SIN LÍMITES
Los hombres del alba, Efrain Huerta. de Para cortar a la epopeya un gajo...valoraciones:
Longitud:
26 minutos
Publicado:
18 feb 2021
Formato:
Episodio de podcast
Descripción
Fernando Benítez, “el padre de los suplementos culturales”, nació en la Ciudad de México el 16 de enero de 1912 y falleció el 21 de febrero del 2000.
Periodista, cronista y escritor, vivió en una época de grandes transformaciones sociopolíticas que lo llevaron a formar una aguda vista y sentido de los temas de actualidad. En sus primeros años se inclinó por la abogacía pero siguiendo su vocación llegó al periodismo al que se dedicó por casi 70 años.
Fue ensayista, narrador y dramaturgo, además profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales en la Universidad Nacional Autónoma de México y realizó labor diplomática y de investigación.
Comenzó a escribir en periódicos antes de cumplir los 20 años, inició como reportero en el periódico El Nacional del que después sería director. Se desempeñó como reportero y editorialista de Revista de Revistas, director de El Nacional, Daily News y Diario de la Tarde. Hombre visionario y promotor de los primeros suplementos culturales como ediciones dedicadas específicamente al registro y análisis de la vida artística y cultural.
Fundó y dirigió la Revista Mexicana de Cultura, los suplementos México en la Cultura, La Cultura en México, Sábado y La Jornada Semanal. Fernando Benítez percibía que ya había sectores de la sociedad, intelectuales sobre todo, que requerían un espacio de expresión más amplio (…) sabía del vacío cultural en nuestra prensa diaria”, apunta Víctor Manuel Camposeco en el título México en la Cultura (1949-1961). Renovación literaria y testimonio crítico de la colección Periodismo Cultural de la Secretaría de Cultura del gobierno federal.
México en la Cultura de Novedades, dirigido por él, fue considerado el mejor suplemento del mundo en habla castellana y mostró semana a semana los avances del arte, la ciencia, la literatura, la música, etc. Aunque siempre se inclinó por la literatura supo mantener la balanza entre los temas más relevantes de la vida cultural. Sus colaboradores reconocieron su capacidad de dirección y su ánimo de dar siempre todo al lector y no guardarse nada bajo la manga, como él decía “echar toda la carne al asador”.
Aglutinador y líder de un grupo de colaboradores inigualable desde entonces, logró reunir los trabajos de Alfonso Reyes, Agustín Yáñez, Juan Rulfo, Octavio Paz, Juan José Arreola, Carlos Fuentes y escritores de otras latitudes como Jorge Luis Borges, Pablo Neruda y Jean Paul Sartre, entre muchos otros.
Fernando Benítez fue blanco de críticas por estar al frente de la llamada Mafia, como se conocía al grupo de intelectuales y escritores que colaboraban con él, pero lo cierto es que los mejores escritores de su época y muchos de nuestros días se iniciaron con él. Acogió a las nuevas generaciones y abrió camino a estudiantes o recién egresados, como José Emilio Pacheco, Elena Poniatowska, Carlos Monsiváis, Emmanuel Carballo y Raquel Tibol, entre otros.
José Emilio Pacheco lo recordaba como “uno de los fundadores de lo que a partir de 1966 llamamos nuevo periodismo, es decir, aquel que respondió al triunfo de la televisión subrayando los elementos literarios que estaban en su origen y en su comienzo. Es decir, el periodismo que incorporó las estrategias narrativas del cuento y la novela”.
Aunque es más conocido por su labor periodística también destaca su trabajo como antropólogo e historiador. En su producción encontramos trabajos como Viaje al centro de México, Un Indio zapoteco llamado Benito Juárez, De la Conquista a la Independencia, En la tierra mágica del peyote, Los indios de México, El rey viejo, entre otros. Sus obras han sido traducidas al inglés, francés, italiano, ruso, polaco y ucraniano.
