Ciencia ficción capitalista: Cómo los multimillonarios nos salvarán del fin del mundo
Por Michel Nieva
()
Información de este libro electrónico
Crítica política y reivindicación literaria en un ensayo que alumbra las perversas conexiones entre la ciencia ficción y el capitalismo.
El capitalismo tecnológico impulsado por Bezos, Musk y Zuckerberg, con sus viajes interplanetarios y sueños de inmortalidad, es una seductora narrativa que se ha apropiado del lenguaje de la ciencia ficción dura para especular con un supuesto futuro mejor. La ciencia ficción capitalista ha devenido en la fantástica narración de una «humanidad sin mundo», de turistas que viajan por el cosmos sacándose selfis mientras la Tierra se prende fuego.
Este ensayo, que reivindica la literatura y hace una crítica política a la estetización tecnológica, nos muestra las perversas conexiones que existen entre la ciencia ficción y la historia del capitalismo.
Michel Nieva
Michel Nieva (Buenos Aires, 1988) estudió Filosofía en la Universidad de Buenos Aires y actualmente es investigador doctoral y docente en la Universidad de Nueva York. Publicó el poemario Papelera de reciclaje (2011), las novelas ¿Sueñan los gauchoides con ñandúes eléctricos? (2013), Ascenso y apogeo del Imperio Argentino (2018) y el libro de ensayos Tecnología y barbarie (2020), de próxima aparición en Anagrama. En Anagrama ha publicado La infancia del mundo. Además escribió el guión del videojuego en 8 bits Elige tu propio gauchoide (basado en el universo de sus libros de ciencia ficción. En 2021 fue elegido por la revista Granta como uno de los mejores narradores jóvenes en español y en 2022 ganó el O. Henry Prize, uno de los galardones más antiguos y prestigiosos que se conceden a fi cciones breves publicadas en Estados Unidos. Su obra ha sido traducida al búlgaro, el inglés y el italiano.
Lee más de Michel Nieva
Narrativas hispánicas
Relacionado con Ciencia ficción capitalista
Títulos en esta serie (53)
La otra guerra: Una historia del cementerio argentino en las islas Malvinas Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Pandemia: La covid-19 estremece al mundo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Cómo ordenar una biblioteca Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Lliçons d'una pandèmia: Idees per fer front als reptes de salut planetària Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNova il·lustració radical Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesProhibido aprender: Un recorrido por las leyes de educación de la democracia Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCom ordenar una biblioteca Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesExtraños: Ensayos sobre lo humano y lo no humano Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPandèmia: La covid-19 trasbalsa el món Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLecciones de una pandemia: Ideas para enfrentarse a los retos de salud planetaria Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Estranys: Escrits sobre l'humà i el no humà Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNueva ilustración radical Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La guerra de las plataformas Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Ofendiditos: Sobre la criminalización de la protesta Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El don de la siesta: Notas sobre el cuerpo, la casa y el tiempo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLo que estábamos buscando: De la pandemia como criatura mítica Calificación: 4 de 5 estrellas4/5En presencia de Schopenhauer Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Yo soy el monstruo que os habla: Informe para una academia de psicoanalistas Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Silencio administrativo: La pobreza en el laberinto burocrático Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La moda justa: Una invitación a vestir con ética Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Las tres dimensiones de la libertad Calificación: 2 de 5 estrellas2/5La carta robada Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos enemigos: O cómo sobrevivir al odio y aprovechar la enemistad Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La cancelación y sus enemigos Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Naturaleza, cultura y desigualdades Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos brotes negros: En los picos de ansiedad Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Monstruas y centauras Calificación: 5 de 5 estrellas5/5¿Soy yo normal?: Filias y parafilias sexuales Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Hipocondría moral Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Ecotopía: Una utopía de la Tierra Calificación: 1 de 5 estrellas1/5
Libros electrónicos relacionados
Cúbit Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNo soy un robot: La lectura y la sociedad digital Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa gran fragmentación Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMembrana Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El informe: Trabajo intelectual y tristeza burocrática Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTecnología y barbarie Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Los íntimos: (Memoria del pan y las rosas) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEstar en su lugar: Habitar la vida, habitar el cuerpo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesModos de existir: Más allá de la inteligencia humana Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAgujeros blancos: Dentro del horizonte Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesVivir peor que nuestros padres Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Naturaleza, cultura y desigualdades Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPersianas metálicas bajan de golpe Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSin relato: Atrofia de la capacidad narrativa y crisis de la subjetividad Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesElogio de la melancolía Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Juntos: Un manifiesto contra el mundo sin corazón Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSeñor Kafka Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDiario del ladrón Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNull Island Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTodas las mañanas del mundo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAntonio Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesHéroes: Asesinato masivo y suicidio Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Oda a la oscuridad Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUn malestar indefinido: Un año sin dormir Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUnos meses de mi vida: Octubre 2022 - marzo 2023 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesInéditos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa consagración de la autenticidad Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa música del mundo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCarus Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMark Fisher: Los espectros del tardocapitalismo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Diseño para usted
