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Educación Para La Mente Y La Sociedad: La Reforma De La Educación Pasa Por La Del Modelo De Aprendizaje Dentro Del Aula.
Educación Para La Mente Y La Sociedad: La Reforma De La Educación Pasa Por La Del Modelo De Aprendizaje Dentro Del Aula.
Educación Para La Mente Y La Sociedad: La Reforma De La Educación Pasa Por La Del Modelo De Aprendizaje Dentro Del Aula.
Libro electrónico332 páginas4 horas

Educación Para La Mente Y La Sociedad: La Reforma De La Educación Pasa Por La Del Modelo De Aprendizaje Dentro Del Aula.

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La obra.
En Educacin para la mente y para la sociedad, su tercera obra sobre la cuestin, Villegas Pacheco profundiza y sintetiza sus tesis principales expuestas primeramente con cierto carcter tentativo, de bsqueda, como l mismo reconoce, en sus 2 obras anteriores: Contribucin a la crtica de la educacin y Nueva contribucin a la crtica de la educacin, publicadas a finales de 2011 y enero de 2012 respectivamente.
El concepto de inversin copernicana, nuclear en la obra de Villegas Pacheco, se expone desde un enfoque sistmico que no slo completa y enriquece el flujo lineal tradicional de informacin del maestro al alumno, sino que incorpora las propias experiencias de ambos y la toma de informacin de los registros, especialmente documentales y electrnicos por el alumno, para constituir un intrincado y complejo sistema de relaciones recprocas de construccin de conocimiento.
La obra reafirma la tesis fundamental de la educacin pertinente tanto a las nuevas capacidades de la mente, enriquecida con y por las experiencias del complejo mundo actual como igualmente adecuada a las necesidades y posibilidades de la nueva civilizacin de la inteligencia, la sociedad del conocimiento y la economa de produccin intensiva y automtica.
Pero la joya de la corona, que materializa en el aula la tesis de la integracin de mente-escuela-sociedad, es el modelo sistmico de aprendizaje que crea un aula ms rica en informacin, conocimiento y creatividad, y complementa, de manera ms que satisfactoria, el mtodo tradicional expositivo.
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento27 abr 2012
ISBN9781463327149
Educación Para La Mente Y La Sociedad: La Reforma De La Educación Pasa Por La Del Modelo De Aprendizaje Dentro Del Aula.
Autor

Jaime Villegas Pacheco

El autor Siete investigaciones publicadas de crtica de la educacin con las correspondientes propuestas sobre aprendizaje comprensivo y el proceso creador en el aprendizaje conforman la Coleccin de Educacin Interactiva que incluye el Nuevo ABP.

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    Educación Para La Mente Y La Sociedad - Jaime Villegas Pacheco

    Copyright © 2012 por Jaime Villegas Pacheco.

    Número de Control de la Biblioteca del Congreso de EE. UU.:   2012906660

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

    Para pedidos de copias adicionales de este libro, por favor contacte con:

    Palibrio

    1663 Liberty Drive

    Suite 200

    Bloomington, IN 47403

    Llamadas desde los EE.UU. 877.407.5847

    Llamadas internacionales +1.812.671.9757

    Fax: +1.812.355.1576

    [email protected]

    403986

    Contents

    Escolio

    INTRODUCCIÓN

    La punta del iceberg

    CAPÍTULO I

    La Evolución De La Mente

    CAPÍTULO II

    El Arte Y Ciencia De Pensar

    CAPÍTULO III

    Aprender A Aprender

    CAPÍTULO IV

    Cómo Estudiar Mejor

    CAPÍTULO V

    Cambio De Civilización

    CAPÍTULO VI

    Educación Para La Mente

    Y La Sociedad

    ANEXO 1

    12 Epistemólogos

    De La Educación

    ANEXO 2

    El ABP rediseñado

    BIBLIOGRAFÍA

    DE CONSULTA

    Bibliografía Consultada

    A la educación, con cariño.

