ZACATECAS, ZAC.- La noche del 26 de agosto se hizo eterna en las comunidades de Valparaíso donde pistoleros de los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación (CJNG) intercambiaron ráfagas de disparos con una furia pocas veces vista.
Por su ubicación, este municipio enclavado en los límites de Zacatecas con Durango, Jalisco y Nayarit es codiciado por ambas organizaciones criminales, de ahí los cruentos enfrentamientos. Los sicarios ocupan comunidades, desplazan a pobladores, bloquean carreteras e incendian tractocamiones ante el pasmo del gobierno estatal y la tardía respuesta de las autoridades federales.
Los cárteles midieron fuerzas en dos escenarios esa noche. Las localidades de Mimbres y Trojes fueron campo de batalla desde la tarde de ese 26 de agosto. Fue hasta las 15:00 horas del día siguiente cuando cesó el rugir de la metralla y el estruendo de las granadas, luego de los bloqueos carreteros y el incendio de vehículos en siete puntos de manera simultánea, que prácticamente sitiaron las carreteras que comunican al centro del estado.
Las familias de Mimbres y Trojes pudieron salir de sus viviendas cuando aparecieron las tropas del Ejército y los elementos de la Guardia Nacional. Arribaron tarde, pues las horas previas estuvieron atendiendo los bloqueos carreteros provocados por los grupos criminales en las carreteras federales