La psicología comunitaria en Colombia: Caminando hacia una sociedad participativa
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En este contexto se realiza esta investigación, cuyo objetivo principal consiste en desarrollar participativamente una caracterización de la problemática psicosocial colombiana desde el conocimiento de la psicología comunitaria en los últimos 20 años. Para ello, se analizaron 341 publicaciones desde sus lineamientos teóricos y apuestas metodológicas, buscando identificar los aportes al campo de la psicología comunitaria.
Este documento pretende convertirse en un referente bibliográfico en los procesos de formación académica de las y los psicólogos comunitarios en Colombia. Intenta reconocer los principales aportes al desarrollo de este campo de conocimiento y establecer los avances obtenidos en los proyectos de investigación e intervención realizados en los últimos años. Igualmente, busca ser un texto guía para profesores y estudiantes, investigadores y profesionales, interesados en estudiar, diagnosticar y transformar las realidades psicosociales de los territorios colombianos desde la perspectiva de la psicología comunitaria.
Igualmente se constituye en el primer paso dado colectivamente por la Red Colombiana de Psicología Comunitaria para consolidar una disciplina que oriente el ejercicio profesional como un proceso solidario donde construyamos participativamente y de una manera crítica la nueva realidad que este país necesita. "
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La psicología comunitaria en Colombia - Carlos Alberto Arango Cálad
CAPÍTULO 1
LA EXPEDICIÓN PSICOSOCIAL COLOMBIANA: UNA AVENTURA DE CONSTRUCCIÓN COLECTIVA
EL PUNTO DE PARTIDA²
Acordes con el momento histórico que estamos viviendo en Colombia con relación al proceso conocido como de negociación de los acuerdos de paz en la Habana, y con las diversas manifestaciones orientadas a interrogarnos sobre los posibles aportes que podamos realizar desde la psicología para el apoyo de este proceso, nos planteamos el interrogante sobre ¿cómo interpretamos el problema de la construcción psicosocial de un proyecto concertado de nación, que tenga en cuenta las realidades locales y regionales que hacen parte de los contextos comunitarios atravesados o no por el conflicto armado?
En este contexto, los psicólogos que hacemos parte del Grupo de Investigación en Educación Popular de la Universidad del Valle estamos interesados en promover la elaboración participativa de un programa de investigaciones orientado a la reflexión sobre la realidad colombiana que emerge de las experiencias de trabajo comunitario acompañadas por los psicólogos en su ejercicio profesional.
En esta dirección proponemos la realización de una aventura de construcción colectiva que hemos denominado Expedición Psicosocial Colombiana.
En primer lugar, proponemos la figura de una expedición en el sentido clásico de las epopeyas históricas y que, de acuerdo con el Diccionario de la Real Academia Española (1899), se entiende como una excursión que tiene por objeto realizar una empresa en punto distante. Conjunto de personas que la realizan
. Se trataría aquí de realizar una expedición científica y de caracterizar al conjunto de personas que la realizan como expedicionarios. Se necesitan dos cualidades para que un viaje se constituya en expedición científica: la capacidad de observación y la capacidad de relación (Gómez, 1998, p. 19).
La idea de una expedición científica es una figura que ha calado profundamente en el imaginario popular, a la manera como lo hicieron la Expedición Botánica (1973-1816) presidida por José Celestino Mutis, la Comisión Coreográfica (1850-1859) dirigida por Agustín Codazzi, la Expedición Humana (1983-1997) dirigida por Jaime Bernal Villegas (Gómez 1998) y la Expedición Pedagógica dirigida por María del Pilar Unda Bernal, Rafael Pavón y Abel Rodríguez Céspedes, iniciada en 1999 y que continúa realizando actividades en la actualidad. Esta idea puede ser muy atractiva para incentivar la participación comunitaria, así como para producir una dislocación simbólica que incentive el desplazamiento de los(as) psicólogos(as) para que se familiaricen con los contextos regionales y puedan acompañar y aprender de las experiencias comunitarias diversas que se dan en nuestro país. Se trata, pues, del conocimiento de la geografía de Colombia, de sus regiones y de sus gentes, desde una perspectiva psicológica. Aunque se han realizado descripciones y caracterizaciones de orden geográfico, histórico, etnográfico y cultural, estos estudios han tenido una tendencia objetivante que mira los fenómenos desde la exterioridad del investigador y de manera ajena a las experiencias de las comunidades. Hace falta avanzar en una mirada que parta de las dinámicas psicosociales de los grupos, las etnias, las comunidades, que permita acceder a las interpretaciones y los significados compartidos que constituyen el sentido de comunidad y la trama que es necesario trenzar para fortalecer el tejido de la socialidad y la identidad colombianas.
En segundo lugar, se trata de comprender las realidades locales, regionales y nacionales desde una perspectiva psicosocial. Cuando adoptamos un enfoque psicosocial, entendemos que la realidad es una construcción social, que emerge de acuerdo con el tipo de relaciones o interacciones que entran en juego en un momento y en un contexto determinados, y donde, por lo tanto, como investigadores jugamos un papel determinante en la construcción, el mantenimiento o la transformación de ciertos tipos de realidades.
