SIN LÍMITES
Historias ‘guanches’
La tasología tiene su origen en la cultura china. Consiste en leer el futuro a partir de los posos del té que quedan adheridos a la taza. También existe la catefomancia, un tipo de ‘videncia’ que aplica el mismo proceso a los posos del café. La bibliografía sobre este tema podría llenar varias estanterías con ejemplares que fueron perseguidos durante décadas al ser considerados como ‘moralmente peligrosos’. En la actualidad, resulta bastante sencillo acceder a este tipo de información. Sin embargo, vivir en primera persona y entender la cultura que rodea la tasología no lo es tanto.
Esta es la historia de Carmen Tacoronte, quien leyó miles de tazas de té hasta el día de su muerte, y de cómo la Guardia Civil le pidió ayuda para resolver la desaparición de un niño durante el carnaval de Tenerife.
Lo cuenta su nieta, sentada en el patio del hostal que regenta en La Laguna.
Hay males que la tierra deja escapar porque no es capaz de encerrarlos. El peor de todos es ‘el guaraifo’. Yo lo vi una noche. Y aquella semana desapareció un niño
LA FAMILIA TACORONTE
Mi abuelo Miguel medía casi dos metros. Y mi abuela Carmen 1,78. Eran, para la época, verdaderos gigantes. Por eso su mayor miedo durante años fue tener un hijo de tres metros, una especie de monstruo al que no fuesen capaces de alimentar y cuyo tamaño le impidiese vivir en casa. Así, con este terror instalado en sus vidas, nació mi madre. Y dicen que muchas noches, hasta que cumplió 16 años, uno de los dos se despertaba a gritos en mitad de la noche y se iba a toda prisa
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