Rebeldes: Luz que no se apaga

REBELDES

Luz que nunca se apaga

SANDRA CARNEIRO

Por el Espíritu

Bento José

Traducción al Español:      

J.Thomas Saldias, MSc.      

Trujillo, Perú, Febrero 2024

Título Original en Portugués:

Rebeldes

©Sandra Carneiro, 2012

World Spiritist Institute

Houston, Texas, USA      

E– mail: [email protected]

De la Médium

Sandra Carneiro, nacida en mayo de 1963, está casada y vive en la ciudad de Atibaia, SP. A los catorce años, y aun sin conocer los principios espíritas, tuvo su primera experiencia con la psicografía, recibiendo un libro infantil

Posteriormente, después de unos años de dedicarse a los estudios de la Doctrina Espírita, tuvo la oportunidad de iniciar el trabajo de la psicografía a través de la novela Cenizas del Pasado, dictada por el espíritu Lucius, de quien también recibió las obras Renacer de la Esperanza, Exiliados por Amor y Jornada de los Ángeles. Ya en sociedad con el espíritu Bento José, psicografió las novelas Luz que nunca se va y Luz que consuela a los afligidos.

Participa en las actividades del Centro Espírita Casa Cristã da Prece y del Grupo de Asistencia Casa do Pão – entidad destinada a servir a la comunidad necesitada del barrio Maracanã, en Atibaia –, donde colabora con los hermanos de un ideal evolutivo.

Del Traductor

Jesus Thomas Saldias, MSc., nació en Trujillo, Perú.

Desde los años 80's conoció la doctrina espírita gracias a su estadía en Brasil donde tuvo oportunidad de interactuar a través de médiums con el Dr. Napoleón Rodriguez Laureano, quien se convirtió en su mentor y guía espiritual.

Posteriormente se mudó al Estado de Texas, en los Estados Unidos y se graduó en la carrera de Zootecnia en la Universidad de Texas A&M. Obtuvo también su Maestría en Ciencias de Fauna Silvestre siguiendo sus estudios de Doctorado en la misma universidad.

Terminada su carrera académica, estableció la empresa Global Specialized Consultants LLC a través de la cual promovió el Uso Sostenible de Recursos Naturales a través de Latino América y luego fue partícipe de la formación del World Spiritist Institute, registrado en el Estado de Texas como una ONG sin fines de lucro con la finalidad de promover la divulgación de la doctrina espírita.

Actualmente se encuentra trabajando desde Peru en la traducción de libros de varios médiums y espíritus del portugués al español, habiendo traducido más de 290 títulos así como conduciendo el programa La Hora de los Espíritus.

Índice

Prefacio

Introducción

Capítulo 1

Sergiño

Capítulo 2

Pasión arrasadora

Capítulo 3

El sueño se hace realidad

Capítulo 4

Momento de unión

Capítulo 5

Libre albedrío

Capítulo 6

Lívia

Capítulo 7

Por fin, el nombre

Capítulo 8

Final del campeonato

Capítulo 9

Ocultando la terquedad

Capítulo 10

Advertencia

Capítulo 11

Otro aviso

Capítulo 12

Celebración inconsecuente

Capítulo 13

Perturbación

Capítulo 14

Chico Xavier

Capítulo 15

La ayuda

Capítulo 16

Difícil despertar

Capítulo 17

Evangelio en el Hogar

Capítulo 18

Nuevas lecciones

Capítulo 19

Una inspiración

Capítulo 20

Morada luminosa

Capítulo 21

Una nueva oportunidad

Capítulo 22

Experimentando

Capítulo 23

La primera misión

Capítulo 24

Paulo

Capítulo 25

Últimos preparativos

Capítulo 26

Pedid y obtendréis, buscad  y encontraréis…

Extras

El Evangelio en el Hogar

Contacto con el Plano Espiritual durante el Sueño

Inconciencia de la Muerte

La oración

Desencarnar

Periespíritu

Libre Albedrío

Suicidio

Colonias Espirituales

Ascensión del espíritu a  Mundos Superiores

Ángeles Guardianes y  Espíritus Protectores

Ley de Causa y Efecto  (Acción y Reacción)

Prefacio

ES CON GRAN SATISFACCIÓN que presentamos este trabajo. Para nosotros es motivo de inmensa alegría ver a nuestro amigo y compañero Bento José desarrollar sus mayores habilidades, plasmadas en este primer libro de la serie Trilogía de la Luz, un proyecto de amor dedicado especialmente a los jóvenes.

