Clonación Humana: Los Aportes de la Psicología

Clonación Humana

-Los aportes de la Psicología-

Rachael A. Wood

Editorial Anuket

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Contenido

Prólogo

Capítulo 1:

Abordaje a la problemática de la bio-tecnología

Introducción

Bioética y su relación con la Psicología

La Psicología y su incumbencia en el tema

Capítulo 2:

La Clonación y su dimensión biológica

Antecedentes históricos

¿Qué es la clonación?

Explicación de términos

Tipos de clonación

Clonación reproductiva

Clonación terapéutica

La experiencia argentina

Bancos de células madres en Argentina

Capítulo 3:

La Clonación y su marco legal

Bioética y Derecho

Teorías sobre el comienzo de la vida humana

Teoría de la fecundación

Teoría de la anidación

Teoría de la formación de los rudimentos del

sistema nervioso central

Desprotección penal del embrión in vitro

Donación de embriones e identidad biológica

Clonación y su naturaleza jurídica

Clonación y su legalidad internacional

Capítulo 4:

Debate Bioético y Social

Las controversias, fundamentos

Los paradigmas en la ciencia

Crisis paradigmática en la Medicina

¿Libertad de investigación?

Principios y paradigmas de la Bioética

Psicología en la postmodernidad

Capítulo 5:

Las distintas posturas

Estatuto moral del embrión

Argumentos a favor y en contra

La Clonación y sus consecuencias

Algunos mitos sobre la clonación

La inmortalidad del impulso vital

La sanación infalible

Ingeniería genética en la especie humana del futuro

El hombre como ser clonado

Reflexiones desde la Bioética

Los problemas éticos

Capítulo 6

Aportes de la Psicología y Conclusiones Finales

Génesis de las discusiones

El hombre y su naturaleza

El hombre y lo social

Componentes sociales en un debate

El hombre ante la muerte

Actitudes ante la muerte

Nuevo concepto de la muerte

Existencialismo y moral

Abordaje psicológico del asesoramiento genético

Tipos de fertilización

Inseminación y respuesta social

Aspectos psicológicos del asesoramiento genético.

Frente a la vivencia de esterilidad

Desde la Psicología Clínica

Aportes de la Psicología Jurídica

Análisis de algunos antecedentes de la clonación

Desde la perspectiva de la Psicología Analítica

Literatura sobre Clonación

Un mundo feliz, de Aldous Huxley

Abordaje psicológico de la clonación natural

La connotación social

Reacción social (un caso argentino)

Estudios sobre gemelos verdaderos

Análisis de la Personalidad

La Personalidad según distintos autores y teorías

Innato vs. Adquirido en la personalidad

La clonación de la personalidad

Paternidad y personalidad

La personalidad de un ser clonado

Conclusiones finales y Recomendaciones

La Psicología y los interrogantes bioéticos

Analizando la realidad

La Ética como punto de partida

El hombre en el centro de los cuestionamientos

El debate argentino

Palabras finales

Prólogo

Oh, dame un clon,

de mi propia carne y huesos,

con su cromosoma Y mudado en X;

y cuando crezca

entonces mi propio cloncito

será el sexo opuesto.

Clon, clon de mí mismo,

con su cromosoma Y mudado en X;

y cuando estoy solo

con mi propio cloncito

ambos no pensaremos más que en sexo.

Oh, dadme un clon,

oid a mi melancólica luna,

sólo un clon que sea del todo yo mismo;

Y si es un X,

del sexo femenino,

oh, qué divertido cuando estemos pronos.

Mi corazón no es de piedra

como frecuentemente mostré

a solas con mi querido pequeño X;

y después de haber cenado,

estoy seguro de que encontraremos

mejor incesto que el Edipo Rey.

¿Por qué el sexo debe preocupar,

perturbar o dejar perplejo

o inducir a un tono desesperanzado?

A fin de cuentas, no podéis ver,

dado que ambos somos yo,

que cuando hacemos el amor estoy solo.

––––––––

Con estos versos de una canción de Randall, Isaac Asimov, escritor de temas científicos y de ficción, comenzó su disertación sobre la Clonación en tres conferencias dictadas a lo largo del año 1968.

