TIEMBLO

Los gestos siempre han sido importantes para mí y las manos hablan sinceras. Hace meses que no escribo, exactamente los mismos transcurridos desde aquel 1 de abril en el que Barro abrió sus puertas. No lo hago por falta de tiempo, o eso me digo. Me asalta en ocasiones la inquietud, en otras el miedo de quien reciba mis palabras. En la defensa de los ritmos