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El Apocalipsis... una nueva oportunidad
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Libro electrónico390 páginas6 horas

El Apocalipsis... una nueva oportunidad

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Información de este libro electrónico

Venezuela, al igual que algunos países alrededor del mundo, se encuentra actualmente oprimida por un gobierno totalitarista que, con el pasar de los años, se ha apoderado de todas sus riquezas y ha doblegado la voluntad de sus habitantes matándolos, literalmente, de hambre y racionalizándoles todos los demás bienes necesarios para un buen estand

IdiomaEspañol
Editorialibukku, LLC
Fecha de lanzamiento6 nov 2021
ISBN9781685740092
El Apocalipsis... una nueva oportunidad

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    El Apocalipsis... una nueva oportunidad - Carlos LB

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    El Apocalipsis...

    una nueva

    oportunidad

    Carlos LB

    Reservados todos los derechos. No se permite la reproducción total o parcial de esta obra, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio (electrónico, mecánico, fotocopia, grabación u otros) sin autorización previa y por escrito de los titulares del copyright. La infracción de dichos derechos puede constituir un delito contra la propiedad intelectual.

    El contenido de esta obra es responsabilidad del autor y no refleja necesariamente las opiniones de la casa editora. Todos los textos e imágenes fueron proporcionados por el autor, quien es el único responsable por los derechos de los mismos.

    Publicado por Ibukku

    www.ibukku.com

    Diseño y maquetación: Índigo Estudio Gráfico

    Copyright © 2021 Carlos LB

    ISBN Paperback: 978-1-68574-008-5

    ISBN eBook: 978-1-68574-009-2

    ÍNDICE

    I. EL INICIO

    II. EL ENCUENTRO

    III. LA REVELACIÓN

    IV. LA PROFECÍA

    Lo que nos parecía imposible ocurrió. Las advertencias de algunas personas se hicieron realidad, y aquel Paraíso que teníamos, y que muchas veces llegamos a desestimar y criticar, se convirtió, literalmente, en un verdadero infierno.

    Ante la impotencia que sentimos los que, de una u otra forma, tuvimos que huir de ese infierno y dejar atrás a nuestros seres queridos, amigos, nuestras casas y demás cosas que, con sacrificio y trabajo pudimos obtener, nuestras querencias y en fin, nuestras vidas, la idea de poder hacer algo que sirva para ayudar a nuestros compatriotas y familiares que todavía permanecen allá, siempre está latente en nuestros corazones, por eso trato de que, con esta historia, muchas personas alrededor de todo el mundo tengan una idea más clara de lo que realmente ha sido, y es en la actualidad, ese infierno venezolano, para que así puedan comprender un poco más nuestra causa y puedan detectar las señales y prevenir que esto ocurra en sus países, y sobre todo, también para mis coterráneos, para que no olvidemos nunca lo que pasó y quienes fueron los responsables de acabar con nuestro futuro, el de nuestros hijos y el de un pujante País bendecido por Dios con tan inimaginables recursos naturales y humanos.

    …. Fuerza y Fe

    La base de la presente historia está sustentada en hechos ficticios, productos de la imaginación del autor. No obstante, todos los acontecimientos que rodean su completo desarrollo sí ocurrieron realmente en Venezuela durante los años 1999 hasta el 2018.

    Y miré, y apareció un caballo bayo; y el

    Que montaba sobre él tenía por nombre la

    Peste, y le acompañaba el Hades. Les fue

    dada potestad sobre la cuarta parte de la

    Tierra para matar con espada, con hambre

    O con peste y con las fieras de la tierra.

    Apocalipsis 6,8

    A finales del siglo XX, y sobre todo durante el año de 1999, muchos eran los rumores y las historias acerca del fin del mundo con la llegada del nuevo siglo. Todo aquel que se considerara experto, sin realmente serlo, no escatimaba en dar los detalles de cómo y cuándo ocurriría tal desastre, bien sea basándose en las escrituras Bíblicas o en otros documentos como las Profecías de Nostradamus o el Calendario Azteca o Maya y, en algunos casos, hasta por Revelaciones Divinas o de seres extraterrestres. Incluso ciertos científicos y tecnólogos llegaron a vaticinar que el primero de enero del año 2000 ocurriría una catástrofe tecnológica mundial debido a que los sistemas computarizados alrededor de todo el planeta no estaban programados para la llegada del nuevo siglo.

