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Manual 9. La Iglesia, Misterio, Comunión y Misión
Manual 9. La Iglesia, Misterio, Comunión y Misión
Manual 9. La Iglesia, Misterio, Comunión y Misión
Libro electrónico188 páginas2 horas

Manual 9. La Iglesia, Misterio, Comunión y Misión

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"Quiero presentar esta serie de manuales a todos los Agentes de Pastoral, al tiempo que los exhorto a que los aprovechen en su crecimiento personal y , sobre todo, los promuevan en sus comunidades, para que cada vez haya más Agentes de pastoral que tengan bien cimentada su formación espiritual, humana-comunitaria, doctrinal y pastoral-misionera, según la inspiración del Documento de Aparecida” - Norberto Cardenal Rivera Carrera
Arzobispo Primado de México
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento2 feb 2016
ISBN9786079439002
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    Manual 9. La Iglesia, Misterio, Comunión y Misión - La Iglesia Del Vaticano II

    PRESENTACIÓN

    La Iglesia del Vaticano II

    Los Obispos en Aparecida impulsan a la Iglesia latinoamericana a renovar su rostro y convertirse en Iglesia discípula y misionera. Nuestra Iglesia requiere hoy tener una conciencia cada vez mayor de su vocación misionera, ser más dialogante, encarnada, vivir fuertemente anclada a la liturgia y a la escucha de la Palabra, para comunicar la Buena Nueva de salvación a todos los pueblos (cf. Mt 28,19-20).

    Todo este movimiento de renovación nos hace volver al Concilio Vaticano II, el cual realizó una revisión profunda de la Iglesia y la presenta como misterio, Pueblo de Dios, Sacramento de salvación. Al concebir a la Iglesia de esta manera, el Concilio afirma que la lglesia es esencialmente comunión, heredera de una igualdad fundamental entre todos sus miembros, corresponsable, en la que son y se sienten comprometidos de su marcha y misión; todos llamados a la santidad.

    Concebir a la Iglesia como misterio, comunión y misión tiene repercusiones fuertes para su vida pastoral, por eso el Concilio presenta una Iglesia que dialoga con el mundo, con la sociedad y cultura de nuestro tiempo, que toma como suyos los gozos y las esperanzas de la humanidad (cf. GS1).

    Asumir el rostro de la Iglesia que quiso el Concilio es un proceso lento y gradual. Considerables han sido los avances, pero falta mucho por hacer. Necesitamos reflexionar qué es la Iglesia, para entenderla, maravillarnos de ella y sentirnos fuertemente impulsados a la comunión y a la misión. Por eso volvemos nuestro rostro al Concilio. De manera particular, nos dejamos guiar por las constituciones Lumen gentium y Gaudium et spes, que expresan el ser de la Iglesia y su relación con el mundo.

    La organización de los temas nos lleva de la mano para comprender nuestra profesión de fe cuando recitamos el Credo: Creo en la Iglesia, una, santa, católica y apostólica.

    Objetivo general

    El Vaticano II: un concilio pastoral

    El Concilio Vaticano II propone una nueva eclesiología y forma de mirar al mundo.

    En síntesis

    Desarrollo del tema

    LA PALABRA

    1. El concilio de Jerusalén

    En el texto de los Hechos (cf. Hch 15,4-6), vemos que los apóstoles actúan colegiadamente *, solidarios y responsables de la naciente Iglesia.

    Los acontecimientos tienen mucha influencia, por lo que es preciso estudiarlos y valorarlos. Así los apóstoles llegan a decisiones importantes para el bien común, no sin antes contar con la clara intervención del Espíritu Santo.

    COLEGIALIDAD

    Es una forma de gobierno en la que la autoridad la ejerce un grupo de personas, un colegio. En nuestro caso, todos los obispos bajo la autoridad del Papa.

    2. Los Concilios

    En la historia de la Iglesia se cuentan 21 concilios ecuménicos *. Como la asamblea de Jerusalén, los concilios han sido asambleas o colegios de fieles para deliberar, discernir, actualizar y decidir en común las cosas más importantes, sometiendo la resolución al parecer de muchos (cf. LG 22).

    CONCILIO ECUMÉNICO

    Es la reunión de todos los obispos de la Iglesia, presididos por el Papa, para el buen funcionamiento de la Iglesia.