Esta mirada psicosocial nos invita a sospechar de las estrategias hasta ahora utilizadas por los investigadores para acercarnos a la comprensión de la realidad colombiana, la cual ha sido caracterizada como el problema de la violencia en Colombia. Frente a esta situación nos preguntamos: ¿hasta qué punto los paradigmas clásicos del conocimiento que adoptamos los psicólogos generan, mantienen o fortalecen los problemas que supuestamente pretendemos resolver?, ¿la pretensión del conocimiento como el ejercicio de la razón asertiva —donde un pensamiento racionalista, analítico, reduccionista y lineal vinculado a los valores de la expansión, la competición, la cantidad y la dominación ha impulsado la idea del control sobre la naturaleza y el comportamiento humano— tendrá algo que ver con el problema actual?, ¿no es este un pensamiento orientado por la codicia de poder? Consideramos que la racionalidad funcional e instrumental, centrada en la producción de conceptos cerrados o Ratioides, que convierte al comportamiento humano en un objeto a ser manipulado por otros, se encuentra en la raíz misma del problema de la violencia. Para abordar el tema de la convivencia en Colombia, y de la construcción de un proyecto concertado de nación, nos identificamos con la posición de Fritjof Capra (2003), quien propone una razón integrativa orientada por un pensamiento intuitivo, sensible, sintético, holístico, histórico, dialéctico y crítico, en el que se realicen los valores de conservación, cooperación, calidad y asociación, que respetan el proceso de la vida y la dignidad de los seres humanos. Consideramos que este sería un pensamiento orientado por la compasión, en el sentido budista del término; o, mejor, por el amor desinteresado hacia los demás. Por tal motivo, esta propuesta pretende ser un ejercicio de la razón sensible al servicio de la vida, donde la producción del conocimiento sea un acto estético que nos vincule cariñosamente con las personas involucradas en el proyecto común de vivir y conocer para amar (Arango, 2001).
En esta perspectiva, nos interesa desentrañar, caracterizar y comprender las dinámicas psicosociales que hacen posible la construcción de la convivencia y la resolución de los conflictos de una manera acorde con el fortalecimiento de los procesos comunitarios, por lo que el centro de atención radica en la comprensión de las experiencias comunitarias y su potenciación en el horizonte de la construcción de un proyecto concertado de nación.
Se trata entonces, en un primer momento, de construir el mapa de la nación colombiana que emerge de las experiencias de trabajo realizadas por los psicólogos en contextos comunitarios y, en un segundo momento, de promover el intercambio de experiencias y propuestas en la búsqueda de una comprensión psicosocial del país como totalidad y de la construcción de nación como un proyecto colectivo concertado participativamente con las comunidades. Se busca de esta forma llegar a desentrañar y comprender las formas en que nos vinculamos y establecemos alianzas en los esfuerzos colectivos por construir la convivencia y un sentido del nosotros como colombianos. Se busca la participación comprometida de los psicólogos en esta expedición. Se convoca a las psicólogas y los psicólogos a participar explicitando experiencias, produciendo informes y descripciones de experiencias de trabajo con las comunidades, que den cuenta en algún sentido de los procesos psicológicos, sociales y culturales y, mejor aún, psicosociales, de dichas comunidades, de tal manera que aporten a la caracterización comunitaria del grupo humano con el que han trabajado.
A esta empresa la consideramos una aventura de construcción colectiva, ya que de acuerdo con las investigaciones previamente realizadas en Colombia la convivencia es una dimensión creativa de la vida cotidiana (Arango, 2006). Esto significa que, si bien es necesario adoptar estrategias rigurosas de investigación y de sistematización para analizar, comprender y potenciar las experiencias comunitarias, generando así conocimiento científico, la construcción de las alternativas que se deriva de la aplicación del conocimiento queda en manos de las comunidades, de su capacidad creativa de autogestión y autodeterminación, en una perspectiva de recreación estética de la vida, que es irreductible y resistente a los procesos de instrumentalización, institucionalización y control por parte de las instituciones.
La elaboración de esta propuesta es el producto de la confluencia entre dos procesos psicosociales que se confrontan con una encrucijada histórica en Colombia: por una parte, encontramos el proceso histórico de conformación de la nación colombiana y, por otra, encontramos colateralmente el proceso de construcción de la psicología comunitaria como proyecto colectivo.
En un esfuerzo por acceder a un balance sobre el desarrollo de la psicología comunitaria en Colombia, Carlos Arango realizó en el año 2006 una convocatoria orientada a construir participativamente el inventario de publicaciones existentes en ese momento sobre el tema. Este ejercicio dio lugar a la elaboración de un artículo titulado La historia de la Psicología Comunitaria en Colombia
(Arango, 2006, 2009, 2012; Arango y Ayala, 2010), el cual ha sido actualizado hasta el año 2017 y hace parte de esta publicación.
La caracterización de La historia de la Psicología Comunitaria en Colombia
se constituye en una justificación sobre la importancia de avanzar en la caracterización psicosocial de la problemática colombiana, integrando a esta reflexión los desarrollos investigativos de los psicólogos y las psicólogas, y de las demás disciplinas de las ciencias sociales, que nos permitan acceder a la comprensión psicosocial de este proceso, por lo que se requiere hacer una actualización de los aportes realizados.
Adicionalmente, nos encontramos en un momento histórico crucial, signado por las negociaciones de paz en La Habana (Cuba) entre las autodenominadas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Estado colombiano, perfilándose un horizonte posible de superación concertada o negociada del conflicto mantenido a través de la confrontación armada, e instaurándose el desafío de construir vías alternas, democráticas y creativas de negociación entre los sectores en conflicto, y de construcción de estrategias de convivencia que valoren y respeten la diferencia haciendo posible diseñar y mantener nuevas formas de socialidad y de reconciliación en Colombia. Esta situación coyuntural se constituye en un contexto psicosocial favorable que convoca a todos los sectores sociales, culturales, artísticos y científicos a involucrarse en la elaboración de propuestas, el diseño de estrategias y la facilitación de procesos que hagan posible la reorientación del devenir histórico de la nación, y en este sentido nos interrogamos sobre los aportes que desde la psicología, como disciplina y como profesión, pueden hacerse a este proceso.
