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¿Mercenario o Internacionalista...?: Angola, la guerra mercenaria de Fidel Castro
¿Mercenario o Internacionalista...?: Angola, la guerra mercenaria de Fidel Castro
¿Mercenario o Internacionalista...?: Angola, la guerra mercenaria de Fidel Castro
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¿Mercenario o Internacionalista...?: Angola, la guerra mercenaria de Fidel Castro

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Angola 1975–1991 (MMCA) capítulo imperfecto de la revolución cubana, generales desde el Ministerio de Guerra, reciben órdenes de los líderes en estatus de genuflexión a Rusia, es tal, que en el transcurso de esta odisea se les apoda “hermanos Karamazov”, en alusión literatura cumbre de la literatura rusa. Aldeas arrasadas en zonas en conflicto.

Liborio, lleva la peor parte, 9 mil caídos, 11 mil mutilados, 37 mil ingresan con calvarios: ETS, VIH-SIDA, paludismo. Notifican 377 mil legionarios. Buques ingresan madera preciosa para bunker de los mandos. Los Karamazov sacan tajada, recibieron al menos 10 mil millones de dólares, fundan base piramidal: capitalismo de estado, gerenciado hoy por GAESA.

Rastrear esta historia fascinante, LQQD: florecimos mercenarios de balde.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento5 mar 2021
ISBN9781643347806
¿Mercenario o Internacionalista...?: Angola, la guerra mercenaria de Fidel Castro

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    Nunca había leído algo tan pésimamente escrito. Parece obra de un niño de cinco años.

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¿Mercenario o Internacionalista...? - Carlos Ríos Otero

De vuelta al hogar, cruzando la línea ecuatorial

De vuelta a Cuba, en la primavera 1977, otra vez por el puerto Lobito, por esta misma rada invadimos Angola en el otoño 1975. Esta vez de vuelta, decenas de oficiales de la CIM (Contra Inteligencia Militar) nos hicieron extender mantas y vaciar toda pertenencia de las mochilas, me ocupan un diario, se borronea desde el polígono de Hipulka, resalta los sucesos semanales de lunes a sábado, algún hecho relevante se precisa día con nota florida cada domingo. Solo puedo salvar pliego en páginas sueltas que protegí con celo. La reparación de las crónicas del referido diario se coteja para el segundo lustro de 1980, aún las neuronas son juveniles y memoria flamante. Alegatos salvados en la guarida, se archivan en una sacristía y copias en varias casas del Team Moncada, así nos rebautizamos quienes transcribimos esta historia fascinante.

Recordando la ida, tocamos Luanda el 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes, en la liturgia católica. Días posteriores abordamos el puerto de Lobito, fui uno de los más de 377 mil jóvenes que participaron en la guerra fratricida de Angola 1975–1991 y tuve la buena suerte de no ser de los miles que regresan en pequeñas arcas de aserrín y hojarasca, virtualmente cenizas de osamentas. Las víctimas, la mayoría oscilan 23 a 37 años, el régimen ofrece dato oficial: sepultan 2 085 mártires que cumplían misiones militares y 204 en tareas civiles en las misiones: Argelia, Siria; guerrillas: Haití, Santo Domingo, Panamá, Venezuela, Colombia, Nicaragua, Bolivia, Congo, Guinea Bissau, Mozambique y Etiopia. Oficiales retirados aseveran que suman al menos mil caídos de misiones citadas. Angola: nueve mil mártires, once mil mutilados, tornan 37 mil enfermos.

Operación tributo, diciembre de 1989, del polígono MMCA, fuentes de altos quilates de oficiales del MINFAR hoy en la reserva revelan: 9 mil caídos en combate y 11 mil mutilados y también regresan contagiados de: ETS, VIH-SIDA, paludismo, estrés post bélicos y alcohólicos violentos sobre todo, oficiales profesionales, enrolados en largas jornadas repetitivas, al menos 37 mil apañan calvarios endémicos cedidos a familiares.

