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Hacienda San Antonio El Puente
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Libro electrónico305 páginas3 horas

Hacienda San Antonio El Puente

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Para los amantes de la historia o de las haciendas, pero en particular para los amantes de la historia de las haciendas este libro contiene la información de San Antonio El Puente, tiene usted en sus manos los acontecimientos relevantes desde 1592 hasta nuestros días.
Siendo en la actualidad una de las haciendas más bellas, convertida en un lujoso hotel con todas las comodidades, era necesario contar con algún libro como éste que nos hable de su pasado. En los muros y las bóvedas centenarios del casco de la hacienda con más de 350 años de historias que contar, entre sus bellos jardines y apacibles corredores, se percibe El Espíritu de una Época, en Alemania tienen un término que describe exactamente esto y se le llama “Zeitgeist”.
Amigo lector, ¿podría imaginarse como fue un día en esta hacienda en el siglo XIX? y a diferencia de éste, ¿cómo lo es ahora en el siglo XXI? ... lo invitamos a viajar en el tiempo y echar un vistazo al año de 1845, durante una visita de Don Guillermo Prieto a San Antonio El Puente.
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento23 dic 2020
ISBN9781506535593
Hacienda San Antonio El Puente
Autor

Oscar de la Fuente Buenrostro

OSCAR DE LA FUENTE BUENROSTRO El autor, Ingeniero Civil de profesión, ha tenido la suerte de conocer de cerca muchas haciendas y de algunas su interesante historia. Nos entrega ahora este, su cuarto libro al tiempo que está en proceso de restauración de este bello casco, una tarea titánica cuando por desgracia de las circunstancias, se encuentra en un estado ruinoso. El aliciente…volver a verlo como en sus mejores años, seguramente con algún uso diferente pero igualmente bello, funcional y un digno representante de la arquitectura colonial de México.

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    Hacienda San Antonio El Puente - Oscar de la Fuente Buenrostro

    Copyright © 2021 por Oscar de la Fuente Buenrostro.

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

    Las opiniones expresadas en este trabajo son exclusivas del autor y no reflejan necesariamente las opiniones del editor. La editorial se exime de cualquier responsabilidad derivada de las mismas.

    Fecha de revisión: 21/12/2020

    Palibrio

    1663 Liberty Drive

    Suite 200

    Bloomington, IN 47403

    823807

    ÍNDICE

    AGRADECIMIENTOS Y DEDICATORIA

    PROLOGO

    INTRODUCCIÓN

    CAPITULO I

    SU HISTORIA 1592-2020 por Blanca Estela Suárez Cortez

    Los antecedentes: la adquisición de tierras y agua

    Las primeras empresas de españoles en el valle de Cuauhnáhuac

    Conformación de la hacienda de San Antonio Tlasala. Las primeras tierras.

    La adquisición de agua

    Los trabajadores

    Las fábricas de aguardiente y alcohol

    Los trabajadores

    La tienda de raya

    El Porfiriato

    Las construcciones

    Innovaciones Tecnológicas.

    La Revolución

    El esplendor de la hacienda de San Antonio El Puente se esfumó con la Revolución y el Reparto Agrario

    Inventario del año de 1827

    Inventario del año de 1909

    Narraciones y Leyendas ocurridos en la Hacienda San Antonio el Puente

    CAPITULO II

    LAS HACIENDAS COMO UNIDAD PRODUCTIVA

    La columna vertebral del desarrollo económico en la Colonia

    Formacion de las 39 Haciendas en el Actual Estado de Morelos

    Notificación del pago de impuesto anual a la propiedad en 43 Haciendas, año de 1870

    Notificación del pago de impuestos a la producción de las fincas azucareras en 1871