Jóvenes que caminan confundidos viendo cómo se desmorona el mundo en el que viven: un mundo aparentemente sin futuro, sin esperanza, que no les anima a buscar la plenitud y la felicidad.

Sin embargo, la esperanza está en Jesús. Amplió nuestra comprensión de la vida y nos trajo la certeza del amor de Dios, fuente inagotable de todo bien. Pero, ¿cómo podemos ver esto en estos tiempos de dolor y angustia? ¿Dónde está Dios? ¿Por qué sufrimos tanto?

¿Qué amor es el que nos permite vivir en un ambiente tan cruel? Son preguntas que, con razón, rondan por la mente de todo aquel que piensa, reflexiona, cuestiona. El joven, que a veces parece rebelde, hace muchas preguntas. Y las respuestas que busca existen.

A través de la Doctrina de la luz que emanó de las prohibiciones espirituales y nos fue transmitida por Allan Kardec, tenemos una comprensión más clara de las enseñanzas de Jesús, de la vida espiritual y de las leyes divinas que gobiernan el Universo, así como nuestra vida.

Este conocimiento nos permite comprender mejor la responsabilidad que tenemos sobre nuestro propio destino, ya que somos el resultado de las decisiones que tomamos, ya sea cuando sufrimos o cuando somos felices. Dios nos ofrece el regalo de la vida todos los días. En cada momento, en cada situación, nos empuja a empezar de nuevo, a progresar, a tener más alegría de vivir; incluso en los momentos dolorosos, su amor nos invita a conocernos mejor y a cambiar en nosotros lo que nos lleva al sufrimiento. El Padre nos ama incondicionalmente y nos perdona incluso cuando nosotros mismos somos incapaces de amarnos y perdonarnos a nosotros mismos. Él sabe que somos imperfectos y que necesitamos su apoyo para creer en nosotros mismos y seguir adelante. Debemos confiar en este amor infinito, que siempre está a nuestro alrededor, porque es la esencia misma del Universo. Dios quiere que todos sus hijos encuentren el camino a la felicidad.

Y quedó envuelto por este sentimiento de amor que Bento José creó el proyecto Exploradores de la Luz, que ahora está tomando forma. Y deseando utilizar el conocimiento y experiencia que ha acumulado el servicio de Jesús y su causa de regeneración de la humanidad que nuestro hermano ha venido trabajando en este y otros proyectos de Espiritualidad.

Por ello, esperamos que Dios bendiga esta iniciativa largamente planeada y la haga realidad en luz, paz y reencuentro de las almas con el Maestro Jesús.

Lucius

Marzo, 2012

Introducción

MELANCOLIA Y TRISTEZA aun me inundan el alma cuando veo a tantos jóvenes destrozando sus vidas buscando algo que les importe, llene sus corazones y alivie su ansiedad.

Con toda su vida por delante, llena de posibilidades y al mismo tiempo llena de contratiempos, sienten que hay algo más que la perpetuación de una existencia mediocre, sin propósito, marcada por la violencia y las desigualdades. Los dones de los demás tocan el corazón de los jóvenes que, sin saber explican por qué experimentan tanto sufrimiento, tanta indiferencia, huyen de la realidad que los aplasta y van buscando lo que les produce placer, satisfacción...

Al buscar alegría, a menudo encuentran frustración, tracción y desilusión. Intentando modificar la realidad muchas veces reproducen las peores cosas que ven en sus padres y en la sociedad en general. Huyendo a la lucha renovadora, se alienan y niegan al mundo que bien podrían construir. Por eso sufro cuando veo jóvenes perdidos y desesperados, tristes y atormentados, buscando, sin saber dónde ni cómo, un mundo mejor que quieren creer que puede existir.

