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Para y piensa: 365 citas inspiradoras de gente famosa y no tan famosa
Para y piensa: 365 citas inspiradoras de gente famosa y no tan famosa
Para y piensa: 365 citas inspiradoras de gente famosa y no tan famosa
Libro electrónico761 páginas11 horas

Para y piensa: 365 citas inspiradoras de gente famosa y no tan famosa

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A veces las citas pueden ser graciosas. A veces pueden ser inspiradoras. A veces son famosas. Y, a veces, nos hacen detenernos y pensar. Cada lectura devocional de Para y piensa comienza con una cita. Reconocerás algunas de ellas, como: La curiosidad mató al gato. Al que madruga, Dios lo ayuda. La limpieza sin duda está al lado de la piedad. Y algunas no serán tan fáciles de reconocer. Crecí como una maleza olvidada: desconocía la libertad. El que ha superado sus miedos será verdaderamente libre. La mejor terapia curativa es la amistad y el amor.Pero la idea es que todas te hagan detenerte a pensar, y a examinar tus valores y las decisiones que tomas cada día.

La mayoría de estas citas son de personas famosas. Algunas se le atribuyen a la tradición. Otras fueron dichas por alguien demasiado insignificante como para recordar quién era, pero no tienes que ser famoso para marcar la diferencia. Cada día comienza con una cita y termina con un versículo bíblico, para recordarnos que la verdadera sabiduría viene solo de Dios. Si pasamos tiempo con él, cualquiera (incluso un adolescente anónimo) puede marcar la diferencia.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento20 dic 2019
ISBN9789877980554
Para y piensa: 365 citas inspiradoras de gente famosa y no tan famosa

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    Para y piensa - Kim Peckham

    editor.

    Dedicatoria

    A mi padre, quien amaba a Jesús y nos leía el libro de lecturas devocionales en la mesa del desayuno.

    A mi esposa, Lori, quien contribuyó con algunas de las joyas que se encuentran entre estas lecturas devocionales.

    Reconocimiento

    Gracias a mi familia, a mis amigos, a mis conocidos e incluso a gente anónima por compartir sus historias conmigo. Todos los relatos de este libro de meditaciones realmente sucedieron, pero, como puedes imaginar, algunos de los nombres han sido cambiados.

    Salvo indicación contraria, los textos bíblicos fueron extraídos de la Nueva Versión Internacional (NVI).

    1º de enero

    No sé qué puede tener el futuro, pero sé quién tiene el futuro.

    Ralph Abernathy

    El problema de los seres humanos es que no podemos predecir el futuro. O sea, todos sabíamos que llegarías tarde a desayunar; pero fuera de eso, no podemos ver lo que nos deparará el futuro en este gran planeta.

    Ya nadie se esfuerza por descubrirlo, salvo los escritores de ciencia ficción; pero sus ideas nunca se hacen realidad. Pistolas láser... No he visto una de esas últimamente. Viajes en cohete a una base en la Luna... Nada. Vehículos que vuelan... ¡Ja! Robots que hablan y ayudan con las tareas domésticas... ¡Ya quisiera!

    Por más que la gente tenga frente a sus ojos un objeto del futuro, no puede reconocerlo. Darryl Zanuck, exdirector de Twentieth Century Fox, no quedó impresionado cuando vio el primer aparato de televisión. No podrá durar en ningún mercado, declaró. La gente pronto se cansará de mirar una caja todas las noches.

    Allá por 1977, cuando solo las universidades y los grandes negocios podían permitirse tener computadoras, el presidente de Digital Equipment Corporation declaró: No hay razón para que la gente tenga una computadora en su hogar. ¡Sí que se equivocó! No solo tenemos computadoras en nuestros hogares hoy... ¡las tenemos en nuestros bolsillos!

    Entonces, ¿qué traerá este año nuevo para ti? Irás al colegio, comerás un bocadillo y probablemente perderás una media de tu par preferido. Pero, más allá de eso, no tienes idea. ¿Te sucederán cosas buenas? ¿O realmente ocurrirá una de esas cosas malas por las que tu madre siempre se preocupa? Bueno, espero que no.

    La mejor manera de enfrentar el futuro no es adivinar qué sucederá, sino confiar en que Dios te guiará constantemente. Él puede ver qué ocurrirá en tu vida, y ya tiene un plan para hacerla espectacular. Por supuesto, sería más espectacular con robots que puedan lavar la loza, pero voy a esperar sentado. Kim

    Vivimos por fe, no por vista (2 Cor. 5:7).

    2 de enero

    Quien se quema con leche ve la vaca y llora.

    Refrán tradicional

    Johnny habría sido un genio informático maravilloso, solo que nació antes de que existieran las computadoras. Entonces, cuando sus tendencias a la genialidad necesitaron una descarga, se enfocó en los teléfonos. En ese entonces, había teléfonos en las ciudades, pero no habían llegado a la pequeña comunidad donde él vivía, en Arkansas. No sé cómo el adolescente obtuvo un teléfono, pero lo logró, y no tardó mucho en descubrir de qué manera funcionaba.

    Entonces, pensó: ¿Por qué no establecer mi propia compañía de teléfonos? Instaló cables en los cercos y por los árboles hasta los hogares de la pequeña comunidad agrícola de Bonnerdale, Arkansas. Cobraba cincuenta centavos por mes por brindar su servicio. Era una multilínea, o sea que todos podían escuchar a todos los demás. La cantidad de timbres indicaba qué hogar estaba recibiendo una llamada.