Introducción a la Masonería Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Noches Blancas Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Dibujo para diseñadores gráficos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El libro del bordado. Puntos, esquemas, realizaciones Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Literatura infantil Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La pasión del poder Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Técnicas de patronaje: Carrera de Diseño y Gestión en Moda (Tomo I - Mujer) Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Desabarrotar: Cómo Desabarrotar Tu Hogar Más Minimalismo, Menos Libros Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Dignos de ser humanos: Una nueva perspectiva histórica de la humanidad Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El gran teatro del mundo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El diseño del mundo: ¿Cómo se crea una experiencia? Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Fundamentos del diseño Calificación: 2 de 5 estrellas2/5La experiencia de leer Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Pintura digital expresiva en Procreate Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa enfermedad de escribir Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Crochet para principiantes Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos cínicos no sirven para este oficio: (Sobre el buen periodismo) Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Escalofriantes Misterios sin Resolver: Grandes Misterios que han Dejado Confundida a la Humanidad Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesFotografía Digital Réflex Paso a Paso Calificación: 4 de 5 estrellas4/5¿Soy yo normal?: Filias y parafilias sexuales Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Pequeño tratado de los grandes vicios Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Los 5 pilares del branding: Anatomía de la marca (interiores en color con imágenes) Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Mis chistes, mi filosofía Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La dama del perrito Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Mente Millonaria, un cambio desde adentro Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesViaje a través de la moda: Diseñadores, iconos,y estilos de los siglos XX y XXI Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos enemigos: O cómo sobrevivir al odio y aprovechar la enemistad Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Mimimalismo Calificación: 3 de 5 estrellas3/5CeroCeroCero: Cómo la cocaína gobierna el mundo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Las cosas como son y otras fantasías: Moral, imaginación y arte narrativo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5
Comentarios para Ciencia ficción capitalista
0 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
Ciencia ficción capitalista - Michel Nieva
Índice
Portada
Metaverso, turismo espacial, inmortalidad, sojapunk
Ciencia ficción capitalista
Ese momento fugitivo de la letra al acero, la ciencia ficción
Cambio climático, el gran orgullo del hombre blanco
Ciencia ficción comunista o socialismo interplanetario
Ciencia ficción capitalista, fase superior del colonialismo
Epílogo
Notas
Créditos
Michel Nieva (Buenos Aires, 1988) estudió Filosofía en la Universidad de Buenos Aires y actualmente es investigador doctoral y docente en la Universidad de Nueva York. Ganador del Premio O. Henry, en Anagrama ha publicado La infancia del mundo y Tecnología y barbarie.
Ciencia ficción capitalista Cómo los multimillonarios nos salvarán del fin del mundo El capitalismo tecnológico impulsado por Bezos, Musk y Zuckerberg, con sus viajes interplanetarios y sueños de inmortalidad, es una seductora narrativa que se ha apropiado del lenguaje de la ciencia ficción dura para especular con un supuesto futuro mejor. La ciencia ficción capitalista ha devenido en la fantástica narración de una «humanidad sin mundo», de turistas que viajan por el cosmos sacándose selfis mientras la Tierra se prende fuego. Este ensayo, que reivindica la literatura y hace una crítica política a la estetización tecnológica, nos muestra las perversas conexiones que existen entre la ciencia ficción y la historia del capitalismo.
Metaverso, turismo
espacial, inmortalidad,
sojapunk
En octubre de 2021, tras rebautizar a su emporio tecnológico con el nombre de Meta Platforms, Mark Zuckerberg manifestó su deseo de convertir en un futuro cercano a Facebook, Instagram y WhatsApp en una plataforma de realidad virtual a la que llamó metaverso. La noticia resonó en la opinión pública por varios motivos, y quizá uno de los menos comentados fue que Zuckerberg y su equipo habían robado el concepto de Snow Crash, una novela de ciencia ficción escrita por Neal Stephenson. La historia de este libro transcurre en un hipotético siglo XXI en que Estados Unidos, tras un colapso económico mundial sin precedentes, privatiza hasta el más elemental de sus servicios y cede la soberanía de Los Ángeles a un puñado de megacorporaciones. En un marco de anarcocapitalismo total, los individuos buscan una vida mejor en el metaverso, donde adquieren bienes de lujo con los que ni siquiera podrían soñar en sus precarias existencias materiales. El conflicto se desata cuando Hiro, un hacker y repartidor de pizza, descubre por azar Snow Crash, un poderoso virus y narcótico que quiebra el funcionamiento de este universo digital. El argumento, en suma, busca agotar todos los clichés del cyberpunk: megacorporaciones que controlan ciudades precarizadas y apocalípticas, hackers insurrectos, extraños virus supercontagiosos, realidades virtuales que se apoderan de nuestra realidad, tópicos a tal punto exagerados y parodiados que hubo quien consideró Snow Crash una sátira del género, o el primer libro postcyberpunk.