Por otra parte, en este mismo documento hicimos un primer acercamiento a la manera como se ha venido construyendo la psicología comunitaria en Colombia. Si hacemos un seguimiento a la manera como han venido emergiendo los programas de formación de pregrado en psicología nos encontramos con un panorama bastante inquietante, que es descrito igualmente en dicho capítulo.
Ahora bien, centrándonos en los aportes de la disciplina que mencionamos en esa revisión encontramos que la psicología comunitaria en Colombia cuenta una historia que se escribe a partir de las experiencias prácticas de los profesionales que se han vinculado a la suerte y el destino de los sectores comunitarios y los movimientos sociales y académicos, anticipándose en muchos casos al surgimiento y el desarrollo de los programas de formación profesional. La revisión realizada en este documento (Arango, 2012) permite afirmar que existe un importante cuerpo de publicaciones que amerita una revisión sistemática y un trabajo de reflexión colectiva entre sus actores para que puedan fortalecerse procesos de legitimación, tanto en lo práctico como en lo teórico, de tal manera que pueda formarse un desarrollo disciplinario respaldado por un colectivo de investigadores y académicos.
En esta perspectiva es importante igualmente que la psicología académica desarrolle en los profesores, las profesoras y los estudiantes actitudes orientadas al reconocimiento de lo diferente y de los trabajos de los otros, tanto en lo personal como en lo académico e investigativo, para generar procesos que habiliten al profesional a incluirse en las dinámicas y las tramas de la vida pública, en la construcción de una sociedad democrática, pluralista e incluyente.
Hacemos entonces un llamado a la visibilización de las experiencias de trabajo profesional que en la actualidad están realizando los psicólogos en los contextos comunitarios del país, a través de la conformación de la Red Colombiana de Psicología Comunitaria, así como de una red de grupos de investigación comprometidos con un proyecto común, orientado a crear las condiciones institucionales y organizacionales necesarias para que se haga posible la sistematización de las experiencias de trabajo profesional, así como el análisis psicosocial de las problemáticas y contextos trabajados, de tal manera que posibilitemos, por una parte, el conocimiento psicosocial de las diversas dimensiones que hacen parte de los contextos que conforman el país en su totalidad y, por otra, la organización interna de la comunidad psicológica comprometida con un programa de investigaciones diseñado participativamente por ella misma, que acompañe las experiencias comunitarias y facilite el intercambio necesario para convocar a la construcción de un proyecto concertado de nación como horizonte permanente de actuación profesional.
Este programa de investigaciones se constituiría en el plan de desarrollo de la psicología comunitaria en Colombia.
OBJETIVOS DE LA PROPUESTA
La Expedición Psicosocial Colombiana pretende construir y realizar un sueño colectivo de conocimiento orientado a la explicitación de los avances colectivos en la construcción del sentido de comunidad, y proyectado hacia la construcción de un horizonte compartido de significados sobre lo que es y puede llegar a ser la nación colombiana en clave psicosocial y comunitaria.
En esta dirección, nos planteamos los siguientes interrogantes:
¿Cómo interpretamos el problema de la construcción psicosocial de un proyecto concertado de nación, que tenga en cuenta las realidades locales y regionales que hacen parte de los contextos comunitarios atravesados o no por el conflicto armado?
¿Cuál es la lectura que estamos haciendo en la actualidad del proyecto colectivo de nación en Colombia?
¿Es una lectura basada en una percepción de conflicto?
¿Somos una cultura de la violencia?
O ¿existen otras lecturas de la sociedad colombiana?
¿Qué lecturas sobre la realidad colombiana realizan las comunidades que luchan por gestionar su desarrollo en los contextos locales y regionales?
El propósito central de la Expedición Psicosocial Colombiana se refiere a la construcción de un vínculo de colaboración permanente entre la comunidad psicológica y la población colombiana para la construcción de un proyecto concertado de nación.
Se pueden identificar tres elementos básicos constituyentes de este propósito.
1. La construcción de la comunidad psicológica, entendida como el conjunto de profesionales de la psicología que orientan sus acciones para la intervención en red frente a los problemas cruciales de la realidad social y cultural del país.
2. El reconocimiento de la nación colombiana como un conjunto de procesos comunitarios en transformación, donde se identifican las diversas etnias, regiones, culturas y conglomerados en permanente interacción.
3. La construcción de un vínculo de colaboración permanente entre la comunidad psicológica y la población colombiana a través del establecimiento de un programa de investigaciones en psicología comunitaria que se plantee como propósito central el problema de la construcción de un proceso concertado de nación.
Se trata de la aplicación del conocimiento psicológico existente al servicio del desarrollo comunitario y la construcción de comunidad, lo que implica la comprensión de las dinámicas psicosociales propias de los procesos comunitarios y la adopción de estrategias orientadas a la concertación entre experiencias desde los niveles microsociales o locales hasta los niveles regionales y nacionales, de tal manera que se propicie la reflexión sobre la construcción de un proyecto concertado de nación. La tarea consiste en desarrollar estrategias que promuevan la dinamización psicosocial de los tejidos comunitarios para que las comunidades lleguen a expresarse, reconocerse y valorarse, a la vez que consoliden procesos de fortalecimiento comunitario.
