguientes:
231
RICARDO M. ROJAS
CAPÍTULO X
ÓRGANOS SUPERIORES DEL PODER POPULAR
Artículo 69.- La Asamblea Nacional del Poder Popular es el órgano supremo del poder
del Estado. Representa y expresa la voluntad soberana de todo el pueblo.
Artículo 70.- La Asamblea Nacional del Poder Popular es el único órgano con potestad
constituyente y legislativa en la República.
Artículo 71.- La Asamblea Nacional del Poder Popular se compone de diputados elegidos
por el voto libre, directo y secreto de los electores, en la proporción y según el procedimiento
que determina la ley.
Artículo 72.- La Asamblea Nacional del Poder Popular es elegida por un termino de
cinco años.
Este termino solo podrá extenderse por acuerdo de la propia Asamblea en caso de guerra
o a virtud de otras circunstancias excepcionales que impidan la celebración normal de las
elecciones y mientras subsistan tales circunstancias.
Artículo 73.- La Asamblea Nacional del Poder Popular, al constituirse para una nueva
legislatura, elige de entre sus diputados a su Presidente, al Vicepresidente y al Secretario.
La ley regula la forma y el procedimiento mediante el cual se constituye la Asamblea y
realiza esa elección.
Artículo 74.- La Asamblea Nacional del Poder Popular elige, de entre sus diputados, al
Consejo de Estado, integrado por un Presidente, un Primer Vicepresidente, cinco
Vicepresidentes, un Secretario y veintitrés miembros mas.
El Presidente del Consejo de Estado es jefe de Estado y jefe de Gobierno.
El Consejo de Estado es responsable ante la Asamblea Nacional del Poder Popular y le
rinde cuenta de todas sus actividades.
Artículo 75.- Son atribuciones de la Asamblea Nacional del Poder Popular:
a) acordar reformas de la Constitución conforme a lo establecido en el Artículo
137;
b) aprobar, modificar o derogar las leyes y someterlas previamente a la consulta
popular cuando lo estime procedente en atención a la indole de la legislación de
que se trate;
232
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
233
RICARDO M. ROJAS
Artículo 76.- Las leyes y acuerdos de la Asamblea Nacional del Poder Popular, salvo
cuando se refieran a la reforma de la Constitución, se adoptan por mayoría simple de
votos.
Artículo 77.- Las leyes aprobadas por la Asamblea Nacional del Poder Popular entran en
vigor en la fecha que en cada caso determine la propia ley.
Las leyes, decretos-leyes, decretos y resoluciones, reglamentos y demás disposiciones
generales de los órganos nacionales del Estado, se publican en la Gaceta Oficial de la
República.
Artículo 78.- La Asamblea Nacional del Poder Popular es reúne en dos periodos ordinarios
de sesiones al año y en sesión extraordinaria cuando lo solicite la tercera parte de sus miembros
o la convoque el Consejo de Estado.
Artículo 79.- Para que la Asamblea Nacional del Poder Popular pueda celebrar sesión se
requiere la presencia de mas de la mitad del numero total de los diputados que la integran.
Artículo 80.- Las sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular son publicas,
excepto en el caso en que la propia Asamblea acuerde celebrarlas a puertas cerradas por
razón de interés de Estado.
Artículo 81.- Son atribuciones del Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular:
a) presidir las sesiones de la Asamblea Nacional y velar por la aplicación de su
reglamento;
b) convocar las sesiones ordinarias de la Asamblea Nacional;
c) proponer el proyecto de orden del día de las sesiones de la Asamblea Nacional;
ch)firmar y disponer la publicación en la Gaceta Oficial de la República de las
leyes y acuerdos adoptados por la Asamblea Nacional;
d) organizar las relaciones internacionales de la Asamblea Nacional;
e) dirigir y organizar la labor de las comisiones de trabajo permanentes y
temporales que sean creadas por la Asamblea Nacional;
f) asistir a las reuniones del Consejo de Estado;
g) las demás que por esta Constitución o la Asamblea Nacional del Poder Popular
se le atribuyan.
Artículo 82.- La condición de diputado no entraña privilegios personales ni beneficios
económicos.
Durante el tiempo que empleen en el desempeño efectivo de sus funciones, los diputados
perciben el mismo salario o sueldo de su centro de trabajo y mantienen el vinculo con este
a todos los efectos.
Artículo 83.- Ningún diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular puede ser
detenido ni sometido a proceso penal sin autorización de la Asamblea, o del Consejo de
Estado si no esta reunida aquella, salvo en caso de delito flagrante.
Artículo 84.- Los diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular tienen el deber de
desarrollar sus labores en beneficio de los intereses del pueblo, mantener contacto con sus
electores, oír sus planteamientos, sugerencias y criticas, y explicarles la política del Estado.
Asimismo, rendirán cuenta del cumplimiento de sus funciones, según lo establecido en la
ley.
234
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
Artículo 85.- A los diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular les puede ser
revocado su mandato en cualquier momento, en la forma, por las causas y según los
procedimientos establecidos en la ley.
Artículo 86.- Los diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular tienen el derecho
de hacer preguntas al Consejo de Estado, al Consejo de Ministros o a los miembros de uno
y otro, y a que estas les sean respondidas en el curso de la misma sesión o en la próxima.
Artículo 87.- Todos los órganos y empresas estatales están obligados a prestar a los
diputados la colaboración necesaria para el cumplimiento de sus deberes.
Artículo 88.- La iniciativa de las leyes compete:
a) a los diputados de la Asamblea Nacional del Poder Popular;
b) al Consejo de Estado;
c) al Consejo de Ministros;
ch)a las comisiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular;
d) al Comité Nacional de la Central de Trabajadores de Cuba y a las Direcciones
Nacionales de las demás organizaciones de masas y sociales;
e) al Tribunal Supremo Popular, en materia relativa a la administración de
justicia;
f) a la Fiscalía General de la República, en materia de su competencia;
g) a los ciudadanos. En este caso será requisito indispensable que ejerciten la
iniciativa diez mil ciudadanos, por lo menos que tengan la condición de electores.
Artículo 89.- El Consejo de Estado es el órgano de la Asamblea Nacional del Poder
Popular que la representa entre uno y otro periodo de sesiones, ejecuta los acuerdos de
esta y cumple las demás funciones que la Constitución le atribuye.
Tiene carácter colegiado y, a los fines nacionales e internacionales, ostenta la suprema
representación del Estado cubano.