Dos semanas antes de invadir Jardines del Rey, al norte de Cuba, al cruzar la línea ecuatorial en pleno atlántico gozamos en honrar Festividad Marinera. Es tradición marinera la fiesta lobo de mar, se establece atrapar en un gran bombo el nombre de un pez, se refleja en el diploma que rubrica el capitán de la nave, agasajados el autor Sabalote y Ulises Tiburón. Fecha plagiada por si cae algún pergamino en manos de la CIA (Central de Inteligencia USA) y no se enteren del verdadero suceso, sobre todo el tiempo real, comenta el Trinka, oficial de la CIM (Contra Inteligencia Militar).

Fui jefe escuadra tres, pelotón tres, compañía tres, batallón tres, grupo táctico tres: rocambolesco RIM (Regimiento Infantería Motorizada-XII), Ejército Central (tercer ejército). La estructura militar castrista de ejércitos: Occidental/primero, Oriental/segundo y Central/tercero. Tres ejércitos son proyectados por el grado de laberinto y números de miembros. Tal vez, el número tres sea mi número de la suerte, metáfora sublime este número. Hace que mi mente despierte del largo letargo embrujado del castrismo perverso, y de la micra de mierda nitrogenada que resulta ser la ideología marxista. Ideología que castra el libre pensar, manipuladora de mentes, asesina de la iniciativa privada, iniciativa privada que es causa y efecto del origen del tesoro de las Riquezas de las Naciones.

El Ejército Occidental posee unidades adscriptas al comandante en jefe, las RAM (Reserva del Alto Mando) localizadas en los predios de la capital, presa al emporio del máximo líder. RAM son unidades elites que sus jefes son doblemente chequeados por el SIER (Servicio Inteligencia del Estado Revolucionario), el SIER es adscripto (directo) al Jefe de Estado, mientras que la CIM al ministro del MINFAR. El SIER, servicio de Re-Contrainteligencia desconocido, topos sembrados en las propias agencias del G-2/CIM, literalmente subterránea, adscripta directo al finado Fidel Castro, que, tal vez, muere con Fidel. Hoy, se cavila, se halla en las manos de Castro-III (Alejandro Castro).

La catarsis que desemboca este testimonio-ensayo, es el mejor esfuerzo y adeudo con los caídos, para denunciar a la corrupta casta militar que apuntala a la dinástica familia Castro, exige a la juventud cubana la presencia al polígono Angola: dar un paso al frente e identifíquese con el momento revolucionario, e interpretar las directivas del Comandante en Jefe. Mientras el comandante en jefe Fidel Castro, con diez hijos varones (cinco con la viuda) Jorge un hacker, Tito un constructor, Alejo un periodista, Fifo un tutor coronel Maciques. El finado Fidelito príncipe heredero, caduca en una muerte embrujada. Fidel, no envía a ninguno de sus vástagos a combatir a Las Guerras Secretas de Fidel Castro, (J. J. Benemeli), guerras que Castro usa para exacerbar narcisismo: Argelia, Siria; guerrillas: Panamá, Haití, Santo Domingo, Venezuela, Nicaragua, Chile, El Salvador, Colombia, Bolivia. En África, Etiopia y su gran mega guerra, la tarea MMCA.

Delfines en Jardines del Rey

De vuelta, narrando la vigilia de la primavera 1977, en el fondo de las bodegas nos apilan en literas de tres pisos como ratas igual a cuando invadimos Angola en el otoño 1975. Remontamos la motonave Moncada, pero esta vez nuestra vestimenta raídas y con una carga de mutilados de guerra. Pensábamos que la tarea queda inconclusa, ya que, no pudimos rescatar a dos exploradores afrocubanos de unos veinte años de edad, lazos afectivos: primos. El mando ordena explorar río arriba de la ribera sur del Río Cunene, nunca regresan, el mando organiza varias operaciones, fui protagonista de estas marchas de rastrillaje, jamás dimos con los chicos, trama que martilla nuestras mentes.

