100 maneras de poner las pilas a tu familia
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100 maneras de poner las pilas a tu familia - José Javier Ávila Martínez
JOSÉ JAVIER ÁVILA MARTÍNEZ
100 MANERAS
DE PONER LAS PILAS
A TU FAMILIA
EDICIONES RIALP, S.A.
MADRID
© 2013 by JOSÉ JAVIER ÁVILA MARTÍNEZ
© 2013 by EDICIONES RIALP, S.A.
Alcalá, 290 - 28027 Madrid (www.rialp.com)
Fotografía de cubierta: © Kudryashka - Fotolia.com
No está permitida la reproducción total o parcial de este libro, ni su tratamiento informático, ni la transmisión de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, por fotocopia, por registro u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito de los titulares del Copyright. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita reproducir, fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.
ISBN: 978-84-321-4261-1
Preimpresión: produccioneditorial.com
AGRADECIMIENTOS
A mis padres, por saber educar y, sobre todo, por saber amar.
A mi hermana, cuñado y sobrinos, por mantener la armonía familiar.
A familias amigas por ser un ejemplo a seguir, del que aprendo a diario para mi labor educativa.
ÍNDICE
PORTADA
PORTADA INTERIOR
CRÉDITOS
AGRADECIMIENTOS
PRÓLOGO
INTRODUCCIÓN
100 MANERAS DE PONER LAS PILAS A TU FAMILIA
ORDEN. «Un año que empieza y pongo orden en mi cabeza»
RELACIÓN CON LOS ABUELOS. «Estar con los abuelos son momentos muy entrañables y también inolvidables»
RESPETO. «Respetar es amar a los demás»
LECTURA. «Leer es un verdadero placer»
ALEGRÍA. «Con alegría se vive mejor el día»
FORTALEZA. «Los fuertes y los valientes siempre miran de frente»
HIGIENE Y LIMPIEZA. «Con tu aseo personal, qué buena imagen darás»
LABORIOSIDAD. «Construirás una mejor sociedad, trabajando con laboriosidad»
AGRADECIMIENTO. «Da las gracias a quien las merece y además te enriquece»
BUENOS MODALES. «Tener buenos modales es de personas cabales»
NAVIDAD EN FAMILIA. «El ambiente navideño no es solo para los más pequeños»
RESPONSABILIDAD. «Las personas fiables suelen ser las más responsables»
AMISTAD. «Buenos amigos tendrás si te portas como tal»
COMIDAS FAMILIARES. «Comer en familia es una verdadera maravilla»
INTERNET, TV Y VIDEOJUEGOS. «Internet te puede ayudar y tus conocimientos ampliar»
DÍA DE LA MADRE. «En mayo no se nos debe olvidar felicitar a mamá»
ESTUDIO A FINAL DE CURSO. «Sigo estudiando con ganas, para acabar el curso haciendo filigranas»
CAMPAMENTOS Y ACTIVIDADES DE VERANO. «Un campamento en verano es un buen premio ganado»
DESCANSO Y TIEMPO LIBRE. «En el periodo estival me divierto y descanso, pero no hago el ganso»
MODA Y CONSUMISMO. «Voy bien vestido y de las marcas me olvido»
DEPORTE. «Hacer deporte a la semana facilita una vida sana»
BUEN HUMOR. «Empezar el año con buen humor es una buena forma de manifestar amor»
COMPARTIR. «Si aprendes a compartir, tu vida será mucho más feliz»
DÍA DEL PADRE. «El mejor regalo a papá es quererle cada día más»
SINCERIDAD Y VERACIDAD. «Nadie dudará de lo que digas, si la sinceridad cuidas»
AUTORIDAD EN LA FAMILIA. «Mandar y obedecer no son tan difíciles de hacer»
PERSONALIDAD. «No me dejo llevar por la moda cuando esta me incomoda»
SEXUALIDAD Y AFECTIVIDAD. «Varones y mujeres iguales somos y estamos, y en la diferencia nos respetamos»
AFICIONES Y HOBBIES. «Practicar aficiones es fuente de satisfacciones»
PACIENCIA. «La persona paciente siempre está sonriente»
AUDACIA Y MAGNANIMIDAD. «Con audacia y magnanimidad muchas cosas grandes harás»
LEALTAD. «Si eres leal con los demás, muchos amigos tendrás»
EDUCAR LOS SENTIMIENTOS. «Cultivar los buenos sentimientos es clave para un buen comportamiento»
RELACIÓN CON LOS VECINOS. «Buenos vecinos tendrás, si mantienes con ellos una relación cordial»
SENCILLEZ. «Con sencillez y armonía te aseguras una vida tranquila, sin hipocresía ni pedantería»
JUSTICIA. «Con justicia has de vivir y a los demás transmitir»
SOBRIEDAD. «Si somos sobrios y moderados, tenemos mucho ganado»
FLEXIBILIDAD. «Evitaremos complicaciones siendo flexibles en las soluciones»
CUIDAR A LOS ANIMALES. «Cuidar a los animales es de personas cabales».