    Escolio

    Un problema que no se ve no puede resolverse. Se yerra el camino al buscar fallas de la educación en los maestros o en los alumnos. Los maestros de México son bastante buenos en todas las modalidades y niveles y otro tanto sucede con los alumnos mexicanos cuya agilidad mental es de alabarse así como sus ganas de estudiar. No son los maestros ni los alumnos ni es culpa de nadie. Y lo que vale para México vale para muchos otros países y no sólo de América Latina. La época trae fijado, como en otras latitudes, el modelo de la era industrial. Lo que está mal es el modelo de aprendizaje que no es pertinente ni a la mente moderna ni tampoco a las necesidades y exigencias de la sociedad de conocimiento.

    En cambio. el modelo sistémico de aprendizaje, acorde con la era de los sistemas que vivimos, pone las condiciones para aprender a pensar y para habituarse al aprendizaje comprensivo en la educación elemental, y para el aprendizaje generativo y el dominio de las capacidades intelectuales superiores en la educación media y profesional.

    Además, pienso que el único modo de definir la calidad de la educación es de acuerdo con la teoría de la información de Claude Shannon: No más información, en cuyo caso sólo se tendría más de lo mismo, sino información mejor organizada. Reestructurar los contenidos es fundamental; pero no más contenidos, ni otros contenidos, sino los mismos contenidos organizados de manera cualitativamente diferente; contenidos no lineales con soporte digital y protocolo de aplicación con los principios interactivos para complementar la formación de la base de información que proporciona la educación tradicional.

    Los compendios ABP interactivos cumplen con estos principios, y no desean cambiar nada sino dar algo diferente en el sentido indicado.

    Por último, la tarea primordial de supervivencia social, es poner las condiciones para el desarrollo intelectual y para que la mente creadora una vez formada sirva a la sociedad. Estas condiciones no pueden ser otras que el modelo sistémico interactivo de aprendizaje y los contenidos no lineales con soporte digital con su correspondiente didáctica interactiva y protocolo de aplicación.

    Si importa lo que se enseñe pero más cómo se aprenda.

    INTRODUCCIÓN

    La punta del iceberg

    Detrás de los incontables problemas particulares de la situación educativa en México y en términos parecidos en otros países de otras regiones guardadas las peculiaridades de cada uno, es posible vislumbrar una estructura problemática fundamental, especialmente por lo que respecta a México, en función de sus conflictivos y traumáticos orígenes de fundación por conquista y destrucción de la cultura conquistada y de su ecosistema, y no por colonización.

    Compuesta de tres elementos sobrepuestos, se muestra en la superficie sólo el primero de ellos el de los problemas particulares; son la punta del Iceberg y consecuencia de aquellos remotos orígenes y también de la fijación de un concepto adecuado a otro tipo de civilización, la industrial, ya superado en buena medida.

    El concepto es el de educación por transmisión y el de aprendizaje por repetición correspondiente a una sociedad de pensamiento apegado a la lógica de lo concreto. Los problemas particulares emergen de una sociedad en la cual conviven sectores desiguales de pensamiento moderno y grandes porciones aferradas a lo concreto y la inmediatez. No cabe duda que la forma de la sociedad determina la forma de la mentalidad y ésta, a su vez, la de la educación, cuando la sociedad a la base no ha alcanzado el pensamiento abstracto de lo posible.

    El análisis científico de la situación señalada implicaría una tarea que no cabe siquiera intentar aquí. Con el sentido común ilustrado que se tiene a nivel de formación profesional, se puede focalizar y penetrar en profundidad en las apariencias para llegar al fondo de los problemas. Cabe, entonces, proponer un camino para tal fin que se plantea a continuación.

    graph1.jpg

    Sistema de educación pertinente a la mente y la sociedad.

    El modelo de resolución centro-arriba-abajo, incide tanto sobre la parte más sensible de la sociedad: niños y jóvenes, como sobre el mismo sistema escolar y académico que los forma; la formación puede hacerse mejor con métodos de aprendizaje que diluyan la mentalidad fijada en lo concreto e impulsen, en contrapartida, una mentalidad capaz de pensar no sólo en lo inmediato y presente, sino también en lo posible; que absorba y se beneficie, no obstante, de la lógica de lo concreto.