Entre los objetivos que se derivan de este propósito central encontramos:
•Reconocer la comunidad colombiana y sus dinámicas psicosociales a través de las experiencias de trabajo profesional de los(as) psicólogos(as).
•Promover la visibilización de los aportes profesionales de la Psicología Social y Comunitaria en Colombia.
•Facilitar el intercambio de experiencias de trabajo psicosocial relacionados con contextos territoriales y comunitarios específicos.
•Establecer líneas de investigación comprometidas con las problemáticas comunitarias que busquen el desarrollo de las potencialidades comunitarias para autogestionar soluciones acordes con sus realidades locales, regionales y nacionales.
•Impulsar la articulación entre proyectos y redes comunitarias hacia la construcción de un horizonte compartido de comunidad, sociedad y nación.
•Definir una agenda de trabajo para el desarrollo de la psicología comunitaria en Colombia.
ENFOQUE METODOLÓGICO
La estrategia metodológica que se propone para la realización de esta experiencia de construcción colectiva recoge los aportes de la Investigación Acción Participativa (IAP) como corriente epistemológica propia y apropiada para el desarrollo del conocimiento comprometido con la transformación social (Fals Borda, 1976, 1978).
En primer lugar, Fals Borda entiende que la IAP es una metodología que encuadra toda una filosofía de vida que busca ser consecuente frente a la realidad de donde surge el laberinto colombiano, constituyéndose en una postura ética. El autor lo expresa de la siguiente manera:
Gran parte de nuestro mundo contemporáneo (especialmente en occidente) se ha construido sobre la base del odio, codicia, intolerancia, patrioterismo, dogmatismo, autismo y conflicto. La filosofía de la IAP estimula lo dialécticamente opuesto a esas actitudes. Si el binomio sujeto/objeto ha de ser resuelto con una dialéctica horizontal, como lo exige la IAP, este proceso tendrá que afirmar la importancia de el otro
y tornarnos heterólogos a todos. Respetar diferencias, escuchar voces distintas, reconocer el derecho de nuestros prójimos para vivir y dejar vivir (...) todo esto bien puede llegar a ser un rasgo estratégico de nuestra época. Cuando nos descubrimos a las otras personas, afirmamos nuestra propia personalidad, nuestra propia cultura y nos armonizamos un cosmos vivificado. (Fals Borda, 1990, p. 17)
En segundo lugar, la IAP emerge como una alternativa válida al enfoque positivista que resulta insuficiente a la hora de comprender y transformar la situación crítica que viven la mayoría de las comunidades latinoamericanas. La IAP se fundamenta en tres aspectos claves: (i) el rechazo a la concepción positivista que pretende explicar un caso particular por medio de una ley general, proponiendo en su lugar la comprensión de situaciones cotidianas y la participación conjunta en la elaboración de propuestas de acción; (ii) el cambio de papel del investigador como el único experto y manipulador por el investigador como un coproductor de cambio y conocimiento en alianza con la gente; y (iii) el alejamiento y la neutralidad del investigador son transformados por el compromiso humanista y político.
La IAP surge, pues, como una versión latinoamericana de resistencia a la hegemonía del paradigma positivista en la producción de conocimientos científicos, planteando una crítica frontal a los fundamentos éticos y políticos de la forma tradicional de hacer ciencia; además, consistente con un espíritu de cuestionamiento al colonialismo intelectual y con la necesidad de construir disciplinas propias y congruentes con la vida en el tercer mundo.
En tercer lugar, algunos autores van más allá y plantean que la IAP contiene elementos novedosos que retan al paradigma dominante en las ciencias sociales y abren la posibilidad de crear un nuevo paradigma (Moser, citado por Fals Borda, 1985); un elemento es el replanteamiento de la relación sujeto-objeto mediante el rompimiento de la relación tradicional de dominación-dependencia, lo cual conlleva a un nuevo tipo de sociedad, una sociedad participativa y democrática donde la relación fundamental sería sujeto-sujeto. El rompimiento de esa relación no solo opera a nivel científico sino en todos los niveles sociales (familia, escuela, comunidad, salud, trabajo, política) permitiendo la construcción de un nuevo tipo de sociedad. Nosotros consideramos que este replanteamiento epistemológico centrado en la relación sujeto-sujeto como el dispositivo central de la producción de todo conocimiento es el elemento clave para entender el replanteamiento de las nuevas epistemologías sociales que han emergido posteriormente, y la adopción de la perspectiva psicosocial como el horizonte de trabajo de las ciencias sociales que abandonan su énfasis en los objetos disciplinarios y se asumen como interdisciplinarias, transdisciplinarias e indisciplinarias. La relación sujeto-sujeto como fuente del conocimiento significa que toda forma de conocimiento es relacional; es decir, psicosocial.
Desde nuestro punto de vista, cuando se habla de investigación-acción-participativa nos referimos a un modelo peculiar de investigación-acción que se caracteriza por ser un procedimiento metodológico sistemático, insertado en una estrategia de acción definida, que involucra a los beneficiarios de la misma en la producción colectiva de los conocimientos necesarios para transformar una determinada realidad social (Arango, 1995).
