El mercado mexicano de capitales se encuentra en uno de sus peores momentos, después de la recesión económica causada por la pandemia de covid-19, y apunta a un “efecto dominó” por el desliste de más de una decena de compañías que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) que, por si fuera poco, no ha sido ajena al bajo crecimiento económico del país, la violencia e inseguridad, así como a las políticas del presidente Andrés Manuel López Obrador.
A finales de julio último, los estrategas de Citi Research, uno de los principales centros de análisis financieros a escala global, ajustaron a la baja su proyección del Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) de la Bolsa Mexicana de Valores (S&P/BMV IPC) para el cierre de 2022, ubicándolo en 54 mil puntos, contra las 58 mil unidades previstas.
Los analistas también actualizaron sus preferencias en los mercados emergentes. En su reporte más reciente “subponderaron” a México y a India, cuando nuestro país tenía una perspectiva “neutral” que ahora ocupan los mercados