Usted tiene la unción: Camine con confianza, denuedo y autoridad

He visto la unción de Dios que opera a través de Judy Jacobs Tuttle para proclamar libertad a los cautivos. Sé de primera mano que este es un tema con el que ella está familiarizada. Su tarea, una que ha acogido con entusiasmo, es utilizar la unción para proclamar a Jesucristo como el Rey resucitado de gloria, y como consecuencia, ver vidas transformadas.

—PASTOR ROD PARSLEY

WORLD HARVEST CHURCH/BREAKTHROUGH

Judy Jacobs camina con Dios. Aunque es conocida ampliamente como una de las principales líderes mundiales de alabanza y adoración, ella es también una talentosa comunicadora de las verdades bíblicas. En esta obra, ella transmite los principios que les han funcionado a ella, a sus hijas, a su esposo, Jamie, y a miles de personas que han sido discipuladas en las Escrituras. A medida que avance a través de las páginas de este libro, usted caminará con una de las verdaderas campeonas de esta generación.

—HARRY R. JACKSON JR.

PASTOR PRINCIPAL DE HOPE CHRISTIAN CHURCH,

BELTSVILLE, MD

PRESIDENTE DE HIGH IMPACT LEADERSHIP

COALITION

OBISPO PRESIDENTE DE LA INTERNATIONAL

COMMUNION OF EVANGELICAL CHURCHES

Judy Jacobs es una enviada. Ella ha sido llamada en esta hora para despertar los dones y la unción que con frecuencia yacen dormidos en nuestro interior. La Palabra de Dios a través de su vida y su pluma, conllevan un duro golpe al espíritu de temor y acalla toda excusa que evita que vivamos al tope de nuestro potencial.

—KAREN WHEATON

FUNDADORA Y LÍDER PRINCIPAL DE THE RAMP

¡USTED

TIENE LA

UNCIÓN!

JUDY JACOBS

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Usted tiene la unción por Judy Jacobs

Publicado por Casa Creación

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Lake Mary, Florida 32746

www.casacreacion.com

No se autoriza la reproducción de este libro ni de partes del mismo en forma alguna, ni tampoco que sea archivado en un sistema o transmitido de manera alguna ni por ningún medio—electrónico, mecánico, fotocopia, grabación u otro—sin permiso previo escrito de la casa editora, con excepción de lo previsto por las leyes de derechos de autor en los Estados Unidos de América.

A menos que se exprese lo contrario, el texto bíblico ha sido tomado de la versión Reina-Valera © 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina; © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas.

Utilizado con permiso.

Las citas bíblicas marcadas con NTV han sido tomadas de la Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente, Copyright © Tyndale House Foundation, 2010. Usado con permiso de Tyndale House Publishers, Inc., 351 Executive Dr., Carol Stream, IL 60188, Estados Unidos de América. Todos los derechos reservados.

Las citas bíblicas marcadas con NVI han sido tomadas de la Santa Biblia, Nueva Versión Internacional ® NVI ® Copyright © 1999 Biblica, Inc.® Usada con permiso. Todos los derechos reservados en todo el mundo.

Copyright © 2013 por Casa Creación

Todos los derechos reservados.

Publicado originalmente en EE. UU. bajo el título: You Are

Anointed for This!

Copyright © 2013 by Judy Jacobs

Published by Charisma House, A Charisma Media Company,

Lake Mary, FL 32746

Traducido por: www.pica6.com (con la colaboración de Danaé G. Sánchez Rivera y Salvador Eguiarte D.G.)

Director de diseño: Bill Johnson

Visite la página web de la autora: www.judyjacobs.com

Library of Congress Control Number: 2013942084

ISBN: 978-1-62136-443-6

E-book ISBN: 978-1-62136-444-3

Nota de la editorial:

Aunque la autora hizo todo lo posible por proveer teléfonos y páginas de internet correctas al momento de la publicación de este libro, ni la editorial ni la autora se responsabilizan por errores o cambios que puedan surgir luego de haberse publicado.

