LOS PLANES SECRETOS DE PUTIN PARA DOMINAR EL MUNDO

El diseño de la política tras el escenario generalmente es opaco a la sociedad. Por ejemplo, en 1999, las tropas rusas entraron en Chechenia dando lugar a la segunda guerra entre los dos países, lo que se convirtió en el principal trampolín político para Vladímir Putin, quien vendió el conflicto como una operación antiterrorista. Sin embargo, una vez ganadas las elecciones rusas del 26 de marzo del año 2000, Putin impuso un gobierno local en Chechenia y se olvidó del asunto, aunque el conflicto continuó derramando sangre durante diez años, hasta 2009.

Sin embargo, esta estrategia de entrar en una guerra con fines electorales y luego retirarse, olvidándose de las consecuencias, no se trató de una circunstancia aislada, sino más bien una agenda secreta diseñada en un despacho. Putin y los suyos persiguieron con saña a aquellos que trataron de exponer y denunciar estas agendas secretas, como la periodista rusa Anna Politkóvskaya, que entre 1999 y 2006 publicó varios libros al respecto: Chechenia, la deshonra rusa, La Rusia de Putin o Una guerra sucia, entre otros. Politkóvskaya fue envenenada en septiembre de 2004 con un vaso de té, y puesto que sobrevivió, en diciembre de 2005 la secuestra- ron y simularon que la fusilaban. Finalmente, la asesinaron en el ascensor de su bloque de pisos con un disparo en el pecho y otro en la cabeza, firma inconfundible de los servicios secretos. Su muerte, el 7 de octubre de 2006, curiosamente coincidió con el cumpleaños del presidente Vladímir Putin… Toda una declaración de intenciones.

POR UN FASCISMO COMUNISTA

Las élites de la Federación Rusa, al igual que las estadounidenses, aspiran a crear un gran imperio, para lo (fundaciones y grupos de presión), no siempre presentan una vinculación clara con el gobierno que las lleva a cabo. En el caso del Gobierno ruso y de su máximo dirigente, Vladímir Putin, una figura de enorme influencia, quizá la más influyente, es Aleksandr Dugin, también apodado el Rasputín de Putin.