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Las luchas por el agua en México (1990-2010)
Las luchas por el agua en México (1990-2010)
Las luchas por el agua en México (1990-2010)
Libro electrónico191 páginas3 horas

Las luchas por el agua en México (1990-2010)

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¿Por qué luchan los que luchan? Este libro expresa la síntesis teórica-empírica de las luchas por el agua en México, en particular la Ciudad de México y la zona metropolitana, de una manera muy original que no imaginábamos en la década de los noventa, cuando iniciamos los primeros registros.

Otra aportación es que pone en correspondencia el proceso de las luchas por el agua en México con las transformaciones estructurales vividas en estas dos décadas, 1990-2010, dando pie a un análisis político-social de las mismas. Para realizarlo propone la articulación de dos cuerpos teóricos; la lucha social entendida desde el marxismo y la teoría de la construcción del conocimiento de Piaget. En el trabajo también se retoma a autores clásicos como Clausewitz y Foucault, entre otros, para contar con recursos conceptuales que fortalezcan sus dimensiones de lucha, confrontación y poder.

El principal aporte académico de este libro está en articular sus dos principales vertientes teóricas que le permiten construir sus dos principales vertientes teóricas que le permiten construir una explicación que dé cuenta de los procesos de lucha por el agua en México y cómo, en ese proceso, se va dando, en el tiempo, una toma de conciencia de los diferentes actores en un contexto estructural cambiante, logrando con ello explicar las transformaciones de la lucha social por el agua en las dos décadas que analiza. Pocos trabajos muestran con tanta claridad la estrategia, así como la destreza metodológica del registro y el análisis de la información.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento26 oct 2021
ISBN9786079465193
Las luchas por el agua en México (1990-2010)

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    Las luchas por el agua en México (1990-2010) - Karina Kloster

    UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE LA CIUDAD DE MÉXICO

    DIFUSIÓN CULTURAL Y EXTENSIÓN UNIVERSITARIA

    RECTORA

    Tania Hogla Rodríguez Mora

    COORDINADORA DE DIFUSIÓN CULTURAL Y EXTENSIÓN UNIVERSITARIA

    Marissa Reyes Godínez

    RESPONSABLE DE PUBLICACIONES

    José Ángel Leyva

    COLECCIÓN: REFLEXIONES

    Las luchas por el agua en México (1990-2010)

    Primera edición 2021

    D.R. © Karina Kloster.

    D.R. © Universidad Autónoma de la Ciudad de México

    Dr. García Diego, 168,

    Colonia Doctores, alcaldía Cuauhtémoc,

    C.P. 06720, Ciudad de México

    ISBN (impreso): 978-607-9465-19-3

    ISBN (ePub): 978-607-8692-38-5

    publicaciones.uacm.edu.mx

    Fotografía de portada: Juan Antonio Mojica, Lucha por el agua, 2015

    Esta obra se sometió al sistema de evaluación por pares doble ciego y su publicación fue aprobada por el Consejo Editorial de la UACM.

    Reservados todos los derechos. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida, archivada o transmitida, en cualquier sistema —electrónico, mecánico, de fotorreproducción, de almacenamiento en memoria o cualquier otro—, sin hacerse acreedor a las sanciones establecidas en las leyes, salvo con el permiso expreso del titular del copyright. Las características tipográficas, de composición, diseño, formato, corrección son propiedad del editor.

    Prólogo

    MARÍA LUISA TORREGROSA

    Cuando leí la versión final de este libro, me dio un gusto inmenso ver cómo en este trabajo estaba sintetizado el camino recorrido por Karina Kloster en su trayectoria de investigación. Cuando Karina llegó a México, en 2000, ya venía con una importante experiencia investigativa, congregada en el Programa de Investigación de Cambio Social (Picaso) de la Universidad de Buenos Aires, dirigido por Juan Carlos Marín. La experiencia se caracterizó por vincular la investigación, la docencia y el compromiso social con el cambio para lograr una sociedad más humana en todas sus dimensiones. Uno de los aspectos más distintivos del Programa fue la construcción de un marco teórico metodológico que permitiera dar cuenta del cómo y el porqué del cambio social y los obstáculos al mismo.