    Todo este panorama negativo fué el responsable de originar una gran ansiedad a nivel mundial que se iba incrementando a medida que se aproximaba el 31 de diciembre de ese año 1999. Pero lo cierto es que llegó ese primero de enero del 2000, e incluso, transcurrieron los primeros años de este nuevo siglo, y no pasó nada. Todas esas predicciones apocalípticas que muchas personas aseguraban que iban a ocurrir, ciertamente no pasaron. Así, una gran cantidad de personas se pudieron quitar esa preocupación de encima y continuaron con sus vidas cotidianas, dejando todo eso en el pasado. Pero entonces emergieron otras teorías en las mentes de algunas personas que, al ver que nada ocurrió, trataron de buscar una explicación que, de alguna forma, pudiera justificar su equivocación. Fue cuando entonces dijeron que, lo que acontecería no sería una catástrofe global como tal, sino un cambio de era. Estas personas justificaban sus teorías en estudios del aura de algunos niños nacidos a finales de siglo, mientras que otras interpretaban, a su conveniencia, algunas escrituras o el mismo calendario Maya.

    En estas nuevas hipótesis, sus enunciantes indicaban que éste cambio sería liderado por unas personas con características especiales que nacerían justamente en las proximidades del comienzo de este nuevo siglo y a las que llamaron seres Millenium o niños Millenium por haber nacido en esa precisa época, o niños índigo, por ser ese el color del aura que, según ellos, poseían.

    Estas personas especiales, tendrían como una de sus virtudes más notorias, su alto nivel de inteligencia, muy por encima del promedio conocido hasta ahora. Pero lo cierto es que las manifestaciones de estos seres especiales todavía no se han hecho notoriamente públicas. Ni siquiera ha ocurrido algún hecho relevante, de su parte, que pudiera indicar que, ciertamente, estaría próximo a ocurrir ese cambio de era. Aunque, es digno de reflexión que, si la mayoría de estas personas especiales nacieron durante 1999 o los primeros dos años de este nuevo siglo, sus manifestaciones, realmente, se deberían comenzar a sentir rondando el 2020, época para la cual ya tendrían alrededor de 20 años, edad suficiente para poder desenvolverse libremente en cualquier parte del mundo.

    Pero todo esto sigue siendo teoría o especulación. Nadie sabe realmente si el mundo, debido a los errores cometidos por la misma humanidad, podrá ser destruído por el mismo hombre o por algún fenómeno natural interno o externo, o si de verdad va a ocurrir un cambio en la tecnología, o en las ideas de los seres humanos, que conlleven a una transformación de los sistemas políticos y/o sociales actualmente vigentes.

    Pero lo cierto es que los verdaderos designios de Dios, y sus planes para con la Humanidad, sólo El los conoce y la mente del hombre, por más que trate de averiguarlos, nunca podrá hacerlo, porque se encuentra todavía muy lejos de alcanzar ése nivel. Sólo El sabe los instrumentos que utilizará para, de alguna forma, tratar de encausar al mundo por el camino correcto y evitar así su degeneración y total destrucción.

    I. EL INICIO

    Para finales del año 1999, una gran cantidad de personas, alrededor de todo el mundo, experimentaban una extraña sensación de temor, ansiedad e incertidumbre. Era algo a lo que, algunos, trataban de no darle importancia, pero en diferentes lugares del globo terráqueo se podía sentir como, algo raro en el ambiente, que hacía que esta Navidad, en particular, no fuera igual que muchas anteriores. Pero todo esto tenía su origen en que, no solamente era la normal llegada de un nuevo año, como a lo que todos estábamos acostumbrados, sino también sería el inicio de un nuevo siglo.

