Campera oon cola de ecocuero, ATELIER PUCHETA.
La introducción de sintetizadores y órgano Hammond da el tono de la época. Es mitad de los 70. A poco de andar se distingue el estilo de Charlie (así se escribía entonces) García que desde su gabinete de teclados acústicos y electrónicos musita: “Nadie habla en la sala/Nadie de pie/¿Estás lista para viajar? ¿Estás lista para venir?/Está bien, está bien, está bien/estás sentada en el aire/Nada de luz esperando que marquen tres”. Después de una larga, interminable a oídos de streaming, secuencia instrumental vuelve la voz de García con una rara invocación “Ah, te vi entre las luces”. Es 1976 y el tono del rock progresivo hace de señalador de algo muy sombrío que recién empezaba en el libro de la Historia cuando con esta canción de Charly todo se detuvo. El mundo, el tiempo, el repiqueteo que las perras Chanel y Mora hacen al caminar como una guerrilla de microorganismos en taco aguja, la temperatura ambiente del país 2024, todo quedó en suspenso. Renata tuvo una epifanía y volvió a ese momento en el que conoció a Charly y a este en el que ultima los detalles del arte de tapa de su primer álbum desde 2017. Así que marcó en el celular su número y le pidió a uno de sus asistentes que, por favor, se lo dijera.