Si analizamos cada uno de los términos utilizados en esta definición, podremos hacernos una idea global de su significado y sus características:
La IAP es una metodología de investigación porque en sí misma es una estrategia racionalmente orientada a la producción de conocimiento científico sobre la realidad social. Por lo tanto utiliza sistemáticamente técnicas de observación, recolección de información, descripción, análisis e interpretación de esa información, formulación de hipótesis explicativas de los fenómenos y diseño de estrategias de verificación o refutación de las hipótesis a través de la modificación de las condiciones relacionadas con el fenómeno estudiado. En tanto metodología de investigación, implica una teoría del conocimiento (epistemología).
Al ser investigación-acción es algo más que lo que propone el método científico:
No se trata simplemente de uno de los ángulos de visión del método científico, que son numerosos. No se limita a someter a prueba determinadas hipótesis o a utilizar datos para llegar a conclusiones. Adopta una visión de la ciencia social distinta de aquella que se basa en las ciencias naturales —en las cuales los objetos de la investigación pueden ser tratados legítimamente como cosas
—, la investigación-acción concierne también al sujeto
mismo —el investigador—. Su ángulo de visión es distinto de los métodos de las ciencias históricas porque la Investigación-Acción es un proceso, que sigue una evolución sistemática, y cambia tanto al investigador como las situaciones en las que este actúa; ni las ciencias naturales ni las ciencias históricas tienen este doble objetivo. En tanto Investigación-Acción se define como un proceso continuo de planificación, acción, evaluación y vuelta a empezar (Lewin) ceñido a prácticas concretas. (Kemmis y McTaggart, 1988, p. 56)
Adicionalmente, es una estrategia de acción, pues su principal interés es eminentemente práctico; es decir, que se organiza sobre la acción
de un colectivo de personas
que promueven el cambio social. Como muy bien lo señala De-Schutter (1981), se trata más de una estrategia metodológica para la acción que genera conocimiento que de una estrategia metodológica orientada a la producción del conocimiento. Desde este punto de vista, la producción del conocimiento está subordinada a la realización de acciones, y es en esas acciones donde se valida el conocimiento producido. La acción y/o la reflexión sobre la acción es el punto de partida para la producción de conocimientos que se orientan a la realización de acciones transformadoras de la realidad estudiada. Al integrar una metodología de investigación que es sistemática sobre procesos activos, se constituye en sí misma en una estrategia de acción definida, a través de la cual se generan conocimientos colectivos. Por lo tanto, no es solamente una estrategia de investigación sino también una estrategia de educación popular (Fals-Borda, 1990).
Entender la investigación como un dispositivo de educación popular, y de empoderamiento ciudadano y comunitario, implica asumirla como estrategia que crea ambientes colectivos de aprendizaje y construcción conjunta del conocimiento, abriendo la posibilidad de orientar los procesos de intervención social con un alto componente de participación ciudadana. La apuesta medular es crear espacios de interacción donde los actores sociales puedan reflexionar sobre sus formas de participación colectiva y potenciar la incidencia política en los asuntos comunes. Desde esta perspectiva, la estrategia de la Expedición Psicosocial Colombiana es asumida aquí como una gran estrategia de educación popular en el campo de la psicología comunitaria.
A través de esta estrategia de acción, los participantes en la investigación incrementan su capacidad de analizar, interpretar, conocer y transformar la realidad; es decir, actualizan su potencial como investigadores. Igualmente mejoran su capacidad de intervenir sobre la realidad; es decir, de comunicarse, de participar, de tomar decisiones, de organizarse y diseñar sus propias estrategias y proyectos de acción. Es de esta manera una estrategia de capacitación integral que tiene efectos formativos a nivel individual, grupal y social. Por lo tanto, la metodología busca crear las condiciones para que los participantes en la investigación lleguen a diseñar los proyectos de acción o intervención necesarios para la solución del problema o el mejoramiento de las condiciones mantenedoras de una situación problemática. Desde este punto de vista la IAP subordina el desarrollo de la investigación a la creación de proyectos de intervención comunitaria y, por lo tanto, a procesos de desarrollo integral.
La vinculación de los términos acción e investigación pone de relieve el rasgo esencial del enfoque: el sometimiento a la prueba de la práctica de las ideas como medio de mejorar y de lograr un aumento en el conocimiento acerca de los procesos investigados. La investigación-acción proporciona un medio para trabajar que vincula la teoría y la práctica en un todo único: ideas en acción. (Kemmis y McTaggart, 1988, p. 63)
Además de ser una estrategia de Investigación-Acción orientada a la solución de problemas, es participativa porque promueve la transformación de la realidad social. La dimensión participativa es la que le da un carácter emancipatorio a la investigación acción y permite diferenciarse de ella (De Miguel, 1993). Para ello introduce la necesidad de la transparencia y el compromiso en las exposiciones y los actos de los investigadores principales, en el horizonte de la democratización y el pluralismo, para gestionar el proceso investigativo, así como la introducción de la justicia y la equidad social en el uso del conocimiento. De esta forma, tanto los investigadores como los participantes de la investigación se involucran en un proceso comprometido con el conocimiento y la transformación de su realidad social que posibilita avanzar en el proceso de democratización de la sociedad. La investigación participativa, en su sentido más genérico, puede comprender las estrategias en las que la población involucrada participa activamente en la toma de decisiones y en la ejecución de una o más fases de un proceso de investigación
(De Schutter, 1981, p. 104).