    Estos sentimientos, generados en muchos, no eran algo nuevo en el acontecer de la humanidad, ya que siempre la llegada de un nuevo siglo se ha prestado para todo tipo de especulaciones, sobre todo aquellas apocalípticas que hacen referencia siempre a grandes catástrofes, bien sean naturales o generadas por el hombre. Pero, además, en esta particular Navidad, no solo coincidían la llegada de un nuevo año, y la de un nuevo siglo, sino también el inicio de un nuevo milenio, lo que exacerbaba aun más las especulaciones, y por ende, todos esos sentimientos originados en muchos habitantes alrededor de todo el planeta a causa de las innumerables profecías que surgían.

    A la convergencia de estos tres factores se sumaban, por supuesto, las condiciones particulares que reinaban, en ese momento, en cada País y, en el caso específico de Venezuela, una República ubicada al Norte de la América del Sur y que todavía era desconocida para muchas personas del mundo, la mezcla de estos factores externos, sumados a los internos, eran, interpretados por algunos, como una especie de señales divinas enviadas por Dios para que los venezolanos reflexionaran mejor acerca de la forma en que se estaban conduciendo, de la creciente pérdida de muchos de los valores morales y, sobre todo, del futuro que querían para sus hijos y para el de su País.

    En los primeros días de ese mes de diciembre de 1999, ocurrió una catástrofe en el estado Vargas, el cual se encuentra ubicado en la costa Norte del País, donde las fuertes y persistentes lluvias que ocurrieron por varios días contínuos originaron una inmensa avalancha de piedras y lodo que arrasó prácticamente con todo el estado, produciendo alrededor de 15.000 víctimas fatales, innumerables desaparecidos y más de 100.000 damnificados. Estas dolorosas cifras permitieron clasificar este hecho como una de las más grandes catástrofes de este tipo ocurrida a nivel mundial. Pero esto estaba muy lejos de hacer que los habitantes, de esta particular región del continente, meditaran, aunque fuera un poco, acerca de cuán variable puede ser el futuro y la necesidad de siempre tratar de tomar las previsiones que se puedan, porque las cosas, y sobre todo nuestras vidas, pueden cambiar drásticamente de un día para otro.

    Casi siempre, cuando van a ocurrir hechos como este o algún otro que pueda afectar notablemente al hombre y su ambiente, Dios nos envía algunas señales, bien sea a través de la naturaleza o con la aparición de determinadas personas que tratan de advertirnos acerca del inminente peligro. Pero muchas veces no podemos, o no queremos, darnos cuenta de ello. A pesar de todas estas cosas, realmente era muy difícil que, en algún momento, cerca de la llegada de este siglo XXI, hubiera pasado por la mente de muchos venezolanos el panorama apocalíptico de que, siendo su tierra uno de los Países más ricos del mundo y, teniendo una cantidad de recursos naturales y humanos tan grande, a la vuelta de algunos años este se convertiría en un País quebrado, en donde las personas, y sobre todo los niños, estarían muriendo de hambre y se verían forzados a escarbar en la basura para poder encontrar algo de comer. Aunque alguien se los hubiera dicho, nadie le habría creído porque el País, para ese momento, era estable económicamente, con un futuro prometedor y bastante tranquilo socialmente, por lo que ese panorama, de verdad, era casi imposible de imaginar para cualquier ciudadano.

    Los venezolanos no prestaron mucha atención a las profecías apocalípticas de fin de siglo y nuevo milenio, ni a las señales que ya se habían hecho presentes, como la ocurrida en Vargas, y mucho menos a aquellas personas que levantaron sus voces para advertirlos. Nada de esto los hizo meditar conscientemente acerca del futuro de su País, y de pensar en lo que realmente debía ser conveniente y necesario, tanto para la mayoría de los habitantes, como para el mantenimiento del ritmo de progreso constante que durante los últimos años había mantenido la nación. En lugar de ver un poco más allá, solo se limitaron a remontarse en el pasado y criticar la deficiente labor desarrollada, en algunos aspectos, por los gobiernos democráticos sucedidos hasta la fecha, esperando, únicamente, que alguien llegara para resolverles todos sus problemas, pero eso si, sin que nada de esto implicara sacrificio personal alguno o cualquier tipo de intervención física por parte de ellos. Eso podría explicar, aunque fuera parcialmente, el por qué muchos venezolanos, en esos días, solo se preocuparon en cifrar sus esperanzas en un nuevo Presidente, Hugo Chávez, pensando así que, tal cual como si fuera un mesías, sería la persona enviada por Dios para resolver todos, y cada uno, de los crecientes problemas del País.

