SIN LÍMITES
LEOPOLDO DE BÉLGICA GENOCIDIO EN EL CONGO
TAN SÓLO CINCO AÑOS ANTES DEL NACIMIENTO DE LEOPOLDO II, EL REINO DE BÉLGICA HABÍA COMENZADO SU ANDADURA COMO NACIÓN LIBRE, TRAS CONSEGUIR, EN 1830, LA INDEPENDENCIA DE HOLANDA. Avanzado el siglo XIX, Bélgica se mostraba como una joven nación europea de notable prosperidad industrial. Sin embargo, aunque el país marchaba por la buena senda, se hallaba muy lejos tanto de las grandes potencias como de la pugna imperialista de la época.
COLONIALISMO
La opinión pública belga se alineaba claramente en contra del colonialismo, pero su rey, Leopoldo II, no compartía en absoluto la posición de su pueblo. Así, durante años, el monarca trató en vano de convencer a sus conciudadanos de iniciar la aventura colonizadora. Finalmente, el destino, caprichoso e injusto a veces, le depararía un enorme pedazo de suelo africano hacia el interior del río Congo, en el corazón del continente negro, porque si el pueblo belga se manifestaba contrario a participar en la carrera imperialista, nada le impedía al rey emprenderla por su cuenta. Lo más sorprendente es que no tuvo que disparar una sola bala para hacerse con aquel territorio, que no pisó jamás. A Leopoldo le bastó con convencer a la comunidad internacional de que si le cedían la soberanía de aquella tierra, protegería a sus habitantes de las redes de traficantes de esclavos. Nada más lejos de la realidad. El verdadero objetivo del belga, quien definía a su pequeño reino como "petit pays, petit gens", era hacerse con una colonia y exprimir sus recursos económicos hasta la
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