    Este aprendizaje y asunción de la lógica de lo posible y de lo hipotético como aquello que puede ser, es la piedra ancilar del proceso de formación de la conciencia superior.

    --La sociedad sustantiva.

    La sociedad sustantiva o natural es una sociedad funcional: las cosas están ahí para usarlas no para estudiarlas ni ver cómo pueden ser mejores. La urgencia y precariedad de la vida obligan al uso directo e inmediato lejos de cualquier divagación que puede afectar negativamente la lucha por la subsistencia. El arado es para sembrar no para pensar en inventar maquinaria agrícola.

    Parecería que una sociedad precaria no puede darse el lujo de pensar en lo posible, cuando, por el contrario, es precisamente la que lo necesita más. Por no hacerlo, la sociedad natural no cambia o lo hace muy lentamente con un grado muy bajo de invención.

    Curiosamente, la gente de esta sociedad y este modo de pensar compone y arregla mejor que inventa y sabe arreglar máquinas complejas que no inventó. Es proverbial la habilidad del mecánico mexicano que arregla desperfectos ‘con un alambrito’; incapaz de inventarlas las arregla.

    Pero la mentalidad lineal, plana, continua, empieza a cambiar en algunos sectores de la sociedad nacional, minoritarios.

    Se da así una curiosa paradoja: mientras unos pocos mexicanos viven en el siglo XXI, pensando como habitantes de tal época, muchos otros viven y piensan todavía como habitantes de la Edad media en cualquiera de sus muchos siglos; viven sin representaciones abstractas de la realidad, sin pensar sobre sí mismos ni sobre la realidad concreta que los limita.

    En la sociedad sustantiva, más de información que de conocimiento, donde se presta más atención a las cosas como son que a cómo podrían ser, amplios sectores de la población, ya que no existe una sociedad totalmente homogénea en ninguna parte del mundo, viven con el pensamiento natural o sentido común, desde una conciencia elemental de reconocimiento de objetos presentes, y apegados a la lógica de lo concreto, reproduciendo lo que ya se sabe cómo hacer, actitud y mentalidad que reduce a la sociedad a sociedad de maquila de conocimiento, tanto del propio como del ajeno.

    En estos sectores de población, mayoritarios, (en los cuales los medios de información podrían jugar un papel esencial para su transformación), es natural que la educación de la transmisión, con sus correspondientes soportes teóricos, goce de amplia aceptación.

    La pregunta que muchos investigadores y teóricos de la educación, y se puede citar legión, se hacen sobre la educación tradicional es: ¿por qué es común y aceptada, mientras se demuestra, día tras día, su falta de idoneidad y pertinencia a las condiciones actuales y que como lamentable consecuencia produce más reprobados que aprobados?

    Y la respuesta que muchos de ellos plantean va más o menos en los siguientes términos.

    20505.jpg    La educación convencional, porque así se ha acordado que sea, continúa y refuerza la tendencia iniciada en la primaria de la desviación temprana del pensamiento natural infantil hacia la memorización mecánica sin comprensión.

    20406.jpg    Porque demanda únicamente la atención y la capacidad de retención de los alumnos, habida cuenta que la mitad de ellos reprueba en memoria y la mitad que aprueba apenas recuerda la mitad de lo que debieron retener.

    20463.jpg    Y otro tanto de los maestros que sólo procesan la información y el conocimiento fijado que ya tienen en buenas piezas de oratoria.

    20465.jpg    Porque es fácilmente medible administrativamente por las instituciones que evalúan lo que enseñan y enseñan sólo lo que pueden evaluar.

    20467.jpg    Porque es lo que la inmensa mayoría de las personas pueden manejar –la capacidad de retención--, mientras se confía y fue posible hacerlo en la era industrial, que unos cuantos puedan inventar lo que se necesita y resolver los problemas de la época.

    20469.jpg    Porque emplea únicamente uno de los tres tipos de conocimiento: el preexistente al proceso de aprendizaje y este es la información a retener en la memoria.

    20471.jpg    Porque la educación convencional es, en una palabra, una educación ‘facilona’ para todos.