    Sin embargo, presidir una compañía de teléfono no era el único trabajo de Johnny. También tenía que ayudar en la huerta familiar. Era una huerta muy grande, y Johnny enganchaba una mula al arado y la seguía de un extremo del campo al otro. Pero, como dije, era una huerta grande, y la mula era lenta. Increíblemente lenta. Johnny no soportaba esto.

    Entonces, tuvo una idea. Los antiguos teléfonos que usaba en su sistema tenían un generador a manivela que producía el voltaje eléctrico necesario para llamar al teléfono receptor. Trajo el generador y lo unió al arado. Entonces, tomó dos cables y los enrolló en la cola de la mula.

    Alineó el arado y gritó: ¡Vamos, Nellie!, mientras giraba la manivela del generador. Atónita por el golpe de electricidad, la mula salió al galope. Volaron trozos de tierra en el aire cuando pasaba el arado. Esto es genial, pensó Johnny. No obstante, luego de ese rápido viaje por la huerta, esa mula nunca más aró para Johnny.

    A veces, cuando no obtenemos lo que queremos, nos podemos sentir tentados a decir palabras hirientes a amigos o a familiares. Ora para no hagas nunca eso. Por haber sido quemados por nuestros comentarios hirientes una vez, puede que las personas eviten confiar en nosotros otra vez. Kim

    El charlatán hiere con la lengua como con una espada, pero la lengua del sabio brinda alivio (Prov. 12:18).

    3 de enero

    El que pronto se acuesta y pronto se levanta es hombre saludable, rico y sabio.

    Benjamin Franklin

    Un objeto en reposo tiende a permanecer en reposo. Esta ley de la Física fue descubierta por Sir Isaac Newton, mientras trataba de hacer que un adolescente se levantara de la cama y fuera al colegio.

    Simpatizo más con el adolescente que con Sir Isaac. Por la mañana, yo no saludo con muchas ganas. La lucha por levantarse se convierte en algo similar a un drama de secuestro.

    Cerebro: Arroja la frazada y sal con los párpados en alto.

    Cuerpo: ¡Ja! Nadie va a salir de aquí hasta que cumplan con mis demandas.

    Cerebro: Sé razonable. Es hora de ir a trabajar.

    Cuerpo: Esta es mi primera demanda: un reloj despertador con un botón de repetición de cuarenta minutos.

    Cerebro: Si no te mueves pronto, te espera un cambio de profesión que involucra sostener un cartel de cartón a la vera del camino.

    Cuerpo: ¡No me asustas! Me quedo con mi colchón.

    Me siento culpable cuando duermo hasta tarde porque mis ancestros se horrorizarían tan solo con la idea. Ellos procedían bajo la firme convicción de que el mejor horario para ordeñar las vacas era a las cuatro de la mañana; una conclusión sobre la que, probablemente, las vacas no dieron su opinión.

    Si tu mamá o tu papá te ayudan a levantarte por la mañana, deberías estar agradecido. ¿Sabías que levantar a las personas solía ser un trabajo pago? Así es. Allá por los días previos a los relojes despertadores, la gente le pagaba a despertadores para que los ayudaran a despertarse a tiempo para ir a trabajar. Por unos pocos centavos al mes, el despertador iba cada mañana y golpeaba la puerta con un palo. También usaban palos largos para poder tocar la ventana de la habitación de un cliente sin molestar a los demás en la casa. Golpeaban suavemente la ventana hasta que veían señales de vida.

    A Jesús le gustaba despertarse temprano para pasar tiempo en oración. No necesitaba que alguien lo sacara a rastras de la cama porque él quería hablar con su Padre celestial. Es como la mañana de Navidad: es más fácil salir de la cama cuando sabemos que nos espera algo que estamos deseando. Kim

    Muy de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, Jesús se levantó, salió de la casa y se fue a un lugar solitario, donde se puso a orar (Mar. 1:35).

    4 de enero

    El que ha superado sus miedos será verdaderamente libre.

    Aristóteles

    Tu mamá ¿se preocupa mucho? Quizás algunas veces le das ánimo con palabras como: "No te preocupes, mamá. No parece una serpiente venenosa. O: No te preocupes, mamá. Ya pasaron varias semanas desde que alguien se cayó de esa montaña rusa".

    Queremos instar a nuestras madres a que se relajen porque, cuando ellas están nerviosas, nosotros estamos nerviosos; especialmente, cuando emiten un cierto sonido llamado el grito ahogado.

    Mi esposa a menudo decide resollar mientras viajamos pacíficamente por la ruta. Hay algo en ese sonido que dispara un golpe de adrenalina en mi torrente sanguíneo y me hace girar bruscamente entre el tráfico, ya que seguramente la muerte por colisión es preferible al terror que causó ese sonido.

    ¿Qué pasó?, exclamo con pánico. ¿Qué pasó?

    Ella me mira, con los ojos grandes, aterrorizados. Me olvidé de enviarle una tarjeta de cumpleaños a la tía Elsie.

    Tanto el resuello como el grito plantean un gran problema. Ellos no transmiten ninguna información útil. Por ejemplo, el mismo grito puede significar ¡Un hombre extraño corre hacia mí con un cuchillo en la mano!, o ¡El gato se está comiendo mi desayuno!

    Los hombres no gritan. Por eso prefiero a un hombre como capitán cuando estoy en un avión. Nadie quiere estar en un vuelo transcontinental y escuchar: Les habla su capitán... ¡AAAHHH!

    Los hombres relatan los hechos con compostura. Les habla su capitán. A causa de problemas técnicos, estaremos estrellándonos al sur de Omaha. Esto significa que por viajero frecuente solo se les concederá la mitad de las millas que esperaban por este vuelo.