Luego explicaba que para comprender estos versos hay que fijarse en el factor de que, genéticamente, la distinción entre ser humano masculino y femenino radica en que cada célula masculina tiene un cromosoma X y otro Y, y que cada célula femenina tiene dos cromosomas X. Por lo tanto, si, en el momento de la concepción, o bien poco después, un cromosoma Y puede cambiarse en un cromosoma X, un macho se convertiría ipso facto en una hembra. (Asimov, Isaac, 1993, p. 165).

Si bien faltarían casi cuatro décadas para que en Escocia se lograra con éxito el nacimiento del primer animal clonado, queda claro que el discurso científico y popular ya anticipaba un debate sobre el particular, que se iría profundizando hasta nuestros días, pero siempre bajo términos sesgados de incredulidad, temor, utopías fantásticas, tabúes al descubierto, y muy poco de realidad científica.

La investigación vinculada con la clonación humana ha sido y es objeto de ataques similares a los sufridos por otras áreas del conocimiento en diferentes momentos de la historia de la ciencia. Ignorancia, creencias, mitos e ideologías irracionalistas y anticientíficas han contribuido de diversas maneras a configurar polémicas que no han ayudado a crear una conciencia responsable de los riesgos y beneficios abiertos por la investigación científica y tecnológica. En el caso de la clonación humana confluyen múltiples expresiones adversas alimentadas por una profusa ficcionalización en la literatura y sobre todo en el cine, que se vieron estimuladas por la aparición en 1997 del primer mamífero clonado y, más recientemente, por el anuncio de la clonación de embriones humanos. (Comité de Ética en la Ciencia y la Tecnología [CECTE], 2003).

Con el presente trabajo de investigación pretendo abrirme paso ante un mar inacabable de información, permitiéndome la consigna de encontrar un camino, una senda que aclare conceptos, delimite temas, separe lo real de lo ficcional, y de estos últimos tomar en cuenta lo que pueda estar señalando un futuro, aunque en el presente se muestre como fantasía humana.

Sabemos, por una primera aproximación, que la técnica de la clonación no es abordada ni analizada con frecuencia por la Psicología, quizás, debido al menguado concepto cotidiano que la Psicología solo estudia el comportamiento humano, es decir, si oficialmente no se admite todavía el nacimiento del primer ser humano nacido por esta técnica, a la Psicología solo le resta esperar que ello ocurra para comenzar a analizar. Consideramos que lo anterior es una falacia, la clonación existe, no es utopía!, la naturaleza clona en el reino vegetal, el hombre clona animales; el mismo procedimiento es válido para la raza humana, y esto conlleva un debate sobre su utilidad, de la ética o moral de quienes lo llevarían a cabo, de la caducidad de preceptos religiosos que ponen a Dios como único Creador, de las ansias extremas de parejas por concebir un hijo o salvar una vida, fines científicos que son manifestados, aunque todavía es poco lo que se dice de las contraindicaciones.

Nos encontramos en un mundo netamente social, el hombre no conoce otra forma de llevar adelante su desarrollo. Somos individuos que vivimos solos con nosotros mismos, pero que necesitamos del otro para justificarnos. Es imperiosa la necesidad de acuerdos, de leyes que regulen el comportamiento, de normas que guíen el bien común; debe existir una voz de alerta que se encienda cada vez que en la vida en sociedad surja algún elemento que amenace con modificar el status quo.

Es ahí, justamente en la vorágine de nuestros tiempos, en el calor de las discusiones, en el fragor de la lucha del debate en donde la Psicología asienta sus reales. Interpreta deseos, manifiestos y encubiertos, analiza los discursos humanos, observa el presente teniendo en cuenta pasado y posibles futuros. Busca explicaciones objetivas en donde otros solo mantienen obstinadas posturas, y todo esto volcado a prescribir líneas de entendimiento que hagan confluir decisiones en pos de la calidad de la vida humana.

Es necesario fijar metas honestas desde un principio para el presente libro. Pretendo presentar los posibles aportes que puede brindar la Psicología al debate bioético de la clonación humana, no busco llegar a una respuesta definitiva sobre el particular, intentaremos más que nada plantear la temática considerando sus aristas, siendo consciente de la cuota de subjetividad que se inmiscuye cuando se tratan estas cuestiones. Aspiramos a elaborar un trabajo que aporte una visión de la problemática y sus consecuencias sociales. Creemos oportuno señalar que las tecnociencias avanzan de un modo significante y la Psicología debe, no solo enfrentar el reto de superarse, sino también de acompañar los cambios que propone el mundo científico.

