Refranes De Mis Recuerdos

Copyright © 2021 por Susana Arredondo Laclette.

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Fecha de revisión: 13/07/2021

Palibrio

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Este libro que ha sido una recopilación hecha durante varios años, lo dedico a la memoria de mis padres el licenciado en Derecho Carlos Arredondo Olvera y María Elena Oliveros, quienes sembraron en mí el deseo de superación; a mi esposo Ingeniero Fernando Laclette por su amor y el apoyo que me ha dado, a mis hijos Luis Enrique y Susy Macías Arredondo, a mis nietos Juan Pablo, Luis Enrique, Diego y Eugenio, que ocupan mi corazón; y a todos mis familiares y amigos que en algún momento han aportado su comprensión, entusiasmo y alegría.

Susana Arredondo Laclette.

Prólogo

Una gran parte de la sabiduría popular son esas frases breves e ingeniosas, que en pocas palabras expresan el conocimiento de las costumbres y son un pequeño resumen de sabiduría popular. Durante mucho tiempo estas coloquiales ideas formaron parte importante de la enseñanza y se transmitieron de padres a hijos; son manifestaciones claras del ingenio, de la observación y de la experiencia y fueron mil veces repetidas: algunas de ellas han pasado de moda, pero la mayoría siguen vigentes. Sin embargo se ha ido perdiendo la valiosa tradición de herencia hispana, porque un absurdo modernismo nos ha invadido, no sólo en cuanto al lenguaje, sino también respecto a la comunicación entre los padres y sus hijos. Afecta la falta de convivencia familiar y la desintegración de la misma, la influencia de la TV y el internet, que han distorsionado los valores tradicionales de las familias. Se han filtrado costumbres importadas de otros países que no tienen mucho en común con México y los países iberoamericanos, lástima que sólo se contagie lo malo, porque la puntualidad, la responsabilidad, la honestidad y el respeto a las leyes, que practican los ciudadanos de otros países, no las tomamos en cuenta, ni conservamos aquellas tradiciones que nos enriquecieron, siendo factores fuertes de la unión, el desarrollo y el progreso que tanta falta nos hacen, especialmente en los últimos años, ya que la violencia, la desconfianza y la inseguridad, son los elementos negativos que predominan.

Mi padre alguna vez tuvo el deseo de hacer una recopilación de refranes y un día de tantos y en homenaje a él, comencé a escribir unos cuantos que recordaba y cuando me dí cuenta, eran más de lo que me imaginaba. La gran mayoría tienen su origen en la obra de Miguel de Cervantes Saavedra, Don Quijote de la Mancha también llamado El Caballero de la triste figura; otros provienen de la Sagrada Biblia y muchos otros se originan en las distintas regiones, según la influencia racial, el clima y las costumbres. Muchos los aprendí de labios de Papá, otros de Mamá, de mis maestros y otros tantos al paso de la vida, que es gran maestra. Aquellos que aprendí siendo una niña forman parte de mis recuerdos más preciados y me han traído evocaciones de aquella muy lejana época, agradeciendo a Dios y a mis queridos padres el don de la vida y de aquella feliz convivencia familiar con mis hermanos. Todo pertenece al pasado, un tiempo que no regresa, pero en la memoria reviven aquellos recuerdos felices que forman parte esencial de cada persona. Quiero compartir con ustedes los refranes, dichos y dicharachos que no me pertenecen al haberlos recopilado con interés y curiosidad, sino que son comunes a todos los que crecimos con estas enseñanzas prácticas y enriquecedoras. Mi deseo es que los disfruten….

Susana Arredondo Laclette.

A Celaya, por mal que te vaya.

Nací en La Piedad, Michoacán y a los pocos días me llevaron mis padres a Celaya, Guanajuato, que fue la ciudad donde me crié y pasé la mayor parte de mi vida anterior y tiene una antiguedad de más de 400 años desde que la fundaron un grupo de personas de origen vascuence, está ubicada geográficamente en el centro de la República Mexicana; como la mayor parte de las ciudades provincianas, tiene costumbres muy conservadoras, no es muy grande, donde quiera encuentra uno conocidos, tiene un clima templado, muy agradable la mayor parte del año y en tiempos anteriores la mayor parte de sus pobladores dependían de la agricultura y el comercio. Pueblo chico, infierno grande, así que cualquier noticia o acontecimiento corre como reguero de pólvora, a veces es noticia, otras es simplemente: chisme; las actividades sociales llenan un espacio muy importante en el diario acontecer de los celayenses, que son gente muy cordial. A últimos años se han incrementado las actividades que dependen de la industria y debido al crecimiento y las necesidades la ciudad ha crecido y ha cambiado. Ha sido llamada La Puerta de Oro del Bajío y es una de las ciudades de mayor importancia en el estado, además de su excelente comunicación con otras ciudades dentro de la zona central del país y con muchos otros lugares. Desde hace muchos años se elabora variedad de dulces caseros a base de leche de cabra: jamoncillos, natillas, chiclosos y las famosas cajetas de sabores variados que han merecido gran fama, se han industrializado, en un principio se envasaban en típicas cajitas de madera y ahora se utilizan envases de vidrio. En esta ciudad vive toda mi familia y por azares del destino cambié mi residencia a los Estados Unidos, un país donde no me imaginaba que llegaría a ser mi segunda patria, de tal manera que No es tu tierra donde naces, sino donde la haces estar en un país diferente y al ser distintas las costumbres, el idioma y muchas otras cosas, representa un gran esfuerzo de adaptación, con la buena voluntad de vivir bien en armonía con los demás, lo cual es posible, haciendo ejercicio de tolerancia y respeto, sin tratar de criticar o atacar, conservando las propias raíces y tratando de hacer bien las cosas, uno se va llenando de satisfacciones al fijarse metas e irlas alcanzando.

