La mirada del alma: la serena inteligencia que disuelve toda inquietud

La mirada del alma

La serena inteligencia que disuelve toda quietud

Índice

Palabras previas

Introducción

Las dos esferas

PRIMERA PARTE

El comienzo

El impostor

La estatua

Algunas fantasías

La bondad del miedo

La apertura

Ser originales

La felicidad integral

Una visión equilibrada

Alegría Evolutiva

La experiencia desagradable

Los panes de Demócrito

Los vaivenes y la felicidad auténtica

Contrastes que liberan

El despertar emocional

Las emociones como energía

Recanalizando la energía

El arte del escapismo

Emociones naturales y mentales

El Yo integrado

SEGUNDA PARTE

El Yo esencial

Las limitaciones de la mente

No somos la mente

El poder de la inercia

Más allá del rótulo

Una exploración liberadora

La fase experimental

Los impactos del mirar silencioso

Cuando el alma decide divertirse

La mirada y la distancia

El amor en el silencio lúcido

Recapitulación

Créditos

Sobre el autor

Palabras previas

En nuestras vidas siempre hay algo misterioso que nos está invitando a crecer, a evolucionar y a renovarnos internamente. Se trata de una energía particular que nos mueve a vivir con más apertura, plenitud y profundidad. La intuimos en ciertos momentos en donde se nos revelan nuevos horizontes, cambios, desafíos. Debajo de nuestro quehacer cotidiano sentimos esta corriente poderosa que nos está pidiendo intensificar la vida, iluminarla con nuevos bríos, para descubrir nuestras más altas posibilidades creativas.

¿Cómo abrirnos a esa vibrante inteligencia superior para que se manifieste en nosotros en todo su poder, en toda su gracia liberadora?  Este libro trata de ofrecer orientaciones para que cada quien responda a esa pregunta sobre la base de su propia vivencia. Presentaremos ideas y claves prácticas para ir en la dirección del territorio fecundo del autoconocimiento y la libertad interior.

La premisa fundamental que anima la experiencia que aquí comparto, es que la felicidad, el bienestar interior, es el estado natural de nuestro Ser. Reconocer esta realidad suprema es la tarea más relevante que podamos realizar. Como se verá en su momento, todos podemos de maneras sencillas despertar niveles más profundos y experimentar así nuestra amorosa e infinita pureza.

La idea de este material es sugerir actitudes y destrezas que nos lleven a construir una espiritualidad madura, armónica, y esencialmente contemporánea. Lo que aquí se propone es una vía de expansión de la identidad más allá de condicionamientos, doctrinas y rituales. Sólo así es posible obtener una vida interior auténtica.

No nos ocuparemos de cierta filosofía meramente especulativa que en general desalienta el encuentro con uno mismo. Evitaremos la esterilidad de dogmas y sistemas de creencias culturalmente condicionados. Más bien nos valdremos de la visión compartida por las grandes tradiciones de sabiduría, que se resume en una convicción: el despertar interior es una posibilidad real y accesible a todos.

Vivimos una época compleja, con múltiples encrucijadas. Pero todos tenemos las condiciones internas para liberarnos de la inconsciencia organizada que nos rodea. Podemos emanciparnos de las formas en que se ha institucionalizado la desdicha, esa tiranía que oprime a nuestra psique.

Padecemos una civilización que aún posee la suficiente fuerza para seguir administrando el sufrimiento masivo. Nadie puede permanecer insensible a esta situación colectiva. Por eso me decidí a compartir el fruto de 25 años de exploración de un sendero personal que quizá pueda motivar a otros a despertar sus propias intuiciones liberadoras. La invitación es a que cada quien reconozca en la vida ordinara el brillo de su propia existencia, comprendiendo en cada episodio el trasfondo de una naturaleza invulnerable, gozosa y eterna.

En suma, el espíritu que mueve a estos capítulos se orienta a propiciar el encuentro con uno mismo. No hay otra manera de despertar la alegría, la paz y la felicidad genuina que yacen en el núcleo sanador y trascendente de nuestro Ser.

Finalmente, mi gratitud infinita a los bondadosos y sabios seres que me han inspirado.

Introducción

Si tienes la disposición de enriquecer los vínculos contigo mismo, tienes ya las condiciones suficientes para elevar el significado de tu vida. Si deseas evolucionar abriéndote a la sabiduría que emana del conocimiento interior, lo posees todo. No necesitas ni siquiera retirarte a sitios especiales. En realidad para saber quién eres no tienes que ir a un lugar particular. Ahí donde vives, en los espacios cotidianos donde hablas, sientes, deseas y sueñas, es el entorno adecuado para el mayor aprendizaje, el más grande obsequio que puedes ofrecerte: descubrir tu naturaleza más profunda.

Abrirte a esa realidad sagrada le puede otorgar un extraordinario poder y sentido a tu vida. Como lo veremos en este libro, sólo tienes que reconocer en ti a ese Ser luminoso y libre que has sido desde tiempo sin principio. Sólo tienes que desprenderte de la dureza y la oscuridad de la autoimagen reducida, y permitir que emerja la energía vital que en tu interior espera ser activada.

En estos capítulos encontrarás señales en el camino que te indican cómo ensayar nuevas maneras de contemplarte, sentirte y unirte a lo que eres. Al adentrarte en ti de una manera compasiva y gentil, te enlazas a una inteligencia superior que todo lo abraza. Si te unes a ti, te unes al flujo sagrado de la vida. Si te ves con claridad verás con transparencia el mundo. Si te escuchas a ti mismo escucharás las silenciosas y esenciales palabras de los demás. Y al reconocerte plenamente vivo, en el aquí y el ahora, sucederá lo inevitable: de manera natural y fluida se retirarán de ti lo que no eres: los viejos temores, las pautas emocionales que oprimen, la sensación de carencia, la pérdida de sentido.