    Para extender esta educación del sentido común ilustrado al desarrollo intelectual pleno se hace preciso conocer y asumir el cambio de civilización y el advenimiento de la sociedad de conocimiento que ya está aquí y requiere tasas mayores de creatividad e innovación de todos y para el bienestar de todos; contar con otro tipo de educación, del pensar completo y el desarrollo de la mente bi-cognitiva, en vez de la educación ‘fácil para todos’ que ahora sufrimos y que no resuelve los problemas de la ciencia y la sociedad, pero que se refuerza e intenta mejorar con más recursos de evaluación cuando lo que habría que hacer sería enriquecer el concepto que ahora tenemos.

    El mínimo por hacer, eso sí, es formar mejor la mente de los niños y los jóvenes.

    Mi segunda tesis, después de señalar la adhesión inconsciente de amplios sectores de población a la lógica de lo concreto, es que la desviación temprana del pensamiento infantil hacia la memorización mecánica (el niño aprende repitiendo la seriación de los números naturales no sólo hasta diez, en realidad es más razonable hasta veinte.) en vez de memorizar los nueve dígitos, entender la función del cero y comprender la ley de formación de los números subsecuentes: diez y uno, diez y dos, diez y tres, etc.; comprender que si se agrega la unidad al número último tendremos el siguiente.

    Decía que mi segunda tesis es que esta indeseable desviación puede reorientarse hacia el pensamiento y el aprendizaje comprensivos en el nivel de la educación media superior con lo que la juventud resultaría preparada intelectualmente para la educación superior por la que discurriría sin tantos tropiezos, especialmente en el manejo de los dos códigos condensados para comprender la realidad: el idioma que hablamos y las matemáticas.

    Desde luego, habría que demostrar esta tesis en la práctica docente, pero lo que aquí propongo es uno de tantos caminos distintos entre sí pero espero que convergentes al mismo fin: la preparación intelectual para la educación superior.

    El método expuesto es el del aprendizaje centrado en la actividad intelectual del alumno en torno a problemas complejos reales representados en el salón de clases, y sustentado en los principios ya señalados en mis obras anteriores, de conducir por omisión, porque el alumno ya sabe buena parte de lo que debe aprender, y en el principio de conocer como acción-cognición. Ambos, en conjunción, vuelven bidireccional y recíproco el flujo de conocimiento: del maestro al alumno, y de éste al maestro.

    Como política general para cumplir estos principios debemos expandir la instrucción al desarrollo intelectual. Hacerlo, demanda incorporar el conocimiento de experiencia y también el formal explícito que ya posee el alumno para dejar de considerarlo tábula rasa, y buscar con orden el conocimiento original posible. Esto pueden lograrlo las didácticas interactivas.

    Empero, las didácticas de este tipo, sin los contenidos no lineales específicos elaborados ex profeso y con soporte digital, no socializan el conocimiento y se reducen, en el caso óptimo, a didácticas de salón.

    De ahí la necesidad de estos contenidos ya que la pretendida adaptación de materiales lineales tradicionales no cumple el propósito y efecto buscados.

    Mi método aprovecha la vieja idea pedagógica de aprovechar los propios contenidos de aprendizaje para aprender e internalizar un hipertexto, método por inclusión en contenidos o por infusión.

    Lo que el hipertexto debe promover, y esta es mi tercera tesis, es el dominio y aplicación coherente de las capacidades intelectuales superiores que constituyen la mejor caja de herramientas mentales con que contamos y las que muchos jóvenes que egresan de la educación media e ingresan a la superior, desconocen o conocen a medias, más de manera intuitiva que de manera consciente y de asimilación.

    Señalo que el objetivo más importante para reorientar al joven hacia el pensamiento y el aprendizaje comprensivos, es lograr un modo de pensar bi-cognitivo, la ejercitación en la integración de diferencias en síntesis de generalidad determinada creciente y el acostumbramiento y asunción del aprendizaje y trabajo en equipo como modo de pensamiento y de vida, así como el dominio de las otras capacidades intelectuales superiores.

    --Pasar del uso del espacio a su representación.

    Transitar del espacio de experiencia a la representación abstracta del mismo significaría nada menos que avanzar de la sociedad agraria a la sociedad moderna y, para cada individuo, de la conciencia elemental a la conciencia de relaciones complejas.