    En realidad, tanto los hombres como las mujeres se preocupan demasiado. Los hombres se preocupan por el trabajo, la política, o porque el auto nuevo tiene un rayón. Las mujeres se preocupan por los secuestradores de niños, los gérmenes y los niños que corren con palos afilados en la mano.

    Aunque es completamente natural preocuparse, creo que para Dios es un cumplido cuando no nos preocupamos; cuando confiamos en él tan plenamente que nuestras preocupaciones desaparecen y quedamos en perfecta paz.

    Piensa en los lirios... ellos nunca se preocupan. Ni gritan. Kim

    Por lo tanto, no se angustien por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes. Cada día tiene ya sus problemas (Mat. 6:34).

    5 de enero

    Cuando el mar está en calma, todo el mundo puede ser timonel.

    Publilio Siro

    Uno de mis amigos se especializa en mandar mensajes de texto intrigantes que me dejan en suspenso. Dejan entrever un gran drama personal, pero no dan detalles. He aquí algunos que me ha enviado, realmente:

    Esto está tan mal.

    Evita la ciudad a toda costa hoy.

    Estoy en cuidado intensivo. Mi jefe me mandó.

    Recibí una actualización, y no es buena.

    Adivina qué.

    No estoy muy contento.

    Estoy en el consultorio médico. Esta vez sí que la hice bien.

    Casi siempre, ruego que me mande más información. Y generalmente la respuesta es... bueno, decepcionante.

    Por ejemplo, pregunté ¿Qué sucedió? luego de leer su mensaje: Esto está tan mal; y él explicó: Me llamaron para trabajar en mi día libre.

    Luego de su Adivina qué y mi ¿Qué?, él respondió: Estoy cambiando de teléfono y número esta noche; quería avisar.

    Vaya; él realmente exagera, he murmurado para mis adentros muchas veces. Incluso la consulta médica en urgencias terminó siendo por un dedo cortado que ni siquiera requirió puntos.

    Pero, en unas vacaciones recientes, todos en la familia entramos en pánico por cosas menores que salieron mal: un avión retrasado, una sopa vegetariana que tenía pedazos de carne, poco servicio telefónico. Una vez que reconocimos lo que estábamos haciendo, comenzamos a bromear sobre eso, diciendo: ¡Casi perdí la paciencia!

    Hablando de paciencia... Jesús la tenía clara. Incluso mientras colgaba de la cruz, perdonó a sus asesinos, hizo arreglos para el cuidado de su madre, le prometió vida eterna a un pecador arrepentido y entregó su propia vida a Dios. Jesús manifestó pánico en un solo momento: cuando sintió la separación de su Padre celestial y exclamó: "Eloi, Eloi, ¿lama sabactani? (que significa: ‘Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?’)" (Mar. 15:34).

    Y esa es la única condición por la que deberíamos perder nuestra paciencia. La separación de Dios realmente es una buena razón para mandar un mensaje que diga: Esto está muy mal. Lori

    En su angustia clamaron al Señor, y él los sacó de su aflicción. Cambió la tempestad en suave brisa: se sosegaron las olas del mar (Sal. 107:28, 29).

    6 de enero

    No es el tamaño del perro en la pelea, sino el tamaño de la pelea en el perro.

    Mark Twain

    Cuando una mujer llamó al teléfono nacional de emergencias en Greenfield, Wisconsin, la conversación se dio así:

    Central: Departamento de policía de Greenfield. ¿En qué puedo ayudarlo?

    Mujer: Hola. Esto quizá suene extraño, pero tengo un gato que se volvió loco, atacó a mi esposo, y estamos como rehenes en nuestra casa. Nos preguntábamos a quién debemos llamar para que haga algo, que se encarguen del gato o nos ayuden.

    Central: ¿El gato es suyo?

    Mujer: Es nuestro gato; sí.

    Central: Entonces, ¿es su mascota?

    Mujer: .

    Central: Deme un momento.

    Debe de haber sido un gato bien grande, ¿no?, como un puma o un tigre. Pero, no. Era solo un gatito que estaba de mal humor. Y esta no es la primera vez que un gato peleó contra una familia entera y ganó.

    La familia Palmer, de Oregon, se vio en grandes problemas cuando su hijo menor le tiró la cola a su gato himalayo blanco y negro. Tuvieron que encerrarse en la habitación para encontrar refugio de las garras del gato enojado.

    Aparentemente, lo que Mark Twain dijo sobre los perros también se aplica a los gatos. Y quizá se aplica a las personas también.

    Hay una historia en el Antiguo Testamento sobre cómo trescientos hombres enfrentaron a un ejército de 135 mil, usando como armas solo algunos cacharros e instrumentos musicales. En la historia de Gedeón, leemos que un gran temor invadió a los soldados madianitas. La Biblia dice que todos los madianitas salieron corriendo y dando alaridos mientras huían (Juec. 7:21). Si en esos días hubiera habido un teléfono de emergencias al cual llamar, los madianitas lo habrían hecho.

    Obviamente, no era el tamaño del ejército de Gedeón lo que logró el triunfo en esa batalla. Y en este caso, tampoco era el tamaño de la pelea en los hombres de Gedeón. Era el tamaño del Dios que peleaba por ellos. Cualquiera sea la batalla a la que te enfrentes hoy, alégrate de estar del lado de un Dios muy, muy grande. Kim

    El Señor le dijo a Gedeón: ‘Tienes demasiada gente para que yo entregue a Madián en sus manos. A fin de que Israel no vaya a jactarse contra mí y diga que su propia fortaleza lo ha librado’ (Juec. 7:2).