En la proa del navío, contando estrellitas y patrullando la vía láctea no podemos pactar con el sueño. La Osa Mayor asociándose al rabo de la Osa Menor, se matiza la excitante Estrella Polar que marca el norte, el norte revuelto y brutal, razonamos, ¿quién cojones comentó tal pendejada, el tal norte brutal?; honramos que fue el tipo de la rosa blanca. Nos sorprende el alba ya a la altura de los cayos del norte de Cuba, Jardines del Rey, se espera fuera de noche y apearse en un espigón lejano fuera de la vista de los curiosos. El último pensamiento para los caídos en emboscadas letales, aún viven en la salvaje selva fatua, pudriéndose su osamenta en la tierra a diez mil kilómetros de casa. Esta vez, nosotros, los sobrevivientes, carga de mutilados de guerra y contagiados de paludismo, parasitados, ETS y VIH-SIDA, otros padecimientos que se potencian en la medida que pasa el tiempo y revienta el estrés post traumático bélico y alcohólicos pro violencia al hogar dulce hogar, máxime caen en oficiales profesionales que repiten ciclo a la necrópolis de la guerra que potenció la Misión Militar Cuba en Angola (MMCA).

Cientos de delfines nos escoltan rodeando el barco, saltando, silbando, jugando, es como si supieran del retorno por la llegada a casa. Los cetáceos nos custodian hasta la entrada de la misteriosa rada, bajo amenaza de tormenta tropical con negros nubarrones que enlútese la tarde, se despiden chillando y dan vuelta hacia alta mar. El mando no rotula la rada elegida para desembarcar, tarea que salvaguarda en secreto absoluto. Desembarcamos y montamos a camiones enlanados, las ambulancias parten rauda al Hospital Naval de La Habana. Dos amigos de la comarca de Bemba, sus penes, el pellejo se cae a pedazos y despegan un fuerte olor a cebolla podrida, mientras la comitiva la revalidan comisarios del MINFAR, G-2 y del PCC, se protegen del primer temporal de primavera con capas de verde olivo, hacen del evento una escena grotesca con carga psicológica al estilo de los filmes del Sir de Inglaterra: Alfred Hitchcock.

Lastre de desembarque

El pelotón tres, desde la proa de la nave observa el desenlace y la ansiada descarga, nos conocemos y nos extrañamos como familia. Ulises (el viejo El buda) atrapa ese nombre de guerra por ser el más viejo del grupo, para la época cumple 51 años y Tiburón, en la marinera fiesta Lobo de Mar, guajiro de la Sierra Maestra, su familia apoya a la guerrilla de los hermanos Castro. Estos invaden la sierra en los años 1956 al 1958, al final se enrola en el pelotón del finado comandante Calixto García, este, exasaltante del cuartel Carlos Manuel de Céspedes (Bayamo) héroe del 26 de julio 1953 (Moncadistas).

Fundamos una suerte de hermano mayor y menor al reciprocar historias, mi padre partisano de la hueste del finado comandante guerrillero Calixto García, la coincidencia forja inseparable amistad y ajustamos de vernos metódicamente, ya al final de la contienda somos locutores críticos y testigo de acciones de guerra con sesgo de acciones punitivas contra la población civil, que no estaban de acuerdos a nuestro rumiar. El alto mando al final de la misión, solicitan que escriban experiencias vividas de actitudes que al parecer fuera importante referir, fueron pocos los que usaron esa tribuna, suena a demagogia, este evento es la fogata que enciende la polémica y, yerro del descontento. Yo uso la tribuna, advertido por Tiburón, no te escogerán para medicina militar, eres enemigo jurado del mando (MMCA) los criticados son quienes evalúan esas planillas.

Desembarcamos unos dos mil, bajan unos doscientos mutilados y cifras desconocidas de muertos que quedan en las selvas y tres desaparecidos de las huestes de los hunos, así nos hacíamos llamar por ser milicias de Fidel: el Atila, adulando a Fidel nos inventamos ser guerreros de Los Hunos, mezcla de Fidel el Mesías, y al mismo tiempo: El Caballo, El Uno. Realmente éramos una carga de aduladores empedernidos para dar bombo al tirano bandera. Después supimos que por donde pasa el caballo del guerrero, Atila jefes de los Hunos, no dejaba ni hierba.