Artículo 90.- Son atribuciones del Consejo de Estado:
a) disponer la celebración de sesiones extraordinarias de la Asamblea Nacional
del Poder Popular.
b) acordar la fecha de las elecciones para la renovación periódica de la Asamblea
Nacional del Poder Popular;
c) dictar decretos-leyes, entre uno y otro periodo de sesiones de la Asamblea
Nacional del Poder Popular;
ch)dar a las leyes vigentes, en caso necesario, una interpretación general y
obligatoria;
d) ejercer la iniciativa legislativa;
e) disponer lo pertinente para realizar los referendos que acuerde la Asamblea
Nacional del Poder Popular;
f) decretar la movilización general cuando la defensa del país lo exija y asumir
las facultades de declarar la guerra en caso de agresión o concertar la paz que la
Constitución asigna a la Asamblea Nacional del Poder Popular, cuando esta se
halle en r eceso y no pueda ser convocada con la seguridad y urgencia necesarias;
g) sustituir, a propuesta de su Presidente, a los miembros del Consejo de
Ministros ente uno y otro periodo de sesiones de la Asamblea Nacional del
235
RICARDO M. ROJAS
Poder Popular;
h) impartir instrucciones de carácter general a los tribunales a través del Consejo
de Gobierno del Tribunal Supremo Popular;
i) impartir instrucciones a la Fiscalía General de la República;
j) designar y remover, a propuesta de su Presidente, a los representantes
diplomáticos de Cuba ante otros Estados;
k) otorgar condecoraciones y títulos honoríficos;
l) nombrar comisiones;
ll)conceder indultos;
m) ratificar y denunciar tratados internacionales;
n) otorgar o negar el beneplácito a los representantes diplomáticos de otros
Estados;
ñ)suspender las disposiciones del Consejo de Ministros y los acuerdos y
disposiciones de las Asambleas Locales del Poder Popular que no se ajusten a
la Constitución o a las leyes, o cuando afecten los intereses de otras localidades
o los generales del país, dando cuenta a la Asamblea Nacional del Poder Popular
en la primera sesión que celebre después de acordada dicha suspensión;
o) revocar los acuerdos y disposiciones de las Administraciones Locales del
Poder Popular que contravengan la Constitución, las leyes, los decretos-leyes,
los decretos y demás disposiciones dictadas por un órgano de superior jerarquía,
o cuando afecte n los intereses de otras localidades o los generales del país;
p) aprobar su reglamento;
q) las demás que le confieran la Constitución y las leyes o le encomiende la
Asamblea Nacional del Poder Popular.
Artículo 91.- Todas las decisiones del Consejo de Estado son adoptadas por el voto
favorable de la mayoría simple de sus integrantes.
Artículo 92.- El mandato confiado al Consejo de Estado por la Asamblea Nacional del
Poder Popular expira al tomar posesión el nuevo Consejo de Estado elegido en virtud de
las renovaciones periódicas de aquella.
Artículo 93.- Las atribuciones del Presidente del Consejo de Estado y Jefe de Gobierno
son las siguientes:
a) representar al Estado y al Gobierno y dirigir su política general;
b) organizar y dirigir las actividades y convocar y presidir las sesiones del
Consejo de Estado y las del Consejo de Ministros;
c) controlar y atender el desenvolvimiento de las actividades de los ministerios
y demás organismos centrales de la Administración;
ch)asumir la dirección de cualquier ministerio u organismo central de la
Administración;
d) proponer a la Asamblea Nacional del Poder Popular, una vez elegido por
esta los miembros del Consejo de Ministros;
e) aceptar las renuncias de los miembros del Consejo de Ministros, o bien
proponer a la Asamblea Nacional del Poder Popular o al Consejo de Estado
según proceda, la sustitución de cualquiera de ellos y, en ambos casos, los
sustitutos correspondientes.
236
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
f) recibir las cartas credenciales de los jefes de las misiones extranjeras. Esta
función podrá ser delegada en cualquiera de los Vicepresidentes del Consejo de
Estado.
g) desempeñar la Jefatura Suprema de todas las instituciones armadas y
determinar su organización general;
h) presidir el Consejo de Defensa Nacional;
i) declarar el Estado de Emergencia en los casos previstos por esta Constitución,
dando cuenta de su decisión, tan pronto las circunstancias lo permitan, a la
Asamblea Nacional del Poder Popular o al Consejo de Estado, de no poder
reunirse aquella, a los efectos legales procedentes;
j) firmar decretos-leyes y otros acuerdos del Consejo de Estado y las disposiciones
legales adoptadas por el Consejo de Ministros o su Comité Ejecutivo y ordenar
su publicación en la Gaceta Oficial de la República;
k) las demás que por esta Constitución o las leyes se le atribuyan.
Artículo 94.- En caso de ausencia, enfermedad o muerte del Presidente del Consejo de
Estado lo sustituye en sus funciones el Primer Vicepresidente.
Artículo 95.- El Consejo de Ministros es el máximo órgano ejecutivo y administrativo y
constituye el Gobierno de la República. El numero, denominación y funciones de los
ministerios y organismos centrales que forman parte del Consejo de Ministros es
determinado por la ley.
Artículo 96.- El Consejo de Ministros esta integrado por el Jefe de Estado y de Gobierno,
que es su Presidente, el Primer Vicepresidente; los Vicepresidentes, los Ministros, el
Secretario y los demás miembros que determine la ley.
Artículo 97.- El Presidente, el Primer Vicepresidente, los Vicepresidentes y otros miembros
del Consejo de Ministros que determine el Presidente, integran su Comité Ejecutivo.
El Comité Ejecutivo puede decidir sobre las cuestiones atribuidas al Consejo de Ministros,
durante los periodos que median entre una y otra de sus reuniones.
Artículo 98.- Son atribuciones del Consejo de Ministros:
a) organizar y dirigir la ejecución de las actividades políticas, económicas,
culturales, científicas, sociales y de defensa acordadas por la Asamblea Nacional
del Poder Popular;
b) proponer los proyectos de planes generales de desarrollo economico-social
del Estado y, una vez aprobados por la Asamblea Nacional del Poder Popular,
organizar, dirigir y controlar su ejecución;
c) dirigir la política exterior de la República y las relaciones con otros gobiernos;
ch)aprobar tratados internacionales y someterlos a la ratificación del Consejo
de Estado;
d) dirigir y controlar el comercio exterior;
e) elaborar el proyecto de presupuesto del Estado y una vez aprobado por la
Asamblea Nacional del Poder Popular, velar por su ejecución;
f) adoptar medidas para fortalecer el sistema monetario y crediticio;
g) elaborar proyectos legislativos y someterlos a la consideración de la Asamblea
Nacional del Poder Popular o del Consejo de Estado, según proceda;
237
RICARDO M. ROJAS
c) asistir a las sesiones del Consejo de Ministros, con voz y voto, y presentar a
este proyectos de leyes, decretos-leyes, decretos, resoluciones, acuerdos o
cualquier otra proposición que estimen conveniente;
ch)nombrar, conforme a la ley, los funcionarios que les corresponden;
d) cualquier otra que le atribuyan la Constitución y las leyes.