    CAPITULO III

    EL AZÚCAR

    Procedimiento para la obtención del azúcar

    Metodo Utilizado en La Colonia

    Metodo Utilizado en El Porfiriato

    CAPITULO IV

    DE LA INDSUTRIA AZUCARERA A LA INDUSTRIA HOTELERA

    Analogias de la epoca Colonial a nuestros dias

    Un día cotidiano en San Antonio El Puente de 1845

    Un día cotidiano en San Antonio El Puente en 2019

    San Antonio El Puente, los oficios de ayer y hoy

    Eventos, filmaciones y huéspedes distinguidos

    EVENTOS QUE MARCARÁN EL INICIO DEL SIGLO XXI

    El sismo del año 2017 y lo que se llevó

    La Pandemia del Coronavirus en 2020

    CAPITULO V

    UN ATRACTIVO MONUMENTO HISTÓRICO EN EL SIGLO XXI

    Un recorrido con el sabor de la historia

    APENDICE

    DOCUMENTO No 1 Censos Perpetuos del año de 1731

    DOCUMENTO No 2 Censos Perpetuos del año de 1740

    DOCUMENTO No 3 Censos enfitéuticos del año de 1784

    DOCUMENTO No 4 Consagración de la Capilla

    DOCUMENTO No 5 Avalúo de la Hacienda del año 1827

    DOCUMENTO No 6 La fuerza rural de las haciendas en 1849

    DOCUMENTO No 7 Estado que guarda la instrucción primaria en el Distrito de Cuernavaca 2ª mitad del siglo XIX

    DOCUMENTO No 8 Plano topográfico con motivo de la primer expropiación de 1922

    DOCUMENTO No 9 Acta de Expropiación de 1921

    DOCUMENTO No 10 Acta de entrega de las tierras en 1923

    DOCUMENTO No 11 Acta de posesión, expropiación de 1937

    ARCHIVOS

    BIBLIOGRAFIA

    AGRADECIMIENTOS

    Y DEDICATORIA

    A gradezco la valiosa colaboración de la historiadora Blanca Suarez Cortez, su aportación vertida en Capítulo primero de este libro, es la parte medular del mismo. Fruto de la investigación documentada, nos narra con precisión los acontecimientos ocurridos a lo largo de más de 400 años de historia.

    Agradezco también el invaluable apoyo de mi esposa, Vanessa, quien ha colaborado activamente en la edición del presente libro.

    Dedico con especial cariño este libro a toda mi familia, especialmente a mis dos nietos Leonardo y Lorenzo a quienes felicito por tener a la mejor mamá del mundo.

    PROLOGO

    E s una gran satisfacción, para quienes participamos en la elaboración del presente libro, presentar esta magnífica edición que estamos seguros, le será de gran interés y a un tiempo, le permitirá disfrutar de su valioso contenido, dándole una clara idea de lo que guarda este histórico inmueble.

    Actualmente el Casco de la Hacienda está Catalogado por la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos (INAH), su restauración ha sido con apego a las normas del Instituto y por ello ha obtenido su registro.

    Para presentar este libro, se ha hecho una investigación exhaustiva basada en fuentes documentales fidedignas, con la idea de entregarle una narración apegada a la verdad, con una redacción sencilla y amena de más de cuatrocientos años de historia, además de algunas leyendas que aún se escuchan entre los pobladores del lugar, esto es lo que encontrará en el primer capítulo.

    En el capítulo segundo, hacemos un esbozo del papel que han jugado las Haciendas a lo largo de su historia. Estas unidades de producción, como les hemos denominado en este capítulo, durante la Colonia, representaron la base de la pirámide económica de México, pues ahí se producían toda clase de bienes de consumo, ya que en aquellos primeros años, las fábricas tal como las conocemos ahora, no existían y cuando comenzaron a aparecer posteriormente a la época de la Revolución Industrial, lo hicieron de manera muy incipiente en el México del siglo XIX, por lo que las Haciendas seguían siendo la pieza clave del desarrollo económico de nuestra nación.

    Dado que la Hacienda San Antonio El Puente fue como casi todas las del Estado de Morelos, una hacienda azucarera, nos pareció interesante describir el proceso de la producción del azúcar a partir de la Caña, ubicando al lector además, en qué sitio se realizaba físicamente cada uno de estos procesos en el casco de la Hacienda con la idea de que se pueda hacer un recorrido en el lugar, por demás interesante. También abordamos los cambios en la producción de azúcar del antes y ahora, para hacernos conscientes de que, a pesar de los cuatrocientos años transcurridos, en el fondo, los sistemas tienen los mismos procesos, pero con la ayuda de la tecnología, la cual optimiza la producción misma. Estos interesantes tópicos serán abordados en el Capítulo tres.

