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Digan adiós a la muchacha
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Digan adiós a la muchacha
Libro electrónico43 páginas21 minutos

Digan adiós a la muchacha

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Premio Adonáis 2017 en su 71.ª convocatoria, "por representar con compleja sencillez y precisas dosis de ironía y de sorpresa, con gran poder evocativo y plasticidad visual, la despedida de la adolescencia", según afirmó el jurado.Ciertamente, esta es obra que expresa el desencanto y la tristeza de tener que hacerse adulto, y no porque el paso del tiempo actúe inexorablemente sobre los seres humanos, sino por el doloroso trance que supone tener que dejar atrás tantas cosas, circunstancias e individuos que fueron motivos de felicidad.
Cargado de expresiones coloquiales, de intenso lirismo, directo, vivencial, muy cercano a una tradición de poesía de enorme calado biográfico, escrita desde la verdad de la vida, y en la que poeticidad y emoción se iluminan mutuamente.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento1 mar 2018
ISBN9788432149450
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    Digan adiós a la muchacha - Alba Flores

    L.

    NOGAL

    MIENTRAS el nogal se partía,

    me hubiera gustado tenerte a mi lado.

    Mientras las ramas caían unas sobre otras

    y se amontonaban en la tierra,

    mientras la lluvia caía con insistencia

    y empapaba el pelo de mi abuelo

    y los huesos de mi madre,

    mientras mi hermana lloraba dentro de la casa

    y todo crujía y hacía frío.

    Mientras tú no estabas ahí

    y las cosas pasaban rápidamente,

    yo pensaba lentamente en toda la gente

    que, a la sombra del árbol,

    se había quedado alguna vez dormida.

    Mientras no me quedaba de otra,

    yo pensaba con tristeza en toda la gente

    que, como yo,

    había encontrado un hueco entre las hojas,

    un resquicio azul,

    y te había mirado.

    CASAS VIEJAS CON ALMAS VIEJAS

    HEMOS cerrado la casa del pueblo.

    Hemos puesto una tabla en la puerta.

    Así no entra el viento y el agua,

    dice mamá.

    Así no se estropea la madera,

    dice el abuelo.

    Así no nos roban los vecinos,

    dice mi hermana.

    Hemos cerrado la casa

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