DOMINGO 7 DE OCTUBRE DEL AÑO 1072. ABRAZÁN- DOLA COMO SI LA PRESERVARA DE LAS CAUDA-LOSAS AGUAS DEL DUERO, UN CINTURÓN PÉTREO CIRCUNDA EL CASCO ANTIGUO DE LA CIUDAD DE ZAMORA. Desde el ventanuco de uno de los torreones de sus extramuros aún se asoma Doña Urraca de Zamora (1033-1101/3), primogénita del rey Fernando I el Magno (ver cuadro). A su lado, la presencia del viejo aristócrata y militar Arias Gonzalo, su protector y fiel regente en el gobierno de la ciudad quien, en los viejos romances, le aconseja una prudente retirada: “Vámonos, hija, a los moros dejad a Zamora salva, pues vuestro hermano y el Cid tan mal os desheredaban”.
ENCONTRAMOS A DON RODRIGO DÍAZ DE VIVAR, ACOMPAÑANDO COMO ALFÉREZ REAL AL REY SANCHO II EL FUERTE.