La intuición te dice que la vida no puede ser una experiencia sin sentido. Pero, ¿dónde puedes encontrar las respuestas que alivien tus ansiedades? ¿Quién sabe, en una carrera brillante? ¿Quizás con mucho dinero? ¿Quién sabe, actuando en contra de todo lo que aprendieron de sus padres? ¿Quién sabe de sexo desenfrenado y totalmente libre? ¿Quién sabe entre amigos va y un grupo muy animado? ¿Cómo encontrar algo que pueda aliviarlos y dar sentido a la existencia?

Cada vez que me acerco a un joven que lucha contra el dolor, entiendo su dolor y trabajo incansablemente para inspirarlo con la idea que es posible encontrar armonía y paz en la vida. Pero para ello es necesario elevar el pensamiento y la mirada por encima de las apariencias, por encima de lo puramente material; es necesario dejar que el corazón guíe a la mente y permitir que ésta nos lleve por caminos más claros.

Es solo cuestión de creer y aceptar que nueva fe, nuevos conocimientos, puestos en práctica, nos proporcionan nuevas y mejores experiencias.

Y así, de alma en alma, te transmitiré mis experiencias. Doy gracias a Dios por los amigos que hice aquí, porque son los que me dan fuerzas para seguir adelante y seguir luchando para que la vida se renueve y se transforme.

Espero que este proyecto pueda traer un poco de luz de amor y conocimiento a los corazones que desean educarse y comprender más sobre la vida. A través de él compartiremos la verdadera experiencia de muchos jóvenes, familias, padres y madres a lo largo de los caminos de la vida terrenal y también de la vida en el mundo de los espíritus...

Conocí a Bento José tiempo después de iniciar mis tareas. Él, que ya estaba trabajando en la preparación de este proyecto, me entrevistó a mí y a muchos otros jóvenes; Conoció nuestras familias, nuestras luchas y victorias, nuestras propuestas de renovación y servicio, nuestros éxitos y fracasos.

Bento José cambió los nombres de casi todos los involucrados, manteniendo solo los de personajes famosos, para que todos puedan conocerlos aun mejor. De esta manera, fue posible participar de las experiencias de varios jóvenes y sus familias en dirección al crecimiento espiritual sin exponerlos a ellos ni a sus seres queridos.

Que Dios bendiga a todos los que trabajan en la difusión del bien y en la renovación del hombre. Y estemos seguros que la luz nunca se apague.

Sergiño

Capítulo 1

Sergiño

SERGIÑO ENTRÓ A LA CASA como un rayo, cerrando la puerta con fuerza. Su madre, que estaba preparando el almuerzo en la cocina, escuchó cuando llegó ruidoso. Además de dar un fuerte portazo y entrar con toda la energía de sus casi dieciocho años, cantó en voz alta y apasionada una canción del grupo Paralamas do Sucesso, una de sus bandas favoritas, utilizando unos auriculares y un disco.

Si había algo que le gustaba mucho a Sergiño era la música. Y siempre tenía un tipo favorito para cada ocasión: le gustaban los animados cuando estaba en las discotecas con su pandilla; en casa, mientras estudiaba, prefería lugares más tranquilos. Al dormir -porque siempre se dormía escuchando música -, generalmente buscaba música suave para arrullar sus sueños. Musicalmente vibró con los sonidos y armonías de las melodías. Y las letras... Le encantaron las letras... ¡Le pareció fascinante que los artistas las tradujeran en palabras, frases y poesía exactamente lo que sentía y no podía expresar! ¡Sin duda la música tenía el poder de enriquecer la vida!