Al ser participativo, el proceso de investigación se constituye en un dispositivo de producción colectiva del conocimiento, controlado tanto por los investigadores como por los participantes. En este proceso se da un intercambio entre el saber científico y el saber popular. El saber científico aporta sobre todo la lógica de la investigación científica, permite a las comunidades con las que se trabaja tener acceso al conocimiento acumulado sobre el tema trabajado y facilita el proceso social de producción del conocimiento. El saber popular aporta la experiencia de la práctica, el conocimiento sobre la acción, las formas de representación social de la realidad, de las relaciones sociales, etc., que se constituyen en un momento dado en el objeto de la investigación para todos los participantes.
Objetivos de la IAP
•Cualificar y legitimar el saber popular frente al saber dominante. Es un objetivo de equidad social en la producción del conocimiento.
•Desarrollar la conciencia social, ideológica y política de la comunidad.
•Desarrollar la autonomía, la capacidad de conocimiento y de gestión y de auto-organización de la comunidad.
•Producir conocimientos con utilidad social inmediata. Promover el uso del conocimiento social en la construcción de nuevas formas de solución y de manejo de los problemas comunitarios.
•Impulsar el desarrollo integral de la persona, el grupo y la comunidad.
•Cualificar la racionalidad y la justicia de las prácticas sociales.
•Facilitar el cambio social.
Algunas características importantes de la IAP son (Arango, 1995):
•La comunidad participa en la elección y la definición del problema que se debe estudiar; por lo tanto, la IAP solo se aplica a situaciones o problemas prácticos de la vida real.
•Los participantes en la investigación son el principal recurso para la transformación de la realidad estudiada. Sus experiencias y saberes, su capacidad de análisis, su inventiva y creatividad, así como su motivación, son los recursos básicos de la acción social.
•Los investigadores tienen un compromiso explícito con los sectores sociales con los que realizan la investigación. Desde este punto de vista, no hay neutralidad científica y la objetividad debe ser construida explícitamente con todos los sectores involucrados en un clima pluralista y de reflexión crítica.
•El diálogo es la principal forma de comunicación y a través de la cual se crean, se definen y se resuelven las estrategias del proceso investigativo. Por lo tanto, es a partir del desarrollo de habilidades para el diálogo, de la reciprocidad y la creación de espacios de comunicación, como se implementa el proceso investigativo y de intervención. A partir de estos espacios de comunicación se construyen espacios de socialización, participación y organización comunitaria.
•No es una investigación acerca de otras personas. La Investigación-Acción es una investigación realizada por personas acerca de su propio trabajo, con el fin de mejorar aquello que hacen, incluyendo el modo en que trabajan con y para otros. Es una investigación que considera a las personas como agentes autónomos y responsables, participantes activos en la elaboración de sus propias historias y condiciones de vida, capaces de colaborar en la construcción de su historia y sus condiciones de vida colectivas. No considera a las personas como objeto de investigación sino que las alienta a trabajar juntas como sujetos conscientes y como agentes de cambio y de desarrollo.
Estas consideraciones sobre la naturaleza del conocimiento se traducen en criterios generales de procedimiento para investigar; es decir, en pasos del conocimiento que fundamentan los métodos y las técnicas de investigación (Arango, 1995), tales como:
La objetivación. Se parte de una realidad experimentada que debe ser convertida en objeto de investigación. A este proceso se le denomina objetivación. La objetivación se realiza en dos dimensiones; una interna y otra externa. La objetivación externa considera aquellos aspectos del fenómeno observables por los propios actores o por observadores externos a la acción. La objetividad interna se refiere a la racionalidad, la emocionalidad, la lógica que el sujeto encuentra, implícita o explícitamente, imprimiendo a su acción.
El análisis. Hace referencia a la tarea de denominación conceptual de la realidad, por cuanto esta labor permite discriminar, pensar, trabajar la realidad a nivel del pensamiento; permite reflexionar colectivamente y comunicarse con los otros teniendo una misma realidad como referencia.
La interpretación. Una vez se ha podido objetivar, reconstruir el objeto de conocimiento y nominarlo de tal manera que se pueda plantear la pregunta sobre su racionalidad, se pasa a un ejercicio de comprensión. La interpretación se asimila al proceso de formulación de hipótesis explicativas.
La validación de las hipótesis. Las hipótesis se validan mediante su uso, mediante su aplicación a nuevas realidades. En la medida en que las hipótesis son utilizadas para interpretar otros fenómenos probando su fuerza explicativa se tendrán hipótesis más o menos fiables. La validación está dada por el camino recorrido para su construcción, y por la historia de su utilización en manos de actores enfrentados a situaciones, fenómenos o episodios que requieren ser a su vez interpretados. Aquí juega un papel importante la IAP, ya que rompe el esquema hegemónico y propone una investigación basada en la acción. No se trata de explicar la realidad sino de producir un tipo de conocimiento de la realidad que permita implicarse en su transformación (ciencias explicativas versus ciencias implicativas).
Para la implementación de la IAP, Fals-Borda (1976) propone cinco etapas básicas que facilitan la comprensión del proceso investigativo por parte de la comunidad y garantizan que los resultados contribuyan a la transformación de la realidad estudiada:
a. Recolección de información con la comunidad.
b. Discusión de la información con la comunidad.
c. Toma de decisiones con la comunidad para la realización de acciones sociales.
d. Desarrollo de acciones sociales.
e. Evaluación y reorientación del proceso
En esta perspectiva, la IAP se constituye en una herramienta metodológica idónea y pertinente para adelantar procesos investigativos que permitan conocer los problemas y las realidades comunitarias enfrentadas por los profesionales de la psicología en los diferentes contextos locales, regionales y nacionales. Antes que nada se requiere de estrategias que interpelen y cuestionen las formas tradicionales de hacer investigación social, buscando que las comunidades participen en el conocimiento de la realidad estudiada y contribuyan a su transformación en la interacción solidaria con otros.