DEDICATORIA

PRIMERO QUE NADA, dedico este libro a mi amoroso esposo con quien he estado durante veinte años, el pastor Jamie Tuttle. Cariño, durante más de veinte años tú has sido cada latido de lo que somos, simplemente porque has creído en la unción que estaba en mi interior. En los últimos veinte años has sido tú quien me ha recordado constantemente: Tú tienes la unción. Judy, puedes hacerlo. Muchas veces he dudado, pero tú siempre estuviste ahí conmigo, en el estudio, tras bambalinas, detrás del sistema de sonido y, sí, en el público, animándome. Sería suficiente con que yo lo hubiera notado, pero todo el mundo ha visto quién es mi mayor animador: tú, querido. Siempre te amaré y estaré agradecida con Dios por traerte a mi vida. Creo que tú sabes quiénes son tus mayores animadoras. Sí, tus dos hijas y yo (¿mencioné también a tu mamá?).

Me gustaría agradecerles a las familias Jacobs y Tuttle, quienes siempre han sido una fuente de apoyo y aliento. A Danny y Debbie Murray, que siempre me han llevado hasta el límite para sacarme de mi zona de comodidad. A Steve y Pat Brock, por hacer la llamada, y al pastor Benny Hinn y al pastor Rod Parsley por darme una plataforma. Gracias, Paul y Jan Crouch, por presentarme al mundo. Gracias Steve y Joy Strang, y Charisma Media, por darme la asombrosa oportunidad de compartir mis revelaciones e historias. Les agradezco también a todas las personas que creyeron que la unción está en mi vida y continúan creyendo en los dones que hay en mí. A mis amadas hijas, Kaylee y Erica, quienes le permitieron a mamá caminar en esta unción, y también a quienes se quedaron con ellas y las cuidaron. ¡Les estoy eternamente agradecida!

A mi Señor y Salvador, Jesucristo, y al bendito Espíritu Santo, quien me ha dado el ministerio y los dones para caminar en esta unción, confianza y audacia. Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos (Hechos 17:28).

Finalmente deseo decirle a nuestra amada familia de la iglesia, Dwelling Place Church International, que en esta hora final, ustedes tienen la unción. A nuestros mentores y alumnos del International Institute of Mentoring, ustedes tienen la unción.

A todo creyente que leerá esta revelación y que alguna vez se haya sentido inseguro y con incertidumbre, y que se haya preguntado si real y verdaderamente está ungido y si ha sido llamado, permítame asegurarle: ¡usted tiene la unción!

RECONOCIMIENTOS

NADIE PUEDE HACER nada valioso ni exitoso, a menos que tenga amigos fieles que estén a su lado para ayudarlo. Tal es el caso de todas las personas que han contribuido con este proyecto.

A mis compañeros de pacto, Perry y Pam Stone, quienes han sido una gran bendición en nuestra vida, deseo agradecerles de corazón. Su sorprendente apoyo ha sido verdaderamente asombroso y radical en un mundo que se ha tornado tan ensimismado. Jamie y yo apreciamos este pacto y siempre lo haremos, hasta que Jesús regrese.

Al pastor Rod Parsley y su esposa Joni, un buen ejemplo de usted tiene la unción: yo tenía nueve meses de embarazo en el Dominion Camp Meeting y ellos nos dieron nuestra primera plataforma en televisión internacional; ciertamente creen en la unción en mi vida. ¡Ustedes continúan siendo mis favoritos!

A Steve y Joy Strang, la familia Charisma House, mi ungida editora, Jevon Bolden, y los editores de Charisma House, les agradezco, hicieron un muy buen trabajo en el manuscrito final.

A todos los amigos, artistas, pastores y líderes que compartieron con nosotros su interpretación y revelación de la unción, mis sinceros agradecimientos por su tiempo y esfuerzo, y por contarnos el testimonio del precioso Espíritu Santo en su vida, en sus propias palabras.

A mi amiga de pacto que me ayudó a quemar el aceite de media noche y el aceite de mediodía, la Sra. Kathie Kennemer, y mis amigos de toda la vida, mi esposo, los Milligan y los Potter, con quienes en un fin de semana recibí suficiente revelación para escribir dieciocho libros. ¡Uf! ¡Esos predicadores! ¡Los amo! A Amanda Fisher, quien me ayudó a lograr la edición final: nunca lo habría logrado sin tu ayuda.