    Las pocas voces que se alzaron para tratar de alertar al pueblo acerca del error que iban a cometer con la elección de este nefasto personaje como nuevo Presidente, no tuvieron la fuerza necesaria, ni la credibilidad suficiente, para ser escuchadas y tomadas en cuenta por la mayoría, además de que algunas notables personalidades, tanto del sector político como de los sectores económicos y sociales, veían con agrado la candidatura de este individuo porque encajaba para el cumplimiento de sus mezquinos intereses personales. Es así como, de esta forma, Hugo Chávez, lejos de ser un mesías para los venezolanos, se convirtió, literalmente, en una verdadera manifestación apocalíptica para todo el pueblo venezolano, e inclusive, para algunos Países vecinos, porque se convertiría en el responsable de llevar a Venezuela a lo más profundo del abismo en todos sus órdenes.

    Las elecciones ocurridas en el año 1998, marcan el inicio de toda la debacle, cuando Hugo Chávez resulta electo con un poco más del 56% de los votos escrutados, convirtiéndose así en el segundo Presidente en la historia democrática de Venezuela, después de Jaime Lusinchi, en ser elegido con tan alto porcentaje de votantes.

    Chávez, militar graduado en la Academia Militar de Venezuela el 5 de julio de 1975, fué el que, sin importarle el juramento que hizo de proteger a la nación, planeó y comandó el fallido y cruento golpe de estado en 1992 en contra del, entonces Presidente, Carlos Andrés Pérez, pero al fracasar en su intento fue apresado y encarcelado. Dos años más tarde fué indultado por el Presidente de turno, Rafael Caldera, con plena facultad para ejercer todos sus derechos políticos a pesar de su claro desprecio por las instituciones democráticas del País puestas en evidencia en su intento por subvertir el orden constitucional y hacerse del poder.

    Una vez en libertad, viaja a Cuba donde permanece un corto tiempo y, con sus incipientes ideas totalitaristas, adopta, literalmente, a Fidel Castro como su mentor y guía, oportunidad esta que el dictador cubano no desaprovecha al ver en ella una clara señal de poder lograr su tan anhelado sueño de apoderarse de Venezuela.

    Una vez que regresa al País se lanza a la política, utilizando hábilmente como su principal bandera, y tal cual como lo hacen todos los demagogos pre-dictadores, la lucha directa en contra de la creciente corrupción en el País y la igualdad de las clases sociales.

    Ya, una vez electo como Presidente, con suma inteligencia, comienza con su agenda comunista, tomando algunas medidas populistas que le garantizaran el apoyo de la gente hasta poder alcanzar sus objetivos. Para ello, con el cuento de comenzar la transformación del País para lograr una sociedad más justa, inicia la tarea de la elaboración de una nueva constitución, por supuesto, que se ajustara a sus ambiciones personales, ya bastante bien influenciadas y guiadas por el dictador cubano. Es así como uno de los principales cambios que introdujo en esa nueva constitución, fue el aumento del ejercicio del poder de 5 a 6 años y la re-elección por un período consecutivo, lo cual ya dejaba entre ver la verdadera naturaleza de sus intenciones una vez alcanzada la presidencia del País. Esta nueva constitución es sometida a referéndum el 15 de diciembre de 1999, justo el mismo día que ocurre la tragedia de Vargas. A pesar de esto, y del mal tiempo reinante en casi todo el País, Chávez se niega a aplazar la realización del referéndum, lo cual, como era de esperar, dio origen a un proceso con un alto índice de abstención, un poco más del 55% (más de la mitad del País). Sin embargo, sin tomar en cuenta ninguno de estos hechos, la nueva Constitución es declarada por el gobierno como aprobada el 20 de diciembre de ese mismo año.