Poco a poco he conocido muchas personas valiosas, nuevos amigos en un círculo muy cálido de compatriotas y otros procedentes de distintos países de habla hispana, con quienes compartimos el mismo idioma y muchos valores que nos identifican, entre ellos muchos refranes que vienen de la misma herencia común que nos enlaza, reconociendo que Nadie es profeta en su tierra. Cada lugar tiene sus características y problemas, sólo que aquí se resuelven con mayor rapidez.

A la tierra que fueres, haz lo que vieres, a cualquier parte a donde vayamos ya sea en plan temporal o de manera definitiva es muy importante la aceptación y el respeto por las costumbres de otros lugares, sin tratar de imponer lo nuestro, ya que buscando el lado positivo de las cosas, siempre lo vamos a encontrar. Mi vida anterior transcurrió normalmente, con sus altas y bajas, igual que la mayoría de las personas. Después de cuarenta años de casada, quedé viuda y tengo dos hijos Luis Enrique y Susy, cuatro nietos que se llaman por orden de aparición: Juan Pablo, Luis Enrique, Diego y Eugenio, muy importantes en mi vida. Sentía una gran paz, en mis pensamientos no imaginaba tener un nuevo esposo y sin buscarlo, llegó a mi vida el que había sido mi noviecito en la juventud quien también había perdido a su primera esposa, la madre de sus tres hijos; y "Donde hubo fuego, cenizas quedan", en el reencuentro descubrimos que teníamos muchas afinidades en común, evocando aquellos tiempos pasados, rescatamos los dulces recuerdos, afirmando los sentimientos que nos enlazan y decidimos casarnos, reafirmando que Matrimonio y mortaja, del cielo baja. Agradezco a Dios la oportunidad que me dió al rehacer mi vida y encontrar una felicidad que no esperaba.

La semejanza con los árboles se menciona de variadas maneras: "Arbol que crece torcido, nunca su tronco endereza" porque a medida de que avanzábamos en edad y ser corregidos en nuestro comportamiento, los caprichos, defectos o rebeldías para que no se volvieran malos hábitos. El que a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija, debido a que una buena influencia siempre es favorable, en cualquier situación de la vida, sea en sentido real o figurado y puede estar relacionada con buena protección o consejo, con ayuda y protección, muchas veces asociada con gente muy bien posicionada en el ámbito social o político, decimos que son "palancas" que pueden ser representadas por un buen ‘padrino’ o alguien con muy buenas influencias que facilitan la ayuda en asuntos muy importantes, porque en algunas ocasiones no importa lo que sabes, sino a quién conoces.

Mis padres al igual que la mayor parte de los padres latinoamericanos, con el deseo de darnos buenas enseñanzas y siguiendo una tradición ancestral, nos inculcaron muchos refranes, repetidos miles de veces, hasta el cansancio, que han quedado grabados en la memoria de muchísimas generaciones, haciendo referencia a muchas semejanzas, tan reales y tan sencillas como El que con lobos anda, a aullar se enseña, en alusión a las malas compañías y haciendo la recomendación de que se cultiven las buenas amistades, lo cual es de gran importancia en todas las etapas de la vida, pero esencial en las primeras, que es cuando se adquieren los hábitos que se transforman en costumbres y se llevan casi pegadas en la piel, haciendo hincapié en que El agua y el aceite no se pueden juntar para fomentar amistades que fueran recomendables a nuestra manera de vivir. Aunque El hábito no hace al monje ya que no solamente es la manera de vestir, sino un sistema de comportamiento y disposiciones aplicables no sólo a la vida en los conventos y monasterios sino a toda la gente y en cualquier actividad, sabido es que en cualquier grupo de personas siempre hay normas y reglamentos que se deben respetar en