Poemas
Por Hannah Arendt
4/5
()
Información de este libro electrónico
Hannah Arendt es reconocida como una de las pensadoras más importantes del siglo XX. Sin embargo, muy pocos saben que durante décadas escribió poesía.
Los poemas de Hannah Arendt son una expresión del sufrimiento causado por la pérdida: ya sea la pérdida de la "edad dorada" que es la infancia, la añoranza de la patria desde el exilio o el dolor por la muerte de los seres queridos.
Pero si la pérdida causa sufrimiento es porque, a pesar de la ruptura, el amor persiste. Es cierto que Arendt a veces expresa el anhelo de aplacar el dolor a través del desvanecimiento de la conciencia (el sueño, la noche) o una evasión mental (el baile), pero sabiendo que son lapsos, pausas o descansos provisionales de los que luego se regresa. Es posible insensibilizar al dolor mitigando el amor, pero es más irrenunciable el amor que insoportable el sufrimiento.
Hannah Arendt
Nace en 1906 en Hannover (Alemania) de padres judíos procedentes de Prusia Oriental. Arendt se referirá a su familia como «un típico entorno de judíos alemanes asimilados». Entre 1924 y 1928 cursa estudios de filosofía, teología protestante y filología griega, siendo alumna, entre otros, de M. Heidegger, E. Husserl, K. Jaspers y R. Bultmann. En 1928 se doctora con Jaspers presentando una tesis sobre el concepto de amor en Agustín. En 1933 decide emigrar y, tras permanecer en París hasta 1940, fija desde 1941 su residencia en Estados Unidos, obteniendo en 1951 la nacionalidad estadounidense. Ahí trabajará primero en actividades docentes y de periodismo político, luego como investigadora independiente, conferenciante y profesora visitante en numerosas universidades. En 1959 recibe el premio Lessing de la ciudad de Hamburgo; en 1967, el premio Sigmund Freud de prosa científica. En 1961 asiste como reportera al juicio de Eichmann en Jerusalén. Entre 1967 y 1975 es profesora en la New School for Social Research. En 1975 viaja por última vez a Europa, donde visita a Heidegger. Muere en Nueva York ese mismo año. De Hannah Arendt han sido publicados en esta misma Editorial «Lo que quiero es comprender. Sobre mi vida y mi obra» (2010), «Más allá de la filosofía. Escritos sobre cultura, arte y literatura» (2014) y «Las crisis de la República» (nueva edición en 2023), así como su relación epistolar con Gershom Scholem, «Tradición y política. Correspondencia» (1939-1964) (2018).
Lee más de Hannah Arendt
Hombres en tiempos de oscuridad Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Correspondencia 1925-1975 Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Lo que quiero es comprender: Sobre mi vida y mi obra Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMás allá de la filosofía: Escritos sobre cultura, arte y literatura Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLas crisis de la República Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Relacionado con Poemas
Libros electrónicos relacionados
Sabines a la mano: Poesía escogida Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Al menos flores, al menos cantos Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Últimos poemas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPoesía completa (1964-2012) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPoesía literaria: Recuerdos de verano: Poesía literaria - Londrain, #7 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCanción negra Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Un disfraz equivocado Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Escritos: Imágenes de género Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Poesía completa Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Poemas selectos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Poemas de amor Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Huellas del Amor Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Ariel Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Perro negro, 31 poemas Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Las grandes mujeres Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Erótica: Antología poética Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El viento comenzó a mecer la hierba Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Poemas de amor Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Antología poética Calificación: 2 de 5 estrellas2/5En los prados sembrados de ojos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCartas a un joven poeta - Elegías del Dunio Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La belleza oculta de las palabras cotidianas Calificación: 1 de 5 estrellas1/5Antología poética Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El arte de tocarte Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Poemas en prosa Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Tú me quieres blanca Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Poesía Completa Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Tres mujeres Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Hojas de hierba Calificación: 2 de 5 estrellas2/5Insumisas: Poesía crítica de mujeres Calificación: 5 de 5 estrellas5/5
