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La prueba de las promesas
La prueba de las promesas
La prueba de las promesas
Libro electrónico131 páginas53 minutos

La prueba de las promesas

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La prueba de las promesas es una adaptación del cuento De lo que contesçió a un deán de Santiago con don Illán, del Libro de los enxiemplos del Conde Lucanor et de Patronio, del infante Juan Manuel. Los protagonistas de La prueba de las promesas —Don Mendo, Doña Ana, Beltrán y el Conde— aparecen en otras obras de Juan Ruiz de Alarcón como Las paredes oyen, El examen de maridos, El tejedor de Segovia, Los pechos privilegiados, Ganar amigos y La verdad sospechosa. Ruiz de Alarcón los muestra a través de sus rasgos individuales derivados de su condición social. En esta comedia se hace un examen del comportamiento ético de las clases sociales, ricos y pobres. El personaje mejor delineado es Don Juan, arquetipo de la soberbia, la codicia y el egoísmo. En La prueba de las promesas Alarcón pone la magia al servicio del hombre, al que considera la más perfecta criatura.
IdiomaEspañol
EditorialLinkgua
Fecha de lanzamiento1 may 2013
ISBN9788498979299
La prueba de las promesas

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    La prueba de las promesas - Juan Ruiz de Alarcón

    9788498979299.jpg

    Juan Ruiz de Alarcón

    La prueba

    de las promesas

    Barcelona 2024

    Linkgua-ediciones.com

    Créditos

    Título original: La prueba de las promesas.

    © 2024, Red ediciones S.L.

    e-mail: [email protected]

    Diseño de cubierta: Michel Mallard.

    ISBN tapa dura: 978-84-9953-674-3.

    ISBN rústica: 978-84-9816-303-2.

    ISBN ebook: 978-84-9897-929-9.

    Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.

    Sumario

    Créditos 4

    Brevísima presentación 7

    La vida 7

    Personajes 8

    Jornada primera 9

    Jornada segunda 51

    Jornada tercera 83

    Libros a la carta 125

    Brevísima presentación

    La vida

    Juan Ruiz de Alarcón y Mendoza (1581-1639). México.

    Nació en México y vivió gran parte de su vida en España. Estudió leyes y escribió sobre la vida cotidiana.

    Don Mendo, doña Ana, Beltrán y el Conde aparecen en otras obras de Ruiz de Alarcón como Las paredes oyen, El examen de maridos, El tejedor de Segovia, Los pechos privilegiados, Ganar amigos y La verdad sospechosa.

    Personajes

    Chacón, criado

    Don Enrique, galán

    Don Illán, viejo grave

    Don Juan, galán

    Doña Blanca, dama

    Dos criados

    Lucía, criada

    Pérez, escudero

    Tres pretendientes

    Tristán, gracioso

    Un Caminante

    Un Paje

    Jornada primera

    (Salen don Illán y Blanca.)

    Illán De las desventuras largas,

    los bandos, muertes y daños

    que han durado tantos años

    entre Toledos y Vargas,

    quiere el cielo soberano

    que el alegre fin se vea,

    querida Blanca, y que sea

    el medio de paz tu mano.

    Don Enrique, la cabeza

    de los Vargas —¡qué ventura!—

    vendernos la paz procura

    aprecio de tu belleza.

    Solo, hija, falta aquí,

    para fin de tantos males,

    que entre esos finos corales

    se forme un dichoso sí.

    ¿Qué te suspendes? Comienza

    a responderme. ¿Qué es esto?

    Si es que de tu estado honesto

    te enmudece la vergüenza,

    con tu padre sola estás,

    donde perdonarte puedes

    lo que a tu costumbre excedes

    por el gusto que me das.

    Más virtud es, Blanca hermosa,

    en este caso presente

    responder por obediente

    que callar por vergonzosa.

    Blanca La novedad de ese intento

    imposible me parece;

    y así, la lengua enmudece

    lo que admira el pensamiento;

    que esto en suceso tan vario,

    padre y señor, es forzoso,

    si en un punto miro esposo

    al que agora vi contrario.

    ¿Cómo no estaré turbada,

    suspensa y enmudecida,

    si con la mano convida,

    que aun no ha envainado la espada?

    Illán Eso no debe, admirarte;

    que no es ésta, según creo,

    la primer vez que himeneo

    aplacó el furor de Marte.

    Blanca Ya que yo no he de admirarme,

    tú al menos has de mirar

    que de aborrecer a antar

    no es tan fácil el mudarme.

    Y así, si darme marido,

    y no enemigo, deseas,

    por quien sin vida me veas

    término, señor, te pido

    en que con el pensamiento

    de que soy de él estimada,

    de la enemistad pasada

    pierda el aborrecimiento.

    Illán Presto le querrás, si adviertes

    que es poderoso y galán,

    y que estas bodas serán

    remedio de tantas muertes

    que eres pobre, y tu beldad

    sola conquista su amor;

    que éste es el medio mejor

    de mover la voluntad;

    que ni yo quiero, ni es justo,

    casarte con tu enemigo.

    Blanca La mayor fuerza conmigo

    será ser ése tu gusto.

    (Vase doña Blanca.)

    Illán Pues tan provechoso intento

    resistencia tal ha hallado,

    otro amoroso cuidado

    ocupa su pensamiento.

    Pero remediarlo espero.

    ¡Lucía!

    (Sale Lucía.)

    Lucía ¿Señor...?

    Illán Advierte

    Que hoy mi buena o mala suerte

    poner en tus manos quiero.

    La palabra me has de dar,

    a ley de mujer honrada,

    de que no negarás nada

    de lo que he de preguntar;

    que yo la doy desde aquí

    del galardón que quisieres

    y que lo que me dijeres

    no saldrá jamás de mí.

    Lucía Donde el servirle es tan justo,

    de tus promesas me ofendo,

    porque en ello no pretendo

    más premio que darte gusto.

    Seguro de mi verdad

    pregunta; que te prometo

    que en mi pecho no hay secreto

    que te niegue mi lealtad.

    Illán Sabe pues, hija Lucía,

    que Blanca me da cuidado;

    que es tiempo de darle estado,

    y para hacerlo querría

    saber de ti, pues mejor

    de nadie informarme puedo,

    que galanes de Toledo

    solicitan su favor,

    y a cuál tiene inclinación

    de todos Blanca; que es justo

    que se haga con su

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