    7 de enero

    La curiosidad mató al gato.

    Proverbio

    Amber se quitó la mochila y la colgó en el respaldo de su silla en el aula, antes de sentarse frente a su escritorio.

    –¡Amber! –dijo Kyle mientras se dejaba caer en su asiento, detrás de ella–. ¿Cómo va todo?

    –Nada especial –respondió Amber, quien no le dio una bienvenida muy afectuosa a su nuevo compañero.

    –¿Tienes algo para comer ahí? –preguntó Kyle mientras se estiraba hasta la mochila y abría el cierre.

    –Déjalo, Kyle –dijo Amber, y le corrió la mano.

    Pero Kyle volvió a estirarse para llegar a la mochila.

    –Ah, bálsamo para labios. Al menos huele delicioso.

    Kyle había abierto la botellita para oler.

    –Vuelve a guardarlo, Kyle.

    –Silencio. Vamos a empezar –dijo la profesora de Castellano.

    Kyle continuó hurgando en la mochila, en una aventura de descubrimiento.

    –Deja mis cosas en paz –dijo Amber entre dientes, tratando de no llamar la atención.

    Pero de repente, todos los ojos miraron en dirección a ellos. Kyle había dado un grito de agonía y se había caído de su silla. La profesora corrió hacia él mientras Kyle se retorcía en el suelo dando fuertes quejidos.

    –¿Qué sucedió? –quiso saber la profesora.

    Amber se imaginó lo que Kyle había hecho y temió que fuera a morir. El rostro de Kyle se estaba poniendo muy rojo. Ella comenzó a llorar. La profesora pidió ayuda antes de que Amber pudiera hablar.

    Finalmente, entre sollozos, Amber explicó que tenía una pequeña latita de gas pimienta colgada en una cadenita dentro de su mochila para defensa personal. Kyle debe de haber pensado que era un aerosol para la boca. Su intento por mejorar el aliento dio un giro inesperado. La profesora que me contó la historia dijo que Kyle se recuperó completamente.

    Quizá Kyle aprendió a respetar la privacidad de los demás. Con seguridad aprendió que, cuando uno mete la nariz donde no le incumbe, puede terminar con la cara roja. Kim

    Sin embargo, oímos que algunos de ustedes llevan vidas de ocio, se niegan a trabajar y se entrometen en los asuntos de los demás (2 Tes. 3:11, NTV).

    8 de enero

    La vida no se mide por el número de veces que respiramos, sino por los momentos que nos quitan el aliento.

    Vicki Corona

    Déjame preguntarte: ¿Estás aburrido? Bueno, amigo, estoy por contarte un secreto que convertirá tu aburrida existencia en puro entusiasmo.

    Primero, déjame compartir la historia de mi amiga Patrice.

    Patrice debe conducir un buen tiempo para llegar a su trabajo. Es del tipo de persona animada que ve a cada ser humano como un amigo. Aún así, se sorprendió una mañana por la cantidad de atención que recibía por parte de los demás conductores de vehículos que la pasaban en el tráfico. Todos los que se hacen un nuevo corte de cabello quieren un poco de atención adicional de extraños, pero esto ya era demasiado. Otros conductores se quedaban mirándola y señalaban frenéticamente el techo de su vehículo.

    Algo debe andar mal, pensó mientras bajaba la velocidad y se detenía al costado de la autopista. Salió del auto y miró sobre el techo. Se encontró con la mirada aterrorizada de su gato. Aparentemente, al gato le gustaba dormir sobre el techo del auto, y no se había despertado a tiempo esa mañana. Sus patas delanteras estaban calzadas debajo del portaequipajes, de forma tal que los autos que querían pasar a Patrice se encontraban cara a cara con un gato que temía por su vida.

    Quizás esta fue una buena experiencia para el gato. Luego de que Patrice lo sacó del techo, probablemente sintió una oleada de euforia por aferrarse a la vida. Después de todo, nunca te sientes más vivo que cuando temes por tu vida.

    Entonces, prueba volar en ala delta. Salta en bungee. Pide la salsa picante. Enfrenta tus miedos; porque a menudo estos nos impiden gozar. Es el miedo el que no nos deja decir Lo siento o Te amo.

    Si tu vida parece tan aburrida como conducir por Kansas, mi consejo es que hagas algo que te dé miedo. Eso sí, quédate dentro del auto. Un poco de emoción es bueno, pero no te arriesgues en exceso. Kim

    Sean fuertes y valientes. No teman ni se asusten ante esas naciones, pues el Señor su Dios siempre los acompañará; nunca los dejará ni los abandonará (Deut. 31:6).

    9 de enero

    No habrás vivido el día de hoy hasta que hayas hecho algo por alguien que nunca podrá retribuirte.

    John Bunyan

    A Honoré Daumier se lo conoce como el Miguel Ángel de la caricatura. (Como probablemente sabes, las caricaturas son dibujos que exageran las orejas, la nariz u otros atributos físicos de una persona.) Honoré vivió en Francia en la década de 1800, en una época turbulenta en la que los franceses no tenían mucha idea de con qué tipo de gobierno se encontrarían al despertarse cada mañana. Sus dibujos expusieron la avaricia y la injusticia que veía a su alrededor.

    Los franceses disfrutaban de su arte. Bueno, la mayoría de los franceses. Una caricatura que dibujó del rey Luis Felipe hizo que terminara pasando seis meses en la cárcel.