En 1961 publica El agua envenenada, novela basada en un hecho real del caciquismo. La violencia de un pueblo, Tajimaroa, conducida hasta sus últimos extremos, ha sido captada con procedimientos literarios que hacen de este libro un testimonio a la vez que una obra maestra de la literatura.
Periodista, cronista y escritor, vivió en una época de grandes transformaciones sociopolíticas que lo llevaron a formar una aguda vista y sentido de los temas de actualidad. En sus primeros años se inclinó por la abogacía pero siguiendo su vocación llegó al periodismo al que se dedicó por casi 70 años.
Fue ensayista, narrador y dramaturgo, además profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales en la Universidad Nacional Autónoma de México y realizó labor diplomática y de investigación.
Comenzó a escribir en periódicos antes de cumplir los 20 años, inició como reportero en el periódico El Nacional del que después sería director. Se desempeñó como reportero y editorialista de Revista de Revistas, director de El Nacional, Daily News y Diario de la Tarde. Hombre visionario y promotor de los primeros suplementos culturales como ediciones dedicadas específicamente al registro y análisis de la vida artística y cultural.
Fundó y dirigió la Revista Mexicana de Cultura, los suplementos México en la Cultura, La Cultura en México, Sábado y La Jornada Semanal. Fernando Benítez percibía que ya había sectores de la sociedad, intelectuales sobre todo, que requerían un espacio de expresión más amplio (…) sabía del vacío cultural en nuestra prensa diaria”, apunta Víctor Manuel Camposeco en el título México en la Cultura (1949-1961). Renovación literaria y testimonio crítico de la colección Periodismo Cultural de la Secretaría de Cultura del gobierno federal.
México en la Cultura de Novedades, dirigido por él, fue considerado el mejor suplemento del mundo en habla castellana y mostró semana a semana los avances del arte, la ciencia, la literatura, la música, etc. Aunque siempre se inclinó por la literatura supo mantener la balanza entre los temas más relevantes de la vida cultural. Sus colaboradores reconocieron su capacidad de dirección y su ánimo de dar siempre todo al lector y no guardarse nada bajo la manga, como él decía “echar toda la carne al asador”.
Aglutinador y líder de un grupo de colaboradores inigualable desde entonces, logró reunir los trabajos de Alfonso Reyes, Agustín Yáñez, Juan Rulfo, Octavio Paz, Juan José Arreola, Carlos Fuentes y escritores de otras latitudes como Jorge Luis Borges, Pablo Neruda y Jean Paul Sartre, entre muchos otros.
Fernando Benítez fue blanco de críticas por estar al frente de la llamada Mafia, como se conocía al grupo de intelectuales y escritores que colaboraban con él, pero lo cierto es que los mejores escritores de su época y muchos de nuestros días se iniciaron con él. Acogió a las nuevas generaciones y abrió camino a estudiantes o recién egresados, como José Emilio Pacheco, Elena Poniatowska, Carlos Monsiváis, Emmanuel Carballo y Raquel Tibol, entre otros.
José Emilio Pacheco lo recordaba como “uno de los fundadores de lo que a partir de 1966 llamamos nuevo periodismo, es decir, aquel que respondió al triunfo de la televisión subrayando los elementos literarios que estaban en su origen y en su comienzo. Es decir, el periodismo que incorporó las estrategias narrativas del cuento y la novela”.
Aunque es más conocido por su labor periodística también destaca su trabajo como antropólogo e historiador. En su producción encontramos trabajos como Viaje al centro de México, Un Indio zapoteco llamado Benito Juárez, De la Conquista a la Independencia, En la tierra mágica del peyote, Los indios de México, El rey viejo, entre otros. Sus obras han sido traducidas al inglés, francés, italiano, ruso, polaco y ucraniano.
En 1961 publica El agua envenenada, novela basada en un hecho real del caciquismo. La violencia de un pueblo, Tajimaroa, conducida hasta sus últimos extremos, ha sido captada con procedimientos literarios que hacen de este libro un testimonio a la vez que una obra maestra de la literatura.
Publicado:
18 feb 2021
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Episodio de podcast
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