Poesía para usted
Kamasutra (texto completo, con índice activo) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Valentía Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Libro de oro frases celebres Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Valentía II Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Mero Cristianismo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Huellas del Amor Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Emocionario Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Noche oscura del alma: Letra Grande Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Te lo debes a ti Calificación: 1 de 5 estrellas1/5Corazón de miel. Poemas de amor. Calificación: 3 de 5 estrellas3/5El Arte de amar Calificación: 3 de 5 estrellas3/5La divina Comedia: Clásicos de la literatura Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Hojas de hierba Calificación: 2 de 5 estrellas2/5Las cosas que dije en silencio Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Crea Tu Mejor Año Un Día a La Vez: Una Guía Poética Para Inspirar Paz Y Conseguir Este Año Lo Que Mas Quieres Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPoemas de amor Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Antología poética Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Nostalgia y otros dolores Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Gabriela: Su difícil camino al Nobel Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El pequeño libro de la vida de Rumi. El jardín del alma, el corazón y el espíritu Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Atrapasueños Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones¡Buenas noches, princesa! Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMientras cae la ruina y otros poemas: Antología poética Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAntonio Machado: Poesías Completas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUn poema de amor por 90 días de soledad Calificación: 1 de 5 estrellas1/5Cantar de los cantares. (Anotado): Traducción Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl libro de la Yoruba Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAzul... Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El Fuego y el Frío y Otros Poemas de Amor Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Aforismos Calificación: 4 de 5 estrellas4/5
Comentarios para Poemas
11 clasificaciones1 comentario
- Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Fantástica aventura por la poesía de Arendt, gracias por hacer posible este deleite poético.
Vista previa del libro
Poemas - Hannah Arendt
Hannah Arendt
Poemas
TRADUCCIÓN DE:
Alberto Ciria
CON LA COLABORACIÓN DE:
Felicia Brembeck «Fee»
Xavier Escribano
Josef Sedlmeir
Herder
Título original: Ich selbst, auch ich tanze. Die Gedichte
Traducción: Alberto Ciria
Diseño de la cubierta: Antidot Gràfic
Edición digital: José Toribio Barba
© 2015, Hannah Arendt Bluecher Literary Trust, c/o Georges Borchardt Inc., Nueva York
© 2015, Piper Verlag, Múnich/Berlín
© 2017, Herder Editorial, S.L., Barcelona
ISBN DIGITAL: 978-84-254-3981-0
1.ª edición digital, 2017
Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro de Derechos Reprográficos) si necesita reproducir algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com)
Herder
www.herdereditorial.com
Índice
Poemas 1923-1926
Poemas 1942-1961
Sobre los poemas de Hannah Arendt
Notas a la edición
Ediciones anteriores
Historia de la transmisión y la edición de los poemas sueltos
Poemas 1923-1926
[1] [SIN TÍTULO]
No hay palabras que irrumpan en la oscuridad
ni dioses que alcen la mano.
Adonde quiera que mire…
tierra amontonándose.
No hay formas que se desprendan
ni sombras que se ciernan.
Y sigo oyendo todavía:
«Demasiado tarde, demasiado tarde».
[2] EN TONO DE COPLA POPULAR
Cuando volvamos a vernos
florecerá la blanca lila
y yo te envolveré en almohadas
para alejar de ti las nostalgias.
Alegrémonos entonces
de que el vino seco
y los fragantes tilos
nos encuentren todavía juntos.
Pero cuando caigan las hojas,
entonces separémonos.
¿Exasperarse para qué?
Habrá que arrostrar ese sufrimiento.
[3] CONSUELO
Llegarán las horas
en que las viejas heridas,
esas que olvidamos hace tiempo,
amenazarán con consumirnos.
Llegarán los días
en que ninguna balanza
de la vida y los pesares
podrá inclinarse hacia uno u otro plato.
Trascurrirán las horas
y pasarán los días.
Pero una ganancia sí nos quedará:
la mera persistencia.
[4] SUEÑO
Pies levitando con patético fulgor.
Yo misma,
también yo bailo
liberada de la gravedad
hacia la oscuridad y el vacío.
Espacios comprimidos y proscritos de tiempos pasados,
lejanías recorridas,
soledades perdidas
comienzan a bailar, a bailar.
Yo misma,
también yo bailo.
Con irónica temeridad
nada he olvidado:
conozco el vacío
y conozco la gravedad.