Fundamos símil por la tarea de repatriar en 1989 a los caídos en Angola, hicieron creer a familiares que eran las cenizas de los abatidos en combate, cenizas de sus osamentas y se les arregla ser: Apóstoles del nuevo momento revolucionario, tal afirmación es una carga de demagogia y cinismo propio de los hermanos Castro y su corrupta casta militar que los apuntala. Realmente, lo que se repatria en cajones-sarcófagos de arcas de madera de pinotea, ya que, la madera preciosa la apañaron los generales y coroneles para sus bunkers y quintas, es abundante hojarascas y aserrín que inventa el MINFAR (Ministerio de la Guerra) otra cínica treta revolucionaria bautizada por hermanos karamazov, la tal: Operación Tributo.

El ojo tuerto de los Trinkas

Toda la etapa MMCA, mi pelotón y sobre todo mi escuadra, tal vez, una suerte azarosa que nos optaran para eventos como seguridad, faena que nos salva de ser actores de operaciones que lamentaríamos en el futuro, por ser acontecimientos vergonzosos a nuestros ojos y antónimo al talante del supuesto: Misión Internacionalista.

Primero, convoy tren polvorín puerto de Lobito a la ciudad de Nova Lisboa (Huambo). Segundo, defensa del almacén de vivieres más grande del mundo nunca antes visto. Tercero, facenda de Viriambundo. Cuarto, protección de mansión de Facenda ganadera ribera del Río Cunene. Quinta, cota de macacos y proteger MI-8. Sexta, invadir meseta erigida puesto de observación de un comando enemigo. Séptima, Remember Kuamato. Octava, hasta más no ver MMCA: Good bye delfines cetáceos.

Esta vez nos colgamos la octava orden de seguridad, hubo otras, pero efímeras, la escuadra tres muchas veces escogida para tales asaltos de seguro, esta vez, lo sui géneris es el final para nosotros de la MMCA. Los fusiles de asalto quedaron atrás y fueron guardados en casillas con grasa para preservarlos. Mi escuadra ocupa la proa, posee una vista general, es una toma panorámica de un filme para género y drama de guerra. Somos testigos de lo que se guarda con tanto misterio en la bodega contigua a la proa, nada menos que el censo de mutilados. Dos semanas atrás nadie los ve subir en Lobito, imaginamos que los Trinkas, los trajeron furtivamente desde unos camiones tapados, ordenan cerrar la bodega y aislarlos para que estos legionarios minusválidos, léase, mutilados de guerra, no estuvieran en el radar visual del resto de las tropas.

Fue deprimente ver al menos cien mutilados, supimos que el Alto Mando increpa que un pelotón fuera testigo de algo que no debe ser dominio de sus camaradas del complot. Realmente los únicos testigos es la escuadra tres (mi escuadrón) supimos que fue un error del oficial al mando del resbale, al bajar el resto del pelotón asume que los únicos testigos son los Trinkas, que han desaparecido a la vista desde la noche anterior, pero los sagaces de la CIM se encuentran alojados con los infelices minusválidos.

La amenaza del primer temporal acompañado de la pertinaz llovizna, se inicia ya de madrugada, la orden es partir antes del amanecer. En fin, la escuadra 3/3/3/3/3 fue testigo accidental de la orden apearse top secret MMCA. Ya sin armas, era una acción de rutina y esta vez nos regocijamos al observar cómo todos bajan, mutilados descienden por angosta escalerilla, asido por sus camaradas para evitar accidente y cayeran al mar. Atracar, dos horas liderado por guías en una rada angosta, tratan de no descarriar del canal y otras dos horas para descender la heroica carga. La acción de atraque al espigón, se inicia cuando suena el cañonazo de las nueve de la noche que se dispara en la fortaleza San Carlos de La Habana desde el inicio del Siglo XVIII.

La comisión Ad Doc: comisarios políticos de las tres facciones que descansa la puta revolución cubana, el verdadero terror del siglo XX y XXI contra el pueblo en estado de indefensión, expresan welcome internacionalistas: funcionarios del partido comunista (PCC), G-2 (policía política/MININT) y comisarios políticos-ministerio de la guerra (MINFAR), se funden en sendas capas verde olivo para protegerse del primer temporal de la primavera y, que perturba el desembarco. Pensamos que la atmósfera nos dice: Apeasen rápidos carneros de mierdas. Es como si la madre naturaleza amenazara en despotricar a tipos que aún no han despertado del letargo y sumisión que manipulan los Karamasov.

