El Cantar de Los Nibelungos Resumen
El Cantar de Los Nibelungos Resumen
El Cantar de Los Nibelungos Resumen
El prncipe Sigfrido de Niederland, de las tierras bajas, es el protagonista ausente de "La cancin de los nibelungos", apuesto doncel y noble guerrero de sangre real, el involuntario causante del dramtico desenlace de la historialegendaria, la razn esgrimida en una potica explicacin dada a la desaparicin histrica de la nacin burgunda ante el huno Atila. La princesa Krimilda de los burgondos, la dama de Worms, es el objeto de su amor, la doncella soada, la bella virgen de la cual se enamora perdidamente Sigfrido por las referencias que le han llegado de su inigualable hermosura. Los dos jvenes se enamorarn mutuamente y su matrimonio ser pronto un hecho. Brunilda es una extraa reina de Islandia, tan bella como brutal, que ofrece su mano a quien pueda vencerla en combate mortal, pero que caer irremisiblemente rendida ante Gunther, el enamorado hermano de Krimilda, pero slo por la astuta y mgica intervencin de Sigfrido, y ese inslito romance tambin se saldar con el matrimonio deseado, para satisfaccin de Gunther. La historia hubiera acabado felizmente ah, pero las consideraciones de un honor arbitrario y, ms que nada, la intromisin de las nada deseables voluntades femeninas en el mundo brutal e inflexible de los hombres germnicos, harn que todo un pueblo se inmole para dar cumplida satisfaccin a una venganza sanguinaria que tiene su excusa y primer origen, en un acto tan trivial como es el protocolo real por el que se compite, para establecer el orden oficial de entrada en la iglesia de las dos damas centrales de nuestra historia, las cuadas rivales Krimilda y Brunilda, complicado luego con la muerte alevosa del buen Sigfrido. Junto a ellos est, en un puesto destacado, el indefinible personaje de Hagen, brazo armado de Gunther, que hace alternativamente de hroe y de villano en la historia, al ser primero el ejecutor cobarde de Sigfrido y, ms tarde, el heroico paladn del rey Gunther cuando llega la hora de la lucha final, al ponerse en marcha la mquina sangrienta de la traicin final, el postrer acto del poema, con la ejecucin del plan inmisericorde e innoble de la vengativa Krimilda.
imposible de vencer. Pero Sigfrido, una vez que hubo comunicado su irrevocable decisin, prepar su marcha a Worms, con la sola escolta de una docena de hombres. Con ellos cabalg a su destino, dirigindose a la corte del rey Gunther sin ms dilaciones. El rey lo recibi, una vez que fue informado de la identidad de su visitante, para conocer la razn de su viaje, y el intrpido Sigfrido, sin ms prembulos, respondi que quera probar la afamada destreza del rey de los burgundios con las armas, seguro como estaba de vencerlo y hacerse con su reino y sus gentes. Los nobles quisieron lanzarse sobre el osado Sigfrido, pero el tenso ambiente pronto se calm y Sigfrido, el bravo e insolente caballero de las tierras bajas fue admitido como husped de la corte de Worms, aunque su estancia se alargaba y l no llegaba a ver, aunque fuera en la distancia, a su amada Krimilda. Todo cambi cuando se supo en Worms de la llegada de una tropa de daneses y sajones que venan contra Worms. Enterado Sigfrido, ofreciese a Gunther para estar a su lado en esa confrontacin que se avecinaba dura y peligrosa, aconsejndole que diera vigorosa respuesta a la afrenta de los daneses y sajones, y pidiendo a su rey Gunther el honor y la responsabilidad de poder bien servirle al mando de una tropa de mil guerreros con la que defender la Burgundia. Con ellos sali a castigar a los sajones, matando docena tras docena de enemigos, hasta capturar al rey Ludeger. Los daneses, al conocer la rpida victoria de Sigfrido, acudieron en ayuda de sus aliados sajones, pero tambin Sigfrido present combate y los venci con facilidad, rindiendo a su jefe, el rey Ludeger. Terminada la batalla, los dos sometidos soberanos fueron llevados a la corte de Worms, como prisioneros de guerra, para mayor honra de su seor Gunther de Burgundia.
