Sin Cuartel Lucha De Liberales Vs Conservadores Siglo Xix, México

Copyright © 2014 por Carlos Quinto Gutiérrez de Velasco Hoyos.

Número de Control de la Biblioteca del Congreso de EE. UU.:   2014903722

ISBN:     Tapa Dura                 978-1-4633-7972-8

               Tapa Blanda              978-1-4633-7971-1

               Libro Electrónico     978-1-4633-7973-5

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Fecha de revisión: 13/08/2014

Palibrio LLC

1663 Liberty Drive

Suite 200

Bloomington, IN 47403

ÍNDICE

RESEÑA DEL AUTOR

AGRADECIMIENTOS

INTRODUCCIÓN

CAPÍTULO I. LAS CORTES DE CÁDIZ

CAPÍTULO II. LOS MASONES

CAPÍTULO III. CRONOLOGÍA DE LOS PRINCIPALES ACONTECIMIENTOS QUE INFLUYERON EN LA HISTORIA MEXICANA DURANTE EL SIGLO XIX

CAPÍTULO IV. LOS PERSONAJES

CAPÍTULO V. PÉRDIDA DE TERRITORIO

CAPÍTULO VI. LA GUERRA DE LOS TRES AÑOS, (1858-1861).

CAPÍTULO VII. EL JUARISMO

CAPÍTULO VIII. El PORFIRIATO

CAPÍTULO IX. EL PRESENTE

CONCLUSIONES

BIBLIOGRAFÍA

RESEÑA DEL AUTOR

Carlos G de Velasco Hoyos empresario y comunicador es el segundo libro que pública, el primero México, ¿a dónde vas? (la pregunta que muchos nos hacemos, México, 2010).

Desde una trinchera en la sociedad civil trata a través de sus escritos sacudir las fibras de una nación, que estas alturas y después de casi 200 años de independientes, es momento que tengamos mejores derroteros.

El invita en sus análisis y reflexiones, como miembro de esta sociedad mexicana a que dejemos la simulación y marasmo histórico en que nos hemos mantenido y hagamos del solar mexicano un espacio de desarrollo, donde aminore la lacerante pobreza, pero impregnado de dos conceptos básicos; justicia y equidad.

Por lo mismo Carlos sin ser historiador, ha profundizado en la historia mexicana, con el fin de encontrar las variables que a través del tiempo, han afectado a México recurrentemente.

Para Carlos, los señalamientos deben ir acompañados de una propuesta, para no quedar en simple critica.

El editor

AGRADECIMIENTOS

Escribir un libro en un país donde se lee poco, y si a esto le sumo la sensación de que aquí no pasa nada, donde se ven los acontecimientos como si estuvieran muy lejos -hasta que pasan-, sin que la acción de todas las fuerzas políticas brinden frutos de una manera suficientemente expeditas y objetivas, acorde al ritmo requerido por los tiempos actuales, o el que la ciudadanía permanezca en papel de espectadora, refugiados en que papá gobierno resuelva todo o que con la crítica, sin involucrarse o propuesta, su participación esté hecha; no son grandes alicientes para quienes nos interesa aportar a esta nación, a través del oficio de la investigación y las letras.

Por lo mismo, hoy en día, para un escritor de esta característica, el desarrollar su faena, es por mutuo propio, motivándose así mismo, en la soledad de sus pensamientos y trabajo.

Por lo cual mi agradecimiento se centra en usted que está por empezarme a leer, en mi correctora editorial, la maestra Martha Elsa Durazzo y en los asesores de la empresa Palibrio, que han soportado el sinnúmero de ajustes que requiere un libro.

Este viaje histórico lo vamos a digerir entre usted, mi editora, la empresa contratada para este proyecto y un servidor.

Nota: Como autor recomiendo para lograr una mayor agilidad y comprensión en la lectura de este libro, que usted lea en continuidad todos los capítulos a excepción del número IV, Los Personajes, el cual incluye una breve biografía de varios de los individuos que de forma directa o indirecta influyeron en esta etapa mexicana.

El capítulo IV, Los Personajes, lo puede usted leer posteriormente, en pausas, a manera de consulta o para involucrase con los protagonistas, de la época.

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INTRODUCCIÓN

Una de las etapas fundamentales para entender la formación del México actual es la lucha, Sin Cuartel, que libraron liberales vs conservadores, en el siglo XIX.

Adentrase en él es similar a introducirse en un torbellino; recordemos que dicha centuria para nosotros fue de setenta y nueve años –por así significarlo-, ya que en 1821 obtuvimos nuestra Independencia y que, en el transcurrir de la etapa post independentista, ocuparon la silla presidencial de la naciente República 54 gobernantes, contando las once ocasiones que Antonio López de Santa Anna, ocupó la presidencia, todo solo en un periodo de 56 años (1821-1877).

Individuos referentes como Agustín de Iturbide, Guadalupe Victoria, Vicente Guerrero, Antonio López de Santa Anna, Benito Juárez, Melchor Ocampo, Valentín Gómez Farías, Miguel Miramón, Ignacio Comonfort, Maximiliano de Habsburgo, Sebastián y Miguel Lerdo de Tejada y Porfirio Díaz, entre otros, participaron con roles relevantes en el inicio de la conformación, de lo que hoy conocemos como México.