    Un cartógrafo de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, Vincent Virga, citado por Nicholas Carr en su obra Superficiales, ha expresado en términos precisos el paso de la mentalidad natural a la mentalidad moderna:

    El proceso intelectual de transformar la experiencia en el espacio en una abstracción del espacio representa una revolución de los modos de pensar.

    Es claro que quien vive sólo las experiencias en su espacio empírico no tiene todavía la conciencia trascendental que puede hacer abstracción de ellas, mientras quien ya ha pasado por este nivel y ascendido al de conciencia de la abstracción, sabe que las tuvo y lo que son.

    De aquí el problema de muchos alumnos quienes ven y sienten la abstracción, el modo de pensar en lo posible, como algo meramente escolar que debe repetirse tal cual para aprobar el curso, sin ninguna o poca aplicación en y para la sociedad natural del hacer aquí y ahora, limitada en el espacio y en el tiempo, viviendo en la cárcel mental del propio espacio personal, limitado a la propia experiencia, sin avizorar ni vislumbrar las posibles representaciones que puede hacer del mismo.

    --Hernán Cortés no traía mapa ni reloj.

    De hecho, no traía mapa alguno consigo este amanuense de Velázquez metido a conquistador con más que suerte y su habilidad para intrigar contra los aztecas.

    De hecho, no sólo no traía mapa alguno sino que hasta donde sé, tampoco traía reloj, ni siquiera reloj mecánico, de los que ya existían por su época, ni menos de pulsera que todavía no existían.

    Pero el caso es que no sabía a ciencia cierta adónde iba ni a qué hora llegaría.

    La medición del tiempo, clave para distinguir a la sociedad moderna, le era totalmente ajena.

    En la sociedad sustantiva el uso del tiempo es totalmente natural: se siembra cuando llega la temporada de lluvias y se va a la cama a descansar cuando anochece o ya es de noche. Por sentado, la gente de esta sociedad no se da cuenta del uso natural que hace del tiempo. No ha llegado todavía a la conciencia del tiempo parcelado, dividido en pequeñas porciones medibles que, por supuesto, es una abstracción del tiempo real, fluido y continuo.

    En el transporte metropolitano de la Ciudad de México, conocido familiarmente como metro, no hay relojes y cuando los hay no funcionan. Nadie les da cuerda ni mantenimiento porque nadie se preocupa porque cumplan su función: medir el paso del tiempo. De más decir que los convoyes no cumplen un horario preestablecido y que llegan a una estación ‘cuando llegan’. Los relojes son más un ornamento y a veces un estorbo más que un instrumento funcional para medir y regular las actividades. Es legendaria la impuntualidad del mexicano tradicional --que empieza a cambiar en la medida que la sociedad primitiva pisa los umbrales de la sociedad moderna--, que siente el tiempo como un fluir y no como una suma de momentos digitales. Parece ser que el reloj mecánico, de la Edad media no ha recibido todavía carta de ciudadanía en México.

    Esta concepción natural del tiempo es, en palabras de Carr ‘indiferente a la exactitud, despreocupada por la productividad". La productividad, en este tipo de sociedad, la aporta la naturaleza y no el hombre, y según llueva o no, pero no, ciertamente, el hombre que construye presas e inventa mejores semillas para cultivo sin tierra y aún sin agua.

    Por otra parte, no es posible negar el papel que jugó el famoso reloj mecánico de la Edad media en la regulación de las actividades del hombre. Otra vez en palabras de Carr, por este reloj ‘Nuestro pensamiento se volvió aristotélico en su énfasis en discernir patrones abstractos detrás de la superficie visible del mundo material".

    El reloj mecánico, agrega, enseñó y acostumbró a los hombres a ver estructuras.

    Permitió salir de la Edad media, aferrada a lo cotidiano y a la lógica de lo concreto y empezar a pensar en lo posible, más allá de lo real. Fue la entrada al Renacimiento con una nueva forma de ver el mundo y de pensar, e hizo posible el pensamiento científico y su producto: la ciencia objetiva que supera la opinión subjetiva.

