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Todos los caminos llevan a los Polos: 20 historias de mujeres en las regiones frías
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Todos los caminos llevan a los Polos: 20 historias de mujeres en las regiones frías
Libro electrónico197 páginas2 horas

Todos los caminos llevan a los Polos: 20 historias de mujeres en las regiones frías

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Un libro dedicado a las mujeres enamoradas de las regiones frías del planeta. Premiado como mejor libro sobre mujeres Latino Books Awards año 2016.
¿Qué puede mover a una mujer a dejar su hogar, su ciudad, su familia y amigos y adentrarse en un mundo tan inhóspito como es la Antártida?
¿Qué fascinación causa el Ártico cuando muchas mujeres se ponen como reto alcanzarlo? ¿Qué lleva a una española a cruzar andando el Polo Sur en solitario?
Ellas nos lo cuentan a través de las páginas de Todos los caminos llevan a los polos, un nuevo episodio de esta colección, que se inició con África, luego siguió con la India y ahora recoge historias sorprendentes que tienen como escenario los lugares más fríos del planeta. Este nuevo título, prologado por Pilar Marcos, bióloga marina y experta en Greenpeace sobre el Ártico.
"Una colección con la intención de inspirar a otras mujeres, que te motivan y te llevan a la acción", Marta Pastor, RNE.
"Una de las propuestas más valientes del panorama literario español", Patricia Almarcegui, escritora.
Estas son algunas de las protagonistas:
Pepita Castellví, España firmó el Tratado Antártico gracias a su tesón. Primera mujer en dirigir una Base en la Antártida.
Ana Payo y Uxua López, Del proyecto internacional Homeward Bound Project, para crear mujeres científicas líderes, en cargos de alta dirección, en la toma de decisiones a nivel mundial.
Belén Rosado, experta en geodesia, ciencia que estudia las variaciones de la tierra, su estructura, la temperatura y las corrientes marítimas para predecir las erupciones volcánicas.
Jerri Nielsen, única médica entre 41 científicos y personal de apoyo destacada en la base polar Amundsen.
Dominick Arduin, desaparecida. Su pasión era el Ártico. Se fue a vivir a Laponia y, en un intento de cubrir la distancia entre Laponia y el Polo Norte, desapareció.
Louise Arnold Boyd, pionera y aventurera de principios del s. XX.
Mª Carmen Domínguez, creadora de GLACKMA (Glaciares, Criokarst y Medio Ambiente) que desde 2011 estudia el calentamiento global en los glaciares a través de estaciones en la Patagonia, la Antártida, el Ártico, Islandia y al norte de los Urales.
Cayetana Recio, glacióloga. Pasa los veranos australes en compañía de témpanos y volcanes, estudiando su comportamiento.
Mª Ángeles Campos, capitana del BIO Sarmiento de Gamboa.
Bárbara Hillary, primera afroamericana y la mujer de más edad en alcanzar los dos polos.
IdiomaEspañol
EditorialCasiopea
Fecha de lanzamiento11 jul 2018
ISBN9788494848254
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    Todos los caminos llevan a los Polos - Ana Alemany

    TODOS

    LOS CAMINOS

    LLEVAN A LOS POLOS

    20 historias de mujeres

    en las regiones frías

    Ana Alemany

    De esta edición, Casiopea Ediciones,

    mayo 2018

    Redacción: Ana Alemany

    Coordinación: Ana Alemany

    Edición: Pilar Tejera

    Fotografías por cortesía de:

    Amós Gil (p. 136, 138 y 132),

    Miguel Ángel Jiménez Tenorio (p. 164 y 167),

    Miguel Jiménez, del ejército de Tierra (p. 194 y 197).

    Resto de fotografías: libres de derechos.

    ISBN: 978-84-948482-5-4

    Diseño y maquetación: Diana Fernández

    A mi padre,

    que está en los cielos

    y a mi madre,

    que sigue aquí,

    a mi lado.

    SUMARIO

    AGRADECIMIENTOS

    PRESENTACIÓN

    PRÓLOGO

    CAPÍTULO I. ABRIENDO CAMINO

    JOSEPHINE PEARY

    Entre hielos y esquimales

    LOUISE ARNER BOYD

    La chica que domesticó el Ártico

    CAPÍTULO II. AL SERVICIO DE LOS DEMÁS

    MARÍA CAMPOS

    Capitán del Sarmiento de Gamboa

    LAURA VIDAL

    Viajar en el Hespérides

    JERRI NIELSEN

    Invernar en Amundsen-Scott

    UXUA LÓPEZ Y ANA PAYO

    Homeward Bound Project

    CAPÍTULO III. LA LLAMADA DE LA AVENTURA

    DOMINICK ARDUIN

    Perdida en busca de su Arcoiris

    CHUS LAGO

    Compromiso con la vida

    ELOISIA WILD E IRENE LOBO

    Ice Run (Wild Wolf Bikers)