Artículo 101.- El Consejo de Defensa Nacional se constituye y prepara desde tiempo de
paz para dirigir el país en las condiciones de estado de guerra, durante la guerra, la
movilización general y el estado de emergencia. La ley regula su organización y funciones.
CAPÍTULO XI
LA DIVISIÓN POLITICO-ADMINISTRATIVA
Artículo 102.- El territorio nacional, para los fines político- administrativos, se divide en
provincias y municipios; el numero, los limites y la denominación de los cuales se establece
en la ley. La ley puede establecer, ademas, otras divisiones. La provincia es la sociedad
local, con personalidad jurídica a todos los efectos legales, organizada políticamente por
la ley como eslabón intermedio entre el gobierno central y el municipal, en una extensión
superficial equivalente a la del conjunto de municipios comprendidos en su demarcación
territorial. Ejerce las atribuciones y cumple los deberes estatales y de administración de su
competencia y tiene la obligación primordial de promover el desarrollo económico y social
de su territorio, para lo cual coordina y controla la ejecución de la política, programas y
planes aprobados por los órganos superiores del Estado, con el apoyo de sus municipios,
conjugandolos con los intereses de estos.
El Municipio es la sociedad local, con personalidad jurídica a todos los efectos legales,
organizada políticamente por la ley, en una extensión territorial determinada por necesarias
relaciones económicas y sociales de su población, y con capacidad para satisfacer las
necesidades mínimas locales.
Las provincias y los municipios, ademas de ejercer sus funciones propias, coadyuvan a la
realización de los fines del Estado.
CAPÍTULO XII
ÓRGANOS LOCALES DEL PODER POPULAR
Artículo 103.- Las Asambleas del Poder Popular, constituidas en las demarcaciones
politico-administrativas en que se divide el territorio nacional, son los órganos superiores
locales del poder del Estado, y, en consecuencia, están investidas de la mas alta autoridad
para el ejercicio de las funciones estatales en sus demarcaciones respectivas y para ello,
dentro del marco de su competencia, y ajustandose a la ley, ejercen gobierno.
Ademas, coadyuvan al desarrollo de las actividades y al cumplimiento de los planes de
las unidades establecidas en su territorio que no les estén subordinadas, conforme a lo
dispuesto en la ley. Las Administraciones Locales que estas Asambleas constituyen, dirigen
las entidades económicas, de producción y de servicios de subordinación local, con el
propósito de satisfacer las necesidades económicas, de salud y otras de carácter asistencial,
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LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
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Artículo 113.- Los delegados cumplen el mandato que les han conferido sus electores, en
interés de toda la comunidad, para lo cual deberán coordinar sus funciones como tales,
con sus responsabilidades y tareas habituales. La ley regula la forma en que se desarrollan
estas funciones.
Artículo 114.- Los delegados a las Asambleas Municipales del Poder Popular tienen los
derechos y las obligaciones que les atribuyan la Constitución y las leyes y en especial
están obligados a:
a) dar a conocer a la Asamblea y a la Administración de la localidad las opiniones,
necesidades y dificultades que les trasmitan sus electores;
b) informar a sus electores sobre la política que sigue la Asamblea y las medidas
adoptadas para la solución de necesidades planteadas por la población o las
dificultades que se presentan para resolverlas;
c) rendir cuenta periódicamente a sus electores de su gestión personal, e informar
a la Asamblea o a la Comisión a la que pertenezcan, sobre el cumplimiento de
las tareas que les hayan sido encomendadas, cuando estas lo reclamen.
Artículo 115.- Los delegados a las Asambleas Provinciales del Poder Popular tienen el
deber de desarrollar sus labores en beneficio de la colectividad y rendir cuenta de su
gestión personal según el procedimiento que la ley establece.
Artículo 116.- Las Asambleas Provinciales y Municipales del Poder Popular eligen de
entre sus delegados a su Presidente y Vicepresidente. La elección se efectúa en virtud de
candidaturas propuestas en la forma y según el procedimiento que la ley establece.
Artículo 117.- Los Presidentes de las Asambleas Provinciales y Municipales del Poder
Popular son a la vez presidentes de los respectivos Órganos de Administración y representan
al Estado en sus demarcaciones territoriales. Sus atribuciones son establecidas por la ley.
Artículo 118.- Los órganos de Administración que constituyen las Asambleas Provinciales
y Municipales del Poder Popular funcionan de forma colegiada y su composición,
integración, atribuciones y deberes se establecen en la ley.
Artículo 119.- Los Consejos de Defensa Provinciales, Municipales y de las Zonas de Defensa
se constituyen y preparan desde tiempo de paz para dirigir en los territorios respectivos, en
las condiciones de estado de guerra, durante la guerra, la movilización general o el estado de
emergencia, partiendo de un plan general de defensa y del papel y responsabilidad que
corresponde a los consejos militares de los ejércitos. El Consejo de Defensa Nacional
determina, conforme a la ley, la organización y atribuciones de estos Consejos.
CAPÍTULO XIII
TRIBUNALES Y FISCALÍA
Artículo 120.- La función de impartir justicia dimana del pueblo y es ejercida a nombre
de este por el Tribunal Supremo Popular y los demás Tribunales que la ley instituye.
La ley establece los principales objetivos de la actividad judicial y regula la organización
de los Tribunales; la extensión de su jurisdicción y competencia; sus facultades y el modo
de ejercerlas; los requisitos que deben reunir los jueces, la forma de elección de estos y las
causas y procedimientos para su revocación o cese en el ejercicio de sus funciones.
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LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
Artículo 130.- El Fiscal General de la República rinde cuenta de su gestión ante la Asamblea
Nacional del Poder Popular en la forma y con la periodicidad que establece la ley.
CAPÍTULO XIV
SISTEMA ELECTORAL
Artículo 131.- Todos los ciudadanos, con capacidad legal para ello, tienen derecho a
intervenir en la dirección del Estado, bien directamente o por intermedio de sus
representantes elegidos para integrar los órganos del Poder Popular, y a participar, con
este propósito, en la forma prevista en la ley, en elecciones periódicas y referendos
populares, que serán de voto libre, igual y secreto. Cada elector tiene derecho a un solo
voto.