LA METODOLOGÍA DE LA EXPEDICIÓN PSICOSOCIAL COLOMBIANA
La Expedición Psicosocial Colombiana se asume como el marco valorativo, ideológico, metodológico e investigativo para orientar la construcción de un programa de investigaciones.
Etapa 1. Conformación de la Red Colombiana de Psicología Comunitaria
La primera etapa de la Expedición Psicosocial Colombiana consiste en la conformación de la Red de Colombiana de Psicología Comunitaria, que agrupa a todos(as) los(as) psicólogos(as) interesados en la aplicación de la psicología al reconocimiento y el fortalecimiento de los procesos comunitarios y la construcción de comunidad.
En el proceso de construcción de esta red se han identificado diversas categorías de actores, dependiendo del grado de experiencia en el trabajo comunitario del(a) psicólogo(a) profesional y del grado de experiencia como investigador(a) en psicología. Entre las categorías identificadas hasta el momento podemos presentar las siguientes:
•Psicólogo(a) que trabaja en proyectos comunitarios y problemas sociales sin utilizar roles, conceptos y técnicas psicológicas explícitas. Este es un actor clave para la comprensión de las experiencias comunitarias, ya que trabaja desde el saber popular propio de las comunidades y las problemáticas sociales.
•Psicólogo(a) que ejerce el rol profesional y reconoce la dimensión histórica y psicosocial de los problemas comunitarios intentando aportar desde la disciplina a la solución de los problemas.
•Psicólogo(a) que ejerce el rol de docente en psicología y se plantea la necesidad de desarrollar una disciplina que reconozca el carácter histórico y psicosocial de los problemas psicológicos. Desarrolla ejercicios académicos de reflexión, de elaboración de prácticas y tesis.
•Psicólogo(a) con formación como investigador que busca condiciones para elaborar proyectos de investigación en psicología comunitaria y afines.
•Psicólogo(a) investigador(a) que hace parte de grupos de investigación en ejercicio.
Con estas categorías queda planteada la necesidad de desarrollar estrategias de trabajo en red que posibiliten la colaboración entre las diversas clases de actores.
Etapa 2. Conformación de nodos de trabajo en red
La segunda etapa es la conformación de nodos de trabajo en red. Se trata de establecer nodos de acción en red que posibiliten y tengan en cuenta la cobertura de todo el territorio colombiano. Inicialmente se promoverá la conformación de nodos regionales y posteriormente se impulsará la emergencia de nodos temáticos.
Los nodos regionales estarán constituidos por profesionales psicólogos comprometidos con el trabajo comunitario, apoyados por investigadores y/o docentes comprometidos con la formación en psicología social y comunitaria tanto a nivel de pregrado como de postgrado, o con el desarrollo de investigaciones y sistematizaciones de experiencias de trabajo en psicología comunitaria propias de las regionales que se hayan constituido.
La conformación de estos nodos de trabajo en red se resolvería alrededor de dos actividades específicas:
La primera comprende la discusión, el análisis y el mejoramiento del documento de propuesta inicial de la Expedición Psicosocial Colombiana, abriendo una discusión colectiva que genere consensos e intereses de trabajo en equipo, así como un proceso de apropiación, comprensión de la propuesta y realización de aportes al desarrollo del documento.
La segunda es la solución colectiva del primer problema práctico a resolver, consistente en garantizar entre todos la cobertura de la problemática de todo el país, de tal manera que los nodos de acción en red, independientemente de su número, incluyan en conjunto a todo el territorio nacional y no se queden contextos regionales por fuera del interés de la expedición.
La finalización de esta etapa se concretaría en la aprobación del documento final por parte de los nodos, la cual incluiría el establecimiento de las alianzas formales entre los grupos de investigación y las organizaciones comprometidas, con el fin de presentar públicamente la propuesta a las posibles fuentes de financiación.
Etapa 3. Legitimación de la propuesta general de trabajo y definición de los planes de acción regionales
Esta etapa tiene como objeto la búsqueda de legitimidad ante las instituciones académicas y las organizaciones sociales comprometidas con los procesos comunitarios. Se trata de que la propuesta de la expedición sea avalada por estas entidades, procurando que se muestren dispuestas a actuar en red de una manera autogestionaria y autónoma para desarrollar sus objetivos organizacionales o institucionales en el contexto de la experiencia de la Expedición Psicosocial Colombiana.
Igualmente, en esta etapa se espera que los nodos de trabajo en red definan sus planes de acción para darle forma y contenido a la Expedición Psicosocial Colombiana.
Etapa 4. Visibilización de experiencias de trabajo psicológico con las comunidades
Se trata de establecer un proceso de recolección de información; de actualización sobre la información existente relativa a cada contexto regional o nodo temático; de sistematización de experiencias a través de cursos de pregrado, prácticas, tesis, e investigaciones orientadas y asesoradas por los grupos de investigación correspondientes a cada nodo de trabajo en red.
Se busca concretar la estrategia de recolección de información con las comunidades, y establecer el estado del arte de la psicología comunitaria en Colombia y la construcción de las comunidades psicológicas regionales.