    CAPÍTULO IV. VOCACIÓN CIENTÍFICA

    PEPITA CASTELLVÍ

    Si crees en una idea, lo demás es solo trabajo

    4 BIÓLOGAS ESPAÑOLAS

    Campaña Antártida-8611 (Un regalo del destino)

    HENAR ROLDÁN

    Se abrió una puerta

    CAYETANA RECIO

    Por los ríos de hielo

    VANESSA JIMÉNEZ

    Un pedacito de mí

    BELÉN ROSADO

    La Geodesia como arte de vida

    MAR FERNÁNDEZ

    Ha llegado la hora de la lucha

    JOSABEL BELLIURE

    Una vida entre pingüinos

    CAPÍTULO V. UNA VIDA DIFERENTE

    MACARENA VILLARREAL Y SARA ULLOA

    Villa Las estrellas

    BARBARA HILLARY

    Solo hay que querer

    MARIA DEL CARMEN DOMÍNGUEZ

    El mundo a través de un glaciar

    EPÍLOGO

    AGRADECIMIENTOS

    G racias a Valentín Carrera, con el que me puse en contacto a través de su blog Horizonte Antártida, un verdadero experto en materia de hielo antártico... y habitantes. Se prestó a ayudarme sin vacilación. Me facilitó nombres, direcciones, contactos... todo lo que necesité. Desde aquí, mi más sincera gratitud.

    Gracias al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), por haberme abierto las puertas de su casa, de sus investigadores, del Hespérides y del Sarmiento de Gamboa de la Unidad de Tecnología Marina (UTM) que es la responsable del mantenimiento del equipamiento científico a bordo. Todo ello ha sido una pieza clave para la elaboración de este libro.

    Gracias a Pilar Marcos, bióloga marina y experta en Geenpeace sobre el Ártico, porque nos ha explicado en un prólogo sincero y directo la situación real del planeta. Al hablarle del proyecto, aceptó de inmediato. Sin discutir condición alguna. Unidas para Salvar el Ártico, como reza su eslogan.

    Gracias a todas las participantes por su disponibilidad, su amabilidad al proporcionarme la información y brindarme su cercanía, aunque algunas se hallaran lejos, muy lejos.

    Gracias a la ayuda del equipo Casiopea, que ha estado pendiente desde el principio de esta maravillosa aventura, concediéndome, además de la plataforma desde donde dar voz a estas historias, lo más valioso de que disponemos: su tiempo.

    Gracias a Diana Fernández, por su paciencia y dedicación maquetando este libro, realizando un trabajo excelente con el texto y las fotografías.

    Gracias a Google, wikipendia, a infinidad de páginas de historia, de ciencia, de biología, marítimas, polares, femeninas, de viajes, de aventuras o de exploración.

    Gracias a Pilar Tejera. Te he dejado para el final, porque los últimos serán los primeros. A ti te debo todo. Te debo la amistad, el aprendizaje, la oportunidad. Has apostado por mi y yo espero no defraudarte. Ni ahora ni nunca.

    Ana Alemany

    Mayo, 2018

    «Las personas más hermosas son aquellas que han conocido la derrota, el sufrimiento, la lucha, la pérdida y han encontrado la salida a esas profundidades».

    Elisabeth Kubler-Ross

    PRESENTACIÓN

    Un día cualquiera, estábamos en una reunión informal, planificando la temporada. Acabábamos de finalizar la maravillosa gesta que fue sacar el libro TODOS LOS CAMINOS LLEVAN A INDIA, cuando se nos ocurrió el siguiente título de la saga. Hablar de mujeres que hubiesen estado en las regiones más frías del planeta. Concretamente, en los Polos. Lo que fue en principio una idea lanzada entre otras varias, se ha convertido en un episodio apasionante de mi vida. He aprendido mucho de un tema que me era bastante desconocido. Me he formado en ciencia, en aventura, en expediciones tanto antiguas como actuales. He conocido gentes diferentes que me han hablado con el corazón y yo he intentado transmitirlo a través de palabras escritas, que son diferentes a las que salen de la boca. He tratado con mujeres que a través del frío o de los límites de su resistencia se han conocido un poco mejor a sí mismas y me han transmitido las ganas de vivir.

    Me han enseñado que las cosas hay que hacerlas de verdad. Con todo tu cuerpo, pero también, con toda el alma. Solo así consigues que salgan bien. Solo así te sentirás bien.

    He mantenido contacto directo con muchas de ellas. Naturalmente, con las que ya no están entre nosotras me he basado en diversa y variada documentación. Y, además de inculcarme unas ganas tremendas de visitar los Polos, me han ayudado a amar la naturaleza. A respetar el medio ambiente y a comprender que nosotros estamos de paso, pero que este planeta se queda. Que un iceberg es peligroso y maravilloso a la vez. Su grandeza intimida y su grito cuando un trozo se desprende es aterrador. Un glaciar es como un gigante que intenta mantenerse en equilibrio, y se desplaza lentamente. Que el pingüino es muy escandaloso, pero tremendamente organizado. Y que un oso no debería morirse de hambre, porque la subida de temperatura derrita las placas de hielo por donde se debe desplazar.