Aceptadas que fueron las dos absurdas pruebas, Sigfrido llam en un aparte a Gunther para informarle de que, gracias a la posesin de la capa del enano Alberic, l iba a convertirse en el invisible contendiente de Brunilda, mientras que el rey actuara fingiendo ser l el nico combatiente de Brunilda. As se hizo y fue Sigfrido quien derrot con suma facilidad a la reina Brunilda con la lanza tras un combate en el que ella vea asombrada cmo la fuerza de Gunther se multiplicaba hasta desarmarla. Ms tarde, Sigfrido arrastr la piedra por el aire, para luego transportar a Gunther de la misma forma y a lo largo del mismo trecho. Cumplido el trmite, Gunther, supuesto vencedor, hizo saber a su amada y vencida Brunilda que ahora ya era su prometida en toda regla y, por tanto, ella deba cumplir lo pactado, siguindole de buen grado en su viaje de regreso al pas de los burgundios. La derrotada reina, entristecida por su obligada marcha, pero aceptando el que crea justo resultado quiso despedirse de sus sbditos y pidi el tiempo necesario para hacerlo en buena forma y preparar su marcha definitiva hacia el pas del que iba a ser su esposo, y en el cual ella seguira manteniendo su real rango.
CUESTIN DE PROTOCOLO
Sigfrido y su esposa Krimilda partieron para el reino de Niederland, en donde ocupara el trono que le transmita su padre el rey Sigmund y tambin aquel otro ganado por su mano, el de los nibelungos. Sigfrido reinara con rectitud y prudencia, y su esposa, la reina Crimilda le daba un hijo, al que se le impuso el nombre de Gunther, en recuerdo del noble rey de los burgondos, al tiempo que all, Brunilda tena tambin un varn, al que le fuera dado el nombre de Sigfrido, en homenaje a este hroe. Pero, a pesar de las apariencias no haba quedado zanjado el asunto de la boda entre vasallo y princesa. Fue por esta razn por la que Brunilda volvi a insistir en que Sigfrido rindiera vasallaje a su seor y la mejor manera sera
hacerle venir a la corte de Worms, con la excusa de un torneo entre caballeros. En mala hora acept el matrimonio la invitacin de Gunther, pues la insistente Brunilda, tan pronto tuvo a su cuada frente a s, la hizo saber que Sigfrido no era ms que el vasallo de su marido, pues as lo haba odo ella de boca de Gunther al ser vencida en Islandia. Crimilda neg el vasallaje y se jact de que en la ceremonia religiosa del da siguiente estara situada por delante de su cuada. Y fue cierto, Krimilda entr por delante de Brunilda en la catedral de Worms, humillndola delante de toda la corte. A la salida de los oficios, Brunilda exigi pblica rectificacin, pero Crimilda se limit a mostrar aquella sortija y aquel ceidor que Sigfrido hubiera arrebatado en la lucha con la airada dama, indicndola que ella, Brunilda, era la derrotada por su marido. Ms encolerizada que nunca, Brunilda mand llamar al rey Gunther para pedir explicacin, pues ella crea firmemente que l era su doble vencedor. Gunther, al conocer la razn del alboroto, pidi la presencia de Sigfrido, para cuestionarle si era cierto que se hubiera jactado de su victoria. Sigfrido estaba ya listo para jurar ante su seor y amigo que nunca l haba presumido de tales actos y aquello bast para que Gunther interrumpiera el juramento, recuperada la confianza en quien siempre haba demostrado su fidelidad, siendo culpable de todo lo sucedido su hermana Crimilda y su vana arrogancia.
queran creer que ya se habra olvidado Krimilda de la muerte canallesca de Sigfrido, y todos discutan sobre la conveniencia de tal viaje, pero el rey Gunther prefiri aceptar la invitacin de su hermana, mandando organizar una caravana de ms de mil guerreros a caballo y de nueve mil infantes que acompaara a los visitantes burgundios hasta Etzelburg, para disuadir a Atila de cualquier deseo de traicin hacia sus invitados; mientras salan de la corte las interminables columnas de hombres armados, en Worms reinaba el dolor de las esposas que quedaban atrs, pues ellas ya presentan el trgico final de esa impresionante comitiva.