Artículo 132.- Tienen derecho al voto todos los cubanos, hombres y mujeres, mayores de
dieciséis años de edad, excepto:
CAPÍTULO XV
REFORMA CONSTITUCIONAL
Artículo 137.- Esta Constitución solo puede ser reformada por la Asamblea Nacional del
Poder Popular mediante acuerdo adoptado, en votación nominal, por una mayoría no
inferior a las dos terceras partes del numero total de sus integrantes. Si la reforma se
refiere a la integración y facultades de la Asamblea Nacional del Poder Popular o de su
Consejo de Estado o a derechos y deberes consagrados en la Constitución, requiere, además,
la ratificación por el voto favorable de la mayoría de los ciudadanos con derecho electoral,
en referendo convocado al efecto por la propia Asamblea.
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LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
ARTÍCULO 96. El que, por imprudencia, dé lugar a que alguno de los secretos a que se
refiere el artículo anterior sea conocido, incurre en sanción de privación de libertad de uno
a cuatro años.
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HAGO SABER: Que la Asamblea Nacional del Poder Popular en su Primera Reunión
Extraordinaria de la Quinta Legislatura, celebrada los días 15 y 16 de febrero de 1999, ha
aprobado lo siguiente:
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LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
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RICARDO M. ROJAS
CAPÍTULO II
De las Infracciones Penales
Artículo 4.1: El que suministre, directamente o mediante tercero, al Gobierno de Estados
Unidos de América, sus agencias, dependencias, representantes o funcionarios, información
para facilitar los objetivos de la Ley “Helms-Burton”, el bloqueo y la guerra económica
contra nuestro pueblo, encaminados a quebrantar el orden interno, desestabilizar el país y
liquidar al Estado Socialista y la independencia de Cuba, incurre en sanción de privación
de libertad de siete a quince años.
2. La sanción es de privación de libertad de ocho a veinte años cuando concurra alguna de
las circunstancias siguientes:
a) si el hecho se comete con el concurso de dos o más personas;
b) si el hecho se realiza con ánimo de lucro o mediante dádiva, remuneración, recompensa
o promesa de cualquier ventaja o beneficio;
c) si el culpable llegó a conocer o poseer la información de manera subrepticia o empleando
cualquier otro medio ilícito;
d) si el culpable conociera o poseyera la información por razón del cargo que desempeñe;
e) si, como consecuencia del hecho, se producen graves perjuicios a la economía nacional;
f) si, como consecuencia del hecho, el Gobierno de Estados Unidos de América, sus
agencias o dependencias, adoptan medidas de represalias contra entidades industriales,
comerciales, financieras o de otra naturaleza, cubanas o extranjeras, o contra alguno de
sus dirigentes y familiares.
Artículo 5.1: El que, busque información clasificada para ser utilizada en la aplicación de
la Ley “Helms-Burton”, el bloqueo y la guerra económica contra nuestro pueblo,
encaminados a quebrantar el orden interno, desestabilizar el país y liquidar al Estado
Socialista y la independencia de Cuba, incurre en sanción de privación de libertad de tres
a ocho años o multa de tres mil a cinco mil cuotas, o ambas.
2. La sanción es de privación de libertad de cinco a doce años cuando concurra alguna de
las circunstancias siguientes:
a) si el culpable llegó a conocer o poseer la información de manera subrepticia o empleando
cualquier otro medio ilícito;
b) si el hecho se comete con el concurso de dos o más personas.
3. La sanción es de privación de libertad de siete a quince años si la información obtenida,
por la índole de su contenido, produce graves perjuicios a la economía nacional.
Artículo 6.1: El que acumule, reproduzca o difunda, material de carácter subversivo del
Gobierno de Estados Unidos de América, sus agencias, dependencias, representantes,
funcionarios o de cualquier entidad extranjera, para apoyar los objetivos de la Ley Helms-
Burton, el bloqueo y la guerra económica contra nuestro pueblo, encaminados a quebrantar
el orden interno, desestabilizar el país y liquidar al Estado Socialista y la independencia
de Cuba, incurre en sanción de privación de libertad de tres a ocho años o multa de tres
mil a cinco mil cuotas o ambas.
2- En la misma sanción incurre el que con iguales propósitos introduzca en el país los
materiales a que se refiere el apartado anterior.
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LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
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RICARDO M. ROJAS
Artículo 10: Incurre en sanción de privación de libertad de dos a cinco años o multa de
mil a tres mil cuotas o ambas, el que:
a) proponga o incite a otros, por cualquier medio o forma, a ejecutar alguno de los delitos
previstos en esta Ley;
b) se concierte con otras personas para la ejecución de alguno de los delitos previstos en
esta Ley.
Artículo 11: El que, para la realización de los hechos previstos en esta Ley, directamente
o mediante tercero, reciba, distribuya o participe en la distribución de medios financieros,
materiales o de otra índole, procedentes del Gobierno de Estados Unidos de América, sus
agencias, dependencias, representantes, funcionarios o de entidades privadas, incurre en
sanción de privación de libertad de tres a ocho años o multa de mil a tres mil cuotas o
ambas.
Artículo 12: El que incurra en cualquiera de los delitos previstos en los artículos anteriores
con la cooperación de un tercer Estado que colabore a los fines señalados con el Gobierno
de Estados Unidos de América, será acreedor a las sanciones establecidas.
DISPOSICIONES FINALES
PRIMERA: La Fiscalía General de la República, respecto a los delitos previstos y
sancionados en la presente Ley, ejerce la acción penal pública en representación del Estado
en correspondencia con el principio de oportunidad, conforme a los intereses de la Nación.
SEGUNDA: Los Tribunales Provinciales Populares son competentes para conocer de los
delitos previstos en esta Ley.
TERCERA: Se derogan cuantas disposiciones legales o reglamentarias se opongan a lo
establecido en esta ley, que comenzará a regir desde la fecha de su publicación en la
Gaceta Oficial de la República.
DADA en la sala de sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Palacio de las
Convenciones, en la Ciudad de La Habana a los dieciséis días del mes de febrero de mil
novecientos noventa y nueve, “Año del 40 Aniversario del Triunfo de la Revolución”.
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LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
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RICARDO M. ROJAS
paso para crear nuevas y mejores condiciones de derecho. Y que así, entre todos los
cubanos, creen y desarrollen si propio proyecto de sociedad según su voluntad soberana,
a partir de los valores espirituales de nuestra Nación y las experiencias de su historia y
para responder a los desafíos que nos plantea la llegada del nuevo milenio.