Con irónico fulgor
bailo y bailo.
[5] CANSANCIO
Crepúsculo vespertino:
quedamente quejumbrosa
suena aún la llamada de los pájaros
que yo creé.
Grises paredes
se derrumban
mientras mis manos
se reencuentran.
Lo que llegué a amar
no puedo asirlo.
Lo que me rodea
no puedo dejarlo.
Todo se hunde.
El crepúsculo se cierne.
Nada puede someterme:
así viene a ser el curso de la vida.
[6] SUBURBANO
Emergiendo de la oscuridad
y serpenteando hacia la claridad,
veloz y altanera,
esbelta y frenéticamente rebosante
de fuerzas humanas,
urdiendo atenta
caminos ya trazados,
por encima de las prisas
con olímpica indolencia,
veloz, esbelta y frenéticamente henchida
de unas fuerzas humanas
de las que se desentiende,
escurriéndose hacia la oscuridad,
sabedora de las cosas de arriba:
así vuela sinuosa
una bestia amarilla.
[7] DESPEDIDA
Dejad que ahora os estreche la mano, días etéreos.
No huiréis de mí: no hay escapatoria
a lo vacío y atemporal.
Pero el signo más arcano de un viento ardiente
me rodea con su soplo: no quiero escabullirme
al vacío de tiempos de cohibición.
Ay, conocisteis la sonrisa con la que me entregaba.
Sabíais cuántas cosas ocultaba yo en silencio
para yacer tendida en prados y hacerme vuestra.
Pero ahora la sangre, que nunca ha reprimido,
me llama para que acuda a barcos que jamás mariné.
La muerte está en la vida. Lo sé, lo sé.
Por eso dejadme que os estreche la mano, días etéreos.
No me perderéis. Como señal os dejo aquí
esta hoja y la llama.
[8] [SIN TÍTULO]
Paso los días desorientada.
Pronuncio palabras sin peso.
Vivo en una oscuridad sin visión.
Carezco de timón en la vida.
Sobre mí se cierne monstruoso,
como un nuevo pájaro enorme y negro,
el rostro de la noche.
[9] A…
Toma la pesada carga de mis deseos.
La vida es amplia y no tiene prisa.
Restan aún muchos países en el mundo
y abundantes noches al descampado.
¿Pues quién conoce la balanza
de la vida y los pesares?
Quizá en los días de senectud
todo esto se dirima.
[10] [SIN TÍTULO]
La dicha no es esto,
como se figuran
quienes mendigan y lloran
y acuden a los templos
para asistir desde el atrio a misa
y a una consagración que no comprenden,
mirándola con malos ojos, para luego darse la vuelta
y lamentar una vida malograda.
¿Qué es la dicha para aquel
que está avenido consigo mismo,
cuyo pie solo huella
lo que está destinado para él,
para aquel que no conoce otra frontera ni otro derecho que el conocerse,
ni otro signo que lo marque en su estirpe que el nombrarse?
[11] CREPÚSCULO
Crepúsculo que te hundes,
que aguardas, que haces señas:
Gris es la marea.
Crepúsculo que guardas silencio,
que sin hacer ruido declinas,
que exhortas y te lamentas,
que dices cosas silentes:
Gris es la marea.
Crepúsculo que consuelas,
que mitigas y sanas,
que señalas lo oscuro
y rondas lo nuevo:
Gris es la marea.
[12] ENSIMISMAMIENTO
Cuando contemplo mi mano
—una cosa ajena pero emparentada conmigo—
de pronto no estoy en ningún país,
no quedo sujeta a ningún aquí ni a ningún ahora,
ni quedo ligada a ningún qué.
Entonces me siento como si tuviera que despreciar el mundo:
pues bien, por mí que transcurra el tiempo
con tal de que no sucedan más señales.
Contemplo mi mano,
que guarda un parentesco conmigo inquietantemente cercano,
siendo no obstante una cosa distinta.
¿Es más de lo que yo soy?
¿Tendrá un sentido superior?
[13] CANCIÓN ESTIVAL
Dejo que mis manos se deslicen
por la dorada plenitud del verano,
mientras mis miembros se estiran dolorosamente
hasta la oscura y pesada tierra.