    En el 2007, dando continuidad a sus ideas totalitaristas, Chávez intenta reformar, esta recién aprobada Constitución, para extender el período presidencial a 7 años y que la re-elección sea indefinida, pero al someter esta idea a referéndum el pueblo votó en contra de ella. Sin importarle este hecho, y con la constante asesoría y guía de su mentor, en el 2009, y de manera fraudulenta e inconstitucional, Chávez impone este cambio al País, dejando esto ya, en clara evidencia, sus verdaderas ideas y sus reales intenciones de perpetuarse en el poder, tal cual como lo hizo su mentor en Cuba.

    Las medidas impuestas durante su gobierno por el autoritario personaje, y el lenguaje empleado durante sus interminables alocuciones, el cual era, en la mayoría de los casos, denigrante y ofensivo, sobre todo contra aquellos que no compartían sus mismos ideales o que de alguna forma discrepaban de sus acciones, comenzó a crear radicales diferencias entre los pobladores, dando inicio a la polarización entre dos bandos o grupos en el País. Los que estaban con Chávez fueron denominados chavistas y los que no estaban a favor de él eran la oposición, a los cuales Chávez se encargaba de adjudicarles el adjetivo que se le ocurriera cada vez que hacía sus presentaciones en los medios de comunicación.

    De esta forma Chávez comienza con la ejecución de su macabro y pre-establecido plan en el que, poco a poco y siguiendo la metodología cubana, les va haciendo un lavado cerebral a sus seguidores, convenciéndolos de las maravillas representadas en el supuesto sistema socialista que pregonaba, mientras se arraigaba más en el poder sin importarle que para ello ocasionara el colapso total de todo un País.

    El ser humano siempre ha ejercido su libre albedrío pero siempre todas las buenas o malas decisiones y acciones que realiza son supervisadas por un ser superior que, cuando El lo considera necesario, interviene para tomar las medidas correctivas y evitar así que las fuerzas malignas continúen originando el caos y conduzcan al hombre hacia su propia destrucción. Para ello se vale de recursos que casi siempre están mucho más allá de nuestra comprensión y entendimiento, pero que siempre tienen como objetivo mejorar la existencia en nuestro mundo, aunque estas medidas suelan involucrar la pérdida de vidas de muchas personas. Esto podría ser lo que algunos denominan como Justicia Divina.

    Por eso todo este incipiente ambiente enrarecido, presente en esa Venezuela a finales de este siglo XX, logra entonces captar la atención de este poder Divino que decide entonces intervenir y tomar las acciones correctivas.

    Ese es el origen del por qué ese 31 de diciembre de 1999, en una muy conocida clínica de Caracas, la capital del País, se encontraban dos diferentes mujeres dando a luz, Ana y Daniela.

    Ana era una joven y atractiva mujer de clase media que nació y vivió durante su niñez en Caracas, específicamente en la parroquia Santa Rosalía. Estudió Ingeniería Química en la Universidad Central de Venezuela y fue allí donde conoció a su esposo, Carlos. Una vez que ambos se graduaron, se casaron y se establecieron en la capital. Al cabo de algunos años, ella al fin pudo quedar embarazada.

    Como su esposo consiguió un excelente empleo al graduarse, ella no tuvo necesidad de trabajar, ya que para ese entonces la economía del País se lo permitía, y con el sueldo de Carlos podían vivir tranquilamente y hasta darse ciertos lujos, cosa bastante normal en la Venezuela de esa época.

    Por otro lado, Daniela, también joven y atractiva, era una muchacha de clase popular que nació y creció en un barrio de Maracaibo, capital del estado Zulia, uno de los principales productores de petróleo del País. Solo estudió hasta el bachillerato y se casó muy joven con un vecino de su casa, saliendo embarazada al poco tiempo de casarse.