Mi propuesta es aportar una visión global desde la Psicología, y no de una corriente en particular; esto conlleva un compromiso de dar una perspectiva superior del tema abordado, planteándolo desde los distintos paradigmas de la Psicología, pero que redunda en obtener una idea mas acabada del hombre en comunidad, sus deseos, sus temores, sus prejuicios, y sus acciones.

Capítulo 1

Abordaje a la problemática

de la biotecnología

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Introducción

Aristóteles hace una pregunta que nos sirve de punto de partida para el presente trabajo de investigación: ¿Quién es mejor médico: el que produce un daño a su paciente a sabiendas o el que lo hace inadvertidamente?

La respuesta es clara: el que hace el mal sin querer puede ser muy buena persona, pero no es un buen médico porque no sabe suficiente Medicina. En cambio, para dañar adrede a un paciente es necesario saber Medicina. En este sentido, ese individuo es mejor médico, aunque sea peor hombre.

Con este ejemplo, Aristóteles ilustra la diferencia entre el mundo de la técnica (poiesis) y el de la praxis, entre el hacer y el obrar. En el campo de la técnica, basta con saber para ser un buen técnico, independientemente de cómo se utilice ese conocimiento. Distinto es en el terreno moral. Aquí no basta con saber: hay que hacer el bien. Pero si este ejemplo era válido en la Atenas del siglo IV AC, hoy es relativo, ya que se le reconoce a la Medicina unas características que van más allá de la consideración técnica de que era objeto en tiempo de los griegos. Es sorprendente que sea así, precisamente en una época en que las técnicas médicas se han desarrollado más que nunca. Pero no es casual: el avance de las técnicas nos muestra por contraste la porfía de la Medicina a no separarse de ellas.

La racionalidad que produjo como fenómeno la modernidad en todo el ámbito general de la cultura, desemboca en la primacía de la técnica. La frontera entre ciencia y tecnología se difumina cada vez más. La preocupación de la ciencia tradicional era descubrir la esencia del objeto a conocer; la preocupación de la tecnociencia contemporánea es la plasticidad del objeto a manipular. Cada vez es más difícil delimitar entre lo que es descubrimiento y construcción.[1]

El hombre, por instinto natural, a través de los siglos ha intentado dominar los elementos de la naturaleza. Durante la última década, la comunidad internacional se ha visto conmovida por los anuncios de espectaculares avances en el campo de la biología molecular y la ingeniería genética, planteando diversos interrogantes que han dejado sin respuesta al hombre común.

El científico ha logrado descifrar el know how[2] de la especie humana, ha logrado la manipulación del cuerpo humano y del entorno medioambiental, sin tener en claro aún, cuáles serán los beneficios y los desastres que con ello puede generar. De ahí la gran preocupación que estos temas suscitan en toda la sociedad moderna.

Los trascendentes hechos científicos que se vienen sucediendo avivaron el tradicional mito de si los científicos, utilizando sus conocimientos sobre genética, son capaces de construir al hombre ideal. Si conociendo el saber como genético, el hombre asumiría el papel de creador, dominando definitivamente la naturaleza, diseñándola según fueran las necesidades del hombre como especie.

En 1997 Diane Barthels, Director asociado de la Universidad de Minnesotta para la Ética Biomédica, a pocos días de que se anunciara que en Escocia un grupo de científicos había logrado clonar el primer animal, manifestó Los éticos se habían preguntado qué sucedería si desde hace años. Pero los científicos siempre respondieron que no hay que inquietarse, pensaron que eso no era posible y que no teníamos que preocuparnos durante un tiempo... y ahora sucedió.

Las biotecnociencias son más que una innovación tecnológica, son una revolución cultural en la historia de la humanidad. La controversia es determinar si proteger las innovaciones biotecnológicas en el interés de la humanidad o proteger a la humanidad de aquéllas. La ciencia y la técnica no pueden indicar por sí solas el sentido de la existencia y del progreso humano. Por estar ordenadas al hombre, en el que tienen su origen y su incremento, reciben de la persona y de sus valores morales la dirección de su finalidad y la conciencia de sus límites[3]. La Psicología hace una representación de la realidad en la que describe al hombre cuando acuerda vivir en sociedad, busca explicaciones de su comportamiento y lo que lo impulsa a determinado acto. Tal representación no está fijada de una manera inmutable, sino que es una descripción de las respuestas del hombre a sus necesidades socio-económicas y, por lo tanto, es flexible ante los cambios en esas necesidades.