    Honoré trabajaba mucho: hizo cuatro mil litografías, cinco mil pinturas y cien esculturas. Pero, hacia el final de su vida, comenzó a enceguecer y se hundió en la pobreza. En su cumpleaños número 65, su arrendador amenazó con desa­lojarlo de su casa en el norte de París si no pagaba el alquiler.

    Entonces, recibió una carta de Jean-Baptiste-Camille Corot, un amigo que pintaba paisajes y estaba teniendo algo de éxito. La carta decía: Tengo una casita en Valmondois con la que realmente no sabía qué hacer. De repente, pensé en dártela a ti y, como me gustó la idea, he confirmado legalmente que ahora la propiedad es tuya. No tenía idea de estar haciéndote un bien. Llevé a cabo el plan por otros motivos. Afectuosamente, Corot.

    En su respuesta, Honoré escribió: Eres el único hombre del cual podría aceptar un regalo así sin sentirme humillado.

    Corot nos muestra que aunque es bueno ayudar a los demás, es aún mejor considerar los sentimientos de aquellos a quienes ayudamos. Él se tomó el trabajo de encontrar una manera de ayudar a su amigo sin avergonzarlo. Fue algo hermoso y creativo: exactamente lo que se esperaría de un artista. Kim

    Por eso, cuando des a los necesitados, no lo anuncies al son de trompeta, como lo hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles para que la gente les rinda homenaje. Les aseguro que ellos ya han recibido toda su recompensa (Mat. 6:2).

    10 de enero

    ¿No hay más mundos para conquistar?

    Alejandro Magno

    El comerciante con un magnífico caballo negro se acercó al rey Felipe II.

    –Estoy seguro de que Su Majestad entiende que un semental tan grande y fuerte no puede valer menos de trece talentos –dijo el comerciante.

    –¿Por qué no está ensillado? –preguntó el rey.

    –Bueno... ehh... todavía no está domado.

    –Y dudo de que llegará a estarlo –respondió el rey–. Mira cómo tira del cabestro. Llévatelo.

    –Espera, padre –se acercó diciendo el joven Alejandro–. Déjame domarlo. Si fallo, pagaré por él.

    El muchacho se acercó al caballo. Había visto que el animal le temía a su propia sombra, de modo que giró el caballo hacia el sol, para que la sombra quedara detrás de él. Preocupado de que el caballo temiera su capa ondeante, Alejandro la dejó caer al suelo y comenzó a calmar a la poderosa bestia. Finalmente, domó a ese caballo, y lo llamó Bucéfalo.

    Alejandro creció y llegó a ser uno de los comandantes militares más grandes de todos los tiempos. Montó a Bucéfalo en cada batalla mientras conquistaba tierras desde Grecia hasta la India. Cuando su amado corcel murió, el guerrero fundó una ciudad llamada Bucéfala, donde enterró a su caballo.

    Como quizá ya sepas, Alejandro aparece en las profecías bíblicas de Daniel. Ciento cincuenta años antes del nacimiento de Alejandro, Daniel vio su imperio representado por el vientre y las piernas de bronce en la gran estatua de metal del sueño de Nabucodonosor. En visión, Daniel también vio a Alejandro como un leopardo que salía del gran mar. El leopardo tenía cuatro alas que simbolizaban la velocidad con la que Alejandro conquistaría Persia y otras naciones hacia el este.

    Quizá parte de la velocidad fue posible por su tan querido caballo. Kim

    Ante mis propios ojos vi aparecer otra bestia, la cual se parecía a un leopardo, aunque en el lomo tenía cuatro alas, como las de un ave. Esta bestia tenía cuatro cabezas, y recibió autoridad para gobernar (Dan. 7:6).

    11 de enero

    Corderito, ¿quién te hizo? ¿Sabes tú quién te hizo?

    William Blake

    ¿Qué pasaría si pudieras ser algún animal por un día? ¿Qué animal elegirías?

    Podrías ser un oso, y con eso definitivamente terminarían las posibilidades de que te acosen en el patio de juegos. O podrías ser una serpiente y aterrar a tu madre al arrastrarte sobre la mesa de la cocina. O podrías ser un camello, y sin duda tendrías una parte en la representación navideña. Podría resultar útil ser un halcón para recuperar el dron que está atascado en un árbol desde el verano.

    Mientras imaginabas el tipo de animal en el que te gustaría convertirte, ¿pensaste por un momento en convertirte en una oveja? Probablemente no. Las ovejas no tienen poderes geniales. No pueden volar ni nadar ni tienen visión nocturna.

    Pero esto es lo gracioso. Cuando Dios piensa en ti o en mí como un animal, piensa en nosotros como ovejas. Y en realidad, no es un cumplido. Las ovejas son tontas. Obtendrían calificaciones desastrosas en el colegio. Y no tienen absolutamente ninguna habilidad especial, a menos que ser comidas por lobos sea una cualidad excepcional.

    Pero a las ovejas les ha ido bastante bien. Ahora hay más de mil millones de ovejas en el planeta. Prosperan porque están bajo el cuidado de la gente. Prosperan porque sirven a las necesidades de las personas. (Piensa en el hermoso abrigo de lana que usas en invierno.)

    Dios te ve como un cordero que necesita de su protección y cuidado. Y no le molesta brindarte ese cuidado.

    Por supuesto, en realidad no puedes elegir convertirte en un animal. Sin embargo, cada día tienes una decisión que tomar: vivir con humildad bajo el cuidado del Buen Pastor; o afilar tus dientes y garras, y salir al mundo solo. Kim

    El Señor es mi pastor, nada me falta (Sal. 23:1).