    Karina se suma al análisis de la conflictividad social en torno al agua en México. En la década de los noventa iniciamos un registro sistemático de los conflictos por el agua reseñados en la prensa, para tratar de hacer observable, a la recientemente creada Comisión Nacional del Agua y a los especialistas del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), un proceso que ya entonces tenía una importante presencia pero que sólo era leído, para su diagnóstico y solución, en sus dimensiones técnicas, obviando la complejidad social que esta conflictividad involucraba. Cuando Karina retoma la tarea se dio al trabajo de completar las bases de datos y continuar el registro para la comparación de 2000 y 2010. Su experiencia en Picaso le dio la pauta para llevar a cabo el registro de las ahora conceptualizadas luchas por el agua. Esto lo logra a partir de vincular su trabajo investigativo con su actividad docente en la UACM: a partir de la coordinación y dirección de este esfuerzo colectivo se logra el registro de estas dos décadas.

    Cuando Karina retomó el desafío de estudiar este tema de 2000 a 2010, el trabajo realizado y las bases existentes tomaron una nueva dimensión: la descripción preliminar de los conflictos por el agua fue planteada en otro nivel analítico. Aparecen ahora la luchas de la población en torno al agua y, congruente con la tradición de Picaso, se pregunta: ¿por qué luchan los que luchan? En mi perspectiva, este libro expresa la síntesis explicativa, teórica-empírica de las luchas por el agua en México, en particular la Ciudad de México y la zona metropolitana, de una manera muy original que no imaginábamos en la década de los noventa, cuando iniciamos los primeros registros.

    Otra aportación de este libro es que pone en correspondencia el proceso de las luchas por el agua en México con las transformaciones estructurales vividas en estas dos décadas, 1990-2010, dando pie a un análisis político-social de las mismas. Para realizarlo propone la articulación de dos cuerpos teóricos; la lucha social entendida desde el marxismo y la teoría de la construcción del conocimiento de Piaget. En el trabajo también se retoma a autores clásicos como Clausewitz y Foucault, entre otros, para contar con recursos conceptuales que fortalezcan sus dimensiones de lucha, confrontación y poder.

    Me parece que el principal aporte académico de este libro está en articular sus dos principales vertientes teóricas que le permiten construir una explicación que dé cuenta de los procesos de lucha por el agua en México y cómo, en este proceso, se va dando, en el tiempo, una toma de conciencia de los diferentes actores en un contexto estructural cambiante, logrando con ello explicar las transformaciones de la lucha social por el agua en las dos décadas que analiza. Pocos trabajos muestran con tanta claridad la estrategia, así como la destreza metodológica del registro y el análisis de la información.

    Además diría que el aporte de este libro no es sólo teórico-metodológico, por el contrario, el trabajo de Karina nos muestra un camino para vincular la investigación a la docencia como una estrategia pedagógica que forme a los estudiantes en el quehacer investigativo. La capacidad encomiable de Karina de sumar y entusiasmar a un grupo de sus estudiantes para incorporarlos a las diferentes fases de la investigación y formarlos, no sólo en el uso de una técnica, la construcción de un instrumento y el análisis de los datos, sino también en una tradición de investigación, cada vez menos presente, de hacer investigación para conocer y para transformar.

    Me da gran alegría ver en este libro una culminación muy original y propia que no sólo nos da luz de cómo estas luchas se transformaron en la década, sino también de una estrategia analítica muy particular que tiene su tradición en el grupo Picaso, en cierto sentido creo que es un homenaje póstumo a los aprendizajes instaurados por Juan Carlos Marín en Picaso, en donde el hacer investigación sólo tiene sentido como proceso de aprendizaje y como compromiso con el cambio social para lograr una sociedad cada vez más humana.

    Ciudad de México, 2016

    Introducción

    El contexto de nuestra problemática

    Vivimos en un mundo que ha creado una capacidad excepcional de producción de riquezas. Pero este aumento de la producción se ha dado como resultado de un creciente empobrecimiento relativo global y a expensas de un desequilibrio ecológico que resulta peligroso por su irreversibilidad. En tal sentido, los informes en torno a la situación social en el mundo realizados por la Organización de las Naciones Unidas¹ destacan que, pese al considerable crecimiento económico de muchas regiones, es alarmante el aumento de la desigualdad tanto dentro como entre los países. Las consecuencias negativas de este proceso no sólo repercuten en el ámbito del desempleo, la precariedad laboral y los salarios, sino que además desencadenan migraciones e inestabilidad social a nivel mundial.² Por otra parte, el crecimiento desigual en el mundo deja como consecuencia un deterioro ecológico cuyo avance es crecientemente alarmante, tal como lo demuestran el calentamiento global, la pérdida de especies naturales y la deforestación de las reservas verdes (como la del Amazonas), entre otros fenómenos.