Skank era su banda favorita. Era un gran admirador del grupo y cada vez que actuaba la banda hacía todo lo posible e imposible por ir al show. ¡Realmente le gustó ese sonido! A pesar de su fanatismo por Skank, el chico apreciaba todos los estilos de música, siempre que fuera de calidad, bien elaborada y agradara a su exigente oído. Esto incluye reggae, rap, rock, canciones románticas, samba... De todos modos, agradeció todo lo que se hizo bien.

La madre, que siempre estaba corrigiendo las conductas exageradas de su hijo cuando las juzgaba inapropiadas, apareció en la puerta del dormitorio y por millonésima vez - o no sé qué hora era -, preguntó:

- Creo que es más de la milésima vez que te pido que no des un portazo. ¿Cuánto más tendré que pedir para entrar a casa con nosotros?

- Pero, ¿la gente no llama a la puerta?

- Sergiño, no te hagas el gracioso. Sabes muy bien de lo que estoy hablando. ¡El otro día derribaron la puerta, hijo mío! ¡Ten pena de tu padre que trabaja duro para cuidar de todo y de todos!

- Está bien, mamá... No hay necesidad de apelar...

Y abrazando cariñosamente a su madre, Sergiño volvió a desarmar por completo a doña Eugenia. Pero ella, que amaba el cariño de su hijo, intentó ponerse dura:

- ¡No tiene sentido que vengas a abrazarme, Sergiño! Me canso de pedir y nada! ¡Oh Dios! ¿Cuándo te veré cambiar, hijo mío?

Apretando aun más a su madre, Sergiño casi la asfixia...

- ¡No tiene sentido que me abraces así, no! Te seguiré diciendo lo mismo. ¡No es necesario repetirlo más de un millón de veces! Sé cuidadoso. ¡¡Entra tranquilamente a casa!!

- Y etc. etc. etc... Lo sé, mamá... Lo sé....

Sergiño siguió abrazando a su madre con mucha ternura. Finalmente derrotada, doña Eugenia se soltó y regresó a la cocina, murmurando para sí que siempre se dejaba ablandar por los mimos de su hijo.

Cuando doña Eugenia fue dura con Sergiño, él no dijo nada. Se aferró a su cuello con cariño, llenó su rostro de besos, besó sus manos y brazos, cubriéndola de caricias. De esa manera siempre lograba calmar la irritación de su madre.

Sin embargo, doña Eugenia estaba muy preocupada por su hijo. Era un buen chico, tenía un corazón de oro. ¡No! ¡Un corazón que reunió todos los tesoros! Era amable y afectuoso con todos. Pese a ello, tenía un defecto que hacía que su madre perdiera el sueño por las noches: era muy, muy testarudo. Cuando se metía una idea en la cabeza, nada ni nadie se la quitaba.

Ella hizo de todo, intentó por todos los medios hablar con Sergiño; usó todos los argumentos para mostrarle cuándo iba en una dirección que podría dañarlo. ¡No sirvió! No vio a nadie. Solo hacía lo que quería, cuando y como quería.

Debido a esa terquedad, estaba creando muchos problemas. En el colegio donde estudió, por ejemplo, varias veces el director llamó a doña Eugenia para hablar. Y se vio obligada a explicar que corrigió a su hijo, ¡sí! Ella hizo lo mejor que pudo como madre. Pero desde pequeño, Sergiño fue desobediente y testarudo. Hizo lo que le apetecía. Ella y su padre Felipe estaban desconcertados, locos.

Doña Eugenia le explicó todo al director y gracias a largas conversaciones, consiguió algunas orientaciones de él, de los profesores, de los psicólogos del colegio bajo el brazo, para intentar de nuevo cambiar el comportamiento de su hijo. Sabía que Sergiño tendría muchos problemas a lo largo de su vida si no intentaba escuchar más a los demás, especialmente a aquellos que lo querían y querían lo mejor para él. Cada vez que salía de la escuela suspiraba profundamente y pensaba que su hijo mejoraría. A medida que creciera, entendería mejor y luego se corregiría, siendo más flexible y aceptando orientación.

¡Qué nada! En cambio, cada año Sergiño se volvía más testarudo y retraído. Actuaba como si se estuviera riendo,