    12 de enero

    Las bendiciones más dulces son las obtenidas con oración y utilizadas con agradecimiento.

    Thomas Goodwin

    Mi hijo de cinco años, Reef, tiene muchas oraciones contestadas. No hasta el punto en que los vecinos le traigan a los enfermos e inválidos, pero le ha ido muy bien últimamente.

    Una vez lo vi correr por la casa en busca de un conejito de peluche hasta que de repente recordó el poder de la oración. Tan rápido pasó de correr a la posición de oración que terminó resbalando arrodillado por el piso de madera.

    –Querido Jesús –dijo–, por favor, ayúdame a encontrar mi conejito rosado. Por favor, por favor, por favor.

    La próxima vez que ores por algo, prueba decir por favor tres veces, porque a Reef le funcionó.

    Se está acostumbrando a que sus oraciones sean respondidas, lo cual me pone nervioso. ¿Se sentirá decepcionado si el Cielo no le otorga su próximo pedido? O sea, las antiguas historias para antes de dormir no preparan a un niño para eso. Tienden a enfocarse en la ocasión en que el pequeño Harry oró y encontró su bote, no en la ocasión en que su juguete se convirtió en una decoración submarina en el fondo del lago.

    Por supuesto, muchas personas creen que Dios siempre responde cada oración. Argumentan que a veces dice que sí, a veces dice que no, y a veces dice: ¿No has pensado en poner un gancho para colgar las llaves del auto al lado de la puerta?

    No creo que los niños queden desconsolados cuando reciben un no por respuesta. Con toda seguridad, recibieron muchas de esas respuestas de sus padres. ¡No, no puedes pegar el cabello de tu hermana con pegamento caliente a la pared! ¡No, no puedes probar el paracaídas de papel de cocina con el gato!

    Ayer estaba tratando de encontrar una herramienta eléctrica perdida. Mientras iba de una habitación a la otra buscando, escuché que Reef exclamaba detrás de mí: Oré a Jesús para que encuentres el taladro.

    Y efectivamente, lo encontré. Le conté a Reef sobre su oración respondida y señalé que el Señor es bueno con todos.

    –Claro que sí –respondió con entusiasmo.

    ¿Seguirá siendo bueno Dios si Reef no consigue todo lo que quiere? ¿Seguirá siendo bueno incluso si no percibimos ninguna respuesta a nuestros pedidos importantes? La respuesta siempre es . Kim

    Esta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que, si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye (1 Juan 5:14).

    13 de enero

    Ganen uno para el Gipper.

    George Gipp

    Han pasado cien años desde que Knute Rockne comenzó como entrenador de los Fighting Irish de Notre Dame, y sigue siendo el entrenador más famoso en el deporte de fútbol americano. Durante su primer año completo entrenando en Notre Dame, el equipo salió invicto. Desarrolló el uso del pase adelantado para ganar más yardas que otros equipos. Su defensa para la temporada de 1924 tenía el sobrenombre de Los cuatro jinetes. Los de línea de salida se llamaban Las siete mulas. Al trabajar unidos como una fuerza imparable, ganaron el Rose Bowl de 1925 luego de una temporada perfecta.

    Uno de los mejores jugadores de Knute era George Gipp, quien podía jugar como corredor o como mariscal de campo, y también era un buen pateador. Por tres temporadas, George condujo al equipo marcando y pasando. Entonces, sufrió una faringitis. En aquellos días no había antibióticos para los estreptococos. George terminó en el hospital, y era evidente que estaba perdiendo la batalla contra la infección. En su lecho de muerte, le dijo a Knute:

    –Algún día, cuando las cosas se pongan realmente difíciles para Notre Dame, pídele a los muchachos que salgan a ganar uno para el Gipper.

    Ocho años después, Notre Dame tuvo una temporada terrible. Iban perdiendo contra Army 6 a 0; fue entonces cuando Knute reunió al equipo en el vestuario. Por primera vez, le contó al equipo sobre el pedido de Gipp en su lecho de muerte.

    –Nunca he usado el pedido de Gipp hasta ahora –dijo–. Este es el juego. Depende de ustedes.

    Notre Dame no permitió que Army hiciera un solo punto más por el resto del partido, y ellos obtuvieron doce. Habían ganado uno para el Gipper.

    Del mismo modo, la Biblia te pide que ganes uno para Cristo. ¿Te motiva pensar en lo que Jesús ha hecho por ti para testificar por él hoy? Pronunciar una palabra de ánimo puede marcar la diferencia. Sal a ganar uno para el Salvador. Kim

    Entre los débiles me hice débil, a fin de ganar a los débiles. Me hice todo para todos, a fin de salvar a algunos por todos los medios posibles (1 Cor. 9:22).

    14 de enero

    La única manera en que Dios puede mostrarnos que él tiene el control es poniéndonos en situaciones que no podemos controlar.

    Steven Furtick

    Amigo, ¿estás cansado de que te digan qué hacer? Ordena tu habitación, dice tu padre en tono mandón. Responde las preguntas uno a cien, demanda tu profesor. Vuelve pronto, dice esa mesera insistente en el restaurante.

    ¿No te parece que es hora de que des las órdenes? Bueno, estoy aquí para decirte cómo puedes ponerte al mando de tu vida.

    Pero, espera, escucho que dices: ¿Cómo puedo tomar el control de mi vida? Ni siquiera puedo controlar mi cabello.