    Esta nueva manera de pensar de la sociedad moderna se caracteriza, en lo esencial, por la tendencia a medir lo abstracto, lo que no está a la vista, lo que hay detrás de lo que aparece; por las estructuras y su medición posible.

    Esta es, a pequeña escala, lo que pretende hacer el análisis de situaciones, desarrollado en el capítulo siguiente: ver detrás de lo que se hace y quién lo hace, así como la estructura posible de cómo pudo haber sido. En una acción específica y en la respuesta condicionada por el modo de ver el mundo, se descubre al hombre de la sociedad primitiva, incapaz todavía de escapar de su espacio de experiencia y de su momento, o al hombre de la sociedad moderna, según sea el caso. Uno y otro pueden ser inteligentes o no serlo, pero su modo y nivel de ver el mundo es diferente en uno y otro.

    Pero como Cortés no traía mapa y tampoco reloj, a pesar de que el reloj mecánico ya se había inventado, estorboso pero funcional, nos legó a los mexicanos una forma natural de ver el mundo en el plano de las apariencias y no de lo abstracto.

    La gran cuestión para nosotros, los mexicanos, me parece, aparte de las agendas propuestas viables o no, es cómo transformar la sociedad natural, funcional, de la lógica de lo concreto y la civilización de maquila y de compostura, en una sociedad moderna capaz de representar el espacio y el tiempo en el nivel de la abstracción consecuente. Aprender, todos, a abstraer: esa es la cuestión.

    De una sociedad que se adapta al medio natural, y la moderna Ciudad de México, construida en el lugar más inadecuado que es posible encontrar, es la prueba de ello, a una sociedad que transforma la realidad natural verbigracia Washington, Brasilia, Islamabad, etc.

    Por lo tanto, la educación que tenemos es la adecuada al modo de pensar que practicamos –un magnífico ejemplo de pensamiento adaptativo--, y no la educación para una sociedad moderna que piensa en lo posible; en el modo de transformar la realidad. Atrás del concepto de educación hay más cosas, Horacio, de las que alcanzas a ver.

    Pero estoy casi seguro que algo que no aportaron a México los conquistadores españoles fue la costumbre de medir el espacio, la cartografía, y de medir el tiempo con relojes.

    Importancia de la educación media.

    Cerramos esta introducción con un apartado sobre la importancia de la educación media, donde todavía es posible, lo reitero, reorientar el pensamiento del adolescente hacia el pensamiento y el aprendizaje comprensivos.

    Como afirma el investigador médico John Medina, en el primer aprendizaje, el niño pequeño parece traer consigo el código de la exploración del mundo que le rodea. Toca lo que está a su alcance, en el rango de su vista, y lo hace con todos sus sentidos; por eso se lleva objetos a la boca además de desarmarlos para ver que tienen por dentro.

    Una vez que empieza a ir a la escuela, desarrolla rápidamente el pensamiento adaptativo: aprende que si repite lo que le ‘enseñan’ es premiado por ello. Es en la educación primaria cuando el pensamiento del niño deriva hacia la memorización mecánica o simple repetición de lo que le pide la escuela que repita. Empero, incluso en estas circunstancias, la educación primaria cumple su cometido si da al niño las herramientas de la escritura, la lectura y el primer dominio de los números así como las bases de la socialización.

    Si la desviación temprana del pensamiento se ha dado en la primera educación, entonces el papel de la educación media es fundamental para reorientar la actividad mental del adolescente hacia el pensamiento comprensivo e incluso hacia el pensamiento generativo.

    Por pensamiento comprensivo se entiende la conciencia que asume el principio fundamental de que pensar es producir conceptos y no simplemente repetir los que se han retenido en la memoria, abstraídos y aislados de todo contexto que los comprehenda. Sin esta idea de sí mismos como productores de pensamiento y no únicamente como receptores, no se aprovecha lo suficiente la educación media y menos aún la superior.

    Se trata, a fin de alcanzar el desarrollo del potencial mental, no sólo de ilustrar el sentido común, lo cual hace bien o mal la instrucción, sino de promover el desarrollo mental en profundidad, de formar la conciencia superior.

    CAPÍTULO I

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