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El último grumete de la Baquedano
El último grumete de la Baquedano
El último grumete de la Baquedano
Libro electrónico131 páginas1 hora

El último grumete de la Baquedano

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Información de este libro electrónico

Por fin llega a los lectores una nueva edición de El último grumete de la Baquedano, el clásico de la literatura nacional. Se trata de una oportunidad para revisitar la obra del destacado autor Juan Francisco Coloane y hacer una relectura más profunda, alejada de miradas superficiales, y de este modo, sumergirnos en su sentido más duradero.
"El último grumete de la Baquedano es harto más que el relato infantil que la crítica ha querido ver prácticamente desde que la obra se publicó por primera vez. Muy lejos de eso, yo sostengo que construye, además, una alegoría del Estado, una del Estado nación, y entendido este a la manera moderna, revolucionaria y napoleónica, como el "pueblo en armas", para decirlo con la fórmula que consagra la emergencia en la historia del ciudadano-soldado. El viaje de la vieja corbeta Baquedano en la obra de Coloane puede leerse, en consecuencia, como el viaje de reconocimiento que realiza la patria chilena de la primera mitad del siglo XX por su territorio y por su historia".
Grínor Rojo, crítico literario
IdiomaEspañol
EditorialEdiciones UC
Fecha de lanzamiento9 jul 2024
ISBN9789561432789
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    El último grumete de la Baquedano - Francisco Coloane

    EDICIONES UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE

    Vicerrectoría de Comunicaciones y Extensión Cultural

    Av. Libertador Bernardo O’Higgins 390, Santiago, Chile

    [email protected]

    lea.uc.cl

    EL ÚLTIMO GRUMETE DE LA BAQUEDANO

    Francisco Coloane

    © Inscripción Nº 2024-A-6084

    Derechos reservados

    Mayo 2024

    ISBN N° 978-956-14-3277-2

    ISBN digital 978-956-14-3278-9

    Diseño: Carolina Valenzuela

    CIP-Pontificia Universidad Católica de Chile

    Coloane, Francisco, 1910-2002, autor.

    El último grumete de la Baquedano / Francisco Coloane.

    1. Novelas chilenas

    I. Tít.

    2024 Ch863 + DDC2 RDA

    La reproducción total o parcial de esta obra está prohibida por ley. Gracias por comprar una edición autorizada de este libro y respetar el derecho de autor.

    Diagramación digital: ebooks Patagonia

    www.ebookspatagonia.com

    [email protected]

    ÍNDICE

    PRESENTACIÓN

    Ignacio Sánchez D.

    EL ÚLTIMO GRUMETE DE LA BAQUEDANO

    Francisco Coloane

    I.¡Rumbo al Sur!

    II.Primera noche

    III.¡El último grumete!

    IV.¡Tres bultos a estribor!

    V.El fantasma del Leonora

    VI.Tempestad mar afuera

    VII.La caza de ballenas

    VIII.Los alacalufes

    IX.De Punta Arenas a la tumba del diablo

    X.Detrás de los témpanos

    XI.El paraíso de las nutrias

    XII.El avestruz del mar

    XIII.De regreso

    XIV.La locura de Escobedo

    SOBRE EL ÚLTIMO GRUMETE DE LA BAQUEDANO Y ALGO MÁS

    Grínor Rojo

    Con alegría escribo estas líneas para introducir esta nueva edición de la novela El último grumete de la Baquedano, la que inaugura el trabajo conjunto de la Universidad Católica a través de la Facultad de Letras, del Centro de Estudios de Literatura Chilena (CELICH), Ediciones UC y el archivo patrimonial, –compuesto por más de 200 manuscritos y cuadernos de notas–, donado por la familia del reconocido escritor chileno, Francisco Coloane Cárdenas, uno de los más importantes narradores chilenos del siglo XX. El valioso archivo, que incluye borradores, ideas de textos, reflexiones personales, estudios, anotaciones y diarios de viaje, nos permite conocer en mayor profundidad el trabajo creativo del autor.

    Esta novela nos sumerge en ese imaginario de los paisajes del sur de Chile o en la vivencia del ser humano en la inmensidad del mar, dos importantes tópicos de su narrativa. Las aventuras de Alejandro Silva Cáceres, de tan solo 15 años, se desarrollan de manera magistral e inolvidable. El mismo autor nos habla de su fecha de nacimiento en el artículo titulado Chiloé del niño, publicado en El Mercurio el 9 de noviembre de 2001: en una casa construida sobre pilotes de madera alquitranados, mi madre, Humiliana Cárdenas Vera, campesina de Huite, [...], me dio a luz a las cinco y media de la mañana, el 19 de julio de 1910, en Quemchi. En esos días, mi padre, Juan Agustín Coloane Muñoz, andaba navegando de capitán de barco de cabotaje. Sus primeros años estuvieron marcados por su entorno. Así lo describe en este mismo artículo de su autoría: La voz de mi madre y el rumor del mar arrullaron mi infancia. Su vida en la Isla Grande de Chiloé, su experiencia en una estancia en Tierra del Fuego, como peón, ovejero, recorredor de campo y capataz, se manifiestan en gran parte de sus relatos en que la fuente de inspiración son los lugares inexplorados e inhóspitos del sur de Chile.