    En el cuarto Capítulo, hemos hecho una narración novelada de lo que pudo haber sido un día en la Hacienda San Antonio El Puente en el año de 1845 y en contraste, otro día del año de 2019 ya funcionando como Hotel. Con el objetivo de comparar las actividades cotidianas, las diversiones, las costumbres, la problemática de la actividad económica y en una frase, el modo de vida del ayer y hoy, aquí se presentan estas narraciones basadas en hechos reales y cotidianos.

    Don Guillermo Prieto, visitó realmente la Hacienda en ese, año, en 1845 como deja testimonio en su cuadernillo titulado Un Paseo a Cuernavaca en 1845 y es precisamente el día de su visita, el que se narra en este Capítulo. Por otra parte, se describe el día 15 de diciembre del año 2019 con detalle, el cómo transcurre un día de actividades en el Hotel en la actualidad.

    En los últimos 5 años han sucedido dos acontecimientos únicos de los cuales no se tiene registro en estos 400 años de historia, uno fue el sismo del año 2017, el más destructivo del que se tenga memoria en el Estado de Morelos y el segundo la Pandemia del año 2020, que ha traído consecuencias a nivel mundial, cobrando millones de vidas y paralizando la economía de casi todos los países en los 5 continentes, en este capítulo hacemos un repaso de la huella dejada por estas calamidades en nuestra amada hacienda.

    Por último, en el Capítulo Quinto, invitamos al lector a dar un paseo por el casco de la hacienda, resaltando los lugares de interés histórico con una breve explicación y hacemos una narrativa de los eventos importantes que se han llevado a cabo, haciendo mención de algunas de las empresas que han tenido reuniones de trabajo, seminarios y exposiciones, así como algunas personalidades que han transitado por sus corredores y jardines.

    Sirva el presente libro como un homenaje y reconocimiento a todas aquellas personas que desde 1592 de alguna u otra forma han contribuido para que la Hacienda llegara hasta el presente año de 2020 en las condiciones en las que se encuentra, dejando de esta forma, un legado a las generaciones venideras

    Gracias a todos ellos, tenemos en el presente, la posibilidad de disfrutar El Espíritu de una Época

    INTRODUCCIÓN

    L a hacienda de San Antonio El Puente es el testimonio de más de cuatro siglos de un complejo desarrollo histórico, ubicada a 16 kilómetros al sur de la ciudad de Cuernavaca, surgió en la primera mitad del siglo XVII. Desde los primeros años de la conquista y durante varios siglos, los valles de Morelos se convirtieron en el escenario del surgimiento, consolidación y derrumbe de las haciendas dedicadas al cultivo de la caña y la producción de azúcar.

    A partir de la conquista se inició en Nueva España un reordenamiento tanto del espacio como de las organizaciones prehispánicas. Las características naturales del Valle de Cuernavaca permitieron el asentamiento de poblaciones densamente pobladas y el desarrollo de una agricultura productora de excedentes. La alta productividad agrícola desarrollada en la región la convirtió en una zona codiciada. Los suelos fértiles, los recursos hidráulicos abundantes, el clima templado y cálido hicieron del Valle de Cuernavaca una zona prometedora para los españoles los cuales introdujeron la ganadería, así como nuevos cultivos: el trigo, las moreras para la cría de gusanos de seda, diversos frutales y particularmente la caña de azúcar. En el siglo XVII la caña de azúcar y la ganadería se convirtieron en el eje económico más importante de la región. El aprovechamiento de los bosques, del agua, pastos y tierras de cultivo estuvo determinada desde la llegada de los españoles, por la disputa entre las comunidades indígenas y los intereses comerciales de empresarios españoles que requerían de esos recursos para el cultivo y procesamiento de la caña de azúcar y para el desarrollo de la actividad ganadera. La expansión de estas actividades sobre tierras indígenas produjo conflictos constantes que disminuyeron en los periodos de baja demografía indígena.