    3. Los concilios en la historia

    Los concilios han querido responder a la situación por la que atraviesa la Iglesia, a los acontecimientos que la han cuestionado en sus actuaciones o, en algunos casos, a la necesidad de definir sus posturas. Pero sus fines y su perfil han sido diferentes en las diversas etapas de la historia

      Los primeros concilios robustecieron y consolidaron a la Iglesia en medio de una cultura pagana, insistiendo sobre todo en temas doctrinales: Nicea, Constantinopla, Éfeso.

      Los de la Edad Media delinearon el régimen de cristiandad de occidente: Constanza, s. XV.

      Trento (s. XVI), fue un concilio de apología (o defensa) ante la Reforma protestante.

      Vaticano I (s. XIX), tomó postura frente a la situación social, política y cultural.

      Vaticano II (s. XX) fue un concilio pastoral.

    4. El concilio Vaticano II: convocatoria y realización

    El concilio Vaticano II estuvo precedido por varios movimientos renovadores: bíblico, litúrgico, patrístico, ecuménico, eclesiológico... Fue convocado por el Papa Juan XXIII, el 25 de enero de 1959, por medio de la constitución apostólica Humanae salutis.

    Se inició entonces un intenso movimiento de preparación con la consulta a diferentes sectores importantes de la comunidad eclesial: los obispos, superiores, religiosos, universidades católicas...

    El número de participantes en el Concilio fue el más grande de toda la historia, asistieron más de 2000 obispos de todo el mundo.

    El concilio duró 3 años (1962-1965). Fue inaugurado por Juan XXIII, y a su muerte, se desarrolló y concluyó con Pablo VI.

    El resultado final se plasmó en dieciséis documentos: cuatro constituciones, nueve decretos y tres declaraciones; todos ellos documentos normativos para la vida de la Iglesia (cf. P.6).

    5. El mensaje

    Vaticano II fue un concilio centrado en el misterio de Cristo, de su Iglesia y al mismo tiempo abierto al mundo; de carácter predominantemente pastoral.

    Aporta gran riqueza en sus contenidos; además del tono en que se dice las cosas, antes desconocido, hace un anuncio de tiempos nuevos, es una brújula segura para orientarnos en el camino, logra integrar actitudes de diálogo, servicio y búsqueda de sentido. Entre las directrices más importantes del Concilio se percibe:

      El retorno a las fuentes, principalmente la Palabra de Dios y la Liturgia.

      Un acercamiento a la realidad de la sociedad actual.

      La revisión profunda de la Iglesia, que es presentada como misterio, pueblo de Dios y sacramento.

    El mensaje puede resumirse así: la Iglesia ha de escuchar siempre la Palabra de Dios para entrar a un diálogo auténtico con el mundo y, con su práctica fraterna, testimoniar el amor de Dios en el mundo.

    Los pronunciamientos y enseñanzas del Concilio se expresan en lenguaje bíblico, patrístico y pastoral.

    6. Nueva eclesiología

    Una de las notas características del Vaticano II es la eclesiológica, que con la dimensión pastoral, le da una relevancia extraordinaria. El Concilio presenta una Iglesia que dialoga con el mundo, con la sociedad y cultura de nuestro tiempo.

    Aun cuando todos los documentos del Concilio abordan algún aspecto del misterio de la Iglesia, la constituciones Lumen gentium y Gaudium et spes, son llamadas carta magna del Concilio, porque en ellas se expresa todo el ser de la Iglesia y su relación con el mundo.

    El Concilio pensó y quiso, ante todo, una Iglesia en la que se vivan tres realidades: Misterio, Sacramento y Pueblo de Dios. Al presentar a la Iglesia de esta manera afirma que la lglesia es esencialmente comunión.

    7. La Iglesia que quiso el Concilio

    El Concilio quiso una Iglesia que fuera comprendida como:

      La unidad misteriosa y radical que existe en la Trinidad.

      Heredera responsable de una igualdad fundamental entre todos sus miembros, la equivalente a la del Pueblo de Dios, convocado por Dios desde el Antiguo Testamento.

      Sacramento, es decir, que aparezca y se haga visible para atraer a los hombres y mujeres hacia el Evangelio de Jesús.

      Corresponsable, en la que todos sus miembros son y se sienten responsables de su marcha y misión; todos están llamados a la santidad.

    8. Nueva manera de mirar al mundo

    El Concilio Vaticano II presenta una nueva manera de mirar al mundo, a la sociedad

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