    Entre estas dos mujeres no existía nada en común, ni siquiera alguno de sus respectivos miembros familiares había tenido el más mínimo contacto con alguien de la otra familia, hasta ese momento. Pero, por algún designio superior, coincidieron en que, faltando algunos segundos para escucharse las doce campanadas que indicaban la llegada del nuevo año, y el comienzo así de un nuevo siglo, y un nuevo milenio, ambas mujeres trajeran al mundo, cada una, y durante un parto normal, su primer hijo varón.

    Este hecho se produjo, en ambos casos, a la misma hora, exactamente a las doce de la noche, ni un minuto más ni un minuto menos. Era como si, realmente fuerzas extrañas, lo hubiesen programado todo para que ocurriera de esa forma específica y en ese preciso lapso de tiempo.

    Mientras esto ocurría, las respectivas familias, de cada una de las mujeres que se encontraban en quirófano, estaban, en la no muy amplia sala de espera, aguardando nerviosamente por el médico que les trajera alguna noticia de como había salido todo. Era tal la tensión e impaciencia por este acontecimiento familiar que ninguna de las personas en la sala estaba prestando la menor atención a la tan expectante llegada de la medianoche de este día tan particular.

    Ambas familias eran totalmente diferentes, eso podía apreciarse a simple vista. En un lado estaba Carlos Padrón, el esposo de Ana, sumamente nervioso y preocupado, caminando de un lado hacia el otro. Con él estaban sus padres, y los padres y hermanos de Ana

    —Cálmate Carlos, le dice en voz baja su madre mientras le colocaba la mano en el hombro

    —Lo sé mamá, pero es que no puedo, le contesta con nerviosa voz Carlos…

    —Es que son muchas cosas, continúa diciendo, …Ana en el quirófano y …tú sabes que yo no creo en eso, pero …ahora que voy a ser papá, ¡¡no deja de preocuparme todo eso que dicen por ahí de lo que va a pasar …de la catástrofe informática o lo del colapso ese …o el fin del mundo…y …de paso …ese Chávez que no me gusta para nada …ahh!! …y para colmo, ahora con la aprobación de esa nueva Constitución que le da luz verde para comenzar a hacer lo que le de la gana…

    —Vamos Carlos, le contesta suavemente su mamá interrumpiéndolo, …tu eres un profesional inteligente …no debes estar creyendo todas las cosas que dice la gente

    —Lo se mamá, le contesta Carlos con preocupación, …pero es que en este momento no puedo evitarlo …fíjate y …acuérdate que el compadre Lorenzo se fue para el refugio ese que construyeron por La Gran Sabana (región selvática que se encuentra al Sur de Venezuela) porque allí y que iban a estar seguros de todas esas catástrofes de las que habla la gente, …y el deslave ese que ocurrió hace unos días y que acabó con casi todo el estado Vargas, …todas esas cosas me dan que pensar y me preocupan …y …que también me tiene así esa vaina de ser primerizo en esto de tener un hijo…

    —Hemos esperado tanto tiempo por ese niño, continúa diciendo Carlos, …que de verdad me asusta que pueda pasarle algo a Ana o al bebé

    —Lo sé hijo, lo sé. De eso tengo yo un rollo bien grande …pero quédate tranquilo que nada va a pasar y todo va a salir bien, le dice la madre para tratar de calmarlo, mientras lo abraza.

    Al mismo tiempo, al otro lado de la sala, se encontraba el esposo de Daniela, que por cierto también se llamaba Carlos, y de apellido Jiménez, sentado y hablando en voz alta con varias personas que estaban a su al rededor

    —¡¡Oiga compadre!! …y por qué no se trajo encaletada la carterita de ron que le dije?...

    —Tranquilo compadre, le responde la persona que estaba sentada a su lado, …acuérdese que aquí no se puede traer licor, pero tranquilo …cuando salgamos nos vamos de rumba para celebrar su primer hijo…

    —Bergación …pero es que estoy muy nervioso compadre y vos sabéis que eso me hubiera tranquilizado un poco …le responde Jiménez.