LIBERTAD. «La libertad aparece cuando la verdad florece»
PRUDENCIA. «Si la prudencia dirige tu vida, tienes a tu lado la mejor guía»
PERSEVERANCIA. «Para no rendirte a la primera, persevera con cautela»
EDUCAR EL CARÁCTER. «Buen carácter tendrás, si piensas en los demás»
PERDONAR. «Perdonar sin rencor te engrandece el corazón»
SABER ESCUCHAR. «Gran ayuda prestarás, si escuchas a los demás»
VISITAR A LOS ENFERMOS. «Cuánto bien realizarías, si a un enfermo acudes a visitar»
OBEDECER. «Con justicia mandarás, si obedeces con libertad»
VIDA DE PIEDAD. «Rezar en familia viene de maravilla»
URBANIDAD. «Viviendo con urbanidad construimos nuestra sociedad»
SABER COMER. «Compartir mesa y mantel nos hace un gran bien»
SERVIR A LOS DEMÁS. «Servir a los demás es garantía de felicidad».
COHERENCIA DE VIDA. «La gente te tendrá presente, si llevas una vida coherente»
APROVECHAR EL TIEMPO. «Tu eficacia aumentarás, si el tiempo sabes aprovechar»
SERENIDAD. «Si tienes serenidad, transmitirás tranquilidad»
AFABILIDAD. «Con un trato afable, harás a los demás una vida más amable»
CRITERIO PROPIO. «Con paso firme caminarás, si criterio propio procuras cultivar»
HUMILDAD. «Buena compañera tendrás y no es otra que la humildad»
CORTESÍA. «Siendo cortés, tendrás amigos estés donde estés».
AUTOESTIMA. «Para alcanzar grandes cimas, cuida tu autoestima»
COMPRENSIÓN. «Si queremos lograr la unión, mejoremos en comprensión»
OPTIMISMO. «Con optimismo y alegría, verás de otro color la vida»
VOLUNTARIADO. «Muchas personas necesitan cuidados, por eso fomentemos el voluntariado»
FELICIDAD. «Para alcanzar la felicidad necesitamos de los demás»
TRABAJAR POR LA PAZ. «Conseguiremos la paz con gente eficaz y capaz»
MANTENER LOS COMPROMISOS. «Compromiso mantenido, nos facilita el camino»
SOCIABILIDAD. «Viviendo la amabilidad, mejoraremos la sociabilidad»
TENER IDEALES.«Proponerse altos y nobles ideales hace a las personas leales»
TERNURA. «Sin ternura hacemos la vida más dura»
NATURALIDAD. «Nuestra realidad se demuestra viviendo con naturalidad»
COMPAÑERISMO. «Con un buen compañero se recorre mejor el sendero»
EDUCAR EN POSITIVO. «Existen muchos motivos para educar en positivo»
INTIMIDAD/PUDOR. «Cuidando tu intimidad, preservas tu dignidad»
CONVICCIONES. «Tus acciones serán fecundas, si tienes convicciones profundas»
USO DEL DINERO. «Aprender a usar bien el dinero te evitará muchos quebraderos»
MADUREZ. «Ayudar a madurar resulta muy eficaz»
DELICADEZA EN EL TRATO. «Con un trato delicado, estarás muy bien considerado»
SONREÍR. «Al sonreír les harás feliz»
EDUCAR LA VOLUNTAD. «Con una firme voluntad, lo que te propongas lograrás»
DIVERSIONES. «Merecida diversión tiene el buen trabajador»
APRENDER A PENSAR. «Para actuar con mesura, antes hay que pensar con cordura»
CONVIVENCIA. «Para tener una buena convivencia, emplea toda tu ciencia»
EDUCACIÓN DEL DOLOR. «Para comprender el dolor, se necesita mucho amor»
REDES SOCIALES. «Las redes sociales te ayudan a relacionarte, pero debes evitar enredarte»
RECIEDUMBRE. «Conseguirás altas cumbres, viviendo con reciedumbre»
GENEROSIDAD. «La generosidad es la llave de la felicidad»
COMPOSTURA. «Demostrarás una personalidad madura, si atiendes tu compostura»
LIDERAZGO. «Qué buen hallazgo es ejercer un correcto liderazgo»
CUIDADO DE LO PEQUEÑO. «Grandes cosas lograrás, si lo pequeño procuras cuidar»
RELACIÓN PADRES E HIJOS. «Padres e hijos tendrán grandes satisfacciones, si mantienen buenas relaciones»
DISPONIBILIDAD. «Gran ayuda prestarás, mostrando tu disponibilidad»
ELEGANCIA. «En tu actitud y prestancia, demostrarás tu elegancia»
AUTENTICIDAD. «Viviendo con autenticidad, se revaloriza tu personalidad»
CONFIANZA. «Muchos amigos tendrás, si confianza les das»
DESPRENDIMIENTO. «Volarás a gran altura, si con desprendimiento actúas»
VALENTÍA. «Encarar la vida con valentía es fuente de alegría»
PRESTIGIO. «Nunca tendrás litigios, si actúas con prestigio»
EJEMPLO. «Más sirve un buen ejemplo, que charlas con aspaviento»
USO DEL MÓVIL. «Usado con prudencia, el móvil es una buena herramienta»
HONRADEZ. «Qué gran estupidez, los que desprecian la honradez»
MODESTIA. «Los que actúan con modestia, demuestran disponer de una excelente ciencia»
ÍNDICE ALFABÉTICO
PRÓLOGO
—Mira que son diferentes estos dos hijos, a pesar de ser gemelos —dice la mujer a su marido, dejando las tostadas recién hechas sobre la mesa de la cocina.
