Andoni lleva 25 años con la misión de incomodar y en Mugaritz ha conseguido el objetivo con éxito. A día de hoy, después de 1.700 creaciones y 271.233 comensales, el restaurante que considera la imprevisibilidad como uno de sus ingredientes más relevantes es reconocido por ofrecer una de las experiencias más inspiradoras y sugerentes del panorama gastronómico nacional. Sobre una colina de Errenteria, lo creativo llega al plato de formas múltiples e inesperadas con la intención de impactar en la creatividad del cliente. Podría decirse que Mugaritz es un gusto adquirido y –lo ames o lo odies– lo que está claro es que no deja indiferente a nadie.
¿Se le han pasado rápido estos 25 años de Mugaritz?
¡Buff! Se me han pasado muy rápido. Cuando no pasa nada, todo se ralentiza. Pero cuando estás sobreestimulado, el tiempo se acelera. ¡Y nos ha pasado de todo!ha superado todas las expectativas del pasado: yo me proyectaba hacia el futuro con una vida razonable, dentro de los códigos de mi mundo y de mi profesión, pero todo ha sido mucho mejor. Me considero muy afortunado porque mi trabajo sigue siendo un reto, sigue impactando en las personas que nos visitan y, también, en el propio sector.