Respira sosegada y profundamente,a tu aire, en tus tiempos, a tu necesidad.Revisa las ganas que tienesde estar así, contigo, en ti.
¿Qué tanto te provoca?Porque todo tendría que resultarte fascinante,estar así a voluntad, aislarte un rato,para, a la vez, estar y ser en todo,con todos y saber sentirte bien,en medio de todo, sentirte bien.
Vas respirando a satisfacción, a plenitud, a gozo,sin interferencias de pasajes oscuros, tenebrosos,que suelen esconderse ahí,en tu mente acechante.
Respira haciendo que todovaya hacia un esplendor, facultad que cultivas.Vas aplacando todoy ves cómo el cuerpo responde, se aquieta.Y la mente imita y disminuye la voz interna,se va acallando a medida que respirascon tal voluntad, tal propósito, tal entrega.Te entregas a ti.
Todo se va despejandoy vas aclarando tus pensamientospara que ni siquiera se escondan.Sepan transitarte sin estorbarte, sin inquietarte,sin distraerte y, el respiro lo logra.
Y hay espacio. En ti, hay espacio.A la vez formas parte del espacio.El espacio se hace espacio,no busques contenerlo, ni que te contenga,más bien vacíalo con esa sutilidadque logra tu respiro,con esa liviandad que percibes,con esa plenitud que abarca todo y más.Ni siquiera un espacio podría.
Si algo te asalta, no lo evites, reconócelo.Establece alguna firmeza,algo más que una intencióny, lo que podría ser, si te propones, una acción.Todo partiría desde una palabraque te podría atemorizar: renuncia.
Respira, porque la tendrías que emplear,usar, utilizar, interiorizar,desde tu más elevada conciencia.
Lo que tendrías que lograr, a voluntad,es ejecutar un plan de firmeza.Dirás, ¿a qué debo renunciar?En principio sería a lo que no eresy más, a lo que has decidido no ser más.
¿A qué más?, dirás.Es que habría tanto…Si me permites, te acerco,porque ya tendrías que considerar más y a más.Y tendrías que abrirte,desplegarte en ese tu espacio,en el que has decidido tantas veces compartir.
Renuncia entonces,a quien ocupó un espacio en ti.Renuncia a quien existe en ti,pero ya no quieres más.Renuncia a lo que sientes ya no es de ti, ni para ti.Renuncia al desamor.
Esa debería ser tu más importante renuncia.Si lo haces, verás qué tanto más hay en ti, para ti,a razón de esa decisión.Y han sido tantas las veces en que te has dicho:renuncio al abandono, renuncio a la miseria,renuncio al desatino, renuncio al dolor,renuncio a lo oculto.
Que cada renuncia, resuene a más.Vendrán más y verás, sentirás, podrás,sentir más y más, lo que tu espacio esy, lo que existe ahí a partir de ti.
Siempre atrévete a más,renuncia al engaño, renuncia al desajuste,renuncia a quien te daña,renuncia al vacío de tu desventura, al querer ser,al quererlo todo, porque posible es.Tú, eres todo.Acepta eso, respira eso, confía en eso,jamás renuncies a eso.
Mantente ahí,en lo que la gravedad de tu espacio es,con todo lo que eres.Ve respirando a conciencia, a profunda plenitud,en gratificante aliento, en verdad habitada,en ese resplandor que tanto trabajasy en esa firmeza que te da tu propuesta de amarte,al hacerte un renunciante de toda esta maldad.
Respira profundo,no te agotes nunca, cultiva firmeza.
Respira y agradécete siempre por esta voluntad,de estar así, en ti.
Om Namaha Shivaya