—¿Me he perdido algo? —respondió el marido, mientras encestaba una cápsula de café en la cafetera y accionaba el aparato.
—Tienen la misma edad, y no se parecen en nada.
—Bueno, mujer, tienen nuestra misma sangre, y a los dos les gusta quedarse en la cama cuando suena el despertador. Como a su madre, y como le sucederá a este nuevo niño que hemos encargado… —rió, abrazándola por detrás, y palpando la voluminosa barriga de su esposa.
—El profesor decía el otro día que vamos a aprender mucho educando a gemelos de distinto sexo. Pero no sé si quiero aprender tanto…
—También nosotros hemos tenido catorce años, cariño, si es a eso a lo que te refieres. Y, que yo recuerde, no me parecía malo, sino divertido. Hasta ahora no nos ha ido mal, aunque todavía sigan los dos en la cama, en vez de estar aquí comiéndose esas tostadas… No oigo todavía el ruido de las duchas…, y eso significa una mañana en el colegio sin desayunar.
Ambos se sentaron, bromistas.
—Éramos unos inexpertos cuando nacieron, pero teníamos ilusión. Con este bebé será todo más fácil. Lo que me preocupa es que los dos mayores vivan demasiado… demasiado acostumbrados a hacer lo que quieran. A nosotros no nos dejaban tan sueltos, bueno, al menos que yo recuerde…
—Les estamos educando bien. Lo que pasa es que ahora es algo más difícil, y además nos hemos hecho mayores y nos cuesta ponernos en su lugar.
—No te creas que no lo intento.
—Lo intentas, y lo consigues. Lo bien que nos llevamos es un buen ejemplo, y para mí eso es lo más importante.
—Pero pasan más tiempo con sus amigos que con nosotros, y empiezan a recibir influencias de su gente. No me gustan nada algunas de las amigas que tienen, ¿has visto cómo van vestidas? ¿Y cómo hablan?
-No podemos educar a todas sus amigas. Solo podemos educarlos a ellos. Quizá, si logramos darles mucho cariño y que tengan una buena personalidad, logren rodearse de buena gente. Creo que tú y yo no podemos hacer más. Y no es poco, ¿no te parece?
—Creo que, para que tengan más personalidad, deberías ir otra vez a despertarles…
El padre puso una mueca, y se levantó por segunda vez camino de los dormitorios de los hijos. Regresó a los pocos segundos.
—Creo que vamos a tener que dedicar más horas a estos pollos. Que yo recuerde, a su edad tenía menos morro…
—Sí, más horas, y algo más de experiencia. Hay libros que tratan de cómo educar a adolescentes, la afectividad, y cosas así.
—Los libros son teóricos. Suele escribirlos gente que no tiene ni idea de lo que habla.
—Pues yo he comprado uno que me está sirviendo… —dijo la mujer, divertida.
—¿Ah, sí? ¿Y de qué trata?
—Dice que hablar con el marido sobre los hijos es el comienzo de la solución de todos los problemas.
—Pues menudo descubrimiento.
—Y pararse a pensar en los problemas, para ver la causa, y un posible plan de acción sobre el modo de solucionarlos... Hablar, reflexionar juntos, y actuar. Reconoce que no siempre lo hacemos… Y, sobre todo, dice que hay que estar dispuesto a aprender cosas nuevas, y a reconocer que hay cosas que podemos hacer mejor…
—Ya.
—Porque… podemos hacer las cosas mejor, ¿no crees?
La hija abrió la puerta de la cocina, sin llamar.