    La exacerbada explotación indígena y las epidemias derivaron en una crisis demográfica que disminuyó la población de manera alarmante, grandes extensiones de tierra quedaron sin cultivar. Los patrones de asentamiento disperso se modificaron principalmente a fines del siglo XVI y los primeros años del XVII. El gobierno español intentó reunir los pueblos dispersos en comunidades mayores. Las congregaciones marcaron el inicio de una nueva era en la historia de los asentamientos. La mortalidad y la reubicación de los indígenas en congregaciones liberaron una gran cantidad de tierras y agua que fueron utilizadas por los españoles en una nueva forma de tenencia.

    La crisis demográfica ocurrida después de la conquista y la recuperación posterior de la población tuvieron grandes efectos en la organización del trabajo y en la relación de la hacienda con los pueblos vecinos. Las bajas demográficas y la política proteccionista de la Corona plasmada entre otros en la prohibición de la esclavitud indígena, la desaparición de la encomienda y las congregaciones de indios, dieron la oportunidad de que los empresarios españoles se apoderaran de las llamadas tierras baldías antes pertenecientes a la densa población indígena este mismo fenómeno dio como resultado el uso de negros africanos como fuerza de trabajo permanente de las haciendas. Esta situación cambiaría cuando en el siglo XVIII la densidad de población creció y la mano de obra esclava fue sustituida por fuerza de trabajo libre.

    Las primeras empresas ubicadas en el valle de Cuernavaca se establecieron en las zonas con más riqueza en recursos naturales. Los sistemas de irrigación construidos desde la época prehispánica fueron la base para el desarrollo de los cultivos españoles quienes ampliaron estos sistemas con tecnología europea.

    En torno a las haciendas azucareras se estructuró gran parte del desarrollo económico de lo que ahora conocemos como estado de Morelos, pero no podemos hablar en general de las haciendas si bien compartieron ciertos elementos las características particulares de cada una, su ubicación geográfica, sus dueños, su historia le dieron características propias.

    El caso que ahora nos ocupa es el de la hacienda de San Antonio El Puente ubicada en el municipio de Xochitepec en el estado de Morelos. La hacienda de San Antonio el Puente se fue formando por la unidad de varios bloques de tierra de distinta vocación, lo que le permitió contar con pastos para el ganado, montes para la obtención de leña, además de las importantes tierras irrigadas. Es necesario señalar que para la producción de caña era fundamental la adquisición de derechos de agua pues el cultivo de esta planta exige tierras fértiles e irrigadas.

    Uno de los cambios en la historia de la hacienda fue el nombre, surgió como San Antonio Tlasala, tomando el nombre del paraje en donde se formó la primera estancia ganadera. Más tarde era conocida como la hacienda del Puente de Xochitepec o Puente de Xochi por su ubicación a un lado del puente que había en el camino que iba de la villa de Cuernavaca al pueblo de Xochitepec y al puerto de Acapulco. La combinación de estos dos nombres dio como resultado el que ahora conocemos; San Antonio El Puente. El nombre de Tlasala sigue perdurando en los terrenos que ahora pertenecen al ejido de El Puente.¹

    En este trabajo buscamos dar testimonio de 400 años de historia de San Antonio El Puente, desde la primera merced de 1592 hasta la actualidad en que se encuentra convertida en un hermoso hotel. La hacienda de San Antonio encierra entre sus paredes una historia insospechadamente rica. Es la historia de siglos de trabajo de miles de individuos que a través de su esfuerzo formaron esta hacienda. Trabajadores que dejaron huella y parte de sus vidas en las paredes de esta empresa. En la actualidad podemos apreciar aun los elementos constructivos dedicados a la producción de azúcar, a la habitación de los dueños y administradores, así como los restos de las obras hidráulicas que le dieron a San Antonio El Puente la posibilidad de ser una de las haciendas más prósperas del valle de Cuernavaca.

    Un elemento que caracterizó esta empresa y que podemos afirmar se repite en muy pocas haciendas dedicadas a la producción azucarera es la posesión de la propiedad en una misma familia durante varias décadas. El caso más extremo fue el de la familia Sollano que conservó la hacienda desde 1824 hasta 1941, superando el reparto agrario. La necesidad de grandes inversiones en tierras de diversa vocación, maquinaria, fuerza de trabajo, insumos, y mucho más, hacía que estas propiedades estuvieran endeudadas por los créditos que sobre ellas pesaban para su avío. Los remates de las haciendas y su paso de mano en mano son una de las características que comparten casi todas las haciendas azucareras de Morelos y como podremos ver en este trabajo San Antonio El Puente es una de las excepciones.