Firmar esta solicitud no significa, en modo alguno, apoyar o vincularse a ninguna asociación
o agrupación y tampoco establecer compromisos con las personas que la redactaron y la
proponen. Cuando un cubano firma esta solicitud de Consulta Popular esta haciendo uso
de los derechos que le da la Constitución actual para hacer peticiones y contribuyendo
libre y solidariamente a mejorar nuestra sociedad, a la solución de los problemas que
sufre nuestro pueblo y a preparar un futuro mejor para nuestros hijos, aquí, en nuestra
Patria.
LAS CINCO PROPUESTAS se explican por sí mismas.
LA AMINISTIA:
La existencia en nuestro país de encarcelados por motivos políticos obedece tanto a hechos
en los que las personas involucradas violaron la ley, como abusos de poder, arbitrariedades
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LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
y también a violaciones de la ley por parte de las autoridades. Muchos han sido detenidos
por practicar Derechos Humanos que las leyes actuales no reconocen. Este paso no es
una revisión, es un paso de renovación de toda la sociedad, que toma conciencia de esta
necesidad. La reconciliación tampoco puede darse por decreto pero, si es deseada por
nuestro pueblo y éste así lo señala en el
Referendo, aprobando la Amnistía, abriría, por este acto de perdón y justicia, una nueva
etapa para una comunidad que quiere superar todo lo negativo del pasado y darse a sí
misma la oportunidad de renacer. Si los cubanos ahora no podemos ponernos de acuerdo
acerca del pasado, sí debemos ponernos de acuerdo sobre el futuro, para que éste sea de
paz, fraternidad y libertad, por el bien de nuestros hijos.
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RICARDO M. ROJAS
consumidor, con la humanización del trabajo, con las garantías de los derechos de los
trabajadores y con la seguridad social. De esta forma el Estado podrá contar con más
recursos para garantizar, sin depender de la ayuda extranjera, los servicios gratuitos de
salud pública y educación y los demás servicios sociales y los brindaría, no como estructura
paternalista, sino como administrador de los bienes comunes, a los que aportan todos los
ciudadanos, responsablemente, ejerciendo sus derechos y practicando la solidaridad.
260
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
FUNDAMENTACIÓN LEGAL:
“YO QUIERO QUE LA LEY PRIMERA DE NUESTRA REPUBLICA SEA EL CULTO
DE LOS CUBANOS A LA DIGNIDAD HUMANA”.
Esta declaración de los ciudadanos cubanos en el preámbulo de la Constitución de la
Republica, hereda de nuestro Apóstol y colector del amor derramado por los buenos
cubanos de todos los tiempos, canta a la libertad, a la democracia, a la justicia y a la
solidaridad y las decreta de forma tremenda. La ley no puede traicionar, sino consagrar
estos valores del espíritu y la voluntad de nuestro pueblo.
Estos valores, se proclaman en el Articulo Primero de la Constitución:
Art.1. “Cuba es un Estado socialista de trabajadores, independiente y soberano, organizado
con todos y para el bien de todos, como republica unitaria y democrática, para el disfrute
de la libertad política, la justicia social, el bienestar individual y colectivo y la solidaridad
humana.”
Este artículo define los principios y cualidades fundamentales de este Estado socialista de
trabajadores y con esta definición, deben ser coherentes los demás artículos de la
Constitución, y también las leyes para que se realicen estos principios y cualidades.
Esta propuesta se apoya desde el punto de vista legal, en este articulo primero, en el
conjunto de la Constitución y en la frase de José Martí proclamada en su preámbulo.
Procuramos el perfeccionamiento de las leyes cubanas para que, en lo que debe ser un
proceso ascendente, estas leyes permitan lograr con mas plenitud la organización de este
Estado, con todos; es decir, sin exclusiones, para el bien de todos, o sea, con igualdad en
los derechos y el bienestar, en la democracia, en el disfrute real de la libertad política y la
261
RICARDO M. ROJAS
justicia social. Las leyes deben corresponder en espíritu y letra a estos enunciados de la
Constitución.
No es este el caso de una discusión académica, ni un problema de interpretación, sino de
la exigencia por vías legales de derechos que tenemos como personas y que además
la Constitución describe claramente, por tanto, las leyes deben transformarse para que
garanticen estos derechos. Pero como el criterio más legítimo para decidir sobre todas las
leyes, es la voluntad del pueblo expresada democráticamente en Consulta Popular,
proponemos este Referendo.
Primero es necesario que aquellos ciudadanos que después de estudiar esta propuesta
consideren, libre y conscientemente, que deben apoyarla, firmen la solicitud dirigida a la
Asamblea Nacional del Poder Popular. La Constitución vigente garantiza el derecho de
cada persona a firmar esta solicitud, por lo que ningún ciudadano, funcionario o institución,
puede obstruir esta gestión o tomar represalias en su contra por este motivo. Quien lo
hiciere violaría la Constitución y la ley, por lo que pudiera ser demandado ante las
autoridades pertinentes, las cuales tienen además la obligación de proteger al ciudadano y
garantizarle el ejercicio de sus derechos constitucionales.
Respetamos el derecho de las personas a no firmar esta propuesta, inclusive a no leerla,
por eso sólo será entregada a personas con derecho al voto, después de explicarle su
contenido y que ésta consienta en recibir los documentos. La persona que la reciba decidirá,
después de estudiarla, si la firma o si no la firma y en ambos casos debe devolverla a
quien se la entregó con el fin de que todas las solicitudes firmadas puedan ser presentadas
en las oficinas de la Asamblea Nacional del Poder Popular. Esta propuesta no atenta, ni
contra leyes, ni contra el Estado socialista, no contra las decisiones del pueblo cubano, ni
contra lo establecido en la Constitución. Es una petición que propone cambios a las
leyes y para esto, sin violar ningún artículo, se apoya en los derechos que nos otorga la
misma Constitución. Además la propia Constitución contiene la posibilidad de ser
reformada parcialmente e inclusive totalmente y ofrece en su Artículo 137, las vías para
reformarla. Pero esta propuesta busca cambios a la Carta Magna, sino a las leyes para
que garanticen los derechos que esta Carta Magna proclama.
Recomendamos el estudio de la Constitución de la República en su conjunto y además les
exponemos a continuación algunos de los artículos en que se fundamenta esta propuesta:
Leer Art.1
Art. 63. Todo ciudadano tiene derecho a dirigir quejas y peticiones a las autoridades y a
recibir la atención o respuestas pertinentes y en plazo adecuado, conforme a la ley.
Art. 88. La iniciativa de las leyes compete:
Inc.g) a los ciudadanos. En este caso será requisito indispensable que ejerciten la iniciativa
diez mil ciudadanos, por lo menos, que tengan derecho al voto.
