Lucifer

Elizabeth Beckett

Traducido por Mariano Donato 

Revisor: Manet Sandra Phagouapé

Lucifer

Escrito por Elizabeth Beckett

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Traducido por Mariano Donato

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Dedicatoria

El Ángel Helene —cuyo nombre significa luz—es

el gemelo del Ángel Lucifer. Lucifer (o bien Lucipher) significa transportador de luz, portador de luz, o transmisor de luz.

Esto está dedicado a Helene, que espera a Lucifer

en el Reino Angélico.

Índice

1 Lucifer ha Nacido

2 Bagaia es un Gemelo

3 La Hermandad Blanca

4 Sosteniendo la Oscuridad

5 La Receta para Bagaia

6 Retirada del Reino Angélico

7 El plano terrestre

8 Encarnando en la Tierra

9 Prueba del Alma

10 Carta a los Salones de Akasha

11 El Consejo de la Hermandad

12 El final de la Tierra

13 Una creación de algún creador

14 La Defensa de la Tierra

15 Perpetuación del Experimento de la Tierra

16 La Hermandad Oscura

17 La Forma y la Causa

18 Lucifer se Convierte en un Amigo: Un Epílogo

1 Lucifer ha Nacido

Cuando el Ángel Lucifer nació en el Reino Angélico, muchos Ángeles y Arcángeles estuvieron presentes. Miraron su hermoso y pálido rostro y admiraron los mechones de pelo que ya eran negros. Era un exquisito bebé ángel, e incluso en esos primeros momentos de su vida angelical, Lucifer irradiaba un poder supremo que hizo que los Príncipes Ángeles lo notaran.

Nació para convertirse en un Arcángel, pero había algo marcadamente diferente en el bebé que lo apartó desde el principio. Sus padres eran Rafael y Serafín, y se entregaron inconmensurablemente a su gran alegría.

Lucifer nació en una época en la que el universo estaba cambiando las realidades. Fue uno de los últimos de la antigua raza en una sucesión de Ángeles que habían dominado el mundo etéreo desde el principio de los tiempos. El nacimiento de Lucifer marcó una transición hacia una época en la que las cosas dejaron de ser simples y la dualidad comenzó a dejar su huella en el cósmico. Fue una época de turbulencia intergaláctica; aunque no hubo una guerra total dentro de las galaxias, las implacables olas de cambio sacudieron el Reino Angélico y perturbaron sus aspiraciones.

A los Ángeles Crecientes se les enseña muchas cosas fantásticas, incluyendo cómo manipular los cielos. Pueden hacer que las galaxias aparezcan y desaparezcan, cambiar los planetas, crear soles, e incluso reorganizar las estrellas fijas. Esto podría llevar a muchas travesuras, excepto que la manipulación de los cuerpos cósmicos se encuentre fuertemente regulada por los Arcángeles y los representantes angélicos que sirven en el Consejo Universal de la Hermandad Blanca. La Hermandad Blanca es un grupo de supervisores universales que son agentes de todos los sistemas cósmicos, realidades y razas dentro de nuestro multiverso.

Lucifer siempre estuvo fascinado con el planeta Tierra. Jugó con él durante años, probando sus habilidades y reacciones y estudiando de cerca las condiciones que proporcionaba para la vida. Esto fue antes de que se iniciaran los experimentos en la Tierra y todavía se llamaba Bagaia. Los padres de Lucifer estaban felices de dejarle centrarse en este planeta relativamente insignificante, pensando que simplemente estaba perfeccionando sus habilidades para cosas más grandes por venir. Sin embargo, estaban equivocados. Desde el comienzo de su vida, Lucifer sabía que su proyecto era Bagaia y que era la razón por la que había nacido. Comprendió desde el principio que había muchos matices únicos en el planeta que yacían envueltos en el misterio, y tenía la intención de revelarlos.

Cuando era un joven ángel, Lucifer miraba a sus maestros y ancianos angélicos con una calma desconcertante. La palidez de su exquisito rostro estaba envuelta en una aureola de pelo fino y negro. Sus delicados rasgos y sus silenciosos y claros ojos no delataban nada. Sólo Lucifer sabía que guardaba secretos para la vida a través de su conexión con el organismo Bagaia, que se extendía más allá de las realidades de lo que el Reino Angélico había descubierto. No era ni rebelde, ni arrogante, sólo lo sabía.