    Francisco Coloane fue reconocido con importantes distinciones. Obtuvo el Premio Nacional de Literatura en 1964, ejerció como presidente de la Sociedad de Escritores de Chile el año 1966 y en 1980 fue elegido miembro de la Academia Chilena de la Lengua. Francia, en 1996, lo condecora con la medalla de Caballero de la Orden Nacional de Artes y Letras. Su novelas y cuentos han sido traducidos a diferentes idiomas como al inglés, holandés, turco, francés, alemán, griego, italiano, portugués, entre muchos otros. Por la temática que aborda en sus obras, en diferentes artículos ha sido comparado incluso con el francés Julio Verne, el estadounidense Jack London y el polaco Joseph Conrad.

    Para la Universidad Católica es una alegría y también una gran responsabilidad recibir el archivo patrimonial que conforma su obra, ya que es un material de gran valor. Agradecemos la confianza y generosidad de la familia, ya que compartimos el interés en la obra de Francisco Coloane, en especial su investigación, difusión y preservación. Queremos que estudiantes y académicos puedan conocer en profundidad el legado del autor, que este sea objeto de reflexión, estudio e investigación. Para ello, la documentación será digitalizada y conservada en la Colección Patrimonial de la Biblioteca de Humanidades en el campus San Joaquín. En la UC nos encontramos desarrollando una agenda activa en el campo del patrimonio cultural, y la recepción del archivo patrimonial de Francisco Coloane se suma a acervos de valor patrimonial de varios destacados escritores y escritoras de nuestro país. De esta manera, queremos poner las capacidades de la Universidad al servicio del resguardo de estos bienes culturales, de su puesta en valor y difusión.

    Se agradece de manera especial al hijo del escritor, don Juan Francisco Coloane Rojas, por la confianza que ha depositado en nuestra Universidad para el cuidado de esta colección. Reiteramos nuestro compromiso de resguardar y difundir la obra de su padre poniéndola a disposición de la comunidad de investigadores, estudiantes y lectores.

    Ignacio Sánchez D.

    Rector, Pontificia Universidad Católica de Chile

    I ¡RUMBO AL SUR!

    –¡Veinte grados más a babor! –exclamó en voz alta el teniente de guardia en el puente de mando de la corbeta General Baquedano.

    –¡Veinte grados más a babor! –repitió, como un eco, el timonel, mientras sus callosas manos daban vigorosas vueltas a las cabillas de la rueda del timón.

    Una ráfaga del noroeste recostó a la nave hasta hundir la escora de babor entre las grandes olas, cuyos negros lomos pasaban rondando hacia la oscuridad de la noche; el ulular del viento aumentó entre las jarcias, el velamen hizo crujir la envergadura, y el esbelto buque escuela de la Armada de Chile, blanco como un albatros, puso proa rumbo al sur, empujado a doce millas por hora por la noroesteada que pegaba por la aleta de estribor.

    Era el último viaje de este hermoso barco. Después de educar a su bordo a numerosas generaciones de oficiales, suboficiales y marineros para la Marina chilena, la superioridad naval había dispuesto que realizara el último crucero hasta el Cabo de Hornos, para proceder, a su vuelta, al desguazamiento de la nave, en razón de que, envejecida en sus luchas con los mares de todas las latitudes, ya no ofrecía seguridades para la navegación en las peligrosas rutas que tienen que surcar los marinos de guerra.

    Con trescientos hombres de tripulación, de comandante a grumete, al caer de una tarde de otoño, levó anclas en la bahía del puerto militar de Talcahuano, pasó con su motor auxiliar la isla Quiriquina, y ya mar afuera, izó todo su velamen y puso proa al Sur, en cumplimiento de esa orden.

    Trescientos hombres de tripulación consignaba en sus páginas el libro bitácora el día de su partida; pero, en realidad, iban trescientos uno: ¡Nadie sabía a bordo nada de este último tripulante! En un pañol de proa, bajo el castillo, acurrucado entre los rollos de las jarcias y cadenas, un niño de más o menos quince años permanecía tembloroso entre las sombras, en espera de su incierto destino.

    Hacía cerca de tres horas que se encontraba en ese escondite, seguro de que nadie sospecharía su presencia a bordo, pues la vigilante guardia del portalón debía estar cierta de que ningún extraño pasó por esa única entrada a la corbeta en las horas que se preparaba para el zarpe.

    Esta seguridad le dio cierta tranquilidad; pero luego pensó en la noche que le esperaba en el pequeño recinto del pañol, que un marinero había cerrado, sin darse cuenta de la permanencia del niño, con una cadena y un candado por fuera.

    De vez en cuando un barquinazo lo obligaba a aferrarse de los rollos de jarcias para no ser lanzado violentamente contra las paredes de fierro y luego, cuando la nave parecía recobrar su posición, oía claramente el golpe de las olas contra el

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