    Ah, tu cabello. Déjame presentarte un producto real llamado Kryptonita Líquida Wella para el cabello. Una vez que uses este producto, tu peinado quedará tan permanente como los Alpes Suizos. Te garantizo que te arreglarás el cabello de manera tan firme que no se verá afectado por fuertes vientos ni, si vamos al caso, por armas de fuego pequeñas; lo que expandirá tu sensación de control.

    Pero, antes de continuar, quiero que sepas que estoy calificado para enseñar cómo ponerse al mando de una situación. Una vez estuve totalmente al mando de mi vida. Yo tomaba todas las decisiones. Cuando hablaba, hablaba con la confianza de alguien que espera que le obedezcan. Dame una porción grande de papas fritas, decía. Y así era.

    Es difícil definir cuándo comenzaron a cambiar las cosas. Al mirar hacia atrás, parece que mi sentido del control comenzó a disminuir más o menos cuando me casé, digamos que en unos 45 minutos.

    Y aunque el matrimonio tiene muchos beneficios –incluyendo tener a alguien a mano que te rasque la espalda– no aumenta los sentimientos de dominio personal.

    En fin... admito que no estoy calificado para decirte cómo obtener el control de una situación. Pero, permíteme recomendarte la paz que se siente al tomar una situación fuera de control y ponerla en las manos de Aquel que puede dominar hasta el viento y las olas.

    Como con tu cabello, para calmar esas olas se necesita un tipo de milagro diferente. Kim

    Ellos estaban espantados y se decían unos a otros: –¿Quién es este, que hasta el viento y el mar le obedecen? (Mar. 4:41).

    15 de enero

    El coraje es contagioso. Cuando un hombre valiente adopta una postura, la espina dorsal de los demás también se endereza.

    Billy Graham

    Este mismo día, pero en 1865, un grupo de Marines de la Unión se preparaba para atacar Fort Fisher en Carolina del Sur. Este era un fuerte armado con grandes cañones y casi mil novecientos soldados de la Confederación, incluyendo a francotiradores. Los Marines solo tenían hachas en sus manos. Así es. Nada más que las herramientas que utilizaban para cortar leña.

    Esperaron mientras los proyectiles de cañón volaban por el aire y aterrizaban con explosiones estruendosas.

    –Hacia adelante –dijo el general de brigada, Newton Martin Curtis.

    Los cien soldados con hachas comenzaron a correr a toda velocidad hacia una pared de troncos afilados que se interponía entre ellos y el fuerte. Comenzaron a hachar la pared, haciendo huecos por los que la infantería podría pasar. Detrás de ellos venían soldados bajo el mando del Coronel Galusha Pennyoacker, de veinte años.

    Pronto la bandera de la Unión se alzó sobre Fort Fisher. La fortaleza en la desembocadura del río Cape Fear cayó, y con ella la última ruta marítima por la que llegaban provisiones a los Confederados.

    Curtis y Pennypacker fueron heridos en el ataque y ambos recibieron una Medalla de Honor por su valor. Pennypacker fue ascendido a general de brigada, y llegó a ser el soldado más joven en tener ese rango en los Estados Unidos.

    Estos jóvenes que enfrentaron cañones y francotiradores con solo un hacha en la mano me parecen bastante valientes. Asombrosamente valientes. Pero, todos ellos hicieron lo que sabían que había que hacer.

    Si ellos pueden correr hacia una ráfaga de disparos de fusil, hay una posibilidad de que nosotros podamos hacer las cosas que verdaderamente prueban nuestra valentía. Quizá podemos tocar a la puerta de un vecino e invitarlo a asistir a la iglesia. O podemos ofrecernos a elevar una oración con un amigo que está pasando por un momento difícil. El mundo todavía necesita héroes, y quizás uno de ellos seas tú. Kim

    Cobren ánimo y ármense de valor, todos los que en el Señor esperan (Sal. 31:24).

    16 de enero

    Errar es humano, perdonar es divino.

    Alexander Pope

    Seguramente conoces sobre el ataque a Pearl Harbor que dio inicio a la Segunda Guerra Mundial. Pero apuesto a que nunca escuchaste hablar del ataque a la ciudad de Brookings, Oregon.

    Temprano en la mañana del 9 de septiembre de 1942, Nobuo Fujita, un oficial técnico de treinta años, despegó de un submarino portaaviones cerca de la costa de Oregon. (También apuesto a que no sabías que existía algo como un submarino portaaviones.)

    Su plan era dejar caer bombas incendiarias en el bosque que rodeaba Brookings. Esperaba que un gran incendio forestal destruyera la ciudad y matara a sus habitantes.

    Algunos de los lugareños oyeron el avión que volaba por allí, pero no le dieron importancia. Un observador del Servicio Forestal de los Estados Unidos, llamado Howard Gardner, fue el primero en ver una columna de humo por sobre los árboles. Él y otros tres guardas forestales apagaron el fuego fácilmente, y luego descubrieron fragmentos de la bomba, con marcas japonesas.

    Veinte años después, tres hombres que planificaban el festival Azalea de la ciudad pensaron en invitar al piloto japonés a la celebración. Nobuo estaba intrigado, pero un poco preocupado. Estaba bastante seguro de que cuando llegara a Brookings me darían una paliza, la gente me lanzaría huevos y me insultaría, admitió más tarde.

    Sin embargo, cuando llegó con su familia, lo trataron como a una celebridad. Su comitiva se detuvo tres veces para que las multitudes le dieran la bienvenida. En Brookings, se le entregó una llave de la ciudad. Entonces, Nobuo le presentó a la ciudad su propia espada de samurái, que había pertenecido a su familia por cuatrocientos años.