    Este no es un libro científico, sino humano. Hablamos de sentimientos. A través de una expedición en solitario durante 59 días, es importante la técnica a seguir. Resulta fundamental para conseguir el objetivo. Pero hablamos de lo que se siente cuando llevas 24 días sin hablar con nadie, con frío, cansancio, dolor y soledad. Es cuando aparece tu YO. Es cuando te empiezas a conocer.

    Pero también he descubierto que el Ártico y la Antártida son dos partes del planeta completamente diferentes. La Antártida es un continente helado, rodeado de agua. Y el Ártico es todo lo contrario, ya que se trata de un mar congelado rodeado de tierra. Curioso, ¿verdad? El Ártico está desapareciendo, se está derritiendo. Hay ciclos en la vida del planeta, pero... por favor, que no sea debido a la mano del hombre. Que no sea por cada uno de nosotros.

    Ana Alemany

    PRÓLOGO

    En el año 2013, una expedición de Greenpeace hundía una cápsula con tres millones de firmas en el Polo Norte y la siguiente frase de la escritora y activista india Arundhati Roy: Otro mundo no sólo es posible, sino que está en camino. En un día tranquilo, puedo escucharlo respirar. Hoy somos más de ocho millones de personas en todo el mundo que pedimos un Santuario en el océano Antártico. En un mundo convulso, donde la huella ecológica de la humanidad termina año tras año con los recursos disponibles para esos 365 días, los polos son parte de ese desgaste planetario. A pesar de ser las zonas menos habitadas del planeta, todo lo que hacemos en latitudes intermedias, nuestro modelo de vida impacta en los dos polos. Y lo sorprendente es que, a pesar de las múltiples amenazas a la biodiversidad y el clima de la Tierra, los polos son ese símbolo que nos anima a seguir luchando por la defensa de nuestro futuro.

    Tres cuartas partes del hielo flotante del Ártico han desaparecido en los últimos 30 años y el problema es que no solo se están produciendo cambios locales que impactarán directamente en la biodiversidad y las personas que viven allí, también los efectos de su desaparición se sienten en todo el hemisferio norte. Lo mismo ocurre en el Polo Sur, no solo por el impacto del cambio climático sino también porque pesquerías o industrias en búsqueda de minerales acceden cada vez más lejos y más profundo en la búsqueda de su botín. Zonas que aún permanecen relativamente aisladas de la presión del ser humano. La Tierra no se encuentra en estado terminal, pero sí bastante enferma y estamos en un periodo de gran capacidad destructiva, aunque también con mayores soluciones. La comunidad científica afirma que estamos al límite y es el momento de tomar medidas y pasar a la acción. La gente está concienciada y aún hay tiempo. La batalla comienza y termina en los polos.

    He tenido la suerte de viajar varias veces al Ártico, a ese Ártico que a pesar de su extensión y la diferencia sustancial en ecosistemas y culturas que rodean una superficie enorme, se engloba bajo una única palabra: Ártico. Desde la tundra siberiana al bosque boreal finlandés o el casquete glaciar de Groenlandia. Es difícil explicar la belleza de un mar lleno de icebergs al este de Groenlandia o un grupo de belugas blancas en Alaska, pero si defino de alguna manera este conjunto de mares y tierras es por un solo término, el silencio. Poder estar en zonas donde no se oye nada. Ni siquiera la fauna que permanece callada en los meses de frío invierno. Es espectacular, en medio de ese silencio, oír la respiración de una ballena o la de los renos cruzando un lago helado. Un silencio que envuelve todo.

    Pero este mundo helado, cada vez menos permanentemente, no es solo el hogar de la fauna más espectacular de nuestro planeta. En el Ártico viven unos cuatro millones de personas. En Groenlandia, un día que en julio de 2014 alcanzamos los 22 grados centígrados -sí, en una de las zonas más frías del planeta-, una mujer Inuit de Kulusuk nos preparó un guiso potente a base de bacalao, feliz de poder ofrecernos parte del acopio que estaban realizando en los meses más cálidos para poder pasar el invierno. Nos contaba, mientras bebía un refresco y comía unas patatas frías envasados a miles de kilómetros de su tierra, que ella no conocía los mosquitos de joven. Una mujer de unos 40 años, con un precioso jersey de vivos colores, nos contaba en primera persona algo tan evidente como el impacto del cambio climático en su tierra. A mayor deshielo, mayor formación de charcos y concentraciones de agua dulce que, junto con el aumento de temperaturas, llevan a la posibilidad de que los mosquitos se reproduzcan masivamente.

    Y así los polos acumulan historias de sus gentes y su belleza. No solo de las increíbles comunidades indígenas Inuits, Sami o Komi; también historias de exploradoras y científicas cuyas hazañas el siglo pasado quedaban ocultas en las hemerotecas. Pioneras como Josefina Castellví, que en 1984 fue la primera científica en participar en una expedición internacional a la Antártida y que tiene su propio pico con su nombre en

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