    Las reservas de agua existentes empiezan a ser invadidas por la contaminación y la sobreexplotación de los mantos acuíferos. Como explica Esteban Castro,³ sólo 2.5% (cerca de 35 millones de km³) del volumen del agua total en la Tierra (estimado en alrededor de 1 400 millones de km³) es dulce. De esta agua, la porción utilizable para consumo humano es menos del uno por ciento y el consumo global de agua se ha estado duplicando cada 20 años, lo que representa más del doble de la tasa de crecimiento poblacional. Por otra parte, la situación de deterioro y la consecuente escasez del recurso se agrava en muchos países en desarrollo, donde se espera el mayor incremento en la demanda debido a la incorporación de patrones de «modernidad», con aumento considerable de consumo de agua y donde la erosión, la contaminación y el agotamiento de los recursos hídricos están reduciendo la disponibilidad de agua dulce.⁴ A pesar de que hay en promedio suficiente agua para todos los seres humanos sobre la Tierra, 1 100 millones de individuos (lo que equivale a 17% de la población mundial) no tienen acceso a agua potable. El dato adquiere mayor relevancia cuando se sabe que estos porcentajes no reflejan la circunstancia de que —fuera del mundo desarrollado— la calidad del agua empleada para beber es a menudo inadecuada. El manejo de las aguas residuales, la contaminación de las fuentes de agua y la provisión de servicios básicos de saneamiento constituyen aún uno de los retos más importantes a escala mundial. Gran proporción de los riesgos y amenazas a la salud humana relacionados con el agua están ligados y/o causados por la forma en que se manejan y desarrollan los recursos hídricos. Se estima que 2 400 millones de individuos (40% de la población mundial) carecen de servicios de saneamiento básico,⁵ y que más de 5 millones de personas mueren cada año por infecciones prevenibles relacionadas con el agua.⁶ Se calcula que entre un cuarto y un tercio de la tasa de mortalidad humana es directamente atribuible a factores de riesgo ambiental, y de éstos los relacionados con el agua ocupan un lugar predominante.⁷

    Ante tan alarmante situación y como mecanismo para enfrentar las consecuencias perversas del crecimiento económico desigual no sustentable, que ha tenido lugar en las últimas décadas, diferentes organismos internacionales así como distintos estados-nación se han comprometido al cumplimiento de diversas metas y tratados que tienen por objetivo eliminar las diferentes problemáticas que preocupan en la actualidad a las sociedades: la distribución inequitativa de la riqueza social global, el desequilibrio de los ecosistemas y el deterioro medioambiental.⁸ A pesar de los compromisos, la tendencia actual dominante indica la imposibilidad de los gobiernos para alcanzar dichas metas debido a los costos que implica la ejecución de políticas públicas adecuadas.⁹ De igual modo, en el nivel de los territorios de los diferentes estados-nación, y en la medida en que el agua es un recurso vital, las respectivas administraciones y gobiernos se muestran cada vez más imposibilitados de abastecer agua en cantidad y calidad suficientes a la población que aún carece de ella.

    La conjugación de los efectos del desenvolvimiento de la actual forma de producción dominante en nuestro mundo, el aumento de la desigualdad social, el deterioro medioambiental, en especial el deterioro del ciclo reproductivo del agua apta para consumo humano, unidos a la tendencia hacia una imposibilidad de los estados-nación de ejercer una política eficiente que contrarreste estas secuelas del crecimiento económico, trae como consecuencia transformaciones en las formas de observación y conciencia de los conflictos, y de los mecanismos de expresión de los mismos. Por lo que la creciente heterogeneidad de las luchas sociales en todos los territorios, genera como resultado una situación conflictiva altamente inquietante.

    En México observamos la emergencia de una problemática cuyas dimensiones comienzan a articularse de manera similar. En primer lugar, la desigualdad en la distribución de los recursos genera pobreza y exclusión, además de una problemática social muy compleja y aguda. Para 2008, 44% de la población en México (casi 50 millones de personas) vivía en la pobreza, y una quinta parte, en pobreza extrema; mientras que para el año 2014 ya eran 55.3 millones de mexicanos bajo la línea de pobreza lo que representa el 46.2 % del total nacional. De estos pobres extremos una cuarta parte reside alrededor de las áreas urbanas del centro del país.¹⁰ Por otra parte, la pobreza en la década de 1990 a 2000 no sólo aumentó cuantitativamente debido al crecimiento poblacional, sino que los pobres son ahora más pobres que al inicio de la década, y eso vale tanto para los habitantes de zonas rurales

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