CONTENIDO

Prólogo por Perry Stone

Prefacio por Jamie Tuttle

Introducción: La unción de Dios es para usted

1 En el principio

2 ¿Qué es unción?

3 Usted tiene la unción

4 La unción de la verdadera adoración

5 La oración ungida

6 La unción para profetizar

7 La unción de guerra

8 La unción para funcionar

9 La unción para cambiar la sociedad y la cultura

10 La unción de la tutela

11 La unción para prosperar

12 Confusiones y abusos de la unción

Conclusión: Permanezca en el flujo de la unción

Notas

PRÓLOGO

¡LA UNCIÓN! TAN solo la palabra esboza numerosas imágenes en la mente de los creyentes. ¿La unción es una emoción que se libera en el entusiasmo de una poderosa experiencia de adoración? ¿Es la energía que se siente cuando un ministro predica con una unción divina? ¿La unción es una carga espiritual en la atmósfera que los asistentes pueden sentir cuando se hace oración?

Nuestra percepción de lo que es o no la unción, a menudo surge de nuestra formación en la iglesia local, la enseñanza del púlpito o lo que vemos a través de la lente denominacional. No obstante, en ambos Testamentos, la unción era la misma energía y vida de Dios manifestada a través de las voces de los profetas, los sacerdotes y los reyes justos. David fue ungido en tres ocasiones: por Samuel cuando era adolescente, por los hombres de Judá y como rey de Israel, a los treinta años. David habló de ser ungido con aceite fresco (Salmos 92:10). Por consiguiente, con cada nuevo nivel se requiere una unción fresca.

Se necesita de un siervo ungido del Señor para escribir acerca de la unción. Un teólogo y un erudito pueden desglosar las palabras griegas y hebreas, pero solamente una persona ungida puede expresar lo que es la unción, cómo opera y por qué se requiere para pudrir todo yugo en nuestra vida (Isaías 10:27). Tal persona es Judy Jacobs, conocida en todo el mundo como una ungida sierva del Señor.

Conozco a Judy desde sus inicios cuando cantaba con un ministerio itinerante del Lee College (ahora Lee University), y he seguido su ministerio durante los años y visto el favor de Dios mientras Él derramaba su bendición y aumentaba su unción en su vida y la de su esposo, Jamie. En el tema de la unción, ella claramente sabe de qué habla y, ¡a través de este libro, usted también descubrirá los secretos de ser ungido para sus tareas del fin de los tiempos! ¡A través de la unción, su esto se convertirá en lo, y lo es lo que hará la diferencia de su esto! Como Pedro declaró: Esto es lo (Hechos 2:16).

—PERRY STONE

EVANGELISTA INTERNACIONAL Y ANFITRIÓN DE

MANNAFEST

PREFACIO

SUCEDIÓ DURANTE EL tiempo de primavera de mi último año en Emmanuel College. Me encontraba terminando mi licenciatura en estudios bíblicos y preparándome para graduarme. Mientras estudiaba, estaba en un programa de trabajo para estudiantes y mi trabajo era ser el encargado de sonido de la cabina, junto con otras responsabilidades de multimedia.

Lo recuerdo como si hubiera sido ayer: era jueves por la mañana, 10:00 a. m., y los estudiantes estaban reunidos para el que sería un emocionante servicio universitario de capilla. El invitado de ese día era un grupo de reclutamiento del Lee College (ahora Lee University) de Cleveland, Tennessee, y ellos estaban ahí para cantar y ministrar, así como para presentarle el Lee College a todos los que habían terminado su preparación básica. Obviamente, como yo era un estudiante del último año de la escuela bíblica, este servicio parecía no ser adecuado para mí. Yo solamente estaba ahí para cumplir con mi responsabilidad laboral, o eso pensaba.

Aquella mañana sería el día que cambiaría mi vida para siempre. Mire, en todos mis días de universidad, yo siempre llevaba una lista de oración en mi Biblia. Cada día repasaba mi lista, presentándole a Dios mis necesidades y deseos. Incluía las peticiones básicas que casi todos los jóvenes que están en una universidad cristiana incluyen: Señor, ayúdame a aprobar mi examen de griego, y: Señor, por favor, necesito dinero. Sin embargo, ahí había una petición mucho más descriptiva que las demás: Señor, esto es lo que deseo en una esposa . . . .