Ir hacia adentro del Corazón te abrirá a la sensación de un espacio más amplio, más vasto y vivo, un horizonte en donde los problemas se diluyen, se desprenden de ti como hojas que caen. Es un espacio interior en donde tu ánimo se eleva como águila que se deleita en su altísima visión serena y panorámica. Al entrar en esa dimensión sentirás un gran alivio, la ligereza, la alegría de recordar quién eres.

El libro está dividido en dos partes. Cada una propone un recorrido con pasajes que tienen diferentes propósitos, pero enlazados en el objetivo central: despertar a la realidad más profunda que yace en cada uno. Comenzaremos por aclarar algunas ideas importantes para el viaje interior. Esta travesía, por cierto, sólo se puede realizar con amor a ti mismo, pero también con ese valor y esa determinación que has empleado con el propósito de ser feliz.

Las dos esferas

La realidad suprema de nuestro Ser es indescriptible. Podríamos llamarle Bondad Esencial, Plenitud, Bien, Belleza. Pero quizá la palabra que más se aproxima para expresarla sea Amor. El Amor es el espacio inconmensurable de la conciencia en maravillosa dicha sin fin. No es una cualidad a la que podemos acceder por determinados medios y con heroicos esfuerzos: es lo que somos.

El Amor es la realidad espontánea y eternamente presente. No tiene límites, todo lo abarca y es imposible no entregarnos a nuestra naturaleza única cuando despertamos a su gozo inexpresable. Sólo reconociendo esa profundidad nos podemos levantar de nuestras incertidumbres, de las tensiones y ansiedades de la vida.

El Amor es, simultáneamente, Esencial, Evolutivo:

1.- Esencial. Es el amor atemporal, ilimitado, inconcebible en su poder y magnificencia. Incluye lo vasto y lo minúsculo, la unidad y la diversidad. Se trata de nuestra naturaleza eterna, pura, inmutable. Será el tema de la Segunda Parte del libro. En esos capítulos veremos cómo podemos enlazar la dimensión trascendente de nuestro Ser con nuestro yo mental y corporal.

En la medida en que vayamos desenvolviendo el material de este libro, se irá aclarando la naturaleza del Amor Esencial, pero sobre todo cómo reconocerlo, o mejor: cómo recordarlo.

2.- Evolutivo. Es la manera en que lo trascendente se manifiesta en el mundo y en nuestra vida personal. Este Amor Evolutivo se desprende de la esencia atemporal para expresarse en todo lo que está sujeto al tiempo, al movimiento y la transformación.; Es el Amor Evolutivo el que nos está animando a desarrollar nuestras potencialidades con una inteligencia benevolente y sabia. En esta Primera Parte abordaremos las estrategias que nos permiten abrirnos a ese poder sanador y creativo.

En suma, buscamos promover la integración de estas dos esferas, la espiritual y la del desarrollo personal, asumiendo que esas dos dimensiones son inseparables. Se sugieren tanto ideas para desmantelar; los condicionamientos que nos impiden evolucionar, como orientaciones para despertar a nuestra naturaleza verdadera. El propósito es dejar atrás el yo disperso y contraído para alcanzar un yo integrado y expansivo, un yo que facilite el acceso maduro a la trascendencia.

 PRIMERA PARTE

I

El comienzo

Una fuerza misteriosa, infinitamente creativa, conduce a cada fenómeno del universo al desarrollo, al crecimiento incesante. Todo avanza en una dirección progresiva, desde las partículas más simples a las galaxias de complejidades inconcebibles; desde nuestros estadios emocionales primarios hasta la conciencia despierta.

En nuestro caso, debemos abrirnos al Amor Evolutivo para que fluya en toda su energía restauradora, prodigando contentamiento, vitalidad y gozo. De esto tratan los siguientes capítulos. Hay que permitir que esa fuerza se despliegue en nosotros para experimentar la maravilla incontenible que es la vida. Si lo hacemos nos desarrollaremos a escalas cada vez más alegres, amplias, incluyentes, expansivas. Para lograrlo, hay que aprender a elevarnos por encima de los límites autoimpuestos, abrirnos a esa totalidad generosa que está en el centro de nuestro Ser.

Si deseamos saber cómo se está manifestando en nosotros el Amor Evolutivo, tenemos que acudir a identificar esas áreas en donde sentimos un poder particular. Puede ser una energía que nos está invitando a innovar, crear, crecer en algún campo. Quizá el Amor Evolutivo es ese impulso que últimamente nos está llamando a ir más allá de las ideas y los guiones que alimentan nuestros dramas recurrentes. Si respondemos a ese llamado transformador la vida se vuelve más rica, interesante y profunda.

Consideremos brevemente la manera en que esa inteligencia evolutiva comenzó a manifestarse en nosotros. Cuando nacemos, nuestra condición espiritual quedó adormecida para concentrar toda la energía en la sobrevivencia física. Esta suspensión u olvido de nuestra esencia espiritual en general se prolonga más allá de la infancia, lo que facilita la adaptación de nuestra psique al mundo humano. Y en cuanto al organismo, la energía vital nos condujo por los senderos biológicos adecuados desde el vulnerable cuerpo de la primera infancia, hasta llegar a nuestra actual complejidad física.

Naturalmente, al nacer no teníamos conciencia de nuestra individualidad. Al paso de los meses, comenzamos sentir que somos el cuerpo y sus sensaciones. Adquirimos la certeza de ser un organismo separado del entorno físico. El proceso culminó cuando apareció en nosotros el lenguaje, y con él los fenómenos mentales, las ideas, los conceptos, lo que nos ayudó a crear una visión coherente del mundo. En esta etapa construimos una idea