Si bien en 1821, una vez obtenida la independencia, el efímero gobierno que integró Agustín de Iturbide tuvo como diseño gubernamental el modelo imperial, los vientos de cambio recorrían la naciente nación y se buscaba consolidar un sistema gubernamental donde el poder dejara de centrarse en un solo hombre, alejado de esquemas monárquicos, que se inclinara por pinceladas democráticas, de carácter republicano, con separación de poderes.

Algunos líderes locales, habían vuelto su mirada hacia nuestros vecinos del norte y ellos, los norteamericanos, que se habían independizado ya hace un buen tiempo atrás (37 años posteriores en 1783), ellos habían estructurado su gobierno alejados de los esquemas europeos, estos últimos basados en esquemas monárquicos.

Un escaso año duró el primer imperio mexicano de Iturbide, que concluyó víctima del debate por la forma de gobierno que exploraban, los recién estrenados ciudadanos libres.

La disputa se dio entre los centralistas, integrados por españoles residentes en México y criollos de clase alta y los federalistas, en su mayoría mestizos y criollos de las clases baja y media -inclinados por una estructura de gobierno similar al norteamericano-, ambos bandos iniciaron una prolongada lucha física e ideológica, en la cual el clero mexicano tuvo un rol preponderante, como observante activo, el mismo pretendía conservar las excesivas canonjías, obtenidas durante los tres siglos de colonización.

Conveniente es señalar que el verdadero detonador de la Independencia de México, como de muchos otros países latinoamericanos, fue la Constitución de Cádiz¹, que se legisló y aplicó en la Península Ibérica.

Cuando en España se pronunciaron por lo que podría considerarse una legislación liberal, para la época, se produjo un desencuentro con las clases que detentaban el poder en la actual América Latina y ante la debilidad económica y militar del país ibérico, se dio el rompimiento.

Si usted recorre las páginas de la Historia, cuando México decidió independizarse, al no aceptar la Constitución de Cádiz, la independencia de numerosos países latinoamericanos se da, por las mismas fechas, en cascada.

En esta lucha, Sin Cuartel, entre Conservadores VS Liberales o Centralistas VS Federalistas, la estrenada nación entró en una pugna ideológica, en la que se debatieron formas de vida, conceptos religiosos y sistemas de gobierno, en donde los extremos: inflexibilidad, ausencia de negociación o tolerancia, se presentaron constantemente.

Lo anterior acercó en repetidas ocasiones a dichos grupos a desgarradores desencuentros, donde la lucha armada tuvo presencia en diversas ocasiones, llevando a la naciente nación a un periodo de cincuenta y seis años de divergencias irreconciliables, empinándola hacia a una fractura organizacional, a finanzas públicas normalmente en estado de quiebra, lo que obligó a diferentes gobiernos en recurrir a leoninos empréstitos, que propiciaron un alto des-equilibrio del novel país y en consecuencia mayor dependencia del exterior y rezago para su población.

Durante esta época, ocurrió uno de los más penosos acontecimientos de la historia mexicana, como fue la pérdida de cerca del 55% del territorio, de lo que era México después de la Independencia. Pérdida ocurrida principalmente, durante la etapa llamada, El santanismo; mas no toda la responsabilidad recae sobre el malogrado caudillo Antonio López de Santa Anna; en sí fue la conjugación de varios factores, un país dividido en su conjunto, con muy dañadas finanzas públicas, escaso en altura de miras para prevenir y que desde la época colonial, parecía tener más territorio del que podía atender y conservar.

El siglo XIX en la Historia de México: es un periodo cuasi traumático, vasto en traiciones entre grupos y personas supuestamente afines, abundante en personajes que dieron la espalda en la integración y formación de la nueva nación, aunado a lo mencionado con anterioridad, la caótica des-organización gubernamental y permanente inestabilidad política, económica y social que nos tuvo al borde de la desintegración como país, esto me lleva a la conclusión del por qué, su escasa remembranza histórica de escritores mexicanos, los cuales lejos de fanatismo o deformación, abordaran el tema, con mayor frecuencia o profundidad.

Para mí esto, sólo tiene una razón, el periodo resultó vergonzoso en varias de sus facetas.

También hay que señalar y preguntar, ¿qué tipo de país heredamos de nuestros colonizadores, los españoles?

Heredamos un país con profundos vicios en su conformación política social, donde las castas o clases entre ibéricos, criollos, mestizos, indígenas, mulatos, eran sinónimo de discriminación, racismo u obtención de prebendas.

Al mismo tiempo heredamos el centralismo recalcitrante, donde la mayoría de las decisiones y obras importantes deberían ser autorizadas desde la madre patria o península Ibérica, lo cual hizo que mucha obras públicas tardaran décadas o centurias en terminarse.

A la educación cognoscitiva, solo tenían acceso las clases de origen peninsular y las altas castas indígenas, (al terminar la colonia el 85 % de la población era analfabeta)², también se heredó una explotación desmesurada