Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Desde $11.99 al mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

El sistema solar espacial
El sistema solar espacial
El sistema solar espacial
Libro electrónico133 páginas1 hora

El sistema solar espacial

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer vista previa

Información de este libro electrónico

El sistema solar espacial contiene muchas ideas nuevas sobre el espacio y el Big Bang, y presenta un modelo diferente de ver a los sistemas planetarios en general a la estructura del espacio, al universo en sí, proponiendo, de hecho, que vivimos en un sistema solar espacial y no planar, como hasta el momento conocemos, donde los planetas no se mueven alrededor del sol ni en círculos ni en elipses, sino en hélices. Hélices que se generan dentro de un embudo que forma el sol en su traslación en el espacio.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento13 sept 2024
ISBN9788410890206
El sistema solar espacial

Relacionado con El sistema solar espacial

Libros electrónicos relacionados

Ficción general para usted

Ver más

Artículos relacionados

Categorías relacionadas

Comentarios para El sistema solar espacial

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    El sistema solar espacial - Patricio Garrido

    Portada de El sistema solar espacial hecha por Patricio Garrido

    © Derechos de edición reservados.

    Letrame Editorial.

    www.Letrame.com

    [email protected]

    © Patricio Garrido

    Diseño de edición: Letrame Editorial.

    Maquetación: Juan Muñoz

    Diseño de cubierta: Rubén García

    Supervisión de corrección: Celia Jiménez

    ISBN: 978-84-1089-020-6

    Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de cubierta, puede ser reproducida, almacenada o transmitida de manera alguna ni por ningún medio, ya sea electrónico, químico, mecánico, óptico, de grabación, en Internet o de fotocopia, sin permiso previo del editor o del autor.

    «Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47)».

    .

    A Carla Patricia, Allison y Andrés, mis hijos amados.

    A Carlos Félix quien marcó mi vida al comprar un Apolo 11

    de cartón en mi niñez y a Rosa Argentina, fortaleza, pilar, lujo de la raza humana, mis adorados padres.

    Introducción

    Quito, 7 de agosto del 2004.

    Aunque la gravedad es una de las cuatro fuerzas de la naturaleza y por tanto posea un efecto decisivo sobre los cuerpos celestes, son muy pocas las personas que se han dedicado a analizarla a profundidad.

    Pensadores de la talla de Einstein dedicaron años de su vida a descifrarla y matemáticos como Hawking aún lo siguen haciendo. Acertados o no en sus cálculos y prototipos, ambos han llegado a conclusiones diferentes que han mostrado aciertos e incorrecciones.

    El modelo Einstein de la gravedad une intrínsecamente espacio y tiempo, de tal forma que ninguno de los dos puede existir por sí solo y todos los cálculos de su teoría se generaron tomando esta hipótesis como inicio y base de su posterior desarrollo teórico. Es por esto por lo que todos sus tratados mencionan el espacio-tiempo.

    El modelo Hawking introduce el concepto de los gravitones, partículas virtuales. Esto es, sin masa, que serían las que se encargan de transmitir la fuerza de la gravedad desde un cuerpo celeste a otro. Sin embargo, él mismo reconoce que hasta la fecha no se ha podido aislar a uno de estos gravitones, ardua tarea en caso de que no existieran.

    El modelo Newton o de mecánica clásica introdujo hace mucho tiempo el concepto de la fuerza de atracción entre planetas como la causa que genera la gravedad.

    Aquí y ahora presento a la humanidad otra teoría que si gusta ser tomada como ficción lo acepto y sobre cuya responsabilidad me declaro culpable.

    Debo aclarar que no dispongo de ningún medio material para verificar estas ideas, por lo tanto prefiero que a estas ideas se las tome como ficción antes que como una verdadera teoría física astronómica que, a pesar de tratar de dar un nuevo concepto sobre la gravedad, incluye ideas sobre el origen del universo, sobre la red de ondas que estructuran el espacio, sobre los embudos, los sistemas planetarios y las órbitas de los planetas.