    Algunos veteranos de la Segunda Guerra Mundial se habían opuesto a invitar a este soldado del Japón Imperial. Pero, el acto de Nobuo, de entregar su valiosa reliquia familiar como señal de amistad y perdón mutuo, los hizo cambiar de actitud.

    Nobuo murió como ciudadano honorario de la ciudad que trató de destruir. El impacto del perdón de la ciudad llegó a ser más poderoso que sus bombas. Kim

    Y cuando estén orando, si tienen algo contra alguien, perdónenlo, para que también su Padre que está en el cielo les perdone a ustedes sus pecados (Mar. 11:25).

    17 de enero

    Tenía un millón de preguntas para hacerle a Dios; pero, cuando lo conocí, todas se desvanecieron de mi mente, y eso no pareció importante.

    Christopher Morley

    Los perros no se quejan. Por eso resultan ser mejores mascotas que los presentadores radiales de programas de entrevistas, que tienden a pasarse la tarde quejándose sobre el gobierno. Sin embargo, aunque no se quejen, creo que los perros pasan esos momentos en que inclinan la cabeza hacia un lado porque están desconcertados por sus amos humanos.

    Los pensamientos de mi perro probablemente sean algo así: ¿Por qué duermes en una habitación y tu niño duerme en otra habitación, a varios metros de la tuya? ¿Lo estás castigando? ¿Por qué no podemos dormir todos en una gran pila frente de la chimenea?

    Y otra cosa importante: ¿Por qué ustedes, los seres humanos, siempre tienen esta comida caliente, que huele deliciosa, mientras que yo solo obtengo un plato de esta cosa seca que parece estiércol de cabra al horno? Eso no me parece justo.

    De paso, ¿quién es esa persona llamada No por la que muestran tanto entusiasmo? Y ¿por qué siempre mencionan al señor No cuando estoy tratando de sacar comida a hurtadillas de la mesa?

    No entiendo por qué los seres humanos no huelen las cosas. Hay tantas cosas interesantes que se pueden aprender sobre el mundo. En lugar de mirar a sus rectángulos brillantes, deberían salir afuera y oler los arbustos.

    Además, y no quiero quejarme, pero ¿por qué salen de cacería sin mí? ¿No soy parte de la jauría? ¿Por qué tengo que quedarme en casa mirando por la ventana mientras que ustedes rastrean la comida y la traen en bolsas de plástico? ¡Quiero ir con ustedes!

    No sé si existe la posibilidad de que los perros nos entiendan más de lo que nosotros entendemos a Dios. Nos preguntamos por qué Dios no nos ayuda a evitar las dificultades o por qué no nos da las cosas que tienen otras personas. Es un misterio. Todo lo que podemos hacer es confiar en que él nos ama y esperar pacientemente, al lado de la ventana, a que nuestro Señor regrese. Kim

    Porque mis pensamientos no son los de ustedes, ni sus caminos son los míos –afirma el Señor–. Mis caminos y mis pensamientos son más altos que los de ustedes; ¡más altos que los cielos sobre la tierra! (Isa. 55:8, 9).

    18 de enero

    La gente dice que ‘nada’ es imposible, pero yo hago ‘nada’ todos los días.

    Winnie Pooh

    ¿Alguna vez deseaste no tener que crecer? Bueno, estoy segura de que tuviste momentos en que querías crecer más rápido... o al menos querías que la gente te tratara un poco más como a un adulto.

    Pero imagino que también tuviste momentos en los que deseaste poder volver a jugar todo el día, parando solo para dormir una siesta o comer; y poder, en lugar de hacer tareas escolares, recostarte mientras te leen libros sobre animales entretenidos como Jorge el curioso, y Winnie Pooh.

    Al final del libro The House at Pooh Corner [La casa en la esquina de Pooh], Christopher Robin está tratando de explicarle a Winnie que comenzará la escuela pronto y no podrá no hacer nada todo el día. Reflexivamente, Christopher Robin comparte:

    –Lo que más que gusta hacer es nada.

    –¿Cómo haces nada? –pregunta Winnie.

    –Bueno, es cuando alguien te llama cuando estás a punto de hacer algo y te pregunta: ¿Qué vas a hacer, Christopher Robin?, y tú dices: Oh, nada; y luego vas y haces exactamente eso.

    –Ah, ya veo.

    Un poco después, Christopher Robin le dice a su mejor amigo:

    –Ya no voy a hacer nada.

    Es emocionante, y a menudo un poco triste y atemorizador, descubrir que estás creciendo. Tienes más privilegios, pero también más responsabilidades. Las tareas escolares y los trabajos se hacen más desafiantes y te llevan más tiempo.

    Sin embargo, aunque quizá te gustaría pasar tiempo con algunos de tus peluches preferidos, libros infantiles y juguetes, la verdad es que, probablemente, no quieres volver a ser un niño. Cada día estás más alto, sabio, productivo y fiel, y así es como debiera ser. Lori

    Cuando yo era niño, hablaba, pensaba y razonaba como un niño; pero cuando crecí, dejé atrás las cosas de niño (1 Cor. 13:11, NTV).

    19 de enero

    El tiempo es la moneda de las relaciones. Si quieres invertir en relaciones, empieza por invertir tu tiempo.

    Dave Willis

    Los automóviles ilustran uno de los aspectos de las relaciones en los que los varones y las chicas se diferencian. Las chicas generalmente sienten que, si van a invertir tiempo y energía en una relación, debería implicar a un ser humano de verdad. Los varones no son tan quisquillosos.

    Vemos un auto y decimos: "Es brillante;

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