Los nuevos cambios a los cuales la humanidad se ve sometida, reclaman no sólo un replanteamiento de principios morales básicos y regulación jurídica, sino principalmente ser comprendidos. Es por ello que con este libro intento señalar el impacto de las técnicas de reproducción asistida y de ingeniería genética en la sociedad moderna, y estudiar el papel que le corresponde asumir a la Psicología en dichos temas. Para ello centramos nuestro estudio en la situación actual del embrión in vitro, su caracterización como ser humano, las manipulaciones científicas a las que se ve sometido, y las reacciones que frente a ello adopta la comunidad científica y la sociedad en general.

Partimos de la convicción de que estas técnicas, sin su debida comprensión, pueden llegar a afectar, no sólo los intereses de los pretendidos progenitores que se someten a ella; si no también derechos inalienables que la sociedad toda tiene interés en proteger.

Para profundizar, creo de suma importancia tratar de comprender los datos que provienen de las ciencias biomédicas, para luego otorgarles el valor que considero que deben tener. Abordaremos este tema desde una perspectiva interdisciplinaria, relacionamos con la visión ética, la sociológica, y principalmente la visión científica.

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Bioética y su relación con la Psicología

No cabe duda de que los avances tecnocientíficos han arrojado, sobre todo a aquellos que los han producido, a una situación de perplejidad frente a determinadas situaciones. Se trata de verdaderas encrucijadas en las cuales flota la sensación de que las implicancias en juego afectan a lo más íntimo de la vida. Así pues, estas situaciones concretas de perplejidad a las que se ha llegado se deben a un desarrollo tecnológico aparentemente ingobernable. La solución exige la búsqueda de soluciones moralmente admisibles, que más tarde se transformen en criterios de acción para situaciones semejantes.

En la medida que la ciencia avanza no sólo va creando innovaciones tecnológicas, sino que va planteando graves dilemas a los que el hombre moderno aún no ha dado solución. Por ello, que en el intento de justificar su accionar, el hombre ha recurrido a principios éticos básicos. Busca en la ética el fundamento moral a sus acciones más importantes.

Cierto es que ... la construcción de un sistema de principios éticos fundamentales no se puede elaborar como un conjunto de bases abstractas, sino que debe examinarse su relación con las cuestiones fácticas sobre las cuales habrá de aplicarse[4], por eso cuando esa ética normativa encuentra como escenario de aplicación las ciencias biomédicas, estamos frente a la Bioética.

Bioética es un término que proviene de dos raíces griegas, bios (vida) y ethike (ética), aspira a conjugar ciencia y valores, ser y deber ser.

Esta nueva rama de la Ética, consiste en el estudio sistemático de la conducta humana en el área de las ciencias de la vida y la atención de la salud, en tanto que dicha conducta es examinada a la luz de los principios y valores morales.

La Bioética, respondiendo a las exigencias de la realidad, es una disciplina que abarca diversos campos científicos, intentando realizar una tarea integradora de ciencias tales como la Medicina, el Derecho, la Antropología, la Biología, la Neurofisiología, la Psicología, la Sociología, la Historia, la Teología, la Filosofía y la Ética. Podríamos decir que consiste en el estudio interdisciplinario de los problemas suscitados por el progreso biológico y médico, y sus repercusiones sobre la sociedad y sus sistemas de valores, vistos desde el presente y proyectándose a futuro.[5]

La Psicología se relaciona con todas las ciencias que conforman la Bioética: "Con la Historia, pues el estudio del pasado nos sensibiliza para apreciar otros puntos de vista distintos a los actuales, llamando ideología a tales visiones diferentes; pero ellas, aún siendo erróneas, presentan un gran valor para teorizar sobre la naturaleza humana y el origen del error. El error tiene varias formas de expresarse, y no una sola, en ocasiones se manifiesta en modo burdo, pero también sutilmente. Con la Filosofía, desde sus orígenes a través de los filósofos griegos (Platón, Aristóteles, Sócrates)