262
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
NOTA: Usted debe completar la lectura de los artículos 9, 75 y 88, que por razones de
espacio no hemos copiado en su totalidad. Además le recomendamos, para una mejor
comprensión de los fundamentos legales de esta propuesta, el estudio de los siguientes
artículos de la Constitución:
Art. 15, 16, 17, 21 y 23.
Art. 10, 41, 42, 43, 55 y 64.
Art. 68, 70, 71 y 84
Art. 131, 132, 133, 134, 135 y 136
También recomendamos la consulta del Código Penal, al cual pertenecen los artículos
siguientes:
263
RICARDO M. ROJAS
(La petición titulada Proyecto Varela fue redactada por el ciudadano Oswaldo Payá
Sardiñas. Dir. Calle Peñón #276, entre Monasterio y Ayuntamiento Cerro, C. Habana. El
Proyecto Varela no es de una organización en particular, es una demanda de todos los
ciudadanos cubanos que deseen participar. La inmensa mayoría de las Organizaciones
No Gubernamentales dentro de Cuba impulsan el Proyecto Varela y llaman a los
ciudadanos a firmar esta solicitud de Referendo).
264
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
INTRODUCCIÓN
En marzo del año 2003 el gobierno cubano llevó a cabo la ola de represión de la disidencia
más dura desde los años siguientes a la revolución de 1959. Decenas de disidentes fueron
detenidos, 75 de los cuales fueron sometidos a juicios sumarios y condenados con gran
rapidez a penas de entre 26 meses y 28 años de prisión.
Esta ola de represión pilló por sorpresa a muchos observadores que creían que Cuba
parecía ir encaminada a adoptar un enfoque más abierto y tolerante de los opositores del
régimen: el número de presos de conciencia había disminuido y había sido sustituido por
detenciones por períodos breves, interrogatorios, citaciones, amenazas, intimidaciones,
desalojos, despidos laborales, restricciones a la libertad de circulación, registros de
viviendas o actos de agresión verbal o física.
En abril del año 2000, el gobierno cubano comenzó a añadir a las medidas anteriores una
suspensión de facto de las ejecuciones, que cesó en abril del 2003 con la ejecución de tres
hombres condenados por el secuestro de una lancha para salir de la Isla, secuestro en el
que nadie sufrió daños.
Los acontecimientos de marzo y abril del 2003 marcaron un paso atrás para Cuba en
cuestión de respeto de los derechos humanos. Las autoridades trataron de justificar la
represión alegando que respondía a la provocación y agresión de los Estados Unidos.
Amnistía Internacional declaró que los 75 disidentes condenados eran presos de conciencia
(1) y pidió su puesta en libertad inmediata y sin condiciones, visto que la conducta de la
que se acusaba a los disidentes era pacífica y se insertaba dentro de los parámetros del
ejercicio legítimo de las libertades fundamentales que garantizan las normas internacionales.
Amnistía Internacional considera, además, que los cargos que se les imputaron tenían
motivación política y eran desproporcionados a los presuntos delitos.
Los cargos que se imputaron a las personas detenidas en la represión del 2003 no fueron
los utilizados comúnmente para reprimir la disidencia —”propaganda enemiga”, “desacato”
o “desórdenes públicos”—. Más bien se hizo hincapié en delitos que conllevaban penas
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RICARDO M. ROJAS
más duras en el Código Penal del país. La mayoría de los disidentes fueron acusados en
virtud bien del artículo 91 del Código Penal o de la Ley 88, o en virtud de ambos. El
artículo 91 del Código Penal prevé “sanción de privación de libertad de diez a veinte años
o muerte” para el que “en interés de un Estado extranjero, ejecute un hecho con el objeto
de que sufra detrimento la independencia del Estado cubano o la integridad de su territorio”.
La Ley 88, promulgada en febrero de 1999 pero que no había sido utilizada todavía,
dispone largas penas de prisión para las personas declaradas culpables de apoyar la política
de Estados Unidos sobre Cuba con hechos “encaminados a quebrantar el orden interno,
desestabilizar el país y liquidar al Estado Socialista y la independencia de Cuba”.
Según se desprende de la documentación disponible sobre el juicio, las pruebas en que se
basaron las acusaciones de marzo del 2003 y las condenas incluían:
- publicar artículos o conceder entrevistas —a medios de comunicación financiados por
Estados Unidos u otros medios de comunicación— que presuntamente criticaran cuestiones
económicas, sociales o de derechos humanos de Cuba;
- comunicarse con organizaciones internacionales de derechos humanos;
- tener contacto con entidades o individuos considerados hostiles hacia los intereses de
Cuba, incluidos funcionarios estadounidenses en Cuba y miembros de la comunidad cubana
exiliada en los Estados Unidos o en Europa;
- distribuir o poseer artículos tales como radios, cargadores de baterías eléctricas, equipo
de vídeo, o publicaciones de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana (2);
- participar en grupos no reconocidos oficialmente por las autoridades cubanas o a los que
se acusaba de actividades contrarrevolucionarias, entre los que figuraban: sindicatos no
oficiales; asociaciones profesionales como las de médicos y educadores; instituciones
universitarias; asociaciones de prensa o bibliotecas independientes.
En el 2003, el gobierno cubano declaró que las actividades mencionadas supra
representaban una amenaza para la seguridad nacional y justificaban por tanto que se las
persiguiera judicialmente. Amnistía Internacional considera que estas actividades
constituyen el ejercicio legítimo de la libertad de expresión, la libertad de reunión y la
libertad sindical. En Cuba estas libertades están sujetas a severas restricciones tanto en la
ley como en la práctica. Los que se arriesgan a expresar sus opiniones o a organizar
reuniones que se oponen a la política gubernamental o a los objetivos del Estado suelen
ser objeto de medidas punitivas como el encarcelamiento, la pérdida de empleo, el
hostigamiento o la intimidación.
El derecho a un juicio con las debidas garantías procesales también es objeto de restricciones
en Cuba, donde los tribunales y los fiscales se encuentran bajo el control del gobierno. La
Asamblea Nacional del Poder Popular elige al presidente, al vicepresidente y a los demás
jueces del Tribunal Supremo Popular, así como al fiscal general de la República y
vicefiscales generales. Además, todos los tribunales dependen de la Asamblea Nacional
del Poder Popular y del Consejo de Estado, lo que da lugar a motivos de preocupación con
respecto a las normas internacionalmente reconocidas para un juicio justo y al derecho a
ser juzgado por un tribunal de justicia independiente e imparcial (3).