La primera parte no era muy espiritual, era la típica oración: Señor, de verdad me encantaría que tuviera piel morena, ojos marrón y cabello negro o castaño. Luego me hacía más espiritual y oraba: Que pueda cantar y orar como mi mamá. Señor, quiero que te ame más a ti que a mí, que desee tu presencia y tu poder más que nada. Dame una esposa cuyo corazón ame a las naciones. En realidad no puedo recordar si ya había orado eso aquel jueves; pero sin yo saberlo, la respuesta a mis oraciones subió al escenario en el servicio.

Seis años después, tras perseguir mi pasión por la música, obtener una maestría teológica en matrimonio y familia, y servir durante un año en Florida como pastor de jóvenes, me casé con Judy Jacobs, la chica de mis sueños y oraciones. Nos embarcamos en un viaje ministerial que simplemente no esperábamos. Y ahora, veinte años más tarde, hemos aprendido que absolutamente nada es más importante que la unción del Dios todopoderoso sobre nuestra vida y familia. De hecho, al principio aprendimos que si no hay unción, todo se trata solamente de acciones ruidosas y sin poder. Porque la unción es el poder, el combustible, la fuerza, el suministro, la provisión e incluso el fuego y el denuedo que surge en nosotros en diferentes momentos de la vida. Hemos viajado a más de treinta países y visto a la gente recibir a Cristo, nos hemos sentado ante primeros ministros, presidentes y dignatarios, todo por la unción de Dios en nuestra vida.

Como el esposo de Judy, su amigo, compañero de ministerio, mánager, técnico de sonido, baterista algunas veces e incluso conductor del autobús (así es), la he visto pararse frente a unas cuantas personas o frente a setecientas cincuenta mil y declarar: NO HAY DIOS COMO JEHOVÁ, sabiendo que su preparación para cualquiera de esos lugares fue la misma: Padre, simplemente no puedo hacerlo sola, sino: a través de ti y de tu unción en mi vida, puedo hacerlo todo. Tu unción en mi vida es todo lo que importa y tú me has equipado para llevar a cabo lo que estoy a punto de hacer. Mire, una cosa que he aprendido de Judy mientras ministro a su lado es que ella siempre ministra ante una audiencia de UNO: ¿Será Él complacido? ¿Será Él glorificado con mi vida?.

Judy siempre ha conocido el precio de la unción en su vida; es un sacrificio. Para ser realmente lo que Dios nos ha llamado a ser, se necesita ser apartados: adonde uno se niega a sí mismo, hace a un lado las influencias, las persuasiones y las personalidades que nos rodean, y luego nos entregamos a Él.

El libro que usted tiene en sus manos no solamente es un manual para un aprendizaje simple, sino más bien es una obra que cambia vidas, llena de revelación de las Escrituras, escrita por alguien que ha vivido los altibajos de las experiencias en la unción. Usted y yo sabemos que no todos los días son los mejores, pero una cosa es segura: cuando Dios lo llama con un propósito y un plan, ¡usted puede descansar seguro en que usted tiene la unción!

—JAMIE TUTTLE

Introducción

LA UNCIÓN DE DIOS ES PARA USTED

Y en los postreros días, dice Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; vuestros jóvenes verán visiones, y vuestros ancianos soñarán sueños; y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días derramaré de mi Espíritu, y profetizarán.

—HECHOS 2:17-18

SI ALGO HE aprendido hasta ahora en esta Tierra, es que Dios está constantemente intentando encaminarnos a través del esto, para que pueda llevarnos al lo. Esto me recuerda la experiencia del Aposento Alto citada anteriormente, donde Pedro les dijo a los espectadores: "Mas esto es lo dicho por el profeta Joel" (Hechos 2:16, énfasis añadido).

Esto es lo que sé: hay un lugar en el plano espiritual adonde cada creyente desea ir, y cuando llegamos a ese lugar, no deseamos marcharnos. Deseamos morar ahí. "¿Cuál es ese lugar?", se preguntará. Ese lugar está en la unción.