Pero lo curioso de esta novela, publicada originalmente en 1992, es que especulaba con un tiempo que solamente cargaba con la marca de la distopía por extender a un futuro no tan lejano (el siglo XXI) las lógicas neoliberales de precarización laboral, deslocalización industrial y aumento desmesurado del poder de las megacorporaciones frente a un Estado débil que ya existían en los Estados Unidos en que fue concebida. Sin embargo, acaso por el peculiar contexto de su publicación (la costa oeste norteamericana, y a dos años del inicio del uso comercial de internet para computadoras personales), la lapidaria invectiva de la novela contra el más salvaje capitalismo de mercado pasó desapercibida y rápidamente quedó eclipsada por las novedades tecnológicas que aventuraba en este futuro de neoliberalismo acelerado.
En pocos años, Snow Crash adquirió en Silicon Valley el estatuto legendario de oráculo, ya que inspiró tecnologías que luego serían íconos del capitalismo digital, como las criptomonedas, Google Earth, las aplicaciones de envío a domicilio, el videojuego Quake, la plataforma Second Life, la Wikipedia, el antedicho metaverso (que en rigor ya había sido inventado por William Gibson, en Neuromante, con el sugestivo nombre de matrix), además de popularizar el término de origen sánscrito avatar. A tal nivel este libro presagió mercancías y preceptos digitales que las corporaciones de Silicon Valley lo volvieron de lectura obligatoria entre sus equipos creativos, y gurúes de ese ambiente como Bill Gates, Serguéi Brin, John Carmack o Peter Thiel reconocieron la deuda intelectual de sus creaciones con las imaginadas en Snow Crash.
A Neal Stephenson, a raíz de esta veta futurológica de su literatura, no le escasearon ofertas laborales de corporaciones de innovación tecnológica. Puso su imaginación, alimentada por la lectura de space operas y novelitas cyberpunk, al servicio de Blue Origin, la compañía espacial de Jeff Bezos, donde trabajó en el diseño de productos astronáuticos durante siete años, mientras que actualmente ocupa el puesto de «futurólogo» en Magic Leap, una empresa de gafas de realidad aumentada con fines comerciales y científicos, y que compite en el mismo rubro que Meta.
En 2021, cuando Zuckerberg anunció su metaverso, Neal Stephenson se desligó por Twitter/X de cualquier responsabilidad intelectual del proyecto. Sin embargo, según tuiteó, no se desligaba para denunciar que la crítica anticapitalista de su novela se hubiera bastardeado al servicio de una de las corporaciones más monopólicas y multimillonarias de la Tierra, sino porque no había cobrado regalías por el uso de su idea original.
En mayo de 2020, SpaceX, la compañía espacial de Elon Musk, también dueño de Twitter/X, se convirtió en la primera organización privada en enviar un vuelo tripulado al espacio, la misión Crew Dragon Demo-2. Quien haya visto las fotos de Douglas Hurley y Robert Behnken, los dos astronautas al mando de la aeronave, habrá notado la impecable estética de sus trajes y del interior del vehículo, que evocaba más el lenguaje visual de 2001: Odisea del espacio, Interstellar o Armageddon que el de los funcionales trajes abombados de pasadas misiones de la NASA. En efecto, un vestuarista y diseñador de Hollywood llamado José Fernández, en cuya trayectoria destaca el diseño de los cascos de Daft Punk, del vestuario de El planeta de los simios, de Batman o de las películas de Marvel, y que esculpió las criaturas de Gremlins 2, Godzilla y Alien 3, fue el encargado de concebir la estética de la misión y de todos los productos de SpaceX. En una entrevista, José Fernández relata que justamente fue contratado por Elon Musk para actualizar el modelo de origen militar de los trajes astronáuticos norteamericanos a una versión más estilizada. Así, inspiró su diseño en los cascos de Daft Punk que él mismo había confeccionado y en el vestuario del actor Keir Dullea en 2001: Odisea del espacio. Bajo la directiva de Musk de que el traje se asemejara a un smoking, redujo su tamaño para volverlo más entallado y pegado al cuerpo, como el atuendo de un superhéroe, que resalta sus bíceps y pectorales.1 Y no es casual esta