En fila india subimos a los camiones enlanados y las ambulancias recolectan a los mutilados de guerra: tuertos, cojos, mancos, caras deformadas, la mayoría cayeron en minas antitanques, al embarrancar por carreteras fueron pasto de las temibles y mortíferas minas y rematados con andanadas de morteros, cercenando miles de vidas y sobre todo mutilados. Números que el régimen esconde y al mismo tiempo, guarda en dossier top secret-MMCA de miles de calvarios: paludismo, ETS, VIH-SIDA, estrés post traumático y alcohólicos pro violencia, los más sufridos, oficiales del MINDES.

Cuba, enferma a partir de las guerras africanas, otro capítulo de hostilidad son las guerrillas latinoamericanas, llegan ocultamente a Cuba con ausencia absoluta de controles inmigración, incluso ausencia de chequeos de salud. Cientos de nicaragüense, colombianos, guatemaltecos, salvadoreños son entrenados en las montañas de Soroa, polígono de Punto Cero y Jejenes, reembarcados por la flota de pesca del golfo de México, capítulo que será abordado en libro para la tercera odisea (la perversa revolución cubana) del tema que nos ocupa, fuente finado L. H. Mones, excónsul de Cuba en México (Quintana Roo), después patrón de barco de pesca de altura. El cónsul, se dedicaba transportar a toda la guerrilla de Centroamérica (MR13/FARC/ELN/FSLN/FFM) armarlos, suministros de medicinas, traslado a Cuba ida y vuelta para ser entrenados con técnicas de terror, mayoría de las veces embarcan por el puerto pesquero de Batabanó al sur de La Habana, evento que redime por mar en las décadas de 1960 y 1970.

El último descargue de la motonave Moncada, varios huacales del auto alemán de marca VW del año, su correspondiente doble en partes y piezas, quienes confiamos en la supuesta honestidad de Fidel y Raúl y la elite de la revolución, aún residimos la certeza que no sabían de estas acciones pequeños burguesas, de los jefes MMCA, el decir del omnipresente DOR (Departamento de Orientación Revolucionaria) liderado por el coronel Orlando Fundora, el Josses Paul Gobbeell de régimen tiránico, liderado por los hermanos Castro.

Seguro esto no lo sabían ni Fidel ni Raúl, profesábamos los héroes revolucionarios del nuevo momento. Fuimos estúpidos, años después le comento a mi abuelo y me rectifica: ustedes son peritos come mierdas y mojón de lindero, mi abuelo aún no lo había invadido el Alzheimer. Mientras en la MMCA se formalizan juicios a soldados por divisionismo ideológico, coroneles fiscales y tribunal hacían creer que los jefes de la tarea MMCA eran trasparentes épicos, éticos y honorables revolucionarios.

Ya amenazando el alba en medio de un ambiente psicológico nefasto, partimos bajo copiosa lluvia granizada que golpeaban lonas de los camiones soviéticos Gaz-63, nos fueron dejando en ciudades cerca de los hogares, ya nuestras familias en la víspera fueron avisadas para que no existiera crisis de infarto al miocardio. Le sucedió a la abuela de los primos exploradores del Río Cunene, varios de sus amigos fueron a saludarle en los primeros días y la anciana al indagar de sus criados nietos huérfanos, al no verlos sobrevino el desenlace infeliz, pero Dios no quiso que fuera víctima de la crisis cardiaca, y se sobrepone. El final de 1989, se entregan arcas de sarcófagos de supuestas cenizas con la inscripción Operación Tributo, nunca más supimos de la atribulada abuela.

Tiburón y Sabalote (autor) se fueron en una rastra gigante enlanada de negro, la única de su tipo, parecía una visión, no éramos de la misma ciudad, repartía el cortejo mercenario por pueblos, ciudades de la

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