Etapa 5. Encuentros Regionales de Psicología Comunitaria. Caracterización psicosocial de las problemáticas regionales desde el punto de vista de las experiencias comunitarias locales
La quinta etapa propone la realización de uno o varios encuentros en cada uno de los nodos regionales, en los que se realice la presentación de las experiencias investigativas y de sistematización, y se abra la discusión sobre la caracterización de las dinámicas psicosociales del contexto regional y el problema del desarrollo integral de las comunidades.
Etapa 6. Encuentros Regionales de construcción de país
La sexta etapa se centrara en la puesta en común de las conclusiones y propuestas de las diferentes regiones del país, y en la discusión sobre la construcción de un proyecto concertado de nación, así como en la determinación de las líneas de investigación en psicología comunitaria que apunten a apoyar este proceso. Se realizarían varios encuentros regionales en esta dirección. En esta etapa cada nodo de trabajo en red se plantea la posibilidad de elaborar un plan de investigaciones orientado a promover el desarrollo integral de las comunidades y de su participación en la construcción de un proyecto concertado de nación.
Se hace necesario construir participativamente en esta etapa la ruta de la Expedición Psicosocial Colombiana, de tal manera que se haga posible un reconocimiento por parte de la Red Colombiana de Psicología Comunitaria de los contextos y las culturas regionales, y se promueva la participación de las comunidades en la discusión y la construcción del proyecto concertado de nación que requieren las comunidades.
Etapa 7. Agenda para el desarrollo de la Psicología Comunitaria en Colombia
En esta etapa se realizaría un encuentro nacional de experiencias investigativas, al igual que de líneas de investigación, orientado a la reflexión sobre el problema psicosocial de la construcción de un proyecto concertado de nación y la definición del programa de investigaciones correspondiente, el cual se constituiría en la Agenda para el desarrollo de la Psicología Comunitaria en Colombia.
SITUACIÓN ACTUAL DE LA EXPEDICIÓN
En la actualidad (2018), transcurridos cuatro años de comunicación en red, contamos con 480 psicólogos y psicólogas inscritos y participando en la red, vinculados a más de sesenta grupos de investigación. Hemos logrado hasta el momento conformar nueve nodos regionales localizados en Bogotá, Valle del Cauca, Cauca, Nariño, Eje Cafetero, Antioquia, el Caribe, Santanderes y Orinoquía, y dos nodos de carácter temático, uno sobre Psicología y Comunidades Indígenas, y el segundo sobre Psicología y Ruralidad, por lo que ya podemos con pertinencia asumirnos como un sujeto colectivo aportando a la construcción de la nación. Estos once nodos se coordinan internamente a través de representantes de cada nodo, con quienes se constituye el Grupo Motor Redpsicom, que se espera en un tiempo no muy lejano haya desarrollado capacidad para tomar decisiones autónomas, de manera que se garanticen la existencia y la autonomía de la Red Colombiana de Psicología Comunitaria una vez finalizado el proceso de la Expedición Psicosocial Colombiana.
Adicionalmente, en el momento actual nos encontramos en un proceso de vinculación progresiva de instituciones, fundamentalmente comprometidas con la formación de psicólogos, así como de fundaciones, grupos estudiantiles y profesionales que han dado su aval institucional a la propuesta de la Expedición Psicosocial Colombiana y que, al hacerlo, están transformando la red profesional en una red interinstitucional, con lo cual se está dando una base de legitimidad y de mayor estabilidad a este escenario de actuación. Entre las instituciones que han dado su aval encontramos a la Universidad del Valle, de donde emerge la propuesta y que sigue jugando un rol de liderazgo en esta iniciativa, la Universidad Cooperativa, la Universidad Nacional a Distancia (UNAD), la Universidad de Los Libertadores, la Universidad Iberoamericana, la Universidad Surcolombiana, la Cátedra Libre Ignacio Martin Baro, la Universidad Santiago de Cali, el Centro Interuniversitario de Investigaciones e Intervención Social (CIIIS), el Grupo Estudiantil y Profesional GEPU, de la Universidad del Valle, y la Fundación Terapia del Reencuentro de Valencia (España).
Igualmente, hemos establecido alianzas estratégicas con otras redes sociales que a nivel nacional están comprometidas con la construcción de país. Entre ellas se encuentran el Consejo de Asentamientos Sustentables de Latinoamérica, o CASA Colombia, la Asociación para el Desarrollo Sostenible SEMILLAS, y el Pacto Mundial Consciente.
La formulación y la realización de estrategias de actuación en red se constituye en el medio a través del cual adquiere existencia real la Red Colombiana de Psicología Comunitaria. En esta perspectiva es importante mencionar las iniciativas propuestas por los actores de la red que poco a poco se van convirtiendo en proyectos reales. En esta dirección cabe mencionar la propuesta de Fabricio Balcázar orientada a la creación de la página web www.colombiapsicosocial.com, que dio lugar a la elaboración del proyecto, así como su gestión para conseguir recursos para su financiación, que finalmente se hizo realidad en el año 2016. Alrededor de este proyecto se conformó como Equipo Dinamizador Virtual conformado por Marta Isabel Álvarez, Daniela López, Andrea Sierra y Fabricio Balcázar, quienes en la actualidad mantienen viva la dinámica comunicativa a través de este medio. Igualmente, se crearon la página de Facebook Expedición Psicosocial Colombiana
y el chat de whatsapp con el mismo nombre, a través de los cuales se mantiene una comunicación permanente entre los integrantes.
A partir de la propuesta inicial se ha generado una dinámica de interacción en red