    —Mira Carlos, le dice una de las personas que estaba parada en frente con una voz en la que se podía notar claramente que estaba tomado, …yo le dije a este pendejo que se trajera esa vaina, que no le parara a nada …que para eso ahorita somos EL PODER en este País…

    —Tú no digas nada, que con la rasca que cargas encima apenas te puedes mantener parado, le responde la persona que se encontraba sentada al lado de Carlos.

    —Bueno …bueno …no vayáis a pelear aquí ahora, les responde el propio Jiménez mientras se levanta de la silla, …que ya estoy bastante nervioso para tener además que calarme sus peos!!

    Carlos Jiménez, el esposo de Daniela, creció y vivió en el mismo barrio de Maracaibo que ella y era militar activo en ese momento. Acompañó a Hugo Chávez durante toda su campaña presidencial, por lo que, cuando Chávez ganó las elecciones, le dio un alto cargo en el gobierno como recompensa a su lealtad y a sus servicios prestados. Por otra parte Carlos Padrón, el esposo de Ana, nació y vivió, hasta su adolescencia, en Valencia, capital del estado Carabobo, ubicado no muy lejos de Caracas. Era una persona inteligente graduada de Ingeniero Químico, con honores, en la Universidad Central de Venezuela, y tenía un alto cargo gerencial en Petróleos de Venezuela, la estatal petrolera, conocida por todos como PDVSA.

    Ambos Carlos estaban nerviosos caminando a través de toda la sala, sin prestar mucha atención a lo que tenían a su alrededor, por lo que, en un momento en que ambos dirigían su mirada hacia el suelo, coincidieron los dos casi frente a frente. Carlos, el esposo de Ana, levanta la cabeza justo en ese momento y reacciona rápidamente extendiendo sus brazos para tratar de evitar chocar con el otro Carlos

    —Oh!!, …discúlpeme señor es que estoy nervioso y no lo vi, le dice

    —Nooo, …tranquilo, …no me digáis más nada, le responde Jiménez, …porque yo también estoy nervioso y tampoco me di cuenta que vos estabais en frente…

    —Bueno, …es que estamos los dos en lo mismo, verdad? responde Padrón con notable nerviosismo.

    —Sí, …tenéis razón, le dice Jiménez sonriendo …mi nombre es Carlos Jiménez, continúa diciendo al tiempo que extiende la mano para presentarse, …mucho gusto en conocerte

    —Oh, que casualidad mi nombre también es Carlos, …Carlos Padrón, le responde Padrón mientras también extiende su mano para corresponder al saludo.

    —Qué molleja!! …entonces somos tocayos y de paso nuestras esposas están pariendo el mismo día!! …bergación!! …que casualidad, le dice Jiménez.

    —Sí, …que casualidad, le afirma Padrón mientras le estrecha la mano y con la otra le da una palmadita en el hombro...

    Mientras los dos Carlos se sonríen de esta inesperada casualidad, repentinamente, se abre la puerta de la sala y entran dos médicos, preguntando

    —Quién es el señor Carlos Padrón? dice uno de ellos.

    —Y quién es el señor Carlos Jiménez? pregunta el otro, casi al mismo tiempo.

    —SOY YO!!!, responden en alta voz los dos Carlos al unísono.

    Por unas fracciones de segundo ambos voltean y se ven las caras, para casi, instantáneamente, cada uno dar una gran carcajada por esta nueva coincidencia al haber respondido ambos al mismo tiempo

    —JAJAJAJA!!! …bueno, …yo soy Padrón, le responde uno mientras se pone la mano en el pecho todavía riéndose.

    —Y yo soy Jiménez, reponde el otro Carlos también riéndose.

    —Bueno, …dice uno de los médicos, sonriéndose también al escuchar la forma en como ambos respondieron al unísono, …les informo que todo salió bien, sus esposas están bien y, como fue parto normal, dentro de poco tiempo las bajarán a sus respectivas habitaciones.