El respeto del derecho de los disidentes a preparar una defensa justa y adecuada también
es discutible ya que los abogados son empleados del gobierno cubano y como tales pueden
266
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
mostrarse reacios a contradecir a los fiscales o impugnar las pruebas de cargo presentadas
por los servicios de inteligencia del Estado.
En los juicios de abril del 2003 contra los disidentes se negó al parecer a los abogados
defensores el derecho de acceso a los acusados o sólo se les permitió el acceso durante
cinco minutos antes del juicio, imposibilitando así la preparación de su defensa, y en
algunos casos se negó totalmente el derecho del acusado a un abogado de su elección.
Aunque se permitió la entrada en la sala a algunos familiares y otras personas, se negó a
los diplomáticos extranjeros y a algunos periodistas (4).
Según los informes recibidos por Amnistía Internacional durante el 2004, algunos de los
presos encarcelados durante la represión del 2003 han sido objeto de un trato
particularmente severo: por ejemplo, han sido recluidos en condiciones sumamente duras,
muchos de ellos en prisiones ubicadas lejos de sus hogares, y algunos han sido sometidos
a malos tratos.
Entre el año 2004 y principios del 2005, un total de 19 presos de conciencia han recobrado
la libertad, 14 de ellos sólo mediante “licencia extrapenal”, excarcelación condicional que
les permite cumplir el resto de sus penas fuera de la prisión por motivos de salud, pero
sabiendo que pueden volver a detenerlos. Asimismo, el gobierno cubano ha suavizado la
dureza de las condiciones penitenciarias de algunos presos de conciencia trasladándolos a
prisiones más próximas a sus hogares y ofreciendo exámenes médicos a todos ellos, excepto
a dos.
Transcurridos dos años desde la represión de marzo del 2003, y pese a las excarcelaciones
y mejoras limitadas, el número de presos que Amnistía Internacional considera presos de
conciencia asciende a 71 e incluye dos casos más. También ha habido algunos informes
sobre malos tratos a manos de guardias penitenciarios. Más de una docena de presos
continúan recluidos en prisiones ubicadas al otro extremo de la Isla respecto de sus hogares,
dificultando enormemente las visitas de sus familiares.
La organización pide al gobierno cubano que ponga en libertad a todos los presos de
conciencia que siguen encarcelados en el país, que proporcione atención médica adecuada
a todos los presos de conciencia, que inicie investigaciones independientes e imparciales
sobre las alegaciones de malos tratos que se describen en este informe, y que haga públicos
los resultados de estas investigaciones. Los funcionarios de prisiones presuntamente
implicados en casos de malos tratos, o que inflijan deliberadamente tratos crueles y
degradantes a los presos, deben ser suspendidos de sus funciones hasta que se investiguen
las alegaciones y los responsables deben comparecer ante la justicia.
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Cuatro de los presos excarcelados habían estado en detención preventiva durante más de
dos años. Leonardo Bruzón Ávila, Alberto Domínguez González, Emilio Leyva Pérez y
Lázaro Miguel Rodríguez Capote fueron excarcelados el 8 de junio del 2004 habiendo
sido detenidos en febrero del 2002. Miguel Sigler Amaya fue puesto en libertad el 12 de
enero del 2005 habiendo ya casi cumplido una condena a dos años y dos meses de prisión.
En el 2004 y principios del 2005, se concedió “licencia extrapenal” a 14 de los 75 disidentes
detenidos en la represión del año 2003, es decir se los puso en libertad condicional, por
motivos de salud. Los presos de conciencia liberados fueron:
Osvaldo Alfonso Valdés, liberado el 30 de noviembre del 2004
Margarito Broche Espinosa, liberado el 29 de noviembre del 2004
Juan Roberto de Miranda Hernández, liberado el 23 de junio del 2004
Carmelo Agustín Díaz Fernández, liberado el 18 de junio del 2004
Oscar Espinosa Chepe, liberado el 29 de noviembre del 2004
Orlando Fundora Álvarez, liberado el 18 de junio del 2004
Edel José García Díaz, liberado el 2 de diciembre del 2004
Marcelo Manuel López Bañobre, liberado el 29 de noviembre del 2004
Jorge Olivera Castillo, liberado el 6 de diciembre del 2004
Raúl Rivero Castañeda, liberado el 30 de noviembre del 2004
Marta Beatriz Roque Cabello, liberada el 22 de julio del 2004
Julio Antonio Valdés Guevara, liberado el 14 de abril del 2004
Miguel Valdés Tamayo, liberado el 9 de junio del 2004
Manuel Vázquez Portal, liberado el 23 de junio del 2004
En los últimos doce meses se ha denunciado a Amnistía Internacional que algunos presos
de conciencia han sido golpeados por guardias penitenciarios.
Juan Carlos Herrera Acosta, que cumple una condena de 20 años en la Prisión Kilo 8, en
la provincia de Camagüey, fue golpeado el 13 de octubre del 2004 por un grupo de guardias,
mientras se encontraba esposado. Según las informaciones, los guardias le pisotearon el
cuello, haciéndole perder el conocimiento. El preso se declaró en huelga de hambre como
protesta.
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En Cuba, las infracciones del reglamento interno de la prisión pueden sancionarse con
períodos prolongados de reclusión en régimen de aislamiento, a veces en “celdas tapiadas”.
Los informes indican que las condiciones en estas celdas constituyen trato cruel, inhumano
y degradante: son al parecer de tamaño muy reducido (2 m x 1 m), y no tienen luz ni
muebles; tampoco disponen de mínimos sanitarios, incluida agua potable, y están
frecuentemente infestados de ratas, ratones y cucarachas; a los presos no se les permite
salir, ni recibir visitas, ni hacer ejercicio; a veces no disponen de ropa de cama y en ocasiones
se los obliga a ir desnudos.
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LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EL ORDEN JURÍDICO E INSTITUCIONAL DE CUBA
Amnistía Internacional considera que ningún preso debe ser recluido de forma prolongada
en régimen de aislamiento y de reducción de estímulos sensoriales, y que las condiciones
deben ajustarse a las dispuestas en las Reglas Mínimas de la ONU para el tratamiento de
los reclusos y otras normas internacionales de derechos humanos. Amnistía Internacional
considera que, de recurrirse al régimen de aislamiento, deben imponerse límites estrictos
a su práctica, entre los que figure la supervisión regular y adecuada de la salud del preso
por un médico. Amnistía Internacional considera que la reclusión prolongada en régimen
de aislamiento, la reducción de estímulos sensoriales que puede causar este régimen y las
condiciones de las celdas en que se recluye a los presos cubanos, constituyen trato cruel,
inhumano y degradante. La Regla 31 de las Reglas Mínimas de la ONU para el tratamiento
de los reclusos dispone que:
- “Las penas corporales, encierro en celda oscura, así como toda sanción cruel, inhumana
o degradante quedarán completamente prohibidas como sanciones disciplinarias”.
