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La bondad
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Libro electrónico98 páginas1 hora

La bondad

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La bondad es una comedia teatral del autor Pedro Muñoz Seca. Como es habitual en el autor, la pieza se articula en torno a una serie de malentendidos y situaciones de enredo contados con afilado ingenio y de forma satírica en torno a las convenciones sociales de su época. En este caso, la trama se articula en torno a la visita de un viajero a un potentado amigo.-
IdiomaEspañol
EditorialSAGA Egmont
Fecha de lanzamiento21 dic 2020
ISBN9788726508291
La bondad

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    La bondad - Pedro Muñoz Seca

    La bondad

    Pedro Muñoz Seca

    Cover image: Shutterstock

    Copyright © 1925, 2020 SAGA Egmont

    All rights reserved

    ISBN: 9788726508291

    1. e-book edition, 2020

    Format: EPUB 3.0

    All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

    SAGA Egmont www.saga-books.com – a part of Egmont, www.egmont.com

    Esta obra es propiedad de su autor, y nadie podrá, sin su permiso, reimprimirla ni representarla en España ni en los países con los cuales se hayan celebrado, o se celebren en adelante,Tratados internacionales de propiedad literaria.

    El autor se reserva el derecho de traducción.

    Los comisionados y representantes de la Sociedad de Autores Españoles son los encargados exclusivamente de conceder o negar el permiso de representación y del cobro de los derechos de propiedad.

    ––––––

    Droits de representation, de traduction et de reproduction rèservès pour tous les pays, y compris la Su é de, la Norvège et la Hôllande.

    ––––––

    Queda necho el depósito que marca la ley.

    A LEANDRO ALVEAR

    Y DE LA COLINA

    REPARTO

    personajes actores

    rosario sra. banquer.

    luisa srta. zori.

    inés sra. mesa.

    pilar » comendador.

    julia srta. marcén.

    adela sra. sánchez imaz.

    pablo sr. hernández.

    tomás »riquelme.

    blas » espantaleón.

    domingo » alyman.

    juan. »navarro.

    victor » javaloyes.

    antonio » luna.

    ACTO PRIMERO

    Un salón amueblado con gusto y riqueza en casa de Pablo Inciarte. Puerta de entrada en el lateral derecho (actor) y dos puertas a la izquierda. Es de día. En Madrid. En Octubre.

    (A levantarse el telón, DOMINGO, criado de la casa, hombre joven y muy madrileño, está examinando los periódicos ilustrados que hay sobre una mesita.)

    Adela (Vieja criada, por la derecha.) Domingo.

    Dom . ¿Qué pasa?

    Ade . Pregunta por el doctor un caballero.

    Dom . ¿Por cual doctor, por don Pablo o por su ayudante?

    Ade . Por don Pablo.

    Dom . Pues dígale ustez que hoy no hay consulta.

    Ade . ¿Pues qué día es hoy, Domingo?

    Dom . Domingo, señora.

    Ade . ¿Domingo?

    Dom . Domingo.

    Ade . ¡Claro...! Así había tanta gente en la misa de ocho... Estoy en babia.

    Dom . Sí, señora.

    Ade . ¿Eh?

    Dom . Que le diga ustez que vuelva mañana.

    Ade . Ahora mismo. (Se va por la derecha.)

    Dom . (Ante una portada del Mundo Gràfico.) ¡Aquí está..! ¡Esta es...! (Piropeando a la fotografía.) ¡Huy qué monumento...! ¡Su madre...! ¡Y madrileña...! (Mordiendo al aire.) ¡Am...! (Arrancando la hoja.)Esta la pego también en mí cuarto... ¡Ya lo creo! (Contemplándola.)¡Que haiga yo nacido en las Peñuelas y de padres desconocidos...! Bueno, desconocidos en el sentido de que no son personas de posición... Porque yo, con cien mil duros, un Hispano, esta gachí y en alpargatas, que es como a mí me gusta estar... ¡bueno!

