SIN LÍMITES
ACTUALIDAD histórica
LOS SECRETOS DEL VATICANO, ¿QUIÉN FUE OLIMPIA PAMPHILI?
OLIMPIA PAMPHILI FUE UNA MUJER MUY PARTICULAR, UNA FIGURA CLAVE EN EL VATICANO EN TIEMPOS DEL PAPADO DE INOCENCIO X, A MEDIADOS DEL SIGLO XVII. Hija de un modesto recaudador de impuestos de Viterbo, su destino era el de pasar su vida en un convento, algo que no aceptó. LLegó a enviar una carta a su obispo para denunciar que el ingreso en el convento contra su voluntad infringía el recién celebrado Concilio de Trento y llegó incluso a acusar, sin pruebas, de agresión sexual al sacerdote encargado de convencerla.
Finalmente, su padre no tuvo más opción y ella terminó casada y viuda a los tres años del hombre más rico de Viterbo. Pero fue su segundo marido el que la acercó al poder que buscaba: Pamphili Pamphilj, descendiente de una familia noble romana en decadencia y hermano del que sería el papa Inocencio X. ¿Fue Olimpia la amante de Inocencio X? Nadie en Roma dudaba de ello, pero no se ha podido demostrar.
Fue desde entonces un personaje poderoso, adorada por muchas mujeres del orbe católico que llegaron a instalarse de modo permanente ante las puertas de su palacio de la Piazza Navona, en Roma, para aclamarla cuando pasaba con su carruaje. Murió sola, a los 66 años, víctima de la peste bubónica.
UN ROTRO EN VENTA
Ahora este fascinante personaje ha vuelto a la actualidad histórica gracias a una venta muy especial. Y es que el pasado julio la casa de subastas Sotheby's vendió en su sede de Londres un especial retrato de esta no menos especial mujer. Fue la delegación de Sotheby´s en Ámsterdam la que recibió el cuadro después de que apareciera en el mercado durante los años ochenta del pasado siglo, catalogado como un anónimo de la escuela holandesa. Pero nada más lejos de la realidad, ya que a través de un minucioso proceso de investigación y certificación pudo asegurarse que se trataba de un verdadero Velázquez, pintado por el sevillano durante su segunda visita a Italia, entre 1649 y 1650.
El rastro del cuadro se perdió en 1724, la última vez que apareció documentado y registrado en la colección del Cardenal Pompeo Aldrovandi de Bolonia y Roma. Sólo un sello de aduanas, casi borrado, en el reverso del viejo bastidor, sirve para certificar que la obra salió de Italia en el año 1911.
Una obra con todos los ingredientes para ser un verdadero éxito de ventas. Su precio final ha sido de 2.800.000 euros. Un lienzo con mucha historia, sin duda.
MUCHOS CARDENALES ESTABAN HORRORIZADOS CON ELLA Y LA INSULTABAN ABIERTAMENTE.
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