Los hombres y mujeres de Dios han operado en la unción en las eras del tiempo. Mientras eran comidos por leones, ellos cantaban; mientras les eran vendados los ojos y esperaban que las balas atravesaran todo su cuerpo, ellos oraban en paz; y mientras Esteban era apedreado, él miraba hacia el cielo y le pedía a Dios: Señor, no les tomes en cuenta este pecado (Hechos 7:60). Eso santos de Dios pagaron el precio supremo por su compromiso con la causa de la unción. Nosotros como la Iglesia, anhelamos que esta se infiltre cada vez más en nuestra vida.

Entonces, ¿qué es la unción? ¿Cómo luce? ¿Por qué algunas personas parecen estar ungidas y otras no? ¿Cómo podemos obtener la unción? ¿Qué hará en nuestra vida? ¿Es solamente para aquellos que están en el ministerio a tiempo completo—apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros—, quienes aparentemente son muy, muy espirituales?

Estas son las preguntas que el pueblo de Dios se ha planteado con frecuencia, motivado apasionadamente por encontrar las respuestas correctas para sí. Han luchado con estas preguntas y han anhelado experimentar la unción; sin embargo, muchos todavía se sienten excluidos en la oscuridad en este tema. Las preguntas retumban en su mente una y otra vez: ¿Cómo puedo ser ungido? Yo sé que otros lo están, pero, ¿qué hay de mí?

Todas estas preguntas y muchas más serán respondidas en este libro. Creo que al leerlo, el Espíritu Santo hará que las cosas acerca de la unción que hay en su vida le sean claras como el agua. Sí, leyó correctamente. La unción que hay en su vida. Mi amigo, ¡Dios le ha ungido! Usted solamente tiene que creer y recibir su impartición a través de esta palabra para ahora que Dios me ha dado para usted.

Mire, los días en que estamos viviendo no tienen precedentes en absoluto; no obstante, no nos sorprenden. Estos son días y tiempos que los profetas, los escritores inspirados de las Sagradas Escrituras, e incluso Jesús mismo, advirtieron que vendrían. Cosas como:

• Guerras y rumores de guerras.

• El apogeo de la anarquía.

• La apostasía.

• Desastres económicos y ambientales.

• Dramáticos cambios políticos, sociales, culturales, médicos y morales.

Estos son, como afirma 2 Timoteo 3:1, tiempos peligrosos. Sin embargo, incluso en estos tiempos, Dios continúa estando activo en su Iglesia. Él continúa moviéndose poderosamente en la gente cuyo corazón está enfocado en Él. Al buscar el escape final de todo este desastre, nosotros—el pueblo de Dios y la novia de Cristo—estamos manteniendo nuestro enfoque en Jesús, el autor y consumador de nuestra fe. Nos encontramos en una batalla por todo lo que sabemos que está bien y, como comunidad de creyentes, como nación, como familias y finalmente como pueblo que conoce a su Dios, estamos confiados en que nuestra victoria está asegurada. No obstante, creo que antes del regreso del Señor, las cosas movibles están siendo removidas para que queden las inconmovibles (Hebreos 12:27).

Creo que este es el tiempo en que Dios está levantando a muchos hombres y mujeres ungidos de Dios para cambiar las sociedades y las culturas como las conocemos. ¿Cómo las cambiamos?, se preguntará. Las cambiamos a través del nombre de Jesús y a través de la Palabra viva de Dios. Nos apropiamos la sangre de Cristo y utilizamos el poder de estar de acuerdo, creyendo que Dios escucha y responde toda oración que elevamos a Él en fe.

Sobre todo, utilizamos la unción que Dios le ha dado a todo creyente a través del poder de su Santo Espíritu para levantarse en medio de una generación perversa y malvada, y declarar su Palabra.

En el libro Personal Faith, Public Policy [Fe personal, política pública] que escribió el obispo Harry R. Jackson junto con Tony Perkins, dice que nosotros como Iglesia debemos aprobar la prueba suprema de fe; no lo que digan los republicanos o los conservadores, o lo que piensen los demócratas o los liberales, sino lo que dice la Palabra de Dios.¹

Todos tienen la capacidad