Durante el año 2004, se supo que por lo menos nueve presos habían estado
permanentemente recluidos en celdas tapiadas por periodos de dos a cuatro meses.
Normando Hernández González pasó cuatro meses en una celda de castigo al término de
su huelga de hambre de 17 días, huelga que había realizado en protesta por haber sido
trasladado y recluido con presos comunes en la Prisión Kilo 5. Igualmente, Nelson Moliné
Espino pasó 60 días en una celda de castigo de la Prisión de Kilo 8 por negarse a comer la
comida de la prisión.
En julio del 2004 Oscar Elías Biscet González fue recluido en una celda de aislamiento en
la que permaneció tres meses. Según parece en numerosas ocasiones a lo largo del 2004 le
negaron el acceso a visitas de su familia, llamadas telefónicas, correspondencia, material
de lectura y la luz del sol.
EL LUGAR DE DETENCIÓN
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Los informes recibidos por Amnistía Internacional durante la mayor parte del 2004
causaron preocupación a la organización pues indicaban que varios presos de conciencia
de Cuba no habían recibido una atención médica adecuada. Muchos presos de conciencia
se encontraban en mal estado de salud que podía agravarse durante su privación de libertad.
Algunos recibían poco más que un examen médico superficial y en varios casos los
funcionarios de la prisión se habían negado al parecer a responder a las reiteradas peticiones
de atención médica de los reclusos. Sin embargo, en diciembre del 2004 todos los presos
de conciencia encarcelados en la represión del 2003 —excepto dos— recibieron exámenes
médicos en los hospitales penitenciarios de La Habana.
Amnistía Internacional reconoce que el bloqueo económico impuesto por Estados Unidos
socava las posibilidades que tiene Cuba de proporcionar una nutrición adecuada y un
cuidado médico adecuado a los reclusos. Sin embargo, también parece que en algunos
casos en que los familiares procuraron medicinas, las autoridades penitenciarias las
incautaron sin motivo razonable. Amnistía Internacional considera que la retención de
atención médica puede constituir una forma de castigo empleada contra algunos presos
de conciencia debido a sus opiniones políticas. La organización insta al gobierno cubano
a tomar medidas para garantizar que los reclusos tienen acceso al tratamiento médico y a
las medicinas que precisen tal como dispone la Regla 22 de las Reglas Mínimas de la
ONU para el tratamiento de los reclusos:
Regla 22:
1) “Todo establecimiento penitenciario dispondrá por lo menos de los servicios de un
médico calificado que deberá poseer algunos conocimientos psiquiátricos. Los servicios
médicos deberán organizarse íntimamente vinculados con la administración general del
servicio sanitario de la comunidad o de la nación. Deberán comprender un servicio
psiquiátrico para el diagnóstico y, si fuere necesario, para el tratamiento de los casos de
enfermedades mentales”.
2) Se dispondrá el traslado de los enfermos cuyo estado requiera cuidados especiales, a
establecimientos penitenciarios especializados o a hospitales civiles. Cuando el
establecimiento disponga de servicios internos de hospital, éstos estarán provistos del
material, del instrumental y de los productos farmacéuticos necesario para proporcionar a
los reclusos enfermos los cuidados y el tratamiento adecuados. Además, el personal deberá
poseer suficiente preparación profesional”.
La falta de atención médica adecuada en los lugares de reclusión infringe directamente
tanto las normas internacionales de derechos humanos como la legislación cubana. El
Principio 24 del Conjunto de Principios para la protección de todas las personas sometidas
a cualquier forma de detención o prisión dice:
“Se ofrecerá a toda persona detenida o presa un examen médico apropiado con la menor
dilación posible después de su ingreso en el lugar de detención o prisión y, posteriormente,
esas personas recibirán atención y tratamiento médico cada vez que sea necesario. Esa
atención y ese tratamiento serán gratuitos”.
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Notas:
(1) Amnistía Internacional considera “presos de conciencia” a las personas encarceladas
en cualquier parte del mundo por sus convicciones políticas, religiosas o cualquier otro
motivo de conciencia, o en razón de su origen étnico, sexo, color, idioma, origen nacional
o social, situación económica, nacimiento u otras circunstancias, siempre que no hayan
recurrido a la violencia ni propugnado su uso.
(2) Cuba y Estados Unidos no mantienen relaciones diplomáticas. Sin embargo, desde 1977,
Estados Unidos posee una Sección de Intereses dentro de la Embajada Suiza en La Habana.
(3) Artículo 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
(4) Para más información consulten Cuba: “Medidas Esenciales”. Los derechos humanos
en peligro en nombre de la seguridad, AMR 25/017/2003.
(5) La Fundación Lawton de Derechos Humanos es una organización que promueve la
defensa de todos los derechos humanos, particularmente el derecho a la vida, por medios
no violentos. La organización no está reconocida por las autoridades cubanas.
(6) Oscar Elías Biscet lleva encarcelado desde el 6 de diciembre del 2002 y Amnistía
Internacional lo considera preso de conciencia.
(7) Cuba ratificó la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles,
Inhumanos o Degradantes en 1995 y en noviembre de 1997 presentó su primer informe
periódico al Comité contra la Tortura, el órgano que se encarga de vigilar la aplicación de
la Convención por los Estados Partes.
(8) Conjunto de Principios para la protección de todas las personas sometidas a cualquier
forma de detención o prisión, Resolución de la Asamblea General G.A. res. 43/173, anexo,
43 U.N. GAOR Supp. (No. 49) en 298, Documento de la ONU A/43/49 (1988).
18 de marzo de 2005
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El Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL),
con sede en Buenos Aires, Argentina, se constituyó como Fundación el
26 de febrero de 2003 con el objetivo de promover el fortalecimiento de
la democracia, el estado de derecho y las libertades económicas en los
países de la región. Para tal fin, CADAL realiza actividades de análisis,
investigación, difusión y capacitación trabajando en las siguientes áreas:
Política Latinoamericana, Derechos Humanos, Periodismo y Democracia,
Economía y Estado de Derecho, Modernización de los Partidos Políticos,
y Desarrollo y Comunicación Institucional. CADAL ha recibido dos
premios internacionales por su labor: “2005 Templeton Freedom Award
Grant for Institute Excellence” y “2005 Francisco De Vitoria Prize for
Ethics and Values”.