    —Pero doctor, dice Jiménez interrumpiendo al médico, …decime …y los bebés, …que son? …como están?

    —Bueno, responde el otro médico, …ambos son varones y están bien …son unos niños fuertes y bien saludables y como gran casualidad ambos nacieron a la misma hora

    —De verdad? dice Padrón con tono de asombro

    —Mirá …que molleja otra vez!! exclama Jiménez

    —Miren, continúa diciendo el médico, …por la hora que es vamos a hacer una concesión especial con ustedes para que puedan ver a sus hijos dentro de un rato en el retén. Ya el pediatra los revisó y quedó realmente asombrado de como están, porque dijo que los niños parecieran tener un par de meses de nacidos en lugar de unos pocos minutos...

    —Si quieren, interrumpe el otro doctor, …pueden ir a sus habitaciones y esperar allí por sus respectivas esposas.

    —Está bien! …gracias doctores!! les responde Padrón en tono jocoso.

    Todavía no se habían retirado los doctores de la sala cuando, cada uno de los Carlos, da media vuelta y se dirige apresuradamente hacia donde, impacientemente, se encontraban esperando sus respectivas familias. La comunicación del parte médico de cada uno de los Carlos a sus familiares hace que, repentinamente, se escuche en la sala una gran algarabía, producto de las exclamaciones de alegría y júbilo de todos los presentes. Tanto es así, que hacen que una enfermera tenga que ingresar a la sala para tratar de poner el orden

    —Señores, …señores, …por favor, …deben hacer silencio, …comprendan que esto es una clínica, les dice a todos la enfermera.

    —Shhh, …shhh, reacciona de inmediato el padre de Carlos Padrón y continúa diciéndole a su grupo mientras hace gestos con sus manos para tratar de acallar a la gente, …miren, …es mejor que hagamos silencio porque si no nos pueden sacar de aquí, …pienso que sería mejor que nos fuésemos a la habitación para que no sigan llamándonos la atención.

    —Sí, …sí, …tienes razón papá, …bueno …bueno …vamos, les dice a todos Padrón, …vámonos a la habitación para esperar a Ana allá.

    Por su parte, Carlos Jiménez hace lo mismo con su grupo

    —Epa compadres, …mejor vámonos pa’la habitación, …vamos rapidito …mirá que esta vieja es muy regañona y es capaz de sacarnos a todos de aquí.

    —Sí, …tienes razón compadre, …vamos, le responden algunos de los integrantes del grupo

    De esta forma ambas familias se retiran de la sala de espera y ya estando en sus respectivas habitaciones, al cerrar la puerta, estalla nuevamente la algarabía. Abrazos y felicitaciones van y vienen entre todos, cuando, a los pocos minutos, en el cuarto de Ana, se abre lentamente la puerta, obligando a todos a quedarse callados repentinamente por temor a que les llamaran nuevamente la atención, pero, al esta abrirse completamente, todos se dan cuenta que es una enfermera trayendo a Ana, la recién graduada de mamá, y nuevamente comienza el bullicio

    —Oh!!, felicidades hija mía, exclama de primero la madre de Ana, mientras separaba a la enfermera de la cama una vez que esta coloca a Ana en su lugar en la habitación, para así, con lágrimas de felicidad en su rostro, abrazarla fuertemente.

    —Gracias mamá, responde Ana, también con lágrimas en sus ojos y con una cara en la que se reflejaba su gran felicidad por ese momento.

    Increíblemente, y pasando desapercibido por la mayoría de los presentes, debido a la emoción por el nacimiento del primogénito, casi nadie se da cuenta que Ana se encontraba físicamente casi recuperada en su totalidad, como si nada le hubiera pasado

    —Suegra, déjeme un chancesito, le dice Carlos a la madre de Ana.

    —Está bien hijo, está bien, …le responde la madre de Ana mientras se separa de ella todavía con lágrimas en los ojos.

    —Oh, mi amor que felicidad!!, …le dice Carlos a Ana mientras la abraza y le da un beso. …y como te sientes? …como estuvo todo?

    —Bien

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