    CAPITULO I

    Su Historia 1592-2020

    por Blanca Estela Suárez Cortez

    Los antecedentes: la adquisición de tierras y agua

    G randes cambios se presentaron en el paisaje de los valles de Cuauhnáhuac apenas pocos años después de la conquista. Los españoles introdujeron nuevos cultivos y tecnología que desplazaron los tradicionales de los pueblos nativos. La introducción de cultivos como el trigo, caña de azúcar, la ganadería y el uso del agua como energía provocó un cambio en el uso de tierras y agua. La repartición del suelo en la Nueva España se inició con la conquista, las primeras cesiones de tierra fueron las que dio Cortés a sus soldados como recompensa por los trabajos realizados durante la misma. Los conquistadores presionaban a la metrópoli para poder obtener grandes extensiones de tierra e indios y la Corona trataba de limitar sus pretensiones y de fomentar la pequeña propiedad.

    Las concesiones de tierra que concedieron las autoridades españolas a particulares europeos variaban de acuerdo con el tipo de tierra y el fin al que se iba a destinar, la cantidad de tierras baldías con las que se contaba, así como la influencia económica o política de quien hacía la solicitud. Las medidas establecidas en 1589 prevalecieron durante toda la época colonial. Las tierras destinadas a la agricultura se medían en caballerías. Su extensión abarcaba 42 hectáreas, 79 áreas. Para la ganadería se repartían sitios de ganado mayor y menor. Los primeros se fundaban para ganado vacuno o caballar y abarcaban 5,000 varas por lado, es decir, 1,755 hectáreas y 61 áreas. Los sitios de ganado menor se dedicaban a la cría de borregos y cabras y medían 780 hectáreas 27 áreas.²

    Varios fueron los mecanismos legales utilizados para adquirir tierras, entre ellos las mercedes, la compra, el arrendamiento y la adquisición mediante censo. El censo enfitéutico únicamente daba el derecho sobre la posesión útil del bien, no sobre la real. La propiedad quedaba gravada y el censuario debía pagar una pensión anual. Quienes obtenía tierra por medio de censo tenían facultades muy amplias: podían venderlas, arrendarlas, heredarlas, gravarlas con nuevos censos, hacerles mejoras, etc. Todas las tierras del marquesado del Valle fueron cedidos mediante esta vía.³

    Las tierras pertenecientes a los pueblos y a la nobleza india se adquirían principalmente por compra o arrendamiento. Las grandes exacciones tributarias obligaban a los pueblos a vender y arrendar fracciones de sus tierras que les resolvían temporalmente el pago de estas obligaciones. Fueron comunes los casos en los que los terrenos arrendados por los pueblos de indios quedaron en manos de españoles los cuales se negaban a devolverlos y entablaban largos litigios que para los indios eran muy onerosos. Además de estos mecanismos legales, el robo y la usurpación de tierras y derechos de agua fueron muy comunes en el valle de Cuernavaca durante todo el periodo Colonial y el siglo XIX.

    Las primeras empresas de españoles

    en el valle de Cuauhnáhuac

    La primera incursión que realizaron los españoles a lo que ahora conocemos como estado de Morelos, fue en marzo de 1521 cuando Gonzalo de Sandoval acompañado de varios capitanes llegaron a la zona norte y atacaron Huaxtepec y Acapixtla (Yecapixtla) y se retiraron. Un mes después Hernán Cortés dirigió la expedición de conquista en la zona.⁴ Poco tiempo después de la caída de Tenochtitlán, en agosto de ese mismo año, Cortés regresó, estableció su residencia en Cuernavaca y se adjudicó las encomiendas que fundó en la región: Yautepec, Cuauhnáhuac, Huaxtepec y Yecapichtan en donde más tarde establecería sus empresas. Estas encomiendas fueron parte del llamado marquesado del Valle, el cual abarcaba extensas zonas en ambos lados del Istmo de Tehuantepec, el valle de Oaxaca, parte de Coyoacán, el valle de Toluca y la casi totalidad de lo que ahora conocemos como estado de Morelos. Las encomiendas le daban a Cortés el derecho de recibir

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