    Está en cada uno de los lectores aceptar o desechar lo que sigue.

    Patricio Garrido E.

    La gravedad: su concepto actual

    A partir de Newton, quien magistralmente describió las leyes físicas a partir de las cuales se ha desarrollado la mayor parte de las ciencias actuales, sabemos que la gravedad es la aceleración que adquiere un cuerpo cuando se encuentra sometido a las fuerzas de atracción que existe entre los cuerpos celestes.

    El valor que se le asigna a la gravedad es de 9,8 m/s2 y es usado permanentemente por las personas inmersas en cálculos.

    El concepto creado por Newton sobre las fuerzas de atracción entre planetas ha sido aceptado y usado hasta hoy. Este implica la existencia de una fuerza en el universo que se origina tan solo por la presencia de dos cuerpos celestes. Es decir, como el concepto lo indica, si dos cuerpos en el universo están cerca entre sí se crea una fuerza de atracción que origina la gravedad.

    Esto desecha la existencia de la gravedad si en el universo existe un cuerpo único.

    Supongamos por un momento que en todo el infinito espacio que ocupa el universo existiera un único cuerpo celeste, la gravedad dejaría de existir, pues es condición básica para su existencia la presencia de otro cuerpo celeste. Es decir, que si un hombre que habita en ese único cuerpo celeste lanza a su cielo un balón, este balón viajaría interminablemente en el infinito, pues la carencia de gravedad en este único cuerpo celeste facilitaría su viaje y dicho balón jamás regresaría a las manos de su dueño.

    Realmente parece ser que aquí existe un error.

    Debo aclarar antes de continuar que lo que se pone en duda no es el valor numérico de la gravedad, esto es 9,8m/s2, valor que pienso es correcto, sino el concepto de gravedad.

    Creo que las personas que miden y han medido el valor numérico de la aceleración de la gravedad han usado los métodos correctos para determinar su valor y jamás podría refutar tal medición, pues carezco de los medios que se requieren para realizarla. Lo que aquí se ha iniciado a refutar es el concepto establecido para la gravedad.

    La gravedad está definida como la atracción manifestada entre un cuerpo celeste y los situados en su superficie o cerca de ella; aceleración de caída de los cuerpos en la superficie terrestre (cuando es referida a la Tierra) se designa con la letra g y su valor disminuye a medida que aumenta la altura.

    Es clarísima la necesidad de la existencia de por lo menos dos cuerpos para que pueda existir la gravedad. Cuerpos únicos o muy alejados entre si no originan gravedad.

    Sin embargo, es claro que todo cuerpo del universo, aunque sea un cuerpo unico atrae a otro cualquiera sea su masa en un valor diferente a cero, es decir, posee gravedad.

    Esta atracción manifestada, a pesar de no ser explicada hasta la actualidad, parece indicarnos que los cuerpos celestes, por el solo hecho de existir, ya poseen la cualidad de atraer a otro cual si fueran imanes.

    La Tierra, por ejemplo, posee un gran campo electromagnético que protege al hombre de los efectos malignos de la radiación solar. Sin embargo, en ningún momento puede ser considerada como un imán.

    Es más, no son abundantes los cuerpos celestes que puedan ser considerados como imanes al punto que puedan atraer a otro cuerpo por su polaridad contraria. En el sistema solar, ningún planeta tiene un campo electromagnético tan fuerte que pueda ser considerado como imán.

    Entonces, esta atracción manifestada o también denominada fuerza de atracción entre planetas, no es una fuerza electromagnética, sino una fuerza gravitatoria que se origina por la presencia de más de un cuerpo celeste cercano.

    Extraño caso de una fuerza que no existe para un cuerpo único, pero que se crea tan pronto como se coloque otro cuerpo cerca.

    Esto significa que si colocamos dos cuerpos artificiales en el espacio,

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1