EL BAO DE SANGRE
En la maana siguiente, los burgundios se dirigieron al templo totalmente armados; tras la misa se prepar el torneo, del que el prudente Teodorico retir a sus seiscientos hombres; quedaron solamente hunos y burgundios, y tampoco nada sucedi en las justas. Crimilda, en un aparte, pidi ayuda a Teodorico para vengar el asesinato de su marido, pero Teodorico record que todos estaban sometidos a la ley de la hospitalidad y que nunca atacara a quien se encontraba bajo la proteccin de Atila. Con la negativa de Teodorico, Crimilda se fue a Bloedel, el hermano de Atila, y ste acept la venganza a la hora de la comida. Con mil guerreros entr Bloedel en la estancia secundaria en la que se hallaban los infantes de
Burgundia, anunciando su intencin de dar muerte al asesino de Sigfrido, pero Dankwart, el hermano de Hagen, lo mat con su espada tan pronto hubo terminado de hablar. As empez la disparatada batalla, con armas quienes las tenan y los que no disponan de ellas con los restos del mobiliario en sus manos. Dankwart, herido, penetra en la sala principal, interrumpiendo la comida de los reyes; Hagen, al ver a su hermano sangrando, mata sin pensarlo una segunda vez, al hijo de Atila con su espada; Atila y Gunther intentan parar la matanza pero, al no conseguirlo, se unen a la furiosa lucha. Krimilda vuelve a rogar a Teodorico que empue la espada por ella, pero el godo pide una tregua a Atila y se retira con sus hombres del escenario. El margrave Rodajear, sintindose tambin ajeno a la contienda, pide permiso a Gunther para hacer lo mismo con su gente. Y el combate prosigui con saa hasta la noche; los agotados contendientes acordaron un alto, pidiendo la continuacin del desafo en campo abierto, pero Krimilda intervino para negar tal posibilidad, exigiendo la entrega de Hagen por la vida del resto de los burgondos. Ante la negativa de Gunther y sus hermanos, Crimilda mand a los hunos abandonar el palacio y prenderle fuego para acabar con todos los burgundios encerrados dentro de l. Pero tampoco el fuego termin con sus odiados enemigos, al salir el sol estaban vivos y listos para la lucha. Rudiger, de vuelta en palacio, se vio compelido, en contra de su voluntad, pero a tenor de su lealtad hacia Atila, a empuar las armas contra los burgundios hasta su muerte; Teodorico, al conocer las noticias, regres al campo de batalla para rescatar el cadver del inmolado Rudiger, pero los burgondos tomaron su vuelta como un ataque y slo quedaron en pie Hagen y Volker, con su rey, Hagen, por un bando, frente al anciano Hildebrando por el otro. A l se le uni Teodorico, y fue su espada la que malhiri a Hagen y termin el combate con la captura de Hagen y Gunther. Llevados a presencia de Crimilda, sta mand matar a su propio hermano y, con la espada Balmung en sus brazos, decapit a Hagen. Entonces, Hildebrando, viendo que se daba muerte a un hombre indefenso, mat a Krimilda. Slo quedaron con vida Atila, Teodorico y el viejo Hildebrando, en Hungra, mientras la cruel y desptica Brunilda estaba a salvo, en la remota Worms, sin importarle, al parecer, haber sido la causante de aquella matanza sin sentido.