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Acerca del Tiempo y la Clara Luz
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Libro electrónico71 páginas43 minutos

Acerca del Tiempo y la Clara Luz

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Información de este libro electrónico

Las cosas tienen que ser del modo en que nos las encontramos.  
Pero los buscadores son invitados a viajar a través del espacio-tiempo. 
Tenemos límites en nuestras vidas pero no hay límites para el conocimiento en sí. 
Un libro sapiencial.  
Un libro que es como llevar una linterna en el hombro.

IdiomaEspañol
EditorialBadPress
Fecha de lanzamiento3 feb 2022
ISBN9781667425511
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    Acerca del Tiempo y la Clara Luz - APO HALMYRIS

    Parte I

    La Sequía

    En Tiempos de Eclipse

    Una vez más tuvo que cumplir con el Viaje, viniendo desde el futuro o desde cualquier época, como siempre y dondequiera, llegando al presente.

    La imaginación colectiva, debido a tanta especulación, había logrado re-configurar el Universo espacio-tiempo de conformidad con el Océano de los pensamientos flotantes.

    Zal nació el día del eclipse.

    La majestuosa visión cósmica estuvo disponible solo para aquellos que se tomaron la molestia de mirar la corona solar con lentes oscuros. Los pequeños seres del planeta Tierra estaban demasiado ocupados como para mirar hacia arriba. Como polvo de ladrillo, la tenue luz rojiza presionaba sobre las calles.

    La Luna al gravitar a nuestro alrededor produce muchos dolores de cabeza, no sólo levanta densos y pesados estratos de agua salada de los océanos del planeta, sino que también hace presión desde las diminutas células de nuestras cabezas y cuerpos.

    Zal, una persona muy sensible y emocional, recogía los estados de ánimo de otros, convirtiéndolos en partes internas de sí mismo.

    De una imaginación rica y vivaz, a menudo generando fantasías creativas, su patio de juegos y su hogar era lo oculto. Ideas que tal vez tenían significado solo para él coloreaban las nubes de pensamiento en su cielo particular. 

    Zal ha sido siempre una persona bondadosa y muy considerada con los demás.

    Más joven que su eterna edad, estaba destinado a mantener su mente alerta en medio del vaivén de nuevas ideas y experiencias.

    El Profesor Lao se había colocado sus gruesas gafas a fin de poder mirar atentamente a Zal.

    - Zal se preocupa tanto por la gente... Karma, destino, sino... ¿por qué se están mencionando esas cosas con tanta frecuencia?

    ¿Un Teorema Sobre el Libre Albedrío?

    La chica alta y delgada, con una coleta encrespada, estaba muy desesperada.

    - La peor creencia es que todo está determinado y que nosotros no podemos hacer nada, es como si el Universo se burlara de la gente.

    Zal se sintió en la obligación de ofrecer una respuesta reconfortante.

    - Pero... ¡es exagerado pensar que se trata de una burla!

    - Sí, sí, sí, en este caso no me interesa nada porque todo es una gran suciedad. Nada tiene importancia, da lo mismo las acciones creativas que las destructivas... o todo lo que consideremos como bueno o malo... Mis actos, mis acciones... ni siquiera existirían ¿Nada proviene de mí? ¿Un juego preestablecido en el que nadie tiene importancia? Las creencias de la gente no tienen importancia, la voluntad de la gente no tiene importancia, no hay nada que aprender de las experiencias... Todo predeterminado... ¡No hacemos nada!

    - ¡No te enojes, estas respirando aceleradamente! Los cuentos que inventa la gente son innumerables, son desordenados, y se entrecruzan y entretejen para reflejar los pensamientos y esperanzas de siglos y mortales.

    - ¿Nada claro? En otro cuento, uno sobre el cual a veces me gusta soñar, imagino que puedo hacer ciertos gestos insignificantes para atraer cosas buenas hacia mí. No quiero oír a nadie decir sobre lo que me va a suceder a continuación. Quiero evitar situaciones negativas que dejen en mí huellas profundas e imborrables.

    - ¡Cuánto malentendido! Hay tantas palabras rodando por ahí, ocultando el significado profundo, el cual no necesita ser convertido en palabras débiles e incompletas...

    Como en tantos otros casos, Zal podía ver como el Ruido había cubierto los estratos terrenales.

    Ahora ese gran Ruido se incrementaba porque, en esta ocasión, provenía del nido de avispas de los filósofos.

    Algunos puntos de vista insinuaban que el libre albedrío era definido como la capacidad que tiene un individuo de tomar sus decisiones, sin impedimentos, entre alternativas posibles.

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