    Ade . (Entrando nuevamente.)Domingo.

    Dom . Y dale, Adela.

    Ade . Que no es un enfermo, sino un amigo del señor, que vuelve de un viaje y desea verle.

    Dom . ¡Caramba, hombre! ¿Será don Blas Padilla, ese tío medio chiflao que anda de por vida recorriendo mundos...? Ojalá que fuera. Siempre que se larga por ahí le doy yo un duro pa que me compre alguna maritata y me trae cada rareza,,. ¿Qué señas tiene? ¿Es grueso y calvo...?

    Ade . Grueso y calvo.

    Dom . Ese va a ser don Blas. Aguarde usted. (Se va por la derecha.)

    Ade . (Examinando el Mundo Gráfico mutilado porDomingo.) Ya arrancó la portada. Dentro de un rato se llevará el frasco de la goma y la pegará en su cuarto, que hay que ver cómo tiene las paredes y el techo... Y dice que por las noches con la luz eléctrica le guiñan. (Rumor de voces dentro.)¿Eh...? (Escucha cerca de la puerta de la derecha.) Por lo visto es ese don Blas... Allá él puesto que le conoce. (Se va por la segunda puerta da la izquierda, al mismo tiempo que entran por la derecha BLAS y DOMINGO. Blas es un elegantísimo señor de cincuenta años, muy calvo y muy tostado por el sol.

    Dom . Pues justamente estuvo esta mañana el señor hablando del señor. El señor suponía al señor en Egipto.

    Blas Pues no; digo si... Bueno, he estado en Egipto, pero primero estuve en Turquía. Es decir, no. Turquía fué después, porque yo fui del Cairo a... Bueno, he andado por allí. Ahora vengo de Francia. Subí por Italia... No, eso fué la otra vez. Subí por Grecia... He estado en Italia, pero subí por Grecia a los Balkanes.. En Italia no he estado. Con tanto viaje me confundo... Ahora vengo de Francia.

    Dom . ¿Y no se cansa el señor de tanto ajetreo?

    Blas Estar quieto es lo que me cansa. Yo, para dormir bien necesito dormir cada cuatro o cinco días en camas distintas y a distintas presiones atmosféricas.

    Dom . Con la casa tan bonita que tiene el señor en Madrid y con lo bonito que es esto.

    Blas Tú como no conoces otra cosa mejor...

    Dom . Claro que no conozco otra cosa mejor; como que no la hay.

    Blas ¡Hombre...!

    Dom . A mí me llevó el señor a París y... ¡bueno! Yo no cambio todo París por Recoletos. (Ríe Blas.) Tanto hablar del Arco de la Estrella y de los Campos Elíseos... ¡miau!, y usted perdone el maullido. Planto yo la puerta de Alcalá en la Dehesa de la Villa y los achico.

    Blas (Riendo.)Pero, hombre, ¿vas a comparar...? Aquellos bulevares...

    Dom . Aquí los hay también, y con menos gente, que es mucho más cómodo. Y no me salga el señor hablándome de los jardines de Versalles, porque vuelvo a maullar. Aquí tenemos el Parque del Oeste, que está más cerca, que tiene más buena sombra, y que tiene unas cuestas, que ya las quisiera Versalles para los días festivos. (Ríe Blas.)

    Blas Sigues siendo más madrileño que la fuente de la alcachofa, ¿eh?

    Dom . Soy una de las acachofas, no le digo más al señor.

    Blas Está bien, hombre, está bien. Y dime, ¿qué hay por aquí? ¿Y tu amo?

    Dom . Tan bueno y tan famoso. Trabajando muchísimo y con mucha suerte; todo el mundo lo dice. Ya usted ve que con lo riquísimo que es podía ponerse el mundo por montera, darse buena vida y decir: «Que trabaje el Nuncio»; pero ¡quiá...! le gusta trabajar y es esclavo de su obligación como el

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