—Claro que puedes hacer mejor las cosas, papá —dijo, con tono divertido e insolente—. Por ejemplo, decir algo diferente cuando entres a despertarme, cambiar un poco el tono del gruñido, cantar alguna canción de ahora…
—¿Algo más? —masculló su padre, con la boca llena de tostada.
—Bueno —dijo la chica, revolviendo en la nevera hasta encontrar su zumo bio-sin-grasas-cero-de-todo—, molaría que dejaras de pensar que todo lo que hago es peligroso, y de que en cada esquina hay algún pervertido que pretende dejarme embarazada…
Los hijos se merecen que hagamos el esfuerzo de aprender a educarles aún mejor.
Sara Pérez-Tomé Román
Asesora y moderadora Familiar
www.sophya.es
Presidenta Familias Numerosas de Madrid
INTRODUCCIÓN
En el patio del colegio, uno de mis alumnos de 5º de Primaria tenía desatado el cordón de un zapato.
—Rafa, ¿eres capaz de llevar igual los dos zapatos? —le dije.
—Por supuesto que sí, profe.
Y se desató al instante el otro zapato. Debo decir que no actuó así por hacerse el gracioso, o con el afán de desobedecer. Sencillamente, hizo lo que pensaba que le estaba pidiendo.
Recordar este suceso me ha servido mucho en mi labor docente. Me recuerda que, cuando quiero transmitir algo, debo hacerlo de una forma clara. Y también me ayuda a ser consciente de que cada alumno es único e irrepetible, con su propio ritmo de aprendizaje.
Jesús, un alumno de Formación Profesional, solía llevar el pelo largo, por debajo de los hombros. Un día me preguntó qué opinaba yo al respecto.
—Llevarlo largo o corto es decisión tuya —le dije—. Tu personalidad te dirá si lo haces porque quieres, por lo que opinen los demás, por rebeldía, yo qué sé. Lo único que te pido es que lo lleves limpio…
Le vi a los pocos días de finalizar sus estudios. Se acababa de cortar el pelo.
—Acaban las clases y te rapas —le dije—. Tu personalidad se resquebraja…
—Todo lo contrario, usted nos dice que seamos siempre consecuentes con lo que hacemos. Y ahora resulta que no quiero llevar el pelo largo.
Los profesores aprendemos mucho de los alumnos. Aprendemos a tirar a la basura los recetarios pedagógicos, pues cada alumno tiene su propia realidad, sus inquietudes, su propio ritmo de mejora.
Hace varios veranos, la Presidenta de la Asociación de Familias Numerosas de mi ciudad me propuso la elaboración de unos planes educativos útiles para los padres. En esa primera conversación fuimos elaborando un primer borrador, que proponía un determinado valor educativo para cada mes. A los pocos días le remití un esquema de los primeros doce planes. No recuerdo quién fue el que propuso el título definitivo («Doce planes para vivir en familia»). Lo verdaderamente importante es que enseguida se fue plasmando en una fecunda realidad. La primera edición incluía el valor propuesto para ese mes, una frase sugerente (buscando una sencilla rima) con un comentario breve, tres sugerencias para los padres y otras tres para los hijos. Al verano siguiente y tras la buena acogida por parte de muchas familias, las tres sugerencias para los hijos se ampliaron a seis: tres para los más pequeños y tres para los adolescentes.
La educación de la persona se desarrolla en tres ámbitos: la familia, la escuela y la calle. La familia es el primero, en el tiempo y en importancia. La educación familiar marca a la persona para toda la vida, dotándola de una estructura mental y de una maduración afectiva que condicionará su futuro desarrollo humano, cultural y social. Teniendo esto en cuenta, se entiende fácilmente que los padres son los primeros y principales educadores, y que muchos planes en familia repercutirán en los compañeros de clase (escuela) o de trabajo, y también en los vecinos y amigos del barrio (la calle).
Los padres juegan con una ventaja en la tarea educativa: son quienes más quieren a los hijos. Pero suelen agradecer la ayuda de profesionales de la educación, que contribuyen con sus pautas, sus consejos o sus sugerencias. Debo decir, en honor a la verdad, que los educadores «externos» pueden prestar una ayuda extremadamente valiosa. Ojalá alguna de estas 100 maneras de poner las pilas a la familia dé en el clavo y preste la ayuda que pretende. Puede abrirse por el principio, o por el medio. Lo único importante es que tiene un buen final, pues quien hace algo para mejorar, ordinariamente mejora.
Una última consideración, he utilizado un lenguaje directo y personal para comunicarme con más confianza a la persona que lo está leyendo, sea adulto, niño o adolescente. Es evidente que al sugerir ideas a los padres, las decisiones a adoptar deben ser del matrimonio, ya que la educación de los hijos corresponde a los dos, aunque solo me dirija al que esté leyendo en ese momento. Al dirigirme a los jóvenes, no he querido agotar al lector con el clásico «o/a» para referirme a los chicos o a las