2 Bagaia es un Gemelo

Fue uno de los Arcángeles más antiguos, Gerónimo, el primero en darse cuenta del verdadero potencial de Lucifer. Esto fue antes de que la Hermandad Blanca reconociera plenamente la unificación de la dualidad como la clave de la paz universal. Gerónimo había estado enseñando a Lucifer sus lecciones cuando el joven Ángel respondió a una de las preguntas del maestro con:

—Es parte de su gemelo.

Gerónimo hizo una pausa en su discurso y miró al querubín.

—¿Gemelo? —preguntó lenta y cautelosamente.

Lucifer se detuvo, temiendo que el gran anciano se enojara. Miró seriamente y con confianza a los ojos de su maestro.

—Bagaia es un gemelo.

Gerónimo miró a su joven aprendiz atentamente.

—¿Cómo lo sabes, Lucifer?

Lucifer no dijo nada. En cambio, juntó sus manos y luego las separó lentamente. La energía simbólica de Bagaia se expandió entre ellas, como pegamento. Muy lentamente el holograma del planeta Bagaia se separó en dos planetas claramente idénticos, con resonancias iguales pero opuestas. Gemelos.

Gerónimo se sorprendió y sonrió.

—¿Cómo descubriste esto, Lucifer?

—Observé Bagaia desde el reino etéreo, donde las vibraciones energéticas parecen sólidas. Se puede ver a su gemela resonando siempre a su lado. Sus planos energéticos fueron creados al mismo tiempo, pero el segundo planeta permanece físicamente invisible.

—¿Están los gemelos en diferentes realidades temporales? —Gerónimo ya respetaba al joven Lucifer.

—No ­—respondió Lucifer—, no exactamente. Es más bien como si el segundo no hubiera nacido todavía. Aún se encuentra en incubación, pero requiere más energía de amor para nacer. Depende de la primera Bagaia para proporcionarla.

Gerónimo asintió lentamente. El descubrimiento del joven tuvo profundas ramificaciones.

3 La Hermandad Blanca

Un tiempo después, Gerónimo tomó su lugar, junto con muchos otros ángeles, en una reunión del Consejo de la Hermandad Blanca. Fue una larga reunión como de costumbre, y en algún momento Gerónimo presentó sus hallazgos sobre el gemelo Bagaia, como descubrió Lucifer.

Los miembros del Consejo tenían curiosidad. Hubo muchas preguntas y discusiones hasta que el Cardenal se puso de pie para hablar. El Cardenal de la Hermandad Blanca era el más importante de los ancianos y dictaminaba sobre los asuntos cuando había una disputa que no podía ser resuelta de otra manera. Exquisitamente evolucionado, el Cardenal fue votado por el Consejo en pleno y sirvió por un período indefinido.

El Cardenal habló lentamente, con una voz crepitante.

—Gerónimo, me gustaría saber más. Estoy intrigado con este descubrimiento.

Los miembros del Consejo guardaron silencio. Los Cardenales casi nunca hablaban y eran más instrumentales como observadores y presidentes. La Hermandad consideró que, si el ser más importante entre ellos encontraba un asunto de importancia, debía serlo.

El Cardenal continuó:

—Me gustaría que se explorara más.

Gerónimo aguardó un momento y luego preguntó:

—¿Qué sugiere?

En respuesta, el Cardenal contestó:

—Un enviado. Enviar un enviado al planeta para explorar las potencialidades.

Gerónimo asintió con la cabeza.

4 Sosteniendo la Oscuridad

Fue una tarea ardua para el Reino Angélico organizar un enviado a Bagaia. El planeta era aún desconocido y potencialmente peligroso. Aun así, un grupo de ángeles eventualmente se embarcó en el viaje y llegaron con un poco de temor al planeta.

Los Ángeles descubrieron que Bagaia estaba ricamente preparada para la vida pero que necesitaría ser domesticada. Además, el